Katy

Mi hermana y su amiga me entregan su virginidad.

Tengo 23 años y he pasado parte de mi vida fuera del seno familiar. Al vivir y estudiar con mis tíos desde los 12 años. Entonces Katy mi hermana, tenía 8 años. Mis tíos no tienen hijos por ello me tratan como tal. Estaba por terminar mis estudios e iba a graduarme, por ello mis padres vendrían aquí. Mis tíos se alegraron por la noticia y dispusieron dos habitaciones para los visitantes, mi hermana vendría con una amiga. Mis padres llegaron dos días antes de la graduación. Fuimos a recibirlos al aeropuerto.

Ahí me encontré unos amigos, con quienes fui a tomar algo, a la media hora, decidí ir a ver si habían llegado y vi a una chica escultural. Me quedé boquiabierto viéndola y al pasar a mi lado le dije un piropo, ella sonrió picara. Mis padres ya estaban con mis tíos, habían llegado unos minutos antes y estaban esperando que yo regresara. Saludé a mis padres y me dijeron que Katy y su amiga habían ido a buscarme. Mi padre me dijo: mira que ahí vienen. Al dar la vuelta me percate que era el bombón de mujer y su amiga Erica. Se había convertido en una mujer. Estaba por cumplir 19 años. Al principio la sorpresa no nos permitió reaccionar como hermanos que no se ven por largo tiempo. Luego de unos segundos nos abrazamos efusivamente. Ya en la casa de mis tíos, se instalaron, mientras tanto yo me encontraba en la piscina. Al bajar Katy y Erica, me dijeron que si podían bañarse en la piscina a lo que les respondí que si. Pasaron algunos minutos luego oí sus voces y vaya mi sorpresa, venían en tanga. Era dos monumentos. No sé cuál sería mi cara, pero ellas se sonrojaron. Buscando desviar la atención las invite a tomar algo.

Por mi parte me encontraba totalmente empalmado, ante tal espectáculo. Al menor descuido de ellas, salí corriendo hacia la alberca y me lancé al agua para tratar de calmar mi erección. Ellas me siguieron lanzándose al agua. Ya dentro, comenzaron los juegos de manos, las cosquillas, etc. Luego de los juegos nos sentamos a conversar, estábamos bastante pegados y nuestras piernas se rozaban, cosa que comenzó a ponerme a 1000.

Erica nos dejó solos, a lo que Katy me dijo: Te gusta mi amiga? le respondí que era muy bonita, a lo que ella me volvió a preguntar si me gustaba su cuerpo? Le respondí que tenía un cuerpo hermoso, pero no tanto como el de ella. Katy se mostró inquieta por mi respuesta. Y me dijo, que se estaba refiriendo a Erica. Ya que yo le agradaba a ella. Erica regresó y seguimos conversando varias cosas. Durante la tarde todo fue normal, yo me adentré en lo relacionado a la graduación.

Por la noche nos fuimos a una fiesta a casa de unos amigos de la Universidad. Tanto Erica como Katy fueron la atracción de la fiesta. Ellas no se apartaron de mí durante toda la noche. Yo bailaba una pieza con una y luego con la otra. Mis amigos se hallaban deseosos de poder bailar con ellas, pero en realidad tuvieron pocas oportunidades de hacerlo. Ellas se pasaron de copas, razón por la cual tuve que llevarlas de regreso a la casa. Mi intención era regresar a la fiesta, ya que había una gran cantidad de chicas riquísimas.

Al llegar nos pudimos cerciorar que tanto mis padres como mis tíos se habían ido de farra y había una nota que decían que regresarían bastante tarde. Subí primero a Erica, dejando a Katy en la sala dormida. Una vez en el dormitorio, acosté a Erica en la cama, y comencé a quitarle el vestido para dejarla en ropa interior. Mientras estaba haciendolo, Erica despertó y me abrazó fuertemente, al mismo tiempo que me preguntaba que para qué la estaba desvistiendo. Le dije que era para que pudiera dormir mejor. Ella me dijo que solamente dormiría bien, si yo dormía con ella. Ya estaba con la parte superior descubierta y mostraba esos deliciosos senos, a los que me quedé mirándolos, ella me dijo: Te gustan mis senos? Le respondí: Me parecen deliciosos. Como puedes decir eso si ni siquiera los has probado? No quieres hacerlo? Me dijo. Yo ni tonto ni perezoso me abalancé sobre ellos, sacándolos del sostén, y comencé a acariciarlos y besarlos suavemente, para poco a poco ir en aumento a medida que me iba calentando. Ella comenzó a gemir mientras le mordisqueaba los pezones.

Se arqueaba constantemente y me abrazaba fuertemente metiendo mi cabeza entre sus tetas. Poco a poco la fui terminando de desvestirla, mientras ella me sacaba la camisa. Mis manos se deslizaban por todo su cuerpo, acariciándola con pasión. Comencé a bajar lentamente mientras continuaba besando ese cuerpo, lamiendo cada centímetro de su piel. Me encontraba besando la parte interior de sus muslos cuando sentí cómo se arqueaba y emitía grandes gemidos, agarraba mi cabeza por mi cabellos y me apegaba hacia ella. Llegaba a su primer orgasmo, fuerte y prolongado, tras el cual cayó desvanecida en la cama. Me levanté a lo que ella reclamó, que no me fuera y enseguida se levantó y me abrazó para besarme con furia y pasión. Me besaba el cuello para pasar posteriormente a mis pechos, los cuales me los chupaba y lamía. Ella era un verdadero volcán, estaba calentísima, gemía y jadeaba. Comenzó a sobarme mi pija sobre el pantalón, para luego liberarla abriendo mi pantalón. Ella lo agarró y comenzó a pasárselo por la cara para luego comenzar a besarlo y pasarle la lengua por la punta, haciéndome sentir en la gloria.

Katy se había quedado abajo en la sala dormida, o al menos eso yo pensaba. Pero la realizada, era que se había despertado y al no vernos a Erica y a mí, se había puesto a buscarnos hasta que oyó los gemidos de Erica, por lo cual subió hasta el cuarto y se ocultó fuera de la puerta para observar todo lo que estaba pasando. Erica mamaba delicioso. Me succionaba el pene y me hacia ver las estrellas.

Ella me pedía que le mamara también, por lo cual, ya desnudos nos acomodamos para hacer un 69. Ella seguía mamando, mientras recorría su vagina con mi lengua, abriendo su vulva para acariciarle, cosa que a ella la volvía loca. En medio de todo esto llegué a su clítoris, al que lamí lentamente y juguetee con el. En eso instante ella llegó a su segundo orgasmo, en medio del cual me apretó fuertemente con sus piernas. A esto ella comenzó a chupar con frenesí lo que hizo que acabara en su boca, Ella se tragó todo, saboreando cada gota de mi semen, para luego chupar y limpiar mi pija.

Quedé acostado descansando mientras ella se fue a lavar la cara y la boca. Cuando regresó volvió a besarme con pasión, diciéndome que quería dejar de ser virgen conmigo. Que era delicioso y que todo lo mío le gustaba. Nuestros besos fueron creciendo en pasión llegando a excitarme nuevamente. Ella bajó y se prendió de mi pene mamándolo como experta. Su lengua jugaba con mi glande. Una vez que ella se percató de ello, me dijo: Ven, y abriendo sus piernas me invitó a penetrarla. Puse la punta de mi pija en la entrada de su chocho, y la recorrí de arriba a abajo, jugaba con su clítoris, ella gemía y jadeaba, levantaba su pelvis tratando de penetrarse, yo seguía con mi jueguito, hasta que grita, por favor métemela. Estaba desesperadamente ansiosa por tenerlo adentro. Métela papito no seas malo, por favor métela, la quiero sentir ya. Por mi parte estaba centrado en su clítoris, y amasándolo con la punta de mi pene, haciendo que ella deliraba de placer, a punto de llorar de placer.

Me coloqué entre sus piernas y ella las abrió lo más posible, permitiéndome ubicarme en una posición de penetrarla. Ubiqué el glande en la entrada de su coño, el cual estaba lubricadísimo. Al sentir mi pene en su entrada, lanzó tremendo gemidos y de inmediato me abrazó con sus piernas en mi cintura, jalándome fuertemente hacia ella, haciendo que la penetrara bruscamente, por lo cual pegó un grito de dolor, yo no creía pero si era su primera vez, quedándose quieta, pero con sus piernas apretándome hacia ella. Luego de unos instantes, comenzó a moverse hacia delante y atrás, dando inicio a una serie de gemidos acompañados de un incremento en sus movimientos. Éramos un tornado, llenos de pasión y deseos. Era un verdadero manicomio de placer. Estábamos sintiendo una sensación de placer a flor de piel. Nos besábamos apasionadamente, mi lengua hurgaba en su boca. No nos dábamos tregua alguna, hasta que finalmente, se tensó fuertemente gritando de placer: Me corro papito, que rico, sigue mételo todo. Estando en medio de esto, sentí que estaba llegando a la misma gloria, y le dije que iba a acabar yo también, a lo que ella me dijo: acaba dentro, quiero sentirte, y dicho esto comencé a eyacular. Lanzó un fuerte gemido acompañado de un grito diciendo que se estaba viniendo nuevamente, abrazándome fuertemente con sus piernas hasta que finalmente se aflojó, pero rodeándome con sus brazos y besándome en forma tierna y dulce.

Una vez ya tranquilizado, recordé a Katy, la había dejado dormida en la sala, por lo que me puse los pantalones y me dirigí a la sala, pero me llevé una sorpresa, pues ella no estaba donde la había dejado. La comencé a buscar, pensando que pudiera haberse salido y en el estado de ebriedad en que estaba, podría ser peligroso. Por fuera no estaba, así que decide buscarla dentro de la casa. Finalmente la encontré en mi dormitorio. Estaba profundamente dormida, por lo que la cargué y la llevé a la cama donde se encontraba Erica ya dormida. La acosté pero sin desvestirla, quitándole solamente sus zapatos.

Al día siguiente, me levanté temprano para ir a una reunión, regresé por la tarde. Mis padres y las chicas habían ido de compras. Lo que aproveché para meterme en la piscina y tener un pequeño relax de tanta actividad de los días anteriores. Cuando todavía me hallaba en la piscina, llegaron mis padres junto con mis tíos y las chicas. Mis padres fueron a saludarme e igual que Erika, mas no Katy, qué fue directamente al dormitorio.

Durante la cena, Katy no me dirigió ni una mirada o palabra. Terminada la cena, me acerqué a ella para saber qué le sucedia, y ella trató de alejarse de mi, por lo que tuve que agarraría por el brazo y preguntarle - Qué te pasa, por qué estas así? Ella me contestó bruscamente - Por qué estas aquí conmigo? Tu puesto es con Erica?

¿Qué te pasa, qué dices? Le respondí. Hacen muy buena pareja Uds. Sabes? Lo hacen tan bien dentro como fuera de la cama. Me dijo. Qué? - respondí sorprendido - De qué hablas? Le dije. No te hagas el tonto respondió irritada, - bien que la hiciste anoche. Me dejaste dormida en la sala para aprovechar y acostarte con Erica. Pepero - tartamudee sin saber qué decir- No te hagas el tonto, yo los vi a los dos anoche, y no me digas que estaba viendo alucinaciones - y dicho esto dio media vuelta y se fue.

Durante el resto de la noche y los días anteriores a mi graduación, no quiso dirigirme la palabra. La verdad es que estaba bastante disgustada. Pero por qué? Acaso ella misma no me había ofrecido a Erica? ¿quería que me fijara en su amiga? Entonces, qué es lo que pasaba con ella? Sería que Katy estaba celosa de su amiga? Pero, ella era mi hermana? La verdad es que mi mente era un verdadero torbellino, y no estaba para estar pendiente de eso.

Llegó el día. Toda la familia compartía mi alegría. Al final del acto, todos me felicitaron, mis padres, mis tíos, Erica, pero ella, Katy, se hallaba retirada de nosotros. Mi madre la llamó y le dijo que si no Pensaba felicitarme? Ella se acercó pero no muy convencida. Yo la esperé con los brazos abiertos y la abracé cálidamente, diciéndole en el oído, -sin tu abrazó de nada hubiera servido este día- y dicho eso me abrazo y me dio un besó en la boca. Esto me produjo un fuerte estremecimiento, para luego separarnos y celebrar mi graduación.

Una vez en la casa, llegaron los amigos y amigas, trago tras trago, baile y en fin todo lo que significa diversión. Durante la fiesta, Katy no apartaba sus ojos de mí. Me llamaba e invitaba a bailar, y decía lo rico que era bailar conmigo. La verdad es que estaba perplejo. Primero no me hablaba, luego el besó y ahora me estaba elogiando, no sabia que pensar.

Llegada la noche, cuando casi todos se habían marchado, y los pocos que quedaban estaban ebrios, Katy se retiró a su dormitorio. Mi tío despidió a los últimos y se retiro, cuando la veo bajar nuevamente con dos copas, invitándome a brindar. Acepté, aunque la verdad es que ya estaba un poco alegre de tanto licor. Ella brindó por el más sensual de los hermanos- eso me provocó una ligera sonrisa, ella dijo - Qué te extraña, si para mí es la verdad. Tomó su tragó y dijo ven a la piscina, le dije que no traía traje de baño, y ella me dijo anda cámbiate, aquí te espero. Al regresar Katy estaba ya en la piscina. Que belleza, estaba con una tanga que apenas le cubría los pezones y la raja, mostrando todo. Ella se percató de la impresión que me había dado, y me dijo - Te gusta? -dándose la vuelta mostrándome la parte del hilo dental que lo tenía metido en el culo. - exquisita- atiné a decir. Ella dijo, lo compré pensando en ti. Me alegro que te guste, dicho esto, se acercó y me tomó de la mano y nos metimos a la piscina. Yo estaba totalmente engarrotado debido a la vista que había tenido.

Ella se acercaba sugestivamente, pegándose a mí, mientras yo trataba que no se diera cuenta de mi erección. Entre cosquillas, ella tocó mi pene y se quedo como sorprendida y me dijo - Qué es eso? Y volvió a meter la mano, mientras yo trataba de evitarlo, finalmente, ella tocó nuevamente mi verga que se hallaba como hierro candente, y me dijo, ay dios mío, que tremenda cosa que tienes. Sabes nunca he visto una. Ahora metió la mano y agarrándola fuertemente comenzó a acariciarla. Por mi parte ya no trataba de impedir que ella siguiera adelante, sino por el contrario me gustaba que lo hiciera. Luego me quitó mi calzón de baño quedando totalmente desnudo. Me agarraba los testículos, sobándome uno u otro, mientras hacía esto, restregaba su cuerpo contra el mío. Su boca buscaba la mía y nos fundimos en un besó, mientras nuestras lenguas se entrelazaban con pasión, que se estaba volviendo incontrolable. La besaba por el cuello, en las orejas, ella me acariciaba todo el cuerpo con sus manos, sin saber qué agarrar. Nos fuimos a la parte menos baja de la piscina y la senté en el borde de la misma, y de inmediato, metí mi cabeza entre sus piernas, al mismo tiempo en que ella las abría completamente, permitiendo realizar mis deseos. Con mi lengua chupaba y acariciaba la parte de sus piernas y poco a poco iba acercándome a su pozo de placer.

Ella gemía cada más y firmente agarrada de mi cabellos me restregaba en su vulva, de donde manaba sus jugos, producto de nuestro estado de excitación. Llegué a su raja, y con mi lengua jugaba haciendo un zig-zag entre sus labios exterior, abriendo cada vez más esa deliciosa gruta que manaba en forma abundantes jugos, los cuales yo chupaba. Ella se retorcía de placer, me decía - más fuerte. En eso le comencé a pasar mi lengua por su clítoris, haciendo que ella se tensara, diciéndome - Que rico, ahg, más duro papito, me vengo, ya. Su orgasmo fue largo y profundo, mientras yo seguía deleitándome con su néctar. Finalmente, Katy reacciona y dice - Qué rico que fue, sabes, es la primera vez que me ocurre algo así. Tu eres el primero, que llega a mis intimidades. Se bajó a la piscina, y reinició los besos, los cuales eran totalmente fogosos, ardientes y llenos de pasión y deseos. Ahora era yo el receptor de su pasión. Ella me pedía que la hiciera mía, que estaba muy caliente y que no aguantaba. Me pidió que me subiera al borde de la piscina, tal como ella había estado, y de inmediato lo hice. Una vez arriba, ella me abrió la piernas y sin mayores preámbulos, me agarró el pene y comenzó a acariciarlo, haciéndome una paja, subiendo y bajando su mano. Yo comencé a sentirme en la gloria. Me estremecía de placer. Katy besaba y chupaba la punta, haciéndome sentir fuerte corrientazos. Posteriormente se lo introdujo a su boca y lo chupaba, lo lengueteaba y chupaba deliciosamente. Yo estaba que ya no aguanta más, y se lo dije.

La subí al borde y ella se acostó boca abajo, y me decía - papacito, apúrate que ya no aguanto, te deseo dentro de mí, pronto, mételo todo, hazlo ya. Nada perezoso me ubiqué entre sus piernas y puse en la raja mi verga, la cual me recibió cálidamente, pues estaba totalmente mojada y caliente, fui introduciendola poco a poco, sintiendo su apretado interior. Mi pene entraba abriendo por primera vez esa deliciosa gruta de placer provocándole el deleite del sexo. Mételo, mi amor y dijo, empujé de un solo tirón, lo que le ocasionó y ligero grito de dolor, al romper su virgo. Comenzamos un mete y saca frenético, mientras me decía que rico papito, no sabes cuanto me gusta mi amor. Soy sólo tuya. Seguí con el mete y saca, lleno de lujuria. Estábamos fuera de sí, solamente vivíamos el momento.

Lo estábamos sintiendo y viviendo. Habrán pasado unos diez minutos de forcejeos placenteros, cuando le dije que me venía y quise sacarlo y ella me dijo que no, que me quería adentro. Casi de inmediato ella también me dijo que se venía y levantando sus piernas y enroscándolas en mi espaldas nos vinimos en un deliciosos, y prolongado orgasmo, dejando todo lo nuestro, el uno dentro del otro. Katy me hablaba cosas deliciosos, que llenarían a cualquier amante en esa situación. Me acosté junto a ella, mientras ella me besaba tiernamente, y yo Pensaba en el momento cuando la conocí. La verdad es que Katy era la mujer de mis ideales bella y sensual. Mis padres antes de irse me pidieron que si podía dar hospedaje a Katy, ya que ella quería venir a terminar sus estudios universitarios acá cerca de mí.