Katerin Y Natalia compañeras de piso Parte 3.

Esta es la tercera parte de mi novela, en esta entrega marco el rumbo de la historia, espero lo disfruten. habrá sexo duro y hechos cómicos.

Hoy es mi día libre, ya Katie se había ido a dar sus clases como institutriz y me había dejado el desayuno preparado, para mi estos últimos dos días habían sido una maravilla, me la había pasado tan bien y había encontrado a la compañera perfecta. Decidí levantarme de la cama desnuda y mirarme al espejo, me miraba a mi misma orgullosa de mi aspecto, disfrutaba del aire del exterior que corría libre por mi casa, me prepare un café y mire el periódico. Habían algunas noticias interesantes pero hubo una que llamo particularmente mi atención, hablaban del operativo que se había realizado por lo que le sucedió a Katie, según esto el líder de la banda criminal había logrado escapar de las autoridades, esto llego a preocuparme, pero suponía que no sería tan estúpido de meterse de nuevo contra una monja, sabiendo lo que paso la última vez. En fin opte por relajarme, me metí a la ducha y comencé a tallarme con el jabón por todo mi cuerpo, depile mis piernas y me masturbe un poco. Al mirar por mi ventana pude ver a Ignacio mi consolador con ventosa, aun seguía en el tejado reposando alegremente a la luz del sol, lo cual me importo poco, Katie hacia mucho mejor ese trabajo.

Aun me sentía lastimada de la noche anterior, así que me aplique una crema con lidocaína después de salir de la ducha, me puse crema humectante con fragancia por todo el cuerpo, deslizando suavemente mis manos por todo mi abdomen hasta mis senos, coloque mi hamaca en el cuarto donde practico yoga y me recosté cómodamente mirando por el balcón. Y ahí estaba yo completamente desnuda mirando mis flores, sintiendo la brisa del aire fresco de la mañana y masajeaba mis senos a conciencia, es una especie de rutina que tengo para incrementar el tamaño de mis senos. Supone la idea de que si una utiliza un gel para el aumento de senos, debe aplicar calor y masaje para que estos se desarrollen de una manera hermosa y no necesitar de elaboradas operaciones  o cicatrices, para tener un busto hermoso no se necesita más que buenos cuidados y tejido graso.

Me sentía un poco aburrida, cuando termine con mi rutina de relajación me fui a mi cuarto a ponerme algo de ropa. Tenía pensado salir al parque a caminar, me puse un conjunto de lencería de color lavanda semi translucido, me puse un pantalón azul con muchos botones y una blusa blanca de tirantes, además de mis zapatillas negras. En realidad no quería maquillarme, no quería llamar la atención, así que solo me cepille el cabello y me puse solo un poco de protector labial para la resequedad.

Mire el estuche de mi violín, hacía tiempo que no lo sacaba a pasear con migo, a la gente le encantan los conciertos en los parques, sobre todo los conciertos improvisados, así que me lo lleve. Cerré la puerta detrás de mí y camine con mi estuche en la mano, tenía toda la intención en mis ojos, no sería lo mismo sin Katerin pero igual me divertiría. Camine algunas calles y cruce por la iglesia pensando en la historia que ella me había contado sobre cómo consiguió el plug, ¿en verdad habrían personas tan perversas para hacer eso en la iglesia? Algo en mi tenía que comprobar si eso que me había dicho Katerin era cierto.

Cuando llegue al parque me dedique a caminar y alrededor miraba que habían muchos músicos callejeros, hoy era el día en que se juntaban a tocar y  los mire a todos, hasta que encontré un sitio perfecto para tocar, la vieja fuente de monedas. Afine un poco mi violín, mientras esto pasaba una serie de sucesos desconocidos fuera de la comprensión de los ajenos a la música inundaba mi escenario improvisado, el viento, las hojas que caían de los arboles, los pasos de las personas, el ruido de los autos. Todo en mi ambiente se había serenado solo con un par de vibraciones de mi violín, como si de pronto mi alma manipulara todo el ambiente, hasta donde llegara mi música para volverlo armónico y tan solo había afinado mi violín. Estaba tan emocionada que a mi mente llego una idea orgásmica “Toca a Paganini” y esta idea era mortal, a nadie le gusta la música clásica, para mí misma era un reto que debía satisfacerme, si lograba darle toda mi alma la gente escucharía, no me importa el reconocimiento, solo quiero que lo disfruten.

Y así mismo comencé a tocar a Paganini Caprice numero 24. La adrenalina tenía que ser fundamental y el ritmo el correcto, en cuanto toque la primera nota todo a mí alrededor paro, las personas comenzaron a hablar en vos baja y comenzaron a acercarse, esto me emociono cada vez más, la inspiración llego e hice vibrar esas cuerdas, comencé a tocar más rápido y conforme me escuchaban cambiaba mi ritmo. Los músicos se callaron un momento y hubo un momento en que me entregue por completo a la música, cerré mis ojos y mis manos se movían en la forma más poética, el diablo y yo danzábamos al mismo ritmo, mis piernas comenzaron a moverse en una danza a ojos cerrados con mi violín, estaba completamente consciente de mi espacio como si pudiera ver con mis oídos. Sentía mi vibración y la vibración de las personas que estaban a mí alrededor extasiadas por mi sonido. Al terminar mi primera canción abrí mis ojos y un grupo de muchachas me rodeaba, todas eran del colegio, cambie por una nueva música esta vez de mi improvisación, buscaba un ritmo alegre, un ritmo escoses una polka y esta vez el grupo de músicos se animo a acompañarme sin decirme nada, seguían mi ritmo con tambores y flautas, yo caminaba hacia esas colegialas incitándolas a bailar con migo, pronto tenían un baile a lo mas gitano en parejas, eran chicas muy educadas y algunas de ellas ya eran mayores de edad, por lo que conocían de buenos bailes, la gente aplaudía y sonreía, todos aplaudían. Comencé a bailar sobre una banca de madera haciendo ruido con mis pies al ritmo de la música. Cuando me di cuenta ya había pasado media hora tocando,  estaba sudando y agotada, nos habían aventado muchos billetes, así que se los deje todos al grupo de músicos para retirarme discretamente. Cuando me disponía a marcharme desapercibida sentí una mano que había tocado mi hombro derecho, se trataba de un joven sacerdote debajo de sus treinta pero mayor que yo.

-toca muy bien su violín, le importaría si la acompaño.

-disculpa, ¿tú eres el que vive con el padre Tomas cierto?

-tú debes ser Nataly, como se encuentra la hermana Katerin, supe lo que sucedió, antier con lo de su pierna y los perros, fui a visitarlas al día siguiente pero nadie me abrió.

-demonios, ¡perdón! Se me escapo.

-no importa.

-sabes ayer ella estaba muy triste así que decidí… sacarla a pasear, fuimos a visitar algunos parques. Nada fuera de lo común.

-entiendo, y supongo que tu no vives de tocar en los parques, ¿cierto? Tienes una enorme habilidad para tocar.

-bueno es un pasatiempo que cultivo, no lo hago profesionalmente, esto lo hago por diversión.

-tienes algo que hacer, esta tarde te puedo invitar a tomar té. El padre Tomas me ha hablado de ti, según cuentan tus vecinos eres una persona muy amable, lo raro es que nunca te he visto antes en la iglesia.

-¿acosador? ¿Debo preocuparme?

-en lo absoluto, solo que en la iglesia nos preocupamos por nuestras hermanas, por servir a dios no estamos exentos de la maldad.

-bien y ¿de qué quieres hablar? Ella es muy amable, es muy atenta y una buena compañera, no hemos tenido dificultades en la convivencia.

-en realidad no quería hablar con tigo de eso, tienes una habilidad que llama la atención de las muchachas del colegio. Tal vez puedas darles algunas clases de música en tus ratos libres.

-ya tengo trabajo, me dedico a dar consultoría artística.

  • no te sentaría mal considerar mi propuesta.

Me quede un momento en silencio reflexionando mientras escuchaba sus pasos firmes junto a mí, sabía que no me estaba interrogando y a fin de cuentas podía ser una buena oportunidad para pasar tiempo con Katie y ver cómo se comportan las chicas del instituto con ella.

-piénsalo y me cuentas, tengo que acudir a dar la misa del medio día, si quieres puedes venir.

-hago oración en casa, pero gracias de todas formas. Por cierto no me has dicho tu nombre ¿Cómo te llamas?

-me llamo Isaac  y ¿Qué me dices de mi invitación a tomar el té?

-¿a qué hora?

-te parece a las 6:00

-perfecto, estaré ahí.

  • de acuerdo.

Me despedí de él y continúe mi camino ese sujeto era un tipo lindo, un poco más alto que yo, tenía el cabello castaño y una espalda bastante ancha, hacia mucho que no me intimidaba un padre de esta manera, creo que por eso actué a la defensiva. En fin tenía que meditar esto con calma, y el día iba avanzando rápidamente, tenía que meditar sobre todos los sentimientos que me recorrían.

¿Enamoramiento o juego previo? ¿Hombre o Mujer? ¿Quién era Katerin? ¿En verdad me necesita o me está utilizando? ¿Por qué sigue interesada en permanecer en su congregación?

Estas eran todas mis preguntas del día y usualmente trataba de encontrar la verdad. Lo mío con Katie era un juego previo y de esto no tenía dudas, es porque a pesar de que siento atracción hacia ella, constantemente la estoy poniendo a prueba con mis juegos y ella responde perfectamente, es como cuando le dije la verdad en el café sobre manipular su juguete, si ella solo fuera enamoramiento yo no jugaría. En cuanto a ¿si de verdad me necesita? Esa pregunta se responde sola, ella me está utilizando como un pretexto para liberar su tensión sexual reprimida, seguramente no me ama y esto no me molesta, acabamos de conocernos y sería estúpido entregar el corazón devotamente a una extraña, creo que necesitamos seguir subiendo escalones para esto. Por otra parte ella se está convenciendo de una verdad peligrosa, ella quiere dejar la iglesia y pone a su fe al filo de un barranco sin fondo.

Ahora ¿que soy yo? ¿Hombre o Mujer? ¿A que estoy jugando con Katie? Sin duda responderme esto es un poco más complicado, ¿soy hombre porque me gustan las mujeres? ¿O soy mujer porque mi devoción me llevo a convertirme físicamente en una? Pues la verdad no podía estar muy convencida, lo que si se es que no deseo tener niños, por suerte soy la mujer perfecta que nunca se embaraza y es aquí donde me acabo de dar cuenta que en realidad siento una atracción por los hombres, ¿acaso soy una princesa reprimida por años de firme convicción? Bueno princesa o Reyna da lo mismo, creo que soy una personalidad femenina y como le eh dicho a Rafael antes, tal vez no me he encontrado con el hombre indicado. Y entonces ¿dónde queda Katie después de todo esto? acaso será que ella es la representación femenina de todo mi ideal de mujer. Demonios tengo muchos traumas con las monjas necesito ir con mi psicólogo.

Nota: las personas que van al psicólogo no van por un trastorno mental, “de eso se encarga el psiquiatra”. Quien va al psicólogo es para obtener una consulta  de asistencia sobre situaciones emocionales que se escapan de sus manos.

Mientras me hacia estas preguntas no me di cuenta que estaba cruzando un callejos para llegar a la siguiente calle y justo enfrente estaba una pandilla de sujetos alcoholizados.

-bon bon ¿a dónde va?

-oigan chicos, no quiero problemas.

-que mal primor, este lugar es muy peligroso, hay muchos violadores sueltos por ahí.

Me asuste estos sujetos en verdad estaban esperando violarme, trate de correr pero un sujeto con una navaja se estaba interponiendo en mi camino. De pronto todos se lanzaron por mí sujetándome con fuerza, uno de ellos se quito su cinturón y me lo puso en la boca manera de mordaza, después me pusieron contra el contenedor de la basura para violarme.

-si no coperas te mataremos, si gritas tendremos que violarte en otro sitio y tirarte en el rio.

Todos ellos se estaban quitando los cintos y entonces lo recordé yo soy transexual, en cuanto estos tipos se enteraran me golpearían con sus cinturones y aun así me violarían. Cuando uno de ellos me bajo el pantalón sentí pánico, los malditos tenían una bonita vista de mi trasero y mis bolas dentro de mis pantaletas.

-jefe mire esto. –El maldito me había arrancado mis pantaletas dejándome expuesta- esta vieja tiene pito, es un hombre.

-está muy bonito el cabron, si en la cárcel me hubiera encontrado una nena como tu ahora no estaría tan caliente por violarte.

El jefe iba a ser el primero un maldito gigantón rubio que se estaba sacando la polla, mientras los otros me desnudaban y me amarraban con sus cinturones de las manos, ellos comenzaron a pegarme lacerándome la espalda y me ahorcaban con el cinturón en mi cuello. El jefe me había puesto su polla posada en mi espalda y estaba a punto de follarme cuando un bate de beisbol le había destrozado el rostro mandando a volar todos sus dientes.

No sabía qué era lo que pasaba, hasta que estos sujetos me soltaron y caí al suelo tosiendo, y entonces la vi, se trataba de esa mujer transexual súper musculosa que había conocido en el local de Many.

-haber, supongo que tienen ganas de violar mujeres, ¿por qué no vienen a violarme a mí?

Ella se lanzo furiosa con su bate de beisbol en contra del resto de sujetos los cuales huyeron cobardemente, yo me intentaba poner de pie sujetando mi ropa y mi pequeño violín.

-oye ¿estás bien?

-me duele la espalda.

-ven te invito a mi casa, es aquí en esta puerta.

Sin más opciones acepte y ella me sujeto del hombro para llevarme a su casa, en el mismo callejón había una puerta metálica, bien protegida ella me hiso pasar y sentarme en su cama. Su casa no era especialmente bonita era un pequeño espacio con un solo cuarto, como una cochera de servicio, dentro tenía una mesa plegable, un costal de box, pesas, una cama individual, una pequeña cocina de gas y un mini refrigerador, además de un casillero como guardarropa. Ella saco una botella de Jack Daniels del mini refrigerador y sirvió un par de tragos que puso sobre la mesa junto a la botella, para sacar un botiquín de primeros auxilios.

-¿quieres llamar a la policía?

-no es necesario, ya te encargaste de darles su merecido.

-Qué bueno, si inspeccionaran mi casa tendría que esconder algunas cosas ilegales. Déjame ver tu espalda, parece que estas muy lastimada.

-¿porque me ayudaste?, pensé que estabas molesta por lo que sucedió ayer.

-oye te respeto, defendiste a tu chica yo estaba muy ebria. Ya le pague a Many por lo de su pared. No sabía que tú también fueras una chica con sorpresa. ¿Cómo te llamas?

-Nataly y Many me dijo que te llamabas belladona.

Ella destapo el botiquín de primeros auxilios y se puso detrás de mí para atender las heridas que tenía en mi espalda.

-es mi nombre artístico, en realidad me llamo Roberta.

-eres muy impresionante, eres muy fuerte y tienes una bonita voz.

-cáncer en los testículos por tomar estimulante para toros y por eso ahora soy mujer. Antes yo era un hombre fisicoculturista, pero ya vez como es esto, se te encojen los testículos y aparece el cáncer, mi esposa me dejo y se llevo a las niñas ¿sabes por qué?

-no lo sé.

-me salieron pechos enormes y como no quería verme mal tome la decisión de cambiarme de género, me cambie de ciudad y ahora vivo en este departamento.

-sé lo que es eso, a mí también me dio cáncer en los testículos.

  • ¿y te los extirparon?

-no en realidad se encapsulo el tumor, para mi es una bendición, mis tetas son naturales no me las he operado.

-¿disfrutas de ser mujer?

-¿no has notado que las mujeres que son lesbianas son mas desinhibidas que las mujeres normales?

-esa no era mi pregunta. Pero si, lo he notado.

-pues claro que lo disfruto, aunque a veces llamo la atención de hombres indeseables.

-¿Qué tal el sexo con hombres?

-no esta tan mal, siempre y cuando no me lo hagan como estos sujetos.

-parece que no te duele, te acabo de tallar la espalda con alcohol y nada, anda bebe un trago.

-ya estoy acostumbrada al maltrato, no te preocupes.

-eres buena boxeando.

-¿Cómo podría pagarte lo que has hecho por mí?

-bebe con migo.

-de acuerdo.

Ella y yo comenzamos a beber, me contaba de sus días de físico culturista, y que aun tenía que pagarle la manutención a su esposa por lo del divorcio, pronto las dos estábamos muy borrachas, hablando de tonterías, fue entonces que ella comenzó a acercarse mucho a mi.

-¿Qué haces?

-quiero besarte.

Ella se acercaba lentamente a mí y yo sentía su aliento entrar en mi boca, estaba tan cachonda, hacia tanto que no me follaban con un pene de verdad y estaba nerviosa, ella era una personalidad masculina y dominante en toda regla, sin poder pensar más si detenerla o no ella me beso y me recostó en su cama sujetándome de las muñecas. Me mostraba asustada incluso me sentía sonrojada y ella me veía con una mirada completamente lasciva, ella se acercaba a mí y comenzaba a besarme sin mi consentimiento, al final termine por ceder ella solo se dedicaba a besarme. Cuando sintió que yo ya no ofrecía resistencia ella me soltó y comenzó a quitarse la camisa dejándome ver su sostén y sus enormes tetas, su talla de copa seguramente era G muy superior a la mía, no podía creerlo sus senos eran descomunales. Ella me quito la blusa y vio mis tetas, inmediatamente se lanzo a besarlas mientras bajaba su pantalón y hacia su tanga a un lado, entonces sentí un fuerte miembro colgar golpeando mis piernas, la aleje un momento y lo vi, mi cara cambio por completo, estaba realmente asombrada.

-¿qué es eso? es muy grande.

Ella se miro entre las piernas y se reía mordiendo su dedo índice en forma picara.

-te va a gustar, solo que dudo que puedas volver de pie a casa.

-oye, es muy grande… dudo que me entre.

-todas dicen lo mismo y al final se vuelven adictas.

Ella comenzó a quitarme los pantalones dejando mi trasero al descubierto, me dio la vuelta y sin pedir más palabras se escupió la mano para intentar lubricarme sobando la entrada de mi ano.

-¿tienes crema al menos?

-no, tendrás que resistirlo.

-¡¡ ¿Qué?!!

No tardo ni medio segundo después de decir esa oración en penetrarme, pegue un grito, ella me sujetaba de la cintura sin dejarme ir, comenzó a follarme en forma brutal, me cogía con una fuerza que hacía que toda la cama se deslizara contra la pared golpeándola, intente sujetarme con fuerza de la barandilla del respaldo y sentía esa enorme polla entrar y salir. Mientras esto pasaba ella me desabrochaba el brasier dejando mis pechos expuestos, puso su mano sobre mi espalda y me sometió con fuerza, mi cara estaba contra las sabanas y mi trasero levantado para que ella pudiera follarme, poco a poco mis expresiones cambiaban, esto se estaba volviendo muy placentero, era delicioso, solo imagínense que mi lengua estaba de fuera con una saliva espesa y una expresión jadeante, mis ojos entrecruzados disfrutando de semejante violación. Entonces ella alzo mi pierna sobre su hombro derecho sujetándola con ambas manos y yo aun seguía aferrada a la barandilla con mi mano izquierda, mientras que con la derecha masajeaba mis tetas que rebotaban de forma descontrolada. Todo lo que salía de mi boca eran gemidos de satisfacción, estaba disfrutando de una violación y este hecho me excitaba cada vez más, hasta que ella vio mi pene eyaculando por toda su cama y entro en catarsis, fue cuando se detuvo abruptamente, al parecer el ejercicio le había bajado la borrachera.

-¿qué pasa Roberta?

-esto está mal, me estoy cogiendo a un hombre con tetas… ya me volví gay.

En un momento me di cuenta de que ella no era consciente de que eso no importaba, pero sabía que era algo peligroso insistirle.

-tranquila, dime ¿jamás habías tenido sexo con otra chica como nosotras?

-no.

-dime ¿te consideras mujer o hombre?

-ya no sé ¿quién soy?

Lo último que me faltaba, tome las sabanas y me cubrí el cuerpo, ella empezó a llorar sentándose en la cama, yo la tome del hombro y hable con ella.

-oye, tranqui, no pasa nada.

-tú no lo sabes, yo era un hombre, era el mejor de mi sección, tenía una esposa que me amaba y 2 niñas.

-no sabes cuánto te entiendo, yo también extraño ciertas cosas que hacia como chico, como emborracharme con mi amigos, jugar billar, pero sabes me di cuenta que todas esas cosas que hacia como hombre las puedo hacer también como mujer.

-pero dime quien me va a tomar enserio, yo no soy tan atractiva como tú, soy demasiado fuerte y llamo la atención para donde quiera que voy, yo soy un monstruo.

-si eso fuera cierto no me hubieras rescatado allá atrás, al menos prefiero que seas tú la persona que me violo que los imbéciles a los que les partiste la cara.

-no sé porque me convertí en mujer, pensé que sería lo mejor para que nadie se burlara de mi por tener estas dos cosas.

-te refieres a tus pechos y oye… son muy lindos y para nada te miras en forma masculina, no tienes de que avergonzarte yo miro una persona hermosa en ti, solo mírate en el espejo y piensa como hombre, chica eres muy deseable.

-¿tu lo crees?

-¡claro! No seas absurda, eres una persona con muchos valores y cualidades, puedes darte una oportunidad y si quieres puedes darle una oportunidad a tu esposa para que se reconcilien.

-no sé si ella me acepte.

-si no te acepta es su problema, tu eres una persona muy especial, no permitas que nadie te haga pensar lo contrario, seguramente eres un gran padre y como madre puedes ser mejor, solo es cuestión que acepten a la nueva versión de ti misma, solo es cuestión que te permitas ser Roberta y todo lo que te conforma.

-sabes tienes razón.

-bueno ya que quedo claro, me destrozaste y creo que no voy a poder caminar a casa, crees que puedas llevarme, tengo que prepararle la comida a Katie.

-esa chica, la que te acompañaba, ¿ella está viviendo con tigo?

-sí, es una chica muy especial y sabes ella me acepta como soy. Somos pareja.

-demonios, lo siento tanto, no pensé que fuera algo serio entre ustedes dos.

-bueno, creo que lo que hicimos aquí fue un despiste, no sé si ella esté completamente en desacuerdo, pero mejor no le decimos nada, está bien.

-está bien.

-bien, me pasas mis pantalones. Vamos a mi casa te voy a invitar a comer.

Ella se movió rápidamente y me alcanzo mis pantalones, ambas comenzamos a vestirnos, ella era realmente linda y una persona cordial. Aproveche para guardar mis pantaletas rotas dentro de mi estuche, note debilidad en mis piernas y no podía moverme bien, ella me ayudo a llegar a su motocicleta, note que el sujeto aun seguía tirado en el suelo por lo que cheque que respirara y lo deje tirado en el suelo para comenzar el viaje de camino a mi casa. Ella se estaciono enfrente sin problemas, nadie intentaría nada en contra de la motocicleta de otra persona, sobre todo si se trataba de una Harley Devidson customizada con calaveras. Entramos al condominio y mi casera nos miro curiosa de ver cómo me ayudaba a caminar esta chica musculosa y alta con una chaqueta negra, ella se intimido inmediatamente, la ignoramos y subimos hasta mi departamento, por suerte aun no había llegado Katie.

-qué bonito lugar, no se parece nada al resto del edificio.

-le invertí un poco de tiempo y dinero para crear una atmosfera agradable, yo hice todo el trabajo, no contrate a nadie.

-vale, pues es bonito, me gusta, estilo Feng Shui.

-bien tengo cervezas en la mesita de bar en la sala, puedes tomar algunas si te apetece el control remoto esta encima del sillón, voy a darme una ducha y a cambiarme de ropa.

-si claro.

-por cierto ¿Qué paso con la chica que te acompañaba en el local de Many?

-es una puta sin importancia.

-está bien, eso es asunto tuyo.

Me fui derechito a mi cuarto a dejar mi violín y tomar algo de ropa cómoda para ponerme después de ducharme, entre rápido a la regadera y sentí el ardor de mis heridas, fue cosa de mala suerte pues el efecto de las endorfinas en mi cuerpo por el sexo desaparecía. Me puse la ropa batallando un poco para no lastimarme, después me fui inmediatamente descalza para preparar la comida, me tome mi tiempo para hacer unas en tomatadas y sopa de fideos, corte verduras para hacer una ensalada con pepino y rábanos, suficientes porciones para todas. Cuando lo serví note que en la puerta estaba Katie entrando, como pude me moví a recibirla, trataba de disimular el dolor.

-ya llegue… ¿Nataly?

Ella vio a Roberta sentada en mi sillón tomando una cerveza por lo que se asusto, entonces me vio a mi parada en la entrada de la cocina.

-hola Katie, que bueno que llegas, te presento a Roberta, ahora somos amigas.

Roberta se puso de pie y saludo a Katie estrechando su enorme mano con la de ella.

-¡hola! me llamo Roberta, espero no haberte asustado.

-no… solo un poco, Nataly podemos hablar, en privado.

-nos disculpas Roberta, ¿te parece si lo hablamos en mi cuarto Katie?

Ella me llevo de la mano a mi cuarto al parecer estaba algo molesta. Al entrar cerró la puerta detrás de mí con seguro.

-¿en que estabas pensando cuando decidiste traerla al departamento? Ahora ella sabe que soy monja, ¿sabes los problemas que pueden representar para mí?

-oye, ella acaba de salvarme la vida, mira te mostrare.

Me quite la blusa y le enseñe las heridas de mi espalda.

-¿Qué te paso? ¿Te duele mucho?

-pudo ser peor. Un grupo de pandilleros intentaron violarme en un callejón, ella llego cuando me azotaban con sus cinturones y me salvo la vida. Ella es buena persona, ocultara tu secreto, ella no se lo dirá a nadie.

-Nataly, tengo que confiar en ti, pero antes ¿por qué no me llamaste?

-me preocupaba por ti, si me hubieras visto en la condición en la que me dejaron esos sujetos te hubieras asustado.

-de acuerdo, confió en ella porque te ayudo, pero no creas que esto te escusa, vamos a orar juntas después de que ella se baya.

-vale.

Ambas salimos y Roberta se quedo como si no hubiera escuchado nada, haciéndose la disimulada “Claro conozco mi casa como la palma de mi mano, ella había escuchado todo”. Al salir Katie la miraba con una cara de muerte, pero Roberta solo se ponía rígida de la espalda como si le tuviera miedo, sujete a Katie abrazándola desde la espalda para calmarla.

-chicas hice unas en tomatadas para chuparse los dedos, que tal si vamos a la cocina ya están cérvidas.

-Nataly, aunque disfruto mucho de tus abrazos ¿podrías soltarme?

-Nop.

Note una leve risa en Roberta, todas fuimos a la cocina y comencé a servir un poco de agua fresca de limón en una jarra.

-bien ¿qué tal tu día Katie?

-Nataly, me conto Isaac que te vio bailando en la fuente del parque con las chicas del colegio ¿me puedes explicar eso?

-bueno, no tenía nada que hacer así que me escape al parque a tocar con mi violín, una cosa llevo a la otra y terminamos dando un concierto, entre varios músicos y las chicas del colegio que no paraban de danzar con migo.

-eres el diablo Nataly. Todas esas chicas se van a poner rebeldes en la escuela y me van a culpar a mí por esto.

-espera, ¿en que se relaciona el colegio de monjas con lo que hice en el parque?

-en que somos compañeras de piso y es muy impropio.

-oye ya puedes dejar de fingir, ya puedes quitarte tu cofia y comportarte como la linda chica que eres Katie.

-soy la hermana Katerin y que no se les olvide, que yo tengo principios y soy una monja antes que nada.

Me quede en silencio un momento y le respondí.

-disculpa, sé que es una situación difícil para ti y solo estas expresando toda esta inseguridad, pero aquí estamos en nuestra casa no en el trabajo.

  • mi trabajo, no Nataly esto no es trabajo, esta es mi fe.

-bueno, tu fe no te dice nada de comportarte cortes en la mesa y agradecer los alimentos.

-a dios le agradesco, no a ti.

-vale, “entonces el padre descendió a donde la mujer y sazonó, hizo allí un banquete, porque así acostumbraban hacer los cordiales, y cuando coméis y bebéis no lo aséis para vosotros mismos, sino para los invitados en esta mesa”

-de donde sacaste eso.

-para ser monja te falta mucho novicia, tu no lo sabes pero yo también fui monja y de hecho te estamos poniendo a prueba en este momento.

-¿no te creo?

-es cierto –dijo Roberta mientras se comía la en tomatada- ella si es monja.

-¿es eso cierto?

-te entregaste a la carne muy fácil, solo quería saber si en verdad estas dispuesta a hablar con la verdad.

-Nataly, no juegues.

-es broma. Lo que acabo de decir solo lo saque de lo que las viejas monjas del colegio nos decían cuando había un pleito en la mesa. Ya ves ni tú estás exenta a comportarte con un  poco de humildad. Quítate esa cofia ya no estás en el trabajo relájate.

-está bien.

Ella se quito la cofia de la cabeza dejándonos ver su cabello dorado brillar con la luz de la ventana, se veía como la Katie de siempre.

-que linda te vez.

-ya cállate, me pasas la ensalada Roberta.

-si aquí tienes.

El resto de la comida se porto más amable empezamos a charlar en forma amena, sin tocar otra vez el tema de las monjas. Al terminar Roberta se retiro despidiéndose de nosotras, note que Katie la había despedido con una sonrisa y un beso en la mejilla, cuando nos quedamos solas me fui derechito a mi cama a tumbarme boca abajo, ya no soportaba mi espalda y mis tetas me dolían, además de todo mi cuerpo que se estaba entumeciendo por la follada que me había metido Roberta, me quite el brasier y la blusa dejando mi espalda libre, entonces entro Katie.

-siento haberme comportado como una tonta, ¿me perdonas?

-si te perdono, ¿me pondrías un poco de lidocaína y árnica en la espalda? En verdad me duele mucho.

-sí, ¿en dónde?

-están en mi buro.

Ella se apresuro a tomar los frascos, se quito su hábito completo quedando solo en ropa interior y se subió sobre mis pompis para darme un rico masaje.

-tienes la espalda muy lastimada, como es posible que alguien pudiera lastimarte así.

-oye a ti te soltaron a los perros, las cosas pueden ser mucho peores.

-te pasas el rato diciendo eso, como si no hubiera pasado nada, debe dolerte mucho.

-ellos descubrieron que tenia pene, si no se hubieran dado cuenta no me hubieran lastimado de esta forma, solo me hubieran violado, pero sabes prefiero los cintos que la violación.

-te haces la dura, se que quieres llorar.

-si quiero llorar, pero no voy a hacerlo delante de ti.

-¿por qué no?

-no lo sé, no soy buena para llorar cuando me están viendo, casi siempre lo hago en privado. Cuando era pequeña, mis compañeros solían someterme a humillaciones y castigos, las monjas no hacían nada por mí porque era pobre, ellas rompieron mi fe por las personas y mis padres creen que no les importaba.

-¿y qué piensas de las monjas ahora?

-tu cambias por completo mi forma de pensar sobre ellas, ahora creo que viven una vida tan represiva que las obliga a ser malas, solo para mantener un estatus dentro de la congregación.

-así que eso piensas, bueno tal vez tú podrías cambiar la opinión de las superioras, serias una excelente monja. Sentí lo que me dijiste en la mesa como algo más allá que un simple reglamento, estabas convencida de lo que me decías.

-olvídalo, yo no voy a convertirme en monja.

-¡hey! No es tan malo, aunque tendríamos un pequeño problema, tarde o temprano descubrirían que eres transexual.

De pronto escuchamos que alguien tocaba a la puerta, algo curioso.

-¿Quién será? No esperaba visitas hoy.

-voy a revisar, quédate aquí.

Ella se bajo de mi espalda y se fue caminando hacia la puerta para ver por el visor y cuando menos esperaba ya estaba corriendo hacia mi cuarto intentando ponerse el habito.

-¿Qué pasa?

-es Isaac y el padre Tomas, los dos vinieron ¿Por qué están aquí? ¿Se habrán dado cuenta de que estoy saliendo a la calle con tigo? ¿y si saben de tu condición?

-diablos, no me acordaba que tenía una cita con ellos hace una hora, ve a tu cuarto yo abriré la puerta.

-ponte algo, no pensaras salir y abrirles.

Me puse la blusa sin el brasier, ella corrió a su habitación para terminar de cambiarse.

-ya voy, esperen.

Abrí la puerta y los vi a los dos muy sonrientes, parados como si vinieran los dos a una inspección y detrás venia una monja bastante alta y regia, seguramente se trataba de la superiora de Katie.

-hola, lo había olvidado teníamos una cita para hablar de las clases de música ¿cierto?

-que bien lo recuerda, nos preocupo que no llegara a la hora acordada, así que decidimos venir para conocer su casa. Tiene una bonita decoración.

-pasen están es su casa.

Note que el padre Tomas se me quedaba mirando el pecho y la monja se persignaba mientras cruzaba la puerta, el problema era que mis pezones estaban duros y se notaban atreves de la blusa, así que me cubrí.

-disculpen, saben esta es la casa de una mujer soltera, así que me tomo ciertas libertades ya que no hay hombres, tomen asiento mientras me pongo algo más decente ¿está bien?

Ellos se fueron derechito a mi sillón y vieron la cantidad de botellas que había dejado Roberta.

-son de una amiga, las dejo ahí… ya vuelvo.

-¿donde está la hermana Katerin?-pregunto la superiora-

-está en su habitación, ya le digo que ustedes llegaron. ¡Katie! Ven.

Corrí a mi habitación para ponerme mi sostén y una blusa negra de cuello de tortuga y unas gafas sin aumento, quería verme mas recatada así que recogí un poco mi cabello y me puse unas zapatillas negras de tacón. Al salir me encontré con Katie que iba vestida de monja por el pasillo, juntas llegamos en presencia de los invitados.

-bueno ya estamos aquí.

-¿tienen te? Ya casi se me ha pasado la hora. –Dijo el padre Tomas mientras sujetaba una botella de cerveza-

-Katie creo tener una lata de yerbas mixtas en la cocina, en la estantería. Yo no sé cómo preparar el té del padre, tu sí.

-¿Cómo llama a la hermana Katerin? –Pregunto la madre superiora mirándome fijamente- supongo que es parte de una muestra de afecto.

-así es, nos hemos hecho buenas amigas. Bueno supongo que están aquí por lo de esta tarde.

-así es, le conté a la hermana superiora sobre el concierto que diste en la plaza y como cautivaste a la gente con tu habilidad.

-bueno yo no diría cautivar, solo quería que las personas lo disfrutaran.

-jovencita ¿podría tocar algo para nosotros? –Pregunto la superiora con un tono desafiante sin apartar su mirada de la mía- quisiéramos poder escucharla y saber que fue lo que experimentaron las muchachas de nuestro colegio de santa Ariadna de frigia.

-ya, la dulce cantante, la indómita y la siempre casta.

-¿sabe usted eso?

-bueno es que yo también estudie en ese colegio y me contaron la historia de la santa. Voy por mi violín para tocarles algo.

Rápidamente la mirada de la madre superiora había cambiado, tal vez lo que había dicho la hiso convencerse de una supuesta clase. Fui corriendo por mi estuche para llevarme mi violín y volví rápido con ellos, al abrir mi estuche note mis pantaletas rotas, por suerte nadie las había visto, así que cerré mi estuche rápido para que nadie las viera y lo lance a mi cuarto sobre mi cama. Note que detrás de mi venia Katie con él te servido y uno de mis frascos donde guardaba la leche que sacaba de mis senos, ella no lo sabía pero no podía detenerla, puso todo en la mesita de la sala y se sentó en un sillón aparte.

-¿qué les gustaría escuchar?

-sorpréndenos, puedes tocar la canción que gustes muchacha. –dijo la monja con un tono más alegre mientras le echaba leche a su te- sorpréndenos.

  • si claro.

Trague un poco de saliva y me dispuse a tocar la Danza Macabra, para esto puse en mi celular conectado a una bocinas el acompañamiento de un piano, el sonido de mi violín lo comenzaba a opacar, mire como tanto la madre superiora como el clérigo se tomaban el té con leche, estaban tan encantados que no notaban la diferencia, lo curioso fue que Katie también probo el té y noto ese sabor en su boca, ella me miro sorprendida como si estuviéramos a punto de ser descubiertas. Comencé a tocar más fuerte de los puros nervios y ellos no dejaban de estar fascinados con mi interpretación, cuando termine mi pecho se sentía agitado y respiraba en forma agitada, todos aplaudían.

-excelente interpretación, no revisaste las notas la tocaste de memoria. Te felicito jovencita. –Dijo la superiora más contenta-

-gracias.

-por cierto el te esta delicioso ¿de qué leche es? –Pregunto el padre Tomas tomando la palabra-

-es de una preparación que hacia mi abuela, receta de familia.

-es muy dulce. Nos gusto mucho tu obra y estamos convencidos de lo que propuso Isaac ¿te importaría ser la maestra de nuestro conservatorio de música?

Mire a Katie y aunque ella me suplicaba que no lo hiciera con la mirada, no pude evitar decirles.

-me encantaría, sería un buen pasatiempo.

-después discutiremos sobre tus honorarios – dijo la madre superiora poniéndose de pie- me gustaría revisar las instalaciones de tu casa para ver si no existe ninguna irregularidad.

-si claro adelante.

Ella y todos se pusieron muy serios, Katerin se quedo detrás caminando con la cabeza agachada. Estaban a punto de entrar a mi cuarto cuando me interpuse en su camino.

-disculpen, esta es mi habitación y como les dije es la casa de una mujer soltera, espero comprendan.

-entendemos.

Ellos comenzaron a moverse buscando señales de que algo estuviera mal, pasaron y revisaron la cocina, mi sala de yoga, la terraza y el baño por ultimo iban a entrar al cuarto de Katie, la madre superiora fue la primera.

-supongo que esta es su habitación hermana Katerin.

-claro aquí duerme ella.

La madre superiora se puso a revisar los cajones sin siquiera pedirle permiso a Katie, esto me puso de nervios pensé que encontraría el juguete de Katie.

-¿es necesario revisar sus cajones hermana Agatha? –Pregunto el padre Tomas-

-absolutamente, es sabido que algunas hermanas al encontrarse en un ambiente menos restrictivo suelen ocultar sus pecados.

Ella abrió el cajón de la ropa interior de Katie pero no encontró el juguete, lo que si encontró fue la ropa que yo le había comparado a Katie.

-¿Qué es esto?

-esto es de mi hermana Sofía, es algo rebelde, ella suele venir de visita a la ciudad y este es su cuarto, le pedí a Katie que guardara su ropa yo no tengo espacio en mi guardarropa para sus cosas.

-ya veo, hermana Katerin usted y yo hablaremos después sobre su estancia en este hogar, ¿de acuerdo?

-si hermana superiora.

-bien, creo que eso ha sido todo por el momento.

El grupo regreso a la sala y se dirigieron a la salida.

-esperamos verla pronto en nuestro conservatorio señorita Nataly, esperamos grandes cosas de usted.

-tengan una buena noche, yo también estoy ansiosa por la oportunidad.

-la hermana Katerin le hará una agenda para ponernos de acuerdo sobre qué días asistirá al conservatorio.

-bien entonces nos vemos.

La hermana superiora se fue por delante saliendo por la puerta principal, el padre tomas me tomo del hombro izquierdo y dijo.

-discúlpala es una señora de la vieja escuela, es una carmelita que respeta las antiguas tradiciones, me gusto mucho tú te, me gustaría volver para probar de nuevo esa magnifica leche.

-si claro… cuando guste padre es bienvenido.

Ellos finalmente se retiraron y yo cerré la puerta, mire a Katie y le tape la boca.

-si hablas muy recio ellos te pueden escuchar, vamos a la terraza.

Así las dos fuimos, ella me seguía y nada más en sus taconeos se notaba molesta, me senté en una de mis cillas y guarde silencio.

-rayos no pensé que fueran tantos problemas, ¿Por qué no me dijiste que esos frascos tenían tu leche?

-Katie te dije que tomaras la leche del galón que estaba en la parte de abajo.

-¿crees, que lo notaron?

-ni en coña, les gusto mucho. El padre tomas quería mas leche.

-y de todos modos ¿Por qué guardas la leche de tus senos en el refrigerador de la cocina?

-oye produzco mucha leche y cuando no hay nadie que me chupe el pecho en forma obsesiva, mis pechos comienzan a mojar mi ropa por eso.

-¿bueno y que haces con esos frascos?

-los vendo por internet como leche materna.

-que sucia, tuvimos suerte de que no te descubrieras tu sola.

-vale ¿y que paso con tu juguete?

-lo escondí.

-bien ahora tenemos que pensar, como sostener la mentira.

-ese es tu problema tu vida está llena de mentiras y ya me involucraste, si la hermana superiora se entera de nuestra relación, eso sería muy malo, podrían excomulgarme.

-no sería tan malo.

Yo la mire como si ella fuera mi cómplice y ella se soltó a reírse la verdad lo que nos acababa de pasar era algo muy cómico.

-sabes mis pantaletas, estaban dentro del estuche del violín.

-eso no es nada.

Ella se quedo viendo hacia el atardecer y como se encendían las luces en la ciudad en silencio, eso me hiso sospechar, saque mi celular y use la App, ella rápidamente se estremeció.

-¿serás zorrita?

-siempre ha sido el mejor escondite, al menos no dejo mis calzones tirados por donde quiera.

-claro Sor Rita.

El resto de la tarde nos lo pasamos descansando, tomando un poco de vino, a fin de cuentas no había mucho que hacer, cuando ella se retiro a su cuarto a dormir me quede sola y me puse a llorar en silencio, tal vez la vida era horrible y en cierta forma injusta, no entendía por qué tenía que soportar tanta estupidez, estaba muy estresada y me dolía la espalda, tan solo quería descansar.

Gracias por leer este relato, como siempre les agradezco sus comentarios.

No fue especialmente morboso, solo quería agregar algunas cosas a la historia, por lo general serán hechos de la vida cotidiana lo que hará que profundice en mis personajes.

Esta es una novela con temática sexual, pero eso no precisamente significa excitante o masturbación caliente, salvo que yo desee externalizarlo en el relato.

Para no verlo como una obligación escribiré un relato o dos por semana, recuerden este no es mi trabajo no me pagan por esmerarme, solo espero que sea disfrutable.

Mi correo es natalyvolk  @hotmail.  com  pueden enviarme mensajes privados eso no me incomoda.