Katerin Y Natalia compañeras de piso Parte 2
Segunda parte inicia con fuerza, Katerin explora su lado liberal y disfruta de un buen rato en compañía de su mejor amiga y compañera Natalia. También se presentan 2 nuevos personajes relevantes para la historia.
Cuando amaneció aun estábamos en la cama desnudas, ella estaba cómodamente recostada sobre mis senos como si estos fueran 2 almohadas muy suaves, ella tenía la mitad de su cuerpo sobre el mío y me sujetaba con su pierna. En realidad estaba muy entumida y no dejaba de mirarle el cabello mientras se lo acariciaba hasta que ella despertó.
-buenos días bella durmiente que tal dormiste.
-dormí muy bien.
-me alegro de que disfrutes estar juntas. Creí que las monjas tenían prohibido sucumbir al pecado.
-no sé, me siento muy tranquila con tigo y estoy muy feliz de estar aquí.
-no suenas muy convencida.
-en la congregación es muy común que te pongan a prueba y aunque lo deseaba no podía intimar con mis compañeras, los juegos inocentes entre nosotras son considerados sospechosos, la superiora es muy estricta.
-entiendo, vida difícil eh. Lo pude notar cuando vi en que habitación te quedabas.
-no estaba tan mal vivir con el padre Tomas, al menos no tenía tanta vigilancia todo el tiempo. En el convento no existía tal cosa como la intimidad, comíamos juntas, dormíamos juntas, nos duchábamos juntas. Era muy difícil conseguir un momento de intimidad.
-hablando de duchas creo que deberíamos darnos una ¿no te parece?
-pido primero.
Ella se levanto de un salto de la cama, como si nada de lo que ocurrió anoche hubiera sucedido y eso me encantaba actuaba muy natural sin ningún tipo de incomodidad. Me quede mirando a mi alrededor cuando ella se fue y vi su ropa interior en el suelo, no pude evitar llevármela a la nariz y olfatearla, note que esta ropa olía a sus fluidos vaginales tan delicioso y excitante. Escuche el agua de la ducha, ella se había metido a bañar con la puerta abierta sin nada de ropa para ponerse, inmediatamente mis bajos instintos actuaron y la seguí mirándola como se bañaba con el agua caliente y el vapor recorriendo cada centímetro de su piel.
No perdí tiempo en entrar con ella y comenzar a acariciarla desde la espalda, tome el jabón y le talle la espalda, notaba como sonreía. Comencé a hacer espuma con mi mano y la metí entre sus piernas sobando la entrada de su ano ella puso sus manos contra la pared de la regadera, empecé introduciendo despacio mi dedo anular para masajearla y besando su cuello procedí a meter mi dedo índice junto al anular, ella me apretaba los dedos y gemía. Con mi otra mano sujetaba uno de sus senos masajeando su pezón a conciencia, cuando vi que ya se había dilatado, comencé a penetrarla con mi pene insertándolo directamente en su ano, inicie con movimientos suaves de cadera y poco a poco comencé a moverme con más soltura y fuerza ella se revolvía el cabello en la ducha cual poseída. La lujuria nos estaba dominando, ambas gemíamos ella se dio la vuelta para besarme, me agarraba del cabello y se restregaba contra mi cuerpo, volví a penetrarla de nuevo esta vez por la vagina recargándola contra la pared, usábamos nuestras lenguas introduciéndolas en nuestras bocas, yo besaba su cuello y ella me abrazaba mientras continuaba con mis movimientos pélvicos femeninos, cuando estuve a punto de correrme ella lo noto y descendió rápidamente a mi verga para chupar de ella, termine en un orgasmo brutal en toda su boca, entonces ella me beso devolviéndome el cumplido de la noche anterior y compartiendo mis fluidos seminales con migo.
Ambas terminamos de ducharnos y salimos de la ducha sonriendo, ella fue a su cuarto para cambiarse y yo hice lo mismo. Esta vez deseaba verme más linda para ella, quería ponerme algo provocativo, decidí ponerme un conjunto negro panty de encaje y brasier, este día me divertiría con Katie quizás la llevaría de compras a algún parque o incluso a la cafetería. Me puse una blusa blanca, un pantalón de mezclilla y mis botines negros, me peine, pinte mis labios de morado brillante y delinee el contorno de mis ojos para tener una apariencia más sensual y provocativa. Entonces Katie entro desde mi puerta.
-¿qué pasa?¿por qué tardas tanto?... Wow. Porque te pusiste eso.
-bueno te dije que te sacaría a pasear, vamos a ir de compras y a mi cafetería favorita. Por cierto que haces con tu habito.
-es la única ropa que tengo.
-pues tenemos un problema, ponte lo que te preste ayer, vamos a irnos a almorzar a la calle y después a comprar algo de ropa normal para ti.
-¿y si la superiora nos descubre?
-demonios Katie, nadie te reconocería en la forma que te vestiste anoche.
-no blasfemes.
-no es blasfemia santurrona, anda nos vamos a divertir.
-no sé si sea correcto Nataly.
-confía en mi será el día más divertido hasta hoy.
Ella se llevo la ropa que aun estaba en mi cilla de escritorio, y se fue a cambiarse a su cuarto, como yo ya había terminado me dedique a alimentar a Michí. Me pico un poco la curiosidad así que fui a su cuarto y abrí su puerta cuando iba a la mitad de vestirse.
-tardas mucho anda.
-no me apresures me tiemblan las manos Nataly, estoy muy emocionada jamás había salido a la calle sin mi habito.
-jajá digno de ti.
Antes de irme pude notar algo interesante ella tenía el cajón de su ropa intima abierto y no estaba el juguete dentro, lo cual solo me podía llevar a una conclusión lógica.
-tomate tu tiempo tienes que verte linda hoy, nos divertiremos mucho.
Por dentro mi pequeño demonio me mordía la conciencia, en fin recogí mi billetera y mi celular, no necesitaría la bolsa solo estorbaría. Cuando ella salió se veía tan linda como anoche solo que no se había maquillado.
-lo había olvidado todo el maquillaje está en mi cuarto ven para que te maquille.
-no se nos ara tarde.
-naa…
Pronto la senté en mi cilla y comencé a maquillarla poniéndole colores extravagantes, tenía un par de mechas rosas sueltas así que decidí ponérselas junto al copete, como si de una estrella de rock se tratara al estilo Rock Girl, la había dejado irreconocible aproveche para ponerle una boina gris y el Outfit estaba completo. Le dije que no podía mirarse en ningún espejo hasta que estuviéramos en el auto, a ella le daba mucha pena que las personas del edificio la vieran por lo que bajamos lo más rápido posible mientras yo le cubría las espaldas y le indicaba cuando pasar. Cuando llegamos al auto se sintió más tranquila pero no por mucho tiempo, arranque en reversa a alta velocidad para salir de la cochera y después tome la calle con un giro rápido en mi estéreo estaba la canción de Poison, Talk Dirty To Me. Ella se aferraba a su asiento con las uñas por lo que decidí abrirle la ventana para que sintiera el viento en su cabello, agarramos la calle más amplia y cogí buena velocidad ella comenzó a desinhibirse una vez escucho la música con más atención, subimos al puente y cruzamos atreves del rio, hacia el centro de la ciudad. Antes de llegar teníamos que hacer una parada, en un puesto de tacos al otro lado del rio.
-aquí vamos a comer.
-los mejores taquitos de la ciudad los prepara Many, ya verás.
Baje con mi tacón por delante y frente a nosotras un grupo de motociclistas se nos quedaba mirando, era lo típico en este lugar. Sin embargo esto intimidaba a Katie, ella corrió a tomarme del brazo para entrar las dos juntas a la taquería de Many. Entramos y por todos lados habían motociclistas con sus novias ella y yo fuimos directo a la barra y ahí parado estaba ese gigante.
-¡¡Many!! Grandote.
-¡! Nataly!! Hermosa ¿como estas?, ¿qué te sirvo?
-dame el especial, mucha salsa y una cerveza indio por favor a ella le sirves una limonada.
-¿quién es tu amiga? Una de las chicas de Rafa, me imagino.
-es una refugiada se llama Katie, estudio con migo en la primaria somos muy buenas amigas.
-me da gusto, bienvenida al vecindario Katie, tranquila este lugar es seguro.
-gracias señor.
-bueno en un momento les traigo su orden señoritas.
-gracias Many.
Era de esperarse que Many intimidara era tan alto como un toro media un 2. 35 M de alto y pesaba a lo sumo unos doscientos kilos sin embargo era el tipo más amable del mundo.
-te gusta el lugar.
-es nuevo para mí.
-bueno Many es mi amigo, conozco a su esposa son geniales tienen como 8 hijos, yo soy la tía Nataly para ellos, solemos celebrar navidad juntos.
-tienes muchos amigos.
-no tantos, como yo quisiera. Algunas de esos sujetos han intentado propasarse con migo pero termino rechazando a todos y del resto se encarga Many, aquí estamos en buenas manos.
Many volvió pronto con nuestros platillos y comenzamos a comer, entonces dos mujeres llegaron a molestar, para mi sorpresa 2 lesbianas y una parecía luchadora.
-hola flaquita, como estas.
-veamos, que no ves que estamos juntas, disfrutando el momento.
-no me lo parece, la rubia es libre de decidir, además se me antoja. –ella se lamia los labios en forma obscena junto a la cara de Katie-
-correcto.
Me puse de pie, esas viejas estaban buscándose problemas, Katie me detuvo de inmediato.
-No, Nataly no lo valen.
-si no voy a pelear con ellas, miren las dos a Many no le gustan los problemas, y a mí no me gusta lastimarme las manos.
En ese momento una de ellas intento atacarme, yo esquive el golpe, en realidad no soy muy fuerte, pero soy muy diestra, ella continuo lanzándome golpes al azar y sin poderme dar ninguno, me movía como boxeadora, incluso la picaba a seguir intentando tocando su frente. El problema con ella es que tomaba testosterona para desarrollar masa muscular y esteroides, eso combinado la hacía moverse lento, no tardo mucho en cansarse. Many veía el espectáculo desde la barra junto a Katie riéndose. Cuando por fin se detuvo le hable.
-en cualquier momento pude pegarte, pero en realidad te respeto, eres muy fuerte y te ha costado mucho trabajo verte tan hermosa. ¿Amigas?
Le estreche la mano y ella resignada la alejo hacia un lado y se retiro molesta con su novia.
-como gustes.
Volví a la barra sin una sola gota de sudor en mi rostro.
-oye Nataly, la pelea estaba dispareja.
-cual pelea Many, yo no peleo. Tú si peleas.
Mire hacia atrás y vi como esa mujer le había hecho un hueco a la pared con el puño.
-seguro volverá al gimnasio a fortalecer esos músculos y tomar muchos anabólicos.
-si me hubiera pegado una sola vez me mata, esa chica era muy fuerte.
-se llama Belladona salió recientemente de prisión, por cierto no era mujer.
-y ahora me lo dices.–Tome un largo trago de mi cerveza- y tú dices que la pelea no era justa.
-para ti.
-Buen punto Many.
-que tal la comida.
-estaba deliciosa señor están muy ricos los taquitos.
-que bien que te gusten pequeña, pero los amigos de Nataly son mis amigos, ella es la madrina de mis hijos, llámame Many.
-es un gusto Many. –Ella le estrecho la mano a Many y se notaba contenta-
-cuanto te debo viejo verde.
-no es nada, la casa invita.
-se me va a hacer costumbre, vamos Katie, tenemos que ir a comprar ropa.
Ella se despidió desde lejos de Many y me siguió contenta hasta el auto, el resto de motociclistas no nos apartaban la vista, pero en realidad era porque nos protegían desde lejos.
Subimos al auto y recorrimos las calles hasta llegar a una tienda de ropa, la notaba muy contenta, saque mi celular y revise que la aplicación estuviera lista para el momento en el que yo quisiera. La primera tienda seria una departamental de varios locales, rápidamente entramos y comenzamos a caminar juntas ella no se despegaba de mi brazo en ningún momento.
-oye Katie, yo se que las monjas viven en austeridad y solo tienen un poco de dinero, te importa si yo te invito la ropa.
-solo un cambio está bien.
-no te lo había mencionado antes pero mi jefe me invito a ir a la playa el siguiente fin de semana y no pienso dejarte sola en casa. Así que necesitamos unos buenos trajes de baño, no te preocupes por el dinero ya veremos cómo nos arreglamos después.
-bien ya se me ocurrirá algo.
-a mi ya se me ocurrió. –aproveche para agarrarla de la nalga mientras íbamos caminando-
-Nataly, aquí no.
-solo estoy jugando, además nadie te reconocerá. Somos pareja ¿no?
La tome de la cintura y continuamos caminando, la primera tienda que entramos ella se puso a fisgonear buscando la ropa más barata, en realidad no me importaba yo buscaba algo que me gustara y me complaciera, encontré un lindo vestido rojo y cuando la encargada nos mostro el precio Katie casi se desmalla, sin embargo no me importo y me lo lleve al contado. Katie poco a poco agarro más confianza y se distrajo lo suficiente para mirar un vestido blanco de bordado por su cuenta, momento que aproveche para sacar mi celular y usar la App del celular para activar el plug anal que tenia puesto. Tal y como mis sospechas me decían era cierto, Katie disfrutaba mucho de mi compañía, al sentir la vibración de su juguete ella inmediatamente salto tocándose el trasero y mirando hacia todos lados esperando que nadie la hubiera visto. Por fuera mi rostro revelaba una sonrisa muy sutil, pero por dentro me estaba muriendo a carcajadas. Entramos a un probador para medirnos la ropa y no deje de usar la App, escuchaba pequeños gemidos viniendo de ella.
-¿Katie estas bien?
-si no es nada, creo que son cólicos.
-estás segura puedo ayudarte si no te entra el vestido.
-no te preocupes yo puedo sola.
-vale voy por unos trajes de baño para que te los pruebes ¿está bien?
-si, yo aquí te espero.
Mientras buscaba algunos trajes de baño le di mi celular a una encargada y le prometí unos billetes, a cambio de presionar el botón de la App cada minuto hasta que volviera, me lleve tres trajes de baño diferentes, algunos más reveladores que otros, yo ya había elegido un bikini morado de dos piezas muy sexy de Victoria Secret y para Katie supuse que lo mejor era un bikini rosa con holanes. Recupere mi celular y volví con ella para que se probara el traje de baño, entre a su probador y la vi frotándose por un pequeño instante.
-oye todas lo hacemos pero tienes que ser un poco más discreta, toma ponte esto.
-diablos.
-no seas blasfema, yo me voy a poner el mío y salimos para vernos de acuerdo.
-bien de acuerdo.
Ambas nos pusimos nuestros trajes de baño y salimos nos mirábamos en el espejo, y nos tomamos varias fotos.
-oye como le haces para esconderlo. No se te mira nada.
-gajes del oficio si quiero ir a la playa tengo que esconderme muy bien eso. –la abrace y nos miramos al espejo- mira que linda te vez.
-espera no seas así no empieces Nataly.
-yo no empecé nada, eres tú la que me provoca.
Comencé a besarla y ella me correspondía los besos, nos metimos tras de la cortina y le recorrí el traje de baño para cogérmela ahí mismo, ella me pasaba las uñas por la espalda, estuvimos así un rato hasta que la encargada llego a preguntarnos si estaba todo bien, de los nervios me corrí adentro de ella, actuamos disimuladamente y salimos de los probadores. Pagamos por la ropa que nos habíamos puesto.
-todavía falta mucho para ir a la cafetería.
-si un poco, aun no abren, pero tengo una idea, ¿alguna vez has entrado a una tienda para adultos?
-no como crees.
-¿Qué interesante?
-¿qué es interesante Nataly?
-no te hagas la tontita, note lo que ocultabas atrás de ti, traes un juguetito por eso insistías en que te penetrara por la vagina.
-no lo digas tan alto, te van a oír.
-lo dije muy despacio, pero en realidad me encanta, no te lo quites. Vamos a esa sex shop por tu culpa lance mi consolador por la ventana.
-¿era el dildo que estaba en la azotea de los vecinos?
-sí, se llamaba Ignacio. Ahora ya sabes mi secreto y yo el tulló, vamos a la sex shop quiero comprar lencería erótica.
La tome de la mano entramos corriendo en la sex shop, era una tienda modesta pero tenía diferentes artículos, hubo uno que particularmente llamo la atención de Katie.
-no me digas quieres uno de esos.
-si lo quiero me lo compras.
-diablos que si no, cuanto costara.
Preguntamos a la encargada y nos dio un buen precio así que lo añadimos a la compra, como yo estaba interesada en lencería erótica no pude evitar ver un conjunto bastante bonito, medias de red, liguero, brasier de encaje negro y rojo además de una pantaleta que hacia juego. Katie por otro lado se decanto lencería blanca y un Baby Doll que se le veía precioso. Cuando terminamos subimos todas las compras a la parte trasera del auto y conduje hacia la cafetería, ella se había tomado la libertad de comprarse unos lentes de aviador se veía muy contenta, incluso mecía la cabeza con el viento. Al llegar a la cafetería entramos y pedimos nuestra orden de café con bocadillos. Ella se veía alegre, por lo que era el momento adecuado de revelarle otro de mis secretos, saque mi celular y abrí la App para darle algunos temblores.
-oye me descargue una App muy divertida, es un juego.
-¿de qué trata?
-le tienes que picar a un botón, es muy divertido.
-haber déjame ver.
-bueno solo no le piques muchas veces
Ella le pico la primera vez y note como se estremecía me miro y yo le sonreía lo hiso una segunda vez y al ver su sobresalto no pude evitar reírme, ella se había dado cuenta de para que servía la App.
-¿desde hace cuanto lo sabes?
-apenas me entere ayer. Cuando volví del trabajo vi que habías dejado tus pantaletas sobre la cama así que quise guardarlas en su lugar y me encontré con tu juguetito, así que lo investigue y me encontré con la App, la descargue en mi celular y no te dije nada, tienes que admitir que fue muy divertido.
-que maldita, así que fuiste tú la que me dio toques todo el día.
-vaya y si, tal vez la encargada estuvo jugueteando con la App cuando la deje a cargo de mi celular.
-te devolveré el celular cuando lleguemos a casa.
Ella se lo metió en el brasier para que yo no pudiera acercarme a él.
-nos tocamos las tetas todo el tiempo, puedo hacerlo en público si me apetece.
-anda hazlo es tu cafetería favorita.
-confías en mi.
-sí, toma. Solo no lo hagas cuando alguien más este viendo.
Espero les haya gustado el relato, en la siguiente parte revelare cual es el nuevo juguete de Katerin y hasta qué punto está dispuesta en confiar en Natalia.
Avances: Es probable que pronto aparezca un hombre en la vida de Nataly y las amigas tendrán que pasar por una prueba muy difícil para mantener su complicidad.
GRACIAS POR SUS COMENTARIOS.