Kataisa

Una mujer se encuentra desesperada ante la marcha de su esposo de viaje, que dura más de lo previsto. La estancia se dilató tanto, que no pudo evitar el cortejo de su joven cuñado, quien terminó seduciéndola y haciéndola suya. O fue ella, la que lo sedujo. Para descubrirlo tendrán que leerlo.

  • KATAISA

Mi nombre es Kataisa, y por aquel entonces tenía 34 años. Trabajaba en una empresa como administrativa, y me encontraba casada con Mikel, un chico con el que había contraído matrimonio hacia una década. El, en aquel entonces era autónomo con muy buena situación económica, lo que nos suponía gozar de una situación bastante tranquila económicamente hablando.

Mi esposo siempre ha tenido una gran dependencia de su madre, hasta el punto de que siempre hace todo lo que ella le indica, la mima mucho, lo que motivaba que casi todos los días pasáramos por la casa de ella. Al principio, tras casarnos vivíamos en una piso alquilado, pero al poco tiempo, la madre convenció a Mikel para que adquiriera un piso situado en el mismo edificio donde ella vivía, concretamente en el ático. Pese a mi oposición, ya que quería tener cierta independencia de mi suegra, todo ello fue inútil, ya que al final me vi firmando la escritura de compra en la notaría de turno.

La realidad es que el piso está muy bien, con unas vistas maravillosas, pero, tenía el inconveniente de que la madre habitaba en la tercera planta del edificio, y ello suponía una cercanía que me incomodaba bastante.

Mi suegra se encontraba viuda desde hacía varios años, y convivía en la casa con hijo soltero, el benjamín de los hermanos de mi marido, llamado Dani. Éste se encontraba estudiando en la Universidad, por lo que en aquellas fechas aún dependía económicamente de su madre.

Mikel y yo, aún no tenemos descendencia, aunque lo cierto era lo llevábamos intentando sin éxito desde hacía ya unos cuantos años. Ello había suscitado un estado de ansiedad angustiosa, al ver como pasaban los años y no quedaba embarazada, especialmente, al comprobar cómo mis amigas ya tenían descendencia, y con hijos ya de unos cuantos años. Por esa razón, los encuentros sexuales con mi esposo los veníamos realizando sin ninguna clase de protección, con la finalidad de en uno de ellos pudiera quedar fecundada de mi esposo. Sin embargo, pasaba el tiempo y todo era en vano, pese a que los médicos habían asegurado que mis óvulos eran fértiles. Es más, tras mucha insistencia convencí a mi esposo para que se realizara una prueba de spermiograma, dando como resultado que igualmente era fértil, pero, la concentración de espermatozoides era muy débil, por lo que conllevaba que las posibilidades de un embarazo de complicaban.

Tras pasar un tiempo en esa situación, habíamos barajado la posibilidad de una fecundación in vitro, pero mi esposo se bastante reacio a llevarla a cabo.

El ginecólogo que me trata me recetó un fármaco que favorecía la fecundación, indicándome que tuviera paciencia y esperara un poco más. Ese fármaco según me había indicado era bastante eficaz, y lo tenía que tomar la mujer todos los meses cuando se acercaba los días fértiles, y que producía los efectos de provocar un estado de excitación en la mujer, que la convertía en más receptiva y ardiente en el sexo en esos días capitales. Siguiendo dichas instrucciones, llevaba unos dos meses tomando dicho tratamiento aunque, había comprobado que tras ingerir la fórmula mi cuerpo se excitaba sobremanera, y me percataba que mi necesidad de tener sexo se multiplicaba.

Doña Berta, la madre de mi esposo siempre había tenido a mi esposo como el hijo predilecto, y eso suponía que lo llamaba y contaba con el para todo. Mi marido es buena persona, y siempre complacía a  su madre, hasta el punto que algunas veces me desesperaba y en otras incluso llegaba a tener celos de ella. Sin embargo, amaba y sigo amando a mi esposo, y por ello he soportado esa dependencia maternal.

Yo mantenía un cuerpo bastante juvenil, más bien delgado, con una estura media, ya que apenas alcanzo los 1.66 de altura. Todos me dicen que soy bien parecida, con un pecho algo voluminoso que destaca sobremanera, y un buen pompis, de esos que hacen irremediablemente voltearse a los  hombres al pasar por la calle. Como cualquier mujer, me excitaba sentirme deseada, por lo que en algunas ocasiones me contoneaba más de la cuenta al pasar por un grupo de hombres, escuchando los comentarios a mi paso.

El hermanito benjamín de mi marido, Dani, solo tenía 22 años. El muchacho siempre ha sido muy bien parecido, con unos ojos azules preciosos, pelo castaño, tez morena, con un metro casi ochenta de altura, cuerpo bastante fornido, donde destacaban los bíceps de sus brazos y su ancha espalda. Siempre ha destacado por ser buen deportista, y se percibía que  machacaba su cuerpo con la práctica de la natación varias veces a la semana.  Era más alto que su hermano, y por supuesto, su cuerpo musculoso y fibroso, nada tenía que ver con el de mi esposo, el cual no  solo era más grueso, sino que era más propenso a la vida sedentaria.

Dani se encontraba estudiando Ingeniería Informática, y era bastante aplicado. Se le conocía algunas amigas, pero nunca nada duradero. El siempre decía que su prioridad eran sus estudios.

Como era de esperar, yo visitaba con frecuencia la casa de mi suegra, y a la inversa, al estar tan cerca y en el mismo edificio. Había visto crecer a Dani en los últimos años, y me maravillaba al ver cómo iba adquiriendo un cuerpo vigoroso y atlético, verificando que en ciertas ocasiones me excitaba al contemplarlo.

Por su parte, no obviare, que en varias ocasiones divise a mi joven cuñado mirarme el trasero, aprovechando cualquier ocasión propicia en que estuviera distraída. A pesar de nuestra diferencia de edad y ser la mujer de su hermano, era evidente que me miraba con cierto deseo. Lejos de sentirme ofendida, aquello en el fondo me agradaba, especialmente al  percibir como me excitaba con sus miradas penetrantes. No fueron pocas las veces que pude contemplarlo en bañador, siendo en esos momentos cuando podía comprobar el bulto de su aparato reproductor, que destacaba de manera notoria, especialmente cuando usaba los bañadores tipo slip típico de la natación.

Ocurrió, que en el mes de mayo de aquel año, mi suegra nos sorprendió con su deseo de realizar un viaje a Florida, Estados Unidos, para visitar una hermana que vivía allí, con la cual mantenía bastante contacto telefónico, pero que llevaban  bastantes años sin verse. Mi suegra tiene ciertas dificultades de salud, por lo que se hacía necesario que fuera acompañada. Debido a la situación de mi trabajo desde el principio quedó descartado que fuera yo quien la pudiera la acompañar.

Los otros hijos mayores, se negaron en todo momento poniendo disculpas de las más diversas, y tampoco el benjamín Dani podía, aduciendo que estaba en la época de exámenes. Total, que al final, fue Mikel quien tuvo que acompañarla. Mi esposo no tenía problemas para ausentarse, y además siendo su madre, no tuvo inconveniente en acceder. Le diré que a mí no me hizo ninguna ilusión, ya que suponía estar sin mi marido durante casi dos semanas.

Antes de partir, mi suegra me encomendó que viniera todos los días a su casa, y que me preocupara un poco de la comida y vestimenta de su hijo menor Dani. Lógicamente, menos gracia me hizo, pero tampoco quería incomodarme con mi marido, así que buenas a primeras, me encontré teniendo que cuidar de mi cuñadito. No solo le hacía comida en varias ocasiones, sino que además le lavaba la ropa, e incluso le ayudaba en la limpieza de la casa.

Pese a todo, durante la primera semana y casi principio de la siguiente, Dani tenía muchos exámenes y apenas teníamos tiempo para hablar. Fue a mediados de la segunda semana  cuando comencé a ver más a mi joven cuñado, al haber superado la época fuerte de exámenes, lo que ocasionó que pasara gran parte del día en su casa. Yo ya ansiaba la llegada de mi esposo y contaba los días que restaba para su regreso. Es más, me había percatado de que su llegada iba a coincidir con la época de mis días fértiles. Me encontraba deseosa, y como no, “ necesitada de un buen polvo ”. Llevaba casi dos semanas sin tener sexo y aquello me ponía bastante estresada.

Para colmo esos últimos días, había comenzado a constatar con más insistencia las miradas profundas que me propiciaba mi joven cuñado, lo que suponía que, en mi estado, esas miradas me estaban comenzando a excitar más de lo debido. Comprobando que estaba cerca mis días fértiles, siguiendo los consejos del ginecólogo, procedía a tomar el fármaco en la forma prescrita, preparando el terreno para la inminente llegada de  mi esposo. Sin embargo, todo cambio. Esa misma tarde, me sorprendió desagradablemente la llamada de mi esposo, manifestándome que lamentablemente se iban a retrasar al menos diez días, ya que tenían que acudir a una invitación nupcial de una amiga de la hermana de mi suegra.

Como supondrán, aquello me cayó como un jarro de agua fría. Mi enfado fue tal que acabe bastante enfada con él por el teléfono. Para colmo, me encontraba en casa de mi suegra cuando recibía la llamada en mi móvil,  siendo testigo de la conversación mi joven cuñado, el cual además constato  mi enfado. Al terminar la conversación, Dani se dirigió a mi diciendo:

- que te ocurre Kataisa. Te veo bastante enojada. ¿Ha pasado algo con tu esposo?

-No…. nada. Que tu madre y tu hermano se van a quedar unos días más. Dicen que por motivos de una boda. ¡qué te parece!

-Vamos cuñada relájate. No es bueno que te enfades de esa manera. De todas formas, si necesitas algo me tienes a mí. Pensándolo bien, he visto que apenas has salido estos días. ¡Qué tal si te invito a cenar esta noche!.

No me esperaba aquella propuesta de mi joven cuñado. Le había observado mientras hablaba por teléfono, como se recreaba contemplando mi cuerpo sentado en el sofá. Es más, creo que hasta en una ocasión pude percatarme de cómo se echo mano al bulto de su pantalón mientras me miraba. Ante lo ocurrido con mi esposo, me hallaba bastante nerviosa y sumamente excitada. No en vano comenzaba hacer efecto el fármaco que me había tomado.

Por ello, aunque era algo no muy bien visto y nada pudoroso, ante el enfado mantenido con mi esposo, y mi dilatada estancia en casa sin salir, me motivo a aceptar la invitación de mi cuñado, que quizás en otra ocasión, le hubiera rechazado.

- Y porque no. La verdad es que, no es muy usual que una mujer salga con su cuñado, y menos con un joven como tú. Pero necesito distraerme un rato .

- Genial Kataisa, que tal si nos vemos a las ocho .

- por mi perfecto .

Me encontraba tan enfadada con lo ocurrido con mi esposo que a la hora de buscar la indumentaria, no me importó vestir algo más coqueta que lo que acostumbraba a usar cuando salía con mi esposo. En el fondo reconozco que me entusiasmaba excitar aún más a mi cuñadito. Yo, ya estaba suficientemente excitada, y pensé que con las insinuaciones de mi cuñado podría alimentar mis fantasías para masturbarme, llegada la noche .

Cuando Dani me vio llegar a su casa con mi vestimenta, me miro de arriba abajo, notando la cara de asombro y de cierta lujuria en su rostro, mientras contemplaba la minifalda que lleva puesta. Me había colocado la misma con esa clara intención, y me estaba empezando a dar morbo mostrarme atractiva ante mi joven cuñado. Me regocijaba contemplar que había surtido efecto, especialmente al ver su mirada mientras me contoneaba ante él .

- vaya Kataisa. ¡Pedazo de mujer estas hecha !- me dijo el asombrado.

Que!... ¿te parece muy atrevido?. Si crees que es muy atrevido subo y me cambio.

-que va. Estas preciosas. De veras…me encanta

-Ja ja. Seguro que si tu hermano me ve con esta minifalda, me regañaría. Una vez me la puse y fue tanto lo que se enfadó que tuve que quitármela. Es la primera vez que la estreno.

-pues, te queda como un guante. ¡Preciosa!.

¿no crees que es un poco corta?... ¿quizás muy atrevida?- le dije

- Que más te da. Tienes derecho también a disfrutar de la vida. Tienes cuerpo para poder usarla. De veras pareces una colegiala .

- Pero….de esto ni una palabra a tu hermano y, menos a tu madre. O me crucifican .- le dije sonriendo.

- No te preocupes. Soy una tumba cuñada .

En más de una ocasión cuando íbamos en el coche, note su mirada hacia mis muslos, ya que la minifalda se me subía más de la cuenta, amenazando a la primera de cambio con mostrar mis braguitas. Al llegar al estacionamiento del restaurante donde habíamos quedado, una vez detenido el vehículo, mi cuñado galantemente se acercó por el lado del acompañante para abrirme la puerta y ayudarme a apearme del coche. Sin embargo, observe que esa acción tan caballerosa, tenía una doble intención, cual era verificar mis muslos en el momento de apearme. Y fue obvio, ya que al sacar la pierna fuera del coche permitió fugazmente al mismo tener una fugaz vista de mis  braguitas rosadas.

Me sonreía para mis adentros, y no le di más importancia. Entramos al salón a comer.  Dentro del salón comedor, me di cuenta de las miradas que me echaban algunos comensales.

- Huy Dani. Has visto como nos miran. Creo que me he pasado un poco con esta minifalda.

-ja ja. Es que estas para comerte cuñada. Sé que más de uno de esos señores se cambiaría por mí para ocupar mi lugar. Pero se van a quedar con el gusto.

-Bueno. Menos mal que escogiste este restaurante. Aquí parece que nadie nos conoce de momento.

-No te pongas tan nerviosa. Disfruta. Ellos piensan que somos una pareja – Me dijo Dani. Y era así, pero no dejaba de ser un juego peligroso. Si llegaba a oídos de mi esposo, seguro que se escandalizaría.

Luego, me sorprendió más aún Dani con su propuesta :-Porque no los ponemos más celosos todavía. ¿Qué tal si te doy un beso, aunque sea de pico?.

Le eche una mirada de matarife, enrojeciendo. Sin embargo, el no espero mi respuesta ya aceptación, sino que ante mi sorpresa, me acercó hasta su cara tirando de mi cuerpo, y me plantó un beso en la boca ante todo el público allí presente. Mi primera reacción fue darle un tortazo, pero, joder… no quería amar un escándalo en medio de tanta gente, por lo que me sobrepuse, y me senté en la mesa.

-No vuelvas hacerlo o me levanto y me marcho- le dije con cara de enfado.

Anda Kataisa, alégrate un poco, tienes que estar como si fuéramos una pareja. Así pasaremos más desapercibidos.

.- Pero no te tomes tantas atribuciones. ¡Joder Dani,… que soy tu cuñada!.

El no me hizo mucho caso, y tras solicitar la comanda, comenzamos a cenar. Tras la cena comprobé que el vino comenzó hacer sus efectos y pronto vinieron las copas, lo que hizo que nos encontráramos bastante alegres. Dani se mostraba bastante divertido, con una conversación bastante fluida y entretenida. La realidad es que me haya bastante contenta, lo que fue captado por mi cuñado para aprovechar en otra ocasión, cuando nuestros cuerpos estuvieron cerca para sin pensarlo, me volviera a besar en la boca. Pero esta vez, no sé que me ocurrió, que en lugar de recriminarle, yo respondí. ¡ Joder que me estaba pasando!. Sin embargo me gustaba aquella situación.

Sabía que estaba pisando un terreno peligroso de consecuencias todavía desconocidas. Al terminar, me tomo de la mano y me llevó a una pista de baile que se encontraba en un Pub algo cercano. Casi al instante de comenzar a bailar las canciones lentas, percibí la erección de Dani, al acercar mi cuerpo al suyo. Note como puyaba el bulto de su pantalón contra mi pubis. El no se reprimía y colocaba sus manos por mi cintura casi cerca de mi trasero, notando mis escalofríos. Yo estaba lanzada, la bebida me había desinhibido y mis estado de excitación ¡quizás por al fármaco ingerido!, me estaba dejando llevar a un mundo desconocido. El me toqueteaba sin miramientos, y yo lo dejaba hacer.

¡ Me excitaba la tremenda erección que mantenía aquel muchacho !.  En varias ocasiones me beso nuevamente en la boca, y hasta en algunas de ellas nuestras lenguas se encontraron. “Yo estaba muy caliente”. Eso de llevar varias semanas sin sexo, era muy peligroso, y mi necesidad de un buen polvo se hizo más que evidente. Me estaba dejando llevar y la excitación de mi joven cuñado podría acabar de una forma que no pretendía. Mi intención había sido alegrarme y provocar un poco al chico, pero ahora el muchacho estaba desbocado. Apretaba mi trasero contra él para que sintiera su tremenda erección. Y además, lo hacía casi de forma descarada.

Comencé a soñar en cómo sería su tranca. Seguro que era mayor que la de mi esposo. De ello no tenía la menor duda. Sin embargo, me dije: “ joder es el hermano de mi marido ”. Pero, pese a ello, me calentaba sus apretones, y el  morbo me comía los sesos.

En ningún momento pensé en follar con el hermano de mi marido, claro está. Solo quería calentarlo y de paso, disfrutar con sus miradas y sus deseos, para luego poder tener fantasías suficientes para masturbarme al llegar a mi habitación por la noche .

Bailamos un rato más, y al final, ya cansados, y me encontraba algo mareada de tanta bebida, por lo que le dije: creo que será mejor que volvamos a casa. No solo estoy cansada, sino que creo que me he pasado con la bebida.

-como tú quieres cuñada.

Pero antes, tuve necesidad de ir al baño. Dentro del baño, observe que había una maquina de condones. Me quede pensando, y pícaramente, me dije: “ no sé como saldrá la noche, pero joder, estoy tan caliente. No sé… por si acaso, mejor voy a coger 2 de estos” . Los metí en mi bolso. Nunca había hecho el amor con ellos, ni siquiera con mi esposo, pero no sabía que podía ocurrir esa noche, y yo me encontraba demasiado excitada, y además, estaba en mis días fértiles.

Al llegar a casa, el me siguió hasta el ático, y le dije:- ¿ dónde vas?

- venga cuñada. Todavía nos falta la última copa. ¿No me vas a invitar a una última copa en su casa?

Le sonreí y le dije : - Pero… solo una copa… que ya hemos bebido bastante.

Ya en sofá de la casa, tras tomar la copa, el me mira de una forma lujuriosa, y le digo:- Dani. Que estas pensando. ¿Por qué me miras de esa forma ?

- Joder Kataisa. Es que esta noche “estas para comerte”.

-Dani…ten cuidado con lo que dices. Soy tu cuñada.

-ya. Pero eso no impide que te desee.

-Pero Dani… ¡estás loco!...además…

-Sabes que siempre te he deseado. Creo que eso también lo sabes. No me importa que seas la mujer de mi hermano. ¡Además el no tiene porque saberlo!. Me dijo el descarado. Y tu llevas tiempo sin estar con él. Seguro que estas deseando relajarte.. ¿o me equivoco?

Le mire a la cara, y le conteste: Joder Dani… sabes que llevo más de tres semanas sin sexo,…. Tu hermano me deja abandonada más de tres semanas, y encima, me llama para decirme que tardará algunas más. Yo también soy de carne y hueso y tengo mis necesidades. Pero, ¡ joder no me tientes!.

Me mira y me dice : Te entiendo. Creo que mi hermano esta medio tocado. No sé cómo se le ocurre dejar a una mujer como tu, tanto tiempo sola.

El me puso otra copa. Y entonces le dije sonriente: ¡ No querrás terminar de emborrachar a tu cuñada!.  ¿Acaso quieres tenerme totalmente a tu merced?

El me sonrió. Y en ese momento le dije: Dani,me voy a cambiar un poco, creo que estoy un poco ebria. Creo que será mejor que te vayas también.

El me contesto: -¿ya te vas a dormir ya?. Recuerda que, yo aún tengo ganas de guerra. Anda cuñada, siéntate  aquí en el sillón, a mi lado.

Al verlo allí sentado expectante, como me miraba de arriba abajo, y sin pensarlo le dije: Pero Dani, es tarde. ¿ te supones lo que diría mi esposo y tu madre si supieras que estas aquí en casa  conmigo a estas horas?

-venga cuñada. Nadie lo va a saber. No tengas tantos prejuicios. ¿acaso no de has divertido esta noche?

Le volví a mirar y le dije: La verdad es que si. Y lo necesitaba. Pero… no has parado en toda la noche de mirarme de arriba abajo. ¡Parece que se te fueran a salir los ojos!.

-Tienes razón cuñada. Es que, verte así,…. “esa mini me pone mucho”. Por cierto: ¿Por qué no me haces un pequeño striptease?

-queee… ja ja… ¡tú no estás bien de la cabeza!. ¿Pretendes  yo que te haga un striptease?... Pero, ¿tu por quien me has tomado?. ¿Acaso cress que soy una cualquiera?.

- Jamás lo pensaría de ti. Pero, se que llevas mucho tiempo reprimida. Y, la verdad… cuñada. Siempre he fantaseado con verte… vamos.. . “que me encantaría verte en paños menores”.

Aquella situación me estaba excitando, y decidí tener más motivos para mis fantasías, y le dije: ¡estas de guasa! ¡Verme en paños menores!..que ocurrencia.. Luego me detuve, lo mire con cara de loba, y ya puesta, le conteste: si me prometes que no le dirás nada a nadie, estoy dispuesta a hacerte un  “pequeño show”. Pero ¡nadie pueda saberlo nunca!. ¡Esto que nunca salda de aquí!

Balbuceaba, casi un susurro, pero no me detuve. ¡ Joder me encontraba muy caliente !. Era una locura, pero me excitaba poder mostrarme en paños menores ante mi joven cuñado: -Te voy hacer unos numeritos. Seguro que has visto muchos en internet. Pero, “espero que me des tu puntuación luego”.

Baje un poco la luz de la sala, dejando solo una lámpara que iluminaba tenuemente. Estábamos más o menos en la penumbra. Joder el marco era ideal . Me acerque hasta donde se encontraba, y comencé a contonearme, moviendo mi cuerpo, adoptando posturas bastante sexy, diciéndole:

-¿ Crees que aún conservo buen cuerpo?. Sé que me has mirado de arriba abajo esta noche. ¿Qué te parece mi cuerpo?

-Cuñada mantienes un cuerpo diez. Ya quisieran algunas jóvenes tener ese cuerpazo. ¡Estas para comerte completita!

Continúe contoneándome, pasando mis manos a lo largo de mis piernas, hasta colocar una de ellas sobre el sofá, dejando mis muslos casi totalmente a la vista de Dani: ¿ Te gustas mis piernas…? se que te has cansado de mirarlas esta noche.

Luego me pongo con mi culo hacia el, y me digo morbosamente: Y mi trasero… ¿qué tal se ve mi culito?. ¿Te gusta? …Te has hartado de verlo, pero no has dicho si de verdad te gusta.

-joder cuñadita.  Claro que me fascina. Tienes un pompis de película. La de locuras que haría yo con el mismo.

Me estaba calentando, por lo que giré hacia él, y me anime a continuar, por lo que  comencé a soltar los botones de la blusa, uno a uno, hasta quedarme solo con el sostén y la falda . Mis pechos, sobresalían bajo el pequeño sostén que llevaba, casi minúsculo pero que a la vez realzaba mi busto más de lo necesario. ¡ Vamos que casi se me veían los pezones !. Le tire la blusa, y acercándome hasta donde  se encontraba, me agache sobre el y le puse mis pechos cerca de su cara y se los restregué aún con el sostén puesto. ¿No me podía creer lo que estaba haciendo!

- le gustas mis pechos…. Vamos ¿dime si te gustan?… se que te he visto mirándolos continuamente.

-Joder nena a quien no le gustan. Me dijo casi tartamudeando. Pero, “me gustaría verlos al natural”. Anda preciosa retírate el sostén.

Me quede mirándolo con actitud de autentica salida y le conteste: -¿De verdad quieres que me desnude?...ja ja estas pidiendo mucho.

- Venga cuñada nadie lo va a saber. Es un secreto entre ambos… dijo casi temblando.

- Ja ja… ¡no sabes lo que estas pidiendo!... pero me encontraba salida como una putita, por ello hice lo que hice: …no debo, pero……. Por esta noche voy a permitirte que me los veas. Solo por  esta noche. ¿Pero porqué no me lo quitas tu?

Estaba tan caliente que me mostraba como una putita en celo ante mi joven cuñado.

El nervioso, no lo tuvo que pensar mucho, y alzando sus manos, tomo mi sostén y tras desabotonar el lazo posterior dejo caer el  mismo al piso. Al momento aparecieron rebotando ante él mis generosos pechos , totalmente desnudos, desafiantes con mis pezones en forma de punta.

-Dios mío que preciosidad!. Exclamo Dani. Quien sin decirle nada los tomo en sus manos y masajeo los mismos, terminando por ponerlo en su boca. Qué locura mi joven cuñado me estaba chupando mis pechos. Me excite al momento: - solo verlos Dani. No te dije nada de tocarlos, uufff nene… que me haces… tranquilo, que me duelen….

-Oh Kataisa que generosos pechos tienes.. Me dijo sin dejar de tocarlos, manosearlo y mamarlos.

Era mi oportunidad, y aprovechado la penumbra de la habitación, me retire un poco, y continúe con mi striptease, mostrándome sensualmente, realizando unos movimientos cada vez más sexy donde mis pechos zangoloteaban, dejando a mi cuñado con una erección importante. Miraba su pantalón y estaba a punto de reventar. Fui más atrevida y procedí a subir mi falda hasta la cintura, dejando a la vista mi braguita. Note su cara de lujuria. Hice unos movimientos sexy nuevamente , y retiré toda mi falda quedándome solo con las pequeña braguita que llevaba puesta. Me acerque hasta donde se encontraba y le dije:

-¿Te gusta lo que ves?.

-Joder Kataisa. Me estas poniendo enfermo. ¿Sabes?- me dijo señalándome el bulto de su pantalón.

-Uhmm…¿Mi cuñado se está poniendo enfermito?. Pero, no pienses que soy tu medicamento. Ja ja.. no pienses que me vas a tener…  es solo un juego. Nada más.

-Venga cuñi: “retírate la braguita”. Déjame ver ese coñito. Era obvio que el ya no se reprimía y quería verme en cueros.

-que pasa cuñadito. ¡Estas salido !!.  Mientras me seguía contoneando ante el, hasta que termine por calentarlo diciéndole:

- que pasa. ¿De verdad me quieres ver el coño? no sabía lo que decía. Estaba lanzada. Tenía una calentura de mil demonios. Sabía que ya había mojado la braga varias veces. ¡ Estaba totalmente cachonda !

-Anda cuñi… desnúdate para mi. No te hagas de rogar

Me gire hacia el y le dije: ¿ quieres verme desnuda?. Pues….¡tendrás que bajarme la tanga!!. ¡si se atreves!... claro. No sabía lo que decía. Me estaba ofreciendo a mi cuñado .

Y continúe diciéndole: Pero piénsalo bien…. ¿Seguro que quieres hacerlo cuñado? ¿te atreves a bajarle la braguita “a la mujer de tu hermano”?. Sabes que esto es incesto ¿verdad?.. Aun así ¿quieres seguir?….

Ya sabía que estaba fuera de sí. El por supuesto, no lo dudo, y mis palabras lo calentaron aún más. Así compruebo como con delicadeza su manos se posaron a ambos los lados de mi tanga, y tiró hacia abajo, hasta que la misma descendió por mis piernas hasta el suelo. ¡ Qué morbazo !. Mi joven cuñado se había atrevido a bajarme las bragas y ahora tenía el mejor espectáculo de mi coño .

- oh que atrevido eres..

Ya salida como una perra, mee agache un poco para que tuviera una buena visión igualmente de mi chocha, cuyos vellos se veían claramente, mostrando mis labios vaginales totalmente brillantes por mi lubricación..

que preciosidad de coño!. Joder cuñada ¡como éstas de buena!. Me dijo al instante.

Luego me incorporé y me puse con el culo hacia el y me dije:

-T e gusta mi trasero Dani. Lo tengo bien ¿verdad?. Los hombre cuando paso por la calle me dicen que lo tengo bueno. Me dicen que esta bueno para que me lo atraviese una polla. Tu hermano nunca se ha atrevido. ¿A ti te gusta mi anito cuñadito?. Yo ya no podía más. La conversación me incitaba más a actuar en plan de putita.

-Uff cuñada. Como envidio a mi hermano. Estas para ….

-No me dirás que a ti también te gustaría atravesar mi trasero con tu polla. Uff… ¡con lo grande que la tienes que tener!.

Le miro con cara de autentica perra y le digo: Dime cuñado, ¿ cree que tu polla entraría en mi culito ? Estaba salida, no me lo podía creer, y la palabrería me excitaba más, notaba como los juegos de mi coño discurrían claramente ya por mis muslos.

Mi joven cuñado estaba igualmente fuera de sí. Era obvio que había llevado el juego bastante lejos, y aquel semental estaba dispuesto a todo. Por ello me contesto: -¡ Tenlo por seguro!. “Te la clavaria hasta los huevos preciosa”. “Te atravesaría ese culito completamente”.

-uy Dani…que miedo me das. Pero… ja ja, no te hagas ilusiones. Esto es solo un juego….. Y menos con la pieza que debes de tener.- le dije. Mi cara era de autentica putita sin dejar de mostrarle mi coño.

El entonces, no puede contenerse más y comienza a desabrocharse el pantalón, y me muestra el bulto de su slip. El pobre estaba a punto de reventar. ¡ menudo bulto mostraba !

.-vaya, ¡si que estas excitado! . Y totalmente fuera de control le digo:- aunque, “sabes que no vamos hacer nada”. Pero… ¿Quieres enseñarle tu pene a tu cuñadita?

Sin contestarme se desprendió del slip, y ante mi apareció un tremendo cipote que me dejo con la boca abierta. Joder con mi cuñado, “que pedazo de tranca tenía”: - pero Dani ¡esto que es!, es más del doble de la de tu hermano. ¡Qué monstruosidad! .

No me lo podía creer, era grande, casi el doble de la de mi esposo y encima mucho más gruesa, con un glande precioso. Las venas destacaban claramente en ella y aparentaban mucho más potente. Estaba como un misil. El coño me comenzó a correar solo pensar que podía clavarme aquella preciosa polla.

Sin poder contenerme me acerque y por primera vez la tome en la mano, y pase la misma a lo largo y ancho de aquella, diciéndole: - joder nene. Vaya vástago…. ¿No pretenderás follarte a la mujer de tu hermano con semejante tranca ?. Eso nunca entraría en mi coñito, ¡es enorme!.- exclame.

- Seguro que la recibirás toda cuñi. Y, sin decirle nada alzo su mano y me toco el coño por vez primera, pasando su dedo índice por la entrada del mismo, produciéndome un placer infinito: - oh Dani, no me hagas eso,  que luego no respondo  ohhhhh

Me deje caer sobre él. Me abrece a su cuerpo musculoso y me recibió, mientras nos besábamos con furia. Palpe su pene, y note su enorme petulancia.:- oh Dani, me gustan tus caricias… uff que bien lo haces, oh siii sigue..uff y tu pene, como está el pobrecito. ¡Esta que revienta!.

El me echo sobre el sofá, y dirigió su cara hacia mi coño, y sin esperármelo acerco su boca al mismo y comenzó a lamerlo: oh si Dani, que me hace ohhh …… no me digas que ……me lo va a comer. ……..Oh si… lámeme, ohh eres un experto. Anda lama el coñito de tu cuñada. Vamos cómetelo. Asíii siii… que gusto… oo sigue asi cabronazo oooo

Mi joven cuñado demostró que era un experto, y recorría mi clítoris, estimulaba mi ano, la calentura, el morbo de lo prohibido me impedían contener mis gritos. Yo gritaba como una perra, acabe ríos de flujo en su boca , oh…Dani no dejes de lamerme, que me voy a venir   oooo ..,. Luego me di la vuelta y metí su vergota en mi boca, y pronto nos encontramos haciendo un 69, yo sobre él. Le lamía su cabezota, luego, palpe sus  enormes testículos. Joder era proporcionado a su tranca. Allí debía de tener almacenado una buena ración de semen. ¡Era obvio que era un buen semental!

El seguía comiéndome el coño y, oh locura, me lamía el ano (nunca antes me lo habían hecho mi esposo), su verga me ahogaba, Dani balbuceaba, uff nenita como estas…, “te voy a tener que follar”. Sé que no debo. Pero…te voy a meter mi pene por ese chochito que tienes…… .., gire, lo bese, y le dije:

- Dani. ¡Estás seguro de lo que estamos haciendo! …No pretenderás metérmela….. al ver su cara, continúe: ¿serías capaz de follarse a la  mujer de tu propio hermano?. ¿ de verdad me follarías?.

-Kataisa, ahora no respondo. “Estoy seguro que te la quiero meter hasta los huevos”. Mira como me tienes. Lo dijo cogiendo su tranca en su mano y mostrándomela: Hoy no te escapas.

-pero soy la mujer de tu hermano. ¿ Aún así quieres metérmela ? Lo decía para calentarlo aún más, consciente de que la palabrería nos excitaba a ambos.

- ahora mismo no me importa nada. Me da lo mismo que sea incesto o no.  “Solo sé que tengo que follarte preciosa”. Tengo que metértela como sea.

-uff cabronazo, eres un degenerado, quieres meterle toda esa poronga tan grande a la mujer de tu hermano.

Observe aterrada la enorme verga de mi joven cuñado. La acercó a mi coñito. Dani estaba tan arrecho, que intento meterla, pero recordé que podía estar ovulando, por lo que lo detuve y le dije:

- espere Dani. No podemos hacerlo “y menos a pelo ”. Creo que estoy en mis días fértiles…….. uff con la cantidad de semen que tiene que tener almacenada en tus pelotas, “seguro que me preñas, chaval” .* Mirándolo, le dije: Si lo hacemos ¡debes usar condón!.***

-¿con condón?. Yo nunca he utilizado eso. Ni tampoco tengo condones ahora - me dijo, algo decepcionado ante mi petición.

Me acerque hasta donde tenía el bolso, y saque los dos condones que había adquirido, y le dije:- los adquirí en el baño por si  las moscas. Estabas tan salido,… aunque nunca pensé en usarlos…

-eres una pillina cuñada. Pues ¡que esperas para ponérmelo!. Tengo ganas de follarte vamos cuñada, necesito clavarte cuanto antes.

Rasgue el envoltorio de uno de ellos, tome al condón y procedí a colocárselo, pero… ¡sorpresa, no entraba!. La poronga de Dani, era mayor que el diámetro de aquel condón, lo forcé un poco, y al final terminó rasgándose: oh Nene. Se ha roto, no te sirve. Cuñado tienes una polla muy grande. Que vamos hacer, a pelo no podemos hacerlo .

-joder cuñada. Inténtalo con el otro. Necesito follarte como sea.

Lo volví hacer y ocurrió lo mismo. Me quede de piedra. Yo seguía arrecha, tanto o más que él, pero a pelo era muy peligroso hacerlo. Sabía que estaba en mis días fértiles.

- No importa cuñada. Te juro que la sacare cuando me vaya a correr .- me dijo el.

- Sabes que es muy peligroso. Puedo quedar embarazada de ti. “Yo preñada del hermano de mi esposo”.¡¡te supones!!”

Me quedé un rato, dudando entre sí continuar o dejarlo. Joder necesitaba una tranca , y la de mi cuñado era la mejor. Llevaba muchas semanas sin sexo, y estaba muy arrecha: ¡ necesitaba un polvo como fuera ”. Además el fármaco me estaba volviendo fuera de control, por lo que ni lo pensé más, y totalmente arrechera decidí ir a por mi cuñado. Quería que me follara . ¡era una locura!, pero necesitaba saciar mi ansiedad de sexo. Intentaría que la sacarla antes de correrse, pero necesitaba tenerla dentro. ¡Era obvio, que había visto las dimensiones de su tranca y necesitaba tenerla dentro!.

- Joder Dani. Me encuentro muy arrecha, ¿sabes?, necesito que me la metas. Pero,… ¡tendrás que hacerlo cuidado la tienes muy grande!. Y, sobre todo…. ¡¡ tendrás que correrte fuera!. No lo olvides.

-Uy cuñadita. Me tienes como una moto.

-intenta correrte fuera. Pero no lo pienses más, joder te necesito dentro de mí.. ¡ya!.

Estaba tan mojada, que me puse sobre el y acerque mi coño hasta su daga, y comencé a bajar. Me di cuenta de las dimensiones de su tremenda tranca. Mi coño pronto engullo parte del glande.

. uf Dani, me va abrir mucho ¡no sé si me entrara!.

De verdad que era enorme. Note como se dilataban las paredes de mi vagina a su paso. Me desgarraba por dentro, esto de verdad era placer y dolor. Habíamos roto el tabú, estábamos cometiendo incesto, infidelidad, pero lo necesitaba. Ambos lo necesitábamos. Cuñado y cuñada nos gozábamos como perros en celo.

Oh cuñado, como me abres.. ohhhh que grande… me va abrir todita.. ohhhh cabronazo que polla tienes - de una sola embestida, me deje caer enterrándome su tranca hasta la misma base. Oh….. me has desgarrado por dentro, pero me encanta su polla, así… deme caña, rómpeme…ogggg

Comencé a cabalgarlo y me hizo tener más de dos orgasmo seguido. Mi joven cuñado era un follador nato, y note que aguantaba bastante. Observe que los jugos de mis orgasmos, discurrían descendiendo por los huevos de Dani. Me había corrido de una forma bestial. Y no era para menos, ya que no solo estaba bien arrecha, sino que aquella tranca producía unos calambrazos dentro impresionantes.

- sabes. Tu hermano se va dar cuenta. Me estas abriendo como nunca.

Luego, sin contestarme me puso en cuatro sobre el sofá, plan perrito, y me la metió desde atrás. Me atravesó completamente . Mire hacia uno de los espejos que allí existían, donde se podía contemplar reflejados nuestros cuerpos: aquel tremendo hombre, alto musculoso, follándose a su cuñada, que parecía una chiquilla en proporción a su estatura.

Dani me estuvo bombeando sin parar. Luego me echo boca arriba apoyándome sobre el reposamanos del sofá, y me volvía a meter la tranca. Me llegó hasta cerca de mi útero.  Tenía una vitalidad envidiable, y me la metía con mucha energía. Notaba el chapoteo de su tranca al llegar mis nalgas: choc –choc…

Observe su cara, y deduje que estaba a punto en venirse, pero joder, yo también estaba llegando a un nuevo orgasmo, y lo necesitaba. El hizo intento de salirse, peor lo detuve diciéndole: - no ahora no te salga Dani. Me viene otro… sigue clavándome por favor… vamos cabronazo  métamela hasta el fondo …..la quiero toda… siii, ohhh necesito correrme otra vez…vamos métala todaaaa.

-pero.. Kataisaaaaaa… no puedo más …

-Oh así sigue,,,,, métamela más adentro…dame fuerte.. revienta a tu cuñada……másssss

-oh Dios … no puedo, ya me viene… ohhh “me voy a correr dentro”. escuche que decía casi balbuceando.  Y entonces en ese momento, me percate que se veía dentro. Mi cuñado estaba a punto de deslecharse. Joder Kataisa, me voy a correr dentro.. ¿la quieres dentro… quieres mi lechita? …me dijo mirándome a la cara.

Yo estaba fuera de control. Estaba enamorada de su polla. Solo quería que siguiera dándome caña hasta poder volver a correrme. Por eso le conteste- me da lo mismo. Pero, ahora no se salgas ahora. Vamos cabrón no me importa nada ……….córrete dentro….. lléneme si quiere… “préñeme si lo deseas”…pero no me la saque ahora, ahora ….. o te capo ooooii

-uf nenita te voy a llenar. Llevo sin correrme mucho tiempo. La tengo muy espesa.. oooo siiii  me voy a venir cuñada….. siiiii . Al momento sentí la primera lechada dentro de mi vagina. La verdad es que fue lanzada con gran potencia, y luego otra y otra, y no paraba.

Oh.. siento correrte ohhh,,,Dani te estás viniendo dentro de tu cuñada. Oh cabron, “me quiere preñar”…. quieres llenar a tu cuñada con tu lechita. Vamos cabronazo “se que lo deseas”. Sé que deseas preñarme . Vamos hazlo…siiii sigue así… más lléname más…

Kataisa  que rica  ricaaaaaaaaaa te voy llenar…siiii

Su acabada inundo mi concha. Sentí un mareo y me vine otra vez. Cuando terminamos, ambos quedamos en silencio. Todavía, sentía su tranca dentro de mi cuquita. Nos miramos a la cara, y el procedió a salir de mi. Sentí como un vacio. Luego mire mi coño y vi la hilera de semen que salía de mi raja. Me había inundado.

- oh Dani me ha llenado el coño con su semilla. Seguro que de esta quedo preñada. Nunca tu hermano se ha corrido de esta forma.

Me acerque a el y lo bese ardientemente.

El solo atinaba a decirme: Joder Kataisa. No debía… pero me tenias arrecho .

Lo encare muy suave y le dije: Es tarde para arrepentirte, gozaste a tu cuñada cabron, y además ¡¡ sé que me has preñado !!. Nunca tu hermano me ha llenado de esa manera. ¡Si que estabas necesitado!. ¿Tanto hacia que no te corrías?

Llevaba tiempo sin hacerlo, y no me pude contener. Me contesta.

Sé que fue una locura. Estábamos muy calientes. Me detuve, mira su pene y me sorprendió: … ¡que cabronazo! ¡Sigues en pie de guerra!. Joder, viendo esa tranca otra vez en forma. Oh Dani vas a tener que volver a follarme.

-Claro cuñada, veo que aún sigues con ganitas tú también.

Entonces, muy arrecha, con mi vagina aún con su semen, le atraje su cabeza hasta mi coño, y…. me desquicie, perdí toda razón, y le dije:- anda cuñadito mame la panocha…pero necesito que me la vuelvas a mamar.

Sin contenerse me comenzó a lamer mi chocha, mezclando su lengua con mis jugos y su propio semen. Me estaba dando un morbazo tremendo. Tal es así que no tarde en volver a venir, pero esta vez en su boca. Al terminar, observe la boca y labios de mi cuñado: estaba chorreando de jugos y del propio semen que el mismo me había echando dentro.

Me dio tanto morbo, que lo llevé hasta mi dormitorio, me puse en cuatro al borde de la cama y le dije:

Vamos cabronazo. Monta a tu cuñada otra vez.

El no se hizo esperar y atravesó nuevamente con su daga. Joder de nuevo estaba como un caballo. Que semental. Me estuvo bombeando sin parar varios minutos hasta que por fin, sin decirle nada, se volvía a correr dentro de mi coño. Joder mi cuñado me iba a dejar bien preñada. De eso no me cabía la menor duda .

Al terminar, le dije: eres un cabronazo. Al final me conseguiste.  Te has follado a tu propia cuñada, la mujer de tu hermano.

- tampoco me arrepiento cuañada. Te quiero reconocer algo: ¡has sido la primera!

Le mire, me quede sorprendida. Mi cuñado me estaba indicando que era la primera mujer con la que tenía relaciones sexuales. Excitada le dije:

-¿eras virgen?

-Has sido la primera. Nunca de podré olvidar.

-Joder Dani… ¡entonces te he desvirgado!...

Entonces, viendo que el cabronazo aún  segui empalmado. Se recuperaba al momento, lo eche sobre la cama y colocándome a horcajadas, comencé a cabalgarlo, teniendo otra buena corrida, hasta que nuevamente el se vino.

Esa noche se quedó conmigo en mi cama. Por supuesto al día siguiente y durante los días siguientes hasta el regreso de mi esposo y mi suegra, me estuvo follando a diario. No tenía fin.

Paso más de un mes, y comprobé que no me bajo la regla. Entre preocupada y alegre, se lo dije a mi esposo. Mi hice la prueba y verifique que estaba embarazada. Solo podía ser de mi cuñado. De eso estaba seguro. Mi marido quedó contentísimo: el creí que era el padre.

Más tarde se lo comente a mi cuñado y le dije: - sabes. Estoy preñada. Y ¿sabes quién es el padre? ¿Verdad?. .

Nadie sospecho lo más mínimo, ni cuando nació mi hija. El parecido a la familia de mi esposo era evidente, pero al ser hermanos nadie sospecho nada. Es lo cierto que han pasado cinco años de aquello, y mi hija tiene ya cuatro años. Nunca más lo hemos vuelto hacer. Pero nunca podré olvidar esos días.