Kat (3) Una nueva primera vez
Una fiesta, un juego, dados y todo puede pasar
Continuo con mi historia, recomiendo leer el capitulo 1 y 2 para una total comprensión sin embargo no creo sean necesarios, solo aclaro rápido los personajes mas importantes
Sergio: mi hermano, Pedro: su amigo y el chico que me desvirgo, Paola: novia de Sergio
El día después de mi fiesta fue una cosa rarísima, primero estaba cansadísima apenas si me podía parar y tenia que limpiar el desastre que quedo, esto sumado a explicarles a mis amistades porque había desaparecido en medio de mi fiesta, y no podía sacar de mi mente la imagen de mi hermano y Paola viéndome mientras era follada.
Acaso mi hermano me veía con ojos de lujuria? Quizá eran solo ideas mías ¿y por que Paola entro a mi cuarto con el? ¿Por qué Pedro ni se inmuto al ver que su novia nos veía? Estas y mil cosas mas pasaban por mi mente pero también el hecho de que había perdido mi virginidad y fue increíble, tierno, sexy, duro, lento, todo junto.
Esos días pasaron normalmente, el fin de cursos se acercaba y pues en realidad estaba muy ocupada con trabajos, tareas, exámenes y esas cosas, solo había visto a Pedro en un par de ocasiones y su trato hacia mi no había cambiado mucho, seguía siendo ese chico caballeroso que me trataba cual si fuese su hermana menor
El siguiente par de semanas fue solo de escuela para todos, sobre todo para mi que necesitaba altas calificaciones en un par de materias para no reprobar, pero tras mucho esfuerzo, tanto estudiando como suplicando a los maestros conseguí pasar todas mis materias, ni que decir de Sergio y Pedro son unos malditos genios y obvio les fue bien en todo, así que para celebrar organizaron una fiesta, Pedro fue en persona a invitarme y me dijo que podía llevar a una amiga.
Le llame de inmediato a mi amiga Diana, es mi mejor amiga le cuento todo hasta la fecha, es la típica rubia buenísima pero es muy tímida, hasta ese entonces nunca había tenido un novio, apenas si se había besado con un par de chicos y para acabar el cliché estaba enamoradísima de mi hermano y cuando digo enamorada no me refiero a atracción física, si no que ya se imaginaba la boda y el bautizo de sus hijos, pero bueno al fin y al cabo acepto ir a la fiesta gustosa pues a ninguna nos habían invitado a una fiesta de chicos mayores, creo que no había aclarado esto pero ellos tenían 19 y nosotras éramos 4 años menores
Llego a mi casa y nos arreglamos yo me puse un vestido azul que me llegaba a medio muslo, straples con un escote de corazón, ella se puso unos jeans pegadísimos de esos que casi parecen pintados con una blusa de tirantitos blanca, bajamos y los chicos ya nos esperaban, nos tiraron unos piropos y subimos al auto, diana y yo nos fuimos en el asiento trasero, los 4 íbamos bromeando y muy seguido notábamos sus miradas por el retrovisor, yo iba contentísima pues si bien no estaba enamorada de Pedro si tenia la pequeña ilusión de que fuera mi novio es decir solo mío y a la fiesta me había invitado a mi, a mi, no a su novia si no a mi, así que un tono triunfante y burlón pregunte ¿Y Paola porque no viene? ¿De que hablas? La fiesta es en su casa
Esa respuesta tiro a bajo todo mi autoestima, pero bueno, que le podía hacer, llegamos y apenas al bajar del coche Paola corrió hacia nosotros, yo pensaba “maldita bruja” y de repente pum un abrazo, pero para mi, me recibió como si fuéramos las súper amigas y de inmediato comenzamos a platicar, me presento a todo el mundo, incluso bailamos, yo no entendía que pasaba pero aunque estaba confundida ella es de esas chicas que aunque una la quiera odiar no puede, simplemente es encantadora.
Pase casi toda la noche con ella, charlamos de un montón de cosas, bailamos, tomamos un poco, Pedro casi ni se nos acerco se perdió con un grupo de chicos que jugaban videojuegos y Diana no se despego ni un momento de mi hermano el cual al parecer no le era indiferente, la noche avanzo y casi todos se fueron al final solo quedamos Sergio, Pedro, Diana un chico llamado Héctor, una chica llamada Brenda, yo y obviamente Paola
Paola propuso que jugáramos a los dados, todos aceptaron menos Diana y yo que no sabíamos lo que era, pero dijimos que si, Pao empezó a decir las reglas aunque era algo obvio que nos las decía a nosotras 2, el juego era sencillo había 3 dados, el primero era un dado normal el numero que te tocaba indicaba la persona a la que te tocaba, ósea si te salía un 2 era la segunda persona a tu derecha, el segundo dado contenía acciones besar, sobar, chupar, morder, pellizcar y masajear, el tercero tenia partes del cuerpo, boca, cuello, pecho, piernas, trasero y genitales, la única regla aparte de eso es que si juegas no te puedes retractar, sin importar quien te toque, hombre o mujer, sin pensarlo mucho aceptamos
La primera fue Pao y beso a mi hermano en la boca, siguió Pedro acariciar pechos Brenda, Brenda le pellizco el trasero a Pedro, Héctor le chupo el cuello a Paola, Diana le sobo las piernas a Brenda, hasta este punto todo haya sido rápido sin mucha intención mas que cumplir el “castigo” llego mi turno arroje los dados BESAR, BOCA, 2, gire la cabeza para contar y Paola
Me puse un poco nerviosa pero yo sabia que era una posibilidad, me acerque a ella, la vi de frente y acerque mi cara a la zulla, mis labios rosaron los suyos, disponía a alejarme pero sin darme tiempo a reaccionar su brazo rodeo mi cintura y me atrajo hacia ella y de repente su lengua entro en mi boca, no se ni por que pero me deje llevar, fue un beso muy cachondo, muy húmedo y no estoy segura pero creo que largo puesto que nos gritaron, ya ya ya ya, nos separamos reímos y regresamos a nuestro sitio, no voy a negarlo, me encanto ese beso, quizá era uno de los mejores besos que me habían dado en mi vida inclusive creo que me moje un porque
Estaba absorta en mis pensamientos de que era lo que sentí y que había pasado que solo me regreso a la realidad el grito de los demás de “wooooo” como si me hubiera despertado voltee a ver los dados que había lanzado mi hermano, pechos, chupar, 6, comencé a contar y, y, la sexta a su derecha era yo, cuando empezamos a jugar ni siquiera contemple la idea de que en algún momento me pudiera tocar cualquier cosa con el
Debí haber puesto cara de asustada porque alguien me dijo de inmediato, solo es de juego, y alguien mas dijo, no, si no quiere no, el ser vista como una niñata frente a todos pudo mucho mas en mi que el tabú de que fuera mi hermano, sin decir una palabra me pare enfrente de mi hermano acerque mi pecho a su cara y le dije, anda vamos.
Su boca se acerco a mi muy despacio y un tanto temeroso, paso sus labios por mi pecho por encima de mi vestido y con sus labios hizo una pequeña presión sobre mi pezón el cual lo hizo brincar, el estaba por retirarse cuando Pao grito “dice chupar no besar” Sergio abrió la boca y me empezó a comer con ganas, a pesar de ser sobre el vestido se sentía muy bien, ya estaba excitadísima y termino su turno, nadie decía nada todos nos miraban, varios ojos con lujuria, hasta que Pao como siempre rompió el silencio diciendo me toca me toca
El juego continuo pero mucho mas caliente, los tiempos se hicieron mas largos y mas sensuales, nadie se retiro incluso cuando a los chicos les tocaba algo entre ellos lo hacían, muy rápido pero lo hacían, todos estábamos excitadísimos
Hubo de todo y ya nos habíamos visto y tocado de todo incluso mi hermano le dio una pequeña chupado al coño de diana frente a todos, el juego continuo hasta que tiro Brenda y le toco chupar genitales Héctor, ellos se disculparon y subieron al cuarto de los papas de diana, casi al instante se empezaron a oír quejidos, mi hermano se levanto cargo a Diana y la saco al jardín, y allí estábamos los 3 yo sin saber que decir, súper excitada y sin poder decir nada.
Pao aparto a Pedro cruzaron algunas palabras, el se notaba molesto y ella trataba de convencerlo de algo, luego de un par de minutos Pedro se fue e iba enojado, le pregunte a ella que había pasado y solo me dijo que Pedro iba a la tienda que regresaba luego, con todos los demás ocupados yo me disponía a irme a mi casa, pues necesitaba una paja urgente y no me iba a quedar allí escuchando como los demás cogían, cuando ella me dice ¿seguimos jugando? –am, claro, ¿a que? –a lo mismo.
No estaba segura de lo que me decía, pero solo asentí, se sentó junto a mi tomo los dados y los arrojo, “acariciar, genitales” sin darme tiempo a reaccionar su mano se coloco rápidamente entre mis piernas y antes de que yo digiera nada ya sobaba mi rajita por encima de mi calzón que estaba empapado, mi cabeza decía que me parara y saliera corriendo pero mi cuerpo lo impidió y como respuesta solo me brindo un hummmmmm, con la mano que le queda libre y sin dejar de acariciarme me entrego los dados y mirándome a los ojos dijo –tu turno, así lo hice, “masajear, trasero” y empecé a acariciar ese culo que era mi envidia, el cual sabia que a Pedro le encantaba destrozar y que los rumores decían que mi hermano disfrutaba a placer
Allí estábamos ella con su mano entre mis piernas y yo con la mía en su trasero, tomó los dados, los arrojo “besar, boca” en ese momento todo se fue al demonio, nos mesclamos en un beso tan húmedo, tan sexy, tan morboso, que parecía que nos queríamos devorar, sus manos al instante buscaron el cierre de mi vestido, el cual bajo sin ninguna dificultad y en un par de segundos me encontraba únicamente con una tanga blanca que mas bien parecía transparente por la humedad y tacones, con una chica que si bien no era hermosa, tenia un cuerpo que todos envidiarían, besándonos y acariciándonos por todos lados, su boca comenzó a bajar por mi cuello en cual se entretuvo un rato y sus manos recorrían mis pechos, sus caricias eran tiernas pero firmes, con sus uñas recorría mi pecho como arañando pero mas delicado, eso producía un ardor muy rico
No paso mucho tiempo en que su boca sustituyera a sus uñas y chupaba, con una maestría que ni Pedro lo hacia así, daba lametones se alejaba un poco y soplaba, esos cambios de temperatura me tenían loca, mientras no dejaba de sobar mi vagina sobre la tela de mi tenga, metía un par de dedos solo para dejar el tenga dentro de mi vagina y luego darle un tirón para sacarlo, eso se sentía tan bien, yo solo podía gemir y acariciar sus tetas, el hecho de estar en plena sala a sabiendas de que cualquiera podría llegar y vernos creo me excitaba aun mas
Un tirón inesperado destrozo mi tanga, y cual de una paleta se tratara empezó a saborear mi cuquita, metía la lengua lo mas profundo que podía la movía de un lado a otro, con sus labios presionaba mis labios vaginales, su lengua se apodero de mi clítoris, lo lamia de arriba abajo, lo rodeaba, en repetidas ocasiones, lo apretaba con sus labios y cual cuchillo en mantequilla, un dedo se abría paso dentro de mi, la facilidad con la que entro debió de sorprenderle por que en cuestión de nada fueron dos y luego tres, los movía rápido, cada vez mas rápido y realizo un cambio de mano
Seguían siendo tres dedos en mi interior y aunque no comprendía el cambio tampoco le preste mucha atención, pero esa duda seria respondida al instante, uno de los dedos que me había sacado ahora se encontraba muy lubricado y muy muy muy despacio comenzó a abrirse paso entre mis nalgas, entro tan lento que prácticamente no sentí dolor cuando termino de entrar no pude mas y explote, un orgasmo indescriptible, todos mis músculos se tensaron y un mar de jugos empapo la cara de Pao
Se retiro un poco de mi para verme tirada y agotada, se acerco a mi y me beso, el sentir mi sabor en su boca es algo que me focino –aun no acabamos, mientras nos besábamos retire toda su ropa su blusa, su bra, su pantalón que parecía pintado, su tanga, probé esos pechos grandes, firmes, suaves y cálidos, morochos con un pezón grande y delicioso rodeados por una gran aureola café, baje a su coño totalmente depilado y comencé a besarlo sin saber muy bien lo que hacia, solo hice lo que a mi me gusta que me hagan.
No llevaba mucho tiempo cuando me ordeno que me levantara y lo digo así por que ella no pide nada, solo da ordenes, así que obedecí, me hiso sentarme de lado en el sofá, un poco inclinada con las piernas abiertas, ella hizo lo mismo solo que viéndome de frente, nuestras piernas se entrelazaron y comenzamos a acercarnos hasta que nuestros coños se tocaron directamente, lo que vulgarmente se conoce como “tijeretear” nuestros cuerpos se movían rítmicamente provocando un ruido de chapoteo que nunca había oído, mis gemidos no se pudieron reprimir mas, y ella gritaba como si la estuvieran golpeando
El contacto de nuestras vaginas fue tan brutal que en un par de minutos las dos terminamos casi al mismo tiempo, después de el tremendo orgasmo y de que mi visión dejara de ser borrosa recobre la conciencia tendida en el sillón y oh, desde las escaleras cubiertos con una sabana Brenda y Héctor nos observaban, desde la puerta trasera mi hermano y diana con la ropa desarreglada y desde la puerta principal Pedro con la sonrisa mas picara que jamás le halla visto
Evidentemente nuestros gritos habían atraído su atención, y allí estaba yo, completamente satisfecha, con muchas dudas incluyendo si acaso era yo bisexual, pero sobre todo que se traían entre manos Pedro y Paola, la respuesta era muy obvia pero yo no me había dado cuenta.
Muchas gracias por sus lecturas, por sus opiniones, por sus criticas, ofrezco una disculpa por la tardanza y por mi ortografía, deberás que intento mejorarla pero esos acentos siempre se me escapan, espero sigan leyendo mis anécdotas