Karola (5)

...y muy grande fue mi sorpresa al mover levemente mi cabeza y abrir apenas los ojos, al ver en la penumbra de mi cuarto la silueta de mi hermana Clau.

Karola 5

Hola a todos, primero que nada pido disculpas por no poder escribir anteriormente, estaba hundida en trabajo, estudios y una relación muy intensa que me quitaba todo el tiempo libre, gracias a dios que tuve que acabarla por que iba a destrozarme por completo, así que nuevamente les pido disculpas y les dejo la continuación de Karola, como siempre espero sus comentarios.

Continuación de:

Karola 1:

http://www.todorelatos.com/relato/44458/

Karola 2:

http://www.todorelatos.com/relato/44760/

Karola 3:

http://www.todorelatos.com/relato/45018/

Karola 4:

http://www.todorelatos.com/relato/45430/

En el capitulo anterior mi hermano logra meterme sus dedos y me arranca un orgasmo más fuerte, además le realicé mi primera mamada y aun chico que conocí en una fiesta también le hice una mamada, en una penitencia del juego de la botellita.

CAPITULO V

Noche de Tragos

Mis padres me fueron a buscar a la fiesta justo cuando estábamos terminando de cantar cumpleaños, a regañadientes no me quedó más remedio que irme, apenas comí un pedazo de torta. En el camino la imagen de José Luís agarrándome las nalgas delante de todo el mundo sin que nadie nos viera, me encendió de tal manera, que venía en el carro metiéndome el dedo sin que mis padres se diera cuenta, me puse el suéter sobre las piernas y así cubría lo que hacía.

Sentada detrás de mi madre tenía la seguridad de que ella tenía que girar sobre su cuerpo para verme, y mi padre no podía voltear por estar manejando. Eran las 9 y media y fuimos al centro de la ciudad a comprar comida en McDonald´s, para todos en la casa.

Esa seguridad de que mis padres no me vieran y la oscuridad de la noche, me permitieron poder acariciarme, al principio con cierto miedo, pero la emoción de poder hacerlo delante de mis padres sin que se dieran cuenta me daba un morbo muy increíble. Y no habíamos llegado al McDonald´s aun, cuando ya mi mano dentro de falda estaba húmeda acariciando mi sexo.

Tuve que hacer una pausa, al llegar al McDonald´s un poco preocupada por los posibles olores de mi sexo que yo ya sentía en el ambiente y que por muy mínimos ya los sabia distinguir, pensando en el chico de la fiesta y un posible nuevo encuentro con mi hermano al llegar me mantuvieron viva la excitación.

Al salir del McDonald´s nuevamente metí mis dedos, jugando con mi sexo y amplificando los recuerdos, obtuve un silencioso orgasmo antes de llegar a casa.

Ese viernes en la noche mis hermanos no salieron, y cualquier intento de encuentro con mi hermano fue inútil, él tenía que acostarse temprano ya que tenía un examen que le habían transferido para el sábado a las 8am. Todos estábamos por terminar el periodo escolar, y todos estábamos en exámenes también, aun a mí me quedaba una semana, mi hermano creo que terminaba el sábado con ese ultimo examen y a mi hermana también le faltaba muy poco por terminar.

Así que no me quedó más remedio que acostarme en blanco, luego de comer, mi hermano me había dicho que esa noche no, luego de preguntarle y que la noche siguiente si, terminó diciéndome.

En la noche un poco agotada y algo insatisfecha a pesar el orgasmo en el auto, me hice un suave dedo y del cual no pude obtener un orgasmo, pero me gustó haberme quedado a medias y dormí como un tronco hasta el otro día.

El sábado fue una tortura. No veía la hora de que llegara mi hermano del examen, quería felicitarlo muy efusivamente como solo yo sé que podía hacerlo. Esa ansiedad me tenía todo el día con un shorcito pequeñito y una franelilla sin cotilla, donde mis rebeldes pezones estaban en constante excitación y se marcaban fácilmente, rodeados de el incipiente bulto que eran mis senos.

A mi hermana la capturé varias veces mirándome las piernas, especialmente mi trasero, y eso me hacía sentirme más ansiosa y sobre todo deseada, aun así, seguía molesta con ella por ignorarme durante muchos días, así que me daba mi bomba delante de ella.

Me sentaba en el mueble y exageraba mis poses provocándola a propósito, ella más de una vez se levantó de donde estaba y se iba hacía su cuarto sin dejar de verme, luego supe por que lo hacía, para que la siguiera a su cuarto, pero mi inocencia aun no sé daba cuenta de eso, a pesar de que yo también sentí algún deseo de ir a su cuarto.

Vamos a estar claro, tenía 12 años cumplidos hace unos meses atrás e interpretar ese tipo de señales aun era difícil para mí.

Mi hermana al parecer se molestó mucho, y siempre he creído que fue por que ese día me di mi bomba, pero bueno ella lo merecía. Temprano en la noche ella salió alegando ir al centro comercial, y obviamente me quedé con ganas de ir, ni siquiera avisó con tiempo, cuando le pedí que me llevara, me dijo que iba a tardar mucho en bañarme y vestirme, le insistí que lo haría lo más rápido posible pero me dijo que no y se fue, obviamente lo había hecho a propósito.

Si antes estaba molesta, ahora quería llorar de la rabia. Mi hermano no había aparecido en todo el día, mi hermana me sigue ignorando y encima se va al centro comercial y me quedo sola en casa con mi mamá, por que papá había salido con unos tíos y aun no llegaba.

Me quería distraer con algo interesante y solo estaba la película, pero no podía verla mi madre estaba en la casa, y el estar sin hacer nada con un tiempo que pasa superlento y ocioso es como para volver loca a cualquier chica deseosa de placer, esa tarde intenté masturbarme varias veces, pero a la final no lograba concentrarme y me quedaba a medias.

Nunca había tenido un sábado tan aburrido ni estado tan ansiosa, deseaba y tenía la esperanza con locura de que mi hermano llegaría temprano, así que me di un baño un tanto emocionada por esa esperanza para esperarlo en su cuarto.

Creo que nunca antes me había bañado con tanto anhelo y con tanto esmero, me enjaboné muy bien meticulosamente, pasé más de media hora bajo el agua, luego me sequé con una paciencia de cualquier video en cámara lenta, me lavé bien los dientes y salí directo al cuarto de mi hermana.

Allí procedí a echarme crema como tantas veces vi a mi hermana hacerlo, me unté crema en todo el cuerpo, creo solo alguna parte de la espalda donde pensé no pude cubrir con mis manos, lo hice con una calma y un ansia que rayaba ya en la excitación, me sentía ansiosa, alegre, y esperanzada.

Busqué entre las tangas de mi hermana y me puse la más pequeña que encontré un hilo rojo vino tinto Calvin Klein de algodón, que me quedaba justo, no me imaginaba como eso le quedaba a mi hermana, probablemente no se lo ponía en mucho tiempo.

Primera vez que me colocaba un hilo y la visión de mis nalgas desnudas en el espejo me pareció muy excitante y casi brincaba de la emoción, por que me sentía una hermosa mujer, aunque muy pequeña, pero aun así, mujer.

Me enrollé la toalla alrededor del cuerpo y me fui a mi cuarto a jugar a ir de tiendas, me probé cuanta ropa encontré en mi cuarto, a la final me puse un short blanco que tenia como dos o tres años que no usaba, me quedaba apretado y me quedaba como los hot pants de ahora, muy ceñido y que dejaba casi la mitad de mis redondas nalgas a la vista, y una franelita blanca también y pequeña, y por lo estirada que me quedaba se transparentaba y se notaban mis pezones claramente.

Volví al cuarto de mi hermana y me perfumé con una de sus colonias que me parecía divina. Mi madre a todas estas estaba en su cuarto viendo la novela.

Me fui al cuarto de mi hermano, a esperarlo acostada escuchando su música, que de la cual ya me estaba volviendo adicta. Empecé a buscar en su cuarto no sé qué, tenía la esperanza de encontrar algún video o una revista de adultos, pero me di por vencida cuando pude notar que me estaba empezando a sudar y no encontraba nada.

Me acosté en la cama a escuchar musiquita, soñando despierta en lo que haría con mi hermano, si éste llegaba. Soñé tanto que me quedé dormida.

Me despertó mi madre como a las 11 cuando terminaron sus novelas y al revisar los cuartos me encontró dormida en la cama de mi hermano, de mala gana me fui a mi cama, molesta con mi madre por sacarme del cuarto y con mi hermano por no llegar.

En mi cuarto me costó mucho dormirme, empecé a dar vueltas en la cama, pensaba en lo que quería hacer con mi hermano y estaba decidida a que el fuera el primero en penetrarme y fantaseaba con ese gran momento, luego de mucho soñar despierta me quedé dormida boca arriba.

No sé que hora era, pero sentí la puerta de mi cuarto abrirse y mi cuarto iluminarse a medias con la tenue luz del pasillo, tenía la cara contraria a la puerta y la presencia de alguien que ahora cerraba la puerta lentamente y pasaba el seguro, me hizo excitarme enormemente.

Mi corazón saltaba de alegría por que al fin mi hermano había llegado y vino a visitarme a mi cuarto, mi pulso se aceleró de una manera impresionante y rogué que no fuera un sueño.

Lo sentí sentarse a un lado de la pequeña cama y sentí su cuerpo pegado al mío, su mano me empezó a acariciar las piernas, y un escalofríos recorrió mi cuerpo, su mano recorría una de mis piernas y sentí cuando la metió entre mis piernas para separármelas, entonces algo llamó mi atención, algo me rasguño la otra pierna.

No sé por que aun no había abierto los ojos, entonces quise ver que me había rasguñado, que yo sepa mi hermano no tenía sortijas o algo por el estilo en los dedos, y muy grande fue mi sorpresa al mover levemente mi cabeza y abrir apenas los ojos, al ver en la penumbra de mi cuarto la silueta de mi hermana.

Un susto y una emoción muy grande se apoderaron de mí, volví a cerrar los ojos y prepararme a disfrutar lo que seguramente venía.

Mi hermana me abrió las piernas, y colocó su mano directa sobre mi sexo por encima de la ropita ajustada, y empezó a acariciarme fuertemente, era un contraste a lo que había sido la primera vez, era más ruda, más fuerte y más rápida en sus movimientos, como si no le importara que me despertara. Empezó haciéndome daño o mejor dicho a sentir molestia, pero la excitación tan violenta que sentí, hizo que esa molestia se transformara en placer rápidamente.

Quiso meter sus dedos, por los laterales internos de mi ropita, pero lo ajustado que me quedaba le dejaba muy poca facilidad, así que procedió a cerrar las piernas nuevamente, y sin sutileza alguna me quitó el short junto con la tanga de un solo movimiento, por un momento me dio risa la manera como me estaba moviendo, era que como si tuviera la intención de no despertarme, pero hacía todo lo contrario.

Entonces comprendí la razón de sus maneras, un ligero olor a cerveza me llegó a mis narices en un suave suspiro.

Ella nuevamente me abre las piernas y la siento acostarse entre ellas, pasa sus brazos bajo de mis rodillas y siento su respiración en mi sexo, con mis piernas medio flexionadas, siento su aliento en mi ardiente y palpitante calderita.

Era la ansiada primera vez, últimamente había soñado este momento con mi hermano, pero también en algún momento había deseado que fuera Clau mi hermana, la que me lo hiciera.

Ella pareció oler el perfume de su crema en mi cuerpo y pegó su cara a mis piernas y aspirar profundamente y desde allí me empezó a lamer, sentí como su lengua empezó a recorrer mis muslos hacía mi sexo, y sentir su lengua recorrer toda mi raja, eso fue eléctrico para mi cuerpo.

Mi cuerpo se erizó, sentí como toda la piel se me puso de gallina, incluso en la cara. Tenía que ver lo que hacía, así que con cuidado levanté mi cara para ver como mi hermana se hundía entre mis piernas. No podía ver nada por la oscuridad, pero la tenue luz que entraba por la ventana me dibujaba su silueta en la penumbra de la noche.

Acostumbrándome a la poca luz, poco a poco la imagen se aclaró un poco más. Podía sentir claramente como su lengua me recorría toda, por los alrededores, por mis labios externos, por mi rajita y pasaba furtivamente por mi botoncito haciéndome estremecer por momentos.

Tener la cabeza levantada sin apoyo por largo rato casi me da un calambre en el cuello, así que la dejé caer y mirando el techo me dediqué a imaginar todo lo que mi hermana me hacía con su boca a sentirlo y disfrutarlo.

Mi hermana ahora me lamía la entrada de arriba abajo rápidamente con su lengua, y desee que me lamiera el clítoris tenía una necesidad de ser tocada allí, quería que mi excitación aumentara rápidamente, lo ansiaba, lo necesitaba quiera explotar grandiosamente.

Pude sentir como su lengua entraba en mi cuevita y pude sentirla profundamente, por que vaya que si era grande la lengua de mi hermana, sentía como rozaba mi himen e incluso sentía algo de molestia. La lengua de mi hermana era impresionante y la movía muy bien.

Empecé a sentir algunos estremecimientos en mi clítoris, a veces era rozado por su nariz o labios mientras su lengua hurgaba mi cuevita, entonces como acto reflejo llevé mis manos a su cabeza para hacer más presión sobre mi clítoris.

Ella se sorprendió un poco, pero sus manos a mis costados me tomaron por las muñecas y con una fuerza impresionante las sostuvo a mis costados, sin permitirme si quiera acariciar mis senos ni mi sexo que tanto pedía ser mimado.

Su lengua profundamente dentro de mi me tenía absorta, se sentía muy distinto al dedo, se movía más, y rápidamente los orgasmos inconclusos que el día anterior y los de ese sábado iban a explotar en uno muy violento en cualquier momento.

Un ruido nos dejo paralizada a las dos, un ruido en el pomo de la puerta, sentí que me daba una vaina del susto. Mi hermana se quedó paralizada mirando a la puerta, el ruido cesó por un momento y nuevamente alguien trataba de mover el pomo, pero el seguro no se lo permitía.

Mi hermana me soltó y con cuidado se levantó de la cama y se acercó a la puerta y con cuidado pego la oreja a la puerta. Yo estaba mas inmóvil y muy asustada, quien podría ser? Mi mamá? Mi papá? O mi hermano? Pensar en que era el me alegro mucho, no me importaba que hubiera llegado tan tarde.

Luego de unos momentos mi hermana abrió la puerta y sin mirarme siquiera salió con cuidado y cerró la puerta tras de sí.

Por un momento dije que ese no era mi día, otra vez me iba a quedar a media, quemándome lentamente por dentro como una brasa. Me empecé a acariciar mi sexo desnudo por un momento pensando en lo que había hecho mi hermana, cuando al rato al estar a punto de caramelo como cuando estaba cuando el ruido interrumpió la sesión con mi hermana, se me vino a la mente la idea de que quien estaba en la puerta queriendo entrar era mi hermano.

Sin pensarlo mucho me paré con cuidado y me dirigí a la puerta, con mucho cuidado la abrí y salí así como estaba sin nada debajo hacia el cuarto de mi hermano, pasé por la puerta del cuarto de mi hermana y tenia la puerta entre abierta, con la luz que entraba por la ventana la pude ver acostada y roncando ya.

Seguí la cuarto de mi hermano, tenía la puerta cerrada, dudé por un momento si entrar o no, pero fueron más las ganas que el miedo, así que lentamente giré el pomo de la puerta y esta cedió fácilmente, empujé lentamente y mi vi a mi hermano acostado boca arriba, estaba sin camisa y un short, a pesar del frio de la casa no estaba acobijado.

Entré y cerré la puerta con seguro, me acerqué a la cama y con sumo cuidado me puse a su lado, no sabía qué hacer, sabía lo que quería, pero no por dónde empezar, mi vista estaba fija en lo que estaba debajo de su short, así que subí una de las piernas del short y la poca luz del cuarto me permitió ver su grandes bolas, y su pequeño miembro que a mí me parecía normal, pues ya sabía cómo funcionaba la cuestión.

Tenía muchos pelitos ensortijados, así que coloque mi manita y empecé a sobar las bolas y a tomar con dos dedos su miembro, trataba de contener la respiración pero era imposible, me sentía acelerada, asustada, nerviosa, ansiosa, era un mar de sensaciones que no sabría decir cuál era la mayor.

A veces a mi hermano se le escapaba algún ronquido y eso me hacía sobresaltar, pero continuaba, no sé cuanto duré haciendo esto, hasta que por fin su pene empezó a tomar vida. Entonces deje las bolas en su sitio y me dedique a darle una suave paja.

Ya completamente erecto me provocó besarlo y acerqué mi cara, tenía un olor fuerte, un poco desagradable al principio, pero era embriagador y no me importó, me lo metí lentamente en la boca y comencé a chuparlo suavemente.

Estaba bastante salado, pero ese sabor desapareció al poco rato de chupárselo, y eso me hizo esmerarme más y disfrutarlo más y más, al punto que a veces hacia ruiditos de chupeteadas.

Una mano en mi cabeza haciendo presión para que me lo metiera más, me sorprendió agradablemente, mi hermano había despertado lo miré y estaba sonriendo levemente, entonces bajo su mano a mis nalgas y me las apretó con fuerza y las masajeo con ardor, bajó la mano hacia mi pierna y me jalo hacia él, entendí claramente lo que quería pues esa acción la había visto en la película, así que me despegué de mi caramelo momentáneamente y me acomodé sobre él, una rodilla a cada lado de su cara y las abrí dejando caer mi sexo sobre su cara.

Mi sexo ardió apenas sentí su lengua lamiéndome mi rajita, me dejé caer un poco, lo ayude a quitarse el short y me puse a tiro, pero mi boca no llegaba a su tallo, el entendió mi movimiento entonces tomó otra almohada y la colocó detrás de su cabeza, y me empujó un poco hacia abajo.

Nuevamente empecé a chuparlo con mas deseo y mientras sentía una oleada en mi sexo, una oleada de su lengua que me estaba haciendo llegar rápidamente a un orgasmo, era lógico tenía dos días de sesiones inconclusas y esta iba muy rápida.

Me sentí caliente por un momento y me tuve que detener a quitarme la franela por qué me sentía ahogada en calor, me levanté quedando prácticamente sentada sobre la boca de mi hermano, eso fue fantástico, hacía más presión y sentía que su lengua me iba a traspasar la sentía muy adentro, los cañones de su barbilla me estaba lastimando mi pepita ardiente, pero no sé, me gustaba ese dolor, así que me quedé en esa posición, subí mis manos y me empecé a pellizcar con fuerza los pezoncitos que estaban durísimos por la excitación.

Ese fue el detonador de una fuerte explosión de espasmos, donde mi respiración parecía trancarse a veces y mis piernas las sentía desfallecer en temblores, no pude soportar más su lengua en mi sexo y mucho menos los cañones de la barbilla en mi clítoris, así que me despegue rápidamente y me acosté en su amplia barriga temblando llena de espasmos.

El me levantó en vilo y me dio vuelta y me puso sobre él cara a cara, apenas vi su boca lo besé con ardiente pasión, como si me lo quisiera comer, tenía un fuerte sabor a alcohol y me gustó mucho, a la vez que mi cuerpo se fue calmando, sus manos estaban en mis redondas y duras nalgas y me las acariciaba con ímpetu, a la vez sentí sus dedos hurgando mi culito, y masajeándolo pero sin hacer mucha presión.

El rodó un poco hacia su derecha y me acostó, se acomodó entre mis piernas y su sexo duro aun quedó colocado a lo largo de mi rajita y empezó a moverlo a lo largo de mi sexo, podía sentir como su tallo recorría mis labios y mi clítoris, el me beso nuevamente y yo me agarré de su cuello fuertemente.

Poco a poco el deseo de moverme se fue apoderando de mi y nuevamente estaba excitada deseando más y más, el comprendió y se separó un poco, metió una mano entre los dos y colocó su cabeza en la entrada húmeda.

Solo entonces me dijo que si estaba lista… como se atreve a preguntarme eso!!, es como decirle un cura si quiere limosna o a un santo si quiere vela, asentí rápidamente con mi cabeza y me besó fuertemente, cubría toda mi boca con su boca y yo me aferré más fuerte a su cuello, mirándolo directamente a los ojos. Por que sabía o intuía que eso me iba a doler, pero lo quería de todas maneras.

No sé si fue un ardor, como algo que quema, o una punzada muy aguda, pero pegué un grito en su boca, fue un grito agudo que lo hizo detener en su avance repentinamente, empecé a sollozar quejándome en su boca, y me aferré mas fuerte a su cuello con las manos en sus hombros, como si le clavara las inexistentes uñas que no tenía.

El dolor cesó rápidamente, por un momento, mi boca temblaba mientras nuestras lenguas se acariciaban lentamente, el deseo aun estaba latente, pero tenía miedo a moverme y que me doliera nuevamente, pues aun sentía un leve escozor.

Nuevamente él entró un poco más y nuevamente grité en su boca, sentía correr mis lagrimas hacia mis oídos, y gemía de dolor a medida que el hacia presión sobre algo que aun no le terminaba de dar paso.

El dolor desaparecía a medida que él dejara de seguir empujando, y eso me tenía loca, quería sentir más a sabiendas de que me iba a doler más, pero él empezó a moverse de manera corta y lenta entrando y saliendo, pero sin invadir un milímetro más y sin salir tampoco.

Poco a poco me fue llevando a un orgasmo más violento que el anterior, a veces yo empujaba un poco más pero aun así me dolía mucho y me detenía, mi boca estaba desesperada en la suya y nuestra respiración era muy ruidosa.

Un nuevo orgasmo me invadió y él se despegó, por que con mis espasmos hacía que me doliera más aun y gimiera de dolor a la vez que el orgasmo se apoderaba de todo mi ser.

El se acostó a mi lado y me trajo con sus gruesos brazos sobre su pecho y me acariciaba tiernamente hasta que nos fuimos calmando, mi sexo me ardía, mis pezones estaba súper sensibles y fui presa de una suave somnolencia, me sentía en las nubes sentía que amaba a mi hermano y así era.

  • Te dolió mucho? –Me preguntó.

  • Si, pero me gustó mucho más. –le dije.

  • Bueno preciosa vete a acostar que ya tendremos tiempo de completarlo.

  • Te quiero mucho hermanito.

  • Yo también mi angelito.

Con mucha pereza me levanté y con molestias en mi sexo casi penetrado, caminé hacia la puerta como dios me trajo al mundo, no me importó la franela y salí con cuidado del cuarto y me dirigí al mío.

Me detuve en el baño y entré pues tenía muchas ganas de orinar, fue un alivio muy placentero y cuando me limpié vi el papel lleno de sangre, me asusté un poco pero pensé que era normal, sabía que algo se había roto dentro, tire el papel en la poceta y me limpié un poco más con otro y también corrió con el mismo destino.

Me fui a mi cuarto, me puse un short y me acosté muy contenta y rápidamente me quedé dormida.

Al día siguiente me levanté como a las 11, tenía mucha hambre y sed, me paré y me puse una franela grande y fui a la cocina, tomé jugo de naranja y me comí una lonja de jamón con una lonja de queso, estaba contenta de muy buen humor, fui al baño y me cepillé los dientes.

Cuando salí me pareció raro la calma de la casa, así que fui a ver por qué, mi hermana no estaba en su cuarto, mi hermano tenia la puerta cerrada y pase de largo hacia el cuarto de mis padres, revisé el resto de la casa y no había nadie. Llamé a mi papa al celular y me dijo que estaban en casa de la abuela, que dormida les había dicho que no quería ir, cosa que no recordé nunca, me dijo que mi hermano estaba en casa, no lo habían querido levantar por que había llegado muy tarde y que si queríamos ir para casa de la abuela que lo llamara nuevamente para que nos vinieran a buscar.

Cuando iba al pasillo de los cuartos vi a mi hermano salir del suyo en short sin camisa luciendo su gran barriga dirigirse al baño, entro y al rato salió y fue a la cocina, yo lo seguía sigilosamente.

Estaba tomando jugo de naranja cuando decidí aparecerme en la puerta, con las manos detrás de mí y girando rítmicamente mirándolo pícaramente.

  • Buenos días hermanito.

  • Buenos días preciosa –me dijo sonriendo. –Donde están los demás?

  • En casa de la abuela, salieron temprano.

  • Y por qué no nos levantaron?

  • Porque yo no quise ir y a ti no te quisieron levantar.

  • Y a qué hora vienen?

  • Me Imagino que en la tarde.

  • O sea que estamos solitos por un largo rato.

  • Si. –le dije con una amplia sonrisa, en mi boca.

Más vale que no, dejó el jugo en la nevera, la cerró y se dirigió hacia mi rápidamente, me tomó entre sus brazos me cargó en vilo y me besó ardientemente, me pasó los brazos por la espalda y yo me colgué de su cuello y lo rodee con mis piernas, lentamente y besándonos apasionadamente nos fuimos tropezando con todo hasta su cuarto.

Me puso de pie sobre la cama y casi me arrancó la franela, y me empezó a lamerme y chuparle fuertemente mis téticas, de inmediato sentí como los flujos me bajaban en oleadas, con sus manos se deshizo de mis short y sus dedos invadieron mi chochito ardiente, aun un poco adolorido por la casi intromisión nocturna.

El debió notar lo húmeda que estaba, por que de inmediato se separó de mí y me acostó en la cama, colocó una almohada debajo de mi trasero y se dispuso a quitarse el short donde una erección era más que evidente.

Un pene pequeño comparado con el protagonista de la película que ya me sabía de memoria, pareció saltar del short, me abrió de par en par y se acomodó arrodillado listo para entrar, colocó su miembro en mi entrada nuevamente y se acostó sobre mí, apoyado en sus codos metió sus manos debajo de mí y me tomó por los hombros, me besó ardientemente y de un solo empujón me la metió completa y se quedó quieto.

Un grito pavoroso se escapó de mi boca e hice un esfuerzo sobre humano para zafarme de él, pero obviamente el era mucho más fuerte y no me dejó salirme.

Sentí que algo se desgarró completamente dentro de mí, el dolor fue insoportable y luchaba contra mi hermano para que me la sacara, llorando me quejaba dolorosamente y lentamente el dolor fue pasando y me rendí en la resistencia contra mi hermano, descubrí que mientras menos me moviera menos me dolía.

Ya solamente sollozaba en su boca, con mis ojos inundados de lagrimas cuando él empezó un leve meneo que me provocó dolor nuevamente, pero era más soportable, tenía mis manos en su pecho empujándolo pero sin fuerza, a veces el dolor se hacía fuerte a veces era solamente leve.

Mi hermano aumentaba paulatinamente la velocidad y el largo de los movimientos sacándome quejidos de dolor, podía sentir cada milímetro de su miembro dentro de mí, entrando y saliendo, y el placer empezó a ganar la batalla, mis manos rodearon nuevamente su cuello y cuando me di cuenta ya mis piernas lo estaban rodeando. Y un frenético bombeo de mi hermano empezó a sacarme gemidos de dolores placenteros.

Estuvo bombeando frenéticamente sin parar, como no sé 15, 20 ó 30 minutos, que me parecieron eternos, tuve unos orgasmos muy largos, intensos, y placenteros, que me hacía apretarlo más y más hacía mí como queriendo que me traspasara, otros momentos mis piernas no parecían obedecerme y se volvían como locas de espasmos, hasta el momento en que sentí que algo muy caliente me inundaba y que me hizo tener nuevos espasmos increíbles.

Los dos nos quedamos besándonos por mucho rato, cualquier vestigio de dolor cesó cuando su sexo de hizo pequeño nuevamente y se salió con un leve movimiento de pelvis de mi hermano, y seguimos besándonos por mucho rato más.

Cuando por fin nos separamos, me asusté por la gran mancha de sangre en la cama, en mi sexo y en el suyo. Mi hermano me dijo que era normal y nos levantamos, el cambió las sabanas y puso nuevas, luego llevó las sabanas a la lavadora y las metió a lavar, de regreso en el cuarto me cargó y me llevó al baño donde nos bañamos juntos y me trató como a una princesa, me llenó de mimos y me curó mi cuquita con una cremita que encontró en el gabinete de las medicinas.

Me hizo desayuno, comimos y nos fuimos a su cuarto donde pasamos el día viendo tv, oyendo música, dándonos muchos besos y caricias, ese día se lo mamé varias veces, me volví adicta a su semen, ese día no me penetró nuevamente, me dijo que me tenía que recuperar un poco primero, pero aun así me hizo llegar nuevamente al orgasmo con una masturbada y una mamada a mi clítoris, poco antes de que llegaran los demás.

To Be Continue

En el próximo relato comentaré como mi hermana y yo estuvimos juntas y consientes las dos y mi hermano me da un gran gusto.

Pido disculpas nuevamente por el largo retraso en la continuación de la historia, y espero poder aprovechar estos pocos momentos libres para seguir escribiendo, también agradezco su paciencia y sus correos alentándome a continuar escribiendo. Un beso a todos y no se olviden de los comentarios y los votos

Karola.