Karla, la chica trans que me quito la virginidad
Mi transformación en una sissy latina me llevó inevitablemente a querer probar una verga dentro de mi, esta es la historia de la chica trans que le quito la virginidad a mi hoyito sissy con su enorme pene.
Después de descubrir lo bien que me sentía vestida como una nenita y jugando con
mi hoyito, lo hacía en cada oportunidad que tenía, normalmente cuando mis padres
y hermana me dejaban la casa sola. Esperaba a que se fueran y me ponía toda la
lencería de mi hermana, tanguitas muy monas, calzoncitos, tacones, pantimedias,
compre una peluca pelirroja y un día rasure mis piernas y mi clítoris (así llamo a mi
pene pequeñito ahora) siempre quedaba muy mona, mis piernas suaves y
femeninas y mi culito igual, me sentía muy sensual. También había pintado las uñas
de mis pies, siempre rojas, me hacían sentir más putita, más provocativa.
Llevaba varias semanas dilatando y preparando mi anito para el premio mayor,
perder mi virginidad como mujer, mi primer pene como una sissy latina, quería sentir
una verga grande y jugosa dentro de mi cuanto antes. Usaba principalmente mis
dedos bien lubricados con crema, o saliva y jugaba bastante rico con mi agujerito,
tratando de dilatarlo lo más posible, por el momento cuatro dedos era mi límite.
Sintiéndome preparada para tener una verga dentro de mi descargue una app de
citas, y subí fotos mías vestida como sissy, pero sentí un poco de miedo contactar
machos al principio, no sabía cómo reaccionarían al saber que era una sissy, por lo
que decidí que mi primera vez sería con una chica trans. Buscando por un rato
encontré a una chica trans, Karla, guapísima, era de piel blanca y cabello castaño,
1.80 m de altura y tenía tetas y culo riquísimos, le escribí y me contesto enseguida,
le dije que me había gustado mucho y le dije directamente que quería que sentir
una verga grande dentro de mí, contesto con una foto de su rico y jugoso pene
completamente duro que se veía enorme, de unos 25 cm de largo y bastante grueso
también. Las intenciones de las dos eran claras, por lo que acordamos vernos en
un motel, yo estaba tan emocionada, ansiosa y excitada de por fin ser cogida como
una puta por mi nueva amiga trans.
Reservé el motel para poder llegar antes, vestirme y arreglarme para Karla ya que
aún no me sentía con confianza de salir a la calle vestida como sissy. Para la
ocasión compre toda mi lencería y atuendo por internet, una tanguita y un bra rosas,
medias blancas, una faldita de lycra blanca pegadita que resaltaba mi culito, un top
chiquito blanco y tacones de 15 cm. Me vestí, me puse la peluca y pinte mis uñas
color rosa, cuando termine me vi al espejo y me veía tan linda, mi intención era
verme como una putita, pero había quedado mas mona que puta. Mi clítoris estaba
a reventar y mi tanguita ya estaba bastante mojada.
Me senté al borde de la cama mirándome al espejo cuando de pronto tocaron a la
puerta, mi pulso se aceleró, me levanté, abrí la puerta y ahí estaba la chica trans
que me quitaría la virginidad. Karla llevaba puestos unos jeans pegaditos, una blusa
negra con amplio escote y tacones de aguja muy altos, me vio de arriba abajo y sin
decir nada cerro la puerta y me planto un beso mientras acariciaba mis nalguitas.
Le pregunte que si había quedado linda y respondió que me veía como toda una
sissy. Tomo mi mano y me guio a la cama, nos acostamos y me subió la faldita vio
mi clítoris y con una risa dijo “esta mono y muy pequeño”, comenzó a jugar con él
mientras su lengua jugaba dentro de mi boca, yo ya estaba loca de placer, estaba
muy caliente por lo que comencé a desabrochar sus jeans y fue cuando sentí su
enorme verga, tuve que dejar de besarla para ver tremendo monstruo entre sus
piernas. Mi boca y mi culo se hacían agua, quería comerme o meterme esa verga
en mi boca o mi hoyito, lo que fuera, pero cuanto antes.
Karla notó mi sorpresa y la lujuria en mi cara, se puso de rodillas y me ordenó
“chúpamela nena”, dude un instante por lo que tomo mi cabeza y me acerco a su
pene, saque mi lengua tímidamente y le lamí la cabeza, sabía y olía riquísimo, ella
me acerco más y lo metió casi todo en mi boca, mi clítoris estaba a reventar, Karla
movía sus caderas para follar mi boca con su vergota, de pronto se detuvo y dijo
“ponte de boca en la cama y para tu culito”, era la hora, Karla me iba a penetrar, iba
a sentir por fin una verga dentro de mí.
Obedecí inmediatamente y ella saco de su bolsa lubricante y un condón, separo mis
nalguitas y dejo caer sobre mi hoyito bastante lubricante. Me pregunto “¿esta lista?”
a lo que respondí “Hazme tuya, soy tu hembra”, primero me metió un dedo, mientras
besaba mi espalda, yo estaba loca de ansias, mi hoyito apretó su dedo y ella dijo
“parece que estas hambrienta de pene!” me metió otro dedo y otro, mi culito ya
estaba bastante dilatado, se puso el condón, me tomo de las caderas, paró más mi
culito y comenzó a frotar su enorme pene en la entrada de mi anito, se sentía tan
delicioso que comencé a gemir, tomo mis manos con las suyas, beso mi cuello y me
metió su verga, su jugosa y enorme polla estaba dentro de mi ano, la metía y sacaba
y yo gemía como una perra en celo. Yo estaba muy excitada, a punto de venirme,
Karla acelero el paso y aumento la fuerza de las embestidas, mi culito se abría cada
vez mas con su polla, yo ya no aguantaba mas y pare todo lo que pude mis
nalguitas, Karla tomo mi clítoris y lo frotaba al mismo ritmo que me penetraba.
No pude más y tuve un orgasmo tan delicioso, mi clítoris explotaba a chorros y Karla
me monto aún mas fuerte hasta que de pronto sentí como su caliente y rico semen
llenaba mi hoyito de puta, con cada espasmo su leche caliente se acumulaba dentro
de mi vagina sissy.
Las dos nos desplomamos de cansancio en la cama y nos pusimos de cucharita,
ella besaba mi cuello y espalda con su rica verga aún dentro de mí. Intentó sacarla
y le dije “Déjame el condón con tu rica leche dentro de mi anito”, ella se rio y me dijo
“Eres una putita golosa”, saco su pene de mi hoyito sin sacar el condón, le hizo un
nudo y descanso su pene ya flácido sobre mis nalguitas. No pude más y me quedé
dormida, cuando desperté Karla se había ido, pero descubrí una foto instantánea
de mí, su perra, su hembra, su putita, con el condón usado asomándose por mi
culito, dormida, follada y aun vestida como sissy.
Después de esa experiencia Karla y yo tuvimos mas y mejores experiencias que ya
contaré en siguientes relatos.