Karina , Secretaria a todo servicio ( PARTE I )
Una morochita de 18 años recién cumplidos y llega a trabajar como si secretaria , aprendiendo de su experimentado jefe a realizar muy bien su trabajo.
Karina , Secretaria a todo servicio ( primera parte)
Tengo 43 años, trabajo en una gran empresa de servicios de minería, tengo un buen puesto de trabajo, muy bien recompensado. En el área donde trabajo, solo necesito una secretaria para desempeñarme a la perfección. Justamente esta se fracturo un pie y le dieron licencia por dos meses. En su reemplazo de recursos humanos me enviaron a una alumna en práctica. Era una morocha de 18 años recién cumplidos, morena, de rostro no muy agraciado, gordita, de tetas muy grandes, pelo negro, crespo y un culo enorme, levantado, muy grande, Karina era su nombre.
El primer día que Karina apareció, llego muy callada, tímida, no conocía el trabajo, venia saliendo de un colegio donde les enseñan a ser secretarias, pero completamente distinto al trabajo que acá se desarrollaba. La tome bajo mi mando y a la semana estaba muy bien, era muy habilosa, siempre tratándome con mucho respeto, muy servicial, me servía café apenas llegaba en la mañana , todo con una agradable sonrisa.
Tengo una mala costumbre de siempre meterme con mis secretarias, me encanta usar mi autoridad y follarlas en la oficina o hacer que me la chupen cuando a mi me plazca, y a pesar de que esta morochita no era muy atractiva, trataría de mantener mi tradición, por lo que también me mostré muy atento con ella, la saludaba de beso en la mejilla, la trataba muy bien y puedo decir que no le era indiferente, lo notaba en su mirada y en su sonrisa. Siempre he tenido buena facha, soy delgado pero musculoso, alto, simpático, con una buena herramienta, siempre he tenido buena suerte con el sexo opuesto y para que andamos con cosas, mi buena situación económica siempre me ayudo.
Una tarde que salí del trabajo, la vi junto a un chico, al parecer menor que ella, muy delgado, con ropa desaliñada, un tatuaje y un aro, iban tomados de la mano. Ella me vio pasar ( en mi BMW ) , y me sonrió saludándome. Al otro día le pregunté quién era la persona con que la había visto y me dijo que era su novio. Efectivamente por lo que averigüé era menor que ella, tenía 17 años y empecé a molestarla que se tenía que buscar alguien con mejor presencia, quizás un tipo mayor que ella, alguien con más estilo, que la llevara a comer, a bailar y que era muy joven para ella.
La seguí molestando un par de días, hasta que le pregunté cual era el tipo mayor que había andado con ella y me dijo que nunca uno mayor, siempre había sido menores. Entre muchas preguntas, me tome la libertad de preguntarle si era virgen, cosa que la ruborizo un poco, pero a las finales me confesó que había debutado con este chico. Le dije la suerte que tenía el chico, que yo recién había debutado a los 18 ( cosa que era mentira) , pero la idea era conversar mas del tema sexo. Noté que luego de esto se comenzó a soltar un poco más, su mirada más insinuante, mas sonrisas, era claro que yo le atraía, mas cuando le pregunte si yo era muy viejo como para conseguir una chica joven como ella y me respondió que muchas amigas de ella , estarían encantadas con un hombre de mi edad y mi facha.
- ¿ de verdad me encuentras interesante?
- Obvio que si .. su forma de vestir, su forma de hablar
- Mira que interesante , yo pensé que me encontrabas viejo
- Ja ja .. no , para nada, como se le ocurre viejo
- Ahh.. O sea así algún día te invito a comer , no te daría vergüenza andar conmigo
- Ja ja , no , claro que no, ja ja ja
- No , en serio te lo digo, podríamos salir a comer ¿te parece?
- Heee …si , podría ser
- Para que le vamos a decir a tu flaco “ tatuado”
- Ja ja ..
- Porque yo creo que se pondría celoso ¿o no?
- Si .. seguro que si
- Ya … entonces , ¿ que me dices? … vamos almorzar hoy
- Bueno
Ese mismo día, luego de trabajar toda la mañana, nos fuimos a almorzar a un restaurante a las afueras de la ciudad, ese día tenía poco trabajo y no necesito pedirle permiso a nadie para ausentarme, por lo que ese día me jugaría mis cartas.
Me atraía su ingenuidad, su poca experiencia y su poco camino recorrido. Su fçisico también no me era indiferente. Ya me la imaginaba en cuatro patas dejándome su enorme culo a mi disposición, o chupándole las tetas. Se notaba que yo le atraía, seguramente era alguien completamente distinto a sus novios, se mostraba coqueta, su mirada me lo decía todo. Era muy rápido para llevármela a un motel, pero para que alargar la agonía, si sabía que aceptaría.
El almuerzo estuvo delicioso y cuando terminábamos de comernos el postre, nos trajeron un bajativo por cuenta de la casa. Me dijo que ella no bebía, pero le hice tomarse el pequeño trago, diciéndole que no se podía desperdiciar. Era mi momento, le dije que ahora teníamos dos opciones, o volver a trabajar o dormir una siesta por ahí. Se rió pensando que estaba bromeando, pero le dije que era verdad lo que le proponía. Se quedo callada, solo se reía y yo seguía insistiéndole que estaba estresado y que no quería trabajar, hasta que me dijo que prefería no volver a la oficina. Ya había caído…
Nos subimos a mi auto y a menos de un kilometro, había un Motel que yo ya conocía muy bien. Pensó hasta último momento que era broma, pero cuando vio que entraba a este, su cara cambió, seguía riéndose, pero muy nerviosa y me decía que ella pensaba que era una broma. Le dije que no era así, que luego de una buena comida lo mejor era reposar, y entre risas y risas, entramos a la cabaña.
Me acosté en la cama, prendí un cigarro, mientras ella se paseaba nerviosa por el cuarto, le pase uno a ella, el que se fumó muy rápidamente, nerviosa, riéndose de la situación. Le dije que se calmara y que se sentara a mi lado, que no se asustara
- Es que me da vergüenza , pensé que era una broma suya
- Pero que tiene de malo, ¿acaso no duermes siesta?
- Ja ja ja …. Si , pero no en un Motel y menos con mi jefe !!
- ¿Es por lo viejo que soy?
- ¡No! .. ¡como se le ocurre!
- ¿habías venido antes a un Motel?
- No , jamás… es mi primera vez ..
- Siempre hay una primera vez para todo
- Me da vergüenza .. ¿Por qué no nos vamos mejor?
- Tranquila… ¿ o acaso me tienes miedo?
- No .. si .. ahhh no se … me da vergüenza
- ¿pero que te da vergüenza?
- Que va a pensar de mi Ud
- Pero ven, siéntate acá … ¿ que tendría que pensar de ti, si yo te invite?
- Mmm no se , me davergüenza …
- Ven .. eso , relájate
Se sentó mi lado en la cama, algo nerviosa. Se notaba que lo deseaba, pero igual su timidez y nuestra diferencia de edad se la comían. Le toque la cara y ruborizada no me miraba, sabia a lo que iba, seguramente lo quería, pero tenía miedo. Me acerque y le di un suave beso en los labios que apenas me contesto. La acomode en la cama y la seguí besando, pero sus besos eran tímidos, suaves, algo obligados. Noté como se colocó muy nerviosa, cuando suavemente mi mano acarició su pierna hasta rozar una de sus enormes nalgas y mucho más cuando mi manos acaricio uno de sus pechos, cortando el beso
- Tranquila
- Si
- ¿Estás incomoda?
- Un poco
- ¿prefieres que nos vayamos a la oficina?
- Ehhh .. No , prefiero estar acá
- ¿entonces? , ¿qué te pasa?
- Nada
- ¿ no te gusto?
- Si me gusta
- ¿Entonces?
- Es que está pasando muy rápido , yo no soy así
- Somos adultos, que tiene de malo un rato agradable, sin complicaciones
- No se.. no tengo mucha experiencia, casi nada. Mi única vez fue con mi pololo y fue hace poco
- Yo se que te da miedo, pero tienes que relajarte, dejarte llevar. Si algo no te gusta, me dices y no lo hago. La idea es que ambos disfrutemos
- Bueno
La volví a besar y poco a poco se fue soltando. Todos mis movimientos eran en extremo cautelosos, sin forzarla a nada. Tomándola de la cintura, jugando con mis dedos, subiendo lentamente hasta el comienzo de sus pechos, pero sin agarrárselos, solo tocando el comienzo de estos para luego volver a bajar. Comencé a darle besos en el cuello, donde ahí si vi que surgían efecto, se estaba excitando de a poco, lentamente, hasta que lleve una de mis manos a su teta y se la comencé a acariciar suavemente, sin sentir de parte de ella, ninguna resistencia, pero aun nerviosa.
Luego fui bajando por su cuello, siempre besándoselo, hasta llegar a su escote y al comienzo de sus ricas tetas. Sentía su respiración agitada, veía como estas se inflaban mas con cada uno de sus respiros, cada vez más profundos. No dijo nada cuando mi cabeza llego a ahí y comencé a rozárselas con mi cara y a darle pequeños besos en su escote. Que ricas tetas tenia la pequeña, como me deleitaría con ellas. Suavemente fui desprendiendo uno a uno los botones de su blusa, hasta llegar al último, dejándola con todas sus ricas tetas expuestas, solo sujetadas por su brasier, no muy sensual.
Nuevamente acostado a su lado, con mi mano en una de sus tetas, la besaba suavemente, tocándosela y ella dejándose querer, hasta que comencé a besársela por sobre la tela, notando como su pezón duro recibía mis caricias, le corrí un poco esa prenda, esa prenda y apareció su hermosa teta, grande riquísima, la que me lleve a la boca y succione suavemente, diciéndole lo bonita que era. Luego, con la habilidad y experiencia de muchos años, un rápido movimiento tras su espalda y su brasier quedó desabrochado. Le saque todo, dejándola desnuda de la cintura hacia arriba, con sus hermosas tetas expuestas, las que me dedique a chupárselas una y otra vez a mi antojo, agarrándoselas con ambas manos y dándole fuertes chupetones. Ella con los ojos cerrados, sus brazos hacia los lados, dejaba que su jefe se entretuviera con sus pechos, esos pechos duros, juveniles, de grandes dimensiones y pezones oscuros que fueron succionados una y otra vez.
Una manos en su entrepierna, la hizo estremecer. Le desabroché el botón de su pantalón y cuando quise bajárselo, me dijo que no era justo que ella estuviese desnuda y yo no. Riéndome me saque la camisa, quede de espalda me desabroché el pantalón y le dije que ella terminara de sacármelos. Se rio, pero arrodillada a mi lado, con sus tetas colgando lo hizo, dejándome solo con ropa interior y un generoso bulto dentro de esta.
- Te queda una prenda que sacarme
- Ja ja .. no sáqueselos ud!
- Dale , sácamelos tu
- Ja ja … no puedo creer que esté haciendo esto
- Vamos , sácamelos
- Ok , pero no me mire que me da vergüenza
- Dale .. yo miro hacia otro lado
- Ohhh Dios mio … ohhh Dios mio … no lo puedo creer.
Cerró los ojos, riéndose, al encontrarse con mi gruesa verga, dura como un roca, venosa apuntando la techo. Miraba hacia los lados, riéndose, diciéndome que jamás pensó que fuera tan grande.
( no quiero mentir, no es tan grande, si de un tamaño respetable , para alguien de 43 años. Seguramente que al lado de la verga de su delgado y pequeño novio, obviamente la mía era de un tamaño muy superior )
La miraba y se reía, diciéndome que era enorme. Me sentía en el cielo, había escuchado elogios a mi verga, pero nunca algo así. Claro, era la segunda verga que Karina había visto en su vida, y mi rival era muy inferior a mi. Orgulloso de mi masculinidad, la invité a que me la tocara, se reía y no se atrevía, hasta que acercó su mano y me la tomo, muy suavemente, riéndose, diciendo que le llegaba a dar miedo.
- Ohhh Dios mio .. no lo puedo creer
- Mmm que rico sentir tu mano ahí
- Ja ja
- ¿no te gusta?
- Ja ja ja … si … No se … ¡la tiene muy grande!
- Pero eso les gusta a uds. ¿o no?
- Ahhh no se… no tengo tanta experiencia
- ¿Es más grande que la de tu novio?
- ¡Mucho mas grande!
- ¿mas larga o mas gruesa?
- Ja ja .. las dos cosas! … es el doble ja ja ja
- Está bien entonces, mas placer te va a dar ….
- Ja ja …. Ahí .. no se .. no se si me voy a atrever
- ¿me das un beso ahí?
- ¿Qué?
- Métela a tu boca
- Ja ja … no se, ¡me da vergüenza!
- Vamos .. ¿Qué te cuesta? … dale , unos besitos
- No se … ja ja ja
- ¿Nunca lo has hecho
- ¡No , jamás!
- ¿tu novio nunca te lo ha pedido?
- Nooooo , nunca
- Anda .. yo te voy a enseñar .. a nosotros nos encanta
- Me imagino que si .. pero .. no se… me da verguenza
- Ven .. solo unos besos
- No puedo creer que este haciendo esto
- Dale .. prueba …
- Bueno … pero no me mire
- Dale …
Karina, sin dejar de tocármela, me la miraba fijamente y se reía pensando en mi propuesta. Era completamente ingenua, no sabía cómo hacerlo, no se atrevía, hasta que luego de insistir un poco mas, conseguí que me diera un beso ahí …
- Mmm que delicia .. otro .. dame otro …
- ¿Asi?
- Mmmm que rico .. uno más largo …
- Mmm
- Que rico .. abre la boca y métela ahí … ahhh eso …
- ¿le gusta asi ?
- Mmmmmmm me encanta chúpamela
- Bueno ….
- Ohhh que rico ¡ . sigue asi …. ohhh
- Mmm ¿asi?
- Ohhhhhh perfecto ¡
La verdad no era una buena mamada, lo hacía muy suave, a un ritmo que no me gustaba, pero estaba aprendiendo, ya la dejaría una experta después. La tuve un buen rato chupándomela, quejándome de placer para que ella se estimulara y poco a poco fue siguiendo mis instrucciones y comenzó a gustarme como lo hacía. A veces se la sacaba de la boca y se reía ingenua, pero sin soltarme la verga, nuevamente alabando mi tamaño.
Luego de mucho rato de tenerla ahí chupándome la verga, la acosté a mi lado y después de darle unas buenas chupadas a sus grandes tetas, le saque el pantalón. Usaba un calzón nada sensual, algo infantil incluso, el que se resistía un poco a que se lo sacara, hasta que accedió. Lentamente le saque la prenda, liberando al fin su enorme culo. Al verse desnuda completamente con su sexo expuesto a los ojos de su jefe, cerró los ojos con vergüenza.
Admiré su desnudez y le dije que ahora era mi turno de darle placer. Ambos completamente desnudos, bese suavemente sus pechos, baje hasta su ombligo dándole pequeños besos que la hacían reír y luego más abajo. Se resistía un poco a que le abriera las piernas, pero al fin lo hizo. Me quede contemplando su sexo casi sin uso, de labios delgados, bastante cerrado, con unos suaves pelos negros. Le di un beso al interior de sus piernas, luego otro, sintiendo como se colocaba muy nerviosa y excitada a la vez, juntando sus piernas, a veces hasta cosquilla le daba. No me dejaba trabajar tranquilo, se reía mucho, a cada rato juntaba sus piernas , hasta que mis besos llegaron a su sexo, se hicieron más frecuentes , mi lengua consiguió entrar un poco y ya de ahí, con mi lengua intruseando su sexo, dejó de reírse y de juntar las piernas , comenzando a disfrutar de la nueva experiencia y dejo que su jefe, con muchos años de experiencia , le comiera el coño a su antojo. Ya al poco rato mi lengua le entregaba placeres nuevos, desconocidos para ella, haciéndola estremecer, gemía y gemía , moviendo su cabeza de lado a lado, entregándose al placer del sexo oral
- Mmm que rica la tienes …
- Ohhhh
- Que sabrosa la tienes .. ¿te gusta?
- Ohh si . ¡me encanta!
- ¿Nunca te lo habían comido?
- Ohhhhh noooo … me encanto
- ¿Qué te gusta? .. dime
- Mmm sentir su legua en mi cosita … ohhh
- ¿si? .. y si te la meto asi?
- Ohhhh también!!! .. mucho … ¡que rico!
Se la comí un buen rato, a veces llegando hasta su culo, haciéndola estremecer de placer. A ratos me detenía para no hacerla acabar aun, le estaba dando clases de sexo oral , algo que jamás había experimentado. Luego me monté sobre su pecho y le coloque la verga entre las tetas y en la boca .Ahora sí que me la chupo con ganas, caliente desesperada. Era muy excitante ver a la morochita de mi secretaria con mi verga en la boca chupándomela una y otra vez, fuertemente, agarrándomela con sus dos manos.
Me baje y me coloque sobre ella, entre sus piernas, listo para entrar en su cuerpo. Estaba caliente, pero aun nerviosa sabiendo lo que se venía. Con mi lanza lista para perforarla, en el lugar exacto, comencé a tratar de meterle solo la cabeza, estaba muy cerrada y nerviosa a la vez, no quería causarle dolor, con un suave mete y saca, solo con la cabeza de mi verga, fui logrando que se dilatara mas, cada vez costaba menos hasta que , entre fuertes gemidos , mescla de dolor y placer, ya le entraba casi la mitad, comenzando a disfrutar de la verga de su jefe, hasta que con mi manos agarrándole con fuerza su enorme culo, se la mande a guardar toda. Se quejo que le dolió y con sus manos en mi pecho me hecho un poco hacia atrás, se la saque un poco, y volví a metérsela pero no tan adentro. Nuevamente sus palabras “la tiene muy grande” , salían de su boca acompañadas de una sonrisa.
Continúe follándomela así un buen rato, apoyado en mis brazos, chupándole siempre las tetas , metiéndole solo la mitad, a veces jugaba y se la metía mas al fondo, causándole un gemido de dolor y la palabra “no, no , no”, hasta que el dolor se alejo y comenzó a gemir como una perra en celo , moviéndose al compas de mis embestidas, tragándose la enorme tranca de su jefe.
- Ohhhhhhhh .. ahhhhgggg
- Mmmm que rica estas !!!
- Ahhhhhh asi .. asi .. asi .. que rico … no paré ¡
- Mmmm ¿ya no te duele?
- No. … me encanta…. la tiene tan grande .. tan rica .. ohhh
- Mmm .. ¿me vas a dejar follarte en la oficina?
- Siiiiiii .. las veces que Ud quiera
- Mm que rico . te la voy a meter todos los días …¿ya?
- Siiiiiiii lo que ud quiera
- Serás mi putita …. ¿quieres ser mi putita?
- Si .. si quiero!
- Que me dejes chuparte la concha en la oficina .. arriba del escritorio
- Ohhh si!!! …
- ¿te gustó que te la chupara?
- Ohhhhhh me encantó!!!!
- Qué me la chupes cuando yo quiera
- Si .. todo lo que ud quiera … cuando quiera ….
- MMM que rico .. ahora ponte en cuatro patitas que te quiero comerte asi
Con mi secretaria en cuatro patas y yo de pié detrás de ella, la agarre del culo y se la volví a meter fuertemente, haciéndola gritar de gusto. Me deleite agarrándole sus grandes nalgas que en esa posición se veían más grandes aun. Que rico culo se le veía a mi secretaria, con la cabeza apoyada sobre la cama, y su culo a mi completa disposición, dándole con todo, hasta que me di cuenta que estaba corriéndose. Con mayor fuerza le di y le di, haciéndola gritar de placer, logrando que alcanzara un largo orgasmo. Ya una vez que ella acabó, de todas formas me mantuve ahí dándole verga , hasta que me cansé. Me acosté a su lado, aun sin correrme, con mi verga dura como una roca.
La dejé descansar un poco, acostada a mi lado. Estaba algo adolorida, pero completamente satisfecha. Conversamos desnudos, siempre haciéndole que me tocara la verga con su mano, para que no se me enfriara. Me decía que había estado increíble, que la había hecho sentir toda una mujer, que era 100 veces mejor que su novio en la cama. Conversando desnudos, acariciándole sus tetas suavemente, me comentó que sus pocos encuentros habían sido muy rápidos, donde el no duraba mas allá de unos cuantos minutos, que ella no siempre acababa, a veces quedaba con ganas, mientras el siempre terminaba feliz.
- En cambio usted … ja ja … mire como esta
- Mmm me encanta sentir tu mano ahí
- ¿quiere que le de más besitos?
- Si … claro que si … ohhhh que rico
- Le confieso algo , me encantó hacerlo
- ¿si?
- Si , siempre tuve la curiosidad como sería
- Mmmm que rico … es toda tuya , me la vas a chupar muchas veces mas …
Karina nuevamente se acomodó a mi lado y se quedo chupándome la verga, mientras yo le acariciaba el culo. Al rato la tenía ensartada nuevamente, sentada sobre mí, con sus tetas en mi cara y subiendo y bajando enterrándose toda mi verga, gimiendo, casi llorando del gusto que se daba con la verga de su jefe que la llenaba por completo.
No había llevado condones, y no quería echarle los mocos adentro. Obviamente con su inexperiencia, no estaría tomando ningún método anticonceptivo, por lo que le dije que tenía 3 opciones, que tenía que dejarme acabar en su culo o en su boca.
- Ohhhh como me hace sentir …!
- Mmmmm que rico .. pero ya quiero acabar … quiero echarte mi lechecita
- Ohhhhhhh si … , pero acabe afuera
- Si se que no puedo acabar adentro …. Pero no me gusta acabar afuera
- Pucha , pero voy a comenzar a tomar pastillas, le prometo
- Si, pero ahora …. Me vas a tener que dejar metértela en tu culito para acabar ahí
- Ja ja ni loca .. la tiene muy grande
- De más te entra… ¿quieres?
- Nooooo
- Ya pues , no seas egoísta
- No , me va a doler …
- Te meto solo la punta
- No, mejor se la chupo y luego lo hago acabar con mis mano .. ¿le parece?
- Mmmm me gusto la idea, pero mejor acabo en tu boca
- Ja ja
- Lo digo en serio .. déjame acabar en tu boca ..
- No .. no me gusta
- ¿ lo has hecho antes?
- No , claro que no … pero no se .. no me va a gustar…
- Dejame echártela en la boquita .. te va a gustar
- Otro día si … hoy no …
- No, no quiero otro dia … elige , tu boquita o te la meto por detrás …
- Ja ja … ¡por atrás ni loca! …otro día … si me vuelve a traer para acá , le juro que lo dejo acabar en mi boca
- Mmmmmm , conste , es un trato … ya .. ven .. chúpamela que tengo muchas ganas, siéntate aca y te la echo en las tetas
- Mmmm que rico .. ¡ya!
La gordita se sentó en el borde de la cama, y yo de pié, le metí la verga entre las tetas y se las comencé a follar. A veces se la hacía chupármela, donde ella me advertía una y otra vez que no acabara en su boca. Estuve tentado hacerlo, pero ya tendría la oportunidad más adelante. Las tetas de mi secretaria eran exquisitas, especiales para una paja cubana. Se las agarraba ella misma y se las apretaba contra mi verga. Sin sacarlas de ahí, bajaba su cabeza y me la chupaba deliciosamente.
Luego de una muy buena chupada, me comencé a masturbar fuertemente , pidiéndole que colocara sus tetas para recibir mi leche. Obediente, se tomo las tetas con solo un brazo dejándolas juntas ya que con la otra mano se comenzó a masturbar. Estábamos muy caliente , yo me quejaba avisándole que ya estaba por salir mi chorro y ella más fuerte se tocaba, hasta que estuve listo, le metí la verga entre las tetas y comencé a descargarme copiosamente , gimiendo de placer , viendo como sus generosas tetas recibían mi abundante descarga, llegándole hasta el cuello el semen.
Me mantuve ahí, esparciéndole la leche en las tetas , pero luego se la acerque a la boca , se rió y me corría la cara , le daba algo de asco, sin embargo , accedió y me la comenzó a chupar nuevamente confesándome más tarde que le había gustado el sabor.
Después nos metimos a bañar, le enjabone muy bien el culo, metiéndole un dedo mientras la besaba, le dije que tarde o temprano, ese culito sería mío. Ella se reía y me decía que no creía , pero que si se lo podría hacer cuando yo quisiera por delante.
Ya estaba lista, la haría mi puta de oficina y me la follarÍa todo el tiempo que le quedaba, más aun si le había gustado el sabor de mi leche.