Karil, mi mujer y yo
¿Por qué conformarse con una única opción pudiendo disfrutar de todas ellas?
Karil, mi mujer y yo
Esta es la historia de un matrimonio con tres vértices, y una opción de ver el sexo y compartirlo diferente al que esta sociedad admite como dentro de la normalidad.
¿Por qué conformarse con una única opción pudiendo disfrutar de todas ellas?
Primero he de dar unos cuantos detalles de nuestra vida para que se comprenda nuestra historia.
Yo soy Marcelo, actualmente tengo 34 años y soy camionero, estoy casado con Estrella que tiene 32 años muy bien puestos. Llevamos 5 años de casados pero antes estuvimos más de 7 de novios. No tenemos hijos.
En mi familia lo de ser camionero es genético, lo fue mi abuelo con aquellos antiquísimos camiones de la guerra, lo sigue siendo mi padre y dos de mis tíos y varios de mis primos.
Yo en cuanto tuve edad saque el carnet e inmediatamente me dedique a conducir. Al principio acompañaba a alguien de mi familia y una vez con suficiente confianza empecé a trabajar con una empresa que hace transporte internacional sobre todo a Holanda, Alemania, Francia, U.K. Etc.
El trabajo era ingrato porque te pasabas la vida fuera de casa, volviendo lo justo para coger ropa, dinero y vuelta a la ruta.
Entonces ya salía con Estrella, y era duro pues nos veíamos lo justo y ella siempre ha sido una calentorra, desde nuestro primer polvo, casi a escondidas siempre me ha reconocido que le gustaba y de hecho follábamos como animales, pero claro muy ocasionalmente.
Después de unos años de vivir así y ahorrar un pico a base de no gastar mas que lo justo, nos metimos en un adosado y decidimos casarnos.
Estrella también trabaja de interina para la Comunidad, por eso hay temporadas que esta desocupada, mientras que otras no hay manera de vernos.
Pasado un tiempo decidimos que así no podíamos seguir y me busque otra empresa que sólo hace rutas nacionales y mucho más cortas, gano menos pero estoy mucho más a menudo en casa.
Cuando coincidía que Estrella no estaba trabajando muchas veces venía conmigo en el camión, y era inagotable, pues después de conduciendo un montón de horas cuando debía de descansar en la cama del camión me ponía a hacer horas extras y siempre conseguía excitarme que acabábamos enganchados.
Pero la empresa donde trabajaba cambió de política, pues se quedaron con la distribución de una multinacional y las entregas estaban absolutamente planificadas en tiempo, no podía haber errores, y claro como se están poniendo las cosas con los horarios de conducción, los tacógrafos digitales y todo eso, se hacía difícil hacerlo para un chofer solo.
Por eso se decidió que los camiones que hiciesen la ruta de esta empresa irían dos conductores, para ello se amplió plantilla, y sobre todo se contrató a un montón de chóferes de países del este.
Yo era uno de los veteranos de la empresa y me tocó ir enseñando a muchos de ellos, y al final me asignaron a uno para el trabajo.
Mi compañero, Karil, es de Ukrania, es un chaval joven, pues andará ahora en los veintipocos, es muy delgado y muy rubio.
Supongo que para estar tanto tiempo juntos en un espacio cerrado hace falta marcar unas normas muy claras y cumplirlas a rajatabla. Y yo tuve suerte pues Karil no fumaba (yo tampoco lo hago); era muy ahorrador, pues todo el dinero que puede lo envía a su casa donde dejó a sus padres y tres hermanas y desde que viajamos juntos por mimetismo yo también ahorro, comemos lo que llevamos de casa, o compramos e intentamos gastar lo mínimo.
Evidentemente pasando tanto tiempo juntos, acabábamos hablando de todo un poco, y por supuesto de mujeres, en fases acabé enterándome de que sexualmente está en total dique seco, y desde que está en España no ha podido follar mas que en un par de ocasiones en que con sus compatriotas se fueron a un puticlub, y me reconoció que no va más a menudo porque no se lo puede permitir económicamente, pero por ganas no queda, también en otro par de veces folló con la mujer de otro compatriota, que debe ser muy putorra y se ha tirado a todos los que van llegando, según Karil le encantan los jovencitos y con el consentimiento encubierto del marido, que debe tener serios problemas de alcohol, joven que llega, joven que acaba en su cama, pero pierde el interés al segundo polvo y busca sustituto.
Un día de tantos me comentó que era su cumpleaños y que por todo lo que le estaba ayudando me invitaba a cenar. Le dije que para mi pasando tanto tiempo fuera todo el poco tiempo que tenía lo pasaba con mi señora, Karil me contestó que si yo quería también la invitaba a ella y así la conocía.
Se lo conté a Estrella y fue ella la que tuvo la idea de que cenásemos en nuestra casa, así el chaval no tendría que gastar y luego saliésemos de copas y que con una ronda había cumplido. Cuando se lo conté a Karil este estaba encantado, pues una cena un poco sería le hubiese roto el plan de gastos de un par de meses.
Ya de acuerdo le dije que ese sábado estuviese en nuestra casa sobre las 9 y media y luego desde allí nos iríamos de copas.
Cuando llegó yo abrí la puerta, y Karil venía con sus mejores ropas y hecho un pincel, tan delgado, tan rubio y tan guapo porque no decirlo.
Cuando le presenté a Estrella se puso como un tomate, pues mi señora estaba en la cocina preparando la cena y entre el calor y que no quería mancharse, llevaba una simple camiseta sin sostén por lo que sus tetas colgaban desafiantes y luego un pequeño pantalón de deporte dejando sus muslos al aire.
Karil se azoró como un adolescente, y se puso muy nervioso, supongo que la falta de hembra se nota, y estaba claro que se la meneaba más que un mono.
Estrella estuvo vacilándonos un rato, y dijo que nunca le había dicho que era tan guapo, con lo que Karil se sonrojó aún más.
Pasamos a la cena, todo fue perfecto, cenamos, bebimos y charlamos mucho rato, pasándose el tiempo en un suspiro. Una vez cenados y después de varios cafés y un par de chupitos dijimos de irnos de marcha.
Estrella fue a vestirse, y Karil me pidió permiso para ir al baño. Le indique donde estaba el servicio y yo también fui a cambiarme.
Estrella estaba en el cuarto eligiendo que ponerse, con sus magnificas tetas al aire, por eso no pude evitar darla un buen magreo. Y lo más curioso es que creo que Karil al pasar y por el pequeño hueco de la puerta nos espió, quizás un minuto escaso pero se tuvo que poner como una moto.
Cuando salimos Karil se quedo mudo, porque Estrella estaba muy guapa y muy "guerrera". Había elegido un minivestido que le deja el culo casi al aire y que tiene un escote tanto por delante como por la espalda bestial. Este es su vestido de pedirme guerra, pues sabe que me encanta que todos sepan el pedazo de mujer que tengo en casa.
Rojo como un tomate, intentando disimular una erección mas que ostensible nos fuimos al coche y salimos de marcha.
El primer cubata lo pagó Karil, fuimos a un café del que somos asiduos y donde estuvimos un rato sentados. Karil se estaba poniendo malo, porque estaba enfrente de Estrella y con lo corto que era su vestido, tenía a la vista su pequeñismo tanga, que mal tapaba su pelambrera.
En esas fechas no estaba depilada, pues hay muchas veces que lo rasuramos del todo, pero luego lo deja crecer y así cambia.
Con el alcohol nos íbamos desinhibiendo y poco apoco hacíamos más frases con dobles sentidos, sobre todo Estrella aunque Karil casi no los pillaba.
Estuvimos en varios pubs mas, y ya andábamos cargadillos, así que para rematar la noche nos fuimos a una discoteca donde ponen salsa y mucha música latina.
A Estrella le encanta bailar y yo soy muy torpe, por eso yo en cuanto pude me retiré de la pista, Karil se quedó con ella, y aunque es tan torpe como yo lo intentó. Estrella parecía una leona de caceria y mucha gente nos miraba.
Al bailar muy pegados, porque aquello estaba abarrotado, era inevitable el contacto físico y más de uno le di un buen achuchón al descuido a Estrella, mientras Karil hacía lo imposible por guardar la compostura y las distancias.
Claramente estaba cardiaco, y marcaba un terrible bulto en su bragueta. Cuando decidieron venir a la barra donde yo estaba, Karil se excusó diciendo que iba al baño.
Yo riendo le dije a Estrella si estaba contenta, pues lo había calentado tanto que tenía que irse al baño a vaciar, y la muy puta me dijo que él se separaba todo lo que podía pero que cuando se rozaban dejaba imaginar un terrible aparato.
Estrella estaba bastante borrachilla y creo que con un terrible calentón, y fue entonces cuando le abracé y nos morreamos y nos metimos mano allí en medio de todos.
Mordiendo en su oreja le dije si se atrevería a follarse al chaval.
Y confieso que a veces cuando en nuestra cama estábamos follando fantaseábamos con una tercera persona, a veces un hombre, otras veces una mujer; pero solo eran fantasías en plena follada.
Por eso le recordé nuestras fantasías de alcoba y le dije si se atrevería, no me contestó, pero me miró con unos ojos de vicio que lo dejaban claro.
Cuando volvió Karil, estaba más relajado y dije de irnos a casa, yo conduje pues había descansado del último par de cubatas y estaba bastante sereno, además vivimos relativamente cerca.
Karil me dijo que le dejase en una parada de taxi para volver a su casa, y le contesté que íbamos a la nuestra y allí seguiríamos la fiesta. El no sabía ni que decir ni que hacer así que se dejó hacer.
Llegar a casa, aparcar y entrar nos costó apenas diez minutos, y estábamos en el salón otra vez de charla y con una copa en la mano.
Puse música en el equipo y dije que iba a cambiarme, evidentemente Estrella no pensaba cambiarse pues así no dejaba nada a la imaginación y dejaba su magnifico cuerpo casi al descubierto.
En cuanto salí del salón, Estrella se puso en pie y sacó a bailar a Karil, evidentemente se le pegó tanto que el pobre no sabía que hacer con su rabo que cabeceaba dentro del pantalón, y presionaba en el vientre de Estrella.
Para rematarlo, le pasó los brazos por su cuello, con lo que le puso las tetas en las narices, y claro el chaval por respeto a mi se quedaba quieto, pese a que mi mujer claramente le estaba marcando que quería guerra.
Como no se decidía, y no movía ni una mano, ni nada, le paso la lengua por la oreja y el cuello y el chaval a poco se corre.
Cuando entre en el salón, estaban los dos abrazados, pero sin más, y él al verme intento balbucear una disculpa e intentó separarse, lo que Estrella no permitió.
Y fui yo el que acercándome me puse a la espalda de Estrella y me puse a abrazarla e intentar bailar con ellos.
Mis manos si que no se pararon quietas, y enseguida levanté su vestido desde atrás y masajeé su culo, y llegué a meter incluso un par de dedos en su coño desde atrás.
Karil seguía quieto, vencido por la situación, pero Estrella le echó mano al paquete, Karil dio un salto del susto, pero Estrella no le dejo, y por su bragueta intentó llegar a su polla. Claramente con lo tieso que iba era imposible, por eso Estrella le desabrochó el cinturón, que cayo a sus pies, y bajo lo justo el slip dejando aquel precioso rabo al aire.
Tiene un rabo más largo que el mío pero mucho menos grueso que el que yo calzo, al tenerlo en sus manos cabeceaba como con vida propia, y como Estrella empezó a subir y bajar el tallo, en menos de un minuto Karil se corrió, dejando en el suelo del salón un terrible rastro de semen.
Yo mal podía hacer otra cosa que seguir calentando a mi mujer, así que me separé y apresuradamente me desnude, dejando mi ropa de cualquier forma encima de una silla.
Al volver con la pareja, le dije a Estrella que fuera el vestido, así que soltó a Karil y se quedó tan solo con su ropa interior, Karil estaba en medio, mudo y embobado, con los pantalones en el suelo y el slip por las rodillas, por eso Estrella le hizo un gesto y le dio a entender que se desnudase, no tardó ni tres segundos y allí estaba otra vez, con su largo rabo tieso de nuevo y desnudo como yo.
Estrella volvió a abrazarle, y ahora si se dieron un morreo absolutamente sensual. Mientras yo acariciaba a Estrella y a veces a Karil haciendo que se apretase a ella.
Estrella estaba que quemaba, y como pudo fue empujando a Karil al sofá, lo puso sentado y directamente se apartó un poco el tanga y se sentó en su polla.
Yo en medio, desnudo y mirando, Karil también me miraba a mi con cara de susto, y otras veces a las tetas de mi señora, pero no se decidía a tocarla.
Me acerqué, tomé sus manos con una gran cara de susto por su parte y las puse en las tetas de Estrella, luego solté el sostén y las deje libres para que las magrease.
Estrella no paraba y subía y bajaba, cabalgando el rabo de Karil que casi no se movía, pero eso si sus manos ya habían perdido el miedo y ya sin reparos amasaban las tetas de Estrella. Y enseguida se puso a comérselas. Era alucinante ver al chaval tan rubio, comiéndole las tetas a Estrella mientras la gran zorra se lo estaba follando.
Estrella bramaba de placer, se corrió dando bandazos y gritando dando unos terribles empellones en la polla del chaval.
Cuando se relajo un poco, se quitó de encima pues la postura le obligaba a estar tan abierta que le dolía todo, ahora fui yo el que tome a Estrella la puse tumbada en el sofá y se la clave hasta el fondo, tenía el coño encharcado y eso que Karil no se había corrido, pero yo en cuanto la bombeé un poco, si que me fui echándole en el coño un montón de espesa leche.
Allí estaba Estrella, medio tumbada en el sofá, totalmente abierta de piernas, con todo el potorro al aire y mi crema saliéndose de su coñito.
Hizo gestos a Karil, que se había apartado para que yo pudiese follarme a Estrella, para que se acercase, el como un perrito se fue adonde ella, le tomo de la mano y le indicó que se arrodillase, cuando lo hizo casi le puso el coño en la boca, y tal cual estaba lleno de mi leche hizo que se lo comiese, el ni hizo ni dijo nada, se puso a la labor como si nunca hubiese hecho otra cosa en la vida mas que comer coños. Enseguida Estrella estaba otra vez corriéndose, así que me puse de pie delante de ella y deje mi rabo al alcance de su boca para que me la chupase.
Lo hacía a trompicones, pues los movimientos de Karil la estaban acercando a otro orgasmo, se corrió desentendiéndose de mi y dedicándose a agarrar del pelo al chaval para que no parase de comerle le bollo.
Cuando se relajó un poco, fue Karil el que la puso tumbada y levantando sus piernas por los hombros se la clavo hasta el corazón. Comenzó un bombeo terrible entrando y saliendo a toda velocidad y dándole una caña terrible, y Karil mugiendo como un toro se corrió llenado ese coño de leche otra vez.
Se quedaron los dos como muertos, mientras yo de pie tenía el rabo otra vez como un poste. Me acerqué para que me la mamase, Estrella se medio incorporó e hizo algo increíble, tomó de la mano a Karil y lo incorporó también, sin dejar de besarlo y acariciarlo fue llevando las dos bocas hasta mi polla, ella me estuvo lamiendo, mientras Karil se estaba quieto, por eso Estrella lo cogió por la barbilla y acerco sus labios a mi glande, lo puso en su boca cerrada y consiguió que la abriese, una vez que entre en su boca, Estrella se dedicó a lamerme a mi, y a Karil al mismo tiempo.
Karil le fue cogiendo ritmo y al poco me estaba haciendo una mamada en toda regla, tanto que me corrí llenado la boca del chaval de leche. Leche que la zorra de Estrella reclamó y así dándose un morreo saborearon y compartieron mi lechita.
Estábamos los tres rotos, y Estrella se levantó y dijo que a la cama.
Reconozco que nos llevó a los dos, pero yo en cuanto me metí entre las sábanas me quede dormido, el cansancio, el alcohol, el esfuerzo de los últimos polvos me habían dejado baldado. Pero ellos no se durmieron, mientras yo estaba en el limbo Estrella se dejó follar por Karil, que le llenó el coño de leche en otras tres ocasiones, una marca que esta fuera de mi posibilidades, para que negarlo.
Y yo ni me enteré.
Cuando por la mañana desperté, ellos ya estaban follando otra vez, mi Estrellita es incansable y con Karil había encontrado un filón. Estaban follando a tijera y el largo rabo de Karil martilleaba el coño de Estrella de frente.
Yo tenía su espalda a mi disposición, así que la acaricié y como pude lleve mis dedos al coño, ayudando a Karil a que se la follase.
Volvieron a correrse pero más en silencio, y yo acabe con el rabo más que tieso.
Cuando iba a poner a Estrella boca arriba para clavársela, dijo con su voz de putita, "Cariño te gustaría estrenar a Karil por su culito", ambos Karil y yo nos quedamos quietos sin saber que hacer, así que fue ella la que tomando el mando puso a Karil de espaldas, con las almohadas en su vientre levanto su culo, y con un dedo, luego dos y hasta cuatro y junto a una buena porción de su crema hidratante, dilató su culo para que mi rabo mucho mas gordo que el suyo entrase.
Me agarró de la polla y casi me empujó encima de Karil,
No pensé, tan solo me lo folle como tantas veces había hecho con ella, apretando su culo con mis manos mientras su culo virgen me estrujaba la polla haciéndome disfrutar como nunca.
Ella no paró quieta y le empezó a hacer una paja, y pese a todo lo que se había corrido en la noche y llevar un polvo ya esa mañana, se empalmó y consiguió que se volviese a correr, recogió su leche con la mano y se la comió, para inmediatamente ponerse a morrear conmigo y compartir toda la crema, y yo ya no pude mas y me vacié llenando el culo de Karil de leche.
Me quede derrengado apoyado en la espalda de Karil, hasta que me voltee a un lado de la cama, Estrella tenía un brillo en los ojos que me decían que estaba muy caliente, pero nosotros ya no podíamos más. Viendo que no podría recuperar nuestras pollas para volver a ser follada, empezó a masturbarse acompasadamente, y cuando ya no pudo mas, le pidió a Karil que le comiese el coño, a lo que el chaval no lo dudo, se puso entre sus piernas y allí le estuvo comiendo el bollo, hasta que Estrella se corrió otra vez.
Yo medio adormilado me deje vencer por el sueño, y creo que ellos también.
Entrada la tarde poco a poco fuimos despertando, lo típico que si ir al baño, que si buscar algo de ropa, total que nos fuimos poniendo en movimiento, sobre todo Estrella y yo, porque Karil estaría pensando cual era el siguiente paso que podía dar, y sobre todo marcharse sin molestar.
Mientras Estrella recogía un poco todo yo en la cocina preparé una ensalada, un poco de picar y unos filetes a la plancha, y les dije que viniesen a comer.
Era gracioso, vernos a Estrella y a mi con albornoz y Karil con sus mejores galas arrugadas, viendo la situación Estrella le llevó al dormitorio y le cedió uno de mis albornoces para que no se manchase, cuando volvió pospusimos a comer.
Al principio estábamos los tres un poco cortados, y como valorando lo que había pasado; y fui yo el que mirando a Karil le dije que lo que había pasado esa noche era algo que nadie debía saber bajo ninguna circunstancia.
Le dije que mi mujer no era ninguna puta, sino que le gustaba el sexo y aquella había sido su primera vez con otro hombre que no fuese yo, de lo que podía estar orgulloso, y que si se comportaba bien en el futuro podría llegar a repetirse.
Insté a Karil a no contárselo a nadie, ni siquiera a sus compatriotas, pues yo me jugaba el que todo el mundo hablase de nosotros.
Después de ese día todo siguió igual, con Estrella follaba siempre que estaba en casa y ella fantaseaba recordando aquella noche. Nuestros polvos eran súper morbosos.
Y Karil y yo en el camión de esa noche casi no hablábamos, seguíamos a lo nuestro, y poco más. Lo que si era evidente es que el chaval llevaba la escopeta cargada todo el día, pues como coincidiese que viéramos alguna hembra un poco destapada en seguida se le marcaba el bulto en la entrepierna.
Una tarde que estábamos comiendo en un área de servicio paró un coche delante de nosotros, supusimos que era un matrimonio, maduros ambos, y la mujer iba en plan putón, vestida para exhibirse. Total que cerca de nosotros el caballero meó en un seto y al poco lo hizo la señora, pero a la vista sin importarle que pudiésemos, como así hicimos, el observarla.
Se estuvo exhibiendo un poco delante nuestro y cuando les pareció que ya habían jugado bastante se marcharon. Pero el mal estaba hecho y Karil tenía una erección de caballo. Tenía problemas para bajarla, así que riéndome me dije que se fuese a la cama del camión y se hiciese un pajote.
Karil dudaba pero como no había forma de que se clamase, se lo pensó y se subió a la cabina.
Yo recogí todo y pasados 10 minutos también subí al camión pensando que ya habría acabado, pero no allí estaba todo concentrado en darle al manubrio sin acabar de correrse, al ver que volvía intento dejarlo pero no podía abrocharse, y claro tener a tu compañero sin pantalones y meneándosela me puso a mi también caliente, y no lo pensé; me quite los pantalones, y me pasé atrás y poniéndome a su lado también empecé a meneármela yo.
Y ahí estábamos los dos cascándonosla en casi silencio y sin mirarnos. Pero ninguno de los dos acabábamos de corrernos, en una de las veces que nos acomodamos nos rozamos un poco y sin pudor acabamos casi pegados, y Karil dejando de meneársela él buscó con su mano mi polla, y quitándome la mano fue el que inició a masturbarme. Después de un poquito, se tumbó en mis piernas y me la comió. Ahora si que estaba en la gloria y me corrí echándole toda la leche en la boca. Karil no se la tragó, sino que abriendo bien los labios me la enseñó, y me incitó a besarle.
Y lo hice, compartiendo el sabor de mi propia leche en su boca. Nos besamos, nos morreamos y como pude acaricié su rabo, que estaba que se salía.
La famosa noche en mi casa, fui yo quien estrené su culo, pero esa tarde en el camión me ofrecí para que Karil me enculase, me puse boca arriba dejando bien abierto mi agujerito, y al ver mis intenciones se puso a comerme el culo, y llenármelo de saliva, a la par que me metía un par de dedos. Mi polla estaba otra vez a tope, y Karil poniéndose entre mis piernas y muy despacio me la clavó. Primero su cabeza, y luego con cuidado el resto de su polla.
No me hizo daño, sentí la incomodidad de cómo entraba, pero supongo que aunque la tiene larga es delgada y eso molesta menos.
Puse mis piernas en sus hombros en una postura medio circense y Karil se puso a bombearme, mientras yo me la meneaba como podía. No aguantó casi nada y me vació toda su leche en el culo, dejándomelo todo abierto.
Se dejo caer encima de mi, y nos volvimos a besarnos, y yo muy salido mientras le mordía en el cuello le pedí que me comiese el culo.
Me hizo espatarrarme y se dedicó con gran afán a rebañarme toda la leche, su propia leche y luego incorporándose nos volvimos a besar. Estábamos tumbados de frente, y nuestras espadas chocaban entre si a la par que nuestras lenguas se buscaban, y las manos acariciaban por todos los sitios.
Estábamos muy calientes y nos hubiéramos puesto a follar de nuevo sino hubiese sido porque teníamos hora de llegada a la fábrica y no podíamos retrasarnos.
Con desgana nos vestimos y salimos de nuevo a la carretera, pasadas tres horas llegamos y descargamos, y una vez acabado el papeleo fuimos a los vestuarios, ya que nos permiten usar las duchas para nuestra higiene, sino al no ir a casa es muy duro.
Nos metimos Karil y yo en el vestuario, y cada uno en una ducha nos lavamos, yo estaba con el rabo tieso y Karil también pero allí no podíamos hacer nada, lo único que hicimos es colarnos en una sola ducha y darnos un morreo largo.
Salimos a la carrera de la fábrica y en el primer sitio adecuado paramos. No teníamos prisa hasta el día siguiente en la mañana así que cerramos con las cortinas como si estuviésemos durmiendo y quedándonos en bolas pasamos a la litera del camión.
Yo todas las noches llamó por teléfono a Estrella para confirmar que todo está bien, y esa noche cuando lo hice no pude dejar de decirla que estaba con Karil y muy calientes los dos, que no prometía serle fiel, ella poniendo vocecita de niña buena me dijo que me perdonaría si al día siguiente (estaba previsto que yo pasase por mi casa) le compensaba de alguna forma.
Esa noche dormimos abrazados, y nos volvimos a dar por el culo mutuamente un par de veces, era algo muy morboso.
Y cuando a la tarde después de acabar, volvíamos a casa, le pedí a Karil que me acompañase porque Estrella también necesitaba un poco de sexo.
El abrió los ojos con sorpresa, pero accedió.
Al llegar a casa Estrella nos esperaba con tan solo un pequeño camisón transparente, y dejando que se adivinasen sus formas.
Karil y yo babeamos de gusto, pero primero le dijimos a Estrella que necesitábamos comer un poco, a la carrera picamos un poco y dije de darnos una pequeña ducha, dije que primero fuese Karil, y mientras él se duchaba me dedique a calentar a Estrella metiéndole mano. Cuando ya estaba como un horno, me dijo que ella también necesitaba refrescarse y se fue al baño, y se metió bajo el agua con Karil.
Yo me quedé en la cocina descansando, pero como pasado un cuarto de hora no volvían me fui yo también, allí estaban los dos en la ducha, con el grifo cerrado, follando como locos.
Me desnude y como no cabíamos los tres en la ducha desde afuera me dedique a magrearles a los dos.
Llegó un momento en que no podíamos hacer más, así que desnudos los tres n os fuimos al dormitorio, fue tirarnos en la cama, y Estrella buscar a Karil para que la montase.
La bombeó un rato largo y se vació en su coño.
Ni la vez pasada, ni nosotros en el camión ni en ese momento habíamos usado preservativo, supongo que Estrella que usa DIU no tiene riesgo de embarazo (ó no mas que el normal) y creo que Karil que llevaba sin mojar una eternidad no pertenece a ningún grupo de riesgo. Por si acaso hemos acordado que si seguimos follando juntos no tomaremos ningún riesgo, y menos acostarnos con otras personas.
Pero volviendo a esa tarde, Estrella estaba desatada y no hacía más que preguntar que habíamos hecho nosotros, lo preguntaba mientras me besaba y con la mano libre sobaba el rabo de Karil.
Y decidimos pasar a ilustrar gráficamente nuestro encuentro, me puse de rodillas, abrí con ambas manos mis nalgas, y Karil ansioso se puso a comerme el culo, cuando supuso que estaba preparado cogió de nuevo la crema de mi señora, se embadurno bien la polla y me follo.
Mientras con una mano me agarraba de las caderas, con la otra intentaba masturbarme, Estrella entre tanto por delante no dejaba de besarme y dedicarme palabrotas, desde putita a maricona y cosas así.
Tanto me excitaron que Karil con sus movimientos de ordeñe me hizo eyacular, y como él no se corría, al salirse de mi culo directamente abrió los muslos de Estrella y se la volvió a follar.
Esa noche dormimos los tres, pero yo deje que ellos disfrutasen, estaba cansado y mi polla necesitaba un pequeño reposo, aún así todavía tuve opción de participar comiéndome el coño de Estrella bien repleto de la crema de Karil y luego chupándosela a este para que volviese a ponerse en forma para que volviese a follarse a mi mujer.
Desde ese día en el camión somos casi una pareja, en perpetuo viaje de novios, oportunidad que tenemos nos ponemos a follar, y aunque casi siempre es nuestra cabina el lugar elegido, hay veces en que estando parados en alguna estación de servicio y entrada la noche si estamos solos, nos desfogamos en el exterior.
Y evidentemente en cuanto regresamos a casa, es Estrella la que tiene oportunidad de desquitarse con la fogosidad de Karil.
Actualmente vive en nuestra casa, porque realmente siempre estaba con nosotros y dormía casi siempre en nuestra cama.
Somos un perfecto matrimonio a tres bandas, y aunque nuestros juegos de hombres son cada día más morbosos y Karil me satisface plenamente, con Estrella también soy capaz de llegar a disfrutar de noches de increíble sexo.
Muchas veces que volvemos a casa, y después de haber gozado y follado un rato les dejo a ellos nuestra cama de matrimonio y yo me voy al cuarto de invitados, el que teóricamente usa Karil, para poder dormir un rato, porque sé que Estrella al amanecer buscará a Karil para follar de nuevo.
La única época en que no lo hacemos los tres juntos es en el mes de vacaciones de verano, Karil vuelve a su casa a descansar y nosotros nos vamos a la playa a descansar también.
Esos días, los dos solos, son para Estrella y para mi, como una revalida de nuestro matrimonio.
No sabemos cuanto va a durar nuestro pequeño acuerdo de sexo a tres, pero cuando se rompa, pues Karil antes ó después volverá a su país ya veremos de buscar nuevas opciones.