Kara (2)

Estar enamorado de mi hermana se me esta tornando mas dificil de lo que yo imaginaba...

Capitulo 2º

No recuerdo que tanto llore aquel día, porque llore como un niño con el corazón destrozado, y todo por albergar sentimientos puros y profundos por ese alguien que estaba prohibida para mí, porque yo no quería hacerle daño

Desperté en mi habitación, mientras cavilaba pensando en que momento llegue allí, fue cuando sentí unas manos suaves y tibias que tomaban mi cabeza y la acariciaban quitándome los cabellos de la cara. Un segundo después pude sentir la tibieza de unos labios en mi frente. Era kara, no me había percatado de su presencia, tenia la cara mas triste que vi en mi vida pero aun así en sus ojos pude ver una inmensa ternura.

Me desarmo completamente y volví a llorar en sus brazos porque me sentía culpable pensando que su tristeza se debía a lo que yo le había hecho. Pero rápido supe que tan equivocado estaba.

Cuando me calme me dijo

_Tenemos que ser fuerte Darien… _ una lágrima rodó por su mejilla cayendo en mis labios, a mi vez la recogí con mi lengua

No entendía nada de lo que me decía, solo una frase…papa y mama habían tenido un accidente y no pudieron lograrlo… y su voz se quebró. Yo me la quede mirando porque en ese momento recordé lo que me dijo antes de la partida de nuestros padres.

La casa se lleno de policías aquella tarde, revisaban todo, kara no entendía nada solo se mantenía muy pegada a mi en silencio. Una hora más tardes quedamos nuevamente solos, no podía hablar, solo camine como un sonámbulo hasta mi cuarto olvidándome por completo de kara. Me tire en la cama tapando mi rostro con la almohada y grite hasta que me dolió la garganta. No se cuanto tiempo me sumí en un sueño profundo a causa de mi dolor, cuando recupere la cordura era de noche y mi habitación era iluminada por incesante relámpagos.

Me levante y salí de la habitación, todo era silencio, busque por toda la casa. Ni rastro de kara, cuando mire por la ventana de la cocina me di cuenta que en ese momento llovía torrencialmente.

¡¿Donde diablos estaba ella?!

Me recosté en el sillón de la sala para hojear una revista y fue allí cuando escuche a jock ladrar desesperado. Corrí hasta la puerta y la abrí de un tiron, por la lluvia no podía ver nada y mas aun siendo noche cerrada, fui hasta la cocina y busque en un cajón la linterna salí al jardín y me guíe por los ladridos desesperados del perro hasta que llegue hasta la curva, y entonces la vi

Estaba tirada a lo largo de camino, como un cuerpo inerte con un golpe en la frente. La tome en mis brazos temblando por el terror de que estuviera muerta y con premura puse mis dedos en su cuello buscando latidos, eran casi imperceptibles. Respire profundamente aliviado, me dirigí rápidamente a casa. Llegue y la lleve a la habitación de mis padres porque esta noche no la dejaría dormir sola aunque ella no quisiera si llegase a recuperar la conciencia. Unos minutos antes pensé en llevarla a la clínica en el pueblo, pero rápidamente me di cuenta de que no tenia en que, con la tormenta y la oscuridad de la noche recorrer quince kilómetros con kara en brazos seria una locura y mas aun si el río estaba crecido seria imposible cruzar el puentecillo. Prepare la tina con agua caliente, regrese a la habitación y la desnude completamente recorriendo con mis ojos cada centímetro de aquel tierno y sensual cuerpo. La tome en brazos y la deposite en la tina, luego me quite la ropa excepto mi slip. Me metí con ella ubicándome a su espalda y la deposite sobre mi pecho, a pesar de lo fría que estaba mi piel al estar en contacto con la de ella me quemaba. Hice mi más esfuerzo por mantenerme atento para poder hacerla entrar en calor y así curarle la herida de la frente que por cierto comenzaba a sangrar al estar en contacto con el agua.

Unos minutos después el rosado de su piel volvía a su cuerpo, ya mas tranquilo tome el jabón y suavemente lo pasaba por sus senos, hombros, abdomen deleitándome con cada movimiento.

Tuve que poner mucho de mi control para evitar una posible erección cuando me puse en la tarea de lavar sus partes íntimas. Por mas que lo intente no lo logre, al terminar me quede abrazándola por espacio de diez minutos hasta que se me pasase un poco la excitación antes de sacarla de la tina.

Media hora mas tarde, ya en control… Salí de la tina, me puse una salida de baño y acomode un toallon sobre la cama y con otro fui a buscarla. Saque el tapón de desagote y una vez vacía la envolví con el toallon y la coloque sobre la cama. Seque con ternura su cuerpo, cuando llegue a su entrepierna un calor me subió a la cara al ver cuan rosados y perfectos era su parte intima. Pero no me detuve continúe con mi trabajo ya que estaba haciendo frío y me preocupaba su herida.

Fui hasta su cuarto y saque un camisón y ropa interior, una vez cambiada le seque y peine sus cabellos.

Ya acostada y bien arropada le cure la herida y le coloque un pequeño vendaje para evitar que se rozara con la sabana me fui a cambiar y luego de unos diez minutos volví y me acosté a su lado, cuando estaba por quedarme dormido cerca de la madrugada un trueno nos hizo saltar de la cama. Ella desesperada pensando que estaba sola me llamaba:

_ ¡Darien… Darien!_

_Kara, aquí estoy _ le dije encendiendo la lamparita y abrazándola.

Mas tarde una vez que se calmo le pregunte _ ¿Que te sucedió esta tarde?_

_ No lo se, solo recuerdo que te escuche gritar y no lo pude soportar, por ello salí corriendo por el camino, mas tarde cuando vi que comenzaba a llover intente regresar pero la lluvia no me dejaba ver y creo que choque con un árbol… después creo que me desoriente y camine sin sentido hasta que no di mas y me desvanecí_ concluyo

_si no fuera por los ladridos de jock, nunca te hubiera encontrado hasta que terminara la tormenta _ dije besándole la cabeza

De repente ella se separo de mí y me miro seriamente como si en ese momento le volviera algo a la memoria, y yo supe en ese instante sin ninguna duda que era eso.

_kara…_ comencé a decir_ creo que te debo una explicación de lo que sucedió ayer por la mañana.

Solo espero que me escuches hasta que termine y no me juzgues crudamente sin comprenderme aunque sea un poco.

_El día que yo regrese jamás creí encontrarme con una niña con cuerpo de mujer, siempre te quise muchísimo, es mas, creo que tu recuerdas que cuando niña eras mi debilidad siempre te cuide, te protegí hasta de papa y mama. Aquel día tu belleza me impacto mas de lo esperado, agregando tu ternura y esa especie de magia que te rodea transformo mi cariño de hermano en amor de hombre… fue algo súbito e inesperado, no lo busque ni tampoco lo vi venir, solo me sucedió y… no me arrepiento de sentir lo que siento por ti.

La mire fijamente y vi tristeza en sus ojos.

_No puedo corresponder a ese sentimiento, te quiero pero como a un hermano, nunca podría transforma un sentimiento tan puro como el que siento hacia ti por otro que considero y perdóname Darien por ser tan ruda realmente inmoral y falto de principios para mi, es que acaso ya olvidaste de cómo nos educaron papa y mama, como puedes decir y sentir algo tan horrible como eso. Lo que me hiciste ayer lo olvidare como si nunca hubiera sucedido y espero Darien que nunca… óyeme bien, nunca vuelvas a intentarlo._ termino con una mirada tan dura que me desconcertó. Sus palabras fueron como puñales en mi alma, destrozaron mi corazón tanto que me costaba respirar.

De repente ella se levanto de la cama y desapareció tras la puerta.

Yo me quede allí perplejo y dolorido. Una furia se apodero de mi, como si todo el amor que yo sintiese por ella no valiera nada y lo tirase como un despojo inútil. Pero hoy después de tantos años solo se que esa fue una reacción completamente normal y racional, ella me quería muchísimo de eso tenia la plena seguridad, pero nunca se hubiera esperado que su propio hermano le saliera con semejante confesión, mi error consistió en que yo creía que ella me correspondería de igual manera a mi amor.

No volví a dormir después de escuchar las palabras de kara. Trate de racionalizar mejor todo y por sobre todas las cosas no me daría por vencido ya que ella era lo único bello y puro que tenia en la vida y por consiguiente también yo era lo único que a ella le quedaba.

Talvez el tiempo y la convivencia me allanen el terreno con ella...

Esa noche la escuche llorar la mayor parte de la noche, me levante sin hacer ruido y fui a su habitación, cuando entre ella me miro fijamente.

_ ¿Que haces aquí?_ dijo como a la defensiva

_No puedo dormir por tu llanto_ respondí

Sin decir nada me acosté a su lado, ella intento levantarse pero yo le tome de la mano para impedírselo.

_No… por favor no te vayas, déjame dormir contigo, prometo no tocarte ni hacer nada que te moleste_ dije con toda la humildad que me fue posible

Ella me miro como estudiándome por unos segundos volvió a acostarse, estábamos los dos con la mirada fija en el techo como dos idiotas que no sabían como hacer para romper el silencio. Pero para mi sorpresa fue ella quien se acerco y me abrazo sin decir nada y se quedo allí hasta que se durmió, pero como quien dice uno no puede dominar las emociones y la bese, suave pero con todo el amor de que era capas, para mi alegría y sorpresa me quede despierto los minutos suficientes para escucharla decir dulcemente

_Nunca me dejes Darien, aunque yo no te ame como tú lo deseas, aunque yo te trate de lo peor, nunca te alejes de mi… _ diciendo esto se acurruco en mi pecho y besándome casi en la comisura de los labios

Me quede pasmado porque pensé que dormía… ¿Entonces ella estaba despierta cuando la bese y no hizo nada? Y lo mas increíble de todo que se atrevió a besarme de la manera mas sensual que podría imaginarme. Que significaba eso, fuese lo que fuere mi corazón se lleno de felicidad y comenzó a albergar grandes esperanzas. La acerque mas aun acariciando su espalda y sin preámbulos volví a buscar sus labios. Al besarlos sentí que me correspondía, que se apretaba mas a mi, continúe presionando hasta que los abrí pero de repente ella bajo la cabeza y se ubico en mi pecho, no lo intente de nuevo, la respetaría y de esa manera trataría de demostrarle día a día que lo mío era amor y no una calentura estacional.

Aun continuaba lloviendo por la mañana, como si hasta el cielo estuviese de luto por la muerte de mis padres. Kara dormía en la misma posición en que se quedara anoche, dulcemente acaricie su carita, ya no había palidez en ella, su rostro había recuperado el color y la tersura que la caracterizaba. Me levante como un zombi sin percatarme de lo que hacia o hacia donde me dirigía. Cuando me di cuenta estaba en la cocina. Lo más sorprendente es que ya estaba aseado y mudado de ropa. Cuando me disponía a prepararme el desayuno la vi aparecer. Su carita soñolienta aun no se despegaba de la pereza, demostraba tranquilidad.

Se puso a mi lado para poner el pan en la tostadora, sus movimientos eran mecánicos, tanto así que me dio miedo que se cortase.

_kara…_ dije mirándola fijamente

Ella no me respondió ni siquiera me miro, ¿que le pasaba, lo de anoche fue solo un sueño? ¡No! Yo estaba despierto y ella también Eso volvió a molestarme tanto que le agarre los hombros y la obligue a mirarme.

_Acaso no piensas dirigirme la palabra_ la interrogue

_ ¡Tampoco para mi es fácil lo que me esta pasando pero no es mi culpa! ¡Ojala nunca hubiera regresado!

Me evitaría todo el sufrimiento que estoy sintiendo y no solo por lo ocurrido a papa y a mama._concluí y al momento me arrepentí de lo que dije

Pero ella no reacciono inmediatamente, primero me miro severamente y dándome un empujón se desasió de mis brazos gritando

_ ¡¿Tu sufrimiento?!… Que sabes tu de sufrimiento, quien crees que estuvo todos estos años con papa y mama, quien crees que se preocupo a pesar de mi corta edad de cuidarlos, quien es la que los perdió tan prematuramente a ellos. ¡¿Tu?!. _ Tomo aire para luego continuar_ Mientras tu estudiabas y te la pasabas de fiesta en fiesta según tus cartas yo me las arreglaba para hacerlos felices para evitar así el vacío de tu ausencia. Y para colmo me vienes con la espantosa y estupida confesión de que estas enamorado de mi y por ello te crees con el derecho de hacerme cuanta cosa se te ocurra. ¡Me quitaste lo único me quedaba en esta vida… a mi hermano a quien yo adoraba con todo mi corazón… ¿como pudiste ser tan cruel?_sollozando dio media vuelta y me dejo con mi mundo completamente aniquilado

Pero no me quede allí como un estupido, corrí hasta donde ella estaba y sin previo aviso la abrase por la espalda

_Perdón!!… ¡Perdóname por favor! ¿Que puedo hacer para que no me odies pequeña?_ suplique apretándola contra mi

No se el tiempo que estuve así abrazado a ella, no intente ir mas allá de mi abrazo por miedo a perder lo poco que me quedaba que era su amor de hermana

Sentí como lloraba en silencio, cada vez sus sollozos eran más profundos, fue ahí donde me di cuenta de todo el daño que le había causado. Como fui tan estupido de mandarme de una, yo que me consideraba dueño de mí, en total control, me convertí en un completo monstruo, porque es así como me sentía.

De repente ella giro todo su cuerpo y también me abrazo, supe que no me odiaba y que me había perdonado. No me aguante y llore también.

El resto de la mañana nos hicimos cargo de asear la casa, casi ya en el medio día ella se dispuso a cocinar. Yo me quede embobado mirándola ir de un lado a otro, en los momentos que ella me miraba y me regalaba esa bella sonrisa que me enamoraba cada vez mas yo trataba por mi parte de que no se diera cuenta de mis sentimientos, porque la verdad no tenían nada de fraternos.

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Le dije que prepararía la mesa. Cuando estuve frente de la mesa me di cuenta de que llevaba cuatro platos. La tristeza vino a empañar nuevamente este momento de recuperada alegría, tome los dos platos restantes para volverlos a la alacena. Kara se dio cuenta de mi pesar y con toda la dulzura de que ella es capaz me acaricio la mejilla y me dio un largo beso. Para mi esa demostración de amor era mas que suficiente en ese entonces.

Almorzamos en completo silencio, cada uno ensimismado en sus propios pensamientos cuando escuchamos un auto acercarse.

Me acerque a la puerta y la abrí, al ver que era la policía me preocupe. Kara se puso a mi lado tomándome temblorosamente de la mano, ella otra vez tenía ese extraño miedo que yo nunca entendía.

_Disculpe la molestia, pero pensé que era mejor decirles personalmente que ya pueden disponer los preparativos para el sepelio de sus padre y a entregarle esta encomienda que acaba de llegar de un Buffett de abogados de la capital_ concluyo y sin decir nada mas me entrego el sobre y se dirigió hasta el auto.

Tanto kara como yo nos abrazamos al saber que ya podíamos enterrar a nuestros padres. Una vez calmados nos sentamos en el living para abrir el sobre.

Para mi sorpresa era una copia del testamento de nuestros padres, en el nos dejaban a kara y a mi todo como era de esperarse, pero lo que mas nos desconcertó fueron tres cosas escritas en una carta de papa… la primera que nuestros padres eran oriundos de Australia, la segunda era que tenían una propiedad de cinco mil hectáreas; ahora es que descubrimos kara y yo cual era el secreto de los viajes de tanto tiempo que hacia papa, y la ultima que nos dejo completamente helados era que ellos eran primos y que por oposición de la familia se habían fugado de Melbourne que es la capital del Estado de Victoria en Australia un año antes de nacer yo

Estábamos anonadados por estas confesiones. Kara me miro otra vez de esa manera que no pude discernir porque ella era muy esquiva en decir o demostrar en la mayoría de los casos sus sentimientos o emociones. Por lo visto estaba claro que kara presentía las cosas antes de que estas sucediesen. Creo que todo tenía que ver con el accidente que ella tuvo cuando tenía ocho años. Pero nunca le prestamos atención excepto mama. Era ella la única que la calmaba en los momentos de crisis posterior al accidente.

Kara se levanto y fue hasta la cocina y se tomo de una sola vez un vaso de agua, yo la imite porque la verdad no me pasaba ni la saliva por la garganta de los nervios que tenia.

_ ¿Eran primos?... porque nunca nos dijeron nada de estas cosas. ¿Porque Darien?_ me interrogo casi suplicándome

Yo no podía responderle, solo me quede mirando sin ver el documento, estaba tan confundido como kara. Continúe leyendo en vos alta para que ella me escuchara. Según lo que nos contaba papa; era algo así:

Nuestro bisabuelo se caso dos veces. Del primer matrimonio nació el abuelo Roberts padre de nuestro papa, del segundo nació el abuelo Jonathan padre de nuestra madre, cuando ella tenia quince años en la fiesta que ofrecían en su honor la conoció y quedo completamente embobado, lo mismo le sucedió a mama. Por espacio de dos años intentaron hacerles entender a nuestros abuelos de que ellos se amaban, pero como nuestra familia deriva de un grupo con principios muy conservadores nunca aceptaron sus sentimientos y por ello decidieron un día escapar.

Primero fueron a Sudáfrica y estuvieron por espacio de tres meses allí hasta que se enteraron de que yo venia en camino. Con las pocas pertenencias viajaron en un barco de carga hasta EE.UU. donde vivieron por dos largos años hasta que juntaron dinero y compraron la tierra con la casona donde hoy vivimos. Ahora entiendo porque yo siempre tuve un cierto sentimentalismo por EE.UU.

Al terminar la carta que nos dejaron, un profundo suspiro salio de lo mas hondo del pecho de kara. Estaba muy seria y cabizbaja. Se levanto y se dirigió hacia las escaleras. Solo podía escuchar la lentitud de sus pisadas en ella.

No tenia fuerzas para ir tras ella. Solo una cosa me daba vueltas en mi cabeza.

¿Había heredado yo la misma inclinación de mis padres de enamorarme de los de mi propia sangre? ¿Estaba destinado que uno de los dos nos fijáramos en el otro? Con seguridad que esa respuesta nunca llegaría. Simplemente había sucedido.

No se cuanto tiempo me quede mirando el vacío hasta que me acorde de kara. Subí lentamente las escaleras como si tuviera cien años encima, me encamine hasta su habitación, ella dormía pero su sueño era perturbado por dolorosos estremecimientos, sin importar que me dijese si se despertaba me acosté a su lado casi sin tocarla. No era mi intención en esos momentos de aprovecharme de ella, solo quería estar acompañado porque para mi también era muy doloroso todo esto.

Le miraba su dulce rostro, volvió a mi todo aquel deseo por estrecharla en mis brazos tratar de hacerle olvidar todo lo malo del momento y de querer protegerla contra todo y todos.

Unos dos meses más tarde mientras estaba en el pueblo haciendo unas compras me encontré con la muchacha de la otra "noche". Esta llevaba un jeans muy ceñido con una remera que dejaba asomar la hendidura en el abdomen como un ojo que me miraba fijamente.

Me sonrío al reconocerme, cruzo la calle y sin ningún problema me tomo del brazo.

_ ¡Hola cielito!, hace tiempo que no vienes al pueblo ¿no?_ me dijo guiñándome un ojo

_Si... hace bastante _ dije algo nervioso, porque algo me molestaba pero no sabia que _ Lo que sucedió es que fallecieron mis padre y como verás no estaba de ánimos_ le respondí con cierta picardía

_Como te llamas_ pregunte sin darme cuenta

_Mi nombre es Clarissa ¿y el tuyo?

_Darien _ respondí secamente y me limite a poner como un autómata la caja de mercadería en la caja de la camioneta que compre con parte de la herencia que nos dejo papa.

_ ¿y no me invistas a tomar algo?_ me largo sin anestesia

_No… Talvez en la noche_ dije y pensé que debería haberme mordido la lengua

_Esta bien cielito, si vienes ya sabes donde encontrarme_ dijo sonriendo

_ah… ¿se puede saber donde vives?_ me pregunto algo mimosa.

_En la casona que esta a quince kilómetros por el camino que cruza el río y se bifurca, es el de la izquierda, te deja justo en casa _ respondí mecánicamente sin darme cuenta que era lo que estaba haciendo.

_ ¡Ah! Esa casa es muy bonita_ dijo ya cruzando la calle

Arranque la camioneta y me dirigí hacia la casona. Al llegar vi a kara en el umbral de la puerta, me estaba esperando, mi corazón estaba rebosante de alegría.

Metí la camioneta en el garaje, tome la caja y al darme vuelta allí estaba, con una mirada tan penetrante que me daba la sensación de encontrarme desnudo, toda mi alegría se esfumo. En su mirada había algo que no podía describir, me puse nervioso sin saber porque, algo en ella me intimidaba como si me hubiera pillado en algo vergonzoso, por más que trate de descubrir que podía ser no lo conseguí.

_Hola… supongo que no demore mucho _ fue lo único que se me ocurrió decir

_No. La verdad no me di cuenta, el tiempo se paso volando. ¿Sucede algo?, no se, es como si el solo hecho de ir al pueblo te cambio el humor y el semblante, ¿viste a alguien? _ dijo bajando la cabeza

¡¡Diablos!! Como podía ella saber, tanto se notaba que mis ánimos había cambiado, ¿acaso podía ver tan dentro de mi sin yo darme cuenta, emitía ese tipo de señales? No… estaba seguro de que no, no me consideraba como una persona predecible. Siempre supe que kara era un ser especial y no lo digo solo por su belleza y pureza de alma sino como dije una vez algo indescriptible la rodeaba, algo como mágico, la verdad no se como explicarlo, en el transcurso de mi historia iré descubriendo a que se debía ese sexto sentido que poseía mi hermana, no es una broma ni tampoco algo que puedan considerar como imaginación mía.

Almorzamos afuera en la galería, de repente en la curva apareció un auto. Para mi desgracia conducía Clarissa, kara me miro una vez más con aquella mirada perturbadora y atrapante cuando se detuvo el auto al frente de la galería.

_ ¡Hola, perdón por la interrupción pero quería conocer tu casa Darien! Espero no molestar. Huyy veo que recién comenzaron a almorzar_ dijo subiendo los escalones.

_No… claro que no molestas _respondí cínicamente al ver que de los ojos de kara salían chispas, descubrir que esta situación le provocaba celos me divertía ya que eso me daba un rayo de luz en tanta oscuridad. Estaba progresando. Eso es lo que yo creía pero unas horas mas tarde todo se me vendría abajo nuevamente.

La invite a sentarse a la mesa, como un rayo fui hasta la cocina y volví con un plato, cubiertos y un vaso_ kara no decía nada pero eso parecía no importarle a Clarissa

Una vez que terminamos el almuerzo, Clarissa nos propuso ir a dar un paseo así le hacían conocer los alrededores. Mire a kara y esta solo se limito a levantarse, sin decir nada salio al jardín. La seguimos de muy cerca, Clarissa hablaba hasta por los codos, yo solo me limitaba a asentir sin dejar de mirar cada detalle del cuerpo de kara. En uno de esos momentos Clarissa en vos alta dijo:

_Sabes Darien, aquella noche en que nos conocimos la pase realmente bien, ojala vuelva a repetirse porque jamás me habían hecho el amor de esa manera._ dijo sonriendo y tomándome de la mano para llevársela a sus labios.

Hubiera querido que la tierra me tragase en ese momento para no ver el rostro de kara.

_Perdón… espero no te moleste kara que te cuente de nuestras andanzas verdad, lo que sucede es que yo hablo sin tapujos, pero si te molesta solo dímelo y me calló _ concluyó algo sarcástica

_No te preocupes… mi hermano es un hombre hermoso, además el es libre de hacer lo que mejor le parezca con sus vida. Quien soy yo para criticarlo _ respondió con los ojos nublados. Nunca pensé que kara se refiriera a mí de esa manera. Lo dijo suave y dulcemente como ella solo sabe hacerlo

Clarissa no se dio cuenta porque en es momento le daba la espalda.

_Darien porque no damos un paseo tú y yo, así rememoramos la noche pasada_ suplico tirandome del brazo.

La dejamos allí parada en el jardín, nunca me sentí tan ruin, pero no podía detener la pasión de Clarissa que ya estaba intentando desabotonarme la camisa

Clarissa me quito la camisa y comenzó a besarme desesperadamente por todo mi pecho, deteniéndose eternamente en cada tetilla, haciéndome gemir como un estupido. De un impulso se quito la remera y a su vez el soutien para pegarse junto a mí. Sus pezones duros por la excitación hicieron que mi miembro comenzara a despertarse. Tanto era mi calentura que pronto me hundí en un mar de deseo y frustración contenida. La tire en el césped para quitarle los pantalones mientras ella me sacaba el cinto y bajaba mi cremallera. Cuando me vio lo empalmado que estaba sonrío de puro deleite y sin perder un minuto comenzó a pasar su lengua cimbreante por mi capullo que ya mostraba cuan excitado me encontraba.

Ya completamente desnudo le recorrí el cuerpo con mis besos y mi lengua. Mi mano en su vagina totalmente depilada y mojada no dejaba de acariciarla. No me pude contener y la coloque de la forma en que yo pudiera colocarme encima de ella.

Darien… no te demores cariño, hazlo de una vez que me estoy volviendo loca… ¡por favor!

Al escucharla no me hice esperar y la penetre hasta que nuestras ingles chocaron, el frenesí y la locura con que la penetraba demostraban mi frustración y la pasión contenida que me ahogaban. En esos momentos no veía a Clarissa bajo mío, el deseo que sentía por kara hacia que me la imaginara que era ella a quien estaba haciéndole el amor, pero cuando mis besos trataban de calmar esas ansias volvía a la realidad en cuanto aparecía nuevamente el rostro de Clarissa gimiendo como una poseída, señal clara de su pronta llegada del orgasmo.

En el preciso instante que gritábamos al unísono por la llegada de ambos orgasmos y de mi tremenda descarga levante sin querer la vista y vi el rostro mortal de kara junto a un árbol. Mi excitación desapareció súbitamente, me separe de Clarissa he intente taparme con mi pantalón. ¡Dios mío! Ella nos había estado viendo. Me pase las manos por el pelo tratando de pensar a mil por hora, pero nada podía hacer ya por remediar lo ocurrido.

_Que sucede porque te detuviste_ exclamo molesta tocándome el hombro

_Nada… solo vístete _ ordene quitándole la mano de mi hombro

_Pero Darien que apuro tienes_ pregunto confundida

_ ¡Vístete maldita sea!_grite casi cruelmente poniéndose la ropa

Sin decir palabra se levanto y rápidamente se cambio. Luego una vez ya en el auto intento besarme pero yo le quite la cara y su beso fue a parar en mi oreja. Ella me miro con los ojos llenos de cólera pero solo subió a su auto y dando una acelerada se marcho.

Entre a la casa buscándola con la mirada, la vi sentada en el sillón de la sala, parecía una estatua, no se movía. Cuando me acerque y me senté a su lado escuche que lloraba, intente poner mi mano sobre la suya, me rechazo con un manotazo y violentamente se levanto para irse pero yo la detuve poniéndome en frente de ella, intento esquivarme pero nuevamente la detuve, le agarre su cabeza con ambas manos y la acerque tanto a la mía, la sentí jadear. Simplemente la bese, apasionadamente, la obligue a que abriera su boca, su protesta ya no me importaban, la había visto mirarme en el jardín acusadoramente, como reprochándome que yo estuviera con otra mujer. De un impulso la levante y con ella subí las escaleras. Ya en la habitación me quite la camisa, en ese momento ella intento escapar al darse cuenta de que no me detendría ante sus suplicas. La detuve en la puerta, la tome con todas mis fuerzas evitando que se moviera y mirándola a los ojos le dije

_ Sabes que te amo, que mi pasión y mi deseo de ti es ya incontrolable, crees que puedo continuar pasando día tras día sin poder tocarte, acariciarte y besarte como tanto deseo, me volveré loco sin tu amor. Por favor kara no me desprecies, déjame amarte, cuidarte y darte todo el amor que hay en mi corazón. ¿Porque nuestros padre se enfrentaron al mundo para defender su amor, porque tu y yo no podemos tener nuestra oportunidad? No me digas que no sientes nada por mi porque yo se que si, te he visto varias veces mirarme cuando me hacia el distraído. Anoche cuando te bese me correspondiste y no digas que es mentiras porque no solo te mientes a ti sino que crees mentirme a mi pero dios sabe que me correspondiste, yo se kara que nunca mentirías ante dios_ diciendo esto la lleve hasta donde mama había colocado un rosario en el espaldar de la cama.

Ella levanto la cabeza y lo miro fijamente, su cuerpo perdió completamente las fuerzas cayendo al suelo, con miedo pensé que se había desmayado, pero no, el temblor que lo cubría me daba a entender que lloraba.

Me agache hasta quedar muy cerca de su rostro

_ Dime kara, dime que no siente nada por mi_ le dije con vos cariñosa intentando estrecharla en mis brazos.

Me miro fijamente, su rostro bañado de lágrimas dulcifico mi voz

_Pequeña… perdóname pero no puedo ni quiero perderte porque me perdería a mi mismo _ diciendo esto la bese nuevamente. Esta vez no me quede con las ganas de ser correspondido ni con las ansias de sentir como fluía su pasión sin interrupciones esta vez.

Su boca temblorosa dejaba que la recorriera hasta sus más recónditos lugares. Aquel día ya no quedaron secretos de su boca para mí. Comencé a recorrer su cuello saboreando cada centímetro sin prisa y con la ternura a flor de piel. Cada beso era acompañado por una palabra, una frase de ese amor tanto tiempo contenido. Ella se dejaba hacer, ya no oponía resistencia, mis manos acariciaban su espalda suave y delicadamente haciéndola estremecer. El placer que ella comenzaba a descubrir era acompañado de suaves y casi inaudibles gemidos, no quería aun hacerla mía, no era el momento. Esperaría a que ella me correspondiera, a que fuera merecedor de su amor. Le enseñaría como a un niño que recién comienza a caminar. Ella aprendería paso a paso hasta el día en que se me entregara completa en cuerpo alma y corazón

Continuara

P/D: agradezco muchísimo los comentarios, tanto que me alientan para continuar