Kamasutra Gay... (Ilustrado)
Las mejores posiciones para una mejor penetración...
La barra
Esta postura produce una intensa estimulación del ano, permitiendo una penetración muy profunda.
Para esta postura, el pasivo debe tumbarse de lado. El activo entonces se colocará apoyado sobre las rodillas, con las piernas semiabiertas, sobre una de las piernas del compañero, sujetando la otra pierna colocándosela en el hombro.
El placer es exquisito cuando el activo alterna sus embestidas cambiando el ángulo de penetración. El pasivo queda clavado a su compañero, apoyado sobre la superficie, quedando el movimiento el manos del activo.
La postura puede variar si la pierna que permanece sobre el hombro del activo se baja quedando doblada. De esta forma el ano se estrecha y la sensación es mayor.
La gran V
Esta postura puede realizarse sobre una mesa o una cama según prefieran los amantes. La única diferencia está en que el activo estará de pie o de rodillas según el lugar que elijan.
El chico que es penetrado debe tumbarse con las piernas abiertas y subidas unos 90 grados mientras que el activo se las sujetará manteniéndolas estáticas mientras penetra a su compañero.
En esta postura la penetración es muy profunda y el placer intenso, quedando todo el movimiento de los amantes en manos del activo.
Conforme avance el acto, puede variarse cerrando las piernas del pasivo, colocándolas sobre los hombros o sujetándolas frente al cuerpo.
El misionero
Quizás la postura más tradicional para el acto sexual. En esta posición, la penetración es bastante profunda y el contacto entre ambos amantes muy intenso, provocando un orgasmo que aumenta progresivamente.
El ángulo de la penetración es favorable para la estimulación de la próstata lo que aumenta el placer del penetrado.
Simplemente los amantes se encuentran tumbados mirándose el uno al otro con el activo encima colocado ente las piernas del pasivo. Éste podrá estirar sus piernas o bien doblarlas abrazando a su amante, experimentando diferentes sensaciones puesto que el ano se abrirá o estrechará según la posición.
El perrito
Esta postura es muy popular puesto que el sexo anal, en muchos casos, se asocia a la misma. El chico que es penetrado debe colocarse sobre sus manos y rodillas mientras que el otro se arrodillará detrás de él.
El ano del penetrado se estrecha debido al músculo del pubis lo que hace que la penetración pueda ser dolorosa si no es acompañada de una buena lubricación y de la estimulación preliminar con los dedos o la lengua.
El que penetra puede moverse muy rápidamente y agudizar la excitación. El movimiento puede ser mutuo siendo el activo el que guíe el acto cogiendo al penetrado por la cintura, el culo o los hombros.
El esclavo
Para realizar esta postura, el chico que va a ser penetrado debe tumbarse sobre una superficie con las piernas dobladas llevadas hacia el pecho. Con los brazos entre las piernas puede tomarse los pies para mantener más estable la postura. El chico activo se colocará detrás para penetrarlo apoyado sobre sus rodillas y agarrando también las piernas de su amante.
La penetración en esta posición es muy muy profunda puesto que el ano se relaja, siendo el chico activo el que controla el movimiento.
Además, éste podrá masturbar a su compañero. Si se quieres variar de postura nosotros recomendamos que se pase a la de la gran V, ya que no requiere interrumpir la penetración.
Los dos pilares
Esta postura es más cómoda para aquellos amantes que sean más o menos de la misma altura.
Ambos deberéis estar de pie, colocándose el activo detrás del que va a ser penetrado. El pasivo puede separar las piernas o bien mantenerlas más juntas mientras que el activo lo penetra. La diferencia está en que la penetración será más o menos profunda.
El contacto entre ambos será muy intenso, permitiendo que el chico que penetra pueda tocar y masturbar a su pareja. El movimiento puede ser controlado por ambos, llevando al ritmo cualquiera de los dos.
Podréis hacerlo totalmente de pie, apoyados sobre una pared o también con el chico que es penetrado reclinado sobre una cama o una mesa.
La cuchara
Esta postura permite hacer sexo sin prácticamente cansarse, siendo quizás una de las más cómodas para ambos compañeros.
Ambas personas se tumban de lado, uno detrás del otro, pudiendo entrecruzar las piernas, abrirlas, rodearlas...
La penetración en este caso no es tan profunda como lo puede ser en otras posturas por lo que puede ser recomendable para aquellas personas que no hayan tenido sexo anal anteriormente o como postura de inicio del acto sexual. Además, de esta forma, el activo puede alcanzar el miembro del compañero, pudiendo masturbarlo al mismo tiempo. Si queréis variar la postura no tendríais más que rodar juntos colocándoos boca abajo (el activo encima del pasivo) o boca arriba (al revés).
El show
El amante penetrado se coloca bocaabajo sobre la cama y levanta la pelvis hacia su compañero, puede ayudarse colocando un cojin bajo el vientre, aunque levantando el cuerpo tiene acceso para masturbarse mientras es penetrado.
Las piernas separadas del que se coloca debajo permiten un angulo muy abierto, y una penetracion profunda por parte del compañero activo, que procurará apoyarse sobre las manos para no cargar el peso sobre su compañero
El cangrejo
La penetración puede ser muy profunda, haciendo sentir a los amantes un intenso placer.
Las piernas del que va a ser penetrado deben llevarse encogidas hacia su pecho, quedando apoyadas en los hombros del compañero. Éste quedará totalmente estirado encima de su compañero, apoyado sobre sus manos y pies. El pene del activo debe quedar en posición vertical.
En esta posición el ano del pasivo se relaja, facilitando una penetración muy profunda. Además, en esta postura se consigue una agradable estimulación de la próstata, por lo que el placer es exquisito.
Como variación puede mantenerse solamente una pierna sobre el hombro en vez de las dos, estrechando de esta forma el ano y consiguiendo una estimulación diferente.