KAI EL CHAPERO (6) Vicio en el Camarote.

KAI EL CHAPERO (6)

VICIO EN EL CAMAROTE

Hector no me había quitado ojo del paquete mientras contaba su historia y adivinaba el muy mamón, que me ardía el cuerpo por la calentura... ¡Como me conocía el putón! El muy cerdo no ahorraba detalles del relato, ... menuda guarra estaba hecho el mosquita muerta ... nos tenía a los tres ensalivándo de gusto, embobados con sus palabras y prestandole atención.

Los cuatro ardíamos de vicio, con ganas de guerra, con los paquetes marcando el grosor de los cipotes, y los ojos inyectados de lujuria y obscenidad. Al lado mia tenía a Hector, con la mano metida dentro de los calzoncillos, y jugueteándo con su capullo mojado, ... y frente a mi estaban Julio y Aitor. Se les podía apreciar, que la fina tela de los slip estaban impregnadas de pre-cum, por la mojadez se les transparentaban las dimenciones de cada cipote, y se clareaban los capullos coronando las trancas ... sobre todo a Julio que se le salía por el elástico de arriba de los gayumbos.

Aitor, se abría de piernas cogiéndose con la mano el volumen de su bulto, ofreciéndomelo con una mirada lasciva y viciosa. Como lo tenía en frente estiró el pie y comenzó a sobarme la entre pierna, y a provocarme mas ... de lo que ya estaba. Ese fué el pistoletazo de salida, a partir de ahí comenzó el desmadre y la orgía.

Julio se había tendido boca arriba en la moqueta, desde mi panorámica podía contemplar la tienda de campaña que se levantaba entre sus piernas, la vena inflada de su pollón marcada en los calzoncillos, y como se les distinguía clareandose perfectamente los huevazos gordos. Estaba esperando a Hector que estaba pegado a él, que tomara la iniciativa y se avalanzara sobre su polla, y se despachara a gusto chupandosela como se las había chupado a los tíos en su relato. No tardó mucho Hector en acercarse al fardo del compañero, olizqueó desde los cojones hasta el capullo, deteniendose con su lengua en este último, para saborear y degustar el elixir que mojaba su rajita.

Mientras, Aitor se arrodilló en el suelo de espaldas a mi, poniendose a cuatro patas como un perro, ... bajandose despacio los calzoncillos, hasta que me enseñó el boquete del culo bien abierto, ... y todo esto sin dejar de mirarme, para ver la cara que yo ponía. Yo, para aquel entonces ya me había liberado de los slip, y con el cipote fuera, me masturbava lentamente mirando muy calentón, el bailecito sensual de Aitor y la mamada que le había comenzado Hector en la polla a Julio. Mi cara se fué acercando cada vez mas hasta aquel regalo de los dioses, ... ¡Vaya culito mas delicioso, colegas! ... mis manos abiertas apresaron completamente sus cachetes, y penetré mi lengua empujando para adentro, todo cuanto podía meter en aquel boquete de placer.

Julio, sacó el cipote entero de sus calzoncillos apoyando el elàstico por debajo de los huevos, ... y agarrando a Hector de la cabeza, se lo clavó en la boca como un salvaje. El colega estaba muy excitado, super activo, acompañaba cada embestida de de pelvis con gemidos de placer, y le metía el pollón a la mamona, llenando todo el húmedo y ensalivado agujero bucal. Hector, ... con el nabo fuera bien empalmado y a punto de caramelo, lo situó encima de la cara de Julio, dando comienzo a un sobeteo vigoroso, restregándolo contra su rostro en un sube y baja acorde con su cabeza al chupar, ... que terminó cuando Julio le sujetó el cipote con los labios, y maniobrando ayudado con la lengua, se lo coló dentro de la boca. Engullía la polla entera hasta situarse de bigote los huevos velludos de Hector, apretando con los morros el tronco robusto, succionando hacía adentro con fuerza, como si se lo fuera a arrancar de cuajo en una de las chupadas, con la cara colorada cortandole la respiración por las embestidas, y derramando por las comisuras de la boca la saliva que se le escapaba.

El olor a sexo envolvía por completo el camarote, ... el sudor lujurioso, ... el tufo a niñato joven, ... el aroma corporal de cada uno que se mexclaba con el perfume tan exquisito de nuestros cipotes. Yo continuaba con el arte culinario en el trasero de Aitor, degustando a lamatadas la rajita oscura de su culo, al mismo tiempo que me apoderaba de su polla con la mano y se la pajeaba a un ritmo eufórico. Paseaba mi lengua salivosa, recorriendo desde el ano hasta los huevos pelones, pasando por el tronco rígido, y terminando en el cebado glande caldoso.

Interrumpí la comida de culo y polla, y de espaldas lo atraje hacia a mi sentándolo encima de mi entre pierna. Le retregué varias veces el capullo, lubricando con mi pre-cum la puerta de su ano, mientras escuchaba los jadeos que emanaban de su garganta. Apunté con mi cipote en el centro del agujero, y de un buen empujón se la clavé entera dentro del ojete, ... Aitor sintió al momento mi capullo gordo y caliente rellenando su esfínter, el niñato gritaba de dolor y placer, se estremecía gozando, y me percaté que le temblaba el cuerpo, cuando tumbó su espalda sobre mi pecho.

AITOR: ¡Que gusto cabrón! … ¡Que rabazo tienes Kai! ... como sabía que estabas loco por tirarte mi culito, todos los putos días enfocándome con la mirada. ... ¡Siii! … ¡Follame cabronazo!

KAI: ¡Que guzada de culito! ... ¡Que apretadito lo tienes maricón!... ¡Siiii, ... Asiii me gustan! ... ¡Estaba loco por follartelo y partirtelo en dos con mi cipote! ... Me encanta espiarte mientras duermes, en calzoncillos marcando paquete, desnudo en la ducha, cuando meas en el water, ... Me calientas el nabo y me pones cachondo. ¡Tomaaa! ... muevete viciosillo, que te voy a destrozar el culo a pollazos.

Tal y como estabamos colocados, Hector tenía de frente a Aitor tragándose mi cipote, devorando con los ojos las embestidas, que recibía en el culo el compañero por mi parte. Soltó de su boca el miembro duro de Julio, y se desplazó gateando por el suelo hasta tocar con su cara el bergajo de Aitor. El panorama que vió Julio mientras se arrastraba Hector, fué un culo muy sabroso, con los cachetes redondos y muy prietos, totalmente abierto, en pompa, pidiéndole a gritos que se ocupara de el. No tardó ni un segundo en meterle mano por debajo, en la raja del ano, tocando el agujero, masajeándolo con los dedos llenos de saliva que recogía de su lengua. Mientras, Hector enterró aquella polla en su puta boca, hasta tocar los huevos pelones del colega de baile con sus labios, lentamente recorría con la lengua todo el tronco de la polla, dejándola brillante de saliva y muy lubricada.

Julio, lentamente, pero sin titubear le envergó el pollón hasta el fondo .... Hector sentía sus testiculos pegar contra sus nalgas .... notaba toda su verga gruesa y larga dentro del ojete ..... Julio, el muy cabrón estaba haciendo lo que queria desde hacía mucho ... destrozarle a mi putilla el culito. Su movimiento de mete y saca fue creciendo paulatinamente, al principio le sacaba el nabo un poquito solamente ... pero después de pocos segundos, su movimiento era largo y rapido. Yo miraba el cuadro y me estremecía de placer, veia como nuestros cuerpos se llenaban de sudor por el no parar, ... me detuve fijandome como se reflejaba en sus caras una expresión de gozo, ... de placer, ... de vicio, ... flipado estaba viendo el cipote de Aitor entrando y saliendo de la mamona boca de mi novio. Ëste, no perdía el tiempo, lo quería todo para el, ... la polla de Julio atravesando su culo, ... el pollón de Aitor en su guarra boca, ... ¡Todo!

Cada vez que Aitor subía y bajaba tragando mi nabo, ahí estaba la lengua de Hector lamiendo el tronco de mi polla que podía ver, bajando hasta mis huevos salivándolos, pasando su lengua por el espacio que los separa del culo, y finalizando con múltiples lametones en mi ano. Yo bombeaba cada vez con más fuerza, estaba en un punto descontrolado, como un puto cerdo, mis movimientos volvieron a Aitor loco del placer, provocando que moviera sus caderas en un frenesí de lujuria y excitación. Tuvo su merecido premio, ... una tremenda descarga de abundante y generosa lechada caliente, acompañada de gemidos y embestidas de pelvis por mi parte.

KAI: ¡Me corroooooo! … ¡ Que gustazooo! … ¡siiiii! ... Tragatela pedazo de putón, … bebete mi leche caliente compañero, …. ¡Ahhhh! ... ¡Tomaaaa!

AITOR: ¡Que gozada tíooo! ... ¡Correte en mi culo cabrón de mierda! ... ¡Ahhhh! … ¡Siiiiiiii … me voy yo también! ... ¡Me corroooo! ... ¡Que boca tiene la mamonaaaa! … ¡Aaaaaaa! … ¡Bebete mi leche niñato! Así traga maricón, entierra tu boca en mi cipote y hasta que no te bebas enterita mi lefa, no la levantes. ¡Mira chulo, ... mira como le agarro los pelos a tu novio chupa pollas! ... ¡Uffff! ... ¡Mira como me tiro su bocaaaa!

Hector, tragaba por la garganta todo el esperma que le regalaba la polla de Aitor, su boca era una lavandería dejando impecable el trancazo, adsorbiendo con ruidosos chupetones, y sin desperdiciar ni una sola gota de lefa. Él mamón sabia lo que estaba haciendo, tanto con la boca como con el culo, ... por que el hijo de puta de Julio, vociferaba de gusto acelerando como un fiera, las embestidas en el ojete de Hector a punto de correrse. Aitor, rápidamente apresó con la boca la polla de Hector, succionaba con fuerza el capullo hinchado como si le fuera la vida en ello, y como era de esperar, Hector disparó como una metralleta una buena lechada al mamón sediento.

HECTOR: ¡Tíoooo! … ¡Me corroooooo! … ¡Siiiiii! … no aguanto mas, me chorrea todo, … ¡Que gustazo cabrón! … ¡Ahhhh! … ¡Que boca tienes! ...¡Asiiii! ... ¡Follameeee ... follame con tu cipote Julio! Los pollazos los siento hasta en el estómago, me vas a sacar el cipote por la boca. ¡Que barbaridad! ... ¡Que bestiaaaaa! ... ¡Ufffff! ... ¡Ahhhh!

Julio, rápidamente sacó la polla del culo de mi novio, fué hasta su cara y le soltó toda su carga de leche, abundante, blanca, cremosa que le bañó el rostro. Nos inclinamos los tres, y a lamidas limpiamos el néctar de la cara de Hector.

Ni la mas pequeña gotita quedó sin recoger.....