KAI EL CHAPERO (3) Paulo y Alberto

Lo que le gustaba a los dos, y por eso requerían mis servicio, era que yo me follara a Paulo mientras Alberto miraba, y cuando ya se calentaba y estaba todo palote, unirse al trio.

KAI EL CHAPERO (3)

PAULO Y ALBERTO

Tengo dos clientes que son pareja. Paulo de 22 años, mulato brasileño guapisímo de cara, delgado de cuerpo, con los cachetes del culo gorditos y robustos. La polla la tiene normalita pero muy gorda, bastatante gruesa, como los huevos que le cuelga. Lo que mas me pone de él... aparte de lo bien que le sientan los vaqueros, es lo obeso que tiene el capullo y lo grande que tiene la raja.

Yo ya conocía a Paulo astes de que estubiera con Alberto, había sido chapero del QUEENS, un antro para gays maduros que yo frecuentaba de vez en cuando, y en el que me hacía bastantes chapas. Allí precisamente conoció al que hoy es su novio, pero antes de eso menudas folladas nos hemos montado con algunos clientes... ya os contaré alguna cuando me salga de la polla.

Alberto tiene 42 años, con un cuerpo bastante corpulento y fuerte, pelo corto canoso, tez blanca y una cara muy atractiva. El cipote lo tiene grande y largo... nunca se lo he medido, pero sin exageraros colegas, tiene que tener por lo menos unos 30cm... nunca me lo he podido meter entero en la boca y en ano ya ni os digo. El culo que tiene, no es nada del otro mundo, muy normalito comparado con el de Paulo, pero eso si... como dice él... el trasero no me lo enverga nadie.

Lo que le gustaba a los dos, y por eso requerían mis servicio, era que yo me follara a Paulo mientras Alberto miraba, y cuando ya se calentaba y estaba todo palote, unirse al trio. Le gustaba ver a su putilla brasileña a cuatro patas... tragandose una buena verga por el ojete... chupando el cipote y los huevos mientras lo miraba provocandolo... hasta que el tío estubiera tan caliente y empalmado, que no aguantara mas y entrara al trapo con nosotros.

Entramos al dormitorío y nos quedamos en calzoncillos los tres. Paulo y yo, nos tendimos en la cama jugueteando con nuestras lenguas en un intenso morreo en la boca, mientras tocabamos nuestros paquetes hinchados y abultados, por la empalmada de nuestros cipotes. Alberto se sentó en un sillón que había al lado de la cama, como hacía siempre, observando la escena sin perder ningún detalle y dirigiendo con la mirada y gestos lo que quería que fueramos haciendo.

Paulo bajó lamiendo todo mi pecho hasta llegar a la entrepiena, allí se deleitó saboreando mi cipote y mis huevos, aún tapados por la fina tela blanca del slip. Me los tenía totalmente mojados, la parte que cubría el cabezón de la polla estaba chorreando... baboso de saliva y ya se trasparentaba todo el tronco duro y venoso. Bajó los calzoncillos lentamente dejando al descubierto el capullo granate e hinchado. Lo besó recorriendo todo el tronco duro, hasta llegar a los cojones gordos y llenos de leche almacenada. Primero succionaba uno, después absorbía el otro... para terminar con los dos dentro, llenandole toda su mamana boca. El muy maricón sabía lo que hacía, Paulo siempre tuvo fama de buen chupa pollas, y os lo puedo asegurar... mas de una vez me ha ordeñado los huevos, haciendome que le suelte un río de semen por su garganta.

Lamió cada rincón y cada pliegue de mi cipote, le agarré la cabeza con mis manos y le metí la verga de un golpe en la boca... casi le parto el paladar del leñazo, sentía las paredes bucales del mamón mientras le taladraba con mi polla... ¡Que placer...! ¡Que follada colegas...! cada vez mas rápido, a toda velocidad. La saliva se le escapaba de la boca, mojandome el abdomen, formando grandes hilos de babas, que se mexclaban con el pre-cum que se fugaba por la raja de mi capullo.

Sabía que a su novio ver esto, lo ponía todo burraco... muy guarrón y vicioso. Le daba placer mirar como sometía con brutalidad a su chico... a su putita... a su pareja. Se le podía apreciar las proporciones del vergón empaquetado por el calzoncillo, que mostraba orgulloso... presumiendo de lo que tenía entre las piernas.

Paulo estaba de espaldas a él mientras me chupaba la polla, arrodillado encima de la cama, ofreciendo la raja del culo toda abierta, para agrado y satisfacción de los ojos de Alberto. Su movimiento era muy morboso, ritmico, como un baile armonioso de arriba abajo. Llevaba unos calzoncillos chulísimos, de esos que no tapan el trasero, que desde la cintura hasta la rabanilla dejan al aire todo los cachetes del culo. Su novio se aproximó hasta el oscuro ojete danzarín y colocó su lengua entre las nalgas rechonchas. Comenzó a comerselo como un cánival... como un animal hambriento... como un barbaro sin modales ni cortesía.

Le metía el dedo pulgar en el agujero, tirando hacia abajo del ojete mientras penetraba su lengua, y se lo tiraba a lametazos. Alberto tenia el paquete que le iba a reventar, parecía que la tela de los calzoncillos no aguantarían aquel grosor... ¡Que espectaculo mas divino para mis ojos!... Con la otra mano se tocaba el cipote, se lo magreaba desde la base hasta el capullo, sobando toda la extensión de carne gorda y dura.

ALBERTO: Ahora, chapero de mierda... quiero que te folles a mi putita brasileña, … quiero ver a esta perra caliente gozar, cuando le atravieses el ojete con tu cipote.

El niñato de cuerpo moreno se giró, subiendose de espaldas a mi, acomodó con la mano mi cipotón en su boquete anal, y comenzó a engullir devorandolo lentamente. Con la mamada me lo había puesto el muy cabrón, a punto de explotar y con ganas de guerra. Su novio lo miraba espatarrado, con las piernas apoyadas en la cama, contemplando su polla empalmada y húmada de pre-cum.

KAI: ¡Como te gusta que me encule a tu putilla con mi polla! ... que le pegue una buena follada en el trasero... ¡Miralo!... mira la cara de gozo que pone... ¡siiii! ... Asiiii! ... muevete zorrón y aprieta con los labios del ano, que te lo voy a destrozar guarrona!

PAULO: Eso hago patrón... ¿Te gusta así? (acelerando) Dame verga tío... Dame tu pollón... ¡Follameeee!

Su novio se había subido de pie a la cama, y llevaba el estoque listo para clavarlo en el hosico de su amado. Se acercó a su cara y restregó su nabo largo por sus morros. El cabronazo se relamía los labios dejando escapar la saliva de su boca, lamiendo y mojandole el capullo. No tardó en zamparse y devorar esa rica polla, comía con hambre, con ansia, saboreando y degustando el sabor a macho que le dejaba en el paladar. Alberto nos pasaba el tarrito de poper´s, para que le dieramos una oliscada de vez en cuando, cada olfateo era un subidón de vicio y de calentura incontrolada. Un desenfreno de placer... yo tirandome el culazo del brasileño, destrozandole el boquete a golpe de pollazos... y Alberto llenando de carne gorda y jugosa, en una vil follada. El chupaba el rico caldito que emanaba del capullo del novio, cerraba la boca apretando con sus labios en un vaivén de subidas y bajadas, desde el tronco hasta el cabezón de su polla.

Paulo estaba al límite de su calentura, sin tan siquiera tocarse el nabo se corrió,... explotó su rosado capullo, soltando y escupiendo por la rajita, un chicate de semen que le salpicó la barbilla.

ALBERTO: ¡Miralo, como disfruta mi pequeña puta! … ¡Como le gusta a mi chaval vaciarse los huevos, mientras le rellenan el ojete y la boca de pollas! … ¡Asiii … Correte! ... que estoy a punto de soltarte el río de leche caliente en tu mamona boca. ¡Toma zorrón... traga! ...¡Ahhhh... Siiii!... ¡Me corroooo... Me vácioooo...!

KAI: ¡Yo también me corroooo!... ¡Tragate mi lefa enterita cabrona... como a ti te gusta! … ¡Ufff! … ¡Tomaaaaaa! … ¡Que culo tienes tío! … ¡Que gusto! … ¡Que gusto! … traga como tu sabes… ¡Asiiiiiiiii!.

Luego nos cambió de postura y nos colocó derrodillas encima de la cama, uno al lado del otro con los culos en pompa, abriendo con nuestras manos los cachetes, y dejando totalmente a la vista de Alberto, las deliciosas rajas. Fué pasando su lengua de culo en culo, chupando... lamiendo... comiendoselo uno tras otro, saciando el deseo glotón de aquel animal habriento. Mientras se daba el atracón de la rica comilona, sujetaba fuertemente con las manazas mi polla y la Paulo, sobandolas... magreando y apretando la base del capullo, hasta que este le regalaba un goteo incesante de liquido preseminal.

Alberto se tumbó en la cama y nos obsequió con un maravilloso presente, todo el cipore esbelto, gallardo y empalmado, requería nuestras lenguas. Las dos bocas mamonas, una a cada lado de aquel mástil, pajeábamos al unísono de arriba a bajo con nuestros labios, salivando... lamiendo... chupando en una lucha feroz por quien de los dos le iba a dar, mas placer al portador de aquel delicioso cipote.

ALBERTO: ¡Siiiiiii! … ¡Chuparmela! … Así, apretando vuestras cabezas contra mi verga... ¡Sigueee Paulo... Sigueee Kai... no pareis! … ¡Que gozada! ... Prepararme bien la polla, que quiero follarte el ojete Paulo... darte placer en el culazo tan sabroso que tienes... ¡Mi putilla!

El chaval se subió encima del novio y se separó las nalgas con las manos. Alberto lo sujetó de las caderas y lo empujó contra su cipote inflado y venoso. Le inundó todo el recto de carne, tenía el culo super estimulado... listo para albergar no solo una polla, si no las dos que se iba atragar... como al él le gustaba. La putilla brasileña gemía de felicidad, suspiraba, jadeba de satisfacción, se retorcía de gozo con cada embestida que le propinaba la verga de su macho.

Me situé detrás del chaval y rellené el poco espacio del ojete que me había dejado el pollón de Alberto. Entraban los cipotes por el boquete del ano sin ninguna oposición, los dos nabazos presionaban fuerte abriéndose camino a lo largo y ancho de su recto. Dos buenas pollas entraban y salían de ese agujero en carne viva, destrozándole el culo, domando un potro salvaje a la fuerza. El niñato no paraba de moverse, … gritando, mojándose la boca de saliva con la lengua, manchando el pecho de Alberto de hilillos de líquido preseminal, que se escapaban del cabezón de su cipote.

KAI: ¡Que gozada de culo chaval!... Comportate como lo que eres, una puta zorra, una maricona traga pollas... ¡Que gustazo! … ¡Que culito tan apretado tienes guarra! … nos tienes en la gloria maricón, … ¡Toma! … ¡Siiiiiiii! … Dale bien fuerte Alberto... que a él le gusta...

ALBERTO: ¡Mnnn ...! Que gusto amor, me vuelves loco, me tienes cachondo … caliente … a cien por hora, como un salvaje … ¡Aaaaa! … muévete putita, y follanos bien follado estos pollones.

PAULO: Dejate de cursilerias y dame caña puto cabrón... siii … asiiii … hijos de putaaaa ….Darme polla... Darme vicio... Ponerme los dos mirando para Cuenca. Soy vuetra puta... vuestra cerda... vuestra guarra zampa pollas. ¡Ahhh! ... quiero sentir vuetras trancas dentro de mi... y quiero sentir vuetra leche caliente dentro de mi.

Alberto clavó sus ojos en los de Paulo, y sin dejar de meterle una y otra vez la polla en el cieso, lanzó un par de escupitajos en la cara del brasileño. Acercó los dedos a su rostro, recogió con las yemas lo escupido y se lo metió en la boca para que se lo comiera. Eso le encantó al niñato, lo puso muy cerdo,... por que aceleró los movimientos del culo hasta tal punto, que se tragaba los cipotes sin compasión ninguna.

ALBERTO: ¡Ufff! … Que caliente me pones viendo moverte de esa forma, ¡Como disfrutas putón!... ¡Como sabes trabajarte una buena verga!... Me pones como un sádico enfermo de ti... de tu culito delicioso y rico. ¡Muevete perra cachonda!... ¡Tragaaa!... y por la cuenta que te trae, haz bien tu trabajo. ¡Vamos … mariconaaa! no te vas a poder sentar en dos dias.

KAI: ¡No aguanto mas colega!... Se me escapa la leche sin remedio...¡Toma!, … Toma, toda mi lefa para ti mamona, … ¡Me corrooooooo! Dentro de tu asqueroso boquete de guarra, … ¡Siiiiiii! … Esto es un buen culo, joder, … ¡Ahhhhhhh!

PAULO: ¡Siiiii! … Dámela toda dentro de mi culo, … ¡Como me quema el ano tu lechazo caliente colega! ... Que bueno estás Kai ... puto de mierda, y que polla tienes cabrón! … ¡Siiiii! ... me corrooooooooo yo también ... me corrooooo cabrón.

Derramó su abundante lefa en la cara de su pareja, los goterones de baboso senem le chorreaba por los labios, por la nariz, por la barbilla... por todo el rostro. Paulo liberó la polla de Alberto de su culo, y se sentó con sus posadera encima de la boca de su macho. Quería una buena limpieza de ano... una lavada con lengua ... así ... como le gustaba al cabrón de Alberto ... comerle y saborear el esperma que chorreaba del ojete, después de haberse corrido otro tío en su culazo. Yo hice lo otro que le encantaba al machote ... que era chuparle la polla, hasta que me regara de semen toda la garganta.

El cabrón se abría de piernas del gustazo, levantando la pelvis hacía arriba, dándome sacudidas y embestidas en la boca con su duro nabo. Le chupé el cipote entero de arriba abajo, poniendo todo mi enfasí en el cabezón hinchado, como una puta esclavizada por aquel vergajo, metiendomelo hasta la garganta y esperando su esperma como agua de Mayo. Aquello terminaría como siempre ... como buen mamón que soy ... sacandole todo el jugo sabroso de sus gordos huevazos. No me defraudó, me tenía reservada una buena y copiosa lechada ... cuando escuché los gemidos de gozo del cabrón, supe que le venía el caudal, recorriendo su obesa vena y explosionando en todo mi boquino. ¡Como se corrió colegas! ... Me regalaba su leche caliente al mismo tiempo que me cerraba con las manos la boca, para que no desperdiciara ni una sola gota de aquel semen y me lo tuviera que tragar por cojones a la fuerza.

ALBERTO: ¡Que gustazo maricona! … tragatelo todo mamón, … ¡Ahhhhh! … ¡Siiiiiii! … ¡Que gustazo me das hijo de puta! ... ¡Ufffff! ... Eres el mejor chupando pollas ... ¡Me voy! … ¡Me corrrooooo! … ¡Tomaaaa! ... ¡Ahhhhhh!

La verdad es que ya lo sé, por eso mis clientes me siguen llamando y solicitando mis servicios. Espero que os haya gustado esta experiencia y hasta la próxima colegas.