Jurica. Un paso más

Dándole gusto a mi jefe

JURICA.

-       Entonces dime puta, lo hace por dinero o por sólo placer.

-       Por placer, pero ya como extra, recibo a veces algo de dinero. Otras veces me invitan a un evento, o a un lugar como dama de compañía, y me pagan.

-       Dame un ejemplo.

-       Recuerdas ¿cuando fui a Veracruz que te dije era un curso de capacitación allá?

-       Sí.

-       Pues fue el cumpleaños de un supervisor de la zona, y se armó una fiesta pero no fue en Veracruz, fue en Querétaro, en el Hotel Jurica. También ¿quieres que te cuente?

-       Sí. Te voy a confesar perra. Estoy bien caliente de verte parada frente a mí, con tus pienras, como con los nervios te meub0ves, separas las pineras, las juntas.

-       Hay amor. Y me acerqué a él para agarrarle su verga, mi intención era mamársela o que me cogiera para calmarse.

-       NO puta, me dijo. Platícame lo de Jurica, quiero imaginarme eso con placer, no cualquiera tiene, una pinche perra puta como tú. Sentí bonito que dijera eso, como que me dio esperanzas. Así que le conté con todos los detalles que recordaba, a fin que tenía como un  año eso.

Pues teníamos como 3 meses de casados, y me pidieron que los acompañara, Rubén me explico que era el cumpleaños del profe Alfonso. Me subí con Rubén, solo él y yo, a la camioneta, era de esas van de 15 pasajeros. Me dijo que pasaríamos a la Plaza Galerías Pachuca (sí vivo en Pachuca, soy Hidalguense)

-       ¿Cómo ibas vestida?

-       Con una minifalda roja, como plisada, sin fondo, algo se me transparentaba, zapatillas rojas y una blusa blanca abotonada nada más hasta el segundo para que se me abriera y se viera mis pechos.

-       ¿Ya sabías a que ibas?

-       Sí.

-       Sigue contándome.

-       Pues ya en el camino, Rubén, como siempre. Bueno, todos los amigos cada vez que pueden me agarran mis piernas, les gusta mucho acariciarme.

-       Y a ti también pinche puta.

-       Sí. Para que negarlo amor. Me pediste fuera sincera y si en mi decir, te suena muy natural lo que digo, es que estoy acostumbrada a hablar así, pero es que tienes una puta buena y bien comible. Sonreí, pero como que a él no le hizo mucha gracia.

Bueno. Llegamos a Galerías y ya estaban todos esperando. Camino a Ixmiquilpan, pasamos por Laura y más adelante, en una gasolinería, se bajaron a comprar unas cervezas y botellas de brandy, Wiski y tequila, pues éramos 9 e íbamos por tres días.

Que saca de una maleta Rubén dos bolsitas de plástico, con ropa adentro. Anden chavos bájense para que las chicas se pongan la ropa. No, les dije, ya nos conocen desnudas, pues vean como nos vestimos. Laura en la fila de atrás se cambió, pero, lógicamente, parada, es un poco más alta que yo, pero cabe bien. Ella mide como 1.60. Yo dije. Listos. Síiii dijeron.

Me quité la ropa y así desnuda, sin pantaletas sin bracier, me puse el short y la otra blusa, que va amarrada sólo arriba de la cintura, casi pegada con la parte baja de mis pechos. Se podía ver mis pechos en todo su esplendor y mi rajadita, pues se metía la costura del short entre mis labios vaginales. Todos me empezaron a chulear, a decirme que qué rica me veía, y empezó uno a besarme y después otros, pero en la boca, mientras me agarraban las piernas y bueno.

Ya ellos le dijeron a Laura que hiciera lo mismo, y también, aunque se cambió sin que la vieran, esta vez, lo hizo delante de todos. Se quitó el short, se quitó las pantaletas y se volvió a poner el short. Eduardo agarró las pantaletas y la guardó. Le dijo, no te la doy, me la voy a llevar de recuerdo. Ándale dijo otro, danos la tuya putita. Pero como creen, ¿les gusta así? Guácala.

No. Es que cuando andas bien caliente se emociona uno. Pues se las di. Estaban limpias. Ya en el camino nos fueron manoseando y besando a veces empinada me chupaban mi panocha a veces me la metían.

El chiste que ya llegamos al hotel bien cogidas.

El profe del cumpleaños dijo. A ver cabrones. Esta pinche vieja puta es mía… No chingue profe, también queremos nosotros con ella. Pero el profe me abrazó y no me soltó. Me la pasé como 4 horas con él, como de las 5 que llegamos, hasta las 9 o 10, ya después me dieron todos, igual que a Laura. Así fue los dos días. Pasaron cositas pero es de coger, mamar, chuparnos las nalgas y la panocha. En fin de todo. Ya cuando llegamos el domingo, el cumpleañero me dio un sobre. Tenía 7 mil pesos. A Laura le dieron 5,000.00

-       ¿Y eso fue todo?

-       Pues a grandes rasgos, sí.

-       ¿Y te han llevado al hotel seguido?

-       No muy seguido. Muy de vez en cuando. Por lo regular es el departamento que rentan o en la oficina de la escuela, ahí pues sí es más seguido.

-          No se Lucero, tengo un conflicto muy fuerte. Estoy sin saber que decir o hacer.

Con lo que me dijo, aproveché el momento que esperaba y que le digo.

-          Mira mi verga chula, le dije mientras intenté agárrale su cosa, sobre el pantalón, y me sentí feliz pues no me dijo nada, se dejó que lo agarrara. Dame la oportunidad de mostrarte lo bueno que sería siguiéramos juntos, no quiero que nos divorciemos, te amo, sé que me amas. No podemos echar a perder nuestra relación. Mira. Para que no discutamos eso de lo que pasó y de mi comportamiento. Dame 10 días, si en ese tiempo sigues con la idea de divorciarnos, te daré sin pedirte ni exigirte nada. Es más, que sean 6 días. Pero te pido con todo mi amor. Apóyame estos días, no te niegues a lo que te pida, acepta lo que te pido, es importante para que me puedas comprender.

-       Bueno. Así lo haré.

-       Quieres cogerme amor, anda, no te quedes con las ganas. Sí. Me cogió, tres veces sin sacarla. Me hizo sentir que le gustó escuchar todo, que lo excitó y también le gustó. Me hizo tener esperanzas de que si me apoyaría y me seguiría mando siempre. Pero…

Esa tarde seguimos platicando, mejor dicho, le seguí platicando detalles que me pasaron de chica, de adolescente.

Al día siguiente, estaba aún acostado cuando le pedí de favor me ayudara. Llevaba lo necesario para asearme mi hoyito.

Lo sentí que se excitó cuando yo estaba de perrito en el piso, sobre una almohada y él metía la cánula, la sacaba. En fin… Ya les platicaré con forme se vaya presentando la oportunidad ese detalle con el médico.

Con el médico, empezó a explicarle lo que yo padecía, que era algo de naturaleza, que había heredado de mi mamá, que yo no escogí, pero que lo compensaba con el amor que yo le tengo.

Así es Benjamín. Lucero es un tesoro, vale mucho, es que la apoyes. No quiero que me lo tomes a mal, es algo que yo lo veo desde fuera de la relación. Piénsalo, valóralo. Pero es importante que veas como es una ninfómana, no precisamente Lucero en lo particular.

Haber Lucerito. Ponte la bata, déjate tus zapatillas para que te veas más buena. Sonrió.

Que sale, la bata abierta, no hice nada por taparme, era un gusto que me vieran. En pocas palabras. Me agarró y me cargó, me acostó en la mesa y empezó a acariciar, más que revisarme.

Mira Benjamín ven. Que me abre las piernas, y siento sus dedos que me tocan mi vagina y lso mete. Supe que eran tres. Se me fue el aire de lo delicioso que sentí. Ahora tú escuché. Mi marido que lo hace.

-          ¿Ves Benjamín como está mojada?

-          Sí.

-          Así de fácil se calienta.

Siento como mete su dedo en mi culo, anda Lucero, disfruta. Me empecé a mover rico y cada vez fue aumentando. Que me gira el Dr. con la vista a al pared, me agarra la cadera y siento una verga que va abierto mis nalgas y mi hoyito y va entrando, recuerdo que apreté las sabanas de la mesita de exploración, y mis gemidos, Queeee rico sentía, por eso, pero más porque mi marido estaba viéndome.

Así pasaron dos veces más. El medio se agasajó conmigo y claro, yo también.

Mis papás.

Al día siguiente me fui a trabajar y como a las 8 le llamó mi papá para decirle que quería platicar con él.

Esto fue lo que ocurrió según me platicó mi marido y después mi papá. Coincidía mucho.

Llega mi papá y mi mamá, pasan a la sala pero mi mamá se desvía al baño.

Mira Benjamín. Lo que ha pasado con mi hija, estoy completamente de acuerdo contigo que es muy difícil. Ya nosotros sabíamos que podía presentarse ese problema si no te decía, pero ella nos dijo que le daba miedo que después no la quisieras y te separaras. Pero hay algo que necesitas saber antes que nada.

-          Lucero heredó la ninfomanía de su mamá, es decir, tu suegra, mi esposa.

-          ¿Cómo?

-          Sí. Yo lo supe desde un inicio y siempre apoye a Alejandra, por eso queríamos que Lucero te platicara desde un inicio.

Dejo en palabras de mi esposo como sucedió.

Pues que sale mi suegra del baño, me fui de espaldas, caí sentado en el sofá. Una blusa casi transparente, dibujaba hermosamente sus pechos redondos, no muy grandes, con su pezón bien durito. Una minifalda azul cielo plisada, apenas unos 10 cm por debajo de su entrepierna. Me dice mi suegro. Mira hijo. Si Lucero te hubiera dicho que es ninfómana, tú podrías haber conocido a tu suegra desde hace tiempo.

-          Pero…pero… este…

-          Sí, ella como ninfómana, le gusta coger muy seguido y yo la he apoyado desde que empezamos a andar como novios. Así ahorita, ella decidió ofrecerse, darte sus nalgas, su cuerpo, para compensar el apoyo que tú le des a Lucero, ella podrá estar contigo las veces que quieras y como quieras.

Que me dice mi suegra.

-

Si amor. ¿Qué podría hacer para ese hombre que apoye a mi hija? También ofrecerle mi cuerpo,  mi atención y complacerlo en lo que desee, sobre todo, sexualmente.

Es más Benja. Si algún día requieres complacer a algún cliente o jefe de tu trabajo o… no sé, como sea. Yo estaré a tu disposición para satisfacer tus necesidades, o también, si tú quieres, puedo presentarte a una que otra amiga, claro, no tan viejita como yo, para que pases un rato rico con ella, además, como lo hice con tu suegro, a él también le he dado la libertad de cuando quiera, poder tener relación con alguna amiga mía, o de él, como sea, yo lo apoyo y le ayudo. La relación de pareja es de dos para ayudarse y apoyarse.

-          ¿Les puedo decir algo y no se enojan?

-          No. No nos enojamos, dinos.

-          Qué desde siempre, desde que la conocí, se me ha hecho una mujer muy bonita. Para nada mayor, se ve ud muy bien. Tú mamá, Lucero, se sonrió y que e dice.

-          Mira mi vida, ya casi cumplo 40, ya soy mayorcita, pero creo estar muy bien todavía y seguiré cuidándome, te aseguro, que Lucero estará de mi edad, y mucho más grande, como… digamos… Maribel Guardia, y seguirá viéndose y estando muy bien, y yo, siempre a tu gusto. O sea, tienes dos mujeres para muchos años.

En lo que mi suegra platicaba me llamó mucho la atención algo que definitivamente cambió mi enfoque. Él dijo… para compensar el apoyo que le des… y ella después,  lo que subrayé.

O sea, que en caso que yo la dejara, Lucero podría tener a otro hombre y él, a mi Lucero, a mi suegra y a las viejas que quiera…. ¡UPS!

Siguió un poco más la plática y de repente se para mi suegro, carga a mi suegra, y me la pone sobre mis piernas, toma mi mano y la pone sobre el muslo de mi suegra. Ándale Benjamín, es tuya. Se sentó en el sofá y empezó a vernos como me besaba ella y me agarraba, después ponía mi mano y la puso en su pecho, lo deslizo por debajo de la blusa y mis deditos santos, tocaron esos pechos que en algunas ocasiones había visto con un escote muy amplio.

Se puso de pie, se agachó y me bajó el cierre, me saco la verga y me la empezó a chupar bien rico, no aguanté me vine en su boca muy pronto. Ella sonriendo me dijo, no te preocupes, suele pasar, con lo excitado que estás. Habrá tiempo. Lo importante es que sepas que no solo tendrás el amor de mi Lucero, también el apoyo de tu suegro y mi cuerpo. No te digo que mi cariño porque ese es de Ricardo, pero mi cuerpo, será también todooooo tuyo.

Así con lo que me pasó con el médico, de ver como se cogió a mi mujer, después como su amigo la manoseó en el metro y con lo de mi suegra. Además ese famoso 33%. No tenía dudas de que tenía que seguir con mi mujer, por muy puta que fuera, me convenía más, sobre todo porque el amor que le he tenido, no se ha terminado, y sí, la parte sexual, ha incrementado, por lo que no hay duda de que debo apoyarla.

Pero lo quise hacer de emoción, en parte para que ella sufriera un poquito, lo que pasó por no ser honesta conmigo, claro, le entiendo su razón, pero el amor es fuerte, ha sido fuerte entre ella y yo, al dudarlo, es cuando falla la relación, cualquiera que sea.

Habían pasado 4 días. El primero que me desaparecí y platiqué con Efraín y que en la tarde, platicamos ella y yo, el segundo, que platicamos, al tercero con el médico y al cuarto con mis suegros. Al 5to día a medio día le mandé mensaje.

Señorita Lucero, necesito platicar con ud de nuestra relación para terminar con todos este conflicto que nos ha llevado a una situación muy difícil. Llegaré como a las 2 a la casa.

Yo en clases

Así recibí ese mensaje, me sentí muy mal. Presentí lo peor. Estaba muy nerviosa, ya eran las 12 y se me hacía eterno el tiempo.

Fui a hablar con mi jefe. Con Rubén.

Mira Lucerito, me dijo Rubén. Voy a hacer algo que creo te puede calmar. No te preocupes, solo va a ser eso. Calmarte.

Se acerca a mí, y yo pensando que me daría un masaje, que me carga, me sienta sobre el escritorio, y tomándome de la espalda con una mano, la otra la pone sobre mi pecho y me empuja suave hacia atrás. Me dejé llevar y quedo recostada con mis piernas, de la rodilla a los zapatos, colgando. Me empieza a frotar el estómago, tranquila amor, tranquila, yo me relajo y cierro los ojos. Que siento su boca sobre mis pierna, uuuff. Traté de no brincar y dejar que él siguiera haciéndome lo que él quería. Ya sabía para donde iba, quería excitarme y provocarme un enrome orgasmo, o dos, para que con eso bajara mi nerviosismo y así estar más tranquila. LO LOGRÓ.

Él se agacha, me empieza a besar la piernas, no dije nada, lo dejé, pero nada más iba subiendo en cuestión de segundos estaba muy motivada, me chupó mi vagina, su mano sobre mi pecho acariciándome y apretando mi pezón, la otra mano, acariciándome mi vagina mientras su boca chupaba y sus dientes jalaban suave mi clítoris que en pocos minutos sentí dos orgasmos ricos, estuvo así como 10 minutos, chupándome mi vagina, metiendo los dedos, y chupando mis pechos, me besaba en la boca, yo le correspondía. Terminó me abrazó yo aún recostada en el escritorio, él casi subido en mí. Tranquila amor, ¿ya?

Sí la verdad es que me hizo sentir me calmo los nervios. No podía dejarlo así y que me agacho, se la mamé y se vino en mi boca. Ya no se quedó caliente. Le dije que no podía dejarme que me cogiera, pues era llegar a ver a mi marido con olor a sexo y que tal vez no me daría tiempo a darme un baño. No te preocupes mi putita. Ahora lo que me importa es que soluciones tu relación.

Más tranquila me fui y llegue a la casa. Aún no llegaba. Ya no hice lo que la vez anterior, que me arreglé para él y no me quiso así.

Llegó, me vio y me saludo algo frío. Sentí feo pero tenía que aguantar.

-          Mire señora Lucero, me dijo. Sentí muy feo.

-          Dime mi amor. Sólo atiné a decirle así.

-          No sé si estés consciente de lo que para mí fue el verte coger. La verdad, como platicamos de recién casados por cómo te vestías. Estaba acostumbrado a verte vestida así, por lo que me gustaste mucho y tu forma de tratarme era muy especial que entre todo eso, me hiciste que me enamorara de ti y así también traté de corresponder a tus atenciones y amor, de la misma forma.

Al aceptar que siguieras vistiéndote así, yo mismo me convencí de aceptarte pues una cosa era que te vistieras así y yo mismo me dije, otra sería que la viera coger con otro. Ahí sí, no podría aceptarlo.

Cuando lo escuché decir eso, mi corazón latió rápidamente. Pensé. Me imaginé. Casi aseguré. Se va  a levantar me va a decir que quiere el divorcio y se va a ir. No podré hacer nada, pues yo misma le dije. Que si en 6 días no lo convencía, le daría el divorcio sin pedirle nada. Siguió diciéndome.

-        ¿Te imaginas Lucero que fue eso para mí?

Verte ese día empinada y cómo Rubén te giro de la cintura, acomodó sobre el cofre, tu obediente te empinaste, él recorrió con sus manos tus piernas hasta llegar a tus nalgas, ¿¿¿cómo te cogía y ver tu cara como tú lo disfrutabas???

-        Sí amor, trato de encontrar palabras para hacerte sentir menos dolor o decepción de mí. No sabes cómo me he arrepentido de no haber tenido el valor para decirte la verdad desde un principio.

-        Me tomó de los hombros… y de repente dijo.

-        NOOOO… no puedo más amor, no puedo.

Yo sentí que dentro de todo lo que sentía por mí, al decir eso, era que no podía más con el sufrimiento de haberme visto coger con otro y que quería el divorcio. No pude evitarlo y se me rodaron las lágrimas.

PERO PASÓ ALGO QUE NO ME ESPERABAAAA…

Sí amor. No puedo más. Es que… He pensado mucho de cómo te vi coger, y lo que me has platicado, la verdad, me excitas mucho de imaginarte como te ves cogiendo, algo así como me dijo tu papá que siente al ver coger a tu mamá.

Creo que dentro de todo, tú no tienes la culpa de ser ninfómana, aunque sí de no haberme tenido confianza y también en ti misma, si hubieras estado segura de mi amor y del tuyo por mí, sabrías que nada podría romperlo. Pero eso que te sirva de experiencia para jamás perder la confianza en nuestro amor y nunca más en el futuro, volverme a ocultar nada.

Sí, sí, Síiiii… si te perdono todo lo que ha pasado y también te pido perdón por lo que yo te haya lastimado. Te voy a apoyar mucho, nada más es cuestión de platicarlo y hacer planes para que yo pueda disfrutarte como te cogen. Así como Fermín me dijo, todo se trata de planearlo como si fuera una película, lo podremos disfrutar mejor. También planear el encuentro de vez en cuando para hacerlo de película.

Mira Lucerito. Creo también es el momento de decirte esto. Para que puedas tenerlo en cuenta de cómo te amo, pues no es de hace 4 días que te vi. Fue de unos días antes de casarnos.

-          ¿Cómo?, no te entiendo.

-          Recuerdas que unos 4 días antes de casarnos me llamaste y me dijiste que tenías que ir con Laura a checar unos pendientes que tenías?

-          Sí… este… sí.

-          Yo también fui a checar esos pendientes.

-          ¿Cómo? Hay amor…este …

-          No digas nada. En su momento, el primeo de Laura me encontró “accidentalmente” en la calle, me platicó de ti y como eras. Yo lo tomé como envidia, como celos, en fin, varias cosas a la vez y la verdad le grité y le eché bronca. Él me dijo que me calmara, que fuera un poco más analítico. Que eras una mujer muy especial, que si me enfocara, podríamos tener mucho más de lo que esperaba. Qué él mismo, daría todo porqué tú lo quisieras un 10% de lo que me quieres a mí.

Con el tiempo que estuve fuera de la casa después de verte coger con Rubén. Estuve analizando eso y otras cosas. Recuerdas Lucero que te viste con él en el cine unos días antes de casarnos? Yo estuve a tras de ustedes. Él me dijo que para probarme fuera. Los vi. Vi como lo acariciabas como le chupabas la verga, como sentías esa verga dentro de tu boca, cuando tú estabas empinada mamándosela, él volteaba a verme. Tuis gemidos suaves los escuchaba. Bueno. Ya que se acabó la película yo me agaché casi al piso para que no me vieras. Al otro día nos vimos y platicamos sobre eso. Me contó algo de tu infancia y como él te enseño ciertas cosas. PERO LO MÁS IMPORTANTE FUE.

Mira Benjamín. Te lo voy a decir simple. Si te casas con Lucero, serás el hombre más dichoso de la tierra porque a ella te ama. Pero también tendrás que aguantarle que ella le gusta coger. Yo te aconsejo y créeme, es lo que más te conviene. Apóyala y tendrás mucho de ella, y no digo amor nada más. Podría ser algo más económico. Cuando una vieja se da cuenta que con sus nalgas puede tener beneficios para su familia, o sea, que se da cuenta que el ser puta le traerá mejoras. Lo hará con todo, ahora imagínate Lucero como es… Pues con mayor razón.

-          Con lo que vi ese día, con lo que el primo de Laura me dijo. Con la forma de cómo te vistes, mi mente empezó a volar. A imaginarme cosas, es decir, como te pondrías para que te cogieran, como te verías. Ya de casados verte como te cojo, y como te excitas, más redondeó mi fantasía. Creo que inconscientemente, Ya te aceptaba así. Por eso mi pinche perra putita Lucerito. Dime como te apoyo, dime cómo vamos a hacer para que disfrutes lo más que puedas del sexo. Sé que tú sabrás compensarme por eso, como tu mamá lo hizo con tu papá.

Sentí tanta felicidad cuando me dijo que me apoyaría, pero que debería yo, poner mucho de mi parte para que funcionara todo bien, ya que la que estaría con los hombres sería yo y en su lugar estaría como pendejo, prestando a su mujer. Lo abracé y con muchos besos le prometí que no se iba a arrepentir de la decisión de apoyarme.