Juntos por Siempre (9)

Después de más de dos meses, aquí la continuación...

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-¿A qué hora te vas a dormir Marcos?

-Ya va papá... Es que estoy haciendo el proyecto de la labor social.

-Ah... ¿Y cómo va eso?- me preguntó tomando una silla de la mesa y colocándola a mi lado sentándose al contrario, con las piernas hacia el espaldar.

-Bueno, ahí... Ya este es el borrador, esta semana tengo que enseñárselo a algún profesor a que me diga que tal para la semana que viene entregarlo y exponerlo y eso.

-Ah... ¿Y estás tú solo?

-No, con otros del salón y Esteban y Alejandro... Algunos me dieron información pero es que no me confío si no lo hago yo.

Mi papá se rió colocando una mano en mi cabeza revolviéndome el cabello.

-Tampoco puedes hacer todo tu solo, toda la responsabilidad es tuya entonces.

Murmuré un poco.

-Sí, y bueno, no solo eso... También viene el proyecto de grado y la feria de las regiones de Venezuela.

-Uuuh bastante tarea...

-Si... por lo menos con el proyecto, el trabajo escrito lo está haciendo Andrés...

-Ah...- dijo mi papá dejando un silencio algo incómodo.

-Aunque tampoco tiene mucho tiempo, sobretodo porque va a presentar una prueba en la universidad y tiene que estudiar.

-Ah...

-Si...

-jeje... Bueno te dejo, a que termines tu trabajo... Ya sabes que si necesitas algo me dices...

-Aja...

Mi papá se levantó de la silla volviéndola a colocar en su lugar en la mesa y retirándose a su cuarto.

-¡Papá!- le llamé cuando escuché que abría la puerta y me voltee a mirarlo.

-¿Aja?

-Sabes que cómo ya tengo ese montón de tareas y todo para entre esta semana y no me va a quedar tiempo luego, estaba planeando ir al cine mañana...

-Ah... ¿Y que hago yo en todo eso? ¿Me estás invitando acaso?-

-eeeehmm... No-

Mi papá se rió un poco.

-Si Marcos yo te doy dinero... ¿Cuánto necesitas?

-Bueno mañana sale a mitad de precio la entrada... Cómo unos 100 bs están bien...

-Ok

-...

-...

-¿Y con quien vas?- regresó a la sala y volvió a tomar la silla de la mesa. Yo leía en la pantalla, escribía y paraba para responderle, pero espere un poco.

-¿Con los muchachos vas?- insistió en preguntarme.

-Si... Bueno, no, voy con Andrés.

-Ah... Ya...-cogió un poco de aire.

Mire hacia el monitor con un poco de ¿pena? Continuando mí trabajo.

-¿Y cómo van las cosas con él?- preguntó a lo que yo me reí un poco de sólo pensarle.

-Bien...- le dije por lo bajo.

-Hace unos días me lo encontré en el ascensor, se puso nervioso el chamito.

-¡No es para menos papá!

-mmm quien sabe en que andaban...-entrecerró los ojos- Aunque después te encontré a ti acostado dormido como la bella durmiente.

-¡Epaa!- le choqué con el hombro por burlarse de mí haciéndolo reír un poco.

-Cuídate mucho Marcos- volvió a revolverme el cabello.

-Claro papá.

-Chao hasta mañana- me dio un beso en el cachete rasguñándome un poco con la barba.

-Chao bendición papi, hasta mañana, que duermas bien y que pases buenas noches.

-Dios te bendiga, igualmente- me dijo para irse de nuevo a su cuarto.

-¡Papá!- le volví a llamar cuando escuche la puerta, detuve lo que estaba haciendo y me voltee a mirarlo.

-¡Te quiero mucho!

-Yo también Marcos- me devolvió una sonrisa para finalmente entrar en su habitación. Bueno, la de él y mi mamá, pero mi mamá le había tocado trabajar la noche también.

-¡Tenemos que hacer algo que haga que todos en el liceo nos recuerden aún después de habernos graduado!

-¡Que me da miedo! ¿Qué tal si algo sale mal?

-¡Que nada va a salir mal!

-A ver... ¿Y qué es eso que piensas hacer?- preguntó Esteban sin acabar de convencerse, los tres estábamos sentados en un muro comiendo un trozo de pastel que nos habían dado en una pequeña reunión que nos habían hecho los niños del pre-escolar cómo agradecimiento por nuestras labores de limpieza más que todo. Más de uno de mis compañeros de clase se puso a llorar al escuchar las palabras de los niños en agradecimiento, con más de uno nos habíamos encariñado en esos mas de 6 meses que estuvimos laborando allí.

-Bueno... Ayer estuve viendo en YouTube cómo preparar una bomba de humo.

Esteban y yo quedamos boquiabiertos y ambos colocamos la torta que teníamos en la mano en el plato para mirarlo incrédulos.

-¿En serio quieres lanzar una bomba de humo en el liceo?- pregunté.

-¡Por qué no! Además así seguro y nos dan el día libre y nos podemos ir por ahí a joder un rato.

-¡Pero Alejandro! ¿¡Si nos descubren!?-pregunté sobresaltado.

-Nadie más tiene por qué saberlo, eso no saldrá de aquí.

-¿No te conformas con lanzar un peo liquido o algo así?- preguntó Esteban.

-¡Naah! ¡Eso no sirve de nada! ¡Solo se quejaran del mal olor!

-Tengo que pensarlo- dije sin tragarme la idea del todo.

-Bueno... Mientras nadie más se entere por mí no hay problema- terminó diciendo Esteban convencido.

-Sólo hay que hablarlo con Carlos, Julián y Andrés a ver qué opinan...

-Bueno...- Dije sin que terminarán de convencerme

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-¿Ya estás listo Kevin?- pregunté a mi hermanito, bueno, hermano, pero al ser menor siempre lo vería como hermanito, aún con 11 años de edad.

-Sí, espera busco mi chaqueta.

-¿Cuánto dinero te dio mamá?

-80 bs...

-mmm si, está bien...

-¿Y a ti?

-Lo saqué de mi alcancía, mi mamá no tiene mucho ahorita y no le quise pedir.

-Ah... ¿Papá no le ha dado?

-Creo que aún no- dije abriendo la puerta de la casa haciendo con la mano para que saliera.

-mmm... ¿Por qué crees que mi mamá y mi papá pelean tanto?

-No sé Kevin- entré al ascensor que alguien había dejado en nuestro piso y presioné el botón de PB -A veces los adultos son así... Parece que se les acaba el amor o algo- le dije para cubrir el hecho de que mi papá se había ido con otra mujer.

-mmm bueno... Cuando yo tenga una esposa no voy a hacer eso... Ni nunca le voy a levantar la voz...

-Si... Pero es que a veces las cosas se salen de control y ya no te puedes contener.

-mmm...

Ambos nos quedamos en silencio hasta llegar a planta baja, saludamos a una vecina que esperaba el ascensor y luego fuimos a la salida del edificio.

-Oye ¿Y crees que tu amigo se moleste porque fui contigo?...

-¿Marcos? No vale, por qué se va a molestar.

-No sé, yo sólo decía- se encogió de hombros

-mmm… dale pues vamos, que se nos hace tarde- tomé la mano de Kevin mientras aceleraba un poco el paso para ir a donde nos encontraríamos con Marcos.

De tanto Kevin insistir mi mamá terminó aceptando que se quedara sin ir a la escuela y fuera al cine con nosotros, solo le pidió que se portara bien y me hiciera caso.

La verdad que la mayoría de las veces nuestras personalidades chocaban bastante, él por ser un salido y malcriado, todo lo que hacía, si era malo la culpa terminaba cayendo sobre mí, si yo lo reprendía muchas veces se hacía como si fuera el peor crimen del mundo y terminaban regañándome a mí. Casi siempre peleábamos por cualquier cosa... Aun así por las noches cuando tenia miedo se subia a mi cama en la parte de arriba de la litera y se metía entre mis sabanas. Se preocupaba por mí... Me pedía consejos y siempre me hacía cariño, al igual que yo a él... Hermanos en fin.

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-¡Voy tarde coño! ¡Coño! ¡Coño! Andrés se va a molestar por que llego tarde y me va a dejar, ¡coño!... No bueno ni que fuera gran cosa llegar unos minutotos tarde.

Miraba el reloj en la pantalla de mi celular mientras me sostenía en el bus esperando a que llegara a donde habiamos quedado Andrés y yo en encontrarnos.

-Ahora que lo pienso es la primera vez que los dos vamos al cine solos- siempre habiamos ido con los demás. Me imaginaba que tal sería todo... Un poco raro en realidad... Dos chicos juntos viendo una peli comiendo de una misma cotufa... ¿Abrazados? Ok, si seria bastante raro... Aunque tampoco era que ibamos a poner a besarnos ni nada... Supongo... Por favor de seguro y la película de Rio inspiraba mucho a hacerlo.

-¡En la parada por favor!- pedí al conductor quien detuvo el bus, pagué el pasaje y me bajé frente a la estacion del metro donde debia estar él... Pero no.

Al ver que no estaba busqué el telefono y le llamé...

-¿Aló Buenas tardes?

-Andrés ¿Que pasó que no has llegado?

-Ya va, ahí voy, es que se nos hizo un poco tarde... Ya casi llegamos.

-Dale ya yo estoy aquí.

-oki.

Me rei un poco por el oki mientras veia los buses que pasaban cerca a ver si de alguno se bajaba Andrés.

-¿Nos?- terminé asimilando ¿ellos quienes? Seguro se habia equivocado.

Pasaron unos 4 autobuses hasta que vi como de uno por fin se bajaba él... Pero parecía esperar a que le dieran el vuelto o algo así.

Pasaron unos segundos hasta que tomandole la mano bajó su hermanito, Kevin... Suspiré -Bueno...- No sería lo que esperaba pero tampoco podría ser tan malo.

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-Hola Marcos- saludé a mi novio estrechandole la mano y acercándome a él para darle unas palmaditas en la espalda, igual que él a mí. Se habia vestido para la ocasión, una camisa a cuadros azul celeste y un blue jean con algunas marcas de que estaba algo desgastado ya.

-Hola Andrés- sonrió sólo con los labios, parecía algo forzada la sonrisa la verdad… Espere a que Kevin lo saludara pero al ver que no lo hacía le tropecé con el codo, me miro preguntandome con la mirada que sucedia a lo que respondía cabeceando hacia Marcos.

-Hola Marcos- lo saludo con tono de fastidio en su voz.

-Epa Kevin- le saludó Marcos algo dubitativo.

-...

-¿Y entonces? ¿A cuál cine vamos? Pregunté tratando de romper un tenso silencio que se creó entre los tres.

...

-¡Dalee Kevin que no te va a decir nada!

-¡Sí! ¿¡Por qué no vas tu primero!?

-Bueno, ya voy, ya voy...

Caminé un poco hacia la entrada de un restaurant de comida rápida y tomé una muestra que una chica ofrecía.

-Gracias- le sonreí a lo que ella correspondió. Detrás de mí siguió Marcos que tambien pidió una muestra.

-¡Yo también quiero probarlo!-

-Sólo tienes que pedirselo a la chica- le dijo Marcos.

Kevin refunfuño un poco.

-¡Vamos!- tomé la mano y camine hacia la chica y sin mirarle tomé un palito y se lo di a kevin.

-Listo.

Kevin se comió el pedacito de pollo...

-¡Está muy bueno!- Kevin me peló los ojos...

-¿Agarramos más?- dijo Marcos mirando hacia los lados como para decirnos un plan.

-¡Vamos!- dije yo para dirigirme de nuevo hacia la chica en dirección contraria y tomar otro trozo de pollo, detrás de mí siguió Kevin y más atrás Marcos.

-Otra ronda- exclamó Kevin -esta vez yo invito.

-Otra ronda- afirmé, riéndome y haciendo reír a Marcos.

Esta vez pasaron Marcos y luego Kevin y cuando iba a pasar yo la chica casi me perfora con la mirada, tomé un pollo y salí corriendo hacia Marcos y kevin.

-Creo que se molestó- se rió Marcos mirándome. Me paré a su lado y le pasé el brazo por los hombros.

-Creo que se molestó- repitió Kevin chuleando a Marcos pero con voz chillona a lo que yo me reí pero a Marcos no pareció hacerle mucha gracia.

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-¿Has probado el café helado?- le pregunté a Andrés después de haber estado un rato caminando por el centro comercial. Mientras caminabamos llevaba las manos dentro de los bolsillos y miraba al suelo y de vez en cuando me levantaba a verle, lo guapo que estaba, con una chemise ”Lacoste” de a rayas, un jean negro y sus tipicas converse.

-Ehmmm... No, ¿por qué?-

-¿Qué dices? ¿Quieres uno?-

-Bueno… pero es que traje sólo para lo del cine-

-Ehmm, bueno, yo pago, pero el tuyo nada más, si pago los dos me quedo yo sin la entrada jaja

-Yo no quiero ¿No íbamos al cine pues? Nadie me había dicho nada de ningún café- se quejó Kevin… Era un poco chocante a decir verdad, todo lo que yo decía me llevaba la contraria, o se atravesaba entre Andrés y yo.

-Sí Kevin, pero es mientras empieza la película- le dije.

-¡Vamos Kevin!- le dijo Andrés.

-¡No quiero!

-¡Igual viniste fue conmigo!- Andrés lo tomó por la muñeca obligándolo a ir con nosotros.

-Vamos al Miga's ahí te comes un dulce o algo- le propuse.

-¡Que va a empezar la pelicula!

-Empieza a las 4:30 kevin, son las tres apenas...

-¡Mientras compramos las cotufas!-

-Eso es como 15 minutos y nosotros vamos a estar pendientes

-Bueno, si llegamos y empezó vas a ver Andrés.

-¿Qué me vas a hacer?- le miró entrecerrando los ojos. A lo que Kevin le reviró haciendo lo mismo.

Ya en el Café, esperábamos a que nos sirvieran y mientras tanto trataba de hablar con Kevin, pero se hacia el difícil, algo me decía que no le caía muy bien y ni siquiera sabía el por qué, pero tampoco me pondría a sacar conclusiones precipitadas.

-¿Te gusta algún videojuego kevin?-

-Si- contestó cortante.

-¿Cómo cuáles?

-Need for speed, El príncipe de Persia... Los que Andrés pone en la compu siempre lo supero.

-Mentira- dijo Andrés mirandolo yo me rei con él.

-El de underground 2, a ver, quien tiene una Hummer, un mustang, un camaro... Casi lo termino y tu ni 50% llevas- le dijo a Andrés.

-daah, mentiroso, no le hagas caso- dijo chupándose los dientes.

Me reía mirandolos a los dos, fisicamente eran bastante parecidos, de hecho parecia una version mas pequéña de Andrés solo que llevaba el pelo largo y le cubria media frente y algo de los orejas, a diferencia de Andrés que lo tenía algo largo pero no llegaba a cubrirle la frente y se lo alborotaba un poco, de resto, sólo un pequeño lunar en la cara de Kevin los diferenciaría.

-Marcos, sabes el proyecto de labor social, no sé como sacar los objetivos específicos y eso, no crees que mañana puedas...

-Andrés tengo ganas de orinar- le interrumpió Kevin

-Ya te digo cuando venga- me dijo mi novio - ¿y tú acaso no ves que estoy hablando?- le escuché decir mientras se alejaban y Andrés le daba un lepe, luego los vi discutir un poco y a la final Kevin se acercó a mi.

-¿Sabes dónde queda el baño?-

-Por allá cruzas a mano izquierda.

-Dale...- volvió corriendo hacia Andrés.

Mientras los esperaba llegó un chico sirviendo las cosas, miro la mesa con cuatro sillas, una sola ocupada por mi y comenzó a colocarme los 2 cafes y el dulce en frente.

-Muchas Gracias por su compra, que lo disfrute- dijo mirandome un poco raro, seguro y pensó que minimo me daba diabetes.

-No, no... Es que mi no... Mi amigo y su... Y su hermano están por allá...

El chico levantó una ceja y luego distribuyó las cosas en la mesa, agradecí y él se fue de nuevo a la barra negando con la cabeza. Esperé durante unos minutos, revisando el menú de inicio que perfectamente conocía de mi móvil, hasta que volvieron Andrés y Kevin y coloqué el teléfono a un lado en la mesa.

-¿Me das café Andrés?-

-¿No que no te gusta?

-Pero frio no lo he probado

-Toma- le pasó el vaso.

-¿Quieres probar este?- le dije a Andrés tomando un poco de crema de mi caramell latte.

-A ver- Abrió la boca.

Fui acercando la cucharita hacia su boca y en eso estaba, idiotizado dandole la cremita.

-Aaah pero si está bastante sabroso quiero uno- hizo que me frenara en seco y cayera en cuenta de lo extraño que sería si hacia eso, aún peor que él estaba ahí.

-Ya te compraste el dulce- le dije.

-Andrés, quiero uno-

-Es verdad lo que dice Marcos ya te compraste el dulce, cómetelo.

-No me gusta, sabe a queso...

-Entonces para que lo elegiste.

-¿!Y qué iba a saber yo que sabía a queso!?- dijo moviendo los brazos tumbando el vaso de café de Andrés, derramándolo encima mío. Me levanté lo mas rapido que pude tratando de no llenarme casi y levanté el vaso para que no se botara por completo pero igual llenó parte de mi blue jean.

-Uuuh- dijo Kevin, noté algo de sarcasmo en su voz, y cómo si lo hubiera hecho a propósito.

-No te preocupes, ya me limpio- Tomé unas servilletas y me comencé a limpiar mientras resoplaba un poco…

-El teléfono- exclamó Andrés agarrando mi celular y quitándolo de la mesa antes de que se llenara de café.

-Fff, estuvo cerca…

-Sí,  y tampoco quiero ser yo el que se emborrache pensando cosas- me dijo Andrés burlándose por lo que habia hecho en casa de Jorge, yo me reí.

Salimos del Café y mientras caminamos le ofrecí a Andrés a probar de mí caramell latte, Kevin se había quedado entretenido en la vitrina de una tienda de videojuegos pero esta vez Andrés tomó la cucharita de mi mano y se la llevó él mismo a la boca, aunque quizás por nervios terminó llenandose el labio.

-Te ensuciaste el labio allí- le señalé con el meñique.

-¿Donde?-Comenzó a limpiarse con la lengua de derecha a izquierda pero se detuvo antes de llegar al poco de crema.

-Ahí justo...

-No sé

-Aquí, levante la mano para limpiarle con el pulgar pero en vez de hacer eso lo agarre por un lado del cuello y lo empujé hacia un pasillo que iba hacia los baños y fui hasta sus labios para limpiarlos con mi lengua.

-¡Andréees! ¡Mira el juego que tienen aquí!

Me detuve de golpe, de nuevo, al igual que Andrés se apartó de mi rápidamente y fue a buscar a su hermano, vamos que no estaba chiquito tampoco, ya debería comportarse un poco más.

…

Ya íbamos a ver la peli, debía pensar bien donde sentarme,  si lo hacía justo al lado de Andrés y su hermano quedaba a mi lado él iba a hacer todo lo posible por cambiarse y quedar en medio y si eso pasaba, o dejaba que se sentara en el medio de una vez entonces no podría ni siquiera estar al lado de Andrés, que era el objetivo de ir al cine con él… que pocas eran las películas a las que moría por ir a verlas.

Apenas entrando a las sala Andrés llevaba las cotufas y los refrescos en la bandeja mientras yo había pasado otras cosas de contrabando en mi bolso (si te consiguen que compraste cosas fuera del cine no te dejan pasar con ellas).

-Ven vamos a sentarnos por aquí dijo Kevin.

-Nah Kevin vamos más arriba- le tomé de la mano y continué subiendo. Al principio hizo un poco de fuerza por soltarse pero termino subiendo a mi lado.

-Mejor más arriba Kevin, así se ve mejor- dijo Andrés también.

Una vez subimos dejé pasar primero a Kevin que se sentara en el tercer puesto, de segundo Andrés y yo de primero a la orilla al lado de las escaleras, no habría forma de que interrumpiera ahora… Pasó un rato y cuando comenzó a pegar el frío muy fuerte, Andrés y Kevin sacaron sus sueteres, y yo caí en cuenta de que habia olvidado el mío... Comencé a tiritar y chocar los dientes sin poder evitarlo, me abrazaba tratando de que el frío no me pegara tan fuerte, Andrés se habia dado cuenta.

-¿Tienes frío?

-No, para nada...

-¿Quieres que te abrace?

Me rei un poco nervioso mientras me preguntaba si lo decía en serio.

-Ven acá- me dijo abriendo los brazos.

-¡Andrés tengo ganas de orinar!- Dijo Kevin, y eso que apenas habian pasado cómo a los 15 minutos de haber empezado la película.

- ¿!Hasta cuándo!? ¡coño!

-¿¡Qué!? ¿¡Otra vez!?- le preguntó Andrés.

-Ya pasó rato desde la última vez además que me bebí el refresco entero

-Se van a perder la película- dije yo.

-¿No te puedes aguantar un poco Kevin?-

-Bueno, está bien...-  terminó diciéndole a su hermano.

-¡Al fin!-

-Toma, usa mi sueter un rato- se quitó Andrés su suéter marrón y me lo dio, en vez de abrazarme como parecía que iba a hacer en un principio.

Continuamos viendo la película tranquilamente, lo más extraño era que Kevin o tenía una buena vejiga o había mentido porque luego se quedó tranquilo mirando la peli. Mientras veíamos coloqué mi brazo en el reposabrazos, con el sueter podíamos disimular bien que Andrés me acariciaba la mano, causándome un ligero cosquilleo por todo el cuerpo… Jugábamos entrelazando nuestros dedos y de vez en cuanto uno que otro soltaba una pequeña risilla. Cuando él dejaba de acariciarme continuaba yo con su mano. Me recosté del asiento y voltee a mirarle centrado en la película.

-Mira ahí seguro que si aprende a volar- dijo al ver cómo “Blu” se lanzaba del avión de sus captores junto con la otra guacamaya azul. Voltee a ver la película y justo cuando “Blu” por fin alzaba vuelo, sentí la vibración de mi teléfono en el bolsillo…

-Llamante desconocido- avisaba la pantalla.

Decidí ignorarlo y puse mi teléfono a un lado del asiento para seguir viendo, a los pocos segundos volvió a sonar.

-¿Qué pasó?- preguntó Andrés curioso.

-Nada, no sé quién es- terminé por ponerle en silencio sin vibrar ni siquiera y seguí viendo ya cómo llegaba casi el final de la película.

Pero antes de que terminara noté como una cotufa se estrellaba en mi cara, voltee a ver a Andrés sospechando que bromeaba conmigo pero al ver que estaba tranquilo me volví a recostar aunque estaba más pendiente de si se movía…

Y otra palomita, me moví rápido a ver si las estaba disparando con la otra mano pero no, esta vez también miré a Kevin, parecía centrado en la película así que volví a recostarme… Y otra, voltee algo cabreado ya y vi cómo Kevin se enderezaba rápidamente.

-¡Eres tú!

-¡Deja Kevin qué te pasa!- le reclamó Andrés.

-Disculpa.

Le devolví una cotufa que se estrelló contra su frente, Andrés y yo nos burlamos un poco y luego seguimos viendo la película.

Terminó la función y encendieron las luces en la sala, tomamos nuestras cosas y nos dirigíamos a la entrada cuando una chica me llamó preguntando si un teléfono era mío, y si, al parecer lo había olvidado en el asiento, corrí y le agradecí antes de tomarlo de su mano a lo que ella me devolvió una sonrisa

–Ten cuidado…

-Sí, es que me lo saqué del bolsillo un momento y lo dejé ahí puesto- le dije sonriéndole, volví a agradecer para luego darme vuelta y alcanzar a Andrés y su hermanito.

-Sí, bótalo, ya van dos veces hoy- me reclamó Andrés dándome un “coquito” (“golpecito” con el puño en la cabeza)

-Duh, por lo menos aquí nadie conocido se lo puede encontrar- Andrés me miró entrecerrando los ojos y luego tomó la mano de su hermano.

-¿Y ahora?- preguntó Kevin.

-¡Nos vamos!- dijo Andrés.

-¿!Qué!? Dijiste que luego íbamos a McDonald a comer unos helados…

-Sí, pero es que Marcos y yo estamos haciendo un trabajo y debemos adelantarlo todo lo posible.

-Marcos, Marcos, Marcos, todo él…, déjame- se soltó de su brazo y salió corriendo por los pasillos del centro comercial, Andrés me dio a sostenerle su bolso para el poder correr más rápido mientras yo me quedaba esperándolos, de seguro si yo iba sería peor la cosa así que sólo me puse mirar en unas tiendas pero con la frase -Marcos, Marcos, todo él- en la cabeza, haciendo que sonriera un poco, pero al mismo tiempo sintiéndome mal por Kevin.

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-¡Kevin! ¡Kevin! – le gritaba a mi hermano que ahora corría entre las sillas de la feria de comida.

Esquivaba cada una de las sillas, personas, mesoneros y todo lo que se me cruzaba en el camino persiguiéndole.

-¡Me voy a la casa yo solo!- me gritó.

Corría rápido el condenado, pasamos frente a una tienda de guitarras y voltee a ver por unos cuantos microsegundos y cuando volví a buscarlo con la mirada ya no estaba. Seguí caminando por el centro comercial y me asomé en una parte que tiene como un círculo abierto en medio en cada piso y dejaba ver hacia todos. Iba bajando las escaleras mecánicas, allí lo atraparía, corrí por las escaleras de emergencia y de pronto vibró mi teléfono en el bolsillo, lo dejé pasar y seguí bajando, salí y vi cómo Kevin seguía corriendo mirando hacia atrás como si acabara de robar algo. Entré por otro pasillo para recortar camino y tomarle de sorpresa, y así fue, aparecí justo frente a él, deteniéndolo.

-¿Y entonces?

-¡Déjame!

-¡Kevin! ¿¡Qué te pasa!?

-¿¡Qué me pasa!? ¿¡Qué me pasa!? Parece que todos son tus hermanos menos yo, todo es Vamos a hacer lo que Marcos dice, lo que Marcos hace, todo Marcos, ¡Todo Marcos!

-¡Kevin!

Se cruzó de brazos y agachó un poco la cabeza mientras iba arrugando la cara y los ojos se le tornaban aguados, dejando caer una lagrima sobre su chaqueta.

-¡Kevin no te pongas así!- volvió a vibrar mi teléfono, esta vez lo saqué y vi que era un mensaje.

Marcos: Estaré cerca de la Tienda Casio.

-Ven- le tomé por el hombro mientras caminábamos hacia el 1er nivel donde estaba Marcos -No te puedes poner así Kevin, por favor, sabes muy bien que tú eres mi hermano-

-Sí, pero ese Marcos lo parece más, desde que lo conoces es todo él, siempre hablas de lo que hace en la escuela y que si sacó tal y tal nota, si ayudó a noséquiensito, ¡Y hasta te has ido de viaje con él!

-¡Si Kevin pero es muy diferente!-

-¡Que diferente, ahora el que tratas diferente es a mí! ¡Ya ni me hablas, ni juegas conmigo ni nada!

Y allí comenzó a doler, porque  Kevin tenía la razón, y yo ni siquiera me habia dado cuenta por mi mismo, claro,, quizás exageraba un poco, pero si, era así, mientras más cerca estaba de Marcos más me distanciaba de él… Lo doloroso era eso, saber que era verdad.

-¿Por eso era que estabas chocante con Marcos?- Le pregunté a lo que él sólo murmuró.

-Kevin mira, Marcos es… Marcos… Él es mi mejor amigo y tú, tú eres mi hermano, antes que cualquiera eres tú primero.

-¡Pero no lo parece!-

Me quedé callado sólo pensando en lo que me decía, sin saber que responderle… Vi mientras bajábamos las escaleras mecánicas cómo Marcos hablaba por teléfono con un gesto algo preocupado, de hecho, estaba algo pálido y agarraba el teléfono con las dos manos cómo tratando de escuchar bien.

-Mira Kevin, en la casa hablamos de esto pero… ten claro, que antes que cualquiera, primero eres tú, segundo eres tú, y tercero eres tú hermanito…

Kevin seguía llorando de brazos cruzados, lo abracé y le di un beso en el cabello.

-Te quiero mucho Kevin-

Él agarró aire y se soltó los brazos para abrirlos y abrazarme a mí también pero sin decirme nada… Si, dolía, bastante…

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Miraba los relojes en Casiolandia, de comprarme alguno se llevarían mis ahorros completos por lo que sólo los veía checando que tal estaban y burlándome un poco de los precios. Sentí mi teléfono vibrar en el pantalón de nuevo, seguro era la respuesta de Andrés, lo tomé y en la pantalla salía de nuevo “Llamante desconocido”, -pero quien coño será este- pensé antes de contestar y llevarme el teléfono a la oreja. Lo primero que escuché fueron unos ruidos, un pequeño sonido cómo el que se produce cuando se acerca un teléfono a una corneta pero al cabo de unos segundos se calmó.

-¿Aló?

Sin recibir respuesta alguna estaba dispuesto a colgar cuando escuché la voz de Andrés… y luego la mía… Todo mi cuerpo se estremeció…

-Ves… yo lo sé…- –Sé que solo querías volver con ella- decía con voz llorosa.

-No Marcos… no lo malinterpretes...

-CALLATE!...- me escuché gritar.

-Coño Marcos! Solo quería saber porque me había dejado, no tenía intenciones de volver con ella… solo eso…

-MENTIRA!, podía verlo en tu mirada…

-NO! Marcos…

-Sii!!! Muy bien lo sabes, ahora que tienes otra oportunidad yo quedaré a un lado… solo me usaste como un pañuelo… te aprovechaste de mi…-

-Marcos!!! No!!!

-Sii.

-Entiéndelo Marcos… solo quería saber, no quiero cometer un mismo error dos veces…

-Ves!

-Nooo, Marcos por favor…  Entiéndelo, ella me dejo a mí porque tenía alguien más, y yo no quiero estar con alguien que me ha traicionado…

-Andrea dijo que hay alguien más… y si es así… no quiero estar con alguien que ya no me quiere… Además… yo ahora te amo a ti… por favor… tú me has hecho descubrir cosas que jamás imagine pudiera sentir por otro hombre… ahora tu eres lo único que hay en mi mente, puedo recordarla, pero ya no es lo mismo, Sabes… me alegro hasta de que hubiera terminado conmigo… era lo mejor para los dos, todo lo que sentía por ti me hacía estar distraído, aun estando con ella…

-Por favor… Por favor Marcos… - volvía a rogar la voz de Andrés, yo seguí petrificado, era nuestra discusión en los baños del parque de diversiones…

Agarré el teléfono con las dos manos haciendo para poder escuchar bien, los sonidos de una puerta abriéndose seguido de golpes ahogados contra un latón, ligeros chasquidos, golpes, risillas, gemidos… me hicieron recordar todo lo que hicimos en ese momento… traté de colgar el teléfono, lo aparte de mi oído y quedé mirando fijo la pantalla “1:30” en llamada, y algo me decía que era más, pero no podía seguir escuchando. Era cómo volverlo a vivir pero al mismo tiempo no podía quitarme esa sensación de piel de gallina del cuerpo, esto no podía tener un buen motivo.

Sin pensarlo más corté la llamada, tan solo presionar el botón un temblor comenzó desde mi dedo pulgar y se extendió por todo mi cuerpo. No sabía que pensar, que hacer, si decirle a Andrés o no, que sucedería luego, me sentía impotente, frágil, indefenso, expuesto… y quien sabe que otras tantas cosas.

El teléfono comenzó a vibrar, una, dos veces seguido de dos tonos, típico el tono de Nokia, tenía un nuevo mensaje, pero no aparecía el número, parecía lo habían mandado desde internet.

-Mejor que no digas nada a nadie si no quieres que cambie a “Público” la versión en video que subí a Facebook-

Metí el teléfono en mi bolsillo, me sentía mareado, fui a apoyarme en una pared para no perder el equilibrio, respiraba un poco acelerado, y justo en eso momento llegaba Andrés con los ojos medio aguados con Kevin a su lado, parecía como si ambos tenían ganas de llorar o habían estado a punto de hacerlo. Traté de preguntar qué sucedía, pero no pude articular nada, y Andrés pareció quería preguntarme a mí lo mismo pero también se quedó en silencio mirándome y volvió a cerrar la boca, cabeceó hacia la salida del centro comercial en señal de que nos íbamos por lo que asentí y empecé a caminar a su lado.

Me sentía cómo una gelatina, los brazos, las piernas,  todo mi cuerpo temblaba, pero Andrés parecía no notarlo y tampoco lo quería preocupar más, que ni sabía que le pasaba a él…

-¿Quién era ese que tenía el video? ¿Cómo lo grabó? Y sobre todo ¿¡Qué quería de mí!?

Mientras caminábamos a la salida, Andrés llevaba a Kevin con una mano y pasó el otro brazo por mis hombros… Pero por primera vez, su abrazo no me hizo sentir tranquilo.

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En el próximo capítulo… ¿Será descubierto quien está amenazando a Marcos? ¿O será descubierta otra cosa?

Espero les haya gustado este capítulo, recuerden valorar y comentar, nos vemos en unas semanas.