Juntos por Siempre (16) (Final)

"Una por una no es trampa" La vida, el campo de batalla, tus amigos, los mayores aliados... No bajes la guardia, nunca estás a salvo que alguno se voltee y te apuñale por la espalda. (Final Juntos por Siempre)

No hubo cruce de palabras, simplemente me le acerqué y tomándolo por la nuca lo pegué a mí juntando nuestros labios, mordiendo los suyos de forma salvaje, como si de chicle se tratase, los masticaba y jugaba con ellos con mis dientes. Lo había tomado por sorpresa, lo veía en su cara, jamás se lo hubiera esperado, pensé sin dejar de besarlo. Sus manos se colocaron sobre mis muslos, con ambas me recorrió los muslos con ambas manos subiendo por estos hasta alcanzar las nalgas que movió de forma circular juntándolas y separándolas, mientras se dejaba hacer en los labios. Volvió a bajar por los muslos y esta vez apoyando mis brazos en sus hombros di un salto enrollando mis piernas en su cintura, me sostuvo allí y dejó a su lengua entrar en el juego de nuestros labios… Sin duda, su experiencia era mayor, los movimientos precisos, sabía qué y cómo debía hacerlo, me estaba volviendo loco de solo besarle…

Con su entrepierna pegado completamente a mí, sentí como su verga comenzaba a despertar, empezando a hacer presión en la mía que desde hace rato ya no podía controlar. Sin bajarme de su cintura dio unos cuantos pasos hasta acercarnos a los lavamanos donde me dejó sentado, se separó unos segundos de mí, recorriéndome con su mirada de pies a cabeza para acabar mordiéndose el labio inferior e ir de nuevo a por los míos, podía sentir su lengua áspera frotándose con la mía, sus mordidas, algo fuertes, pero que no causaban dolor…  Su mano en mi camisa, los botones del cuello desabrochándose seguidos de todos los de la camisa, sus manos por debajo de mi camiseta recorriendo ambos lados de mi torso, pasando por mi espalda y sujetándose a mis hombros donde apretó con sus manos, podía sentir que lo hacía con fuerza, pero no sentía dolor alguno…

Hice lo propio con él... intenté inútilmente desabrochar los botones de su camisa, sin embargo al ver que no podía me ayudó, dejándola abierta, levantándose la camiseta dejando su abdomen libre, sin bajarme de la encimera coloqué mi manos sobre su paquete, apretando sus bolas por encima del bóxer, recorriendo el largo de su pene continué subiendo, deleitándome con cada surco que se hacía en cada uno de sus abdominales. No pude evitar gemir al sentirlos, un gemido que fue atrapado entre sus labios que no dejaban de morder los míos ahora de manera brusca… Aun así, el más mínimo dolor, sólo me dejaba hacer, sin acabar de deleitarme ahora con su pecho, pellizqué una tetilla, soltó un gemido entre mis labios y ya no pude contenerme más… Me bajé del lavamanos y haciéndolo caminar hacia atrás fui desabrochando su cinturón hasta llegar dentro de un cubículo donde cerré la puerta con un pie tras mi paso. Coloqué el cinturón en una percha y continué besándole, un fuerte empujón me sacó de onda e hizo que de cierta forma, reaccionara, abrí los ojos como platos, vi lo que estaba haciendo… No podía creerlo.

-No te hagas, que sabes que el que manda aquí soy yo- me dijo al oído con su mano abierta sobre mi pecho, empujándome contra la puerta.

Fue como despertar de un extraño trance... ¿Qué carajo estaba haciendo? Sacudí la cabeza, volviendo en mí, le aparte por unos segundos, coloqué la mano sobre su pecho, pero de un momento a otro estaba de nuevo pegado a sus labios, sorbiendo su ser, saboreando su lengua, degustando su sabor... Mi mano, controlada por la suya, sobaba esa serpiente que aun se escondia bajo sus pantalones...

-Mamamelo...

-Sus deseos son ordenes- pensé, arrodillándome, poniéndome a la altura de su miembro, con las manos temblorosas intenté bajar la cremallera para luego desabrochar el botón, pero no podía, no tenia pulso, me fui por lo rapido e iba a halar el pantalon para romperle el botón.

-¿¡Qué coño piensas hacer!?- aparto mis manos y con las suyas desabrocho el boton se bajó la cremallera y dejó libre la tremenda verga que se gastaba. Me acerqué a sus testiculos oliendolos, algo sudados, los lamí un poco y luego me llevé uno a la boca.

-aaaah... Coño...- se retorció pegandose a la pared del baño.

Apretaba el izquierdo con la lengua, luego el derecho, eran algo grandes, pero logré meter ambos dentro de mi boca...

Una mano se colocó en mi nuca, tirando de mi pelo...

-Que me lo mames te dije, nada de jueguitos- me separó pegándome contra una de las paredes del cubículo.

Admiré rápidamente esa herramienta... De verdad que era grande, abri la boca y antes que pudiera acercarme, sentí el choque de esta contra mi campanilla, una arcada por poco me hace vomitar.

-Ni se te ocurra perrita- dijo tirando de mi pelo sacándomelo todo de la boca.

Negue con la cabeza y abri la boca para volver a sentir como tiraba de mi, haciendolo llegar hasta el fondo de mi garganta nuevamente, con mi nariz rozando su vello pubico...

-Uufff mira como te gusta chuparlo...

Me soltó dándome oportunidad de hacer, me separé unos segundos y escupí a un lado un pelo que me habia quedado en la boca y fui de nuevo por su verga, sus dos manos se volvieron a colocar en mi cabeza y lo siguiente que sentí fueron varias embestidas a un ritmo bestial sin darme tiempo siquiera a respirar, bajó sus manos hasta mi nuca, pegando mi cabeza contra la puerta y apoyando la suya también de esta, duró unos segundos así durante los cuales creí asfixiarrme hasta que por fin cesó y sacó su polla de mi boca.

-A ver ese culito-

Obediente como un perro me levanté y le di la espalda, o el culo, mejor dicho, antes de yo mismo intentar desabrochar el pantalon, sus manos estaban haciendolo, desabrochó el cinturon, el boton y la cremallera y el pantalon rodó hasta mis pies, dejandome solo con el boxer, sus dos manos tomaron mis nalgas y un empujon me pegó contra la puerta.

-Te voy a marcar perrita- tiró de mi bóxer.

No... ¿Que mierda estaba haciendo?

-Aaaah- grité de dolor cuando arremetió con una fuerte estocada contra mi culo, su mano cubrió mi boca.

-¡Marcos!- dijo en voz baja -¡Marcos!... ¡Marcos!

-¿Qué?... ¿Qué pasa?- me sobresalté.

Andrés se echó hacia atrás un poco extrañado.

-¿Qué te pasa a ti más bien?- río -que te despiertas así.

Miré a mí alrededor, estaba desnudo en su habitación.

-ehmmm- me rasqué un poco la cabeza.

-Toma- me ofreció una taza que traía en la mano.

-¿Qué es?- la tomé, no podía oler bien, tenia la nariz algo tupida por el frio que hacía.

-Como la mañana se prestaba un poco he preparado chocolate...

Sonreí mientras sorbía un poco de la taza.

-Gracias.

-No hay de qué- se sentó a mi lado en la cama... La de su madre de hecho, ella y kevin se habían ido a casa de sus abuelos como hacían casi todos los fines de semana, unas veces Andrés iba y las otras tomábamos ese fin para pasarlo juntos, por mi parte le decía a mi mamá que iba a quedarme a su casa y sobretodo el día de la fiesta y la graduación nuestros padres habian hecho buenas migas, de hecho se vieron algunas veces más, encuentros "casuales"  -organizadas por Andrés y por mí-... Así que ya mi mamá no tenia problema por dejarme fines de semana enteros con él, más que todo creyendo que su madre estaba en casa... Claro que mi papá se conocía toda la historia y siempre que les pedía permiso ponía cara de "Sobretodo que van a jugar Wii"...

Andrés bebió un poco de su taza y luego entre sus dos manos la colocó en medio de sus piernas. Se acercó hasta mí y me dio un beso en la mejilla.

-Buenos días, por cierto- sonrió.

Sonreí y me acerqué besandole tambien.

-Buenos dias-

Andrés de pronto soltó una carcajada.

-¿Que?

-Buenos dias tambien a ti- dijo mirando la fina sabana que cubría mi entrepierna, y la carpa que se formaba, dejando afuera una parte de mi pene.

-¡aaaah, ridiculo!- me sonrojé un poco.

-¡Ah! ¿Te molesta acaso...?

No respondí y solo me reía mirandole a la cara. Andrés colocó su taza de chocolate a un lado en la mesita de noche.

-Ya sé...- me levantó la sabana y se acercó a mi pene besandolo.

-Buenos dias para ti también marquitos- se volvió a colocar a mi altura- el beso de buenos días.

No pude aguantar la risa, coloqué mi chocolate al lado del suyo y me acosté en la cama a reirme a carcajadas hasta el punto que me comenzó a dolerme el abdomen. Andrés se me quedó mirando como aguantandose la risa.

-Dios... Te pasas- dije recuperando el aliento aún acostado en la cama, Andrés se montó en la cama gateó un poco hasta colocarse sentado sobre mi pecho mirandome a la cara, colocó una de sus manos en mi mejilla y deslizó su pulgar desde mi nariz bajando por mi boca, como repasando el contorno de mis labios.

Di un beso en su pulgar sin dejar de mirarle a los ojos, las risas y carcajadas de segundos atrás se habian convertido en un placentero silencio. Andres seguía recorriendo despacio mi cara ahora con su dedo indice hasta que llegó a mi oreja y apretujó un poco el lobulo haciendome gemir  por el dolor.

-Ay si ni te apreté duro.

-Pero me dolió...

-Ay mariquitooo

-Ah, mira quien lo dice- de mi pecho se habia arrimado hasta que mi verga estaba apoyada de sus nalgas.

-mmm... Por ti, si fueras de otro planeta sería hasta ovnisexual...

-Aaaah, tonto- me reí. Andrés se bajó de encima mio y se colocó a mi lado acostado mirando al techo, ahora yo me coloqué sobre él e imitandolo recorrí su cara con mis dedos y bajé por su cuello hasta llegar a sus hombros, moví las manos rapidamente y comencé a hacerle cosquillas en las axilas

-aaaah, paraaa jajajajaja, por favor, jajajaja, paraa Marcooosss coñoo jajaja no puedo respiraaar- dijo haciendo que parara para el aprovecharse y darme vuelta.

-Ahora no te me escapas coñitoo-

-jajajajaj, Aaaah dioos, paraaa, me voy a orinaaar la cama de tu mamáaaa- paró y fui yo quien me fui sobre él, dimos vueltas sobre la cama hasta que llegamos a la orilla, Andrés encima mio, le hice girar y se fue al piso halandome para que me cayera con él.

-Coño Marcos- se sobó un hombro.

-Fue sin culpa Andrés-

-si, sin culpa- se levantó y no dejaba de sobarse.

-A ver qué te pasó-

-Coño me caiste encima- me empujó golpeandome un poco en el hombro.

-Fue sin querer, te juro, no fu...- no pude terminar de hablar, su mano me tomaba el cuello. No me iba a dejar así que coloqué ambas manos y haciendo fuerza aparté las suyas, sin embargó el tambien estaba haciendo fuerza, los brazos de ambos se habian tensado marcandose las venas que los recorrian abri los brazos haciendo que bajara los suyos tomandole por las muñecas, una vez lo tuve alli, le guiñe un ojo.

-Ah si...- pasó un pie entre mis piernas y luego lo echó hacia atrás tirando de mi para tratar de lanzarme al piso, pero pude evitarlo haciendome a un lado tirandome sobre la cama.

-El que gane...

-se viola al otro ¿va?- concluyó Andrés, invitándome a una “pelea”. No pude evitar reírme un poco

-Va.

Y no sé en que momento lo hizo, pero cuando me di cuenta Andrés ya estaba tirandome del pelo y su pene chocando contra mi campanilla.

Hacia circulos con mi lengua alrededor y luego jugaba con la uretra moviendo la lengua rapidamente como si tratara de introducirla, Andres se sostenía con una mano de la pared a donde me tenia pegado y con la otra marcaba el ritmo.

El ruido de su pene en mi boca y sus bolas chocando contra mi mentón junto con los gemidos de ambos me tenian delirando, tomé mi polla y comence a pajearme freneticamente, aumentando mis gemidos.

Andrés se percató y tomándome con ambas manos tiró de mi cabeza indicándome que me levantara, cosa que hice, al quedar frente a él se acercó para continuar besándome, comenzado con un ritmo lento y apasionado, le recorría el torso con mis manos, colocando ambas manos en su pecho para pasar bajo sus brazos y llegar a su espalda que no dejaba de recorrer mientras me besaba, rasguñándole un poco.

-mm, aff-

-¿que?- paró de besarme.

-nada- coloqué mis manos en su nalgas, moviéndolas en círculos, juntándolas y separándolas, Andrés me imitó y coloco sus manos en mis nalgas pero en vez de moverlas en círculos desde abajo las recorrió con las uñas haciéndome gemir de algo de dolor y al mismo tiempo de placer, encogiéndome un poco y gimiendo en sus labios, involuntariamente pidiéndole que no parara de besarme.

-Te voy dejar marcado-

-¿Si? ¿Cómo?

-Te voy a cojer de una forma que no olvidaras jamás-

-fff… eso quiero verlo…

-Te voy a dejar lleno de leche…

-¿Donde?

-Por donde la quieras…

-Báñame en ella…- le contestaba siguiéndole el juego mientras me iba empujando caminando de espaldas hasta llegar a la cama, donde me dejé caer levantando las piernas y colocándolas en sus hombros…

-Soy todo tuyo-

-fff que rico- Andrés me tomó por el talón y fue besándome desde el pie, bajando por la pierna hasta llegar a mi pene que tampoco dejó de besar, dándole uno que otro tímido chupetón… sin embargo al parecer ese no era su objetivo… su lengua se fue a un lado hacia mi pierna y bajó hasta mis testículos, lamiéndolos primero uno… luego el otro, para después meterse ambos a la boca, me agarraba a las sabanas tratando de callar los gemidos que luchaban por escapar de mi boca. Andrés sacó ambos testículos de su boca y continúo humedeciendo con su lengua los alrededores… bajando, poco a poco…

-aaaah joder…. Aggggh ffff-

Tiré tan fuerte de la sabana que las esquinas terminaron por salirse del colchón, las enrollé ambas apretándolas sobre mi pecho, Andrés con una habilidad increíble y hasta el momento desconocida para mí había comenzado a recorrer mi orificio con su lengua…

-Dios… aggg… no pares…-

Andrés movía su lengua tratando de introducirla en mi culo, haciendo pequeños círculos alrededor y luego empujando…

-Como sigas así… afff- no pude continuar… varios chorros de leche salieron disparados de mi pene directo a mi abdomen, no pude evitar que mi culo se contrajese apretando un poco la lengua de Andrés que seguía explorándolo, Andrés pareció darse cuenta y se levantó para observar los chorros de lefa que marcaban mi abdomen.

-Wow… eso fue rápido…-

-Si… no pude evitarlo, disculpa…

-Andrés entrecerró los ojos restándole importancia… se agachó hasta mi abdomen y comenzó a lamer desde mi polla recorriendo el camino que había hecho uno de los trallazos… recogiéndolo todo, saboreándolo sin dejar de mirarme, bajó hasta otro trallazo recogiéndolo también con su lengua pero este sin tragarlo, se acercó hasta mis labios donde con gusto compartí el sabor algo amargo de mi semen, lamiendo los restos de la comisura de sus labios.

-Faltas tú- le dije.

-¿No te importa?- dijo pensando que había perdido las ganas por acabar de correrme, no le respondí… solo levanté un poco las piernas y las crucé por encima de su cintura, dejándolo rodeado por estas…

-Eres todo un maniático sexual Marcos…- chocó su nariz con la mía y la movió de lado a lado, haciéndose un poco hacia atrás después, ayudándose con una mano centró su pene, y empujó en mi culo aún húmedo con su saliva…

-affff- gemí al sentir como me atravesaba…

-ffff que rico nene- alcanzó a susurrar Andrés con los ojos cerrados y la cabeza inclinada hacia el techo.

-Mételo todo de una vez-

No lo había terminado de pedir cuando sentí el empujón que daba Andrés seguido de un leve dolor en mi culo, sintiendo algo más de presión… El que últimamente lo hiciéramos más a menudo había hecho que me acostumbrara y no doliera tanto cada vez que Andrés me penetraba, además de eso, los dos habíamos perdido ciertos complejos… y estábamos más desinhibidos que nunca.

-Affff mira cómo te lo tragas enterito…

-Si… me encanta... rómpeme el culito papi…-

-Te voy a dejar que no te vas a poder sentar por una semana…

-Aff, eso va a doler-

Andrés comenzó a ir y venir a un ritmo bastante rápido y preciso, sin dejar su pene se saliera siquiera una vez… parecía conocer perfectamente cuanto sacar para volver a empujar. A pesar de que acababa de correrme y aún quedaba uno que otro chorro de leche que Andrés había dejado sobre mi pecho, mi pene daba unos cuantos botes contra mi pelvis, se estaba volviendo a poner morcillón.

Con mis piernas en sus hombros y sus manos tirando de mis rodillas Andrés no cesaba sus movimientos, sin parar de gemir mirando al techo, traté de alcanzar su pierna para acariciarle un poco, me estiré pero al no llegar me volví a echar para atrás, seguido, noté como Andrés sacaba su miembro de mi interior, sonriendo.

-¿Ya?...

-Falta poco- respondió acercándose a mí juntando nuestras frentes, con una mano coloco su pene bien y volvió a introducirlo completamente, haciéndome gemir, me besó colocando sus manos en mis hombros y fue recorriendo mis brazos hasta llegar a las manos donde entrelazó cada dedo. Continuó con el vaivén sin dejar de apretar mis manos y pasaron unos segundos hasta que me avisó.

-Ahí… viene…. Aaaah-

Apreté un poco el esfínter haciéndolo gemir más… y seguido sentí como su semen caliente inundaba mi interior.

-Dios…- dejó caer un poco su cabeza, separando nuestras frentes y juntando nuestros labios.

♪♫ Shizuka ni shizuka ni, maku wa kiri otoshi, Kakusei no yoake ni aoi honou ♫♪

-Mi teléfono-dije al reconocer el tono, era uno de mis amigos, Andrés echó para atrás un poco sin sacar su pene aún de mi interior y me pasó el celular que estaba en la mesita de noche.

-Julián- dijo Andrés viendo la pantalla del teléfono para luego presionar la tecla de contestar y colocar el teléfono en mi oreja…

-Aló Buenos días-

-Weee ¿¡Ya estás listo!?-

-¿Eh?

-¿Eh? ¿¡Cómo que “eh”!? ¿¡Acaso se te olvidó!?

-¡No, no se me olvido!

-A ver y… ¿de que te estoy hablando?...

-mmm… ¡Feliz cumpleaños!...

-Ay graci…. ¡Coño e tu madre! ¡Hoy no es mi cumpleaños! ¡Habíamos quedado que iríamos todos a jugar paintball!

-¡Oh Dios! ¡Cierto! Como pude olvidarlo.

-Seguro y estás con Andrés… que ni te deja pensar.

-De hecho si- respondí.

-¡Malditos! ¿¡Que no se cansan de tirar!? ¡Parecen conejos!

En ese justo momento Andrés se hizo un poco hacia atrás, sacando su pene de mi interior, sin poderlo evitar solté un gemido.

-¡Y lo están haciendo en este momento! marico por dios… ¡Que ascoooo coño! ¡Apúrense no jodas! ¡A las 11 en la parada!

-Sí, sí… ahí estaremos- Corté la llamada.

-Aaah, como se te ocurre sacarlo en plena conversación- le di un empujón por un hombro a Andrés.

-En un principio, no lo debí dejar adentro mientras hablabas… ¿no crees? ¡Si fuera tu mamá!  La pobre jamás se imaginaria que en ese mismo momento que su niñito le pide la bendición, está atravesado por una vara de carne.

-¡Aaaaaah, cállate!

-jajajaja, ya, ya sabes que es en broma- me apretó la nariz con los dedos índice y medio. Y luego se acostó a mi lado apoyando su cabeza en mi pecho, mirando hacia el techo.

-Creo que no podían haber sido mejores...

-¿Eh?

-Estos meses- contestó sin dejar de mirar al techo.

-Ah… sí, creo que los mejores que he pasado-

-jeje… si, y no lo digo como los niños que todos son los mejores días de su vida- se volteó apoyándose en mi pecho y mirándome a la cara, con unas ojeras levemente marcadas, su cara algo pálida como siempre y su pelo revuelto, sus ojos castaños se clavaron en los míos.  -Pero siento que cada día que paso contigo es de los mejores Marcos.

No supe que responder… y es que a veces hay comentarios que no merecen una respuesta verbal… más que eso, me acerqué a él besándole nuevamente.

-Sin ti… no fuera quien soy Andrés, siempre te estaré agradecido por eso.

Andrés me correspondió sonriendo.

-Serías el típico nerd aburrido que solo se la pasa con sus amigos comegatos.

-¡Heeey! ¡Sin ofensas!-

-Jaja… que es en broma vale, anda, vamos a desayunar antes de que se nos haga tarde- se levantó de la cama y se fue caminando desnudo presumiendo de sus nalgas bien formadas.

Y el remordimiento…

-Cómo pude hacerle eso…

-¿Entonces tienen planes de casarse, adoptar y formar una feliz pareja gay en un futuro?

-jajaja, ya, por favor Julián.

-Mira que si no me hacen el padrino de ese niño iré y les quemaré la casa.

-Cómo nos vamos a casar...

-Pues hay muchas formas… pueden irse a vivir a España… argentina o algo así.

Andrés y yo reíamos escuchando los planes que nos hacía Julián, quien nos llevaba a ambos tomados por los hombros, casi que caminando de puntas por la diferencia de alturas.

-Habría que pensarlo- dijo Andrés volteando a verme guiñándome un ojo.

-Igual que para la adopción- continuó Julián -aunque tienen más métodos… pueden alquilar un vientre…

-¡Yaaa Julián!- le pedí parara, algunas personas que pasaban por nuestro lado se nos quedaban mirando a los tres.

-¡Y tú estás bien informado eh!- dijo Andrés.

-Si… como buen futuro padrino, tengo que saber de qué forma va a “nacer” mi ahijado, debo preocuparme por el antes que siquiera piensen en hacerlo… Aunque bueno, ya ese lo hicieron hace tiempo… que si los hombres salieran embarazados...-

-¡¡¡JULIAN!!!!!- gritamos Andrés y yo casi que al mismo tiempo.

-¡Ay ya pues, me callo!

-Si, es lo mejor- dije yo.

-¿Dónde es que nos veremos con el resto?- preguntó Andrés.

-En la estación del metro.

-Oooh… tan pocas que son- dije yo sarcásticamente.

-En La Yaguara, de ahí solo agarramos la camioneta- nos dijo Julián.

-¿A dónde?- preguntó Andrés.

-Al Junquito… ¿No les había dicho que allí era la cancha?-

-¡No!... Ni siquiera le pedí permiso a mi mamá… pensé que era cerca- dije deteniéndome, Andrés y Julián dieron unos pasos para luego detenerse y darse vuelta hacia mí.

-No… prefiero no ir Julián-

-¡Aja! No seas cagado por favor… ni que fuera tan lejos tampoco… igual, no va a pasar nada, solo iremos a jugar paintball y luego nos regresamos.

-No… puedo engañar a mi mamá así- terminé por darme vuelta. Como había escuchado alguna vez… la confianza había que ganársela, y mi mamá me tenía tanta confianza como para dejarme quedar en casa de Andrés sin mucho problema… no podía traicionar su confianza así…

Traicionar su confianza…

Seguí caminando hasta que una mano tiró de mi hombro.

-Anda Marcos… vayamos, sabes que es como nuestra propia celebración por la graduación y eso.

-Andrés…- le miré algo nervioso, sin embargo, como siempre, no podía evitar que con solo mirarle, todo mi cuerpo entrara en un estado de serenidad increíble.

-Anda bebé- colocó sus manos en mis hombros -¿Qué podría salir mal? Solo vamos allí, jugamos un rato y volvemos… no es nada de otro mundo.

-No sé Andrés… no… no creo que deba hacerlo-

-Aaah, Marcos… anda… no te vas a echar para atrás ahora- continuó Julián.

-Es que…-

-Ya, nada… vamos, yo no voy a dejar que nada te pase tontito- Andrés me tomó de la mano y la apretó pegándola a su pecho, continuando la marcha hacia el metro.

-Dios… protégeme de todo mal y peligro- me persigne con la otra mano que Andrés me había dejado libre… y aún con algo de miedo acabé aceptando.

-Si eres cagao Marcos…- bromeó un poco Julián.

-Yo si pues-

-Ya Julián, bájale dos- dijo Andrés mientras pasábamos por los torniquetes.

-Ay… cuidado con el chico malo.

-¿Lo dices en serio? ¿Quieres que te recuerde quien te pudo dejar en el suelo dos veces en menos de 5 minutos?

Julián se quedó callado y rechistó algo por lo bajo.

-Antes de la graduación- me explicó Andrés –cuando supo de lo nuestro… de verdad que fue todo un lío-

Andrés me había hablado algo de lo que había pasado y de la pelea que habían tenido ambos.

-Tienes un novio bastante ágil eh chico- terminó diciendo Andrés haciéndome reír un poco, al entrar entre la multitud en el vagón tuvo que quitarme el brazo del hombro, sin embargo entre tanta gente, pasaba desapercibido como se pegaba a mí  rozando su paquete en mis nalgas y sonriendo cuan chico que comete una travesura. Yo solo me hacía el desentendido, mientras que Julián nos miraba simulando vergüenza.

Una vez llegamos a la estación que habíamos acordado a la salida nos encontramos con el resto de los chicos Esteban, Carlos y Alejandro…

-¿Y es que tú crees que vamos a la Colonia Tovar o qué?- se burló Julián de Carlos al verlo con suéter y una bufanda en la mano, al acercarnos le dio a la capucha tumbándosela quedándole atrás del cuello.

-Igual en el junquito hace frío. Hola we- le dio un apretón de mano seguido de un medio abrazo, cada uno hizo lo propio. No pude evitar fijarme que en la muñeca de cada uno colgaba la esclava, JxS, involuntariamente sonreí.

-Entonces ¿A dónde es que agarramos las camionetas?- Preguntó Esteban.

-Coño, tranquilo que aún estamos a tiempo- le dijo Julián.

Esteban solo resopló, mientras pasaba su peso de un pie al otro, parecía estar un poco ansioso… o nervioso quizás, no supe distinguir… Ya le preguntaría que le pasaba.

-Y supongo que si trajeron dinero no-

-Mejor hablemos eso en el autobús- siguió Esteban.

-Coño, está bien pues, es por acá- caminó Julián delante de nosotros guiándonos.

Al ser fin de semana las calles estaban llenas de personas comprando, y al llegar a la parada de buses, como era de esperarse, había una cola enorme también para subir al Junquito.

-Son 200 bs por el derecho a cancha por media hora- nos informó a Julián

-¿Y crees que eso alcance?- preguntó Alejandro.

-Lo que más me preocupa son las esferas-

-¿Por qué?- pregunté.

-Esas son las “balas”- me aclaró Andrés.

-Ahmm…

-Con 2000 creo que son suficientes, pero la caja está algo cara.

-Me hubieras dicho y traía suficiente dinero- dijo Esteban.

-Sino vemos cómo hacemos, compramos media caja o algo- dijo Carlos.

-Será- asintió Julián…

Pasaron alrededor de unos 15 minutos hasta que llegó un bus y nos pudimos montar. Traté de sentarme junto a Andrés, pero antes de darme cuenta Julián había tomado mi lugar y luego me picó el ojo, tirando de mi camisa me dijo al oído.

-Que te quiero quitar a tu novio tan sexy-

Solo me chupé los dientes, y luego miré hacia la parte de atrás del bus… me sentaría entonces con Esteban a ver si hablaba un rato con él, igual teníamos tiempo sin hacerlo, casi no me había llamado últimamente ni yo a él, de cierta forma sentía que nuestra amistad se había hecho a un lado desde que había conocido a Andrés. Aunque, él lo había hecho también, ya antes habíamos peleado porque uno se había olvidado del otro, pero en el último año no había sido así, al parecer también me había hecho a un lado, además de que a mediados de año había estado actuando extraño y desapareciendo una que otra vez, que casi no habláramos ya, después de una amistad desde la infancia… Venía siendo algo preocupante.

-¿No has jugado nunca al paintball?-

-¿Eh?-  no me había dado cuenta, pero ya tenía algo de rato sentado al lado de Esteban y no había dicho nada, hasta el autobús había arrancado -Digo, no… ¿Por qué? ¿Tú sí?-

-Si… con unos primos hace un tiempo.

-¿Y qué tal?

-Algo doloroso, pero se jode bastante-

-Jaja, no sé cómo me vi atrapado en esta clase de masoquismo- dije –Y lo peor es que me vine sin permiso-

-¡Marcos! Estás que no te reconozco chamo… ¿Y tú mamá no te regañará?-

-Es que lo había olvidado, y si le decía hoy era seguro que no me dejaba porque debía avisarle con tiempo y eso-

-Bueno… sabiendo cómo es la señora Lisbeth… estás en lo cierto.

Pasaron unos segundos de un silencio un tanto incomodo, algo raro entre nosotros… aunque decidí romperlo antes.

-¿Y por qué andas tan impaciente?… digo, si ya has jugado antes.

-Es que bueno… ehmm…- algo nervioso comenzó a jugar con su esclava en la muñeca, pasándosela entre los dedos de la mano derecha -Bueno ya que… A ver Marcos… ¿Crees en el Karma?...

-Ehmm… no tanto así de creer, pero de que vuelan, vuelan… por eso prefiero actuar bien.

-Es que coño… Muchas veces me arrepiento de lo que alguna vez hice… No sé si con razón, o sin ella…

-A ver… ¿y que fue eso que hiciste?

-Es que no viene al caso… La cosa es que no sé si será el remordimiento de conciencia o qué… pero ahora cada que intento algo relacionado con eso, parece que todo me sale mal.

Tenía el presentimiento de que Esteban me estaba hablando de amor o de una relación, aunque igual me hice el desentendido.

-¿Y es que fue muy grave lo que hiciste?

-No fue tan grave… o quizás si… dañe muchas cosas por hacerlo, además, esa persona no lo merecía.

Esa persona no lo merecía…

¿Por qué?... ¿Por qué después de toda una vida contándonos tantas cosas… ahora Esteban parecía que me hablaba en clave?

-¿E intentaste disculparte Esteban?

-Por supuesto que lo hice, pero no me fue para nada bien… y siento que desde allí, no merezco me vaya bien más nunca.

-Ya- coloque una mano en su hombro y luego lo abracé un poco, que aunque no era mi costumbre, ya con Andrés se me había hecho algo  más común –no es más que el remordimiento de conciencia, pero no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista, deja de meterte eso en la cabeza y verás que todo te comienza a salir bien.

Esteban sonrió, aunque algo forzado, le conocía bien su sonrisa forzada, sus ojos no hacían gesto alguno, cosa que no pasaba cuando sonreía realmente.

-Espero que así sea Marcos- dijo, abriendo paso a otro silencio de unos cuantos segundo… como para esquivarme saqué mi teléfono para ver la hora.

-Andrés y tu hicieron buenas migas eh- sonrió, de nuevo, algo forzado, luego señaló con los labios la foto de mi fondo de pantalla. Una que nos habíamos hecho Andrés y yo bajando una calle los dos sentados en una patineta de Kevin.

-Si… un poco- sonreí.

-Creo que me cambiaste por él- se rio un poco.

-No… cómo crees.

-jajaja, tranquilo, que lo digo en broma, sé que son buenos amigos, pero nada como lo nuestro Águila de Hierro-

-Jajaja, menos mal que lo sabes Halcón Dorado- le respondí, Esteban me tendió el puño para chocarlo.

-Marcos... estuve pensando que…- de pronto se quedó callado -nada.

-¿Eh? ¿Cómo que nada? A mí no me vas a dejar con la duda… ¿Qué estuviste pensando?-

-Es que bueno… Ya creo que hasta aquí llegó lo de estudiar juntos…

-Sí, ya me había dado cuenta… pero igual, no es como si la amistad se fuese a acabar ¿o sí?

-Aunque diga que no… los dos sabemos que no será lo mismo Marcos.

-¿En serio crees que hasta aquí llegue todo esto?

-No sé… pero siento como si fuera el último día que estaremos juntos como grupo-

-¡Bicho! No digas eso, ni que fuéramos a morir o algo- voltee hacia la ventana… mirando la carretera, no pude evitar casi que los ojos se me salieran de orbita, la respiración se me aceleró –No, nada va a pasar-

-jajajaja, tranquilo- se medio inclinó sobre mí para ver hacia la ventana- estos conductores llevan años transitando por la misma vía.

-Coño… pero ese voladero asusta a cualquiera- dije volviendo a mirar por la ventana, al ser montañosa la vía, la carretera muchas veces tenía laderas a los lados.

-No me refería que fuéramos a morir o algo, sino que ya no vamos a estar juntos.

-Sabes que no va a pasar… todos nos queremos como una segunda familia, mira- levanté la esclava en mi mano.

Esteban sonrió

-Sí... Bueno, igual, espero estar equivocado Marcos.

-Que sí lo estas, no seas pendejo.

-Jajaja… Dale… Ok-

Continuamos hablando acerca de lo que íbamos a estudiar, a él probablemente su papá conseguiría inscribirlo en la UCV, o sino, terminaría pagándole una privada, ya que su promedio no había sido tan alto como para quedar asignado en una publica, a diferencia de mí.

-¡Por donde pueda por favor!- escuchamos la voz de Julián.

-¿Es aquí?- pregunto Alejandro.

-No… un kilómetro más adelante, solo que quiero caminar… Claro que es aquí apúrense boludos- Nos reclamó a todos mientras caminaba a la salida del bus, pagando el pasaje antes de bajar. Caminamos un poco hasta que quedamos en frente de lo que parecía ser dónde íbamos a jugar, aunque tenía pinta de casa abandonada, tocamos el timbre y en seguida se escuchó el sonido del interruptor con el que abrían la puerta.

-Buenas tardes, bienvenidos, nos recibió una chica al entrar, todos le respondimos, me fijé un poco y estaba bastante bonita.

-Tú debes ser Julián- me habló a mí por entrar de primero.

-No, soy yo- dijo él entrando tras de mí.

-Ah, ok, disculpas-

-Yo llamé para reservar esta hora.

-Sí, bueno, hay un grupo que llegó algo atrasado pero ya estamos solucionando.

-Ok, no hay problema-

Entramos por un pasillo y llegamos a un cuarto contiguo donde había un chico en una caja registradora hablando con unos tres chicos, además había unos muebles tipo puff y una mesa en el centro.

-Si quieren pueden tomar asiento y beber algún refresco- señaló una nevera a la esquina.

-No, vinimos cortos de plata- dijo Julián.

-¡Julián!!- le gritamos casi que todos.

-Maldito indiscreto- le susurró Carlos.

-Ay… pero si es la verdad… ni siquiera sabemos si podremos comprar las esferas.

-Tampoco es para tanto Julián- dijo Alejandro –creo que dejaste la dignidad en casa- no pudimos evitar reírnos, Andrés se sentó a mi lado, la mirada se le había apagado un poco a diferencia de como estábamos en la mañana-

-¿Qué te pasa?- le pregunté disimuladamente, los demás estaban hablando con la chica que nos había recibido, que al parecer decía las reglas.

-Eh… no nada- dijo sacudiendo un poco la cabeza y riendo.

-¿Y por qué tenías esa cara?-

-¿Porque aún no me hago la cirugía?

-Aah, tonto- le choqué con el codo.

-Hey, disculpa que interrumpa- dijo uno de los chicos que antes estaba hablando con el de la caja- es que no pude evitar escuchar lo que decían y pues resulta que a nosotros también nos falta un poco de dinero para las esferas y los trajes…

Todos nos quedamos mirándole extrañados.

-Ve al grano- le dijo Julián- todos lo miramos boquiabiertos, más indiscreto no podía ser.

-Así que mis amigos y yo pensábamos que si podíamos jugar juntos.

-Aaah- se levantó Julián- mucho gusto, Julián.

-Robert, igual.

Alejandro se levantó a su lado.

-Por mí no hay problema- continuó Julián.

-Si, pero creo que es mejor que lo consultemos todos, pues, todos estamos pagando ¿no?- dijo Alejandro viendo a Julián con una mirada asesina, al parecer no estaba de acuerdo, y a mí tampoco me convencía la idea.

-A ver pues ¡quién no esté de acuerdo que lance la primera piedra!- se giró Julián preguntándonos a todos.

Alejandro y yo levantamos la mano.

-Ves, son solo dos contra tres… Así que, dale…

-Si va, chocó la mano Robert con él… Ambos riéndose.

-Pues adelante. Pónganse los trajes, las caretas y selecciones sus marcadoras- Nos pidió la chica.

-El corazón de pronto se me acelero y sentí como las manos me temblaban.

-No te pongas nervioso tonto, que será divertido- dijo Andrés que parecía estar excitado.

-Oh dios, esto será como el Counter Strike, pero en first life ¡Será genial!- se frotaba las manos Carlos impaciente mientras entrabamos a una habitación con varios vestidores.

-Cada uno tome las bragas (ropa de trabajo) de su talla y me avisan cuando estén listos.

Todos comenzamos a revolver un montón de ropa que al menos olía a limpio… conseguí una talla M y me dirigí a un vestidor.

-Marcos- me llamó Alejandro – ¿Necesitas compañía?- dijo guiñándome un ojo haciendo a todos reír un poco.

-No tranquilo- le respondí cerrando tras de mí la puerta.

No tenía necesidad de quitarme el pantalón, pero preferí hacerlo para estar más cómodo, quedando solo en bóxer y con la franela, subí la braga hasta la altura de las rodillas y me detuve un momento, de nuevo… esos pensamientos se apoderaban de mí…

-¿Por qué coño hiciste eso Marcos?- susurré apoyándome contra la pared.

-paf paf paf paf-

-Coño e tu madre nojoda, como duele esa verga.

-¿Te dieron?

-¿Me dieron?... que me iban dejando parapléjico será.

Y ahí estaba, en medio del campo de batalla, apenas comenzaba la primera ronda. El terreno era en un pequeño barranco  con tierra y grama en algunos lugares, donde había dos casitas hechas con tablas a cada extremo, separadas con unas cinco barreras de por medio, separadas como a tres metros cada una entre sí.  Habíamos formado dos equipos: Andrés, Julián, Esteban, Carlos y yo, y Alejandro con los otros tres chicos, aunque ellos habían dicho que no importaba si estábamos dispares.

Uno de ellos había traído su propia pistola, o marcadora… mucho más grande que las que tenían para elegir en el local y al parecer, mejor… Yo como no sabía nada, solo con el tamaño me asustaba, así que como buen cobarde me había quedado tras una barrera. Al Julián pasar a mi lado una ola de esferas llovió sobre nosotros alcanzado una a Julián y otras haciendo un ruido estruendoso contra las tablas que ahora nos recubrían, obviamente los otros chicos tenían más experiencia, y no iban a dejar que como habíamos acordado, llegáramos a su casa, lo cual nos daría un punto. Sin embargo al ser marcado tres veces quedábamos eliminados hasta la siguiente ronda.

Andrés, Esteban y Carlos hacían de francotiradores desde nuestro punto en la casita, mientras Julián y yo debíamos ir hacia la casa del equipo contrario…

El corazón acelerado, el pulso tembloroso y los chorros de sudor que corrían por mi frente dentro de la careta empañándola un poco, solo me permitían quedarme inmóvil tras la barrera.

-Vamos Marcos, pasa a la siguiente barrera, yo te cubro- me gritaba Julián.

-¿¡Queee!? ¡Estás loco! Me van a volver nada- le respondí a gritos también para que me pudiera escuchar.

-Tranquilo we, yo te cubro-

-¿Seguro?

-Por favor ¿no lo he hecho estos meses?

Sonreí mirándole a través del casco.

-Si pero aun así, no es lo mismo-

-No seas marico y anda- me dio una patada empujándome fuera de la barrera.

Voltee hacia la casa del equipo contrario y las cuatro armas estaban apuntando hacia mí.

-Jodeeeeeeeeeer- corrí lo más rápido que pude escuchando la ráfaga de esferas que pasaban cerca de mí.

Llegué hasta la barrera más cercana barriéndome por el terreno y dando algunas cuantas vueltas, ya más cerca de su guarida, solo 3 barreras me separaban de esta, mientras que ellos solo se habían quedado dentro a defender, y no sé por qué, pero la adrenalina del momento me impulsó a salir corriendo de nuevo rápidamente, directo hacia su refugio.

-Aaaaaaah- grité cuan Rambo corriendo tomando mi marcadora pegándola lateralmente a mi pecho con ambas manos. Los disparos no se hicieron esperar. Uno en la pierna que casi me hace caer en el piso, en el hombro, uno en el estómago que me sacó en aire tirándome al suelo, y eliminándome de la ronda, nos en el casco que me quitaron la visión y me dejaron algo aturdido hasta que pasé unos dedos removiendo la pintura.

-¡En la careta no coño!- escuché un grito de Esteban.

-Marcoooooooooos- gritó Julián saliendo directo hacia mí, haciendo algunos disparos que no fueron a parar sino contra las tablas, la tierra, la cerca que nos rodeaba, y en cuestión de segundos ya estaba también rodando por el piso lloriqueando.

-Andréeeees, Estebaaan, Ayudennossss- pedí yo viendo como salían de su guarida los cuatro del equipo contrario pasándome por un lado y se dirigían a nuestro refugio.

Andrés, Esteban y Carlos salieron de ambos lados de nuestra casa, Esteban dio unos cuantos disparos que eliminando a uno de los del otro equipo, sin embargo no pudo hacer más cuando el chico del arma inmensa le apunto directo a un hombro y aunque le había dado, Esteban le respondió pero no logró hacerle frente, acabando tirado en el suelo  sobándose. Por el otro lado, dos iban directo hacia Andrés, quien logró hacerle frente a uno de ellos, sin embargo era muy tarde y ya el que había atacado a Esteban había llegado a nuestra casa, dándole un punto a su grupo.

-Una a cero-

-Coño de la madre- se levantó Julián del suelo algo aliviado del dolor, yo hice lo mismo y quitándome la careta me dirigí hacia nuestra guarida. Los del equipo contrario se burlaban de cómo nos habían jodido, sobretodo de como yo había caído al suelo lanzándome una de Rambo.

-Ya van a ver que en esta salen jodidos ustedes- les desafió Julián.

-Aja, eso quiero verlo- le respondió el chico que llevaba el arma inmensa, que a decir verdad parecía una metralleta de pintura.

-Noo, pero tú porque tienes esa verga- le dijo Julián.

-Bueno, triste, noobs-

-Pana, sin disparar a la careta coño- le advirtió Esteban.

-Si vale- respondió uno de los del otro equipo.

-Se aprovechan de que yo no puedo correr mucho coño, pero ya van a ver como los jodemos- les desafió Carlos.

-Vamos por el otro punto muchachos- dijo uno de los del otro equipo dirigiendo a los demás de nuevo a su guarida. Todos nos volvimos a colocar los cascos y conversamos de lo que haríamos ahora.

-Carlos, como tú no corres mucho saldrás con nosotros y te usaremos de distracción- le dijo esteban.

-Yo sabía que tarde o temprano esto iba a pasar- aceptó Carlos.

-Y Julián y Marcos, se quedan acá cubriéndonos a los tres.

-Ok.

-Traten de afinar esa puntería un poco coño.

-ok…-respondimos Julián y yo.

-Vamos pues- comenzó la ronda, Carlos salió corriendo por un lado, llamando la atención de nuestros contrincantes.

-¡SAALGAAN MALDITOS CAMPEEERS!- les gritó disparando unas cuantas bolitas de pintura al aire, en seguida todos estaban apuntándole, Carlos alcanzo a darle al de la metralleta,  Julián y yo disparábamos en vano hacía de los demás, todos  nuestros disparos daban en cualquier lugar menos en ellos.

-Mira, funciona, al menos no han notado que Esteban y tu Andrés van para allá.

-¡Cierto! ¡Funciona! ¡Dale Julián!- seguimos disparándoles hasta que le dimos a Alejandro, sin embargo notaron que se habían acercado Andrés y Esteban, mientras que Carlos ya estaba en el suelo.

-Vaaamoooos- grité yo, saliendo de la casita que nos protegía disparando hacia los demás, pude ver como Esteban le daba a dos, y como luego le daban a él y terminaba en el suelo, sin embargo, Andrés había conseguido llegar y habíamos hecho el punto.

-Una a una- dijo Andrés regresándose sosteniendo su careta en una mano.

-Ya veremos, es para 5- dijo Alejandro.

Esta vez vamos tú y yo Marcos, dijo Esteban, quien había asumido el rol de líder, y por lo que había visto, quien más destreza tenía en nuestro equipo, era él.

-¿De nuevo me usarán?- preguntó Carlos de regreso a la guarida.

-Vamos solo Marcos y yo- terminó por decir Esteban, aunque me parecía algo completamente desquiciado.

-Pero si Marcos no tiene buen desempeño- dijo Carlos.

-¡Hey!- me quejé –Bueno, es verdad…-

-Sé lo que hago, esta vez iremos lento muchachos.

-ok- respondimos todos.

Dimos la señal de que estábamos listos y el otro equipo igual, en seguida Esteban tomándome por el traje me llevó casi arrastrándome hasta detrás de la primera barrera, los dos agachados, podíamos ver a nuestros amigos en la casa, y nos ocultábamos del equipo contrario, con suerte y no se habían dado cuenta que estábamos ahí.

-Marcos, sé que es una locura… pero hay algo que tengo que decirte-

-¿Que pasa Esteban?- le pregunté sin poder ocultar el miedo en mi voz, tenía un presentimiento acerca de lo que venía.

-Es… coño, creo que hoy es la última oportunidad que tengo… ¿recuerdas lo que hablamos en el bus?-

-Si… pero te dije lo que pienso al respecto-

-Coño Marcos… La verdad que no sé porque nunca me has contado nada… ¿Pero te has llegado a enamorar de una persona, de tal modo que dejes todo lo demás por solo tratar de conseguirlo?

El corazón se me aceleró, no era lo que yo pensaba en un principio… esto podía ser peor.

-No joda… Marcos, dime, te ha pasado, no me veas con esa cara.

-Creo que no hubo chance de que eso pasara- le respondí.

Esteban pareció quedar un poco perdido, pero aun así continuó.

-Siento que si no hago esto hoy, no lo haré nunca… Marcos, sé que tú y Andrés se llevan muy bien, que se hicieron muy buenos amigos a solo un año de conocerse… y es que…

Quería tratar al menos, pero no podía hacerme el inocente y preguntar nada… Parecía, como si todo ahora tuviera una razón…

-Coño… me gusta Andrés y quiero me ayudes a…

No me dio tiempo ni a pensar en lo que hacía, no procesé lo que iba a decir, solo, lo dije.

-No… Esteban… Andrés es mi novio.

Sabía cómo era Esteban… Y lo que seguía no iba a ser para nada bueno.

-Ya va… ¿qué dijiste?- conocía a Esteban muy bien, quizás no sabía que era gay, pero eso no quitaba todo lo demás que sabía, y con lo que le había dicho, estaba seguro que había despertado una parte de sí que para mí, yacía dormida desde hace muchos años, aun así, no seguiría alimentando su malcriadez.

-Andrés y yo somos novios Esteban

-¡Que carajos!

Esteban se levantó de mi lado y caminando, recibiendo unos cuantos disparos que marcaron por la espalda la braga que llevaba, tres exactamente eliminándolo de la ronda, comenzó a gritarle a Andrés.

-¿¡Cómo es eso que me dijiste que no eras gay y ahora este pendejo me sale con que son novios!?- llego cerca de una pared de la casa y se quitó la máscara.

¿Qué mierda estaba pasando? Andrés se acababa de quitar su careta contestándole.

-¡Qué coño te pasa! Te dije que no quería nada con otro hombre.

Andrés le había dicho a Esteban que no era gay… no había problema con que le dijera eso… pero quería decir que ya Esteban le había hablado de lo que sentía y Andrés no me había comentado nada.

Una por una no es trampa… ¿Era peor lo que yo había hecho?...

-¿Y cómo es que Marcos y tú son novios? ¡No sé cómo coño no me pude dar cuenta!

Andrés… estaba al tanto de esto... Carlos y Julián se habían quedado paralizados viendo lo que sucedía, yo trataba de respirar, pero el aire me faltaba, yo preocupado por lo que había hecho… y al parecer… Andrés había hecho lo mismo.

-Mira, si Marcos y yo tenemos algo no es tu problema, te dije que contigo no quería más nada.

-Eres un maldito mentiroso- le respondió Esteban levantando una mano dirigiendo un derechazo justo a su cara.

-¿¡Qué mierda te pasa!?- me quité la careta y corrí hacia ellos para intervenir.

Todo pareció suceder en cámara lenta, vi como Esteban frenaba el golpe y me miraba algo horrorizado, Carlos y Julián salieron corriendo hacia mí con sus caretas, parecían estar gritando, pero no escuchaba nada, las piernas me flaquearon y al tratar de apoyarme los brazos no me respondieron, siguió un fuerte dolor punzante en la cabeza y lo último que alcancé a ver fue a Andrés colocándose encima de mí sacudiéndome un poco.

…¿qué habíamos hecho?...

//////////////

Cada final es un nuevo comienzo…

Creo que es de suponer… pero esta historia no acaba aquí. No creo se quieran quedar con tantas dudas. Al igual que cuando “Enamorado Solo” este será el final de “Juntos por Siempre” pero la historia de estos chicos continua…

¿Por qué? ¿En serio es necesario?

Sé que no lo parecerá para muchos… Pero si dejara el capítulo anterior (15) como el ultimo, no estaría escribiendo la historia que planee en un principio, que sé me ha llevado tiempo, muchísimo más de lo que esperaba que para aquél entonces pensaba serían sólo unos meses, y miren… casi tres años están por cumplirse. Lo que me hace apreciar de verdad a aquellos lectores que se han mantenido durante todo este tiempo. Aunque eso no les resta importancia a los que se han puesto al día habiendo comenzado más tarde. Siempre se los he dicho y nunca dejaré de hacerlo, gracias a todos.

Ahora, acaba Juntos por Siempre y al igual que cuando Enamorado Solo, comienza una nueva historia, aunque esta vez, viene con varios cambios, y entre ellos, les adelanto que el narrador principal no será el mismo… y creo está bastante claro quien tiene mucho que contar, más de lo que se imaginan.

Además les agrego que la próxima “Saga” no contará con tantos capítulos como Juntos por Siempre, a pesar de que sucederá antes, durante y después del hilo temporal de esta. Y, como la vez pasada, el nombre va a cambiar… (Al igual que con Juntos por Siempre, avisaré).

Espero sus lecturas y comentarios aunque también aceptaré si deciden no seguir la historia por el camino que creen que pueda tomar.

Ha sido todo un gusto para mí compartir esta historia con ustedes recibir sus lecturas, valoraciones, comentarios, opiniones, sus criticas… Y espero que siga siendo así, y que por supuesto, este capítulo no sea la excepción.

Saludos a todos.

¡Hasta la próxima!