Juntos por Siempre (13)

"Riesgo de explosión I" Marcos junto con sus amigos ponen en marcha un plan que llevan tramando desde hace algo de tiempo, sin embargo, mayores son las consecuencias que los beneficios.

Como les dije, las espera no sería tan larga esta vez ;).

En esta parte hay una situación en “especial”, a ver que tan bien tienen esa memoria jaja.

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Julián

-2:15pm-

Dos golpes al pupitre, abrí la mano entera y voltee a mirar a Esteban, él asintiendo se gira hacia Carlos lanzándole una bola de papel, Carlos mira a Marcos, en cuestión de segundos un sobre pasa de las manos de Marcos a las de Carlos y este lo mete dentro de un cuaderno. Entra el profesor a dar las instrucciones antes del examen, al igual que como habían hecho con las evaluaciones anteriores.

-2:16pm-

Dos golpes al pupitre, 4 dedos abiertos. Alejandro sentado atrás de mí se da cuenta y enseguida se levanta de su pupitre. Frotándose el estómago.

-Profesor discúlpeme un momento tengo que ir al baño.

Al profesor no le dio tiempo a responderle, Alejandro ya había salido del salón y antes, cuando pasó por mi pupitre colocó un yesquero al lado de mi cuaderno el cual tomé rápidamente e introduje en el bolsillo de mi camisa.

-2:17pm-

Dos golpes al pupitre, 3 dedos abiertos. Andrés se levanta y se acerca hasta el profesor, le explica algo, el profesor pide disculpa al salón y dice que vuelve en unos segundos. Al irse, como siempre, todos en el salón se alborotan y comienzan a hablar entre sí, Carlos me pasa el sobre.

-Ya sabes que hacer ¿no?- le pregunté.

-Claro- respondió asintiendo con la cabeza -¿Estás seguro de esto Julián?-me preguntó él a mí.

-Coño Carlos, ya verás que vamos a gozar una bola, no te vas a arrepentir.

Marcos que estaba escuchando lo que hablábamos volteó a mirar al fondo del salón, con gesto preocupado, tomó algo de aire y volvió a mirarme.

-Recuérdame por qué estamos haciendo esto Julián.

-Así suspenderán este examen, y ya que no nos pueden quitar los puntos todos vamos a aprobar la materia.

-Ya yo la tengo aprobada Julián-

Coño pero ni Ale, ni Esteban, ni yo la tenemos, y si reprobamos vamos a pasar todas las vacaciones viniendo a reparación, y es una ladilla.

-¿Y por qué dices que sumarán los puntos? podrían dejarlo así y todos reprueban más bien.

-Fácil, el cronograma está demasiado ocupado con nuestro acto de graduación y todos los preparativos y ya no los pueden cancelar o mover.

-Tienes la lógica de un reptil coño.

Julián se rio y miró su reloj.

-Ya casi.

-Estás loco, y no sé cómo es que nos arrastraste a esta locura.

-Y a unos chamos tan ejemplares como Marcos y Andrés- Añadió Esteban -mira en lo que los estás metiendo… Eres un maldito manipulador-

Los cuatro nos reímos, destapé los guantes de latex que estaban en el sobre, saqué las 4 pelotas de ping pong de mi bolso y el yesquero de mi bolsillo.

-Buenas tardes chicos, vengo a traerles sus exámenes- dijo una de las chamas que trabajaba en las oficinas del liceo -¿Y el profesor guía de ustedes? – preguntó extrañada al notar su ausencia en el salón.

-No está- respondieron algunos.

-¿y están todos en el salón?-

-Ya va- se levantó Marcos –es que un compañero tenía dolor de estómago, ¿me permite ir a avisarle que ya va comenzar el examen?

-Vaya- respondió ella, Marcos se levantó y salió del salón. Al cabo de unos segundos volvió. -Oye, te llaman en la dirección-

Mientras la chica salía algo extrañada, Esteban lanzó un taquito (bola de papel) hacia el grupo de Michael, a cualquiera que le diera le iba a joder lo suficiente como para causar un poco de alboroto, pero justo fue a Michael, y eso era hacer arder a Troya.

-¡Y a ti que mierda te pasa!- se levantó del pupitre haciéndolo rodar y soltar un chillido estremecedor llamando la atención de todos los del salón.

Esteban no respondió así que Michael caminó hacia su pupitre.

-No me ignores- le empujó por el hombro, Esteban, consciente de que podía ganar o que sería poco tiempo como para que lo alcanzara a herir, rápidamente tomó su brazo y le aplicó una llave volteándolo y diciéndole algo al oído, Michael le dio una patada en el pie empujándolo y haciéndolo tropezarse con algunos pupitres, todos en el salón se levantaron de sus puestos, algunos gritando pelea y otros corriendo para salir del salón, como siempre algunos por desordenados comenzaron a lanzar botellas de plástico y más taquitos y hasta cuadernos enteros. Ya era hora, me levanté y le di el yesquero a Carlos, nos agachamos en una esquina cercana a la puerta del salón y entre los dos encendimos una de las pelotas de ping pong y la lanzamos hacia el grupo de gente que rodeaba a Esteban enseguida comenzó a salir un montón de humo que cubrió a todos, unos empezaron a toser y otros a correr tratando de salir del salón, ya cuando el humo había tapado todo, Carlos sacó dos tapabocas y ambos nos cubrimos para encender otras bombas, lanzando una hacia otro salón, y otras hacia el pasillo, en solo segundos todos en el liceo pedían ayuda, unos gritaban fuego y los más drásticos iban arrastrándose por el piso. El sistema contra incendios se activó por lo que también comenzó a llover.

-Corre coño, vámonos ya- me dijo Carlos quitándose el tapabocas y lanzándolo en una papelera, yo hice lo mismo con el mío, al igual que los guantes y ambos nos fuimos corriendo para salir del liceo, llegamos al patio y buscamos de reunirnos todos, llegaron Esteban y Alejandro y sólo faltaban Andrés y Marcos… Vi como Andrés traía cargada a una chica.

-¡Ayuda! ¡Tiene un ataque de asma!-

Por un segundo todo se paralizó… Eso no debía pasar, de alguna forma entré en razón… ¿¡Que mierda acababa de hacer!?

Marcos

Como pude entre el humo y el agua que caía de los aspersores me devolví al salón a ver si alguno de los chicos seguía allí, ya que no vi a nadie fui directo a la salida pero antes de que pudiera llegar me tomaron del brazo y tiraron de mí hacia un salón… ya sabía de quien se trataba…

-¿A dónde vas tú pajarillo?- puso uno de sus fuertes brazos a un lado de mi cabeza, llevaba ya todo el uniforme empapado, el mío se estaba poniendo igual.

-Afuera, a donde más-

-¿Y con permiso de quién?

-Deja la ladilla coño, me dijiste que solo querías el trabajo del proyecto y ya la semana pasada- levanté el brazo y aparte el que me había puesto a un lado de la cabeza.

Él rápidamente levantó el otro brazo y volvió a colocar los dos a ambos lados de mí.

-¿Qué? Eso no cambia a que yo siga teniendo el video de ti con tu noviecito

-¿Y qué vas a hacer con él? ¿Publicarlo en Facebook como me habías amenazado?

-Puedo hacer eso y más Marcos- flexionó su brazo dejando sus labios y todo su cuerpo a escasos centímetros del mío, un pequeño chorro de agua caía por su barbilla y luego pasaba a mi camisa.

-Si eso es lo que piensas hacer, no me importa, y a Andrés tampoco- mentí desafiante, muchas cosas podían salir mal si algo como eso pasara, pero en parte tampoco habíamos faltado el respeto a nadie, solo era una discusión y pues, ¿sexo? Ni siquiera estábamos en el liceo en ese momento.

-Puedo muy bien decir que lo hacen en los baños del liceo Marcos- parecía que me había leído la mente. Traté de levantar un brazo pero él bajó los suyos y me apretó entre ellos, sin dejar que pudiera siquiera abrirlos.

-¿y qué? Tampoco es que eres un alumno tan ejemplar como para que te crean.

-Puede que no sea un alumno como tú o Andrés, pero si influyo en algunos.

-¿Ejemplo?- levanté la pierna para darle un rodillazo directo a la ingle, pero en un movimiento rápido se cruzó dejando libres mis brazos y haciendo que el golpe fuera al aire.

-Algunos- se encogió de hombros. Y poco a poco se fue acercando a mí, juntó sus labios con los míos y muy lentamente movió su lengua en mi boca, le aparté colocando las manos sobre sus pectorales y empujándolo un poco.

-Si sigues así, vas a terminar descubriéndolo por las malas, tal como te lo advertí…

Ya estaba decidido, no me dejaría más manipular por él, así que iba a dejar la actitud de niñita indefensa, no me iba a dejar que se aprovechara de más de mí como lo había hecho.

-Ya vengo mami.

-¿A dónde vas?

-Ya va, es que tengo que ir al baño un momento, avísale a los chicos.

-Anda, no te tardes. ¿Te llevo el trabajo?- preguntó mirando la carpeta que llevaba en la mano.

-No, no importa- dije con miedo, no por nada, pero mi mamá a veces era algo descuidada y podía ponerse a hablar y dejarlo en cualquier parte.

-Ok- dijo mientras yo me alejaba mirando a la pantalla del celular –Estoy en el baño del tercer piso-… Ese puto baño… Casi siempre estaba solo… Pero no me iba a dejar hacer nada tan fácilmente. No iba a mostrar lo nervioso que me sentía… Solo iría y le entregaría su jodido proyecto y ahí todo habría acabado, tal como me había dicho.

Llegué a la puerta y antes de abrirla inhale todo el aire que podía.

Entré y el baño estaba completamente oscuro… Maldije al inteliburro que tuvo la idea de poner el interruptor al otro lado de la puerta.

Di unos cuantos pasos hacia el interruptor, pero justo antes de llegar me detuve en mitad del baño. Y me giré antes de que a él le diera tiempo de cerrar la puerta.

-Aquí está tu mierda- saqué el pendrive de mi bolsillo.

-Marquitos, Marquitos, quien te viera diciendo sendas palabrotas.

Iba a decir algo, pero preferí quedarme callado sin dejar de mirarle a los ojos… Aunque no podía del todo, el no haber dormido la noche anterior me había dejado mal, veía borroso y aunque trataba de controlar los nervios que tenía la mano con la que le estaba entregando el pendrive no me dejaba de temblar.

-A ver- lo tomó de mi mano –¿Por qué tiemblas tanto?

-Por nada- respondí guardando mi mano en el bolsillo del pantalón.

-¿Estas nervioso de estar aquí conmigo? Ni que fuera la primera vez.

-Idiota-

-¿Qué dijiste?- se acercó hasta mí.

-Lo que oíste.

Su mirada cambió y cerró un poco los ojos sin dejar de mirarme.

-A ver qué es esto- arrancó la carpeta que tenía apretada bajo mi brazo.

-Noo- dije tratando de agarrarla pero él se giró dándome la espalda abrió la carpeta y comenzó a hojearla.

-¿Por qué?… No le voy a hacer nada Marcos, solo le daré un vistazo.

Me crucé de brazos, el mientras tanto movía los labios leyendo el trabajo escrito de mi proyecto.

-Tengo que llegar temprano.

-No me digas- me miró abriendo los ojos como platos... –Espera, que está interesante güevon- siguió leyendo un poco mientras yo le miraba, sólo quería desesperarme.

-¿Y ya pensaste en lo otro?- dijo sin dejar de mirar a la carpeta.

-¿Qué cosa?

-Tú sabes- se miró hacia el entrepierna y con su mano se acomodó un poco el bulto apretándoselo.

-Ja, mira pues, todo el mundo acá pensando que eres todo un machito y mira…

-Si, mira quien lo dice-

-Al menos yo no ando aparentando ser nada… Mamagüevo maricon de mierda-

Apretó los dientes y pude ver como bajo su camisa su pecho se hinchaba un poco y los brazos se le tensaban, di unos cuantos pasos atrás, me iba a golpear

-Repíteme que fue lo que dijiste- se acercó a mí lentamente.

-Vas a tener que conseguir que te manden a Cuba a ver si te ayudan con los problemas de audición-

-No te hagas el gracioso- apretó mi cuello y me empujó contra una de las puertas de un baño, con el golpe la cerradura se rompió y quedé con las piernas abiertas arriba de un excusado, traté de respirar pero no podía, me asusté y con ambas manos traté de quitar la suya, pero era mucho más fuerte… Unas cuantas lágrimas brotaron de mis ojos.

-Mejor es que no te vuelvas a hacer el gracioso conmigo…- terminó quitando la presión que estaba haciendo en mi cuello, respire con dificultad recuperando el aliento -y piensa lo que te dije… Quiero una respuesta antes de la graduación…-  terminó saliendo del cubículo.

-Mi… trabajo- dije aún con dificultad para respirar.

-¿Esto?- Levantó la carpeta con una mano…- Vamos a ver cómo te las arreglas- dijo levantándola y poniendo las dos manos a ambos lados de la carpeta.

-¡Noo!- grité en vano… Escuchando el rugir de las hojas al romperse… él sólo se giró y me picó un ojo…

-Y por si acaso- entró en un cubículo cercano a la entrada, segundos después escuché como el agua comenzaba a bajar. Rompí a llorar sin poder evitarlo.

-Chau- se despidió levantando la mano y cerrando los dedos uno a uno.

Quedé encerrado en el baño, completamente oscuro y con mis jadeos haciendo eco por todo el lugar… ¿Qué iba a hacer ahora?

-Por favor- le aparté completamente de mí, ya nuestros uniformes estaban empapados en su totalidad y su típico peinado chulo se había venido abajo–si de verdad puedes hacer algo más que simplemente amenazarme, demuéstralo… marico triste- le dije y sin darle tiempo a contestarme salí del salón, comencé a sentir molestia al respirar, por supuesto, tanto humo, al igual que por el uniforme mojado me empezó a invadir el frío, debía ir a secarme, salí del liceo y el coordinador estaba dando un anuncio por el altavoz, el examen había sido suspendido  y ya que al parecer no habían sospechado nada de que todo era planeado y creyeron era un cortocircuito o algo, a todos los que solo le faltaba esa nota para pasar, les sería aprobada la materia.

Julián había tenido razón… Desde las escaleras al segundo piso recorrí todo el patio con la mirada, pero no vi a ninguno de mis amigos cerca… algo bastante extraño, se suponía que todos nos esperaríamos para luego ir a celebrar viendo una película o saliendo por allí, pero no estaban, saqué mi teléfono de mi mochila, de haber estado en mi bolsillo se habría dañado, miré la pantalla, tampoco había recibido ningún mensaje…  tenía un mal presentimiento.

Andrés

En que lío nos hemos metido coño, si llegan a descubrir… mierda… mierda…

Caminaba en círculos en el pasillo mientras me rascaba el pelo, Esteban, Alejandro y Julián sentados en ese orden en un banco los tres sin saber qué hacer, mirábamos hacia la sala de profesores esperando a que la chica a la que acabamos de traer estuviera bien…  Según decían solo le faltaba su inhalador, pero igual… como no íbamos a estar nerviosos todos si éramos los culpables. Esteban me miro por unos segundos haciendo que detuviera mi andar en círculos, luego con los ojos y moviendo suave su mano de derecha a izquierda hacia el suelo me indicó que me calmara, respondí  agitando ambas manos abiertas y mirando hacia la dirección.

-Todo va a estar bien- dijo Carlos llamando la atención de los dos. Julián por su parte parecía haber entrado en cierto estado de shock, lo había visto pero no le había dado importancia, estaba apretando el puño y la mandíbula desde hace rato, sin moverse siquiera y solo mirando al suelo.  Miré a Alejandro y luego hacia Julián, Carlos y Esteban también voltearon a verlo a él.

-¿Qué te pasa we?- preguntó Carlos.

-Ya marico, ya verás que no ha pasado nada, tenemos toda la tarde libre y han suspendido el examen gracias a ti- le dijo Alejandro casi susurrándole al oído y dándole dos golpecitos en la espalda.

La puerta de la sala de profesores se abrió y salió de ella sonriente la chica que antes había traído cargada, Julián se levantó inmediatamente.

-¿Estás bien?

La chica miró hacia los lados viéndonos a todos esperarla, sonrió… ¿por qué lo haría? Ni idea.

-Sí, muchas gracias por traerme, te juro que no podía ver, ni respirar, ni nada… de no ser por ti…- dijo ya dirigiéndose hacia mí, dejando la frase incompleta.

-¡Quien sabe qué hubiera pasado!- agregó la profesora Alzira, que salió atrás de ella, mirándonos a todos con repulsión. La odiaba… pero tenía la razón esta vez.

-Si, pero no pasó a peores, gracias ¿Cuál es tu nombre?- terminó por preguntarme la chica.

-Andrés Rios- respondí.

-Muchas Gracias Andrés- dijo ofreciéndome su mano para un apretón.

De momento Marcos vino a mi mente… de alguna forma me sentía como él, sé que si hubiese estado en mi lugar hubiera hecho lo mismo… Sería algo muy bueno decir que cualquiera lo hubiera hecho, pero estaría mintiendo con eso… No todo el mundo estaba dispuesto a ayudar a alguien que lo necesitara sabiendo que no va a recibir nada a cambio.  Sentí que Marcos fue quien me había enseñado a ser así, no por alimentar su ego o sentirse superior… sino solo por ayudar.

-No ha sido nada- sonreí  mirando a la chica, estrechando su mano, ella se acercó y me dio un beso en la mejilla-

-Estos disque estudiantes, vándalos es lo que son… hacen las cosas sin pensar en las consecuencias que pueden tener…- añadió la profesora.

Tragué saliva con dificultad. De la sala de profesores salía una señora algo mayor, encargada de la limpieza, al parecer quien había curado a la chica.

-Esto se sabe que no ha sido ningún accidente, lo han provocado y más rápido de lo que canta un gallo se van a dar cuenta- paró de pronto viéndonos a los cuatro y luego suspiró… -todo cae por su propio peso.

Todos nos quedamos petrificados, ninguno pudo decir nada, pero estaba seguro que más de uno deseaba que no estuviera en lo cierto.

Julián

-Te juro que en el maldito tutorial ese en youtube decía que ese humo era inofensivo

-Hay personas más propensas a ser afectadas por eso que otras, esa chica fue porque sufría de asma, imagínate, mojada y aspirando humo… Podía hasta haber muerto.

-Coño Carlos gracias por calmarlo, ya loco… por suerte no ha pasado nada y ahora nos vamos por ahí a joder un rato, dígalo- dijo Alejandro animándome, sonreí, sí, por suerte no había pasado a mayores, sólo por suerte.

Caminábamos en dirección contraria a la mayoría de los demás estudiantes que buscaban ya irse del liceo e iban hacia el portón, ninguno desaprovecharía la oportunidad que tenían de irse por ahí y luego decir que seguían en el liceo por el examen.

-Allá está- dijo Andrés, refiriéndose a Marcos, nos devolvíamos a buscarlo, estaba sobre un asiento completamente empapado y parecía estar buscándonos entre la multitud, al vernos sonrió y saludo, Andrés le hizo señas indicándole que viniera, pasó entre la manada de estudiantes entre camisas beige y azules hasta que llegó a nosotros, le pusimos al tanto de lo que había ocurrido.

-Coño, yo sabía… tenía el presentimiento de que algo andaba mal.

-Ya ya, que no ha pasado nada grave, la chama ya se fue y anda de lo más tranquila…- le dijo Alejandro pasando el brazo por los hombros de Marcos y dándole unas palmadas en el pecho.

-Bueno, pero ya para la próxima hay que pensar en las consecuencias Julián- dijo Marcos mientras retiraba la mano de Alejandro, siempre se mostraba algo incómodo al ser abrazado así por casi cualquiera…

-¿nada más yo?- repliqué.

-Coñooo se le puede haber ocurrido a Alejandro, pero fuiste tú quien lo llevó a cabo, genio-

-¿Próxima? No creo que seas tan desquiciado como para que se vuelva a ocurrir una broma de esas- dijo Carlos.

-Más nunca loco.

-¡Es que tenías que verte la cara de cague! Debí haberte tomado una foto, se burló Esteban, le di un empujón a lo que él solo siguió riéndose.

-No, yo estaba que buscaba un paquete de papel sanitario, pa que se limpiaran él y Andrés, ¡que no paraba de dar vueltas el hombre!

Todos nos reímos mientras íbamos al baño, Andrés le prestaría a Marcos el suéter que al parecer siempre llevaba en el bolso. Si seguía con el uniforme encima, un resfriado sería lo mínimo que pescaría. Después de que Marcos se hubo cambiado salimos al liceo en dirección a… donde fuera que íbamos, que no lo tenía claro del todo, pero mientras estuviera con ellos, era seguro que la pasaría bien. Todo había salido bien a pesar de todo. Suspiré, esos estaban tan locos como yo, quien sabe si más ralenticé un poco el paso y no pude evitar que los ojos se me aguaran un poco… se acercaba la graduación… iba a extrañar a esos locos.

Andrés

Andrés: Por favor, dime que lo tienes

Ricardo: Andrés… sé que te dije que para hoy ya lo tendría, y te juro que lo he intentado, pero nada ¿seguro que en su Facebook no hay nada?

Andrés: Coño, aparte de las conversaciones contigo, nada, el viernes lo revisé, pero no había nada, como siempre. Se que tu sabes algo y no me quieres decir!

Ricardo: Coño pana, que no seeee no seee una verga, él me cuenta todo y a la vez no me cuenta nada, te puedes haber dado cuenta,  nunca me ha dicho el nombre, ni siquiera me lo ha descrito.

Andrés: ¿Y te ha contado algo nuevo?

Ricardo: …

Andrés: Dímelo, por favor.

Ricardo: tú y Marcos… me asustan pana.

Andrés: COÑO! Que te ha dicho!?

Ricardo: hoy, parece q lo amenazó de nuevo…

Andrés: ¿Qué?

Apreté la pantalla de mi teléfono, ese hijo de puta.

Ricardo: Lo mismo del video, pero Marcos al parecer se le enfrentó, tampoco él es un niñito indefenso…

Suspiré, era cierto, Marcos también debía saber defenderse por sí solo.

Andrés: Y como reaccionó?

Ricardo: Le dijo que ya se lo había advertido… y que si él así lo quería sería por las malas

Andrés: joder

Subí a mi cama y me recosté mirando hacia el techo, vi la hora en el celular, 11:54pm… Aún no estudiaba nada para el examen del siguiente día, pero tampoco era como si podía hacerlo en ese momento… me sentía, antes que todo, impotente.

Ricardo: Mira Andrés, mmmm, como decirte esto…

Andrés: que cosa?

Pasaron unos minutos hasta que recibí de nuevo un mensaje.

Ricardo: Quizás esté equivocado, pero algo me dice que el ya sabe que tu sabes lo que está pasando, o se imaginaba que hablarias conmigo, de verdad que me gustaría ayudarlos a ambos, le he dicho cosas para hacer a Marcos y se niega por ti o lo que tú puedas pensar… Y sino, me hubiera dado el nombre del chamo, porque se lo he preguntado varias veces.

No era algo que no me esperaba… Marcos, desde el día que habíamos salido con su madre actuaba algo raro, podía ser por lo de la mañana, pero también podía ser que notara que yo estaba incomodo o algo… por más que traté de actuar normal.

Ricardo: Mira Andrés, Marcos y tú son unos chamos bastante inteligentes, se pude decir que ambos viven bastante bien, tienen lo que desean, una buena vida, y antes que nada, se tienen el uno al otro… Pero por la misma experiencia, te puedo decir que cuando las cosas son así de digamos perfectas, el universo, y aunque me tomes por idiota, conspira para que todo salga mal…

Andrés:  Ay por favor, como crees…

Ricardo: Yo que te lo digo… son como pruebas, para los dos… y si no se toman las decisiones correctas… Ten por seguro que se jodieron…

Andrés: A qué te refieres?

Ricardo: No te hagas el paisa, que tú me entiendes perfectamente chamo.

Comencé a llorar sin poder controlarlo, de solo pensar… en todo. En qué momento esto pasó a ser algo tan complicado.

-¿Andrés?- Kevin se asomó desde su cama, agarrándose de las escaleras a la mía.

Me limpié las lágrimas con una almohada y traté de hablar normal, debía haberme escuchado sollozar.

-¿Qué te pasa?- preguntó.

-Nada Kevin… Sigue durmiendo loquito- le dije mientras brincaba de mi cama y salía de la habitación dirigiéndole una sonrisa y cerrando la puerta tras de mí para después ir hacia el balcón…

Marqué su número y presioné el botón de llamada, veía el cielo estrellado y una Luna Nueva al fondo mientras se escuchaba el sonido de algunos autos que pasaban a toda velocidad por la avenida y en mi oído el repicar del teléfono.

-Aló, buenas noches- respondió con una voz somnolienta.

-Aló... Hola bebé…

-Hola- escuché como sonreía a través del teléfono, me imaginé como de seguro estaba sonrojándose.

-Es que no puedo dormir…- terminé por decirle… la conversación duró varios minutos… aun así, fui incapaz de preguntarle algo.

Marcos

Corrí un poco hasta llegar a la entrada del liceo, saqué mi móvil del bolsillo y vi la hora -Ay coño- debían haber entrado a los salones hace diez minutos, apresuré el paso un poco más pero, justo el coordinador estaba en la puerta…

-¿A dónde va usted?-  preguntó mirando el reloj en su muñeca. Era extraño, siempre que veía iba a llegar tarde me inventaba excusas que a la final no usaba porque no me lo preguntaban, pero hoy, que lo estaban haciendo… no tenía ninguna.

-Al examen profesor… es que se me hizo tarde, en… con… haciendo… estaba en…-

El coordinador levantó una ceja mirándome.

Me quedé callado sólo mirándole a la cara, completamente bloqueado… De pronto alguien le llamó a lo que volteó y no desaproveché la  oportunidad, arranqué a correr tan rápido como pude, perdiéndole de vista.

Una vez estuve en el segundo piso, ya más calmado busqué mi salón, entré y saludé a Geraldine y sus amigas antes de llegar un poco más a la mitad del salón y saludar a mis amigos, los estudiantes habían entrado al aula pero aún no llegaba el profesor con los exámenes.

-¡Qué raro tú llegando tarde!- dijo Carlos burlándose.

-¡Shhh! Jaja, mira que casi me para el coordinador allá abajo en la puerta- dije antes de sentarme en un pupitre que Andrés había guardado colocando su bolso en él.

-¿Cómo estás?- dijo dándome un apretón de manos.

-¿Bien y tú? ¿Estudiaste por fin?-

Él asintió con la cabeza.

-Un poco esta mañana- sonreí mirándole y él me correspondió. Luego no pude decir más nada… me quedé mirando a mi pupitre y Andrés estaba igual… Los ojos se me aguaron un poco… sin saber muy bien por qué... Agarre mi bolso que lo había colocado a un lado del pupitre e iba a sacar el cuaderno para dar un último repaso antes del examen, el espiral del cuaderno se me enredo con el cierre del bolso y sacudiéndolo todo fue a parar al piso…

-Coño- susurré mientras me agachaba a recoger mis útiles para guardarlos de nuevo en el bolso, Andrés se agachó y comenzó a ayudarme riéndose un poco.

Me reí yo también mientras movía mi mano para agarrar el cuaderno y por un momento todo pareció paralizarse, mi mano no respondió solo pude levantar la mirada y verlo fijamente, Andrés recogió mi sacapuntas, que aparte del cuaderno era lo único que faltaba

-Toma- dijo echándolo en el bolso, una vez lo hizo, notó que me le había quedado mirando.

-Gr… Gracias…- en ese momento su semblante cambió, la sonrisa de su rostro se convirtió en un gesto ahora serio, mientras no dejaba de verme directo a los ojos, ambos agachados por debajo de los pupitres, Andrés se fue acercando hasta mí y yo iba haciendo lo mismo, coloqué una mano en su hombro y fui acercándome hasta que sus labios quedaron cerca de los míos.

-Marcos- me llamó Julián haciendo que volviera a la realidad y me sacudiera separándome de Andrés, me fui a levantar del suelo y me pegué con la tabla del pupitre, me sobé la cabeza mientras que al fin tomaba asiento, Andrés hizo lo mismo colocándose de nuevo en el pupitre de al lado, los dos nos miramos, solo una mirada, sin sonrisa, sin nada… Ambos lo habíamos notado.

-¿Que pasó Julián?

No respondió, solo señaló hacia adelante voltee y vi que acababan de llegar con los exámenes, apenas entraba al salón quien los traía todo el mundo hacia un silencio sepulcral y comenzaban a decirse por lenguaje de señas que les pasaran las respuestas, sobre todo a mí y a Andrés, algunos nos apartaban el puesto para que quedáramos junto a ellos y poder copiarse, recordé cuando una vez en el 4to año, misteriosamente, todos en el salón tenían la misma respuesta con las mismas palabras en un examen de psicología. Me reí un poco y luego me giré de nuevo a ver Andrés, él también se estaba riendo ahora, luego volteó a mirar hacia la chica que había traído los exámenes.

-Los alumnos que voy a nombrar a continuación no pueden presentar el examen-

Era algo normal, a los que debían aun la mensualidad no les permitían presentar, llamaron unos dos o tres chicos y por ultimo:

-Carlos Alfonzo

-Alejandro Bellorín

-Julián Gonzales

-Esteban Marcano

No... No... Yo no recordaba que ellos debieran nada.

-Profesora- interrumpió Carlos- ¿Está segura que eso es correcto? Yo recuerdo que mi mamá pagó todas las mensualidades.

-Sí, aquí aparece, vayan a hablar con la coordinadora a ver.

Todos los que habían nombrado se levantaron y salieron del salón... No pude evitar asustarme un poco, entregaron los exámenes y aun mis amigos no volvían, terminé de responderlo como pude, con el pulso de un maraquero y mirando con mala cara a cualquiera que me pedía ayuda, acabe el examen lo más rápido que pude e iba a salir del salón... Por algún motivo voltee hacia él... Volteó a mirarme rápidamente justo antes de que saliera, sonriendo de oreja a oreja, lo ignoré y seguí de largo, debía ir a buscar a mis amigos... Vi como detrás de mí venía Andrés colgándose su mochila, aceleró un poco el paso también y se colocó a mi lado.

-No crees qué…

-¡No jodas! ¡No! ¡No puede ser!- le grité, atrayendo la mirada de algunos estudiantes que también iban por el pasillo, y otros que de curiosos volteaban a mirar desde los salones.

Llegamos a la dirección pero la puerta estaba cerrada con seguro, Andrés colocó la oreja pegada a un cuadro de vidrio que la puerta tenía arriba.

-¿Que oyes? – le pregunté.

-Nada, escucho a la directora hablar, pero ni entiendo lo que dice.

Me giré y pregunté a un grupo de chicos que estaban cerca de la puerta...

-Disculpen ¿no han visto a un grupo entrar a la dirección? Es uno todo gordito y alto, otro que parece como un duende, bajito y con las orejas algo largas así…

-¿Buscas a Julián?- preguntó uno de ellos sin dejarme continuar, era ciego, le conocía, Julián lo saludaba a veces.

-Sí, sí... él mismo

-Sí, entraron hace bastante rato y aún no han salido.

-Coño...- sentí como el brazo de Andrés se pasó por mis hombros sacudiéndome un poco.

-Vamos a esperarlos haya abajo, tranquilo.

-Coño Andrés como voy a estar tranquilo no jodas- dije ya de camino al patio.

-Ya cálmate, tampoco puede ser nada grave...

-¡No te das cuenta de lo que pasó ayer! ¡Esa a la que le dio el ataque de asma podía hasta haber muerto! ¡Fue solo cuestión de suerte que tú estuvieras allí!- le grité.

-Si Marcos, pero como tú dices, por la misma suerte no pasó a peores- me respondió en un tono de voz alto pero sin llegar a gritarme.

Respiré profundo un par de veces y luego comencé a llorar sin poder evitarlo... Y allí en medio del patio, Andrés me tomó por el hombro y me acercó hasta él, colocando luego mi cabeza en su hombro y hablándome al oído.

-Todo va a estar bien...

Inmediatamente dejé de llorar... Andrés... ¿él podía calmarme con solo hacer eso?...

Pasamos unos segundos así hasta que decidí apartarme, aspiré un poco los mocos que habían comenzado a gotear de mi nariz, voltee a mi alrededor y algunos que estaban en el patio habían volteado a mirarnos pero al ver que estaba buscando quien miraba todos volteaban disimuladamente hacia otra parte. Terminé por decidir ir a sentarme quitándome mi bolso y colocándolo a un lado, Andrés fue y se colocó al otro lado haciendo lo mismo con mi bolso, sin decir nada, sólo se había quedado pensando al parecer.

Pasaron al menos unos 15 minutos hasta que vi como venían por fin Estaban, Julián, Carlos y Alejandro... Corrí hacia ellos, Andrés tomó mi morral y el suyo y fue corriendo atrás de mí.

-¿Qué pasó?- pregunté ya cerca de ellos.

-Que eres un hijo de puta- dijo Julián antes de moverse rápidamente y dirigir un derechazo justo hacia mi cara... Fue como sentir el impacto y que luego toda la piel alrededor de donde había golpeado se moviera, no pude ni siquiera reaccionar, solo quedé con la cara volteada hacia un lado... Al fondo escuché a mis amigos gritándole que le pasaba, no fueron siquiera a agarrarlo porque después de dar el golpe se había ido hacia la salida del liceo... Andrés llegó atrás de mí... Impactado por lo que acababa de pasar.

-Marcos- me tomó, sobando mi mandíbula.

-¿Que pasó?- miro a los demás con los ojos apunto de salírsele de sus cuencas...

-Julián está expulsado we, no podrá ir a la graduación…

//////////////

En el próximo capítulo… Andrés intenta descubrir el porqué de la reacción de Julián, mientras Marcos trata de salvarle el año, además, cada vez está más cerca el día de la graduación… Y bueno… Quien amenaza a Marcos no tiene planes muy buenos para Marcos y Andrés ese día.

Espero hayan notado eso en “especial” que sucede en este capítulo. Espero sus comentarios.

Muchas Gracias por sus lecturas.

Nos leemos luego ;)