Juntos por fin II
Nuestra primera noche
Estabamos los dos empapados por mis corridas; me desataste las manos y los pies y me cogiste del pelo para que te limpiara bien.
Tu boca arriba, la mano izquierda bajo tu nuca y tu mano derecha sujetando mi melena, guiandome por cada poro de tu piel. Cuello, hombros, brazos, manos, axilas, pecho.... ummmm tu sabor a mar... me volvia loca, tus pezones reaccionaban a mi lengua y tu piel se crespaba a lo mismo que tu polla, que ya estaba bien dura, como un diamante. Yo la miraba de reojo y veia brillar su puntita con el preseminal que ya chorreaba un poco... (que ganas de comermela toda tenia).
Me soltaste el pelo y me ordenaste que siguiera por los pies hacia arriba, gemelos, rodillas, muslos.... (ya estaba acercandome al objetivo dios mio, lo saborearia con tanta delicia y dedicacion...)
- Para!! vas demasiado rapido perra, ¿tantas ganas tienes de polla? Eres mia y tendras mi polla cuando yo diga. Ponte de pie! Con las manos detras de tu nuca y ni te muevas, asi aprenderas quien manda aquí.
Cogiste tu cinto y empezaste a castigar mis pechos, mi barriga, mis muslos... mis brazos... mientras me decias lo poco delicada que era y lo egoista que habia sido por intentar tener mi placer antes que el tuyo. Un cintazo tras otro iban marcando mi cuerpo como si fuera un mapa de carreteras, mis tetas me ardian, me dolian muchisimo, no sabria si soportaria tanto dolor... la barriga me picaba de tal manera, que el escozor me hacia encogerme, a cada cintazo en el muslo tenia que encoger la pierna castigada para intentar paliar el dolor, aunque siempre volviendo a la posicion que me habias ordenado, pero para mis adentros pensaba, me esta corrigiendo y tengo que aprender a hacerlo como le gusta, tengo que aguantar por los dos.
Paraste de castigarme cuando conte los cincuenta cintazos, y comprobaste con tu mano si seguia mojada, a ver que estaba chorreando directamente me tiraste en la cama y me hiciste un fisting vaginal mientras me metias tu polla en mi boca, me follabas la boca duramente, querias descargar por fin tu corrida, mi garganta se hinchaba a cada embestida tuya y yo a cada movimiento que hacias con tu puño en mi coño sintiendome a punto de rebentar...
Cuando empezaste a echar tu leche en el fondo de mi garganta estube a punto de correrme sin pedir permiso, pero lo que hice fue mantener tu leche en mi boca y esperar a que tu me lo dieras sin permiso. Sabia que te gustaria ver tu regalo en mi boca y tragarmelo despues para acontinuacion dejar tu preciosa polla bien limpita, como debe de ser. Una vez limpita me dijiste: ponte con el culo en pompa, me diste un azote y me dijiste: Correte perra!!
Siiii, me corri como la perra que soy, con la boca llena de tu sabor, con mi cuerpo castigado y con la sensacion de haber hecho bien lo que mi dueño queria. Una gran corrida que dejo mis muslos y las sabanas chorreando. Que delicioso bien estar nos acompañaba a los dos. Que relajacion tan deseada por ambos, estabamos extasiados.
Me pediste que te acomparara a la ducha, me pasaste bien bajo el agua y tu me duchaste, con mucha delicadeza para no hacerme daño con las marcas que me habias hecho, me diste bien de jabon y me lavaste mi pelo. Una vez limpia comence a bañarte yo, te enjabone con devocion, con amor, con deseo, lo tenia todo hacia ti... mis manos rozaban tu piel y yo me ponia mas y mas cachonda... tu polla ya estaba bien tiesa de nuevo y con ganas de meterla otra vez en cualquiera de mis agujeros.
Optaste por ponerme con las manos en la pared y metermela por mi culo, de una vez, despacio pero sin pausa, en esta ocasión no querias hacerme daño, querias que disfrutara de tu polla en todos los sentidos, lentamente entraba y salia, me agarrabas de mis pezones pellizcandolos suavemente, amasabas mis tetas.... (dios que placer me estabas dando). La excitación fue increschendo evidentemente y cada vez las envestidas eran mas fuertes, los pellizcos eran mas duros y me cojiste del pelo hacia atrás cuando te vaciaste en mi culo y me decias al tiempo:
- A mi perra solo le falta un agujerito sin rellenar...
Llamaste al servicio de habitaciones para cambiar las sabanas, Mientras tanto yo derramaba una cocacola en ellas para disimular lo evidente.... en diez minutos estabamos abrazados en posicion de sillita, con la sonrisa en la boca y riendonos por tonterias como siempre. Esa complicidad que nos une...
A dormir cachorrita, mañana habra mas.
- Buenas noches Mi Sr