Junto con mi amigo nos aprovechamos de mi madre.

Le cuento a Alex todo lo sucedido con mi madre y con mi abuelo. Desesperados planeamos divertirnos con mi madre. Al final logre el mayor placer que recuerde. Gracias Alex. Gracias Mama.

Fue muy difícil volver a la normalidad luego de lo sucedido con mi abuelo y mi madre. De hecho muchas cosas cambiaron en casa. Mi madre cada vez usaba ropas más amplias cuando salía a la calle, pero en casa dejaba ver como cada vez tenia un cuerpo mas proporcionado y sexy. Hubo muy pocos comentarios acerca de aquel día y ninguno en forma directa.

Ella me trataba distinto y ambos temíamos que mi padre se enterara de lo sucedido.

Yo seguí espiándola cada vez que estaba en casa y ella entraba al baño. Coloque una lámpara más potente y la enfoque sobre la ducha para poder ver mejor desde la ranura de la puerta. Me masturbaba cada vez mas seguido con estos espectáculos y más con el recuerdo de lo sucedido con mi abuelo. Pero no podía seguir así sin comentarlo con alguien. Precisaba contarlo urgente, tenia que confiar en alguien para compartir lo sucedido. Luego de meditarlo decidí hablar con mi mejor amigo Alex.

Una tarde estando tranquilos en mi cuarto le conté todo lo sucedido, esto nos dejo muy excitados a ambos. Alex no podía creer que aquella mujer pudiera ser poseída de esa forma por su hijo y por su suegro. Coincidentemente con esta conversación podíamos ver a mi madre haciendo las tareas de la casa con unas calzas blancas (que ella usaba en el gimnasio) que dejaban ver perfectamente su contorno y su precioso culo, junto con una musculosa color crema muy ajustada que también nos regalaba la perfecta visión de sus tetas y sus pezones resaltando una enormes aureolas oscuras.

Alex ya comenzaba a mirarla de otra manera y llego a decirme que por favor le permitiera espiarla en el baño, que él me daría todo lo que yo le pidiera. Eso comenzó a ponerme muy caliente, pensar en que mi amigo pudiera también disfrutar como yo de mi propia madre.

Salimos en busca de algo para tomar tratando de no demorar, porque ambos sospechábamos que luego de aquella tarde de trabajo mi madre tomaría un baño sin dudas y era una oportunidad para no perderse. Alex no sabia como hacer para que yo le permitiese espiar a mi madre y a su vez que no me enojara con su insistencia.

Me propuso incluso que yo participara en una orgía con su novia en algún momento y le conteste que no necesitaba de nada a cambio pero ya que él me invitaba yo aceptaba su invitación.

Llegamos de vuelta rápidamente. Mi madre estaba terminando de acomodar los muebles en el living, nos pidió ayuda para correr un sillón de lugar. Mientras hacíamos el trabajo ella se dio cuenta de las miradas sin disimulo de Alex. Es que hacia mucho calor y la piel traspirada hacia que la tela se trasparentara en aquellas zonas donde estaba mas tirante, dejando ver claramente sus tetas y muy especialmente su culo. Alex no podía disimular su excitación y su bermuda no lo ayudaba para nada. Yo disfrutaba como loco de toda esta situación. Los ojos de Alex acompañaban puntualmente todos los movimientos de mi madre, cuando se agachaba, cuando estiraba los brazos o cuando se acomodaba el pelo hacia atrás y sus pezones parecían pararse cada vez más. Mi madre nos agradeció la ayuda que le dimos y comento que se iba a duchar. Previendo lo que se venia pusimos música con mucho volumen para poder disfrutar al máximo sin ser descubiertos. Nos quedamos en mi cuarto y los minutos parecían no pasar más. Cuando me pareció el momento oportuno nos fuimos a la puerta del baño. La adrenalina al máximo, ninguno de los dos aguantaba mas y de esta manera ninguno le cedía el espacio al otro para mirar. Con un pequeño movimiento pude abrir la ranura un poco mas y con ambas cabezas pegadas logramos mirar al mismo tiempo. Alex abría sus ojos enormes. No era para menos. Mi madre se quitaba su ropa y como ya sabíamos no llevaba nada debajo.

Por alguna razón ella estaba agachada muy cerca de la puerta. Teníamos su concha a unos 20 centímetros de nuestras caras y aunque la luz no nos ayudaba podíamos sentir hasta el olor de sus partes intimas. Como sincronizados nos sacamos nuestras bermudas y comenzamos a acariciarnos. Mi madre había apoyado su pie en un banco y se acomodaba las uñas, luego entro al duchero.

La luz que había puesto la iluminaba perfectamente. Comenzó enjabonándose toda y disfrutando especialmente cuando pasaba sus manos por sus senos o por su concha, era casi una masturbación, se le veía gozar continuamente incluso al lavar su culo. Sus movimientos nos hacían sospechar de que ella supiese que era observada. Pero era imposible. Nuestra respiración agitada solo era disimulada por la música a todo volumen. Disfrutamos muchísimos mientras se secaba y teníamos nuestras manos llenas de semen. Rápidamente traje un trapo para limpiar el piso y la puerta y una toalla para nuestros miembros. Corrimos a mi cuarto y solo pasaron unos pocos segundos que ella salió al suyo. Pero no aprendió la lesión. Pusimos verla pasar con una pequeña toalla tapándola. Dijo Alex. "AHH ¡ si estuviera tu abuelo, no se salva de otra fiesta ¡"

Nos reímos un rato.

Comenzamos a planear como poder disfrutar un poco mas de mi madre. Alex es muy experto para esto y tuvo unas cuantas ideas. Debemos considerar que solo éramos uno niños recién entrando a la adolescencia y no teníamos ninguna experiencia.

Pero la posibilidad de poder hacer el amor nuevamente con mi madre sobrepasaban todas las carencias.

Teníamos una botella de vermouth y Alex redondeaba su plan.

Yo tenia que pedirle a mi madre que nos enseñara a bailar algunos ritmos dado que el sábado teníamos una fiesta a la que asistiría mucha gente importante y no queríamos quedar mal parados. Para conquistar a mi madre debía decirle que Alex estaba mal con su novia y tenia problemas con su madre, por lo cual precisaba de un estimulo especial para sobreponerse a todos sus problemas. Mientras tanto Alex iría a su casa en busca de alguna sustancia para agregarle a la bebida de mi madre y mientras tanto pensar la otra parte del plan.

Alex salió y yo entre al cuarto a hablar con mi madre. Estaba hermosísima, recién bañada con el pelo mojado una amplia camisa abierta y una pollera larga. Podía ver con claridad parte de sus senos. Mientras yo le hablaba ella se peinaba y secaba su cabellera, ese movimiento de brazos hacia mover ambos lados de la camisa y permitía que yo viera intermitentemente sus pechos y sus duros pezones. Ella disfrutaba tanto como yo de esta situación.

Mi conversación era aceptada en todos sus términos y se me hizo fácil que ella aceptara todas mis propuestas.

Logre convencerla de que Alex estaba muy mal emocionalmente, que precisaba de ella para que pasáramos un momento feliz con él y que yo tenia plena seguridad de ella daría todo lo mejor para lograr que Alex mejorara un poco su triste situación.

Le pedí que nos ayudara para aprender a bailar. Mi madre sorpresivamente se mostró muy entusiasmada con todo el asunto y podía ver algo de picardía en sus miradas. Evidentemente existe algo de atracción entre Alex y ella. Alex es mucho más grande que yo, tiene mucha atracción con las mujeres y por eso tiene una novia que más parece una modelo.

Antes de salir mi madre se abrocho la camisa y lanzándome una mirada cómplice me dijo que solo me pedía que no terminara muy tarde dado que al otro día volvía mi padre y ella tenia mucha tarea para hacer.

Salí rápidamente en busca de Alex y lo encontré en el camino a su casa, mientras caminábamos de regreso pusimos a punto el resto del plan. Alex solo consiguió una pastilla que usaba su madre para calmar los nervios (cuando tenia la presión muy alta).

Traía un mazo de cartas, otra botella de vermouth, unos discos ( en aquella época eran de pasta) y algunas ideas que me fue tirando en el camino.

No nos quedaba mucho tiempo. Aprontamos todo en el living, acomode las luces para que quedara un ambiente mas intimo, puse música, Alex preparo un baso con el vermouth (le puso hielo, limón y disolvió la pastilla). En realidad no sabíamos que efecto podría tener, pero teníamos toda la fe puesta en esa poción. Preparo las cartas, nos sentamos en los sillones alrededor de una mesita ratona y colocamos algo de música.

Cuando entro mi madre que seguía con esa pollera larguísima y amplia y la misma camisa, se ubico al lado de Alex.

¿A que están jugando? Pregunto.

Alex le pidió que participara. Mi madre dijo que no tomaba alcohol pero que haría una excepción esta noche ya que quería pasar bien, al final ella asintió. Le explico que debía sacar una carta del mazo y que el que obtuviera la mas baja debía tomarse de una vez el baso de bebida. Contó que era una tradición que lograba equilibrar las energías de las personas presentes. Mi madre no salía del asombro por la facilidad de palabras y argumentos que demostraba tener mi amigo. A pesara de su corta edad se desempeñaba como un adulto.

Mi madre tomo la primera carta y luego nosotros. Perdía ella. Alex dijo de volver a hacerlo tres veces y mi madre perdió en dos (Alex había dispuesto las cartas de esta manera).

Cuando mi madre ya iba a tomar el vaso. Alex pronuncio unas palabras. Algo así como que brindábamos para lograr mejorar nuestras energías y así poder vivir cada momento como si fuera el ultimo.

Con esto ella se tomo de a sorbos todo el vaso. (Que al tener la pastilla, el liquido había pasado de ser blanco a tener una tonalidad rojiza, que por suerte no fue advertida por mi madre).

Entonces le pedí a mi madre que nos enseñara a bailar algunos ritmos y comenzamos a divertirnos mientras aprendíamos.

Alex era el encargado de servir el baso, lo que hacia constantemente. Tomábamos todos del mismo baso y siempre tratábamos de tomar poco para que quedara una buena cantidad para mi madre. Yo le agregaba mucho hielo para que calmara el efecto del calor y no le cayera tan mal a ella. También logre cambiar la botella cuando se termino la primera sin que quedara muy evidente.

Practicamos varios pasos pero ya estábamos muy cansados. Mi madre parecía que no le había hecho ningún efecto el preparado, aunque de a ratos parecía perder el equilibro y verse mucho más alegre que lo normal.

Alex entonces le pidió a mi madre que le enseñara a bailar temas lentos, porque siempre terminaba perdiendo el ritmo. Mi madre dudo un poco y yo ya estaba poniendo música lenta. Cuando giro veo que mi madre se apoya en el sillón para no caerse. Le digo que realmente vestida así parecía una monja y que no nos inspiraba mucho, que por favor se cambiara la ropa por una un poco más juvenil y más provocativa, como las chicas se visten....

Mi madre no salía del asombro pero no quería perder el espíritu y el clima que se había logrado esa noche. Tambaleándose se fue al cuarto. Con Alex nos quedamos mirando y recargamos el baso con hielo y bebida.

De lejos espiamos y vimos como mi madre sacaba ropa del placard y buscaba rápidamente que ponerse. Se notaba que el alcohol había hecho su trabajo. Nos sentamos a esperar y descansar un poco. Los dos estábamos muy excitados.

Mi madre apareció con una pollera no muy corta (unos 15 cm. Sobre la rodilla) prendida con botones en todo un costado, lo que dejaba un sugerente tajo y una blusa sin mangas ajustada sobre los senos que dejaba sus hombros completamente desnudos.

Sus ojos estaban semicerrados y nos dijo que estaba un poco mareada que prefería seguirla en otro momento. Alex le pidió que solo bailaba una pieza y se iba. Yo coloque la canción Hey Jude de los Beatles que demoraba como 20 minutos.

Mi madre se tambaleaba y Alex aprovecho a abrazarla y comenzar a bailar mi madre lo abrazo para no caerse y empezaron a bailar al rato le pedí que me dejara a mí. Alex con mucho cuidado dejo que yo tomara a mi madre y realmente estaba toda blandita, sin fuerzas apenas se sostenía, pero no estaba dormida, al contrario, solo sus músculos no le respondían. Me dijo al oído que no la soltara que no sentía sus piernas. Yo le pedí que siguiera bailando. Hace mucho calor, le dije. Y con delicadeza le fui desabrochando los botones de la pollera. El tajo se fue abriendo hasta la cintura y ella se dejaba hacer. Metía mis manos entre la tela de su pollera y le acariciaba sus muslos. Se notaba que su calentura iba subiendo rápidamente. Me abrazaba con mas fuerza y se movía acariciando mi pija con su entrepierna. Alex pidió su turno.

Con cuidado le cedí a mi madre ella lo abrazo fuertemente. Él siguió con el trabajo que yo había empezado pero yo no me quede quieto me acerque por detrás y también abrace a mi madre formando un sándwich con ella. Le ofrecí mas bebida y ella me pidió un poco de agua, igual le di el baso con vermouth y sin dudar se lo tomo todo. Entonces me decidí y junte fuerzas. Le levante la pollera mientras ellos seguían bailando y se la enrolle en la cintura. Tome su tanga y si la baje hasta los pies, le saque los zuecos y la tanga. Estaba totalmente desnuda de la cintura para abajo. Mi madre tenia la cabeza totalmente apoyada en el hombro de Alex y este con sus manos le bajo la blusa hasta la cintura. Ahora esta totalmente desnuda.

Me saque mi ropa y la abrace por la espalda, metiendo mi pija entre sus piernas. Estaba que explotaba. Alex había hecho lo mismo y mientras nos turnábamos para tocar sus senos nuestros miembros se encontraban entre las piernas de mi madre. Esto nos causaba mucha excitación y nos obligaba a movernos cada vez más rápido. Sentía como el miembro de Alex chocaba y rozaba el mío hasta que un momento un liquido caliente cubrió totalmente mi pija y mis testículos, Alex se había corrido y por este efecto también me corrí yo. Mi madre no reaccionaba y casi no se mantenía parada. Fue una sensación maravillosa. Como pudimos la sentamos en el sillón y limpiamos lo mas que pudimos a mi madre y a la alfombra. Alex se sentía mal, como culpable con remordimientos de conciencia. Yo estaba refeliz.

Entre los dos ayudamos a mi madre a llegar a su cuarto y meterse en la cama.

Alex mi ayudo a acomodar todo y se preocupo de borrar todas las pruebas de lo que había pasado y casi sin despedirse se fue a su casa. No entendí que había pasado por su cabeza. Pero luego me contó que estaba seguro que se había corrido dentro de mi madre y temía por haberla dejado embarazada.

A esta altura eran las 10 de la noche, tenia a mi madre desnuda en su cama y toda la noche para inventar algo. Lo que menos tenia era sueño. Me acosté junto a ella y deje su ventana como estaba. La luz de la luna iluminaba la cama. Levante las sabanas y vi que estaba totalmente desnuda. Su respiración era fuerte y se notaba que descansaba profundamente.

Empecé por abrazarla y besarla suavemente. Recorrí su cara su cuello. Sentí que me abrazaba y me asuste. Siguió besando sus labios y ella tomo la iniciativa, me beso apasionadamente me recorrió toda mi boca con su lengua. Me abrazaba fuertemente y perdió totalmente la cordura. Sentí como que algún tipo de locura se apoderaba de ella y me besaba y tocaba frenéticamente, con desesperación. Tomo mi pija con sus dos manos y me masturbaba fuertemente, luego tomo mis testículos y comenzó a chuparlos, se metió todo dentro de su boca mientras su cuerpo vibraba locamente. Termino por acostarse encima de mí y sentándose sobre mi pija se la introdujo toda dentro de ella. Estaba recaliente y yo me estaba empezando a asustar, nunca pensé que mi madre se podría comportar de esa manera, desesperada por sexo, como una puta, recaliente, loca por tener una pija dentro suyo y generando cantidades de flujo mojándome todo y mojando la cama me tomo la cabeza son sus dos manos y mientras me besaba desesperadamente saltaba sobre mi como si yo fuera un caballo. Totalmente como poseída por un demonio cabalgaba sin control, sus gemidos pasaron a ser gritos y aquello se había convertido en algo inimaginable. En el momento que alcanzo su orgasmo, arranco un grito de lo mas profundo de ser, ronco, seco, desgarrador, que llego a sorprenderme. Pero sus músculos vaginales se movían de una forma que hacían que mi pija siguiera gozando hasta acabar con grandes chorros de semen todos dentro de ella. Tuve sensaciones indescriptibles, luego se acostó totalmente a mi lado y me abrazo muy fuerte. Comenzó a llorar desconsoladamente y sin soltarme de a poco se fue calmando. Me sentía flotar de placer, al poco rato ya tenia una nueva erección. El solo hecho de sentir los senos de mi madre contra mí me ponían muy caliente. Al rato nos dormimos.