Junto a la barra...frente a su amiga...lo hace.

A Andrea le gusta jugar conmigo cuando hay gente alrededor.

Hoy va a ser un día muy especial. Hace un mes y medio que salgo con Andrea y hasta ahora no he conocido a sus amigos, ya es hora que conozcan a la pareja de la chica mas hermosa del lugar.

Nosotros nos conocimos una calurosa noche de Agosto en una discoteca de mi ciudad. Ella bailaba muy sexy, de forma muy sugerente. La vi muy jovencita, me cautivó su alegría y su desenfado, se movía con mucha gracia y la contemplación de su cuerpo ondulándose me pareció sencillamente delicioso.

Con el baile intenso y electrizante trataba de liberar la tensión acumulada durante la larga semana de agobiante estudio. Mientras todos sus amigos disfrutaban de las vacaciones, ella tenía que seguir estudiando para mejorar la nota de selectividad en Septiembre si quería poder entrar a la facultad que deseaba.

Estoy seguro que sus amigas y amigos estaban ahora disfrutando en los pubs de sus respectivos lugares de vacaciones,. Mientras que ella se tenía que conformar con frecuentar por la noche una conocida discoteca de la ciudad, que ahora, verano y viernes estaba casi vacía.

Desde aquel mismo momento en que le eche el ojo, han pasado muchas cosas. Nos hemos conocido y disfrutado mucho juntos. Ella confía en mí, me tiene por un hombre conocedor de las reglas del amor y de los secretos del placer.

En realidad a mis veintisiete años soy todavía bastante novel en algunos temas,  solo a ella con su exquisita juventud le debo resultar un entendido. En ocasiones, creo que es ella la que con su ingenuidad me estimula y me pone en bandeja de plata las aventuras y fantasías que llevamos a cabo.

Hemos hecho el amor en sitios inverosímiles y en circunstancias arriesgadas. Ella en principio siempre se niega, pasados unos instantes me sigue en mis travesuras. Ella siempre está llena de ardiente curiosidad, su pasión es inmensa, tanto a veces me resulta inverosimil cuando la miro a los ojos y veo esa mujercita bonita e inocente, haciendo mohines como una mocosa cuando se siente contrariada.

Otro día os contare como fueron las primeras veces, llenas de pasión, de inseguridad y morbo contenido.

Hoy hemos llegado de los primeros a la disco. Mientras la pista de baile estaba prácticamente vacía, ha estado bailando ininterrumpidamente, hasta que han aparecido los primeros sudores. Luego ha venido junto a la barra y hemos ido saludando a todos sus amigos y amigas que se han acercado a saludarnos después de sus vacaciones.

Yo he apoyado mi mano sobre su cadera, y poco a poco se ha ido deslizando sobre uno de sus glúteos, redondeado y rotundo. Andrea ha ido saludando a todas sus amistades. Yo me he entretenido con una serie de caricias inocentes, que pronto se ha tornado en intencionadas,  buscando su excitación con el morbo de la situación nueva y oculta a sus amigos.

Rápidamente ha respondido a mi invitación y movía con disimulo su cuerpo para que mi mano recorriera y acariciara todas las curvas de su culo. Amparados por la semioscuridad de la discoteca y resguardados por la barra, podemos seguir jugando a salvo de miradas indiscretas.

Para ella resulta muy excitante seguir la conversación con sus amigos mientras yo hago diabluras con su culito y sus muslos. Mis dedos recorren todos los rincones, subiendo desde las piernas, pasando por la rajita por encima de las bragas y terminando en cualquiera de las curvas de su precioso culo aprovechando que lleva una faldita muy corta

Cuando paso los dedos por encima de su chochete percibo como cada vez está más caliente y como la tela se ha humedecido al adherirse a la piel de los labios carnosos de su vulva.

Mientras nosotros jugamos, sus amigos me felicitan por haber conseguido ligar con Andrea. Sus amigas me estudian tratando de descubrir mi secreto. Andrea cada vez está más excitada por el morbo de la situación. Con los movimientos de sus caderas me pide que vaya más allá en mis caricias.

Al principio lo hago con muchas precauciones, también con un poco de temor. Le pongo el dedo entre la tela y su piel. Juego con su culito y luego lo llevo hasta su conchita rodeada de pelitos. Lo pongo a lo largo de la rajita y dejo durante unos instantes que sea ella la que se mueva sobre alrededor de mi dedo.

Esto la excita mucho. Separa las piernas y se las ingenia para que moviendo sus caderas mi dedo se pierda dentro de la raja. La siento húmeda y ardiente. Andrea se estremece de vez en cuando y veo como se relame los labios o se los muerde para evitar que un gemido profundo se escape de su corazón.

Mientras charla con sus amigos, Andrea se mueve balanceando las caderas con lo que fuerza el roce de mis dedos con su chochito. Como todos saben que le encanta bailar, no encuentran extraño que siga moviéndose mientras habla con ellos. De vez en cuando se vuelve hacia mí para darme un besito y sigue bailando.

Suena la canción de moda, se vuelve me sonríe, me da un beso en los labios y me dice:

—    Espérame aquí, vuelvo enseguida— y se va con sus amigas a la pista a bailar.

Un minuto más tarde vuelve una de ellas, se pone a mi lado y me dice al oído:

—    Andrea me ha encargado que te diga que no te muevas de aquí, que enseguida vuelve contigo. Le gusta bailar tanto esta canción!!! —

Esta amiga ha puesto su cadera justo delante del bulto que hace mi polla en el pantalón, y se aprieta contra él. No puedo evitar que mi polla totalmente hinchada se estampe contra su cuerpo. Ella me mira con cara de pícara, me guiña un ojo y se va desapareciendo entre la gente.

El resto de los amigos tratan de darme conversación, pero yo solo deseo que Andrea vuelva lo antes posible. Tras cuatro canciones, Andrea regresa, tiene que dar unos empujones a sus amigas para hacerse camino hasta mi y se coloca en una postura similar a la de antes.

Me siento totalmente excitado y se lo agradezco con un cariñoso beso. Mi mano, furtivamente se desliza desde la cintura hasta su culo pasando por la redondez de sus caderas. Me gusta tanto su culito que siento que el pantalón va a reventar.

Dejo caer la mano a lo largo de su cuerpo, hasta rozar la piel de sus piernas. ¡que delicia!. La subo muy levemente, haciendo que los pelitos de mi mano apenas toquen su piel. Llego hasta el culo y lo rodeo con toda la palma abierta. Miro a mi alrededor para asegurarme que nadie sigue nuestro juego. La amiga de antes está junto a nosotros y nos mira con envidia. Ellas dos intercambian una sonrisa de complicidad y se colocan de forma que nadie puede ver la incursión de mi mano en terreno tan secreto.

Llevo mi mano con determinación hacia la rajita de Andrea. Para mi sorpresa no encuentro el impedimento que suponen sus bragas, y directamente voy hacia los labios húmedos de su vagina.

Meto el dedo medio y busco su clítoris. Andrea suspira y su amiga nos mira impaciente.

Empiezo a frotarlo, al principio muy levemente y despacio. Luego cada vez mas intensamente. Ella va decidiendo la cadencia y la intensidad con el ritmo de sus movimientos de baile con los que me acompaña.

Meto y saco repetidamente el dedo en su hoyito, mientras ella alterna sus meneos con pausas, que aprovecha para sentir mis caricias.

Siento como una mano se pone encima del bulto de mi polla y la acaricia. Esto me gusta mucho, pero enseguida dudo sobre quien es la dueña de esta mano cariñosa.

Los movimientos de mi mano cada vez son mas rápidos e intensos, mientras de los movimientos de Andrea son cada vez mas sentidos y de mas amplitud. Suena una canción que todos reconocen y que los hace bailar. Algunos gritan, otros silban, pero todos se mueven con euforia.

Nosotros aprovechamos la circunstancia para acelerar nuestras caricias. Andrea consigue un orgasmo extraordinario que acompaña con sonoros gritos que se mezclan con el jolgorio general. Nunca antes había experimentado una sensación igual. Poder correrse rodeada de tanta gente, sin esconderse y sin reprimir sus gritos y jadeos.

Aprieta las piernas y me aprisiona la mano. No me deja que la mueva ni que la retire. Andrea se relame tomándose una pausa dulce y placentera.

La mano que acaricia mi polla, sigue aferrada a ella y la soba con mucho mimo. Ahora se que esa mano no pertenece a Andrea pues ella esta eufórica con los brazos en alto celebrando su primer orgasmo en medio de la discoteca.

Antes de que la aventura pueda continuar el grupo de amigos que nos rodeaba se disuelve y nosotros dos decidimos ir a follar a un sitio mas tranquilo.

Lo de ayer fue extremadamente excitante y atrevido. Andrea se corrió estando junto a sus amigas, yo cogí un empalme de campeonato y su amiga más intima, conoció de primera mano la intensidad de nuestra pasión.

Salimos de la discoteca, y conduje el coche un par de kilómetros para echar un casquete y asi para aplacar las calenturas restantes de Andrea y las mías que estaban a punto de causarme un disgusto.

Después tuve que reprochar a Andrea su atrevimiento al ir demasiado lejos delante de sus amigos. Ella acepto con desgana la reprimenda y me prometió no repetir nada semejante.

Hoy es sábado y volvemos a la disco nuevamente. Andrea lleva un pantalón ajustado que se acaba a media cadera, por lo que enseña su vientre y el ombligo. Me resulta muy erótico. Además, así nos aseguramos que no se repetirá lo de anoche. Se va a bailar y me pide que la mire mientras baila.

Consigue ponérmela dura solo viéndola bailar y moverse. Si a esto añadimos mi calentura al pensar que después ese cuerpo de curvas maravillosa va a ser mío, es fácil imaginar el bulto que se me ha puesto.

Van viniendo el resto de sus amigos. Como de costumbre se quedan en la misma zona de la barra. Todos me saludan amigablemente; creo que el atractivo de Andrea en el grupo se traduce en que todos aceptan de buen grado lo que ella propone.

Cuando ya han llegado casi todos y la disco empieza a estar llena, vuelve Andrea acompañada de varias amigas más, entre ellas la mas amiga, la que ayer estuvo a nuestro lado mientras jugábamos.

Entre las dos me quitan el vaso de gin lemon que me empezaba a beber y se lo liquidan de dos tragos entre risas y empujones. Me acerco a la barra para pedir otro al tiempo que  Andrea y su amiga consiguen ponerse a mi lado. Les pregunto si quieren beber algo, a lo que responden con una sonrisa maliciosa, que luego más tarde ya pedirán "algo más".

Mientras que espero a que venga el camarero, noto como la mano de Andrea se introduce en el bolsillo del pantalón .Por debajo de la tela su mano se posa encima del bulto de mi polla que todavía mantiene la media erección que tuve mientras la veía bailar.

A pesar de que lo intento no me puedo escapar de su presa y la miro algo disgustado. Ella se encoge de hombros, hace un mohín como diciendo... es inevitable... hoy me toca a mi, y me aprieta para cerciorarse de que estoy bien cogido.

Con ayuda del barullo de gente y la semioscuridad, Andrea juega con el bulto de mi polla. Simultáneamente atiende las conversaciones de los amigos que  hay a nuestro alrededor. Yo me siento aprisionado entre ella, su amiga y la barra.

Descaradamente, Andrea baja la cremallera y vuelve a meter la mano dentro. Logra coger mi polla y con un rápido movimiento la saca fuera sin que yo tenga tiempo de reaccionar. Mi nerviosismo es palpable. Tengo la sensación que en cualquier momento alguien nos descubrirá y se formara un buen sarao. Para tranquilizarme, ambas me dedican sendas sonrisas de complicidad y se colocan estratégicamente para cubrirnos de miradas indiscretas.

Inmediatamente después, siento como su mano empieza a acariciar la punta primero, y luego a todo lo largo de mi polla que no deja de crecer. Me siento excitado y al tiempo que temeroso, pero no me atrevo a oponerme a su juego. Me hace una paja suave, lenta...con la intención que dure mucho rato, tanto como yo pueda aguantar. Me siento estremecer y las piernas me flojean como si fueran de trapo.

Poco a poco se van acercando a nosotros sus amigos y amigas para charlar, momento que Andrea aprovecha para masajear con más a menos fuerza, según se le antoja.

Su amiga también participa, de vez en cuando acerca su mano para tocarme el culo y comprobar como sigue la polla. En el fondo encuentro la situación muy estimulante y divertida,  voy a dejarme llevar por sus travesuras hasta donde ellas decidan.

Se acerca una amiga, es muy guapa y con unas tetas despampanantes. No resulta ser muy "espabilada", Andrea y su amiga lo saben, la retienen con nosotros un ratito con su conversación para incrementar el morbo de tocarme delante de ella sin que lo sepa.

Mientras por la parte de abajo se desata una carrera imparable para hacerme correr a la vista de todos estamos en medio de una amena conversación. Yo ya no sé que cara poner, de vez en cuando Andrea acelera los movimientos, me mira y para de pronto. Luego me aprieta la verga hasta hacerme sentir dolor; más tarde me acaricia suavemente.

Evidentemente, ante cada situación pongo una expresión distinta. Su amiga debe pensar que no estoy bien de la cabeza. En cambio, mis acompañantes están disfrutando de lo lindo con sus travesuras.

Andrea cede momentáneamente el dominio de la situación, a su compañera pues tiene que debe atender a un amigo. Conchi, que así se llama su amiga aprovecha la situación para demostrarme sus habilidades.... que por cierto son bastantes.

La chica tetona hace intención de irse a lo que enseguida Andrea y Conchi responden reteniéndola con sus preguntas. Estoy convencido que quieren hacerme correr mientras me deleito con la visión de los exuberantes pechos de la "nena".

Casi con brusquedad, Andrea retoma el control, mientras que Conchi hace un mohín de desagrado. Empieza, despacio y suave, cada vez mas intenso y mas deprisa, haciendo paros para que la excitación se me vaya acumulando.

Yo mantengo el vaso en la mano y doy dando sorbitos de vez en cuando. Siento como mi corazón late acelerado, la respiración jadeante y mis piernas que flaquean. Me cuesta trabajo seguir la conversación, y más aun expresar mis opiniones.

Espero que sabrán perdonar mi "obligado silencio". Seguro que mi cara va mostrando todas las expresiones posibles, aunque por suerte nadie ha sacado la conclusión correcta sobre lo que esta sucediendo en la parte baja.

La paja continua hasta que no puedo aguantar mas tiempo. Se me escapa un grito y debo buscar el apoyo en la barra. La leche sale disparada, se escapa por entre los dedos de Andrea que ha tratado de contener el aluvión con la mano.

Gimo y me retuerzo con todo el disimulo que puedo, aunque no puedo evitar perder la compostura. La "nena" pregunta que me pasa. Andrea le responde que es una especie de convulsión que me sucede de vez en cuando, ..."para liberar tensiones y estrés", ya que trabajo mucho.

Ella hace un gesto de cierta sorpresa pero al final asiente con la cabeza. Se acerca a mi y dice casi susurrando:

—    Debes cuidarte más... tienes que buscar mas momentos de relax... y no trabajar tanto—

—    Tendríais que venir todos conmigo al gimnasio... allí sí que te quedas como nueva— añade haciendo alusión a su bonita y relajada estampa.

Tendré que pedirle a Andrea que algún día vamos a hacerle una visita para ver si consigo relajarme como dice.

Deverano.