Julio 8
Placer y sumisión de un esclavo
Cuando la puerta se cerró al salir Héctor, Julio se volvió hacia mí. "Tenemos asuntos pendientes, zorra ", dijo. "No quise sacar este desagradable tema mientras Héctor estaba aquí, pero me has avergonzado. Me desobedeciste".
Tragué saliva con dificultad. Tenía el sabor amargo en la boca y el dolor de estómago propios de cuando sé que estoy metido en un lío. "Lo siento " empecé a murmurar.
"Evidentemente sentirlo no es suficiente por haberte corrido sin mi permiso " dijo Julio. " Explícate. ¿Cómo pudiste perder el control sobre ti mismo de esa manera?"
"Bien, fui a la tienda a comprar el dildo como me ordenaste ", relaté. "Y el tío de mi clase del que te hablé - ¿Sergio? estaba allí. Me vio comprando el dildo, y él me folló y me "
"¡¿TE DIO POR CULO?! " gritó Julio, interrumpiéndome. "¿Ese jodido te dio por culo? ¿Sin mi permiso?" asentí con la cabeza. Nunca había visto a Julio así de cabreado, ni siquiera cuando me corrí sin su permiso. Estaba realmente acojonándome.
"Debería estar cabreado contigo por eso", dijo " Pero sé que pierdes todo tu control cuando se trata de pollas. ¿Quién coño es ese tío? ¿Quién cojones se cree que es? Va a pagar por ello. Nadie toca mi propiedad sin mi permiso." Julio estaba gritando y dando vueltas alrededor de la habitación, mientras se iba vistiendo. De repente, paró, y lentamente, esa morbosa sonrisa suya iluminó su cara.
"Tengo una idea, mejor que darle una paliza", dijo. "Mañana en clase, dile que quieres que te folle otra vez, y llévale a los baños del parque. Nadie los usa. Allí me reuniré con vosotros".
"¿Qué vas a hacerle, Julio? " pregunté. Me gustaba Sergio y no quería que Julio le hiciera daño.
"Ya verás, puta. Nada serio, no voy a darle una paliza. Sólo le daré una lección sobre el respeto a la propiedad privada de un hombre. Y no creas que me he olvidado de tu castigo. Pero primero tengo que ajustar las cuentas con ese Sergio. Luego será tu turno"
Al día siguiente, la clase empezó, y Sergio no aparecía. Julio había sido muy claro al respecto. "Trae a Sergio a los baños después de clase. No me importa cómo lo hagas. Tu culo te ha metido en problemas, tu culo tendrá que sacarte de ellos". Me senté al fondo de la clase, lo más apartado de los demás alumnos que pude.
El profesor empezó a dar su lección sobre rituales humanos. Estaba explicando cómo en muchas sociedades tribales, los adolescentes eran llevados a un lugar especial una cueva, un lugar recóndito del bosque, o una cabaña con todos los varones de la tribu. Las mujeres estaban prohibidas. En estos sitios sagrados, los rituales se desarrollaban con el fin de convertir a esos niños en hombres. A veces eran azotados por todos los hombres. Otras veces, los hombres se turnaban para violarles, con el fin de endurecerles. El profesor estaba explicando el ritual de la bebida de los fluidos corporales de los hombres normalmente un combinado del semen de todos ellos, pero a veces la orina cuando Sergio entró en el aula y me vio.
"Se pensaba", continuaba el profesor " y aún en algunas culturas se piensa que el esperma de un hombre posee su virilidad, la parte de él que le hace ser un hombre. Al alimentar a los adolescentes con una mezcla de toda la virilidad de la tribu, esos chicos se convertirían en hombres".
"¿Te resulta familiar, zorra? ", dijo Sergio mientras se sentaba a mi lado. "Aunque darte a comer toda esa lefa no te va a convertir en un hombre. Sólo te hace ser más puta. Cuanto más tragas, más quieres".
Sergio traía una chaqueta - algo extraño pues hacía calor. Era una chaqueta larga, y la colgó en el respaldo delante del suyo de tal manera que le cubría de cintura para debajo de miradas indiscretas. Cuando sentí su mano agarrar la mía, casi pego un salto. La llevó hasta su paquete, y percibí que su polla estaba dura. Nadie podía ver lo que yo hacía, la chaqueta nos cubría.
"He estado pensando en tu boca y en tu culo llenos de mi polla todo el fin de semana", susurró, haciéndome sentir su aliento caliente en mi oreja. "Para compensarme, tendrás que hacer algo por mí ahora".
Se bajó la cremallera haciendo el ruido característico que un tío de dos filas más adelante oyó y volvió la cabeza para mirarnos y se sacó la polla. "Menéamela", ordenó.
Mientras yo le pajeaba, el material sintético de la chaqueta crujía con el mismo ritmo, así que bajé la velocidad. "Más rápido" dijo Sergio. Obedecí, pero no lo suficiente para satisfacerle. "MÁS RÁPIDO, MARICÓN, o preguntaré al profesor si quiere alimentar con su semen al tragapollas oficial de la clase".
El sonido resultante atrajo la atención del chico que antes nos miró. Sergio le sonrió y en sus labios formó la palabra "chupapollas". Los ojos del chaval se abrieron y sus ojos expresaron sorpresa, pero no asco ni nada parecido. Sergio hizo el gesto universal de las mamadas: llevó el puño a su boca abierta mientras presionaba la lengua contra su mejilla. El chaval tragó saliva, y volvió a prestar atención a la clase. Bajó la mano, y se colocó la polla dentro de los pantalones. Por el bulto que formaban, pude ver que estaba dura como una piedra.
Mientras le pajeaba, noté que su polla estaba algo húmeda, resbaladiza, y no era de pre-semen.
"¿Notas algo en mi polla, puta? ", me susurró. "Me follé a uno de la fraternidad antes de clase. Por eso llegué tarde. Su culo era más estrecho incluso que el tuyo, porque era virgen. Me suplicó que no le destrozara el culo, pero me da igual, su culo es mío. Y mi polla aún debe tener restos de mi corrida y de su culo". Me cogió la mano y llevó mi palma a mi nariz. Pude oler que me había dicho la verdad. "Hora de desayunar", dijo Sergio.
Saqué la lengua y lamí mi mano. Por el sabor, pude deducir que la follada no duró mucho. Sabía mucho más a semen que a culo. Se me escapó un involuntario gemido. Cuando abrí los ojos, el chaval volvía a mirarnos y estaba agarrándose la polla a través de los vaqueros.
Con mi lengua aún saboreando el sabor del semen de Sergio, salté en mi asiento al sentir un dedo entrar en mis pantalones y presionar en mi agujero. Él sabía perfectamente cómo llegar a mi culo rápidamente. Masajeó alrededor del agujero, y me metió el dedo hasta la mitad, de golpe. "Vuelve a trabajar", dijo. De nuevo agarré su polla dura y la pajeé con ganas.
Sacó el dedo de mi culo y me lo puso en la cara, bajo mi nariz y rozando mis labios.
"Chúpalo", dijo, presionando con el dedo en mis labios. "Quiero metértelo entero por el culo ". Chupé su grueso dedo, saboreándolo. Cuando estuvo bien lubricado, me lo metió por el culo tan rápido como pudo, golpeando mi próstata, y haciendo que mi polla, dura desde que Sergio entró en clase, saltara.
"Vas a recoger toda mi corrida", dijo Sergio, " Y comértela, por supuesto. Te la vas a extender por tus dedos, y enseñarás a nuestro amigo exactamente qué estás haciendo. Tú no te vas a correr aún. Después de clase, vamos a ir a mi habitación y voy a usar tu culo otra vez. Me gustó el culo de mi compañero de fraternidad, pero me pone pensar en follarme tu culo, que ya se ha follado antes tu compañero de habitación". Y acompañó sus palabras metiendo su dedo incluso más adentro de mi culo, con saña.
"Sergio", dije " ¿Podríamos hacer algo distinto? ¿Cumplir una de mis fantasías? Quizás te guste ", dije con voz suplicante.
"Me lo pensaré, zorra" dijo "¿Qué tienes en esa mente enferma?"
"He oído hablar de unos baños en el Campus donde los tíos van a follar ", expliqué, tendiendo la trampa. " La idea de ser follado en un sitio público con todos esos tíos mirando, esperando para metérmela después de ti, me vuelve jodidamente loco. Y quizás nuestro amigo nos siga". El chaval, de hecho, había dejado de prestar atención a la clase, y nos observaba.
"Por ti, zorra, y este culo, lo haré" dijo Sergio. "Suena bastante morboso tener a esos tíos mirando mientras me follo a una puta que ruega que le dé más fuerte ". Su polla estaba creciendo aún más en mi mano, y sentí que estaba a punto. Puse mi otra mano de bajo para recoger su corrida. Su dedo en mi culo me estaba poniendo a mil, y me senté con más fuerza en su dedo para que entrara mejor.
A través de la niebla de la aproximación del clímax, oí el término " Machos Alfa", y mi atención volvió a la lección. "A menudo los machos alfa demuestran su dominación sobre los seres inferiores obligándoles a tragar su semen. Hay un gran debate sobre las implicaciones de este hecho. Algunos estudiosos sugieren que al tragarlo el macho alfa pone parte de su ser dentro del ser inferior, y que esto le da poder sobre el sumiso. Otras teorías sugieren que se trata de un acto similar a la procreación; el macho alfa pone su dominación genética dentro del sumiso". Mientras el profesor hablaba, Sergio sonreía y me miraba.
"Te voy a follar en los baños", me susurró. Las palabras obscenas le ponían cada vez más cachondo. "Voy a llenarte ese culo de marica con mi semen, y después permitiré que todos los tíos que quieran te follen tu culo ya lubricado por mí. Cuando el semen te chorree por tu agujero, lleno, haré que te lo comas. Comprobarás el sabor del poder de los tíos que te han follado hoy". Le pajeé aún más rápido, provocando bastante ruido con su chaqueta. El chico de delante tenía su mano en los pantalones y su cara mostraba el placer previo a un orgasmo.
"¡Cógelo, coge mi semen, gusano, zorra!", la polla de Sergio explotó en mi mano. El primer chorro fue tan potente que resbaló entre mis dedos. El chaval que nos observaba sabía lo que sucedía, y empezó a correrse en sus pantalones. Vi cómo una mancha se formaba en sus pantalones.
La polla de Sergio empezó a perder fuerza y él se derrumbó en su asiento. Saqué mis manos, y estaban llenas de su lefa. Acerqué una a mi cara y aspiré su aroma. Cuando separé los dedos, se formó una especie de tela de araña uniendo mis dedos con su semen. A través de mis dedos vi al chaval que me miraba fijamente. Se sacó la mano de sus pantalones y la vi también llena de su semen. Cuando saqué mi lengua para lamer el semen de Sergio, él hizo lo mismo. Lamimos a la vez, mirándonos a los ojos. Cuando sentí la mano de Sergio agarrar mi polla, empecé a correrme en los pantalones. La escena que estaba viviendo dos universitarios, corriéndose en clase, y tragando lefa mientras el profesor continuaba con su lección era demasiado para mí. Para cuando terminé con el semen de Sergio, tenía mi propia corrida para tragar. Sergio se aseguró de que metía mi mano en mis pantalones sin la protección de la chaqueta y me comía mi corrida, mientras él seguía con su dedo en lo más profundo de mi culo.
"Espero que hayas disfrutado de la primera clase, porque te queda todo el curso por delante " dijo Sergio. El profesor había terminado la lección, y todo el mundo guardaba sus libros. Sergio sacó su dedo de mi culo, y me hizo lamerlo para limpiarlo.
Sergio cogió su chaqueta, y un gesto de asco se dibujó en su cara. "Te has dejado una gota, maricón ", dijo, lo bastante alto como para que dos chicas lo oyeran. Me dio la chaqueta y vi la gota de semen justo en la axila. Acerqué la chaqueta a mi cara, disfrutando del olor a sobaco, y lamí la gota. Cuando terminé, Sergio ya se había ido y salí corriendo tras él.
Mientras caminábamos hacia los baños, Sergio y yo comprobamos que el chaval de clase nos seguía, pero sin acercarse, a unos veinte metros. "¿Sabes quién es ese?", pregunté. "Se llama Miguel", respondió Sergio. "Está en mi equipo de baloncesto. Morboso, pero muy tímido." Miré hacia atrás y le vi caminando, haciendo como que no nos seguía.
Los baños estaban escasamente iluminados, una de las razones por la que era tan popular para ligar y follar. Fui a la segunda cabina a la izquierda, como Julio me había indicado, y Sergio me siguió. En la siguiente cabina, miré por debajo de la puerta y reconocí las zapatillas Converse de Julio.
"¿Vas a follarme, Sergio? ", pregunté, con un volumen suficientemente alto como para que se oyera en la cabina contigua.
"Eso dije, estúpido maricón" dijo Sergio. "Para eso estamos aquí. Ahora bájate tus jodidos pantalones, y déjame ver ese culito mío"
La puerta de la cabina retumbó y se salió de las bisagras. Sergio me empujó y yo caí sobre la taza. "¿No querrás decir MI CULO, GILIPOLLAS?" gritó Julio tras la patada en la puerta. Estaba pálido. Sus músculos tensos me comentó que iría al gimnasio antes de encontrarnos. Sus ojos, dos pequeños puntos llenos de odio. Sentí pena por Sergio en ese momento. Sabía que Julio no le haría daño, pero Sergio no podía estar tan seguro.
"¿Quién coño eres tú?" preguntó Sergio, tratando de subirse el pantalón.
"Soy Julio, el compañero de habitación de este mamón ", dijo Julio. "Y tú y yo tenemos un problema. Usaste este culo la otra noche, sin mi conocimiento. Nadie toca mis cosas sin mi permiso".
"Oh, Dios lo siento "balbuceó Sergio. Era curioso ver cómo se desarrollaba la escena. Julio era claramente el macho alfa entre ellos dos. "Este culo estaba allí, esperando ser follado "
"Lo hecho, hecho está" dijo Julio. "Pero tienes una deuda que pagar. Ven conmigo". Julio agarró a Sergio por la oreja, retorciéndosela, y obligándole a seguirle. Julio caminó a lo largo del pasillo hasta la cabina más grande, y nosotros le seguimos. Dos chicos en los urinarios nos miraron sorprendidos. Entramos y no cerré la puerta.
"Desnudaos", ordenó Julio. Cuando los tres estábamos desnudos, comprobé que los tres estábamos empalmados. Sergio podía estar asustado, pero también estaba excitado. Julio me empujó hacia su cuerpo. "De rodillas" le ordenó a Sergio, chasqueando los dedos y señalando el suelo delante de nosotros.
"Yo no chupo pollas" dijo Sergio mansamente. La mano de Julio estaba aún en el aire y le abofeteó, antes de que Sergio terminara la frase. La marca de su mano quedó impresa en rojo en la cara de Sergio. "Ahora, sí", dijo Julio. Sergio, con un gesto de resignación, y la polla empalmada, cayó de rodillas.
"Me has robado", dijo Julio " Usando mi propiedad sin permiso. Por ello, besarás mi polla " Sergio se inclinó y besó la punta de la polla de Julio. Cuando se retiró, un hilo de pre-semen mantuvo unidos sus labios y la polla de Julio.
"También le debes una disculpa a mi juguete" dijo Julio. "Le pusiste en una situación difícil. Ambos sabemos que no tiene control cuando se trata de pollas, y tú le usaste sin permiso. Por ello, besarás su polla " Sergio se inclinó y sentí sus labios rozar la punta de mi polla. Y sentí su lengua lamer ansiosamente el pre-semen de mi polla. Miré por encima de mi hombro, y vi tres chavales contemplando la escena.
"No me importa que te la mame o que le metas todos los dedos que te apetezca " continuó Julio, " Puedes seguir haciendo eso siempre que te apetezca. Pero lo que SÍ me jode es que uses el culo de esta zorra. Cada polla que entra en él, lo abre más, y follármelo, me resulta menos placentero".
"Tal y como yo lo veo", seguía Julio " tu culo me debe una follada". La cabeza de Sergio se levantó, con una mirada de horror en sus ojos. "¡Ni de coña!", dijo, intentando levantarse. La fuerte mano de Julio en su hombro, impidiéndole moverse, le hizo pensárselo dos veces.
"Déjame que te lo explique mejor", dijo Julio. "TE VOY A DAR POR CULO. Si te portas bien, y cooperas, quizás te lo lubrique antes. Si no, no vas a sentarse hasta el final del curso. Ponte a cuatro patas"
Era el momento decisivo para Sergio, yo lo sabía. Podría zafarse, y posiblemente huir. O podría resignarse a su destino. Julio le dio unos segundos para decidirse. Cuando Julio levantó su pie y frotó la polla de Sergio, ya era suyo. Una gota de pre-semen cayó al suelo, y Sergio se dio la vuelta, elevando su culo, a cuatro patas. Julio era ya el macho alfa sobre el tío que me había llevado hasta allí para follarme. El poder de Julio era palpable en la habitación.
Nunca había visto el agujero de Sergio, pero era precioso. De color rosado, y sin un solo pelo.
"Prepáralo", me ordenó Julio. "Quiero violarle, no matarle".
Al oír la palabra violar, Sergio volteó la cabeza, con una mirada de pánico cruzando por su cara. Pero no se movió.
Me arrodillé detrás de Sergio, abrí sus nalgas. Su agujero estaba allí, a escasos centímetros de mi cara. Hasta ahora no había tenido la oportunidad de comérmelo. Restregué mi cara por su raja, disfrutando de su olor y calor. Azoté su culo, y observé como su agujero se cerraba, y Sergio gruñía.
Su agujero sabía como el de Julio, pero algo menos fuerte, menos viril. Le metí la lengua lo más profundo que pude. Lamí aquel agujero con gusto mientras oía a Julio escupir en su polla.
"Suficiente" dijo Julio. "Date la vuelta, zorra", dijo azotando el culo de Sergio. "Y tú siéntate en su cara. No quiero gritos molestando a la gente". Sergio se dio la vuelta y su polla estaba más dura y grande que nunca. Me situé de tal forma que mi agujero recayera sobre la cara de Sergio, pero mirando hacia su culo. Quería ver la acción, y tenía un asiento en primera fila.
Julio levantó las piernas de Sergio, y me las alcanzó para que las sujetara, dándole un mejor acceso al agujero lubricado de Sergio. Aún podía sentir el olor de su culo en mi cara. Mientras le ponía mi culo en su cara, le oí murmurar " este culo apesta". Sentí que sus labios estaban cerrados. Pellizqué sus pezones, haciéndole gritar y abrir la boca. Entonces apreté más aún mi culo contra su cara, y su lengua empezó a explorar mi agujero.
Julio ajustó su polla en la entrada del agujero de Sergio, y yo sentí, más que oír, a Sergio gemir dentro de mi culo. "¿Preparado para verme desvirgar un culo?", me preguntó Julio. Asentí ansioso. Sabía perfectamente cómo iba a sentirse Sergio.
Julio empujó dentro del culo de Sergio hasta que sus huevos golpearon su culo. Sergio soltó un sonoro grito - "¡JODER!" - dentro de mi culo. Mis manos apretaron sus rodillas contra su pecho. Cuando la polla de Julio penetró en su culo, la polla de Sergio rezumó tanto pre-semen que pensé que se había corrido. Empecé a mamar su polla mientras su culo luchaba por abrirse para acomodar a la monstruosa polla de Julio.
"Tu culo nunca volverá a ser el mismo, amigo" le dijo Julio. "Siempre recordarás este momento, cuando Julio hizo suyo este culo con su polla. Veremos si podremos hacer de ti un buen pasivo, como José". Julio sacó su polla lentamente. Yo moví mi cabeza para mamar la polla de Julio en cuanto saliera. Julio empujó un poco más, y la punta de mi lengua entró en el culo de Sergio, junto con la polla de Julio. El sabor, el calor y la textura casi me hacen correrme en ese momento. Presioné más mi culo contra la cara de Sergio.
"Si me lo hubieses pedido", le dijo Julio, " Te habría prestado encantado el agujero que te estás comiendo ahora". Volvió a bombear dentro del culo de Sergio, pero más profundamente. "Pero cometiste un delito contra mí, y ahora tengo que follarte para que sepas quién es el jodido dueño de ese culo". Julio azotó el culo de Sergio, muy fuerte. "Tu agujero también es bastante estrecho. Me va a gustar esta follada"
Julio bombeó dentro y fuera del culo de Sergio. El dolor inicial de Sergio parecía haber desaparecido, y le sentí gemir mientras la polla de Julio presionaba contra su próstata. Yo alternaba mis mamadas de la polla de Sergio con lametazos en la polla de Julio cuando salía del culo, en su bombeo. Cuando mi culo estuvo bien lubricado, me levanté y clavé mi polla en la garganta de Sergio. "Méteme el dedo en el culo", le dije, y obedeció. Era una sensación extraña sentir el poder que en ese momento tenía sobre aquel hombre, un poder prestado por el verdadero hombre al control de todo, Julio.
"Sí, maricones", dijo Julio, "Ambos necesitáis un tío de verdad como yo para enseñaros cómo se hace, cómo se folla"
Desde la puerta de la cabina, oí a alguien preguntar "¿Puedo unirme a la fiesta?". Levanté la vista, y era Miguel, de pie, con una polla bien dura en sus manos y su camiseta por detrás de su cuello. Su torso era impresionante un pecho fuerte, unos abdominales como cincelados en piedra sobre un cinturón de Apolo que mostraba un camino de pelillos desde su ombligo a la base de su gruesa polla. Julio estaba impresionado.
"Claro, tío", dijo Julio. "¿Dónde quieres meterla?"
"Quiero follarme su culo", dijo Miguel, señalándome con el dedo. Me ruboricé, con la boca llena de polla de Sergio.
"¿Oíste eso, gusano?" Julio le dijo a Sergio. "Así" (AZOTE) "es" (AZOTE ) "como" (AZOTE) "se" (AZOTE) " pide" (AZOTE) "permiso" (AZOTE ) "para" ( AZOTE) "usar" (AZOTE) "el culo" ( AZOTE) "de" (AZOTE) "mi esclavo" (AZOTE). Julio estaba follando el culo de Sergio con movimientos cada vez más bruscos y violentos. Me preguntaba si al día siguiente ambos tendrían cardenales por el cuerpo después de aquella violación.
"Sí, puedes usar ese culo", dijo Julio. "Pero no puedes correrte dentro". Miguel tenía la cara de a quien le ha tocado la lotería. Se desnudó rápidamente, y se puso detrás de mí. Después de que Sergio me comiera el culo y me metiera el dedo, estaba preparado para cualquier cosa. La polla de Miguel entró con el mínimo esfuerzo, y yo gemí con la polla de Sergio en el fondo de mi garganta. Alcé un poco la mirada y vi que Julio miraba directamente a los ojos de Miguel, y después examinaba con ansiedad el resto de aquel portentoso cuerpo. Clavó después la mirada en mi culo, en el punto exacto donde la polla de aquel chaval me penetraba. Por su respiración, yo sabía que estaba a punto de correrse.
"Todo el mundo contento ahora", dijo Julio. "Gracias al Jefe. Mira, Sergio, tú sólo necesitabas un tío de verdad que te demostrara cuánto necesitas una polla". Julio agarró los huevos de Sergio, y tiró de ellos, y eso provocó una reacción orgásmica en cadena.
Sergio comenzó a disparara chorros de semen caliente en el fondo de mi garganta, y su agujero comenzó a abrirse y cerrarse en torno a la polla de Julio. Su esfínter debió cerrase de la manera que a Julio le encantaba y empezó a correrse dentro del hasta entonces virgen culo de Sergio. Saborear la lefa de Sergio por segunda vez en el día, y ver a mi compañero de habitación correrse me llevó al límite, y comencé a soltar mi segunda descarga del día en la palpitante garganta de Sergio. Saqué mi polla lo suficiente como para que sólo la punta quedara en la boca de Sergio; quería que saboreara mi lefa, y no sólo se la tragara. Los espasmos de mi propio culo debieron excitar la polla de Miguel de la forma adecuada, y tuvo que parar de bombearme o se correría. Éramos una masa de universitarios gimiendo y agitándose mientras nos corríamos a la vez.
Julio fue el primero en romper la cadena, sacando su polla del culo de Sergio. La mantuvo frente a mi cara, y yo sabía cuál era mi función: limpiarlo. Lamí su corrida, sintiendo el sabor familiar que me volvía loco, tragando las últimas gotas que se derramaban por aquel impresionante miembro. Al terminar, continué mi labor con el culo de Sergio, pero la mano de Julio me paró. "Aún no, hambriento mamón. Hoy tendrás un trato diferente. Ponte aquí".
Salí de la boca de Sergio, y Miguel dejó escapar un suspiro de resignación cuando su durísima polla salió de mi culo. Me arrodillé delante de donde estaba Julio.
"Este gilipollas te folló cuando tu culo aún tenía mi semen dentro, lubricándolo. Creo que es justo que tú hagas lo mismo en su culo, con mi semen aún caliente dentro. Fóllatelo." Julio me puso delante del culo de Sergio, y se sentó en su cara. Miguel miraba, pajeándose. "Tendrás tu turno", le dijo Julio.
Miré el agujero de Sergio. Un poco de semen salió por él. Mi primer instinto fue lamerlo. Sin embargo, puse mi polla, dura de nuevo, en la entrada de aquel culo. Embadurné la punta en aquel semen caliente de Julio, lubricándola. Por segunda vez iba a dar por culo a un tío. Pero esta vez era especial. Iba a hacerlo porque Julio me lo había ordenado, y yo quería complacer a Julio. Mientras metía mi polla en aquel agujero, no buscaba mi placer, sino el de Julio. A pesar de ejercer de activo, me sentí claramente como lo que realmente era, un pasivo sumiso.
El culo de Sergio apretó mi polla nada más entrar. Sentía su presión, y recordé que había sido un culo virgen hasta hacía unos minutos. "De lo que quizás no te has dado cuenta, maricón" le decía Julio a Sergio, "Es lo humillante de la situación. El tipo que te está follando vive para ser follado. Y tú te has entregado incluso a él. Mi esclavo pasivo está dándote por el culo, convirtiéndote en algo inferior a mi propia puta". Por segunda vez en el día, sentí el poder que Julio me estaba prestando. Eso hizo que mi polla se pusiera más dura dentro del culo húmedo que me estaba follando. Julio se tiró un pedo, en la cara de Sergio, y soltó una carcajada. "Trágate mi pedo, puta"
Miguel estaba detrás de mí, y preguntó a Julio: "¿Puedo follármelo ahora?" Julio asintió. "Pero no te corras. Lo harás, pero aún no".
Cuando la polla de Miguel entró en mi culo, de golpe, me llevó al límite. Empecé a correrme en el culo de Sergio, mi tercera corrida del día. Miguel estaba decepcionado de que me corriera tan rápido, y sacó su polla, frustrado.
"Trae tu polla aquí, para que Sergio la limpie" me dijo Julio. La saqué y un poco de mi semen cayó por la raja del culo de Sergio. La recogí en el dedo y me la tragué. No quería que ninguna gota de semen se desperdiciara cayendo al suelo. Julio se levantó de la cara de Sergio, y éste empezó a lamer mi polla, y al momento, intentó metérsela entera en la garganta, emitiendo gemidos de placer. Julio le había convertido en un tragapollas en cuestión de minutos.
"La tercera es tuya" le dijo Julio a Miguel, señalando el agujero de Sergio. Miguel sonrió, feliz, y clavó su polla en el agujero de un solo golpe. "Le habéis dejado el culo bien abierto, tíos" dijo Miguel. "Me encanta follármelo, pero puedo sentir que habéis estado aquí dentro antes. Mi polla está nadando en vuestro semen. Es muy morboso"
Por la mirada de Julio, supe que se traía algo entre manos. Se puso detrás de Miguel y empezó a masajearle los hombros.
"¿Te gusta estar dentro de ese culo?" le preguntó. "Joder, sí. Es mejor que cualquier coño que me haya follado"
"Si tanto placer da follar", dijo Julio " imagina el placer que dará SER FOLLADO. Mira la polla de Sergio. ¿Ves que dura está? Y José también. La mayoría de los tíos se corren al tener una gran polla dentro del culo". Miguel le miraba escéptico.
"No sé. Una cosa es follarse a un tío. Pero que te den por culo debe ser una mariconada", respondió.
"¿Parece Sergio la zorra que es?" dijo Julio. "¿Parece un maricón?"
"Bueno, no, parece un tío normal, como yo ", dijo Miguel.
"Tú también me pareces un tío normal" dijo Julio. "Veamos cuánto te gusta". Antes de que pudiera protestar, la cabeza de la polla de Julio estaba clavada en el agujero de Miguel, que soltó un excitante grito de placer/dolor.
"Haz algo útil", me dijo Julio. "Lubrícame, para no destrozar este precioso culo ". Me agaché y logré meterme entre sus piernas y lamer el tronco de la polla de Julio desde el agujero de Miguel hasta sus huevos. Intentando dejar la mayor cantidad posible de saliva por todos lados.
"Nada como desvirgar dos culos el mismo día", dijo Julio. Empezó a empujar, y mi polla volvió a meterse en un culo con la polla de Julio. El culo de Miguel era uno de los mejores de los que había probado hasta ahora.
"Mierda", gimió Miguel mientras la polla de Julio avanzaba penetrándole. "¿Qué coño me hace sentir tanto placer cada vez que noto que entra tu polla en mi culo?"
"Tu próstata", explicó Julio. "Por eso hay tanto maricón ansioso de polla"
"Es podidamente excitante " dijo Miguel. Y se movió hacia atrás para recibir más polla de Julio, sacando su polla del culo de Sergio. Con cada movimiento, empalaba a Sergio, o era empalado por Julio. Yo permanecí en mi sitio, observando a dos pollas bombear, y chupando los huevos de Julio.
La intensidad no podía durar mucho, con dos tíos recién desvirgados follando a la vez. Miguel fue el primero. Yo me metí sus huevos en la boca en el momento en que su semen salía de ellos directo al culo de Sergio. Julio fue el siguiente, y yo puse mi lengua entre su culo y la base de su polla, sintiendo cómo fluía el semen que llenaría el culo de Miguel. Julio le ordenó a Miguel que masturbara a Sergio, y de esa manera Miguel pudo sentir como el culo de Sergio se cerraba alrededor de su polla mientras Sergio se corría. Mientras, unos sonidos inconfundibles me llegaban de más allá de la puerta: los tíos que estaban mirando se estaban pajeando y corriéndose.
Cuando Miguel y Julio sacaron sus pollas, las limpié. Saqué y trague el semen de Julio del culo de Miguel. Mi premio, sin embargo, estaba en el culo de Sergio. Lleno con tres corridas, de diferentes tíos. Pero primero me sumergí en su raja. Aspiré el olor, y lamí los restos que encontré allí. Julio y Miguel le levantaron, y le sentaron en mi cara. Metí un dedo en su culo, y sentí fluir sobre mi cara las tres descargas. Tragué un poco, para que no se derramara, y dejé la que me cabía en la boca, para saborearla. Sergio empujó varias veces, regalándome más semen, y vaciando su culo. Sentí una boca alrededor de mi polla (¿Miguel? ¿Un tío de los que miraba?), y me corrí, con la boca llena de lefa. Quien fuera que me la mamó se tragó mi semen, y besó mi polla antes de irse.
Todos nos levantamos y comenzamos a vestirnos.
"Pensé que lo odiaría", le dijo Sergio a Julio. "Pero ahora sé lo que me gusta que me follen. Siento haberme follado a José sin tu permiso"
"Disculpas aceptadas", dijo Julio. "Y de ahora en adelante, su culo es tuyo. Tienes mi permiso. "Julio impidió a Sergio ponerse los pantalones. "Aún no hemos terminado contigo".
"Me has robado la virginidad, tu puta me ha follado, y he tenido que comer más culo del que nunca imaginé ", dijo Sergio. "¿Qué más puedes querer?"
"Agáchate", le dijo Julio. Sergio suspiró resignado, sabiendo que no podía librarse de aquello. Julio fue hasta sus pantalones y cogió un rotulador de color negro, de esos cuya tinta no sale de la piel hasta dos o tres días después. Julio empezó a escribir en el culo de Sergio, y éste saltó. "No puedes hacerme eso, joder. Tengo una reunión de la fraternidad esta noche y sé que vamos a estar desnudos"
"Como a todos los machos alfa", dijo julio, " me gusta marcar mi territorio. Trae tu culo aquí otra vez, o haré que alguien termine de destrozar tu puto culo para siempre". Casi pude oír cómo Sergio sopesaba las posibilidades, y de nuevo, decidió que obedecer a Julio era la mejor opción.
Julio siguió escribiendo, y después se alejó para observar su obra, riéndose. "¿Qué piensas, mi putita?", me preguntó. Miré el culo de Sergio y me quedé sin respiración.
En las dos nalgas de Sergio, separadas por la raja del culo, y escrito en grandes letras, se podía leer: " agujero para follar de Julio". Y en la parte baja de la espalda, centrado sobre su raja, y justo por encima de donde iría su ropa interior, Julio había escrito: "Inserte semen aquí", con una flecha señalando el agujero de Sergio.
"¿Qué dice?" me preguntó Sergio, girando su cabeza para ver mi reacción. "¿Algo malo?"
"Creo que tus compañeros de fraternidad sabrán apreciarlo", dije entre risas. Julio, por fin dejó que Sergio se fuera. Se fue corriendo a un espejo a leer qué había escrito Julio. El grito retumbó por todo el edificio.
"Debería salir en una semana, más o menos" le gritó Julio. Oímos a Sergio maldecir y ponerse los pantalones, y salir corriendo de los baños.
Julio anotó el número de Miguel, y cada uno nos fuimos por nuestro camino. Julio y yo volvimos para cenar en nuestro dormitorio. De camino, en una curva, oí el grito de Julio avisándome: "¡Cuidado, mira!". Cuando giré la cabeza, lo único que vi fue un tío enorme en bicicleta bajando por la cuesta a toda velocidad hacia mí. Intenté apartarme, peo demasiado tarde. La bicicleta me golpeó, y lo último que recordaba era que me parecía que volaba.
Cuando abrí los ojos, había cuatro tíos mirándome desde arriba, con cara de preocupación, y dos llevaban un uniforme que no logré reconocer.