Julieta y Cris
Al terminar la jornada y llegar a la casa se encontraban las tres para tomarse unas cervezas y terminar delirando de placer entre las sabanas de la cama...
Julieta y Cris tenían 2 años de feliz matrimonio, se habían “casado” en una de las notarias de la capital dado que los matrimonios homosexuales aún no son aprobados en este país. Vivían en un apartamento por el noroccidente de la ciudad, eran una pareja feliz que les gustaba el sexo, gozaban haciendo el amor hasta tres veces por día, pasaban meses en los que no daban tregua a las sábanas blancas de la cama y habían días en que con sólo acariciarse bastaba.
A las dos les gustaba coquetearse en la calle, en los buses, en los bares donde salían a tomarse unos tragos y luego llegaban a su apartamento a desfogar sus deseos sexuales, hacían nuevas poses y usualmente incluían en sus faenas un arnés que ponían en sus cuerpos para hacer más placentera la relación, siempre comenzaban por excitarse cuando estaban solas o en el cine y cuando llegaban a la casa las ropas volaban terminando en orgasmos incontrolables por toda la habitación… su lugar favorito era la cama pero también lo intentaban en la cocina y encima del sofá… comenzaban por besarse tiernamente y terminaban por excitar sus vaginas hasta que cada una lamia los jugos de la otra para saciar su sed de mujer…
En cierta ocasión Julieta le comentó a su esposa su fantasía sexual “quisiera hacer un trío en el que tu estés presente y otra mujer”… a cris no le hizo mucha gracia escuchar tal comentario debido a que pensaba que un trío podría acabar con su relación y no quería arriesgar su matrimonio por nada ni nadie, además había escuchado que era perjudicial para la pareja si no estaban seguros de querer hacerlo… pero queriendo complacer a la dueña de sus orgasmos comenzó a investigar por internet las opiniones de los expertos llegando a la conclusión de que si no lo intentaba no iba a saber qué sucedería realmente.
Decidió entonces complacer a su esposa, para esto se documento acerca de los pros y contras y buscó consejos para que dicha acción resultara satisfactoria tanto para ellas como pareja como para la tercera persona, ese era otro problema, encontrar la tercera persona… durante la relación de las dos se enfocaron tanto la una en la otra que olvidaron hacer amigas por lo tanto eran contadas las mujeres que podía contactar para llevar a cabo su plan y muy seguramente no todas estarían dispuestas a hacer semejante cosa y mas tratándose de tres mujeres, definitivamente la otra chica debía ser lesbiana también o por lo menos debía ser bisexual.
El cumpleaños de Julieta se acercaba y un poco desesperada por no encontrar a nadie que se prestara para sus oficios de cama, decidió hacer una lista con las mujeres que sabía que tenían estas preferencias sexuales y se dio cuenta que sus posibilidades se redujeron a tres.
Martha, Jazmín y Mónica . Era obvio que sentía un poco de temor llamarlas y preguntarles semejante cosa pero tendría que arriesgarse, llamó a Martha: “en serio?... me alegro que hallas pensado en mi me alagas pero ahora no puedo mi pareja y yo estamos por casarnos y… no le quisiera ser infiel tu sabes pero gracias me hubiera encantado” Jazmín: “como?... mujer por Dios, yo ya no hago esas cosas, además no creo que sea sano para las dos la relación puede acabar ya estudiaste los pro y los contra? Bla, bla bla “. Mónica “¿de verdad lo vas a hacer? Hey! que bien, pero no puedo tu sabes que tengo que viajar y no estaré para esa fecha que lastima pero porque no lo dejan para cuando regrese seguro la pasaremos bien anda espérenme”
Un poco intranquila por estas respuestas decidió pensar quien más podría ayudarle con su problema, de pronto un nombre vino a su cabeza, tomo el teléfono y marcó: Anabelle “¿están seguras que quieren hacerlo? Yo estaré encantada de ayudarles… “
Cris respiró profundo al escuchar estas palabras, llegado el día del cumpleaños de Julieta se despertaron entre caricias y mimos que desencadenaron un ir y venir de caderas que terminó finalmente en un doble orgasmo que las dos disfrutaron por completo. Salieron a sus trabajos y el día pasó normal.
En la noche cuando Julieta llegó al departamento se encontró que estaban cris y una amiga de ella, muy cómodas en el sofá tomándose unos tragos de Ron, Julieta ya había visto anteriormente la chica, se unió a ellas y comieron ponqué, después de unos tragos, las chicas ya estaban con algunos colores en sus mejillas, de pronto cris propuso un juego “vamos a jugar a pico botella”. Las otras dos mujeres reían encantadas las reglas del juego eran reto o doble reto.
El pico cayó en dirección a cris, escogió doble reto, Anabelle le puso la condición de quitarle el pantalón a su esposa pero con la boca.
De vuelta en el juego el pico cayó en dirección a Anabelle, escogió doble reto y Julieta le puso el reto de quitarle el brasier con la boca a su cris, obviamente quitándole también la camisa
Así siguió el juego hasta que las tres quedaron prácticamente en tanga
El pico cayó en dirección a Julieta, escogió reto y cris le pidió que lamiera los senos de Anabelle hasta que esta soltara un gemido.
El pico cayó en dirección a cris, escogió doble reto y Julieta le pidió que le quitara la tanga a Anabelle pero con la lengua
Al ver Julieta esta escena su sexo se calentó tanto que no aguantando más se ocupó de los senos de Anabelle que se recostó sobre la alfombra entregándose a las dos mujeres que se la estaban comiendo, cuando Cris hubo quitado las tangas, comenzó a lamerle el sexo hasta sacar de esta gemidos incontrolables de placer, mientras Julieta le besaba el cuello y el pecho sin darle tregua, Cris subió recorriendo con su lengua el suave cuerpo de Anabelle llegando a juntar su lengua con la de Julieta fundiéndose en un beso apasionado mientras esta penetraba el sexo de Anabelle primero con dos dedos y luego con tres.
Anabelle no pudo aguantar tanto placer estallando en un fuerte orgasmo y mojando la mano de Julieta que junto a Cris bajaron apresuradamente lamiendo y chupando los jugos que salían del interior de Anabelle. Luego le tocó el turno a Cris Anabelle la recorría con su lengua delicadamente mientras Julieta le comía el sexo, lo lamia y chupaba con tal gana que esta no pudo evitar las convulsiones de su cuerpo Anabelle al sentirla tan próxima del orgasmo, decidió juntar su lengua con la de Julieta y entre besos y lengüetazos le sacaron a Cris un fuerte orgasmo acompañado de abundantes jugos que calmaron la sed de estas dos lobas, que habidas y complacientes la limpiaban, cuando le tocó el turno a Julieta cris se acostó debajo boca arriba encima Julieta también boca arriba y luego Anabelle pero esta estaba de frente a Julieta y las tres comenzaron un vaivén de caderas incontrolable sacándoles fuertes gritos de placer que no pudieron ser contenidos debido a la excitación.
Luego hicieron el 69 donde Julieta se comía el sexo de Anabelle esta se comía el sexo de Cris y esta a su vez el sexo de su esposa, terminando las tres en un orgasmo placentero que las dejó sin fuerzas durmiéndose al instante.
Al día siguiente se levantaron, desayunaron y vieron algunas películas… luego Anabelle se fue a su casa. Las esposas decidieron terminar ese día entre jadeos de placer que se propinaban la una a la otra.
Su relación mejoró después de eso fortaleciendo el amor que se tenían, pero de vez en cuando al terminar la jornada y llegar a la casa se encontraban las tres para tomarse unas cervezas y terminar delirando de placer entre las sabanas de la cama que complaciente las aguardaba para su siguiente faena…