Julia, santa y mártir (01)
La joven Julia pertenece a una familia patricia de Hispania pero es cristiana en secreto. El Emperador Decio ha decretado la persecución de los cristianos y muchas amigas y conocidas de Julia ya han sufrido martirio, la mayor parte de ellas en la cruz.
Julia, santa y mártir.
Capítulo primero. Las exigencias de la nueva fe.
"Esta historia se sitúa en el año doscientos cincuenta de nuestra era en una ciudad de provincias de la Hispania Romana. El Emperador Decio gobierna un imperio en decadencia y herido de muerte por problemas internos y externos.
Precisamente, uno de los problemas más graves es el Cristianismo, esa religión oriental que niega la divinidad al César y promueve el fin de la esclavitud. Para acabar con esta plaga Decio ha ordenado una nueva persecución contra los cristianos. Las órdenes imperiales han llegado a nuestra ciudad y las autoridades han empezado a detener a todos los cristianos conocidos. A los esclavos se les crucifica siempre pero a los ciudadanos romanos se les da una oportunidad y se les intenta convencer para que abandonen su religión, si no lo hacen serán crucificados igualmente.
Julia pertenece a una antigua familia patricia romana, pero es cristiana en secreto desde hace unos años. Esa religión la ha aprendido de los padres de su esclava Varinia, que también es cristiana aunque no vive su religión con tanto fervor como su joven ama.
Al comienzo de esta historia Varinia está bañando a Julia como suele hacerlo todos los días. Las dos están en el agua completamente desnudas, y la esclava enjabona delicadamente a su ama. Julia, de veinte años es una auténtica belleza. Tiene una estatura intermedia, un metro sesenta, lleva el pelo castaño medianamente largo y algo ensortijado. Su cuerpo es delgado y flexible, espalda, hombros y brazos delgados, pechos medianos y tiesos, apenas tiene caderas y el trasero es pequeño pero atractivo. Las piernas son delgadas y llenas a la vez. Sin embargo, lo mejor de Julia es su rostro, sus bellos ojos verdes, su nariz perfecta y su boca de labios carnosos.
No es extraño que tal belleza haya sido deseada por muchos hombres, pero Julia aún es virgen, nunca ha aceptado a ningún hombre. La joven sólo aspira a unirse pronto con su verdadero amor, su dulce Cristo, que murió en la cruz por ella. Por eso Julia quiere ser mártir y morir en la cruz por su señor…..”
Mientras Varinia baña a su ama, le acaricia sensualmente el trasero y frota sus pechos contra los de Julia aprovechando que el jabón deja su piel brillante y lubricada. Julia cierra los ojos y gime mientras Varinia le lame sus pechos, primero el derecho y después el izquierdo. Varinia tiene una lengua juguetona, lame y lame con rápidos movimientos y después cuando se endurecen, se mete los pezones de Julia en la boca succionándolos y mordiéndolos. Julia cierra los ojos y entreabre la boca, está mareada y jadea de pasión. Nuevamente las dos jóvenes se frotan los pechos entre sí. Ahora los pezones de las dos están erizados como piedras.
- Bésame, susurra Julia con pasión, y Varinia abre la boca sonriendo y humedece los labios con la lengua para besar a su preciosa ama.
Las dos jovencitas se besan entonces apasionadamente, con los ojos cerrados y disfrutando intensamente la una de la otra. Julia en cambio, no acaricia a Varinia. Sin que la esclava lo advierta ha puesto las manos a la espalda como si las tuviera atadas. En su fuero interno, Julia piensa ya en su martirio. Sabe que los brutales verdugos del Pretorio la torturarán y la violarán durante días antes de crucificarla y pensar en eso le da miedo pero también le excita. La joven patricia piensa en ello cada noche cuando se acuesta……
Cada noche sóla en su lecho se imagina a sí misma en las sórdidas mazmorras del pretorio, desnuda y maniatada. Sueña con excitación que está indefensa en las garras de varios hombres rudos y sádicos que aprovechan cada minuto de su tiempo y se suceden uno tras otro para abusar de su joven cuerpo......Pero esa es sólo la primera parte, pues luego llegan los jueces a la mazmorra y ordenan que empiece la tortura…..entonces Julia nota cómo su sexo se calienta y se humedece hasta mojar el lienzo,............. y la joven se masturba una y otra vez…
Varinia deja sus caricias por un momento.
Mi señora, hoy estáis muy callada, ¿es que no os gusta lo que os hago?.
Sí,..... Varinia,.... no te preocupes…..sigue
La esclava ni siquiera sospecha que en ese momento en la mente de su ama sólo es uno de los sayones que abusan de ella antes de que empiecen a atormentarla.
Ignorante de esto, Varinia continúa haciendo el amor con su señora y en un momento dado lleva sus dedos expertos hasta la raja de la entrepierna. La esclava ríe divertida.
- Pero, pero,…. si estáis muy mojada, mi ama Julia, ¿qué os pasa?, pregunta riendo.
Varinia sigue así acariciándola con suavidad, dándole placer y recibiéndolo a la vez. La servicial esclava la besa una y otra vez y restriega su cuerpo desnudo contra el de Julia sin dejar de masturbarla.
Por su parte Julia no tarda en correrse bramando sonoramente mientras Varinia no deja de besarla en todas partes. Tras esos dulces estremecimientos y caricias, Julia se calma por fin, y abrazando a su esclava, le dice.
- Mi fiel Varinia, sabes que eres lo que más quiero en este mundo,…. más que mi esclava eres mi amiga, ………mi amor,....... por eso voy premiarte dándote la libertad.
Varinia frunció el ceño.
¿Mi libertad?, pero si ser tu esclava es como ser libre.
Sí lo sé, dijo Julia mientras Varinia secaba su cuerpo con un paño, pero de lo contrario si yo falto podrías ser vendida a un dueño más cruel que yo y entonces serías muy infeliz.
No entiendo dijo Varinia, mientras traía sus ropas a Julia.
Querida Varinia, pronto voy a morir.
¿Qué?, la esclava se quedó de una pieza.
Dentro de poco voy a morir, mi amor, repitió Julia tranquilamente, como sabes, el César ha ordenado la persecución de nuestros hermanos cristianos.
Varinia asintió mientras ayudaba a vestirse a su señora, ese tema le causaba escalofríos.
También sabes que muchas de mis hermanas en la fé han sido ya ejecutadas en la cruz, todas ellas se mantuvieron fieles a sus creencias a pesar de los tormentos que les aplicaron,…..y yo estoy aquí en mi mansión, tan tranquila, me siento, me siento como….., como si les estuviera traicionando.
Pero…, contestó Varinia con la voz temblando pues adivinaba la intención de su señora.
Si ellas se han sacrificado por mí yo no puedo seguir viva. Por eso he decidido entregarme a las autoridades y confesar que soy cristiana.
La esclava oyó lo que tanto temía y un escalofrío recorrió su espalda.
No, no, ¿qué decis?, ¿estais loca? por favor, por favor, no hagáis eso, contestó Varinia alarmada.
No te preocupes, no diré nada de ti por mucho que me torturen. Me, me gustaría que me acompañaras en el martirio, pero comprendo que eso sólo depende de tu voluntad, …..por eso he decidido liberarte.
Varinia empezó a sollozar.
No, mi ama, no lo hagáis, por favor, os amo, no lo hagáis, os matarán.
Sé que me amas, mi dulce Varinia, pero no puedo alterar mi destino, debo morir en la cruz como Cristo para ganar la palma del martirio y reunirme con él. No llores más, por favor y ayúdame a vestirme, debo acudir ante el juez como lo que soy, una noble patricia romana que renuncia a sus riquezas y acepta ser tratada como una esclava por amor a Cristo. Así, soportando el tormento de la cruz daré testimonio de la fuerza de mi fé y daré ejemplo a otras hermanas para que me sigan.
Pero, ….añadió Varinia mientras ella misma se ponía su túnica. ¿Sabéis lo que se tarda en morir en la cruz?. Yo he visto crucificar a muchas esclavas y es un sufrimiento insoportable, no hay nada de dignidad en eso. Tardan horas e incluso días en morir, permanecen desnudas ante todo el mundo agonizando humilladas con las marcas de tortura sobre su cuerpo y luego tras horas de inhumanos sufrimientos, los sayones se divierten con ellas violándolas en la cruz e inventan mil y un tormentos sólo para divertirse ¿Es eso lo que queréis?.
Julia empezó también a llorar.
- ¿Crees que no lo sé?. Me aterroriza pensar en lo que me harán. Sé que me violarán y torturarán y que tendré que permanecer desnuda delante de todo el mundo durante mi martirio, pero no puedo evitarlo. Como Cristo quisiera que pasar de mí este cáliz, pero él lo aceptó al final. Sólo me consolaría morir en la cruz junto a ti, mi amor.
Julia intentó abrazar a Varinia, pero ésta rechazó la caricia.
¡No señora!, ¡dejadme! yo no lo haré, me da mucho miedo el dolor.
Está bien Varinia, ya te he dicho que yo no puedo obligarte, ya no eres mi esclava.
Os lo agradezco pero quisiera seguir siendo vuestra hasta el final de mis días y ver cómo os casáis y tenéis hijos. Dios, ¿cómo puedo convenceros?, ….sois, sois virgen, ¿sabéis lo que hacen los verdugos con las jóvenes vírgenes en las mazmorras del Pretorio?.
Julia la miró y dijo.
- ¿No comprendes que no me importa lo que me hagan en mi cuerpo?. Mi alma se salvará y eso es lo que importa.
Julia dijo esto acariciando a Varinia con aparente tranquilidad, aunque en su fuero interno su corazón se aceleró al pensar otra vez en sus sueños masoquistas. Varinia volvió a redoblar sus esfuerzos por disuadir a su señora pero todo fue inútil……
Continuará