Julia

Julia

Si tuviera que definirme sexualmente, diría que soy dominante, bisex light, morboso y un poco salido. En la cama me gusta sobre todo que me coman la polla hasta que me duela, dar azotes y que me obedezcan en todo lo que pido. Paso de pinzas, fustas, látigos y demás bártulos.

Por mi experiencia debo decir que en el sexo las mujeres me habian decepcionado bastante, ya que no había encontrado ninguna que se me hubiera entregado totalmente, y es que las mujeres no son tan sexuales como quieren hacernos creer, bueno, eso pensaba hasta que... conocí a Julia.

Julia, es una chica, rubia, media estatura, delgada, con una 85 de pecho, ojos verdes, guapa de cara. La conocí en una discoteca en Benalmadena costa (Málaga). Yo estaba sentado en la barra, como era mi costumbre y ella paso por donde yo estaba sentado, le toqué el hombro y empezamos a hablar.... hasta que después de varias copas ella me dijo que se iba para su casa, que si podía llevarla, acepté y nos fuimos del local.

Cuando llegamos a su casa me ofreció una copa y me pidió que me sentara en el sofá. Estábamos un poco bebidos y ella me preguntó que si me gustaban las pelis porno, le dije que si, puso una en su aparato dvd, yo pensaba que pondría la típica peli porno de metesaca metesaca, de chicas y chicos superbuenos y demás... pero no, era una película donde solo aparecían mamadas y corridas, siempre dos o mas tíos dando de comer a una tía y después regándola con su semen. Me quedé con la boca abierta, ella me dijo que si no me gustaba que la quitaba, le dije que no, que ese tipo de películas eran las que más me gustaban, respondiendo ella que le excitaba sobre manera ver a una mujer tragarse una buena polla. Preguntándome seguidamente ¿Vas a darme de comer esta noche? besándome seguidamente y con una mano, empezó a sobarme el rabo, por encima del pantalón. Yo estaba superexcitado y comencé a quitarle la ropa, dejándola totalmente desnuda, ella mientras tanto no paraba de sobarme la polla. Me levante y le pregunte que si quería chupármela, ella me dijo que sí. Me baje la cremallera, me quite los pantalones, zapatos y la camisa que llevaba, mientras ella de rodillas en el suelo, no le quitaba ojo al bulto que había debajo de mi slip. Deje la ropa sobre una silla y metí una mano debajo de mi ropa interior, sacando mi rabo y zarandeándolo al aire, le dije, "ven y cómetelo..." Julia salto sobre mi polla ansiosa, con la respiración excitada y los ojos cerrados, comenzando a darle chupadas a mi sexo, pelándomela y masajeando mis huevos repletos de leche. Le pregunte si le gustaba el sabor de mi nabo y ella me respondió que sí, que le encantaba, al tiempo que cogía mi polla y se la restregaba por la cara y por la boca, diciéndome... "que pedazo de polla tienes, que buena está".

- Cómetela entera, es toda para ti , le dije.

- Hmmm.... que buena esta... respondió.

Yo estaba superexcitado del placer que me estaba dando Julia, a quien veía con la cara cubierta de una mezcla de saliva y semen, de tanto frotarse con mi cipote.

En ocasiones le sacaba la polla de la boca y cogiéndola con una mano y zarandeándola le azotaba la cara y la cabeza, le introducía la punta en las orejas y en los orificios nasales, para después estamparla en la cara y restregársela bajo la palma de mi mano, otras ella se la metía superprofundo en su garganta, hasta la campanilla para restregar la punta en el fondo, moviendo la cabeza en pequeños círculos, esto me ponia a cien. Cuando hacia eso y se la sacaba de la boca, le gustaba mirarla, toda llena de saliva y liquido seminal, que resbalaba hacia mis testículos, goteando sobre el suelo.

Me tumbe en un sofá y le pedí que me chupara el ano, accediendo a ello, dándome unas lametadas increíbles, que recorrían desde mis huevos, donde se paraba a menudo, para engullirlos y ensalivarlos, hasta el cóccix, introduciéndome su lengua endurecida en mi ano superexcitado, utilizado sus dos manos para separarme los glúteos y dejar bien al aire mi agujero trasero.

Mientras, yo con una mano arrastraba hacia abajo la piel de mi polla, dejando el capullo libre y con el dedo índice y pulgar de la otra, perfectamente ensalivados, asía fuertemente la base del prepucio y comenzaba a darle giros, como si estuviera abriendo una botella, a un lado y a otro.... note que estaba a punto de correrme, la polla súper hinchada y los huevos deseando librar el semen contenido. La cogí del pelo y le lleve la cara a la altura de mi miembro, que se veía mas largo, grueso y duro, como nunca lo había visto.

Le ordene que me la lamiera, que le iba a dar de beber, ella gimió como una gata en celo y comenzó a chupar el capullo y a jugar con la saliva de su boca, hasta que noté que me venia el chorro de leche. Me puse de pie y la cogí del pelo, ella de rodillas, con su cabeza hacia arriba, su boca abierta y su lengua fuera esperaba impaciente probar mi semen.

No tardó en llegar, primero a chorros a mucha presión y muy liquido, casi transparente, después mas espeso y a borbotones, me corrí poniéndole la cara totalmente cubierta de semen, ella se metió la polla en mi boca deseando succionar el semen que quedaba dentro de ella, yo empecé a meneármela frenéticamente y noté que me volvía a correr, dejando la polla dentro de su boca y notando como mi corrida era engullida con sumo placer, cuando termine de correrme, la puse de pie y comencé a besarla en la boca, que sabia a polla y semen, me gustaba, ella me metió la lengua hasta la campanilla, estaba supersalida, la aupé y le metí mi rabo dentro de su coño súper mojado.

La follé bien durante un rato, ella colgada de mi cuello y yo con la espada apoyada en una pared, hasta que Julia se corrió...dando fuertes gritos y contrayendo sus piernas sobre mi cintura. Mientras ella se corría yo seguía bombeando y notaba como sus flujos bajaban por mis huevos y piernas dejándome muy mojado y despidiendo ese olor tan característico de corrida femenina.

Cuando terminó la deje tumbada en un sofá del salón, para que descansara, mientras que yo me dispuse a terminar con la copa que había estado consumiendo.