Jugando sin permiso
Tras una noche de sexo grupal quedan cuentas por saldar
Otra vez acababa el fin de fiesta en casa, empezamos a tontear y de repente Sonia estaba en el sofá con Rubén y Toni. Aunque el interés de Toni se centraba mucho más en Rubén que en Sonia, pronto cambió su orientación sexual por un pequeño rato para empezar a tocar a Sonia.
Yo miraba mientras que ella llevaba las manos a sus pollas y se dejaba hacer, pero su mirada no estaba ni en ellos ni en mí, buscaba sin parar a Javi que fumaba en la ventana, realmente ya llevaba rato atenta a él hasta el punto de fumar un cigarro aunque jamás lo hace, estaba claro que la polla que deseaba era la que más lejos tenía. Javi la miraba, pero a pesar de conocer de ante mano que nuestra relación es abierta, parecía que evitaba a Sonia por respeto.
Sonia cada vez estaba más guarra, así que decidió conformarse con lo que tenía a mano, pero el alcohol se había adelantado a ella y las pollas no se ponían tan duras como deberían, así que me decidí a ir a mear para ser yo mismo quien acallara las ganas de polla de ese coño empapado.
Mientras estaba en el baño Toni apareció a mi espalda y no tardó en intentar comerme la polla, entre risas lo esquivaba como podía aunque se las ingeniaba para meterme mano sin parar. Mi meada se alargó más de lo esperado, pero en cuanto pude escabullirme de Toni regresé al salón con la polla a medio empalmar aunque nada más entrar se puso dura por completo al descubrir a Sonia con las piernas abiertas ante Javi, que justo en ese momento empezaba a metérsela ante la atenta mirada de Rubén. Al final Sonia había conseguido lo que quería y en su mirada se notaba el deseo, pero poco duró porque Javi, al igual que los demás se quedó flojo.
Llegado ese punto me acerqué a ayudarlos pero pronto Sonia y yo nos quedamos solos así que paramos para seguir con los amigos aunque fuera sin sexo.
Unas copas más tarde Rubén se marchó y Sonia decidió ponerse ropa más cómoda y en aquel momento Javi aprovechó para seguirla al cuarto. Toni volvió a ponerse cariñoso conmigo, así que me levanté para ver que entretenía a Sonia. Al asomarme al cuarto vi a Javi desplomado en la cama, Sonia se había sentado a su lado y el acariciaba su pierna. Empezaron a besarse y Javi no tardo en meter la mano bajo su tanga, ella se centró en él pero pasaban los minutos y no avanzaba nada más, fue entonces cuando Javi susurró algo a Sonia que me hizo una seña para que cerrara la puerta, ya habíamos hablado alguna vez de lo morboso que podría ser que se follara a un chico a solas, y quizás ese podía ser el momento.
Cerré la puerta lentamente mientras dejaba pegada la oreja a ella. El morbo que sentí no tenía nombre, y quería disfrutar ese momento, pero Toni no tenía pensado dejarme hacerlo y todo empezó a volverse incómodo. Al final opte por entrar a la habitación jodiendo el plan de Sonia de follarse a Javi a solas, pero era mi única forma de escapar de Toni. Acabamos los cuatro en la cama, y de nuevo la polla de Javi parecía fallar, probablemente por mi presencia.
Toni que sí la tenía dura más por mi que por ella, se decidió a cambiar de nuevo de acera y empezó a follase a Sonia a cuatro patas mientras me miraba a mí y ella a Javi. Animé a Javi a tocarla hasta que su polla volvió a estar dura y en ese momento le dije a Toni que la dejara cabalgar a Javi, Sonia lo hizo encantada, tanto que ni notó que el condón se rompió en mitad de todo y la corrida de Javi le llenó las entrañas. Fue al sacarse la polla cuando descubrió lo ocurrido, así que taponó el agujero con su mano y se dispuso a ir al baño, rápidamente la acompañe para así librarme de Toni.
-¿Se te ha corrido dentro?- Pregunté
-Sí, se ha roto el condón y no me di cuenta.
Al quitar su mano vi como salían las últimas gotas de leche de Javi salía del coñito de mi novia, y casi como un reflejo incontrolable me arrodillé ante ella y empecé a lamerla, el sabor a semen se había apoderado de su entrepierna, pero no me importó, aún así metí mi lengua lo más profunda que pude en ella y sus piernas temblaron por el morbo de la situación. Era la primera vez que alguien que no era yo se corría en su interior, y ambos moríamos de excitación por ello.
Al volver al cuarto Toni y Javi estaban listos para irse, y Sonia y yo listos para follar hasta reventar, y así lo hicimos hasta que las fuerzas nos faltaron y el sueño se apoderó de nosotros.
Cuando despertamos al medio día Sonia tenía un par de mensajes inocentes de Javi en el móvil, estaba claro que él se había quedado prendado de ella, pero no le dimos importancia aunque esto implicaría evitar hacer nada más con él, una pena porque ese polvo a solas no llegó a realizarse.
El resto del día seguimos muy guarros y poco a poco recuperábamos las fuerzas de nuevo, y había que hacerlo ya que eran fiestas y esa noche tocaba salir de nuevo.
Al llegar la noche de nuevo bares, copas, charla por aquí y allá, el alcohol nos puso algo más guarretes y de repente Sonia me dijo que había escrito a Javi para ver donde estaban, me sorprendió que lo hiciera después de que habíamos hablado de evitarlo hasta que se le pasara el cuelgue, pero la Sonia borracha no es muy dada a pensar antes de actuar.
Javi le había contestado que estaba con un grupo de amigos comunes en casa, que nos pasáramos, y al preguntar a Sonia que pretendía me aseguró que nada, que sabía que no era buena idea pero que había escrito porque iban a cerrar el bar y no sabíamos donde ir, así que fuimos a la casa de Javi.
Al llegar al destino ya quedó claro que eso no acabaría como el día anterior, había bastante gente en el salón, amigos y conocidos, y la gran mayoría huirían si alguien se quitara una prenda de ropa allí en medio.
Nos acoplamos y nos echamos unas copas con ellos, y las horas pasaron entre risas. Sonia miraba clandestinamente a Javi cuando creía que nadie la veía, pero yo siempre la pillaba, y muchas veces, Javi también.
Sonia dijo algo de ir al baño pero para ese momento llevaba tantas copas que no me percataba demasiado de lo que pasaba más allá de la conversación que mantenía en ese instante.
Fue cuando me rellené el vaso cuando me di cuenta de que los hielos de la copa de Sonia se habían derretido con el vaso aún por la mitad, entonces me di cuenta que Sonia hacía tiempo que no estaba en el salón y Javi tampoco.
Un escalofrío me recorrió el cuerpo y fue a parar a mi polla que se endureció y derramó una lágrima de placer. No podía creerme que se hubieran ido juntos con tanta gente allí, era demasiado descarado, tenía que saber que pasaba.
Me excusé diciendo que iba al baño, nadie me dijo que estaba ocupado, así que nadie debía recordar que faltaban otras personas en la reunión.
La puerta del salón estaba cerrada, así que salí y la dejé de nuevo cerrada tras de mí. Empecé a caminar por el pasillo sin saber muy bien a donde dirigirme ya que nunca había estado en esa casa, pero un leve sonido en la lejanía empezó a guiarme.
A cada paso escuchaba algo mejor ese ruido que me llamaba, era sin duda unos gemidos contenidos. Corrí hacia ellos hasta localizarlos tras una puerta, y al pegar la oreja a ella pude escucharlos con claridad, eran los gemidos de Sonia sin duda, era ella quien estaba tras la puerta gimiendo por el placer que le provocaba otro tío, el puto Javi se estaba follando a mi novia y unos celos cargados de morbo me invadían.
Tuve que empezar a tocarme al otro lado de la puerta, me tocaba imaginando que estarían haciendo, le comía el coño o se lo penetraba, si el la follaba o ella le montaba, quería verlo y a la vez no para no romper ese morbo.
-Follame, follame, fuerte- gritó Sonia en voz baja revelándome que tenía su polla dentro mientras que la mía palpitaba en mi mano.
Los hijos de puta ya debían llevar un buen rato ahí, hacía mucho que Sonia fue a mear, ¿Qué habría pasado? Tal vez al salir del baño Javi la esperaba en la puerta y la metió en el cuarto, o quizás ella nunca se fue al baño y tan solo le hizo una señal a Javi para que la siguiera, cada posibilidad que imaginaba hacía que mi polla estuviera a punto de estallar. Habrían estado ahí dentro besándose, enrollandose sobre la cama, acariciándose el uno al otro y quitando la ropa lentamente, o tal vez se arrancaron la ropa en un segundo y Sonia se la empezó a chupar como solo ella sabe hacer.
Quería saber qué había pasado, qué estaba pasando, me temblaban las piernas a cada nueva palabra que decía Sonia -Métemela cabrón-, -Párteme por la mitad-, -Más fuerte-, todo me sonaba a gloria, pero ninguna tanto como cuando dijo -Correte hijo de puta, llename, ¡Llename!-
Un alarido de placer masculino que tuvo que salir de la garganta de Javi, seguido de uno que ya no pudo contenerse de la boca de Sonia, tan alto que debió escucharse en todo el piso, y tras ese unos cuantos más cada vez más bajos y ahogados hasta extinguirse. Después una risita, la risita que siempre hace Sonia cuando acaba de correse y me mira, solo que ahora no me miraba a mí.
Escuché movimiento y un ahora vengo o algo parecido, así que me separé de la puerta y entré al baño que estaba justo al lado sin encender la luz.
Sonia no tardó en cruzar la puerta y encender la luz con el codo, solo llevaba las medias y los tacones puesto, el resto de ropa bajo su brazo izquierdo y su mano derecha taponaba su coño justo como la noche anterior. En ese momento me vio allí dentro, frente a ella su cara de sorpresa mezclada con cierta picardía.
-¿Qué has hecho?- Le pregunté sin poder ocultar cierta sonrisa en mis labios.
-Nada- Respondíó ella con una sonrisa menos oculta aún.
Cerré la puerta con pestillo y me arrodillé ante ella, ella dejó su ropa caer al suelo y se echó atrás apoyando su culo en el lavabo y abriendo un poco las piernas.
-Espera, espera, deja que me limpie un poco que está todo dentro-
-¿Otra vez se te ha corrido dentro? ¿Te lo has follado sin condón pedazo de puta?
-Bueno...- dijo con una risita de nuevo -Ya me lo echó dentro ayer, qué más daba un poco más.
Oír sus palabras me puso a mil, saber que la leche de Javi seguía aprisionada dentro de ella aún más.
-¿Me lo vas a comer igual?-
-¿Eso quieres?-
-Mmm... Ven aquñi- dijo con tono perverso mientras me cogía de los pelos y acercaba mi cabeza a su coño, -cómetelo cabrón.
Sonia quitó su mano y la lefa de Toni pasó a milímetros de mi boca, me empujó fuerte contra ella y clavando mi boca en su coño, y esta vez sí que noté más que un simple sabor a semen, la lamí cuanto pude, rebañé su coño y luego me levanté para escupirle en la boca. Ella tragó y luego me besó mientras metía mi polla en su coño, pude notar como los restos que le quedaban dentro resbalaban hasta mis huevos, y aunque su coño me recibió más abierto de lo normal no hizo falta mucha fricción para explotar dentro de ella mezclando mi leche con la de Toni dentro la cerda de Sonia.