Jugando por placer

Llegamos al motel, y antes de bajarme del carro bese su cuello hasta que se excitó y vi como su miembro tomaba forma. Cuando entramos en la habitación me lance sobre el

JUGANDO POR PLACER

Siempre he dicho: es mejor disfrutar de lo que venga y no arrepentirse por no haberlo hecho. Como ya les he contado, me encanta el sexo, es lo mejor que hay… bueno entre otras cosas.

Hace algún tiempo trabajaba con un abogado… hasta algo cotizado si se puede decir, su nombre es Gustavo y hasta donde sé ejerce muy bien su profesión, su edad mas o menos 50 años, es el típico hombre que hace alarde de sus supuestos atributos y vive tratando de conquistar a todas las chicas que le parecen lindas o atractivas. A simple vista es todo un "señor", serio como hace parecer, pero no pierde la oportunidad para tratar de ligarse a todas las secretarias que hemos pasado por esa oficina. En una palabra es un amargado con estilo. Para mi gusto no esta nada bien, nunca me he interesado por tipos tan mayores y menos si tienen hijos o algo así.

Desde el momento que empecé a trabajar con el supe que le gustaba, no perdía oportunidad para corretearme por toda la oficina proponiéndome que pasáramos una noche de placer… jajaja… Pobre ingenuo... Yo no salgo con viejos!!! .. Bueno total que así paso un tiempo… Yo me divertía haciéndole creer que algún día pasaría algo entre los dos.

Mientras tanto conocí a un amigo de Gustavo, el tipo no es abogado, trabaja en otras cosas. Al principio me pareció normal, como el resto del mundo, pero con el tiempo me fue interesando, más que todo por que no era como los demás amigos aburridos de Gustavo… bueno y también que no es igual de viejo que los demás. Tiene mas o menos unos 32 años… hay algo que me atraía siempre de el, no se con certeza que es pero me gustaba.

Algunas veces hablamos cuando el iba a la oficina de Gustavo, así poco a poco nos fuimos tomando mas confianza, hablábamos de todo, hasta de lo que mas me gusta, de sexo. "Óscar" como lo llamare, despertaba en mí sensaciones que me son difíciles describir. Le confesé que le tenía muchas ganas y aunque nunca me ha gustado meterme con hombres casados pues esta fue la excepción. Algunas ocasiones salíamos a tomarnos algo y nos besábamos y caricia va… caricia viene

Yo siempre estaba con una amiga y creo q eso le molestaba a el. Un día me invito a salir pero sin mi amiga… yo acepte pensé que iríamos a tomar o… no se... Pero no me imaginaba que esa noche me llevara sin siquiera preguntarme a un motel.

Me enoje mucho lo acepto, y aunque el trato de convencerme para que le diera lo que el quería yo me puse de un no rotundo, aun que yo quería estar con el pero tal vez mi conciencia no me dejaba por que aun pensaba mucho en Carlos y en lo mucho que el me amaba. Oscar se enojo mucho como era de esperarse. Luego de varios días volvimos hablarnos. Poco tiempo después de eso renuncie a trabajar donde Gustavo.

Transcurrió un año y nos volvimos hablar por chat, volvimos a lo mismo de antes. Me invito a salir y yo gustosa acepte… bailamos… Tomamos… hablamos nuevamente de todo… y en medio de los tragos nos besamos… todo eso nos llevo a calentarnos mucho así que le dije que quería hacer el amor con el. Llegamos al motel, y antes de bajarme del carro bese su cuello hasta que se excitó y vi como su miembro tomaba forma. Cuando entramos en la habitación me lance sobre el… me desvistió lentamente mientras nos dábamos un rico beso.

Al quitarme el brazier empezó a tocarme mis pechos… a besarlos… a chuparlos como si fuera una golosina. Yo estaba ardiendo y ni hablar de el, me desnudo completamente yo le quite el pantalón que traía, lo primero que hice fue buscar ese duro y rico miembro que me esperaba ansioso de ser devorado por mi.

Lo comí con tal ansia que no quería soltarlo y el extasiado por el placer se vino en mi boca. Yo no paraba de chuparlo hasta que note como perdía su firmeza.

El se levanto y me acostó sobre la cama y recorrió con sus labios mi abdomen descendiendo hasta llegar a mi clítoris. Besando y acariciando mi vagina una y otra vez, jugaba con su lengua pasándola dentro y fuera hasta que ya no pude más y mi orgasmo hizo que gritara del placer que sentía. Saboreaba mis jugos... Seguía besando cada parte de mi piel hasta que acomodo su otra vez erecto miembro y me penetro lentamente, la sensación es indescriptible.

El seguía con sus embestidas una tras otra yo sentía como llegaba al clímax en cada orgasmo que tenia. Siguió penetrándome cada vez con más fuerza hasta que sus jugos se mezclaron con los míos.

Terminamos con un largo beso, luego salimos y me acerco a mi casa. Cuando llegue era de esperarse que Carlos estaba neurótico por que se dio cuenta que no estaba. Ya se imaginaran el súper show que me hizo, pero no importa, lo bueno es que me la gocé como yo quise y no hay arrepentimientos.