Jugando con mi madre
Un hijo y su madre, desarrollan un juego sexual para calmar el aburrimiento.
Soy Javier, un estudiante de 19 años de Derecho en Madrid. Mi madre es viuda, puesto que mi padre fallecio cuando yo solo tenia 7 años. Ella tiene 41 años y es una mujer muy atractiva, se pasa el dia cuidándose en salones de estetica y siempre va vestida a la ultima moda mas juvenil para su edad. Se llama Sara.
Describirla no es facil, pero os puedo decir que es altita, morena, con pelo largo y rizado, y una tez muy morena. Tiene unos pechos bastante grandes y, lo mas importante, muy firmes, misterio que no logro entender para su edad.
Mi relación con ella es de lo mas natural, jugando un papel dual de madre y de amiga, a la cual le confieso absolutamente todos mis secretos. Su vida sentimental es confusa, ya que no le gusta desarrollar largas experiencias de pareja, obtando por contactos esporádicos cuando tiene ganas de sexo. Asi me lo reconocio en varias ocasiones cuando hablamos del tema, ya os dije que la confianza entre nosotros es amplia para hablar de cualquier cosa, por muy intima que sea.
En base a esa confianza, la he visto desnuda muchas veces por casa, y reconozco que siempre me provoca bastante excitación cuando la veo, puesto que nunca he descartado el tener relaciones con ella, aunque jamas hemos hablado de ese tema.
El pasado sabado estabamos cenando y le confese que a un compañero mio le encantaba, que me decia la suerte que tenia de tener una madre que estuviese tan buena. Ella se reia y me preguntaba que tal estaba ese chico y yo le decia que como se le ocurria pensar en eso, que no queria que ningun compañero mio me pasase por la cara el haberse acostado con mi propia madre.
La conversación transcurrio entre risas y comentarios al uso, ella iba vestida con una falda negra larga y una blusa blanca y todavía estaba maquillada, pues acababa de venir de pasear por la calle.
Después de cenar nos fuimos a ver la tele y, mientras veiamos un programa de cotilleo me dijo que habia estado comprando ropa y que me la iba a enseñar a ver si a mi me gustaba. Sin mas se fue para su habitación y alli estuvo como diez o quince minutos sin salir mientras yo seguia mirando la tele.
Al cabo de ese tiempo salio con un precioso y escotado traje de fiesta y se dio un par de paseos por el salon preguntándome si me gustaba, a lo que le dije que estaba preciosa, mientras volvia a la habitación, para volver a pasearse con un traje chaqueta mas tradicional, a lo cual volvi a decirle lo mismo.
Después del pase me dijo que ya no habia comprado nada mas, salvo un par de detalles de lencería, que si queria me los enseñaba tambien. Yo, evidentemente, le dije que si, que estaba deseando verselos, y en broma le comente que iba a llamar a mi compañero para que diese su opinión. Ella se sonrrio y me dijo que me esperara un rato.
Yo estaba impaciente y en esto aparecio con un tanga y un sujetador hasta el ombligo, tipo top, completamente transparente. Al verla asi, no pude evitar una erección, de la que ella se percato pero no dijo nada. Se dio un par de paseos por el salon y finalmente se sento en mi regazo. Al sentarse notó claramente mi duro pene en sus nalgas y me dijo socarronamente: "uy, uy, uy, que se ha excitado mi chico". Yo, pese a la confianza que nos une, me quede muy cortado, y ella se sonrrio y me dijo: "bueno, no hay porque avergonzarse, ¿o acaso no tenemos confianza para afrontar cualquier situación?". Yo le dije: "ya lo se mama, pero reconoce que eres mi madre y me siento incomodo". Ella se levanto y me dijo: "no te preocupes, hombre, que no me molesta". Diciendo eso se dirigio a su habitación, y como a los cinco minutos regreso con la ropa que tenia antes puesta.
Se sento a mi lado y me pregunto si hacia mucho que no estaba con una chica, a lo cual le respondi que como un año o algo asi. La notaba como con ganas de decirme algo, inquieta, pero no decia nada. Seguimos viendo la televisión y al cabo de un rato me dijo: "te propongo un juego divertido, que imagino que te gustara". Yo le dije: "tu diras, por mi no hay problema en jugar a lo que sea". Ella me respondio: "por lo que veo ya hace que no estas con una mujer y yo, para serte franca, tambien ya hace que no estoy con un hombre, asi que si te apetece podemos crear un juego morboso en el que disfrutemos sexualmente los dos, porque creo que entre tu y yo tenemos confianza suficiente para lo que sea, ¿me equivoco?".
Yo no sabia que decirle, asi que opte por contestarle: "no se mama, somos madre e hijo, no se si sera lo correcto". Ella me miro a los ojos y me dijo: "en cuanto me viste en ropa interior te pusistes como un semental, asi que supongo que de algun modo mi cuerpo te excita, sino ya me diras a que venia esa reaccion". Yo, sin creerme muy bien lo que me estaba pasando le dije: "si mama, tienes razon, pero...". "Pero que" me dijo ella, "mira, te propongo que nos vayamos a mi habitación, nos metamos en la cama vestidos y apaguemos todas las luces hasta la obscuridad total; cada uno le irá pidiendo al otro, alternativamente, que se quite una prenda de ropa y que se la entregue o bien que haga algo que el otro desee, y asi hasta que se rompa el hielo definitivamente, ¿te parece?".
Yo estaba excitadísimo y me dije para mis adentros que era mi oportunidad y que no debia desperdiciarla con lo que le dije: "vale, dejemos dar rienda suelta a nuestra imaginación".
Con la misma, nos fuimos a su habitación, cerrando bien la persiana para que no entrase nada de luz y nos metimos en la cama vestidos sin los zapatos, apagamos la luz y todo se quedo a oscuras y en silencio. A los dos minutos, me dice mi madre:
"Javi, quitate los pantalones y damelos, por favor". Yo hice lo que me pidio y espere pacientemente mientras oia como mi madre los tiraba al suelo. "Ahora te toca a ti", me dijo.
"Vale mama, quitate las medias y damelas". Cuando las recibi las coloque debajo de mi almohada, sintiendo el calor que traian. "
"Quitate los calzoncillos y damelos". A lo que le respondi: "No los llevo puestos, mama".
"Pues entonces dame tu camisa". Se la di y senti como tambien caia al suelo, mientras yo estaba completamente desnudo. Ahora me tocaba a mi.
"Quitate tu ropa interior, mama". "No llevo hijo". Eso me puso a cien, con lo que le dije al momento: "pues tu camisa". Se la quito y me la dio. Ahora le tocaba a ella.
"Como me imagino que ya estas desnudo, acariciate el pene suavemente". Estaba a mil y eso aun me ponia mas.
"Quitate la falda y damela, mama".
"Ya no tenemos ropa, hijo, ahora nos pediremos cosas que nos apetezcan, ¿estas relajado?. "Si mama, y muy excitado". "Vale, pues ahora me toca a mi, hijo:
"Acariciame los muslos muy suavemente". Mis manos se fueron a sus piernas y comenze a sentir sus carnes en mi piel mientras mi miembro ya estaba a punto de estallar. Mientras la acariciaba sus muslos, hice mi petición:
"Me gustaria tocarte los pechos". "Son todos tuyos, hijo, gozalos". Mis manos subieron por su piel hasta sus pechos y comenze a magrearlos con mucha dulcura y, aunque mi petición no contemplaba besárselos, no pude contenerme y comenze a pasarles mi lengua, a lo que ella no dijo nada. Se movia con excitación pero no decia nada.
"Creo que me toca a mi Javi, quiero que te pongas encima de mi y dejemos el turno de peticiones, ahora los deseos ya son libres, el hielo ya esta roto".
Me puse encima de ella y note como su entrepierna ardia y ella pasivamente, se dejaba hacer. Como tenia ciertas dudas le pregunte: "¿quieres sentir mi polla, mama?", y ella me respondio jadeante"¿tu que crees?". Con la misma se la fui introduciendo poco a poco dentro de sus entrañas mientras ella movia alocadamente sus caderas. No habian pasado ni cinco segundos cuando me corri dentro de ella, mientras notaba como me la estrujaba cariñosamente.
Me sali y me tumbe al lado, preguntándome ella si estaba bien, y le dije que si, que necesitaba descansar un rato, a lo que ella respondio con un silencio.
Al poco tiempo volvia a tener mi polla en erección y le dije que queria encender la luz, respondiéndome con un "enciéndela cariño, a mi tambien me apetece". Al encender la luz ella se sonrio y me comenzo a acariciar mi pene muy lentamente, yo no podia quitar la vista de sus magnificos pechos y ella me decia "ya se desde hace mucho tiempo que te ponen mucho mis tetas, ahora es tu momento, aprovechalo". La imagen era esplendorosa y mis manos y mi boca se dirigieron hacia ellas no dando abasto. Ella me preguntaba mientras le devoraba sus partes superiores: "dime una cosa, ¿cuántas veces te masturbaste pensando en mis tetas?", "muchas mama, siempre he deseado vivir este momento, pero nunca pense que llegaria". Retire cuidadosamente su mano de mi pene y se lo acerque a sus pechos, frotándolo contra ellos. "Subete un poco mas, quiero darte placer con mi boca, hijo". "Esta bien mama, pero dejame correrme por tus tetas, ha sido mi fantasia durante mucho tiempo y ahora puedo hacerla realidad". Ella se sonrio y asintió con su cabeza. Yo me puse en posición de hacer un 69 y asi lo hicimos. Notaba como mi pene se lo engullia mientras mi lengua recorria sus partes mas intimas. Le proporcionaba tanto placer que llegaba a soltar mi pene de su boca por momentos para coger aire. Yo estaba en la gloria cuando decidi lamerle el culo, cosa que le provoco bastante mas excitación, moviendo sus cadenas compulsivamente, por lo que opte por meterle dos dedos por detrás. En cuanto entraron mis dedos comenze a correrme y ella apunto mi miembro hacia sus pechos, tal y como le habia pedido.
Notaba mi semen entre sus pechos y mis piernas y me incorpore retirando mis dedos de su culo y acostándome a su lado. Ella me miraba sonriente y cansada, con toda mi leche por sus firmes tetas, mientras me decia "acariciame la piel, hijo, acariciame suavemente". Yo comenze a acariciarle por sus piernas y sus tetas, mojando mis dedos en el semen y llevándoselos a la boca. Ella los lamia con gusto mirando fijamente para mi con cara de morbo.
Cuando termine me dijo que me proponia algo que nos iba a gustar a los dos, que cada uno se masturbase enfrente del otro, a lo que acepte.
Ella abrio sus piernas y comenzo a meterse los dedos y masajearse, sintiendo gran placer, a juzgar por la forma de sus pezones. Mientras se movia sus pechos saltaban sigilosamente, la imagen era irrepetible. Yo, por mi parte, comenze a mover mi pene con rapidez y eso aun le daba a ella mas ritmo en sus masajes intimos. Cuando estaba a punto de correrme la adverti y me dijo que lo hiciese dentro de ella, con lo que se sento a horcajadas encima mia y comenzo una nueva penetración que duro poco tiempo, puesto que ella se lenvanto rapido y se puso a cuatro patas contra mi, diciéndome "ahora por detrás, mi amor". La penetre por el culo mientras mis dedos atendían sus partes delanteras, envueltas en sudor.
En uno de esos masajes en su clítoris, se corrio abundantemente y yo hice lo propio dentro de su culo. La bese por la espalda y en sus nalgas y nos volvimos a acostar. Al poco rato nos levantamos y ella se dio una ducha y luego yo me di otra.
Fuimos a ver la tele nuevamente y no deciamos nada el uno al otro. Yo me preguntaba lo que pasaria a partir de ahora, pero no me queria autoresponder. Mi excitación continuaba, aunque ya con un cierto dolor.
Para romper el silencio le dije: "gracias mama, me ha gustado mucho, espero que a ti tambien". Ella me respondio que se trataba de un juego para pasar el rato y que seria mejor olvidarlo hasta que jugasemos otra vez, a lo cual yo aseti con cierta complicidad en la doble intención con la que me lo dijo.
ALFIL