Jugando con Lucia y Sonia (I)
Siguen las aventuras de Pedro y Paula, esta vez con Lucia y Sonia, a las que se encuentran en la playa
Este relato ha sido escrito junto a otra usuaria de todorelatos (Lucia). Para poneros en situación hay que imaginar que solo han sucedido las historias de la playa, o como mucho la del centro comercial. Con las siguientes pierde cierta veracidad
Espero que os guste, y que gocéis tanto como yo he gozado escribiéndolo
Al año siguiente volvimos a la playa. Ese año en vez de irnos a un hotel nos alquilamos un chalet con piscina cerca de la playa. Estaba algo lejos como para ir andando a la playa, y no esperéis un chalet enorme, una casita con un salón comedor y dos habitaciones, pero merecía la pena
Después de todo lo ocurrido en la playa el año pasado había conseguido que Paula fuera menos vergonzosa. Atrás habían quedado las bragas de bikini grandes, incluso si íbamos a playas tranquilas se atrevía a ponerse tangas. Y el topless ya era algo bastante normal. Eso sí, le seguía dando bastante vergüenza por si nos encontrábamos con alguien conocido
El tercer día de playa nos fuimos a una calita que había como a 20 minutos en coche del chalet. Era una calita pequeña con muy poca gente por tener el acceso más complicado que otras playas (había que caminar un poco desde donde dejas el coche). Aparcamos, cogimos los bártulos (solo la sombrilla y una nevera) y nos fuimos a la playa.
Paula iba por delante de mí. Cuando estamos llegando me dice que está en la playa Lucia. Lucia es una amiga suya del gimnasio. Suele ir a la misma hora que ella, y coinciden en bastantes actividades dirigidas, así que se conocen bastante. Como yo alguna vez voy con ella al gimnasio también he coincidido con ella.
Al igual que Paula esta algo rellenita, pero sin sobrarle kilos por ningún lado. Gracias a ello en el gimnasio se le notaban 2 tetazas increíbles. Además, al contrario que Paula que suele llevar camisetas anchas, Lucia es de las que llevan tops enseñando bastante sin ningún pudor. Todo esto lo había comentado alguna vez con Paula, incluso le había preguntado si se las había visto en el vestuario
Pues bien, por fin iba a poder disfrutar de ver en vivo esas tetas, porque para mi sorpresa Lucia estaba en topless. Iba acompañada de otra chica que también estaba en topless. Era delgadita, con el pelo castaño y con unas tetas medianas. Muy guapa la verdad
Estábamos llegando a la playa cuando Lucia nos vio. Vimos como su acompañante, que nos la presento como Sonia se ponía la parte de arriba bikini y se levantaban para saludarnos. Lucia no se puso el bikini así que por fin podía verlas en vivo y en directo como estaba deseando cada vez que la veía en el gimnasio. Estaban ligeramente caídas (muy poco) y eran tan grandes como se intuían con los tops. Tenía unos pezones muy pequeños, de esos que dan ganas de pellizcar y morder, acompañados de una aureola rosadita
Nos saludamos. Lucia con poca vergüenza por su parte, me dio dos besos en los que pude notar por un instante sus pezones en mi pecho. Nos dijeron de sentarnos junto a ellos y así lo hicimos. Paula puso su toalla cerca de ellas de manera que yo me tuve que poner al otro lado. Aun así cuando giraba el cuello para hablar con Paula o con ellas podía ver las tetas de Lucia con total naturalidad y sin parecer un salido
Me sorprendió que Paula no hiciera topless como estaba haciendo estos días. Supuse que le daría vergüenza. Ese día eso si llevaba uno de esos tangas que había conseguido que se comprara. Era rojo y dejaba sus dos nalgas prácticamente al aire. Al rato de colocarnos en la playa Paula y yo nos metimos en el agua para refrescarnos. Ya en el agua, y sin que Sonia y Lucia nos pudieran oír así me lo confirmo
Madre mía que vergüenza. Vaya día que he elegido para venir a la playa en tanga
Chica que más da, si es de lo más natural del mundo. Además son 2 tías. Con Lucia de hecho habrás coincidido más de una vez en el vestuario del gimnasio
No te creas. Que suele irse más pronto
Estuve un buen rato convenciéndola de que no pasaba nada. Al final no sé cómo le convencí de que actuara como siempre e incluso hiciera topless, que no pasaba nada y así no se le quedaban marcas del bikini. No sé cómo conseguí que aceptara. Para asegurarme y entre quejas de ellas le quite la parte de arriba en el agua y me la quede. Paula salió hacia la toalla y yo me tuve que quedar un poco en el agua. Entre los besos, las tetas de Lucia y quitarle el bikini estaba empalmado y tenía que esperar a que se me bajara.
Me fije como Sonia y Lucia no perdían detalle de Paula al salir del agua. Como para no, se tuvieron que llevar buena sorpresa al verla en topless. Al rato me salí yo. No me fije en el momento pero cuando salí además Sonia se había puesto también a hacer topless. Pese a no ser muy grandes, en consonancia con ella que era delgada, tenía unas tetas muy bonitas
Cuando salí Paula me pidió que le diera crema. Le empecé a dar por la espalda mientras seguíamos hablando con Sonia y Lucia. No me entretuve demasiado en la espalda y pase a las piernas. Empecé por abajo y fui subiendo poco a poco. Pase mínimamente por el interior de los muslos, rozándole algo el coño con la yema de los dedos y después pase al culo. Lo sobe a conciencia, y me fije que Lucia no perdía detalle. Me estaba poniendo cachondisimo el tocárselo delante de Sonia y Lucia
Volví a la espalda. Paula se pensó que tendría intención de darle un masaje como hacemos habitualmente cuando vamos a la playa, así que no me dijo nada. Pero yo tenía otra intención. Mis manos abarcaban más de lo recomendado y por los laterales intentaba tocar a Paula las tetas. Está en un par de ocasiones me retiro la mano disimuladamente hasta que en la tercera me dijo en voz alta que parara, provocando las risas de Sonia y Lucia
Lucia: Déjalo que toque. Con tus tetas no me extraña que aproveche
Paula: Esta hecho un sobón. Y poco le importa que estemos en público – dijo mientras me daba una pequeña colleja cariñosa
Lucia: Bueno, no pasa nada, que hay confianza
Paula: De todas formas con mis tetas, hablo la que no va bien servida
Lucia: No me puedo quejar
Sonia: No os podéis quejar ninguna de las dos. Y yo con estas miniaturas –dijo mientras se incorporaba. Se sentó en la toalla de Lucia y se tocaba un momento sus tetas
No sé cómo la conversación siguió un buen rato. Paula se sentó también en la toalla para hablar más cómodamente y yo me senté a su lado. Estuvieron hablando de como Sonia tenía algo de complejo porque le gustaría tener un poco más de tetas o como las de Lucia para lo grandes que eran no estaban muy caídas. Yo era la ocasión perfecta para mirar cada teta sin parecer un salido y sin duda que aproveche. Lo cual me costó volver a empalmarme. Hice esfuerzos por no hacerlo pero comprenderme, al lado de Paula a la que le había tocado un poco las tetas mientras le daba crema, y al lado de dos tías buenas (cada una a su manera) como Sonia y Lucia ambas en topless.
Lucia: ¡¡Uy, uy, uy!! Vamos a tener que dejar la conversación. Que uno que se me yo creo que esta empalmado - dijo Lucia provocando las risas de las otras 2
Yo: Que queréis. Que uno no es de piedra
Paula: ¡¡Anda que!! – Me dijo dándome un beso en la mejilla - Anda tira para el agua a ver si te calmas un poco
Yo: ¿No me acompañas? – le dije guiñándole un ojo. Por supuesto estaba deseando que me acompañara a ver si conseguía que me hiciera aunque sea una paja
Paula: Vas bueno, que te acompañen una de estas 2 que son las que te han provocado que estés así
Lucia: Oye, oye. ¿Cómo que lo hemos provocado nosotros? Nosotras estamos pasando una mañana de playa tan ricamente
Sonia: Eso digo yo. ¿Qué hemos hecho para provocarlo?
Paula: Puff. Si el niño no veas como está gozando. No te creas que es la primera vez que se fija en ti. – Dijo dirigiéndose a Lucia - Incluso alguna vez me ha preguntado si te las había visto en el vestuario para saber cómo eran
Yo: Es que Lucia. Eres el sueño erótico de medio gimnasio. Especialmente con el top ese rosa que deja intuirlas bien
Lucia: La que he liado. Ya no me pongo el top ese. Bueno – me dijo girándose un poco a los lados para que las pudiera ver bien – y ahora que las puedes ver en vivo ¿Qué te parecen? ¿Te las imaginabas así?
Yo: Son perfectas – yo estaba alucinando de la naturalidad con lo que había surgido todo. Llegados aquí le iba a echar morro a ver que conseguía – Me parece increíble que estén tan poco caídas con lo grandes que son. No me las imaginaba así. De todas formas… - dije dejando la frase a medias
Lucia: ¿De todas formas qué? Termina la frase chico, que no muerdo
Yo: Pues que de todas formas… - dude un poco si decirlo o no, al final me lance – pues que de todas formas para poder opinar en condiciones de unas tetas hay que tocarlas – por supuesto me lleve otra pequeña colleja amistosa de Paula
Lucia: Anda si tiene morro el tío. Y parecía tonto. Con vérmelas ya deberías estar bastante contento
Sonia: Y lo está – dijo entre risas refiriéndose al estado de mi polla
Parecía que había acabado la conversación cuando Lucia intervino
Lucia: Bueno. Si a Paula no le importa, puedes tocar un poco para que opines en condiciones
Paula: ¿A mí? Ya somos todos mayorcitos, vosotros sabréis lo que hacéis
Fui acercando las manos a las tetas de Lucia, cuando estaba a punto de tocarlas volvió a intervenir
Lucia: Solo un poco eh. No te aproveches
Finalmente pose las manos. Al principio con más vergüenza que otra cosa solo las roce ligeramente. Como nadie decía nada apreté un poco y las pude tocar bien. Eran increíbles. Se notaban perfectamente que eran naturales y mis manos las abarcaban por completo. Me hubiera gustado tocar, sopesarlas, tocar un poco el pezón, pero me parecía demasiado abusar, así que las retire.
Seguido me vuelvo hacia Paula y le doy un beso, mas cariñoso que otra cosa aunque con lo cachondo que estaba me apetecía mas de otro tipo. Todos estábamos en silencio y le empecé a tocar las tetas a Paula
Yo: Por comparar – le dije
Con Paula por supuesto no me corte. Se las sobe en condiciones, le pellizque un poco el pezón. Paula entrecerró los ojos. Al final le estaba gustando y todo la situación. Así que aproveche. Agache la cabeza y le chupe un poco el pezón, terminando de ponérselo duro. Menos mal que no había casi gente en la playa porque buen espectáculo estábamos dando los 4
Paula: ¡¡Oyeee!! – Se quejó - ¿Eso también es para comparar?
Estuve un poco más chupándole el pezón, e incluso le mordí un poco, y después pare. Estuvimos un poco en silencio. Creo que nadie nos creíamos lo que estaba ocurriendo. Cuando Lucia intervino
Lucia: Bueno, ahora que has podido comparar. ¿Cuáles te parecen mejores?
Yo: ¡¡Buff!! Cuesta decidirse. Es como elegir entre papa y mama. Las dos tenéis unas tetas perfectas
Paula: ¡¡Pero bueno!! ¿Para tanto son o qué?
Yo: Pues imagínate. Algo más grande que las tuyas
Paula de repente alargo las manos hacia Lucia. Sin terminar de decidirse a tocarlas le pregunto a Lucia si podía. Lucia y Sonia se miraron entre risas, y Lucia respondió que adelante. Paula me imito como había hecho yo un rato antes. Primero solo poso las manos y después apretó un poco. Después despego una mano y se tocaba ella misma una teta a la vez como comparando. Apretaba ambas a la vez
Lucia de repente imito a Paula y le toco la teta que le dejaba libre. Lucia se cortó menos. Agarraba la teta desde abajo sopesándola. Después repaso el contorno de la aureola de Paula. A Paula le debía estar gustando porque de nuevo entrecerró los ojos. Si ya estaba empalmado esto era increíble. Como pude aprovechando que Sonia estaba más atenta a como Lucia le tocaba a Paula me recoloque la polla en el bañador, porque me estaba empezando a doler.
Lo siguiente que veo es a Paula morderse el labio con los ojos ya totalmente cerrados. Me acerque a ella y le di besitos cariñosos en el cuello. El pezón de la teta que tocaba Lucia estaba durísimo, sin que ni siquiera le hubiera llegado a tocar el pezón, solo le repasaba la aureola. Finalmente ambas bajaron las manos. Fue Lucia la primera en romper el silencio
Lucia: Tienes unas tetas impresionantes Paula. Desde luego Pedro tiene que estar contento
Paula: Las tuyas también son increíbles
Estuvimos hablando un buen rato. Nos dimos todos un chapuzón y con el frio del agua y gracias a una conversación normal por fin se me bajo la empalmada que llevaba. Estábamos muy a gusto y nos hubiéramos quedado todo el día en la playa, pero no nos habíamos llevado nada de comer y ya había hambre. Así que les propusimos a Lucia y Sonia que vinieran a casa a comer, contándoles que teníamos un chalet con piscina.
Estas insistieron en que no, que era mucha molestia, pero convenciéndoles de que preparábamos algo rápido les convencimos. Así que cada uno nos fuimos en el coche al chalet.