Jugando con la vida: Capitulo 1: El Comienzo
Desiré y Darek comienzan a conocerse, ambos tienen alguna dificultad conviviendo juntos, pero al ver como las cosas empeoran, hacen las paces y empiezan a llevarse bien de nuevo, la gente ha perdido el juicio y cargan organizadamente contra la policía, en el cuarto de ella se rompen los cristales
Jugando a vivir
Capitulo 1: El Comienzo
.- ¡¿y qué haremos?! (Pregunto la chica al borde de la histeria, levantándose y moviéndose de un lado a otro, poniéndome más nervioso aun, si es que eso podía ser)
-. Tranquilizarnos (Dije continuando con mi actitud calmada por fuera, aunque por dentro estaba incluso más asustado que ella)
.- ¿Cómo puedes estar tan tranquilo? Tras a ver visto lo de ahí fuera (Señalando a la ventana de pie, nerviosa perdida)
-. Simple, ellos están fuera y nosotros aquí dentro (Continuando con mi actuación de tipo duro)
Mientras con gran resistencia me ponía de pie evitando el temblor de mis piernas haciendo fuerzas, al escuchar cristales roto, golpes, gritos, alguna moto, un derrape, un golpe, fuego.
.- ¿Qué vamos a hacer? (Volvió a preguntarme zarandeándome)
-. Primero cálmate de una vez (La agarre por los hombros con fuerza, controlando el temblor de mis brazos y la senté) luego obedecer las indicaciones del gobierno, demos tiempo para que la cosa vuelva a su cauce (Dije paseando de un lado a otro delante de ella)
.- ¿Cuánto tiempo? (Pregunto algo más tranquila)
-. Para empezar dos o tres días, mas adelante si no se soluciona la cosa, ya veremos que hacemos (Conteste como si supiera que hacer)
.- Pero, aquí no tengo ropa, no tengo nada, ¿Cuánta comida tienes? (Pregunto para comprender mi tranquilidad)
-. Para mí solo habría para seis días, para los dos, abra unos tres días, cuatro si lo racionamos un poco, tranquila, yo tengo ropa (Contestando como si lo tuviera todo pensado)
.- Supongo que tenemos suficiente, para darle tiempo a que esto se arregle (Dijo más tranquila)
-. Si, lo tenemos (Dije con seguridad)
Me senté en el sofá a su lado y por primera vez empecé a mirarla sin que me pasara desapercibido que ella miraba de nuevo mi casa, era morena con el pelo negro azabache a pesar de tener el pelo en una coleta alta, con un poco el pelo rizado por las puntas, le llegaba hasta media altura del pecho, tenía los ojos verde claro, los labios los tenía bastante rosados aun sin pintar y un poco gorditos. No era una chica con un cuerpo espectacular, pero si una chica con un buen cuerpo y bien repartido, con su figurita, sus pechos aunque algo caídos por el buen tamaño, que con su escote mostraban una buena vista, una buena cintura y unos buenos glúteos, con piernas bien ejercitadas, según podía observar desde mi posición.
Ella llevaba puesto un top de rayas laterales que se colgaba del cuello, sin sujetador y un mini short que era el que mostraba sus piernas, aunque magulladas por lo de antes, con un esplendido aspecto, también, se le marcaba un poco los labios, de delante, pero un buen caballero no debería mirar eso, por ultimo llevaba unas sabinas blancas a juego con el top.
.- ¿Se puede saber que miras? (Dijo con gesto enfadado, ya que tras terminar de ver cómo iba vestida entera, mis ojos sin quererlo habían vuelto a los labios de delante)
-. Te miraba a ti, para ver si tenias alguna otra herida, ¿y tú? (Mentí, aunque siempre había sido bueno en eso, esta vez supuse que costaría que colaría)
.- No, estoy bien, gracias, ¿yo? Intentaba averiguar qué tipo de persona eres por tu casa, ya que siempre he pensado que eso debe reflejarse (Confeso ella)
-. De nada (Dije pensando ha colado) ¿y qué tipo de persona crees que soy? (Pregunte, para ver que había averiguado de mi)
.- Pues según veo en tu salón eres algún tipo de freak, así que deduzco que serás virgen, también eres algún tipo de coleccionista, por lo que veo en tus vitrinas, así que supongo que estas mucho tiempo aquí. (En realidad ella no sabía hasta que punto había acertado) y allí tienes equipo de policía, ¿eres policía? (Pregunto extrañada, como si no pegara conmigo)
La verdad siempre había querido ser policía de verdad, pero por mis miedos, el trabajo de policía no era demasiado compatible conmigo, aunque quizá que la mentira solo durara dos o tres días, me facilitaba el trabajo, me daba igual que luego esta chica pensara que era un mentiroso. Total estábamos aquí, por lo que estaba pasando fuera, no por, que yo le callera bien a ella de verdad, en circunstancias normales una chica así ni me hubiera mirado, quizás ella hubiera muerto pisoteada en el supermercado, si luego decidía enfadarse, lo entendería, aunque le hubiera salvado la vida.
-. Si (Dije con falsa franqueza)
.- ¿y porque no sales ahí afuera con tus compañeros? (Pregunto extrañada)
-. Simple, estoy de vacaciones (Dije, cruzando los brazos detrás de la cabeza)
.- ¿no tenéis que estar de servicio siempre? (Pregunto con algo de sarcasmo)
-. Y lo estoy, te he salvado, ¿o no? (Pregunte con algo de retintín)
.- ¿Eres un poquito cobarde, no? (Me pregunto como si ya supiera la respuesta a esa pregunta)
-. Bueno, voy a ayudar, ¿quieres quedarte aquí, sola? (Hice el amago de levantarme)
.- No, no, estas de servicio, para protegerme a mi (Dijo agarrándome el brazo)
-. ¿Sabes? No todos los policías somos héroes (Dije mirando la pared del salón)
.- Sin embargo, a mi me has salvado, gracias (Dándome el primer beso que me había dado nadie en el cachete)
Me ruborice sin poder evitarlo
.- Bueno, ya que nos vamos a quedar aquí unos días, enséñame la casa, ¿no? (Dijo levantándose, siendo muy femenina, aunque juraría que se había dado cuenta perfectamente que me había ruborizado por ese simple beso en el cachete, sin más intención, que agradecerme salvarla)
-. Vamos (Dije levantándome)
En el salón había una puerta con cerradura
-. Este es el almacén privado, no puedes entrar ya que está cerrado con llave, así que no tienes porque preocuparte de eso (Dije con poco interés a pesar de que allí dentro estaba mi sueño o mis mayores tesoros)
.- ¿y qué tienes ahí dentro? (Dijo con cara de curiosidad y de morbo mal ocultado)
-. Nada importante… (Dije haciendo un gesto con la mano, quitándole importancia)
.- ¿Me dejas ver? (Pregunto de nuevo, aumentando la curiosidad en ella, como si cuanto más se lo prohibiera, mas consiguiera lo contrario)
-. No (Dije girándome hacia el otro lado del salón)
.- ¿por fa? (Ella siguiendo pegada a mi brazo, jalando de él)
-. No (Era muy fácil para mí negarme así)
.- ¿y si duermo contigo? (Dijo acercándose a mí con sensualidad, pegándose mucho con una cara de morbo curiosa y acariciando mi pecho con tal arte que hizo que se me erizara hasta el último bello de la piel)
Aunque sabía que solo estaba usando sus armas de mujer, contra mí.
-. No… (Dije pegando un bote del susto)
.- Era broma (Dijo ella fingiendo que no tenía interés y que todo eso, había sido una broma)
-. Lo sé (Dije sabiendo que solo quería ver la habitación prohibida)
.- No pensaba hacerlo (Dijo excusándose, como si le importara lo que pensaba yo)
-. También lo sé (Dije, un poco cabizbajo ante la evidencia)
.- Pues tu cara no decía eso (Dijo tocándome la nariz, en una actitud que no llegue a entender del todo)
-. No, pero ya me lo imaginaba (Dije y para variar el tema) Este es el baño de invitados (Mientras abría la puerta)
El baño no tenía nada especial, un lavabo, una estantería colgante con un cristal que tenía el botiquín dentro, una ducha con mampara de cristal traslucido y el váter.
.- ¿no tienes bidel? (Pregunto algo incomoda)
-. No, solo en mi baño, pero ese… (No lo usa nadie, quise decir)
.- Pues tendrás que dejarme usarlo, una señorita, tiene necesidades especiales (Dijo con el dedo levantado, adueñándose un poco ya de mi casa o eso me parecía a mi)
-. …mmm…mmm…bueno…que remedio… pero cuidado con lo que tocas (Advertí, ya que no me gustaba que nadie entrara en mi baño y mucho menos, que lo usara)
.- ¿Qué tienes en el baño? (Pregunto otra vez con mucha curiosidad)
-. Nada especial (Dije simulando que no me importaba)
.- Creo que me va a gustar vivir aquí (Dijo ella con una sonrisa)
-. Bueno, sigamos… (Dije intentando alejarla un poco más del cuarto secreto)
.- ¿Dónde tienes la llave? (Me pregunto de nuevo, con la misma cara de morbo)
-. ¿Qué llave? (Pregunte como si no supiera de que me estaba hablando)
.- La del cuarto secreto (Insistió de nuevo con eso)
-. Esta a buen recaudo (Sin señalar que la llevaba alrededor del cuello)
.- Ya la encontrare (Me dijo sacando la lengua con un gesto muy curioso)
-. Eres un poco pesada, ¿no? (Pregunte sin esperar respuesta)
.- más bien cabezota (Corrigió ella con una sonrisa)
-. Este es tu cuarto (Dije enseñándole, mi cuarto de cuando era pequeño)
Como era un tío de costumbres, las sabanas seguían siendo de spider man, las paredes y techos estaban pintados como el espacio, el suelo era de madera y la habitación tenía mis poster pegados de mangas. También había una cama, una mesilla de noche, un escritorio, un armario y una estantería llena de libros, una ventana que daba a la escalera de incendios.
.- ¿Cómo que mi cuarto? (pregunto irónica)
-. Siempre he escuchado que a las chicas hay que dejarles intimidad (Me explique)
.- si, pero no meterlas en un cuchitril (Dijo mirando el cuarto y luego mirándome a mi)
-. No esperaras llegar a mi casa y echarme de mi cama, ¿No? (conteste un poco con ironía)
.- no… pero sería muy bonito por tu parte que me dejaras la cama un par de días, demostrarías ser un caballero (Dijo intentando tentar un lado sensible, del que yo carecía)
-. Pues lo siento no soy un caballero, si quieres puedes dormir conmigo, eso es todo lo que puedo hacer por ti o eso o duermes en ese cuchitril o en el sofá, donde tu prefieras (Le conteste, seriamente con una sonrisa traviesa)
.- ¿dormir contigo? ¡Ni lo sueñes!, eres el peor anfitrión que he conocido en mi vida (Gruño ella, sin saber lo que esas palabras significaban para mí)
-. Perdóname, pero soy así… (Deje de enseñarle la casa disgustado y me fui a mi cuarto a lo que mejor se me daba, jugar y lo además era lo único que mantenía entretenida a mi mente sin pensar)
Mi cuarto era el de mis padres, una cama de matrimonio gigante, dos mesillas de noche, un tocador, un armario empotrado y otro normal, un escritorio, donde estaba mi ordenador, mis consolas y mis juegos, una lámpara en el techo con forma de araña, un balcón que daba a la calle y un cuarto de baño, donde había una bañera, un bidel, un váter, un lavabo, un espejo de cuerpo entero y un pequeño jacuzzi, aunque nunca lo había estrenado, pues no quería hacerlo solo.
No sé realmente cuantas horas pasaron, ya que cuando me ponía a jugar, el tiempo carecía de significado para mí, ella siguió gritando en el salón un buen rato, aunque apenas se la escuchaba con todos los ruidos que había en la calle, hubo algunos accidentes de coche, otros de moto, gente atropellada, incendios provocados, comercios saqueados y aun así, los juegos en línea aun funcionaban y estaban llenos de gente.
Me saco de mi estado el olor a comida recién hecha, me recordó a un olor ligeramente conocido de mi infancia, pero hasta que no lo viera, no sabría decir a ciencia cierta, que es lo que era. Me parecía curioso pensar que la chica después de discutir conmigo de esa manera, se hubiera puesto a cocinar, aprovechando que estaba distraída y como no me fiaba de nadie, entre en mi almacén secreto y me puse el cinturón con la pistola reglamentaria, la porra, las esposas y la radio, no por nada, pero tarde o temprano los disturbios podían empeorar y llegar a las casas.
.- Así que esto es lo que guardas aquí (Me sorprendió ella, apoyada en la pared)
-. Si… (Me di la vuelta sorprendido, aunque seguía dolido)
.- es muy interesante (Dijo mirándolo todo)
-. Me alegro… (Dije dejando lo demás en sus vitrinas)
.- Oye, siento lo que dije, tienes razón en lo que decías (Ella se acerco a mí y me acaricio la mano)
-. … Vale, no pasa nada (Dije mirando rojo para otro lado)
.- Bueno he hecho sopa de pescado, ¿comemos juntos? (Me dijo tirando de mi)
-. Mmm… el plato que mi madre me hacía de pequeño, vamos (Dije yo poniendo cara de tener hambre)
.- ¿Cómo que has decidido armarte? (Me dijo al salir ella primero, para que yo cerrara con llave)
-. Por si empeoran las cosas (Dije mientras cerraba y señalaba con la otra cabeza hacia fuera)
.- Comprendo, eso me hace sentir más a salvo, gracias (Me dio un segundo beso en el cachete, que hizo el mismo efecto que el primero y seguí su culo en movimiento, hasta la cocina)
En la cocina había una barra americana que usaba regularmente para comer, ella había puesto un taburete a cada lado para comer el uno frente al otro.
-. Gracias (Le agradecí darme mis primeros besos en el cachete provenientes de una chica real, poder convivir con alguien y sobre todo una chica con los mas y los menos que eso conlleva, pero sobre todo también el haber cocinado para los dos y finalmente el no haberse ido tras nuestra discusión)
.- ¿Por qué? (Pregunto extrañada)
-. Por hacerme compañía (Dije lo que menos raro seria, para mí)
.- Gracias (Pero ella también me dio las gracias a mi)
-. ¿Por qué? (Yo sí que le pregunte extrañado)
.- Por salvarme la vida, curarme, dejarme estar aquí y a pesar de haberme puesto tonta, no echarme a la calle (Dijo ella agarrando a la vez mi mano y acariciándomela, haciéndome estremecer)
-. Yo nunca haría eso (La verdad es que yo no tenía maldad, solo en cierto modo era un superviviente, siempre que nos habíamos encontrado en una situación jodida mi tío y yo, el que mejor había actuado, era yo)
.- Quizá, eso es lo que me gusta de ti (Dijo soltándome la mano con una pequeña sonrisa naciéndole en el rostro)
-. ¿Qué? (Pregunte confuso con a que se refería con “es lo que me gusta de ti”)
.- Nada, importante, por cierto, me llamo Desiré (Dijo mirándome a los ojos)
-. Yo soy Darek Defens (Yo conteste un poco avergonzado)
.- ¿En serio eso es un nombre? (Mirándome un poco desconfiada por primera vez, pero claro, era difícil de creer sin una conveniente explicación)
-. Ese es el que me puse, cuando mis padres se me largaron de casa y me dejaron aquí solo. (Dije siendo directo y sincero, sin ponerle mucho interés al tema)
.- Entonces, encantada Darek, que te aproveche (Me gusto oír mi nombre desde sus labios, me hizo sentir, algo distinto, que nunca había sentido hasta ahora)
-. Encantado Desiré, gracias, igualmente (Provocando que ella sonriera un poco más al decir su nombre)
A partir de ahí cenamos en silencio, nada más que haciendo ruidos de placer al comer, los ruidos seguían afuera casi por igual, cuando terminamos de cenar, Desiré, me hizo fregar a mí, por otra parte algo justo si ella había cocinado y mientras yo fregaba, ella se quedo para hacerme compañía.
.- así que eres policía, ¿no? (Pregunto cruzando las piernas)
-. Si, lo soy (Dije mirando de reojo sus piernas)
.- ¿De qué tipo? (Pregunto con interés)
-. Nacional especialización antidisturbios (Dije sin mirarla)
.- ¿esa gente no está siempre musculosa? (Al decirme eso me sentí fuertemente observado)
-. No, eso es un mito (Dije riéndome)
.- Que pena… (Contesto mirándome sonriéndome al escucharme reír)
Tras un pequeño incomodo silencio
-. ¿y tú a que te dedicas? (Le pregunte interesado en saber de ella)
.- ¿yo? Estoy en paro, pero si te vale, me gustaría ser secretaria (Ella contesto mientras se apoyaba con el codo en la barra americana)
-. ¿Y no has trabajado de nada? (Pregunte interesado en saber mas)
.- Si bueno, he sido camarera, pero no me gusta demasiado. (Me conto un poco más, dada mi insistencia)
-. Termine (Informe secándome las manos en un trapo de cocina)
.- ¿Ahora qué hacemos? (Pregunto ella, mirando la ventana un poco preocupada)
-. ¿Charlamos un rato en el salón? (Le señale yo, el lugar más insonorizado, para estar más tranquilos)
-. Vale, me gustaría (Dijo contenta por no estar mas aburrida)
Fuimos al salón, nos sentamos allí y nos pusimos a mirarnos.
.- ¿De qué te gustaría hablar? (Pregunto ella con curiosidad)
-. ¿Y a ti? (Pregunte yo, que ya sabía casi todo lo que quería saber de ella)
.- ¿alguna vez has matado a alguien? (Pregunto con cara de morbo)
-. Creo que no, los he herido, pero ya esta (Pregunte recordando las pocas misiones que había hecho)
.- ¿y lo harías por proteger a alguien? (Pregunto con una linda sonrisita)
-. Supongo que si (Conteste perplejo, ante sus preguntas) ¿Tienes novio? (Me atreví a preguntar)
.- Bueno, tenia, no me contesta al móvil ni nada, ¿y tu novia? (Me contesto tan pancha y me pregunto otra vez con esa misma cara)
-. No, eres la primera chica que traigo a mi casa (Dije sin saber si reír o llorar, aunque parecía que el novio le importaba poco, ya que apenas habían pasado unas horas y ya consideraba que no tenia novio, solo por no contestarle)
.- ¡¿Si?! Estarás emocionado, ¿no? (Pregunto con una sonrisa)
-. Lo estaba (Confesé que lo estaba antes, antes de saber que tenia novio y antes de averiguar que cada uno dormiríamos separados, vamos, que era normal, no era mi novia ni nada)
.- ¿y ya no? (Pregunto quebrando la sonrisa)
-. Bueno, la situación es muy diferente a como la imaginaba (Dije un poco resignado)
.- ¿y cómo la imaginabas? (Quiso saber igualmente, con gesto serio)
-. Bueno, siempre pensé que a la chica que traería aquí, le gustaría yo (Dije rompiendo el espíritu serio de la conversación con una pequeña sonrisa)
.- Entiendo… (Ella me devolvió la sonrisa, aunque miro para abajo, quizás pensando en mis palabras)
-. ¿y dónde vives? (Pregunte, para ver si era posible llegar a su casa, para coger sus cosas o alimentos)
.- Yo a la entrada de Cádiz ¿Por qué? (Pregunto con un poco de desconfianza)
Estaba a unos tres kilómetros andando, si intentásemos llegar ahora a pie no llegaríamos y si lo intentáramos con un vehículo tendríamos que elegir entre atropellar gente y pasar o no hacerlo y que nos robaran el coche por ir demasiado lentos.
-. Por si podíamos pasar a coger tus cosas o mas alimentos, pero lo veo difícil (Confesé resignado)
.- Yo también… (Dijo bastante cabizbaja)
.- ¿Encendemos la televisión, para ver cómo va la cosa? (Me pregunto señalando la televisión y mirando esperando mi aprobación)
-. Siéntete como en tu casa, haz lo que quieras (Dije sin pensar demasiado)
.- Vale, gracias, ¿lo que quiera? (Dijo ella con cara morbosa, que en esta situación me asustaba un poco)
-. Dentro de unos límites, normales, claro (Dije pensando mil cosas y ninguna de ellas, decente)
-. Pero luego lo quiero todo en su sitio, ¿vale? (Avise de que me gustaba el orden, odiaba no encontrar algo)
.- ¿ah sí, que eres un maniático del orden, no? (Pregunto ella, agarrando el mando)
-. Si, lo soy (Confesé orgulloso de lo que era, en cierto modo eso era bueno)
Ella solo se rio, por mi cara de orgullo y encendió la televisión.
.- La policía va a cargar a las doce quince de esta noche, a toda persona que esté en la calle, informo que será reprimida brutalmente, las primeras cajas de suministros han caído ya en las azoteas, volved a casa, si no tenéis suministros, no preocuparse, mañana caerán mas y pasado mas. Ayudad a que las cosas vuelvan a su cauce…
.- ¿crees que recuperaran el control de la situación, como pretenden? (Pregunto un poco preocupada)
-. No lo sé, la cosa esta peor que nunca, pero, si no será peor (Explique, ya que las leyes sí que me las sabia)
.- ¿peor a que te refieres? (Pregunto intentando entenderme)
-. A que meterán al ejército en las calles y esos no preguntan, solo disparan. (Aclare a que me refería)
.- ¿y qué haremos? (Pregunto realmente asustada)
-. No lo sé, sobrevivir (Para saber que hacer tendría que encontrarme en la situación)
.- ¿pero, como? (Pregunto aun mas asustada)
-. Eso no lo sé, ya actuaremos cuando tengamos un problema en consecuencia (Decidí ser todo lo trasparente que podía, para calmarla)
.- Bueno, tú eres el experto (Ella se sintió aliviada con mi respuesta)
-. ¿Vemos una película? (Para terminar de aliviarla, quise distraerla)
.- ¿de que las tienes? (Pregunto empezando a pensar en otra cosa)
-. De policía…. Pero puedo bajarme cualquiera en media hora de internet, si quieres (Estaba siendo tan amable con ella, que yo mismo me sorprendía)
.-Pon una de policía, mismo (Ella se relajo, en el sofá)
Empezamos a ver la película, al poco ella se quedo dormida, habían sido demasiadas emociones para ella, la lleve a su cuarto, la arrope en la cama, apague las luces, me asegure de que todo estaba en su sitio, de que tanto puertas como ventanas, estuvieran cerradas y luego antes de irme a mi cuarto, le di un beso en la frente y me fui a mi cuarto. Desde allí, mire expectante la carga policial…
Yo era un policía más en la pequeña comisaria de Cádiz, pero hoy esto era una locura, los policías locales, eran mandados por primera vez a las salidas de Cádiz, para evitar que nadie saliera con ordenes de abrir fuego, si alguien lo intentaba y no solo eso, sino que por primera vez las órdenes eran tirar a matar. La policía nacional, los números pares, se dedicaban a detener todo el tráfico que pudieran por las buenas o las malas y los números impares, prepararon barricadas en la comisaria, para que tuviéramos esta noche un sitio adonde volver si la cosa se torcía, ya que la comisaria, ya había sido atacada y todo, con algunas bajas policiales, no muchas, pero ahora necesitábamos hasta el último hombre, ya que la ciudad se había vuelto loca.
Bajo el comisario González, estaba el sub comisario Ramírez pero era solo un pelota arrastrado, luego estaba: Pelayo el jefe de la policía local, Domínguez, el jefe de la policía nacional y Aguilar el jefe de los antidisturbios, normalmente éramos diez policías locales, diez nacionales y diez antidisturbios que cuando no había nada que hacer reforzábamos a las otras policías. Pero hoy había venido policía de toda la provincia, éramos cien policías locales, cien nacionales y cien antidisturbios, grupo en el que me incluía yo.
Nuestra tarea era la más difícil, pues teníamos que hacer que la gente huyera, intentando no matar o herir demasiado a nadie, ya que el hospital no daba abasto y la guardia civil en conjunto con los agentes de seguridad, no daban abasto tampoco para protegerlo y mantener el orden. A la hora de la carga, nos dividimos en dos grupos, el grupo del norte y el grupo del sur, empezamos a acorralar a la gente en la avenida que había por toda la calle, la cosa iba bien, empezábamos a controlar la situación, cuando uno entre la gente se adelanto e hizo sonar un pito.
Yo iba en el grupo del Norte, cuando nos rodearon no solo por delante, por los lados también apareció más gente que nos hicieron retroceder para no quedar encerrados, volvimos a la comisaria con: dos muertos, veinte mal heridos, seis heridos y los demás solo cansados y levemente desilusionados. El grupo del sur volvió más tarde con: diecisiete muertos, uno mal herido, once heridos y los demás, totalmente acabados.
Miraba como iba todo desde la ventana, la mezcla de sentimientos que sentía era brutal, por un lado tenía miedo, quería que la policía ganara para volver a la rutina a la normalidad, pero por otro, quería que todo se fuera a la mierda, para continuar conociendo a Desiré, continuar viviendo con ella, sentirme importante para ella, jugar a ser lo que no soy y siempre quise ser, policía.
Tras ver el resultado de la batalla, estaba un poco más tranquilo, al final había ganado el diablo la batalla, me tocaba ser un héroe y por primera vez en mi vida, iba a jugar a serlo en la vida real y no en un juego. Sería un héroe para Desiré, para mí y para cualquiera que necesitara mi ayuda, esperaba ser tan bueno como cuando acabo de los primeros en el juego, estaba inmerso en mis pensamientos, cuando… Escuche ruido de cristales rotos, aquí cerca y escuche el grito de Desiré, agarre la pistola y comencé a dirigirme hacia el cuarto con las manos temblorosas, pero el paso firme...