Jugando Con Fuego Cap 1

-¿No quieres ir a la habitación?-pregunto Alexander acariciando mi cuello.-¿O prefieres seguir viendo a ese muslito de pollo?. -Es menos puta que tú.-lo empuje.-Ven rápido antes de que se me quiten las ganas. Sonrió y vino detrás de mi como la zorra ninfómana que es.

Jugando Con Fuego.

Es increible como algo tan peligroso... Tan letal... Tan hermozo... Puede llevarte al paraiso y al infierno a la vez.

Cooper, un chico sumiso e introvertido de 18 años con ojos color azul intenso, cabello rubio oscuro cuerpo delgado pero marcado de un metro sesenta, que acaba de ingresar a la universidad donde conoce torpemente a un chico muy atractivo llamado David.

David, un chico irascible y egocéntrico con 21 años es deseado por todos y todas las que lo ven y odiado por todos lo que lo conocen. Una mirada irresistible, ojos de color negro como su cabello en punta, un metro setenta y nueve y un cuerpo de dios griego.

Cooper:

Iba tarde a mi primer día a la universidad, estaba trasnochado por haber estado chateando toda la noche con mi hermano, que en este momento vive en Inglaterra. Él sí tuvo la suerte de poder escoger a donde estudiar su carrera en medicina. Por otra parte la Arquitectura era una rama muy popular en esta ciudad, mi madre no tuvo problema para encontrar un instituto cerca de casa.

Llegue justo a tiempo para el recorrido por las instalaciones. Toda la mañana fue muy aburrida algunos decidieron pasear por el lugar solos, yo previendo mi tendencia de perderme hasta en mi habitación decidí conocer bien el lugar.

-Esta es la cancha de deportes.-anuncio el coordinador de alguna cosa que ya no recordaba.

"Detesto el ejercicio físico". Por suerte mi metabolismo me ha ayudado a tener un cuerpo esbelto.

Volteo a las puertas y unos chicos entran con camisillas y pantaloncillos. Uno delgado pero marcado con cara de infante, otros dos exactamente iguales, imagino que sin uniforme sería más fácil de distinguirlo, y el ultimo tras de ellos que era más alto que los demás y más fivrado. No podía negarlo estaba como quería, si fuese abiertamente gay ya me le hubiera tirado encima, su rostro era tan sexy, tenía una barba de dos días bien cuidada. Las líneas de su rostro eran finas y su cabello estaba muy bien peinado con gel.

¿Quién se pone gel para hacer deportes? No soy un experto pero ¿no se despeinara?

Antes de que el coordinador Don hablador terminara de alardear de cuantos trofeos habían ganado sus equipos en varios deportes pude ver que los chicos se posicionaban tres de un lado y uno del otro. El que parecía súper modelo se puso solo de un lado rebotando una pelota de básquet.

-Eso es injusto.-pensé en voz alta.

Todo el grupo de nuevos y uno de los gemelos en la cancha que estaba más cerca de nosotros voltearon a verme.

-Es cierto.-dijo de repente sonriéndome.-No es justo para nosotros se necesitan 5 como mínimo para poder con David.

-¿Quién es David?-pregunte casi automáticamente.

-Deja de hablar mariconadas y concéntrate.-grito el chico tan atractivo lanzándole el balón al gemelo carismático, que una vez lo esquivo hiso un gesto con la boca señalando al que le lanzo el balón.

-Señor, Santander, las palabrotas están de mas.-regaño el tipo de traje.

-Usted porque no vuelve a recalcarle a esos, cuantos trofeos e conseguido para esta porquería de obesos adictos al alcohol.

Ese chico sí que era valiente, la última vez que les respondí a mis maestros de esa forma, o a menos de una forma parecida, termine ofreciéndome para pintar el salón de lo culpable que me sentía.

El señor coordinador solo respiro profundo y dijo:

-Mejor sigamos con el recorrido.

Seguí caminando tras el tipo de traje y cuando voltee para ver a ese David por última vez, a menos por ahora, me doy cuenta de que todo mi grupo se había quedado viendo a los 4 que jugaban en la cancha. Las chicas se amontonaban para contemplar al chico más guapo y los hombres se quedaban perplejos viendo cómo se lanzaban y esquivaban los balones con tanta destreza. ¿No se supone que en básquet solo hay un balón? Y ¿el objetivo no es atraparlo en vez de esquivarlo?

-Bien supongo que mi trabajo aquí termino.-dijo el coordinador yéndose.

-P-pero aun quedo yo.-dije tímidamente.

-Como dije ya no tengo nada que hacer aquí.-repitió. Y se fue.

Que grosero. Deambule por todo el lugar en busca de la oficina en la que me darían mi horario, que no recordaba cómo se llamaba.

A lo lejos veo que salen jóvenes, que con seguridad serán nuevos como yo, con un papel de una oficina atestada de gente.

-Al fin.-susurre para mí mismo.

Corrí hacia la oficina, orgulloso por solo haber tardado dos horas en encontrarla. Pero alguien me tomo por el hombro haciéndome caer al suelo.

-¡Auch!.-grite.

A un lado de mi estaba ese chico David con los otros 3 chicos que me miraban casi con pena.

Me levanto con una mano por el cuello de mi camisa.

-¿Qué te pasa?-pregunte molesto.

Estaba molesto, pero no puedo mentir diciendo que me molestaba porque me estuviera manoseando, estar tan cerca de +l me emocionaba lo que me molestaba era la situación que no me favorecía.

-¿Que me pasa a mí?-pregunto sarcásticamente.-Me pasa que un niñato de mierda me acaba de taclear a propósito, y casi me disloca el hombro.-gruño con verdadera ira.

-¿¡Que!? N-no y-yo s-solo.

-Vamos, David, solo te roso.-Intervino el chico delgado.-Ni siquiera se dio cuenta, déjalo ya.

David lo miro frunciendo el ceño. Luego volvió a mí levantando el brazo para golpearme.

-¡S-si! Es decir ¡No!, No me di cuenta.-trague saliva.-N-no te pude haber golpeado tan fuerte, yo mismo no lo sentí.

¿Este tipo iba a darme un golpe por algo tan estúpido como tocarlo mientras caminaba? no quisiera verlo en un concierto concurrido.

-No creas que esto se arregla tan fácil.-lanzo el golpe, yo por reflejos cerré los ojos a espera del puño, que no llego. Abrí los ojos.-Sabes que... Puede que olvide el trauma que me causaste si me haces un favor.

-¡Sí! ¡Claro! Lo que sea.-dije casi de inmediato.

David sonrió con una hilera de dientes resplandecientes.  Woow, serio es atractivo pero sonriendo era irresistible.

-Así me gusta.

Los otros gemelos rieron a carcajadas pero el otro chico no cambiaba su semblante serio.

*

Me dolía todo el cuerpo, había estado todo el almuerzo sacando galones y galones de pintura de la universidad y montándolos a una camioneta, muy lejos en el estacionamiento.

Eran como unas 250 latas de pintura, o a menos eso conté. ¿Pero qué se yo? No recuerdo ni por qué estaba haciendo esto.

-Trabajas rápido.-dijo uno de los gemelos recostado a la camioneta.

-Estos son los últimos.-le anuncie.

-Bien, móntalos y súbete.-ordeno David a mis espaldas. El susto me hace pegar un brinco y soltar las latas de pintura.

-Torpe.-dijo el gemelo.

-L-lo siento.

-Vamos móntalos.-ordeno David.

Termine de cargar la camioneta y sin darme cuenta soy levantado y lanzado por la cintura hacia arriba del vehículo.

-¿¡Que!?

-Cuida que ninguno se caiga.-me ordeno severo.-Sino puedes hacer algo tan simple como eso, será mejor que te lances tú.-Amenazó.

-No, no puedo ir a... a donde vallas.

Sin ponerme atención se metió a la cabina y arranco la camioneta.

¡Mierda! Esto donde sea se llama secuestro. Pero por otro lado... Me estaba secuestrando un chico guapo, técnicamente por dos chicos guapos pero en lo personal solo me gustan grandes. Y ese otro chico es muy delgado a menos en comparación con su amigo. Si me tomamos a mí como base, son unos monstruos

¡Pero eso no importa! ¡Concéntrate, tarado, te están secuestrando!

Por más secuestrado que estaba siendo no dejaba de asegurarme que los galones de pintura no cayeran por lo brusco que estaba manejando ese tipo.

Recuerdo las palabras de mi padre:

«Conduce como si le estuvieras haciendo el amor a la carretera.»

Pues:

-Si como conduce folla...-pensé en voz alta.

-Es peor.-grito el gemelo en el puesto de copiloto, sonriendo malvadamente.

¿Cómo sabe el eso?

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David:

Jeremy estaba preparando cocteles en la barra, Adrián estaba cuidando a Alexander en la sala viendo algún programa estúpido de televisión.

El muy cabron casi me desobedece cuando le ordene que no le ayudara a ese chico nuevo. Luego le daré su castigo.

-David.- me llamo Jeremy para ofrecerme una bebida.

Le quite la copa de la mano y le hice un gesto para que se fuera.

-¿Porque lo miras tanto?-pregunto en referencia a ese chico que estaba allá afuera haciendo el papel de mi mula de carga.

Que insolente están las personas hoy.

-Está más bueno que vos, maldito chismoso.-le di un golpe con el codo en el estómago.

Cayó al suelo con la bandeja de bebidas.

-Joder, tío, me corte.-dijo tomando la compostura de nuevo.

-No sangres en la alfombra.-le ordene.

Corrió a la cocina.

-Animal.-Murmuro Adrián siguiéndolo.

Solo fue un cortesito en el cuello. Que dramáticos son aquí.

Volví a mirar por la ventana. El niñato de abajo parecía estar ¿Bailando? No, le callo una lata de pinturas en el pie, de nuevo.

-¿No quieres ir a la habitación?-pregunto Alexander acariciando mi cuello.-¿O prefieres seguir viendo a ese muslito de pollo?.

-Es menos puta que tú.-lo empuje.-Ven rápido antes de que se me quiten las ganas.

Sonrió y vino detrás de mi como la zorra ninfómana que es.

Apenas cruzo mi puerta lo lance contra la pared a morderle el cuello.

-Ash.-gimió de dolor.-aguántate, espera, cierra la puerta.

-¿Y si se une otro?

-Quieres decir ¿y si se une ese niño?

Le abofetee con suficiente fuerza para tumbarlo en el suelo.

-aaah, Cabron.-me insulto.

Me lance para someterlo en el suelo boca abajo.

-¿Porque no? ¿Tienes algún problema con él?-le susurre en el oído.

-Sabes que... aun si me susurras el padre nuestro... me excitas.-dijo entre suspiros.

Clave mi mentón en su hombro y le baje los pantalones o lo suficiente para que quedara expuesto ese culo de puta tan abierto que ya muchas veces me he follado.

-David, suave. Todavía me arde de anoche.-me rogo.

-Nadie te manda de puta.-le regañe.

Con un movimiento de caderas se lo enterré con fuerza, hasta el fondo. Tenía la polla caliente, meterlo en este culo tan rico, aunque igual de caliente, era tan delicioso como una buena mamada. Y sin esperar que se dilatara comencé un mete y saca con movimientos largos.

-¡Aaahhh! ¡Dioos!.-grito de dolor.-Más lento... Aahs ya, para...

Mientras más gritaba más gozaba.

-Ya me tenías a reventar desde que me venias pajeando en la camioneta.-le decía al oído.

-ahhs Pero aah lubrica un poco.-le hice un gancho en el cuello y tomándolo con fuerza comencé un mete y saca brutal.-Ah no, para ashh ya, aahs ¡¡David me duele!!

-No llores, que sabes que te encanta que te joda el culo.

-Aahs no, ya, para.

Mis embestidas eran aún más brutales. El ruido de mi cadera golpeando sus nalgas me ponía más duro.

-Ash ahs. Aah.- ese gemido casi involuntario que hacia cada vez que me hundía en él, era combustible para mis polla.

Sabía que a pesar de sus quejidos lo estaba disfrutando y lo comprobé poniéndolo de lado para poder pajearlo. Solo basto con unos cuantos movimientos y se corrió en mi mano.

-Aaaahhhh.-gimió cerrando los ojos. Pare de momento, ni siquiera yo soy tan vil como para negarle poder disfrutar de un orgasmo bien merecido.

Aproveche que ese culo tan abierto se contraía y lo cogí con más rapidez.

-¿Quieres que pare? ¿Quieres que pare?-le pregunte.

-Ahh Ahh Noo lléname, aahs lléname.- pero esto no iba terminar tan rápido. Llevaba todo el día pajeandome en el auto, en los vestidores, en el comedor.

Le iba a dejar el culo inservible por una semana.

Lo levante y lo lance a la cama, le termine de sacar el pantalón y los calzoncillos. Que ya estaban llenos de su semen.

-¿Quieres más polla, puta ninfómana?-le gritaba mientras le nalgeaba con la palma abierta.

-Reviéntamelo.-susurro.

Y obedeciéndolo, este es el único tipo de órdenes que obedezco, tome sus caderas en mi manos y dejándome caer en él le clave mi polla y sin darle tiempo a reaccionar le di con todo lo que tengo.

Sus gemidos no cesaban, pero cuando perdían intensidad me giraba un poco para clavárselo de un ángulo diferente.

Así dure un buen tiempo. Cuando dejo de intentar amortiguar el golpe de mis embestidas con sus manos supe que era suficiente, aún estaba despierto pero no puedo decir que consiente. Tenía que dejarlo ya pero no le deje el culo libre hasta que no se lo llene de toda mi leche.

Luego cuando me subía los pantalones y mi polla no perdió dureza volví a atacarlo con tantas fuerzas como la primera vez. Para cuando termine ya el culo de Alexander estaba chorreando con una mescla de sangre y de mi leche.

Aun con ganas de más lo deje así, no es que me importase su salud solo no quería volver a meter mi falo en ese culo tan sucio.

Baje a la cocina el reloj marcaba las 5 de la tarde. Ni Adrián ni Jeremy andaban por ningún lado.

Malditos esos que no tienen el culo disponible cuando uno está más animado.

-Tu zorra.-llame a una de las criadas.- ¿Dónde están mis putas?

-Fueron al Laboratorio.-respondió lavando los platos.-El señorito Jeremy estaba sangrando y como usted estaba "Ocupado" decidieron ir por unas dosis de esa droga que se inyectan al laboratorio.

-Cuando termines aquí limpia mi cuarto-le orden.- hay un animal en mi cama, si está muerto entiérralo en el patio sino lanzalo a la picina.

-Entendido.-dijo tan seca como de costumbre. Las sirvientas rusas son de lo mejor, tan inexpresivas como obedientes.

Salí al patio. La camioneta estaba donde seguía, tan alejada del garaje como la pude estacionar. Así ese niñato tardaría mas en llevar la pintura que nos había dado la universidad para pintar el orfanato.

Pero ese maldito, no estaba por ningún lado tampoco.

Fui al garaje y estaba el chico, tumbado encima de unas latas de pintura en pose provocativa.

Pobre no había comido ni bebido nada en toda la tarde, pues ya le voy a dar de comer.

Cuando me acerque para acomodarlo en una pose más cómoda, para mí claro. Pude notar un leve olor a chocolate. Debió de haber sido Adrián quien le dio de comer.

Pero... El olor era muy fuerte. Me acerque mas para olfatearlo con cuidado, todo él olía a chocolate. Debe ser algún perfume, pero ha estado largando la verga toda este tiempo ni yo podría evitar sudar.

Lo que hice, no suelo hacerlo a menudo. Bese sus labios, eran muy carnosos y con un sabor normal. No había estado comiendo chocolate, pero entonces...

-¿Porque ese olor?-No me e equivocado, todo el apesta a ese olor tan embriagante, pase mi lengua por sus mejillas su cuello hasta llege a lamer parte de su pecho.

Luego caí en cuenta de que estaba encima de otro hombre lamiéndolo.

Ok, en este momento se sabe que perdí la escasa cordura que aún me quedaba.

Aunque... No estaba tan mal el chiquillo, no era tan musculoso como ningún tipo que me haiga cogido, tampoco era tan alto como me gustan, era más bien chaparro. No es que fuese feo, tenía un rostro privilegiado, su cabello rubio y ojos azules lo hacen ver más joven de lo que debe ser.

-Si fueses un poco más fibrado de seguro te visitaría a menudo.-le dije al dormilón.-Una bonita cara no basta debes tener un buen culo también. Créeme eso abre puertas, sobre todo las de mi casa.

El celular del muchacho comenzó a sonar. No me interesaba para nada saber quién era así que lo agite para intentar despertarlo. Pero estaba rendido.

Ya se me bajaron las ganas así que lo echare.

-¡¡Greta, aquí hay otro animal!!

Gracias por leerlo. Este es mi primer relato,tecnicamente el segundo pero solo porque me equivoaque de categoria y tube que resubirlo , si te gusto valoralo sino tambien valoralo. Hacedme saber si lo estoy haciendo bien, mal, terrible o regular. Acepto todos los comentarios y consejos.