Jugando con Fuego

Estaba jugando con fuego, sabía que me iba quemar, pero no me importaba quería quemarme

Jugando con fuego

Estaba jugando con fuego, sabía que me iba quemar, pero no me importaba quería quemarme

Estaba sintiendo cosas en mi estomago y mi vagina estaba muy húmeda últimamente, deseaba liberar energía por fuera de casa, quería poner de cornudo a mi esposo, quería vengarme de él o eso pensaba yo para justificar mis infidelidades, pues el muy bobo siempre ha creído que solamente el me ha tenido en la cama, que solo con él he probado las mieles del amor y el sexo, que equivocado estaba.

Quería experimentar nuevamente el sexo con otros hombres, sentir sus vergas tiesas entrando por mi chochita, que la pongan súper húmeda, que deliiii. Sentir otras lenguas junto a la mía, sentir otras manos acariciando todo mi cuerpo y sentir los dedos dentro mío, que rico es sentir eso, hasta me mojo de recordarlo, ya esto a paso hace algunos años, todo comenzó con inofensivas palabras bonitas, detalles y sobre todo comprenderme, le dio justo en el clavo supo identificar lo que no cumplía mi espósito y supo llenar esos espacios, valla que me los supo llenar, al comienzo solo era un compañero normal, ni me interesaba un nada que ver, pero con el tiempo todo empezó a tornarse un poco más caliente, de vez en cuando compartíamos a la salida del trabajo y unos que otros tragos, pues no soy de las que bebe, pero así se empezaron a dar las cosas, luego ya pasamos a hablar de temas más calientes y de mucho sexo, yo en esa época estaba trabajando por fuera de la ciudad, tenía todo el tiempo del mundo para sacar la puta que esta en mi, y mi esposo no sabe que existe una perra en celó con ganas de mucha verga.

En una de tantas ocasiones de compartir con los compañeros de trabajo, estábamos todos reunidos en una discoteca, mucho tráguito y mucho baile, poco a poco el me fue calentando, tocándome el culo y las tetas, hasta que disimuladamente nos besamos, fue rico no lo puedo negar, para ese momento esta muy arrecha, tenia mis pantaletas súper mojadas, me quería portar mal, no quería pensar en mi familia por que sino no pasaría nada, así estuvimos por mucho rato disimulando nuestra arrechera, tratando de que no fueran a pillarnos, pero hubo otro compañero que se dio cuenta, en ese momento no lo supe, pero después si, pero bueno esa es otra historia mucho más caliente, continuando con mi relato sabía que estaba jugando con fuego y mi interior se quería quemar, quería arder en pasión y lujuria, estaba muy arrecha luego decidimos que era hora de irnos a culminar la noche, pensaba en cómo tendría la verga, qué tal amante sería, me la chuparía rico, será que se la mamaria bien rico, quería sentir la lechita en mi chochita, sentía un mar de fluidos en mi vagina, salimos rumbo a su habitación en el camino cada vez que podía me metía mano y eso me gustaba, el miedo a que me pillaran me ponía más arrecha, que puta soy pensaba en ese momento.

No tardamos mucho en llegar a la habitación, apenas cruzamos el umbral de la puerta se abalanzó sobre mi, me comió la boca a besos, me metía su lengua y lo disfrutaba, casi me arranco la ropa, me dio dedo muy rico sus manos eran grandes y  se sentían súper ricos cuando los movía, me hizo venir como una perra, yo aproveche y le quite la camisa y luego el pantalón sin sacar mi lengua de su boca, cuando puede le a agarre la verga y que sorpresa era grande, venosa, mucho mejor que la del cabron de mi esposo, pero se portaría bien me harías rico, pensaba, seguí acariciando esa rica verga, me tumbo sobre la cama y me cogio fuerte las piernas, me abrió cogiendo mis muslos, para luego clavarse de cabeza a darme una de las mejores comidas de chochita que me han dado, o tal vez fue la arrechera, no lo sé pero fue rica, por primera vez me vengo a chorros, luego me atrevo a sentir esa rica verga en mi boca, al comienzo con temor pues soy asquieta, pero en ese momento era toda una puta en celo, así que me la metí y la empecé a mamar y succionar, quería darle la mejor mamada de su vida, que me recordara siempre, sentía su líquido preseminal empezando a salir, así que decidí parar.

Ya no había vuelta atrás esa noche me iba a poseer otro hombre más, así que que me le monte encima, qué sensación tan deli, otra verga dentro mío, la arrechera no dio tiempo de condon, sentí cada milímetro de su hemorme pedazo de carne entrando en mi cuevita, que rico, me pellizcaba duro las tetas, comencé a sentir que me gustaba que me tratara duro, así estuvimos un buen rato, en un sube y baja, luego me giro y me monto como un toro, el era grande y algo gordo, tenia sudor fuerte pero eso me gustó, me empezó a clavar suave pero de un momento a otro, comenzó a clavarme duro y así se lo pedía yo, gemía como nunca, de un momento a otro el me agarró y me sometió, a su antojo no podía moverme, me sentía precionada y ahogada, pero la sensación me gustó. Así me tuvo dándome duro y yo le pedía su leche, luego me pone en 4 y yo como toda una puta profesional, me postré con la espalda arqueada y las piernas bien separadas para sentir todos esos 19 cm de verga rompiendo mi chocha, de un momento a otro comenzó con su dedo a dilatar mi culo, nunca me lo he dejado clavar por ese lado, pero estaba fuera de mi muy arrecha me desconocía así que le permití meterlo, y así lo hizo pero de un solo golpe sentí morir, pero mi culo pronto se adaptó a ese dolorcito que se convirtió en placer, fue entonces cuando le pedí su leche que me diera duro,  cuando sentí que él iba a explotar, lo saque de mi culo y me lo clavé de un golpe en la chochita, quería su teterada dentro mío, acelere mi ritmo y nos vinimos los dos, que rico sentir mi chochita inundada de otra leche.

Continuará…..