Jugando a distancia (I)

Me voy a trabajar fuera y no impide que pueda jugar con Paula

A las semanas de los sucesos de la barbacoa a mí me mandaron por trabajo una semana a Sevilla. No me gustaba nada separarme de Paula una semana casi entera pero no me quedaba otra, así que el lunes muy pronto por la mañana estaba en el tren.

Pasaron el lunes y el martes bastante normal sin nada reseñable. Era finales de Mayo y en Sevilla ya hacia bastante calor. Por ello casi todas las mujeres por Sevilla iban bastante ligeras ya de ropa. Pantalones cortos, faldas vaporosas, camisetas de tirantes, etc. Como había confianza con Paula se lo conté tanto el lunes como el martes cuando hicimos una videollamada por la noche. Ella se reía pero no me decía nada.

Llego el miércoles. Estaba tranquilamente desayunando en el hotel cuando me llegaron varios Whatsapp de Paula. Me decía que ese día en nuestra ciudad también hacia bastante calor, y que entraba tarde a trabajar así que se iba a ir a hacer unos recados antes. Seguí desayunando un poco más y al segundo me llego una foto de Paula reflejada en el espejo del ascensor de casa. Iba con unos shorts que tiene cortos (nada exagerado) y una camiseta de tirantes que tiene bastante escotada, solo que esta vez se la había puesto sin sujetador, enseñando por el escote bastante teta.

Yo: Si que debe hacer calor si

Paula: Ya bueno, pero con poca ropa se lleva bien

Yo: Lo llevaras bien tú

Yo: Yo no sé si hace mucho calor o lo tengo yo

Me fui a trabajar y ese día a primera hora de la mañana tenía varias reuniones. Vi que me vibro varias veces el móvil de que me llegaban Whatsapp de Paula (tenían que ser de ella, lo tengo configurado para que solo me lleguen los suyos), pero no le pude hacer caso por las reuniones.

A media mañana le pude hacer caso. Tenía un selfi esperando en la frutería su turno. Se había hecho la foto apuntando desde arriba así que se le veía más escote todavía. En medio de varios mensajes diciéndome que recados iba haciendo había un enlace. Me fije mejor y era una invitación para usar el vibrador a distancia que le había regalado. Hacía casi una hora que me había llegado el Whatsapp. Entre a la aplicación con el enlace y vi que aún lo tenía enchufado, así que le di una pequeña descarga al mínimo de intensidad.

Pasaron casi 5 minutos y no recibía noticias de Paula, así que le di dos vibraciones más, la segunda un pelín más fuerte (aunque sin pasar de una cuarta parte de la potencia). Al minuto recibí un Whatsapp.

Paula: Cariñooo. Ya casi no me acordaba de que te había mandado el enlace y me has pillado justo cuando era mi turno en la carnicería

Yo: Jajaja

Paula: Calla, calla

Paula: Cuando me ha pegado la vibración he pegado un salto

Yo: Donde estas ahora?

Paula: Sentada en un banco

Paula: Ahora me subiré a casa a dejar las compras

Seguido me mando otro selfie desde el banco que estaba. Estaba en un parque y no se veía a nadie a varios metros a la redonda. Salí del Whastapp y me metí otra vez en la aplicación del vibrador. Esta vez le di como 5 o 6 segundos a máxima potencia. Al rato me llego otro Whatsapp

Paula: Buff

Paula: Casi me corro aquí en el banco

Paula: Estaba esperando a ver si venia otra vibración mas

Yo: De eso nada guarrilla

Yo: Hoy te lo vas a dejar todo el día

Yo: Y tienes prohibido correrte hasta que yo esté en el hotel

Paula: Ya veremos si te aguantas tú hasta que llegues al hotel

Seguí trabajando un poco más y como al cuarto hora me llego un par de fotos. Era Paula en nuestra habitación. Se había puesto un conjunto de ropa interior de encaje muy sexi que tiene. El sujetador es algo transparente y se intuyen los pezones mientras que la braguita es un tanga. En la primera foto se distinguía perfectamente que además llevaba el vibrador.

Paula: Esta ropa interior voy a llevar hoy

Le di otra vibración a máxima potencia de 4 o 5 segundos, y después le respondí

Yo: Y va a estar mojadita todo el día?

Paula: Ya lo esta

El día fue pasando lentamente para los dos. De vez en cuando le mandaba una vibración muy pequeña sin previo aviso, y Paula me iba contando si en ese momento estaba hablando con alguien o que estaba haciendo

Después de comer en la empresa donde estaba me salí solo a un parque que había al lado a descansar un poco. Estando descansando me llego otro Whatsapp. Era un selfie de Paula en el baño, con los pantalones bajados. Se veía perfectamente que el tanga estaba completamente mojado.

Paula: Me he tenido que venir al baño a secarme porque iba a mojar los pantalones

En cuando leí esto le hice una videollamada con el móvil de empresa mientras con el personal abría la aplicación. En cuanto cogió el teléfono no le deje casi ni responder que ya le estaba dando al vibrador, casi al minimo.

  • Cariño, para que estoy en el baño del trabajo – me dijo muy suavemente por si entraba nadie

  • No me tienes que decir nada, ponte los auriculares y solo avísame cuando te vayas a correr

Enseguida se puso los auriculares, ya le podía decir lo que quisiera sin que nadie me oyera más que ella. Se enfocó de más lejos y estaba con los pantalones bajados. Al principio se empezó a tocar un poco, pero en seguida subí la intensidad del vibrador. Paro y se empezó a morder la mano para no hacer ruido

  • Acuérdate de que no te puedes correr – le dije mientras subía y bajaba la intensidad del vibrador

Todavía aun no había llegado a tope. Aun así veía que estaba cerca de correrse y aun me apetecía jugar un poco más. Puse otra vez el vibrador al mínimo y le pedí que jugara con las tetas. Se abrió varios botones de la blusa que llevaba hasta enseñar el sujetador y sin quitárselo saco las tetas por encima de las copas.

Volví a aumentarle un poco la intensidad del vibrador mientras Paula se agarraba una de sus tetas y se llevaba el pezón a la boca. Mordía un poco el pezón y luego dejaba caer la teta, repitiendo la operación un par de veces. A mí me estaba poniendo a 100. Era una pena el estar en un parque público bastante abierto, porque las ganas que tenia de hacerme una paja eran inmensas.

Vi la duración de la llamada y ya llevábamos más de 10 minutos. Lo de Paula tanto tiempo en el baño del curro iba a ser sospechoso y yo tenía que volver al curro. Así que para terminar la jugada fui subiendo poco a poco la intensidad del vibrador hasta llegar a tope. No llevaba más que unos segundos a tope cuando Paula me pidió que lo parara, haciéndole caso.

Paula se quedó jadeando, se le notaba que había estado muy cerca de correrse. Le deje unos segundos de relax y cuando yo creo que pensaba que ya le iba a dejar en paz le pegue otra sacudida a tope muy corta, tensándose todo el cuerpo de Paula. Mientras veía como Paula se relajaba se escuchó unos ruidos en el móvil de Paula y me colgó.

Al rato cuando ya había vuelto al trabajo me llego un Whatsapp.

Paula: Era mi jefa entrando al baño

Paula: Cuando me ha visto en el baño me ha preguntado qué cuanto llevaba

Yo: ¿Pero se ha enterado de algo?

Paula: No lo sé. Pero luego me ha preguntado si me pasaba algo porque estaba sudando y toda roja

Paula: No sabes las ganas que tengo de correrme

Yo: Pues hasta que yo no esté en el hotel y tú en casa nada

Por la tarde por desgracia poco caso le pude hacer. Tuve varias reuniones y no pude atender el Whatsapp ni usar el vibrador de Paula. Aun así me dejo varias tres fotos memorables. En la primera estaba en la oficina y abriéndose un poco la blusa y bajándose un poco la copa del sujetador me enseñaba un pezón. Venía con un mensaje diciéndome que le habían dejado un momento solo en la oficina. La siguiente foto estaba mandando dos minutos después. Se había abierto el pantalón y al lado mostraba dos dedos brillantes. Venía con un mensaje diciéndome que estaba mojadisima.

Por ultimo una hora después me había mandado una foto en el gimnasio. Era una foto en el espejo del vestuario. Llevaba unas mallas apretadas que le quedan genial, pero ya se las pone de normal para ir al gimnasio, así que no era nada novedoso. Lo novedoso era la parte de arriba. Llevaba un sujetador deportivo, que con sus tetas era espectacular. Normalmente se lo pone con una camiseta encima. No era nada extraordinario, había más tías que salían al gimnasio con un top similar, pero en el caso de Paula que hasta unos meses antes era muy comedida en el vestir, y que sus tetazas destacan mucho, me parecía impensable. Eso sí, me dijo que se había tenido que quitar el vibrador porque con las mallas se notaba.

Justo cuando salía del curro al hotel le mande un Whatsapp

Yo: Ahora salgo

Yo: No te has puesto camiseta?

Seguido me mando un selfie. Estaba en la cinta de correr y efectivamente no llevaba camiseta. Vi que llevaba los cascos puestos enganchados al móvil así que le podía llamar y que no me escuchara nada. Espere a llegar al hotel, me quite toda la ropa, y le hice una video llamada enfocándome solo la cara.

Seguía en la cinta de correr, ya con una buena sudada. El movimiento de sus tetas con los saltos era hipnótico, pese a llevar el sujetador deportivo.

  • Si llego a ir al gimnasio contigo te follaba hay delante de todos

  • Jajaja, que tonto eres

  • ¿Hay mucha gente?

Giro el móvil enfocando todo el gimnasio. La verdad es que no había casi gente, y el más cercano en la zona de cardio estaba muy lejos, así que podía mostrarme sin que nadie le cotilleara el móvil. Aleje el móvil de mí y me mostré desnudo. Me estaba haciéndome una paja muy lentamente y ya la tenía durísima. En cuanto me vio Paula se empezó a morder los labios.

  • ¡¡Cariño!!

  • A ver si te crees que solo tú me puedes calentar a mí – con la ventaja que dan sus cascos le podía decir cualquier cosa

  • Ya te vale

  • No sabes que follada te iba a pegar esta noche si llego a estar en casa

Paula se mordió el labio otra vez sin decir nada, así que seguí hablándole mientras me pajeaba lentamente.

  • Te pondría a 4 patas y te iba a empezar a comer el coño hasta que estuvieras a punto de correrte

Seguí contándole como me la follaria mientras me seguía haciendo una paja, pero muy lentamente. Paula no decía nada, solo me miraba. Vi un par de veces como disimuladamente se pasaba la mano por encima del coño.

Cuando termine de contarle como me la follaria le colgué sin mediar palabra. Seguido le mande un Whatsapp

Yo: Estoy deseando que llegues a casa, me hagas una video llamada y nos corramos los dos

Deje pasar un rato mientras veía la tele y me mando otro Whastapp.

Paula: El monitor del gimnasio no hace más que seguirme con la mirada

El monitor del gimnasio era el típico cachitas de gimnasio que solo ayuda a las tías. Con Paula no se atrevía pero con otras tías habíamos visto alguna vez como les ayudaba a algún ejercicio tocando más de la cuenta. A Paula le caía fatal, y siempre me contaba que cuando yo no iba con ella siempre iba a hablarle. Sin embargo cuando íbamos los dos raro era la vez que venía a hablar con nosotros. Me apetecía seguir jugando así que le propuse algo por Whatsapp

Yo: ¿No te apetece seguir jugando?

Paula: Buff, no me fio un pelo de ti

Paula: Que te propones

Yo: Vas a decirle al monitor que te ayude a hacer sentadillas

Yo: Y pon el móvil a grabar con la excusa que quieres grabarte para ver como lo haces

Paula: Ni de coña, como le de alas con lo pelma que es…

Lo di por imposible y como a los 10 minutos me llego un video. Lo descargue y me puse a verlo. Al principio se veía como Paula posaba el móvil en algún lado dejándolo apuntándolo a la jaula de sentadillas. Se acercaba a la barra y después el monitor se puso detrás de ella, bastante pegada. Al principio no le tocaba, solo acercaba sus manos a Paula por si Paula necesitaba ayuda con el ejercicio. En las últimas repeticiones cuando Paula estaba subiendo el monitor le agarraba de la cintura, sin ser absolutamente necesario. Justo después le ayudaba a Paula a dejar la barra. Después se veía a Paula recoger el móvil. Mientras cuando Paula estaba de espaldas el monitor claramente se estaba recolocándose la polla.

Se lo hice saber

Yo: Le has tenido que dejar cachondisimo

Yo: Al final se estaba recolocando la polla

Paula: Calla, calla. Que luego el guarro de él me quería ayudar en todos los ejercicios

Paula: Menuda idea majo

Paso el rato, me iba mandando fotos algo sugerentes. Sacando culo en algún ejercicio o así. Al final me mando una foto en el vestuario tapándose solo con la toalla. Al rato finalmente Paula llego a casa y me hizo una videollamada con el ordenador. Cuando lo cogí estaba ya tumbada en la cama con el conjunto de lencería de la mañana. Yo seguía desnudo

  • Buff, cariño. Me tienes hoy cardiaco – le dije en cuanto la vi

  • No sabes como llevo yo todo el día – me dijo mientras se tocaba por encima del tanga

  • ¿Tienes ganas de correrte? – le dije

  • No sabes tú bien

  • Pues empieza por quitarte el sujetador

Paula no sé porque ese día me obedecía en todo. Se empezó a quitar el sujetador aunque se tapó las tetas con el brazo. Con el brazo tapándose estiro de la tira del tanga

  • ¿Esto también me lo quito? – me pregunto. Seguido se chupo el dedo y se lo paso por encima del tanga a la altura del coño

  • Quítatelo todo y tócate para mí

Seguido se dio la vuelta y puso el culo en pompa y empezó a bajarse el tanga poco a poco. Se volvió a tumbar y se empezó a tocar poco a poco, ya mostrándose desnuda entera. Yo desde el principio estaba haciéndome una paja muy lentamente, quería alargar el momento todo lo posible

De pronto alargo la mano y me enseño el vibrador remoto. Después de chuparlo un poco se lo metió

  • ¿Me vas a hacer correrme? – me pregunto mientras se seguía tocando

Me metí en la aplicación y lo puse en marcha. Durante un buen rato iba jugando con la intensidad, para mantenerla caliente pero aún lejos de correrse. En un momento dado alargo la mano y cogió un consolador que tenía muy pequeño. Empezó a metérselo en la boca.

  • ¿Te gustaría que ahora te la estaría chupando? – me dijo mientras se metía el consolador entero en la boca

  • Buff. Me encantaría

Seguido le di una sacudida a tope al vibrador durante varios segundos, que hizo que Paula gimiera, sin que el consolador pudiera callar sus gemidos. Seguía con el vibrador a la mitad, lo cual conseguía que Paula estuviera muy caliente pero aún le quedara por correrse.

Dejo de chupar el consolador y paso a tocarse más fuerte, de repente me anuncio que estaba a punto. Lo puse unos segundos a tope y después lo deje al minimo

  • Joo. Que estoy a punto – me dijo quejándose mientras seguía tocándose

  • No te corras todavía. No te toques – le ordene

Se lo pensé un poco y dejo de tocarse. Se le veía con la respiración muy acelerada. Le deje que descansara unos segundos y empecé otra vez a acelerar el vibrador poco a poco. Cuando estaba otra vez llegando al máximo me volvió a avisar que se corría y se lo volví a dejar al mínimo, dejándole descansar de nuevo un poco.

  • Buff. Me vas a matar – me dijo

De repente se volvió a chupar un dedo y para mi sorpresa empezó a presionar sobre su culo. Entro muy fácil y mientras lo empezaba a mover le volví a empezar a acelerar el vibrador.

  • Metete otro dedo – le ordene

Paula obediente se metió otro dedo. Le costó entrar un poco más pero pegando mucho ambos dedos al final entraron. Espero a acostumbrarse un poco y después paso a follarse con los 2 dedos mientras yo subía la intensidad del vibrador casi a tope.

De pronto se sacó los 2 dedos y volvió a coger el consolador. Para mi sorpresa se lo puso en el culo y empezó a presionar. Enseguida consiguió que entraran 2 o 3 centímetros. Mientras presionaba yo había reducido un poco la intensidad del consolador para que se alargara la cosa.

Empezó a follarse un poco el culo, metiéndose solo esos 2 o 3 centímetros aunque poco a poco iba entrando algo más. Yo estaba a punto así que ya le di el vibrador a tope para corrernos los dos. Cuando de repente entre gemidos me dijo

  • ¿Y esto te gustaría? Te gustaría follarme el culo

Según me dijo eso me empecé a correr sobre mi tripa. Casi al segundo Paula entre gemidos se empezó a correr, en una corrida como no recordaba. Empezó a soltar flujo del coño que parecía que se estaba corriendo. Cuando termino había dejado la cama para cambiar todas las sabanas, y como pudo se sacó el vibrador del coño y el consolador del culo, que había entrado como 6 o 7 centímetros.

Ambos nos quedamos unos minutos descansando sin decir nada.

  • Buff. Nunca me había corrido así. Estaba muy cachonda – rompió Paula el silencio de repente

  • Vamos a tener que repetir más veces – le dije

  • Deja, deja. Que menudo día. No me he concentrado en el trabajo en ningún momento

  • Jajaja. Bueno, pues con que me mandes más fotos sexys cuando este fuera como hoy y me conformo

  • Bueno, ya veremos

  • Oye, y lo del consolador. Habrá que repetirlo en real

  • ¡Ehhh! Relaja. Que es muy pequeñito y aun así me ha dolido

Ahí se quedó la conversación, aunque por supuesto estaba deseando cambiar el consolador por la polla y poder metérsela por primera vez por el culo.