Juegos y vicios con Pablo (2)

Mi amigo resulta no ser tan hetero y yo deseo satisfacerle. 2nda parte

La semana siguiente buscamos una tarde para quedar. Por la noche hablábamos por el teléfono y nos calentábamos. Pablo me mandaba cortos masturbándose y corriéndose a cambio de que le mandara yo fotos de mi culo y vídeos desnudo, y me decía que me iba a atar, a meterme la polla por la garganta hasta que me lloraran los ojos y guarradas así. Yo le obedecía en todo y asentía a sus propuestas. Por otro lado, chateaba con otro chico de una ciudad cercana, que tenía tres años más que yo y quería follar. Se llamaba Diego. Nos mandábamos fotos muy subidas de tono pero paré de hacerlo porque empecé a pensar solo en Pablo.

La tarde que volvimos al chalet, nos sentamos en el sofá, nos fumamos un porrito y me besó. Me calentó frotándome la polla por encima del pantalón y me pidió que me desnudara completamente para él. Yo me sentía débil y desprotegido ante él, que sonreía excitado. Mi polla tenía líquido pre-seminal en la punta de la excitación.

–Madre mía, ¿ya estás tan caliente? -cogió con un dedo la gota que tenía en mi pene y me la metió en la boca-. Está pegajoso.

Pablo se bajó un poco los pantalones y me ordenó que se la chupara. Como habíamos hablado por mensajes, yo me puse de rodillas y se la chupaba mirándole a los ojos, y me la intentaba tragar toda mientras él me cogía de la cabeza y me provocaba arcadas hasta sollozar. Dulce tortura.

–¿Lo estoy haciendo bien? -le preguntaba.

–Así me gusta. Quédate de rodillas, que voy a por un par de cosas.

Y vino cargado de unas esposas y un pañuelo. Seguramente lo tiene guardado para cuando va al chalet y se folla a sus ligues.

–Levántate y pon las manos detrás –me ordenó con talante autoritario.

Me puso las esposas y me ató el pañuelo a la boca a modo de mordaza. Cuando me empujó al sofá y quedé sentado, se acercó lentamente, se puso frente a mi apoyando las rodillas en el sofá, me levantó el culo y empezó a a frotar su polla contra la mía y mi zona anal. Mientras me explicaba:

–Te diré lo que vamos a hacer. Cada vez que me apetezca follar tú me obedecerás y dejaras que reviente el culo para descargar. ¿Te gusta que haga lo que quiera contigo, verdad? Eres mi putito.

Me colocó a cuatro patas, pero como tenía las manos esposadas en la espalda, me apoyaba con la cabeza. Para lubricarme simplemente me abrió el culo y me escupió en el ano dos veces. Luego paso la polla por esa zona embadurnado la parte superior de su rabo y la entrada de mi agujerito. Yo estaba deseoso de que me la metiera. Para dilatarme un poco me folló primero con dos dedos. Y esta vez no tuvo tanto tacto, simplemente apuntó con su polla y la metió sin prisa pero de una, sin detenerse. Yo gemí de dolor con dificultad porque tenía la boca amordazada y noté que eso le gustaba, me azotaba fuerte y soplaba de excitación.

Durante un rato largo me folló violentamente. Muchas veces me sujetaba de los brazos y al mismo tiempo que me embestía, tiraba de mi hacia atrás. Pero luego, cuando me soltó los brazos, de la fuerza fui pasando de estar con el culo en pompa a estar tumbado boca abajo. Él se dejaba caer encima y movía la cadera penetrándome, ahora más lentamente, cogiendo fuerzas. Mientras, me mordía por el cuello y la oreja. Yo estaba tan excitado que aprovechaba el vaivén para acariciar el sofá con mi pene, notando como el glande se descapullaba y volvía a cubrir. Se me fue de las manos y cuando quise parar, me corrí igualmente solo con las penetraciones.

Cuando me ayudó a ponerme de rodillas sobre el sofá para cambiar de posición, vio que mi polla estaba casi encogida y con restos de semen, y sobre la superficie del sofá un charco. Me abofeteó y me dijo:

–¡Me has ensuciado el sofá! ¿Te he dado permiso para correrte? Ahora vas a limpiarlo con la lengua.

Me quitó la mordaza, pero no las esposas y me puse de rodillas frente al sofá lamiendo mi propia corrida. Cuando acabé, se tumbó boca arriba en el sofá. Me ordenó que le cabalgara a lo cowboy pero dándole la espalda. Así que pasé una pierna por encima de él, y mientras él apuntaba con su pene erecto a mi culo, yo me dejé caer de rodillas hasta metérmela hasta el fondo. Y mientras yo saltaba, el no para de sobarme las nalgas y azotarlas. Lo hacía tan fuerte que, luego en casa, vi que se me había quedado marca. Así estuvo un rato hasta que me ordenó:

–¡De rodillas en el suelo, corre que me corro!

Lo hice tan rápido que casi me caigo. Yo abrí la boca y el se puso de pie apuntando a mi lengua. Se corrió entre resoplidos, incluso llegó a ponerse de puntillas del placer.

–Tragatelo -así hice-. Bien, ahora límpiamela con la lengua.

Seguíamos hablando mucho y mandándonos guarradas. Por ejemplo me mandaba gifs de hombres follando de distintas maneras y me decía que quería probar a follarme de esa manera, o enlaces a vídeos porno y demás. Pero yo no solo lo veía como una breve aventura, empezaba a sentir cosas por él, me sentía bien y seguro a su lado… No obstante, cuando intentaba sacar el tema de ser "algo más" rehuía la conversación. Al final me dijo, “mira Fran, yo tengo novia y no la voy a dejar. Tu y yo follamos y estamos muy bien, además nadie sabe lo nuestro y podemos hacer vida normal”. Yo le decia que nadie se enteraría, que solo era dedicarnos más tiempo pero no le convencía. Así que retomé mis conversaciones calientes con Diego. Quizás, de esta manera, mataría mis sentimientos por Pablo.

Fue tan bien con Diego que el sábado cogí el tren y fui a su ciudad, que no estaba lejos. Allí nos hicimos un par de cervezas y subimos a su casa. Compartía piso con una chica que los fin de semana no estaba porque volvía a su pueblo. Pasó lo que tenía que pasar. Nos enrollamos en su cama y nos desnudamos. Él era versátil y me preguntó sí quería hacer de activo también. Me pareció bien, era un chico atractivo y un buen momento de probar cosas nuevas. Sacó los condones, lubricante y empezamos sobándonos y masturbándonos. Nos comimos la polla un rato y preguntó:

–¿Quien prefieres que empiece de activo?

–Si quieres, empiezo yo, a mi no me importa correrme primero y luego que me penetren, me excita igual… -sugerí.

Le pareció genial, así que se puso a cuatro patas y se la metí. No estaba mal, me parecía excitante follarme aquel chico y me corrí en poco rato dentro del preservativo. Pero me quedó claro que me gustaba mucho mas ser el pasivo. Luego yo lo cabalgué y terminó follándome a 4 patas, soltando toda la leche en mis nalgas. Al acabar, no pude evitar pensar en Pablo todo el rato.

Aquello me pesaba un poco en mi conciencia. Sentía que traicionaba a Pablo. Así que pasados un día, cuando me habló por mensajes para calentarme un poco, le confesé que había follado con otro. Le pregunté si estaba enfadado y me dijo que no, pero dejó de hablarme. Hasta la tarde del día siguiente no respondió a mis mensajes y llamadas. Yo dormí mal, lo echaba de menos y no quería que dejara de quedar conmigo. “Quedamos en un pub tranquilo y lo hablamos”, me dijo simplemente.

Cuando llegué fuimos directos al grano. Nos metimos al fondo, que estaba oscuro y no había ningún cliente. La música tapaba las conversaciones de la poca gente que había y nadie nos oiría. Me disculpé varias veces. Él me habló claramente y sin tapujos:

–Mira, ayer me di cuenta de que tengo que disfrutar y descubrir cosas nuevas. Corté con mi novia anoche y me bajé una app para ligar, también una para follar con tíos. Y joder, es muchísimo más fácil ligar con chicos que con chicas. Ya tengo muchas conversaciones abiertas con posibles ligues. Mira, no es justo que tu te hayas follado a otro, así que yo voy a quedar con otros y si quieres seguir quedando conmigo o lo aceptas o quedamos simplemente como amigos.

–No me dejes, por favor, no me importa que te folles a otros pero sigue quedando conmigo… Haré lo que me pidas -supliqué.

–¿Seguro? No quiero quejas, yo mandaré en todo lo que quiera.

–Sabes que me encanta que lo hagas, lo acepto todo.

–Bien. Vamos al baño ahora que no hay nadie aquí al fondo. Voy a grabarte mientras me la chupas.

–¿Y eso? ¿Grabar una mamada? -me extrañé.

–Para verlo yo y por si alguno de mis nuevos ligues quiere verlo y excitarse.

A mi eso de que otras personas me vieran chupando una polla de primeras no me convenció. Pero finalmente acepté.

–Vale…

–Si no quieres, nada, ya me buscaré otro putito que me sacie.

–Sí, sí, vamos -reaccioné.

Nos levantamos, me cogió de la mano, me dio un beso en la mejilla y me llevó al baño. Nos encerramos y me senté en la taza del wc. Allí se sacó el teléfono y la polla. Yo obedecí y se la chupaba como mejor sabía. Él, mientras grababa, decía cosas guarras o humillándome, en plan “Mi pollón hace perder los sentidos, eh”, “que guarrilla estás hecho”, “este putito se la traga todo”, también me abofeteaba o me empujaba la cabeza hasta la arcada. Cuando la sacó de mi boca y empezó a masturbarse vi un hilo de líquido precum caer hacia abajo. Supe que él estaba a punto de eyacular en mi cara. Yo también estaba muy cachondo pero me daba igual no tocarme, lo importante era satisfacer a Pablo. Al final se corrió en mi cara y entró un poco en mi ojo. Escocía un montón pero no me levanté del sitio porque él seguía metiéndome su polla en mi boca.

–Bien, luego cortaré los mejores momentos. Me quedará un video genial. Voy a salir primero yo, limpiate y luego ya vienes.

Yo me quedé allí, humillado, excitado y feliz. No pude evitar masturbarme, aun con su semen resbalando por mi cara. Estaba tan caliente que tardé menos de un minuto en correrme.

No lo habíamos formalizado ni nada, pero empezaba mi relación como sumiso de Pablo.

PD. Bueno, muchas gracias a todos los que habéis llegado hasta aquí. Si os ha gustado, creo que os interesará esta información. Me gustaría decir un par de cosas. Los personajes son ficticios, menos Fran, osea, menos el protagonista, que tiene bastante de real. Lo he descrito tal como soy yo físicamente y como son mis gustos, y los polvos descritos los he ficcionado un poco pero recordando mis experiencias. Pero eso puede hacer que se haga un relato repetitivo, así que si tenéis sugerencias, opiniones, si os gusta así o lo que sea, podéis mandármelo al correo. Estaré encantado de leeros. Hasta la próxima :p