Juegos sin ataduras (1)
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Juegos sin ataduras y algo mas
No se en que estaba pensando aquella noche. En realidad solo quería que se tragara todos los insultos e indirectas que me decía o mejor dicho que me gritaba cada vez que tenía oportunidad. No nos llevamos nada bien, es mas creo que nos odiamos. Pero esa noche mi rabia iba en aumento cada vez más, con solo escucharla decir. "Es una zorra de mierda". Sentía la sangre subirme a la cabeza y solo deseaba matarla, golpearla No se, quizás tirarla por la ventana pero me aguante y seguí con mis cosas, estaba en mi casa, así que no me podía ir. ¡Mierda! No alcanzo a comprender por que no reaccionaba con ella, era evidente que me estaba provocando, se quería desquitar conmigo la muy puta. Y lo logro, porque a la cuarta provocación le mande una cachetada que le dejo con el labio partido y cayo al sillón que estaba detrás, yo no sabia ¿si reírme o no? por la posición que quedo, pero nada le di mi mejor cara de odio y me marche a mi cuarto sin decirle nada.
Pensé "Con la cachetada había sido suficiente" al menos eso pensé yo, pero no ella, ella quería venganza y se apersono ante mí respondiendo de la misma manera, me dejo dos dedos marcados en la mejilla la muy estupida, pero no quedo ahí, nos abalanzamos la una contra la otra, golpeándonos, mordiéndonos y gritándonos insultos que iban de la "A" la "Z" tratábamos de hacernos el mayor daño posible en un descuido me tira el pelo hacia atrás, acercando su cara a la mía y mirándola a los ojos le digo: ¡¡¡te odio!!! Con mas impotencia que rabia, sus ojos brillaban de la ira, pero en ese momento baje la mirada y la fije en sus labios, se los estaba mordiendo por sostenerme con fuerza el cabello, yo trataba de toda las maneras de zafarme de sus brazos a mi alrededor. Lo cual logre solo cuando, con una fuerza que no me conocía metí un brazo entre mi pecho y el de ella empujándola hacia atrás con furia en eso perdí el equilibrio y caí a la cama con ella debajo de mi, una vez allí la tome de los muñecas y se las levante por sobre la cabeza sujetando sus piernas con mis rodillas. La mire desde mi altura y le vi los ojos rojos de impotencia, ahora era yo la que tenia la batuta, pero no sabia que hacer, ella me decía un montón de insultos invitándome a hacerle daño, pero yo yo solo la sentía removerse debajo de mi, rozando mi entrepiernas con sus muslos, viendo como sus pechos se movían de un lado a otro y estando distraída ella logro levantar sus rodillas y me da un golpe en la espalda que me obliga a soltar sus muñecas yéndome hacia delante, quedando a centímetros de su cara, de sus labios algo me pasaba de pronto su boca me sabia tan apetecible....y la bese. Si, bese a esa mujer que me hacia la vida imposible día tras día, pero ¿Por qué?
Me quede atónita cuando la sentí abrir sus labios para que entrara mi lengua mientras que me acariciaba la espalda con una mano, porque la otra estaba manoseando uno de mis pechos que, para mi sorpresa estaba ya erecto, ¿Cómo era posible que esa tipeja me estuviera excitando de aquella manera? Pero ya no pensaba. Sentía. Sus manos arrancándome la camiseta y el sujetador yo desabrochando su blusa y tirando de su sujetador lejos nos acariciábamos con ansias cuando la vi bajar una mano a mi entrepierna y quitarme los pantalones y yo imitándola le arranque su falda de un tirón, la que rompiéndose al costado cae al suelo. Quedamos solamente con la ropa interior que cubría nuestros tesoros, pero esta no duro mucho puesta y fueron a dar una sobre el mueble y la otra detrás del equipo de música.
Una vez totalmente desnudas nos lanzamos una contra la otra con nuestras manos en un total descontrol. Estábamos de pie a un costado de la cama y tirándola en ella me acomode en sus muslos, la bese con violencia en la boca, baje hacia su cuello mordiendo y lamiendo sobrecargada de ganas. Ella me mordía el lóbulo de la oreja y masajeaba mis pechos con fuerza haciéndome gemir más del gusto que del dolor. Yo seguía mi recorrido hacia sus pechos besando su piel que se me antojaba deliciosa. Me detuve en uno de sus pezones lamiéndolo y jugando con mi lengua en ambos hasta que estuvieron tan duros como los míos, que para ese momento sentía que me iban a estallar.
Cuando se fastidió de gastar mis pechos y peñiscar mis pezones bajo su mano hacia mi sexo y comenzó a masajear mi clítoris deseoso de caricias. Yo continuaba succionado sus pezones mientras que acariciaba su sexo con dos dedos de arriba hacia abajo con suavidad sentía como se estremecía con mis caricias y lamidas al igual que yo, que ya estaba gimiendo del placer ya que no tardo en meter dos dedos en mi cuevita y yo imitándola la penetre con tres, los movía pausadamente y luego comencé un mete y saca que la hizo gritar y retorcerse tanto que ensarto sus uñas en mi espalda mientras que yo me sumergí con fuerza en su cuello mordiéndoselo al mismo tiempo que gemía con rabia y placer comenzamos a movernos a un ritmo cadencioso ignorando si alguien escuchaba nuestros gritos, con la respiración ya entrecortada sin dejar el mete y saca de nuestras cuevas que se estaban revelando con un sinfín de sensaciones de satisfacción que amenazaban con dejarnos sin aliento de pronto sentí como sus movimientos de caderas se volvieron mas rápidos al igual que los míos estábamos las dos a punto de tener un orgasmo poderoso sentí sus jugos en mi mano que no dejaba de moverse simultáneamente que estalló en un grito ahogado con sus gemidos, a los segundos la seguí yo derribándome a un costado de la cama suspirando interrumpidamente con mi corazón completamente desbocado, pude percibir como temblaba aun cuando sentimos los pasos de alguien subiendo las escaleras
Juegos sin ataduras y algo mas (II)
Espere toda la semana para ver su reacción y no apareció por la casa. No le pregunte a su hermana por ella, no quería admitir que muy dentro de mi tenia ganas de verla eso era inaudito. No era natural pensar tanto en lo que paso, me dije a mi misma que fue el odio y la rabia no lo se. Me embole tanto esa noche que se me volvió en mi contra, pero en mi fuero interno quizás la deseaba, ¡No! ¡Fuck!, el que no pueda pasar de ella como quisiera esta ahogándome por momentos, suelo pensar demasiado, pero esto es antinatural, a mi no me puede gustar una mujer y menos ella
Se apareció en la casa un día. Se quedaría a vivir allí por unos días porque no se paso en su casa ni me interesaba la verdad. El hecho de tenerla tan cerca me causaba escalofríos en todo el cuerpo a pesar de que nunca nos encontrábamos a solas, eso daba igual yo la sentía a lo lejos bueno en el cuarto de al lado. Al tercer día de insoportable convivencia si, porque seguíamos con los habituales insultos y discusiones que cabreaban a todos, se escabullo en cuarto y se metió en mi cama la muy zorra tocando todo lo que estaba a su alcance, mis pechos, recorrió mi espalda con la yema de sus dedos hasta el nacimiento de mi culito, y mi sexo que se humedeció al instante de sentirla yo estaba de espalda a ella mientras me media una oreja y me pedía que me volteara, lo cual hice quedando frente a ella y a escasos centímetros de su boca tan apetecible, carnosa y rojiza, mmmm una delicia cuando introduje mi lengua en su cavidad bucal, se comí los labios como poseída sin dejar de acariciarle todo el cuerpo. Le quite el camisón y ella a mi la corta camiseta que tenia, en menos de dos minutos quedamos desnudas bajo las sabanas de mi cama. Ella encima de mí me besaba con más suavidad, pero con las mismas ganas que la primera vez, luego bajo por mi cuello formando un camino con su saliva y lengua, que seguía lamiendo llegando a mis pechos en los que se detuvo besando y succionando mis pezones ya erectos y deseosos de caricias, arrancando de mi gemidos de placer. Estuvo gastándome los pechos unos minutos y prosiguió su camino hacia mi abdomen jugando a meter su lengua en mi ombligo mientras me acariciaba los pechos con una mano y con la otra rozaba mi entrepierna con delicadeza a esas alturas estaba en una excitación tremenda enloquecida agarrando las sabanas con furia. Nadie me había excitado de aquella manera tan suave
Continúo con sus juegos lamiendo mis pliegues vaginales con avaricia, rozando apenas mis labios que después se comió a besos y lenguatones llegando a posar su lengua en mi orificio anal yo jadeaba ya cuando sentí como me penetraba con su lengua moviéndola en diferentes movimientos haciéndome enloqueciéndome
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