Juegos peligrosos

No se cono paso, lo unico que sabia en ese momento era que ese juego me encantaba...

Hola, mi nombre es Cristina, y lo que les voy a contar es completamente real, nada inventado, totalmente verídico. Resulta que hace algún tiempo conocí a una linda familia que se mudaba justo al costado de mi casa. Ese día llegaba de estudiar y vi. como el camión de la mudanza instalaba todo en esa casa. Desde ese día tendría a mis dos inseparables e incondicionales amigas: Mariana y Vanesa. Las dos son muy atractivas, al igual que yo por supuesto. Soy de las chicas que siempre se están preocupando de su aspecto físico, siempre bien a la ropa pegada al cuerpo que hace relucir mis atributos físicos, producto de mis arduas jornadas en el gimnasio, soy de cabello rubio, 1.63 de estatura. Por mi casa siempre los chicos me miran cuando paso por la calle, se quedan viendo mi trasero como si estuvieran viendo una película interesante o algo así, así que ya estoy acostumbrada a esas miradas que antes me enfadaban.

Con mis nuevas amigas comenzamos a salir por las tardes, hacíamos muchas cosas juntas, jugábamos cartas, salíamos al cine, conversábamos de muchísimos temas. Nuestras conversaciones se extendían muy a menudo hasta muy avanzada la noche, hora en que por obligación mas que por voluntad debían irse a su casa. Un día mientras estábamos jugando a los video juegos tocaron la puerta y era su hermano menor diciéndole a Mariana que si le ayudaba con su tarea de matemáticas que tenia ese día. Echo a perder nuestra tarde de diversión, Mariana se tubo que ir y Vanesa debía ir a ayudarle a su mama a ir al medico.

En cierta forma el hermanito menor de las dos se convirtió en nuestro estorbo, porque siempre se llevaba a Mariana y Vanesa se desanimaba y también se iba. En ciertas ocasiones se le daba por llevar sus libros a mi casa y allí hacer sus tareas, incomodándonos no se si con intención o no. Cierto día mientras regresaba de estudiar por la tarde me encontré con el dichoso hermanito menor que me dijo

Que Vanesa ese día le iba a ayudar con lo del colegio, me enfurecí, pero luego fui pensando en la forma de deshacerme de ese estorbo que a sus 13 años se había vuelto tan molesto. Muchas ideas pasaron por mi cabeza, incluso pensé en hablar con un amigo para que le enseñe, pero nadie disponía de tiempo para eso.

Luego de muchas horas de buscar una solución sin poder dar con ella, se me vino a la mente una idea que no había podido aclarar hasta ese momento: ¿Por qué no ser yo quien trate de ayudarle en mis tiempos libres y así luego ya no interrumpiría nuestras reuniones?:

La alternativa parecía razonable, salvo por el único inconveniente de que a mis amigas les pareciera bien o no. Luego de hablar con Andrés, así se llama él, me dijo que le gustaría muchísimo que yo le enseñara. Desde ese día nos llevamos muy bien.

A la semana de haber comenzado con las lecciones ya nos reíamos juntos y hacíamos bromas acerca de sus hermanas. Un día comenzamos a jugarnos de manos y me di cuenta que ya casi tenia la fuerza de un hombre, así pasamos a tenernos mas confianza.

Entre uno de nuestros numerosos juegos entre las lecciones comencé a sospechar que aquellos juegos ya no eran tan inocentes pues en un par de ocasiones el aprovecho para sobarme las nalgas. Pero al final termine creyendo que solo había sido casualidad.

Un día mientras dormía, el entro a mi casa, no había nadie ese día pues mis padres habían salido, subió hasta mi cuarto y abrió la puerta despacio y sin hacer el menor ruido. Yo sabia que era el, pero me hice la dormida, ese día yo solo tenia puesto un sostén y un calzón pequeño, pero me cubrían las sabanas y el no podía verme así. Me di una gran sorpresa pues yo esperaba que me intentara despertar para que le ayude con la tarea, pero en lugar de eso solo sentí el silencio como si me estuvieran observando y no quisieran que yo me diera cuenta. No pude vencer la curiosidad de saber que es lo que pretendía Andrés. Comencé a sentir frió en la parte de mis pies, era el que me estaba quitando poco a poco la sabana de encima, nunca antes había sentido esa sensación de complicidad y sentimiento de culpa. Sentía que todo eso estaba mal, pero a la vez sentía que quería saber que se sentiría que me viera en prendas tan pequeñas, estaba echada boca abajo y sentía como la adrenalina recorría mi cuerpo, mientras las sabanas seguían siendo poco a poco echadas a un lado, con mucho cuidado seguramente por el temor que el sentía de ser descubierto. Sentí que la sabana paro de moverse justo cuando ya me había descubierto todas las piernas, que ya era bastante osadía para un niño de esa edad. Sentir que estaba siendo observada, y al mismo tiempo estar librada de que parezca con consentimiento mío me provoco una excitación que jamás pensé que sentiría, lo peor de todo era que me estaba gustando y a la vez sentía miedo porque la excitación seguía subiendo.

Al rato empecé a escuchar unos sonidos extraños, abrí a medias un ojo sin que el se diera cuenta y vi. hacia el espejo de la pared de mi cuarto en donde se podía ver a Andrés viéndome las piernas, pensé que todo quedaría allí y que se iría o regresaría luego y tocaría la puerta para despertarme, pero no fue así, sino que con mucha lentitud y suavidad para que yo no me diera cuenta comenzó a subir mas la sabana hasta la parte en la que se veía el comienzo de mi ropa interior, en ese momento yo ya podía sentir el sonido de su respiración agitada, de hecho estaba queriéndome ver mas que las piernas. Mi calzón era pequeño ese día y dejaba al descubierto la mayor parte de mis nalgas, al fin y al cabo al comprarlo jamás pensé que lo vería un niño mientras yo lo tenia puesto.

Seguía subiendo la sabana y luego de unos minutos de tenso trabajo por parte de el, por fin logro verme completamente solo en calzón de la parte de la cintura para abajo. Luego todo quedo en silencio. Me sentí contrariada, porque pensaba que seguirá hasta quitarme completamente la sabana, abrí un ojo y mire por el espejo, allí estaba el, masturbándose de lo mas rico viéndome solo en calzón e imaginándose mi culo desnudo. Yo no sabia que hacer en ese momento y pensé en lo bien que lo estaría pasando el en ese momento. Concluí que lo merecía por su audacia y valentía al haberme destapado y atreverse a bajarse el cierre y sacar su pene, que me sorprendió aun mas al ver su tamaño pues para su edad estaba muy desarrollado, todo esto corriendo el riesgo en todo momento de ser descubierto al menor ruido y así ser echado a golpes e insultos de mi cuarto. Sus ganas de satisfacerse viéndome el culo eran mas fuertes de lo que yo pensaba, no dejaba de mover los pliegos que rodeaban su pene de adentro para afuera incansablemente. Al fin y al cabo otro chico jamás se hubiera atrevido siquiera a entrar a mi cuarto, así que espere a que terminara y me hice la que estaba apunto de despertarse. Al instante se subió el cierre y salio huyendo hacia fuera de la casa por el miedo a ser descubierto.

Desde ese día comenzamos a tener mas confianza el uno con el otro, yo a sabiendas que le había dejado tener momentos de placer a costa de verme casi desnuda y el casi inocentemente pensaba que yo no me había dado cuenta de nada y que se había salido con la suya, en los días siguientes , el calculaba la hora en que yo me metía a mi cuarto para tomar una siesta y entones poder entrar para verme dormida, lo hizo unas tres veces, hasta que un día decidí darle un placer mayor y dormir desnuda, si, como lo están leyendo, decidí dormir sin un solo trapo puesto, solo la sabana casi transparente que me cubría y que el desde luego llegaba con la intención de quitármela de encima. A aquel día me prepare muy bien para saber que se siente darle ese placer tan grande a un niño ansioso de ver mi desnudes.

Lo planee todo muy bien, y el ese día se atrevió a tocarme las nalgas suavemente y fue el día en que se masturbo a sus anchas, pues yo demore mas que de costumbre el tiempo que le daba para su autosatisfacción. Eso sucedió unas tres veces, lo deje ver mi culo desnudo, otros hombres hubieran matado por ver eso, al parecer por esos días tenia pensado que eso seria todo , ese seria el final de la aventura de Andrés, pero el tercer día hizo algo que me excito mucho, luego de haberse masturbado a sus anchas se atrevió a hacer contacto entre mi culo y su pene, asustada y excitada, mil cosas pasaron por mi cabeza, quería seguir experimentando esa sensación tan nueva y placentera, pero a la vez sentía miedo porque en cualquier momento podría intentar introducirme su pene y de hecho lo hizo, pero solo entre mis nalgas. Se acostó con cuidado en la cama, justo al costado de mi cuerpo de manera que mis nalgas quedaron a merced de su pene. Se masturbaba un rato y luego se frotaba el pene con mas notoriedad entre la raya que separa mis dos nalgas. Fue riquísimo sentirme casi en las nubes con ese pene tan grande para la edad de aquel niño haciendo esos ensayos de penetración hacia mí.

El juego se había vuelto peligroso, ya que en el momento justo antes de que el quería introducirme su pene yo hacia como que me estaba despertando y el debía irse resignado a no concluir su hazaña. Para disminuir los riesgos decidí desde ahí usar calzón para recibirlo en mi cama haciéndome la dormida, ya que el no se atrevería a quitármelo pues seria cuestión se segundos para que yo me despertara. El siguió viniendo a mi casa y entrando a mi cuarto, pero esta vez tendría luego de masturbarse que conformarse solo con sobar su pene encima de mi calzón imaginando que me penetraba.

No se como paso, lo único que sabia en ese momento era que ese juego me encantaba, me encantaba sentir como intentaba cacharme pero no podía, la sensación era casi como si me estuviera metiendo su pene, pero solo llegaba a introducirlo hasta donde la tela de mi calzón aflojaba, yo terminaba con mi vagina húmeda, Entonces me di cuenta que yo también quería con unas ganas locas tener ese pedazo de carne bien adentro de mi.

No tarde en comenzar a recibirlo por las tardes ya no en posición boca abajo sino boca arriba y con las piernas medio abiertas. Ese primer día el lo pensó dos veces, pues con solo abrir los ojos yo me daría cuenta de su presencia, pero para prever ese yo ya había ideado dejar todo en oscuridad cerrando las cortinas, así ese día el llego y se quedo completamente desnudo, me beso en la boca viéndome dormida, acaricio mis senos todo lo que pudo, ya casi no había ninguna barrera para el, salvo lo mas importante, o sea que no podía meterme su pene porque no se atrevía a bajarme el calzón, entonces opto por separarme las piernas un poco mas y acariciarme la concha por encima de la tela, paso sus dedos y yo quería explotar , comencé a sudar, el estaba desnudo y yo solo en un diminuto calzón. Coloco su pene a al altura de mi vagina y empezó a moverlo por encima de la tela intentando penetrarme que rico la pase ese día, mi zorra estaba calientísima y sintiendo la proximidad de una pinga que se introducía lo poco que podía, solo la mitad de su cabeza y me hizo alcanzar el primer orgasmo, sentí mi cuerpo temblar y el también, se asusto y se fue.

Ya por esos días yo quería tomar parte activa en las sesiones de placer y pensé que le debía mucho placer a el, así nació la idea de darle un regalo del que se acuerde toda su vida, pensé en la idea de sentarme en sus piernas mientras le daba la lección del día y que así el pudiera sentir mi culo encima de su pene en agradecimiento mío por todos esos momentos de placer que me había dado. La idea me pareció ideal, pero en unas de las muchas conversaciones que tenia con sus hermanas salio el tema del sexo oral, Mariana decía que jamás lo había hecho, pero Vanesa nos contó que sus amigas decían que eso es lo que mas la gusta a los hombres de hoy, y que casi todas sus amigas lo habían hecho e incluso a ella le habían dado unas ganas tremendas de sentir la pinga de su enamorado en su boca, saboreándola, pero que no se había atrevido porque recién empezaba a estar con su enamorado y tenían poco tiempo de conocerse y que le daba miedo que iba a pensar de ella a pesar de que el mismo se lo había pedido. Mi mente voló a mil por hora, pensé como no se me había ocurrido antes. Luego Mariana nos contó que una vez cuando estaba en el colegio, durante una actuación debía presentar un trabajo a su profesor de historia que según ella estaba bien atractivo y que lo vio saliendo de la sala de profesores entrando al baño, pero lo acompañaba una profesora de educación física y ella se pregunto porque los dos se habían metido al mismo baño, la curiosidad la venció y se asomo a la puerta, lentamente entro sin hacer ruido y se dio cuenta que ambos estaban en un inodoro con la puerta cerrada y se escuchaban suspiros, ella se atrevió a ver por debajo de la puerta y resulta que se sorprendió al ver a su profesora de física arrodillada y con el pene de su profesor en los labios, luego se lo comenzó a chupar y el profesor lo disfrutaba mucho, se lo chupaba y luego se lo sacaba de la boca y lo lamía con su lengua, se metía las bolas a la boca y las chupaba, el profesor gozaba y al profesora se tomo el semen que salía de la pinga del profesor, luego se lo lamió y se paro, se levanto la falda y se bajo el calzón y se apoyo en el inodoro apoyándose con las rodillas y dándole la espalda inclinándose y dándole todo su culo dejando a la vista su ano y su vagina con muchos pelos, el profesor puso la cabeza de su pene en la entrada de la vagina y se lo comenzó a meter y la Prof. comenzó a llorar pues era bien grande según contó Vanesa, sin embargo la Prof. se movía y jadeaba , pidiéndole al profesor que se la metiera hasta el fondo todita , decía en voz baja y jadeante: cachame …cachame…cachame…¡¡. Así lo hacia el Prof., ya para ese entonces Mariana había dejado en el suelo su trabajo de asignación y se metía la mano por debajo del calzón metiéndose el dedo y rogando para que nadie entre, imaginándose que era en su vagina donde el profesor metía su pene, metiéndose en la concha el dedo mas grande, metiéndolo y sacándolo alucinando que era ella la que estaba cachando con el profesor, sintiendo todo ese placer que se veía que sentía la Prof.

Con esos datos todo quedo resuelto, el premio a Andrés por su audacia seria chuparle el pene, pero el problema era que no me atrevía, mucho menos a dejarme cachar, pues me habían dicho que duele un montón y a ninguno de mis novio les había dejado hacerlo aunque con Andrés todo era una travesura, por eso mismo le atraía lo prohibido de la idea.

Al día siguiente, en medio de la lección de matemáticas se me cayo el lápiz debajo de la mesa y me agache para recogerlo, Andrés en ese momento se atrevió a tocarme el trasero, pero esta vez me tocaba mas, eso hizo recordar esos momentos de placer tan ricos y de inmediato me apoye sobre mis rodillas girando hacia su cara, mi cara quedo a la altura de su miembro, eso era lo que yo quería lograr, pero ese era el momento decisivo, de esos instantes dependía si me daba valor y lo hacia o si todo quedaba como un simple intento, me excite al ver que su miembro estaba erecto a mas no poder, yo no lo había notado hasta entonces porque lo cubría la mesa, entonces recordé que no era la primera vez que lo veía así y pensé que seria una tonta si no lo hacia , porque ese mismo pene había estado en la entrada de mi culo y de mi vagina y que casi me pertenecía de no haber sido por el pequeño calzón que impedía que se introdujera profundamente en mi concha a disfrutar de lo mas rico que existe en este mundo. Levante la cabeza y lo mire fijamente a la cara y luego mire por un rato la gran carpa que había armada y entonces de un momento a otro, casi sin pensarlo, en un acto instintivo mi mano ya estaba tocándolo por encima del pantalón.

Que grande lo tienes, ¿puedo tocarlo?

Si

Esta bien grande….Lo tienes del tamaño del de mi padre

¿Y como lo sabes?

Es que a veces a el también le crece así, además varias veces he entrado sin querer al baño sin saber que el estaba ahí y lo he visto cambiándose.

Bueno, por mi no hay problema, tócalo todo lo que quieras

Quisiera verlo, hace tiempo que no veo uno

Poco a poco la situación se volvía mas erótica, yo empezaba a sentir como se me endurecía mi parte intima, y los pezones se me pusieron duros, ya había dado un gran paso hacia mi objetivo de darle su premio a Andrés

-¿Y alguna vez has visto uno que no haya sido el de tu papa solo por casualidad?

-Si

-¿Y como fue?

En un paseo, en la piscina al novio de mi amiga se le bajo el traje de baño… ¿puedo verlo?

Si

Lo que pasa es que me mata la curiosidad de saber como es

Mide 15 centímetros

Ya para ese entonces yo estaba calientísima y no me importaba ya tanto si me consideraba una puta o algo así. Solo quería saber que se sentía tenerlo en la boca, acerque mi mano a su cierre y lo mire a la cara y le dije:

¿Me das permiso para sacarlo?

Si, sácalo no me voy a molestar

Se siente duro

Entonces baje el cierre y vi su calzoncillo y comencé a acariciarlo, no podía contener mis ansias y de un porrazo lo saque todo a mi vista, era grande como lo había sentido en mi culo desnudo y por encima de mi concha protegida solo por el calzón.

huele rico, parece que sabe bien, parece un churro, que rico, me hace acordar el churro que me comí ayer, estaba tan rico….

Y tiene casi el mismo tamaño de un churro normal, no se porque me ha crecido tanto, mucho mas que a los otros chicos de mi edad

Esta perfecto, me gusta, me gusta tu pinga Andrés, quisiera chuparla para sentir su sabor, déjame por favor chuparte la pinga, quiero sentir tu pinga en mi boca, quiero sentir su sabor

Andrés no podía creer tal declaración de amor, porque en el fondo cuando una chica le dice que le quiere chupar la pinga a un chico es casi siempre porque esta dispuesta a entregarlo todo o porque esta templadaza. Andrés de inmediato dijo que si.

¿Que hombre le hubiera dicho que no a una chica tan atractiva como yo? Además a todos les gusta que les mamen la verga. Entonces agarre con una mano la pichula y comencé a masturbarlo despacito, luego mas rápido y cada vez mas, hasta que comencé a ver su cara de placer, estaba rojo igual que su pene, entonces comencé a darle besitos tímidos en la cabecita, muchos besitos. Muchos pretendientes míos se hubieran dejado matar por esas clases de caricias y besos, y que irónica es la vida que un niño estaba gozando con mis manos y mi boca.

Decidí que ya estaba bien de entradas y me dispuse a meterlo en mi boca .Lo metía y lo sacaba, eso lo volvía loco y se retorcía de placer mientras yo disfrutaba saboreando de su pene.

-¿Te gusta amor?

-Si, si, si, ha…ha…ha

-¿Quieres que pare?

-No, sigue, sigue

Eso le seguía diciendo y el contestaba lo mismo, repetíamos las mismas palabras como si fuéramos un disco rayado. Luego lo metí a mi boca y lo estuve chupando sin sacarlo, era tan grande y rico que yo parecía una loca porque cada vez lo hacia mas rápido, parecía una actriz porno a pesar de que era la primera vez que lo hacia. En fin, llegaron mis padres y asustada me pare y el se guardo el miembro. Desde ese día, se la chupo cada vez que no hay nadie en la casa y el me mete la mano por el culo a sus anchas, ya sin tener que esperar a que este dormida, me mete la mano por debajo del calzón, haciéndome ver las estrellas.

Ese día seguía enseñándole las matemáticas en mi casa, y claro que apenas mis padres se fueron juntos a la panadería me eche en el sofá y me hice la dormida. Andrés me beso y yo correspondí a su beso, me manoseo, me subió el vestido y paso sus manos por encima de mi calzón, tocándome la concha, yo nuevamente le baje el cierre y sentí su bulto lo saque y comenzamos a seguir haciendo lo que estábamos haciendo antes de que nos interrumpieran, se la chupaba una y otra vez, yo ya no aguantaba y me baje el calzón, me lo quite en su delante, ante su asombro ya no podía resistir mas, estaba lista para sentir su verga haciéndome doler la concha y gozar todo ese placer que sintió la Prof. del relato de Vanesa. Le dije: bajate el pantalón y lo hizo de inmediato, nos besamos y me eche en el sofá y el encima mío, abrí las piernas ya sin calzón solo se veían mis bellos y a Andrés con esa verga durísima, tome su pene y lo puse en la entrada, el empujo, los dos estábamos sudando y por fin entro la cabeza de su pinga dentro de mi concha, ya sin nada que estorbara se dedico a cacharme a sus anchas, aprovechando que nunca se le venia una eyaculación me cachó durísimo, yo lloré del dolor, pero luego sentí la gloria de toda mujer cuando es cachada de lo mas lindo, no sabia como gritar, entonces comencé a jadear y a gemir despacio, mi respiración se contuvo y no podía creer el dolor que provocaba el estar siendo cachada en mi sofá mientras mis padres compraban el pan, veía mi calzón a un costado y o podía creer lo que estaba viendo; mi calzón tirado a un lado y Andrés gozando de mi concha apretada a su pichula como un estuche pequeño cubriéndolo. Esto era impensable hace unas tres semanas atrás en las que llego su familia.

Andrés seguía dándome duro y haciéndome sufrir al tener que aguantar su pinga dentro de mi, fue riquísimo e imposible de poder explicar solo con palabras la primera vez que te rompen la concha, fue un regalo del cielo no haber tenido que esperar hasta la noche de bodas en que mis padres pretendían que recién tenga intimidad, era una bendición estar ahí abierta de piernas teniendo una verga tan grande entrando y saliendo de lo mas profundo de mi ser para mi suerte mis padres demoraron como veinte minutos , que si bien no fueron suficientes para cachar todo lo que quería, bastaron para saber que quería hacerlo todos los días y a todas horas. Andrés estaba cansado y a mi se me venia un liquido, como si me estuviera orinando, moje a Andrés y el dejo de cacharme por un rato pues estaba cansadísimo. Yo estaba abierta de piernas en el sofá pensando en lo bien que la estaba pasando, se sintieron unos pasos, de inmediato supe que eran mis padres, me pare del sofá y Andrés volvió a sentarse en la silla y a hacerse el que estaba repasando su libro, yo recogí mi calzón y fui al baño a lavarme y luego a mi cuarto a cambiarme.

No podía creer lo rápido que habían pasado las cosas, eran solo cuatro semanas y ya estaba disfrutando del sexo en su más alta expresión, con sexo oral y toda la cosa. Me quede un rato pensando en mi cama y luego baje a seguir con las clases. Mis padres estaban en la cocina y aprovechamos para besarnos y darnos caricias subidas de tono. Me calenté de nuevo y se me vino a la mente la idea de cabalgar sobre el. La idea era muy riesgosa ahora mis padres estaban en la casa, pero yo no me podía aguantar, así que nos fuimos al armario y cerramos la puerta, ya adentro nos besamos y yo me recosté poniendo las palmas de mis manos en el soporte de mi derecha, el me subió la falda y me bajo el calzón que traía, se bajo el pantalón, yo el di todo mi culo en su entrepierna inclinándome lo mas que podía, el me subió el vestido, dejando así todo mi culo a su merced, separo mis nalgas y me abrió las piernas un poco mas, luego sobo su pene que estaba calientísimo de nuevo sobre mi concha, el miedo a ser descubiertos fue realmente súper excitante. Puso la cabeza de su pinga otra vez en la entrada de mi vagina y comenzó a empujarlo lo mas insistentemente que pudo, luego una vez mas la cabeza de su pene estaba dentro de mi concha, mi concha resistía a ser penetrada de nuevo pues estaba a un casi virgen, pero yo quería de nuevo y, me incline mas aun, ahora si Andrés tenia completamente mi zorra llena de pelos para penetrarla todo lo que quisiese.

-Amor, cachame… cachame…cachame….

Andrés no pudo metérmela todo lo que yo quería, así que me arrodille en el piso y me puse en posición perrito, dándole todo mi culo y mi zorra. Ahora si Andrés emboco bien y me le metió hasta el fondo, yo no podía resistir el dolor que me causaba su pene, entraba y salía de mi zorra a un ritmo cada vez mas rápido, ni modo, las mujeres hemos nacido para aguantar esa cosa dentro de nosotras pensé e hice un ultimo esfuerzo pero los gemidos se me escapaban y con ellos el placer hizo nuevamente su aparición. Era increíble el dolor que me causaba y lo mucho que me gustaba tener la concha llena y adolorida siendo friccionada al máximo

-Sigue amor….sigue

-Eres una cachera, por eso te amo, te amo Cristina, me enamore de ti desde el DIA en que te conocí….que rica concha que tienes, eres muy hermosa humee….

-Sigue cachándome y dime cosas sucias

-Después de esto sigue tu culo… Cristina quiero metértela por el culo

-Ha…ah…ha, sigue cachando…cachame…cachame

Su pene llegaba hasta el fondo de mi concha, sus huevos chocaban directo con mis nalgas. Era riquísimo comerme todo ese pedazo de carne.

Así termina lo que no es sino solo el comienzo de mi historia, les seguiré escribiendo, suerte, si ustedes han disfrutado este relato, imagínense como lo he disfrutado yo que lo viví en carne propia, aun ahora siempre los recuerdos me hacen volver a vivir Aquellos Momentos. Espero que mi relato sea publicado para así poder saber si les gusto o no. Ésta solo es mi historia, pero somos un grupo de amigos que formamos el círculo y pronto cada uno se va a animar a escribir sus historias, espero que les gusten todas

Ah y les prometo a todos los que les gusto la historia que si se publica y obtiene buenas criticas les escribiré la segunda parte. Hasta la proxima.