Juegos nocturnos

Natalia, una joven valenciana, se dejará llevar por las morbosas ideas de su compañero, Carlos. Gozando en público y en privado durante una calurosa noche de verano.

Se acercaba el sábado y Carlos lo tenía todo listo para hacer gozar a Natalia. Durante toda la semana estuvo mandándole mensajes, aumentando su excitación día a día, llevándola al límite y a ella le encantaba ese juego, sabía que Carlos preparaba algo y sería el centro de todos sus juegos.

Llegó el sábado, una noche calurosa en la ciudad de Valencia, saldrían juntos a cenar a un restaurante iluminado mediante velas con música suave y olores suaves. Natalia eligió un vestido fino negro que quedaba por debajo de sus nalgas, con una apertura en el pecho que dejaba ver su escote y unos zapatos negros de tacón alto. Sabía que Carlos se pondría cachondo al verla y quería jugar con él.

Carlos eligió unos pantalones azul oscuro conjuntados con unos zapatos color marrón y una camisa blanca que se ajustaba a la perfección a la forma de su cuerpo, no es un hombre grande, pero está bien definido y sabe cómo sacarse partido.

En cuanto vio aparecer por el pasillo a Natalia, no puedo esconder el bulto que se formó en su entrepierna, ella se dio cuenta y sonrió, se acercó lentamente, rozó con sus labios su cuello y afirmó mientras acariciaba su bulto con la mano:

N-  Veo que te gusta mi vestido.

C- Me encanta...pero antes de salir tengo un regalo para ti.

Carlos sacó una cajita, se la dio a Natalia, ella la miró, sonrió mordiéndose el labio y volvió a su habitación.

Llegaron al restaurante y la primera mirada furtiva al escote de Natalia fue del maître, Carlos se dio cuenta y sonrió maliciosamente. Pidieron vino blanco para cenar y el camarero no puedo evitar perderse en su escote, cuando el camarero estaba sirviendo el vino, ella tuvo un sobresalto en su silla…Carlos acabada de encender el consolador que se escondía entre sus piernas. Llevaba tiempo deseando poner ese aparato a prueba y esa noche estaba convencido de agotar la batería.

Natalia intentaba disimular su excitación, entrecerrando las piernas y suplicándole con los ojos a Carlos que parara, pero no iba a parar. Aumentaba y descendía la velocidad y el modo del vibrador a su antojo, subiendo la intensidad justo cuando se acercaba el camarero, pues quería que se corriera con él delante.

N- No puedo aguantar más, como no pares me voy a correr aaahhhh –soltó un pequeño gemido al notar como el aparato se movía cada vez más rápido en su interior y estimulaba su clítoris al mismo tiempo-

N- mmmm para por favor, no puedo más  aaahhh.

C- mmmm estoy deseando que te corras aquí mismo.

Carlos cambió de modo y aumentó la velocidad, Natalia no pudo soportarlo y se corrió, metiendo la mano derecha entre sus piernas y cerrándolas de golpe mientras sus ojos se ponían en blanco. El corazón le latía a mil por hora, miró a Carlos directamente a los ojos mientras se relamía los labios y de su boca solo salió un:

N – Gracias. Eres un cabrón, querías que me corriera con el camarero delante…

No pudo terminar la frase cuando notó de nuevo las vibraciones en su coño mientras el camarero estaba junto a ellos con los ojos perdidos en su escote. Ella se removía en su silla y cerraba los ojos, no podía ocultar su cara de excitación y al abrir los ojos se topó con el bulto en el pantalón del camarero.

Salieron del restaurante y se montaron en un taxi, Carlos dejó pasar a Natalia y esta terminó sentada en el asiento del medio; mientas ella le indicaba la dirección al taxista, una mano empezó a subir suavemente por su pierna derecha. Ella le miró con cara sorprendida pero todas sus defensas se vinieron abajo cuando sintió un suave mordisco en el labio mientras la mano se acercaba a su entrepierna.

Los dedeos de Carlos apartaron el diminuto tanga negro y acariciaron suavemente los labios que rodean el clítoris…Natalia soltó un gemido y se cruzó con los ojos del taxista en el retrovisor. Cerró sus ojos y posó su mano en la nuca de Carlos, apretando la melena mientras lo atraía hacia ella.

N- mmmmm ahhhh joder, el taxista no para de mirar y vas a conseguir que me corra otra vez.

Carlos introdujo un dedo en el interior de Natalia mientras con la palma de su mano acariciaba el clítoris. Su espalda se arqueó mientras abría más las piernas y su respiración se aceleraba. La velocidad de la mano que tanto placer le estaba provocando aumentaba, el dedo corazón de Carlos entraba y salía, chorreando, buscando el punto G de Natalia cada vez que la perforaba mientras que con la palma de su mano estimulaba los labios de su coño, casi podía unir el dedo de su interior con la palma de su mano; notaba como ella estaba al borde del orgasmo y aceleró más sus movimientos.

N – mmmm si, joder, si…..ufffff no pares me voy a correr.

Natalia sujetaba con las dos manos la cabeza de Carlos y le mordía el cabello intentando apagar sus gemidos mientras le sostenía la mirada al taxista.

N – si….sii…..sigue sigue joder!!! Noooooo!!!

Carlos sacó rápidamente su mano de entre las piernas de Natalia y metió los dedos en su boca, relamiéndose con los flujos de su coño, no quería que se corriera, quería mantenerla cachonda hasta llegar a casa.

Entraron en el patio de su edificio y Carlos se le acercó por detrás, mordiéndole en el cuello mientras alzaba su vestido, dejando su culito al aire, mientras apretaba el bulto de su entrepierna contra ella. Natalia se estremeció al sentir los labios de él en su cuello y se sorprendió cuando él le puso un antifaz.

C- shhh confía en mí, déjate llevar y disfruta.

Llevaba toda la noche dejándose llevar y disfrutando, si tenía más orgasmos llegaría a desmayarse, pero le encantaban estos juegos y sabía que a él también. Entraron en su apartamento, cerraron la puerta y la apoyó con fuerza contra ella.

C- Vuelvo enseguida, no te vayas.

Al minuto notó como una mano tiraba de ella y se dejó llevar, sus sentidos empezaron a despertarse; le llegaron distintos olores a canela, vainilla, jazmín…..su excitación iba en aumento mientras la música entraba por sus oídos; sonaban notas eróticas que se acoplaban a la perfección a sus latidos, aumentado su respiración, consiguiendo que su coño volviera a mojarse y erizando cada poro de su piel.

El vestido de Natalia cayó al suelo y Carlos guió suavemente su cuerpo, posándolo sobre la cama. Le cogió la mano derecha y rodeó su muñeca con una esposa, Natalia gimió y notó como su mano izquierda sufría el mismo castigo. Intentó juntar las manos y no pudo, estaba atada y no podía mover los brazos. Se sorprendió todavía más cuando Carlos encadenó su pie derecho y su pie izquierdo a las esposas.

No podía moverse, estaba indefensa, desnuda y cachonda a merced de Carlos. Gimió cuando notó como unos dedos recorrían su cuerpo…la mano acarició el pelo, pasando despacio por detrás de su oreja derecha mientras notaba un mordisco en el cuello. La mano siguió descendiendo por su clavícula mientras notaba como los labios y la lengua de Carlos no paraba de besar aquellas zonas por las que, un instante antes, había pasado su mano.

La boca de Carlos descendía poco a poco, el cuello, la clavícula, un mordisco en el hombro, recorrió con su lengua el camino entre el cuello de Natalia y el comienzo de sus pechos mientas con una mano apretaba una de sus nalgas y con la otra tiraba de su pelo hacia atrás, consiguiendo que Natalia se estremeciera de placer mientras gemía.

N- joder…..vas a conseguir que me corra como sigas así……mmmm

La respuesta de Carlos no tardó en llegar en forma de mordisco sobre los pezones de Natalia a la vez que con su mano derecha acariciaba la parte interna de sus muslos, recorriendo con sus dedos toda la zona de las ingles de ella, excitándola sin tocarle el coño, a veces posaba su mano sobre el coño, notando el calor que desprendía y consiguiendo que Natalia gimiera y se revolviera sin poder desencadenarse.

Los labios de Carlos seguían descendiendo por su cuerpo mientras Natalia no podía evitar arquear la espalda, ofreciéndole su entrepierna, no podía soportarlo más, necesitaba sentirlo dentro, necesitaba que se la follara hasta correrse con su polla. Movía sus caderas de un lado a otro, levantándolas tanto como podía mientras luchaba por liberar sus manos, retorciendo todo su cuerpo notando como las manos de Carlos recorrían ahora sus pechos mientras besaba la parte baja de su ombligo.

Sin esperárselo notó el aliento de la boca de Carlos cerca de su coño y levantó el culo para ofrecérselo. Carlos se levantó, se acercó al oído y le dijo:

C – shhhh hoy mando yo, te comeré el coño cuando quiera, te follaré cuando quiera y te correrás cuando yo quiera.

Natalia gimió y se estremeció al escuchar esas palabras. En ese momento sería capaz de hacer todo lo que él le pidiera, cumplir todas las fantasías que le contaba al oído mientras la follaba boca abajo, metiéndole toda la polla, despacio pero con intensidad, mientras la frente de él se apoyaba en su nuca y le contaba al oído sus más oscuros deseos.

Natalia no escuchaba nada, pasaron dos largos minutos sin notar ni escuchar nada. Su excitación hacia que se retorciera y aumentara su respiración.

N- ¿Carlos? Mmmm joder, ¿dónde estás? Mmm

Carlos estaba sentado enfrente de la cama, observando su coño abierto, sonriendo mientras le hacía sufrir un poco, se levantó y puso sus labios de nuevo en la oreja derecha de Natalia.

C- Dime

N- uffff no puedo más, cómeme, fóllame…..hazme lo que quieras pero haz que me corra

C- ¿Dime quién manda aquí?

N- mmm aahhh joder, tú. Mandas tú.

Natalia no podía evitar retorcerse de placer y Carlos ni siquiera la había tocado de nuevo. Se hizo el silencio de nuevo, agudizó el oído intentando averiguar dónde estaba Carlos….y sin esperárselo lo escuchó.

N-aahhhh mmmm ¿qué me estás haciendo?

Carlos recorría el cuerpo de Natalia con un vibrador. Acariciaba todo su cuerpo con el aparato, lo pasaba suavemente por sus labios hasta bajar por su cuello. El consolador empezó a vibrar cuando llegó a sus pechos y acarició sus pezones

Natalia no podía más, gemía y se estremecía, movía su cuerpo arriba y abajo, luchando por liberarse, su excitación era máxima y estaba a merced de Carlos.

N- mmmmm joder

La boca de Carlos rodeó por completo el coño de Natalia. Sus labios besaban suavemente cada parte de su entrepierna, su lengua recorría los labios hasta llegar al clítoris y bajaba hasta su entrada y movía la lengua rápidamente.

El cuerpo de Natalia se estremecía mientras Carlos le daba placer con la lengua….sus dedos empezaron a acariciar el coño de Natalia. Mientras lo recorría, lo devoraba con su lengua. Le introducía suavemente su dedo corazón, moviéndolo sin parar mientras su lengua jugueteaba con su clítoris.

N- mmmm si…mmmm joder, sigue sigue aaahhh

Carlos aumentó el ritmo, el cuerpo de Natalia se doblaba de placer bajo su boca. Aumento la follada con su dedo mientras movía cada vez más rápido y con más intensidad su lengua. Estaba a punto del orgasmo.

N- dios me voy a correr, joder sigue, dios, sigue!!

La boca de Carlos comenzó a succionar el clítoris de Natalia mientras la follaba cada vez más rápido con su dedo, rozando su punto g con su dedo corazón y la entrada de su ano con su dedo anular. Los gemidos inundaban la habitación mientras el ritmo cardiaco de Natalia aumentaba.

Carlos seguía follándose los dos agujeros de Natalia mientras le succionaba el clítoris, al mismo tiempo la velocidad aumentaba por segundos, el cuerpo de ella se revolvía de placer de un lado a otro, sus brazos intentaban liberarse de nuevo mientras arqueaba todo su cuerpo y los ojos se le ponían en blanco.

N- fóllame fóllame joder si ahhhh dios me voy a correr me voy a correr mmmmmmm DIOSSSS!!!! ME CORROOOO

La corrida de Natalia inundó la mano y la boca de Carlos. Recorrió el cuerpo de ella con el suyo propio, acercando su boca a la de Natalia y fundiéndose en un beso erótico, ofreciéndole el sabor de su propia corrida que ella acepto gustosamente mientras gemía de nuevo al notar como la dura polla de Carlos entraba en su encharcado coño…