Juegos Nocturnos

De lo que puede suceder cuando un chico y la mejor amiga de su novia se ven obligados a compartir baño una noche de sabado.

Juegos nocturnos

Era la noche del sábado y, como todas las noches de sábado, salíamos de marcha para disfrutar del fin de semana tras una semana de trabajo agotadora.

Estábamos los habituales, los de la pandilla: Pedro y su novia Olga, Luisa y su marido Alejandro y mi novia Mar y yo. Éramos un grupo de amigos que andaba en la treintena y que manteníamos la amistad desde la época del instituto, así que nos conocíamos bastante bien los unos a los otros.

Habíamos estado tomando unas cervezas en el bar de siempre y ahora andábamos buscando hueco en una discoteca para bailar un rato. Yo a esa hora llevaba un número considerable de cervezas encima y, entre el calor y el baile andaba algo mareado y tenía la vejiga a punto de reventar. Me estaba meando, vamos.

Voy un momento al baño, -le grite al oído a mi novia.

Ella asintió con la cabeza sin dejar de hablar con su amiga Luisa ( cuando dos mujeres están hablando pierden el sentido del tiempo y el espacio), así que me encamine con la copa en la mano y entre empujones hasta los servicios, que estaban al fondo de la sala.

El caso es que cuando llegué, como siempre, había una cola tremenda, sobre todo en el de las chicas ( ¿por qué se empeñaran la chicas en entrar siempre de dos en dos al baño?). Allí andaba también Olga, la novia de Pedro, esperando turno y se le iluminó la cara al verme.

En este punto de la narración tengo que decir que Olga siempre me llamó la atención, sobre todo porque tiene un par de tetas que quitan el hipo a cualquiera y más de una vez me la he meneado pensando en esos dos melones. De hecho, casi siempre que hablo con ella no puedo evitar lanzarle tímidas miraditas al escote, algo que mi novia me ha reprochado más de una vez pese a mi excusa reiterada de que no puedo evitarlo, que se me van los ojos a esos pechos. A parte de eso es una chica de lo más normal, de las que no te paras a mirar por la calle, no muy alta, algo rellenita y bastante ingenua. Pero todo se le perdona con esa delantera que ya quisiera para si el Real Madrid y que ella explotaba con una forma de vestir cuando menos "provocativa", aunque más de una vez Mar me había comentado que parecía una puta por los escotes y minifaldas que solia utilizar.

¿Que tal? Le digo.

Uffff, desesperada, Jose, estoy que me meo toda, como tarde mucho me lo hago encima, ay, ay

Mientras decía daba pequeños saltitos. Por lo que vi iba también bastante bebida. Se quedo libre el cuarto de los tíos y me dispuse a pasar

Bueno, Alguita, yo ya voy a entrar, jejeje, que te sea leve

Porfa, tío… déjame entrar contigo al baño, que ya no aguanto más y aquí aun hay cola para rato.

En ese momento no dude y le dije que venga, que si estaba tan mal que pasara conmigo si estaba tan necesitada.

Entramos los dos juntos y la mayoría de las chicas que esperaban su turno empezaron a protestar. Que si vaya morro, que qué irían hacer esos dos en el baño tan juntitos… Nos miramos y nos echamos a reír, y Olga respondió burlona:

Vamos a echar un polvo, ¿os importa?

No dejamos de reír y entramos al baño. Era muy estrecho y de uso individual, con lo cual solo había un meadero de pie y una taza en sin puerta.

Olga fue directa a la taza y sin pensárselo dos veces se bajo los tejanos y las bragas y se puso a mear.

Ufff, tio, ya no podía más. Un minuto más y te juro que me lo hago encima.

Yo me había quedado parado, como un pasmarote delante de la puerta y no había reaccionado ante la rapidez de Olga. Podía oír como caía su chorro y me pareció sorprendente el desparpajo y la desvergüenza con que Olga meaba delante de un tio que no era su novio.

¿Qué pasa, es que no vas a mear tu?

Si, si, - le respondí- voy.

Me apoye en el meadero de pared y me saque la polla, que se me había puesto morcillona sin poder evitarlo. La situación conllevaba una considerable dosis de morbo.

Olga se limpió con una trozo de papel higiénico y tiró de la cadena. Salió con una cara de felicidad evidente. Esa que se te queda después de una meada que te ha puesto la vejiga a punto de reventar.

Que a gusto me he quedado, Jose.

Mientras hablaba se paró delante de mi, desde donde podía contemplar sin ningún problema mi polla y seguro que se dio cuenta que la tenía semirrecta.

¿Te gusta lo que ves, Olga?

Je, je, je… No esta nada mal… ¿Se te ha puesto así por mi?

No he podido contenerla. El verte meando me ha excitado. ¿Puedo hacerte una pregunta, digamos que algo intima?

Dudo unos instantes pero con cara de perversa, dijo que adelante.

¿Es más grande que la de Pedro?

Ufff, no sabría que decirte. Desde esta posición no la veo entera.

Me separé un poco del urinario para permitirle una mejor visión de mi virilidad en acción, que poco a poco iba incrementando su tamaño debido a lo morboso de tener a una de las mejores amigas de mi novia a escasos centímetros de mi verga.

Si aun no la ves bien, acércate un poco más para que puedas apreciarla como es debido, hay que tener certeza de las cosas antes de lanzar una opinión como esta…jejeje.

Olga se acerco, riéndose y con un brillo en los ojitos que presagiaba grandes cosas en breves momentos.

Se agachó un poco y se puso en cuclillas para poder verla bien. Yo mientras continuaba meando, aunque cada vez me costaba más por el ángulo que iba adquiriendo la cosa. Desde esa posición podía ver el generoso escote que ofrecía esa noche Olga. Ufff, que melones gasta la muy guarra.

El tener su cara a escasos centímetros de mi polla me la puso completamente dura y consecuencia de la ley de la gravedad el chorro dio con más potencia si cabe en la pared del urinario, salpicando sin querer con algunas gotitas a Olga en la cara y el pecho.

¡Ahhh, guarro! Ten más cuidado, joder.

Uy, perdona chica, ha sido sin querer.

Tio, ya te vale… me has meado encima, coño. Mira como me has puesto.

Efectivamente, cerca del labio una gotita amarilla descendía lentamente y en su escote se percibían mojaduras.

Perdona Olga, pero no lo he podido evitar. Es que tienes un escote que siempre me ha vuelto loco, y ahora al tenerlo tan cerca… y tu mirándome la polla…pues…se me ha escapado "la cosa" de las manos.

Olga sonrió. No parecía demasiado enfadada y volvió a fijarse en mi verga, que continuaba en posición de firmes.

Como sois los tíos… enseguida os ponéis como motos… Bueno, pues ahora tendrás que secarme… Tu me has manchado, tu me vas a limpiar… así que a ver como lo haces.

Un poco avergonzado. Cogí algo de papel higiénico del baño de al lado, donde hace un par de minutos Olga acababa de aliviar su vejiga.

Cuidadosamente fui pasándole el papel por la cara y luego me dirigí al escote, muy despacito, como no queriendo tocar, evitando las zonas más evidentes. Enseguida me di cuenta que los pezones de Olga se marcaban a través de su camiseta y su sujetador. Parece que no le estaba desagradando la limpieza.

La puerta permanecía cerrada, nadie más había entrado después de nosotros.

Me ha caído también dentro de la camiseta- dijo Olga- así que si no te importa me la quito también y me limpias por ahí.

Ufff, Olga, no hagas eso

Pero ya era tarde, Olga se quitaba la camiseta por los hombros y podía ver como su sujetador negro apenas podía contener las dos mamas más grandes que yo había visto en directo, quitando internet.

A todo esto, mi polla seguía fuera del pantalón y no había bajado ni un ápice en su erección.

  • Sigue limpiando Jose, que no me vaya a resfriar. ¿Qué te pasa?

  • Uff, tia. Pues imaginate que me pasa, que me estas poniendo a cien y no puedo evitar tener una erección delante de ti

  • Ja,ja,ja. A Pedro le pasa igual, en cuanto me ve las tetas se le pone la cosa a tono. Aunque no quiera. Los tíos tenéis todos el mismo mecanismo en la polla…Claro que a mi eso me encanta, ¿sabes?

Yo pensaba en mil cosas. En mi novia afuera esperando, en su novio también esperando, en las copas, en la hora y a todo eso, mis manos seguían restregando el papel, ya roto, sin que quedara ninguna gota de orina en la piel. La estaba magreando a base de bien.

Anda que vaya situación, Olga. Imaginate si ahora entrara alguien en el baño y nos pillara así, tu en sujetador y yo con la polla tiesa, se podría liar una buena.

Si, es verdad – dijo ella sonriendo – alguien se podría imaginar lo que no es, ¿verdad? Simplemente dos amigos limpiándose.

El caso es que yo no puedo salir en este estado – dije señalándome la polla que ahora mismo exhibía el glande reluciente y había alcanzado su tamaño máximo, unos diecisiete centímetros, además de una dureza semejante a la de un palo de béisbol. Tengo que bajarla como sea.

¿Quieres que te ayude a bajarla? De alguna manera me siento responsable, todo ha sido por mi culpa ¿no?

Pero Olga, ¿y si alguien nos pilla?

Nos metemos en el baño que no se ve enfrente de la puerta y así controlamos si entra alguien. La verdad es yo también me he puesto supercachonda con la situación y tengo las bragas empapadas.

Entramos en el baño y Olga se sento en la taza, quedando yo de pie delante de ella y con la polla delante de su cara.

Mmmmm, que buena pinta. Ahora voy a saber lo que se come Mar todas las noches

Ojala fuera todas las noches. Una vez a la semana y ya me puedo dar por satisfecho.

Muy mal, una cosa así hay que cuidarla, que si no se va a otros agujeritos fuera de casa. No, si en el fondo le estoy haciendo un favor a la muy tonta.

Acto seguido me cogió del culo y empujándome las nalgas se acercó la polla a la boca. Noté sus labios entrecerrados besando la punta del glande. Comenzó a pasar la lengua por el capullo, mojándolo con saliva.

Mmmm, Jose, que rica esta, me encanta el sabor de tu polla.

Si, Olga, trágatela entera por favor, cómetela hasta el fondo, estoy que reviento, mmmmm, sigue, sigue, no pares por favor.

Olga me miraba risueña, sabiéndose dominadora de la situación, como siempre que una mujer tiene la polla de un hombre en la boca, ella es la que manda. Mantenía el glande entre los labios, dándole pequeños lametones y besitos en la punta, pero sin decidirse a abrir la boca.

Joderrrr, que bueno… que lengua tienes Olga, es una delicia, tienes lengua de puta. Porfa – le suplique – metetela ya en la boca.

Le gustaba hacerme sufrir, por mucho que yo empujaba ella no se decidía a abrir la boca por completo para alojarla en su garganta.

Mmmmm, que dura la tienes Jose, no tengas prisa… déjame disfrutar de ella.

Mientras hablaba masajeaba mis testículos, apretándolos levemente… Poco a poco note como sus labios iban cediendo y como centímetro a centímetro mi pene iba ganando posiciones en su boca, pronto la lengua estaba alojando el tronco de mi verga y la saliva le resbalaba de los labios cayendo por la barbilla hasta sus tetas.

Ufff, vaya mamada me estas dando tía. Mar a tu lado es una aprendiza que no sabe ni mover la lengua… tu tienes arte de puta. Nunca me la habían comido tan bien, tía, que suerte tiene el cabrón de Pedro.

Mmmm, estoy segura de que a ti nunca te la han comido en condiciones pero para eso está aquí tu amiga Olga para solucionarlo

Y diciendo esto se la metió un poco más adentro, ya casi la tenía toda entera en la boca, le costaba un poco respirar pero continuaba succionando, como si quisiera que entrara dentro entera, hasta el fondo, en una "garganta profunda" que nadie antes me había hecho. A mi novia, como mucho, se la había metido tres cuartas partes y le daban arcadas, pero Olga no quería dejar ningún centímetro de piel fuera de su boca. Y empujó un poco más mis glúteos hasta notar que estaba toda dentro, ufff, que garganta. Notaba como su labio inferior besaba mis testículos y la punta de su nariz rozaba mi ombligo.

Y comenzó a lamer, dentro y fuera, como en una película porno. Nunca me habían hecho nada parecido, podía notar el fondo de su garganta chocando con mi glande. Me la estaba follando por la boca. Le agarré las tetas, esas tetas que tantas pajas me habían proporcionado en la intimidad de mi cama, sus pezones están erectos y una gran aureola oscura los rodea. Apenas puedo abarcar sus tetas con las manos, son demasiado grandes. Las aprieto, las estrujo, las devoro

  • Que tetas tienes Olga, me encantan tus pezones, parecen botones.

  • Aprietalas y calla, mamón,- grita sacandose mi polla de la boca - estirame bien los pezones que eso me vuelve loca… y correte de una puta vez, que quiero saborear la leche caliente que se bebe mi amiga Mar….

Yo ya no aguanto más, estoy a punto de correrme y Olga sigue incansable comiendome la polla como una perra borracha, sin para, lamiendo y chupando toda la base del tronco, los huevos, el frenillo, no deja un centímetro sin babear, sin besar, mmmm.

De pronto escuchamos como se abre la puerta del baño. Nos quedamos los dos quietos, Olga con la polla en la boca y yo con las tetas en la mano.

Olga, ¿estas ahí?... pero ¡¡¡Olga, Jose, que estáis haciendo!!!!!

Eeeestooo Pedro, - alcance a decir yo… - esto no es lo que parece

No Pedro, no estamos haciendo nada malo, es que yo me había manchando y Jose me estaba ayudando a limpiarme- dijo Olga después de sacarse mi polla de su boca.

Con que eres una puta, ¿eh Olga? No tienes suficiente con mi polla que tienes que buscar más por ahí, y encima de los amigos, joder. Pues si te gusta chupar pollas, aquí tienes otra, ¡¡¡¡cometela puta!!!!

Nos quedamos asombrados. Pedro se saco la polla del pantalón.

Pero Pedro, te prometo que ha sido sin querer. Yo te quiero – decía la pobre Olga llorando y con las tetas bamboleándose.

Tu lo que eres es una puta y ya esta, Olga, así que ya sabes lo que tienes que hacer si quieres que te perdone.

Pedro se colocó junto a mí y agarrándole la cabeza a Olga le metió la polla de un solo golpe entre los dientes.

Y no dejes de comérsela a Jose, que mira como le has dejado al pobre…a medias

Y Olga lamía una polla mientras con las manos acariciaba la otra, y luego cambiaba. En un momento dado se metió las dos pollas en la boca, podía notar el glande de Pedro chocando junto al mio y la lengua de Olga lamiéndonos a los dos.

  • Mmmmm, sigue así puta, que se que esto te gusta… cuantas veces me has dicho que te gustaría tener dos pollas para ti sola….

  • Eres una zorra Olga, no dejas de comer, parece que has pasado hambre todo este tiempo

Olga nos miraba a los dos entre polla y polla. Estábamos los tres supercalientes. Había tanto morbo en el ambiente que nos olvidamos de todos los prejuicios y prudencias, ya que en cualquier momento alguien podía abrir la puerta del cuarto de baño y encontrarse con aquel tomate.

Dejo que Olga siga chupandole la polla a su novio y le bajo los pantalones hasta las rodillas. Una gran mancha se delata en sus braguitas blancas. Esta tan mojada que parece que se haya meado encima y el flujo le está chorreando muslos abajo. Un fuerte olor a hembra sube de su entrepierna.

Joder, Pedro, mira como está tu novia. Esta tan caliente que parece que se haya meado en las bragas la muy guarra.

Nunca la había visto así – responde – sabía que era una buena puta pero nunca pensé que llegara tan lejos que me pusiera los cuernos con un amigo.

Callaos de una puta vez los dos – grito Olga – y vuelve aquí Jose, que quiero las dos pollas en la boca, quiero sentiros a los dos dentro y quiero vuestra leche para merendar.

Volví a mi posición y le introduje la vega junto a la de Jose, para que siguiera su tarea de mamona. Parecía que no había hecho otra cosa en la vida y cerraba los ojos para aumentar la concentración de su tarea. Las pollas embadurnadas de saliva se rozaban en su lengua y entre sus dientes, casi no respiraba.

Uffff, que boca tiene esta guarra, Pedro, se las traga de dos en dos sin problemas, y estoy seguro que hasta le cabría una tercera

Y que lo digas Jose, otro día avisamos a Alejandro y hacemos la prueba, jajajaja

Te cuidado Pedro, que se empieza así y te acabas convirtiendo en un cornudo consentido…jajajaja

Mientras Olga sigue relamiéndose y mirándonos no puedo evitar bajar la mano e introducirla entre la tela húmeda de sus bragas.

Joder y además tiene el chochito depilado – exclamo palpando la rajita de Olga – Ufff, con lo que a mi me gustan los coñitos sin pelos. Mar tiene una pelambrera abundante en la entrepierna y se niega a depilarse pese a mis suplicas… dice que luego al crecer los pelos le duele

Y no dejo de acariciar esa maravilla que tiene entre las piernas, encharcada de flujo, de pasar mis dedos arriba y abajo por toda la raja y a Olga se le escapan pequeños gemidos de placer entre el hueco que nuestras pollas dejan en su garganta.

Le meto un dedito en la vagina y eso hace que pare un momento de lamer para lanzar un gritito de placer

Ahhhhhh, cabrón, me estas volviendo loca. Tengo el coño chapoteando y necesito algo que lo rellene, ¡¡¡folladme por favor – dice suplicando- quiero que me folleis ya, hijos de puta!!!

Nunca la había visto así, tan fuera de sí – dice Pedro – anda, tu que la has puesto en este estado hazle los honores, follatela tu primero.

¿Estás seguro?

Venga, no la hagas esperar que quiero ver como te la follas delante de mi.

Callaos ya de una vez y que alguno me la meta, por favor, no puedo más, necesito una polla dentro de mi.

Olga ya no parecía la chica tímida y educada que conocíamos, ahora era un animal en celo, desinhibida, una hembra cuyo único deseo en ese instante era tener un trozo de carne en su coño para calmar su ansiedad de sexo.

Se puso de espaldas, apoyando sus brazos en la cisterna, quedando a cuatro patas, con su culo en pompa ofreciéndose a mi. El cabrón de Pedro, le abre las nalgas para ofrecerme una mejor visión del camino a seguir y sin más preámbulos le introduzco mi verga de un solo golpe, entra sin problemas y hasta el fondo, nunca había estado en un coño tan caliente.

Siiiiiiiiiiiii, mmmm, - grita Olga – metemela así, bien fuerte, húndemela hasta las entrañas y follame como se folla a una buena puta.

Como disfruta esta putita de tu polla – dice Pedro mientras se pajea viendo el espectáculo- follatela bien, déjale el coño seco.

Me encanta tu coño, Olga, esta muy caliente y mojado, toma mi polla, como tu querías, bien adentro.

Bombeo una y otra vez todo lo fuerte que puedo, agarrandole el cuelo y embistiéndola sin miramientos. Sus tetas se bambolean a cada golpe de polla, se las agarro y apriento los pezones. Eso la pone aun más loca y sus gritos se deben estar escuchando hasta en la pista de baile.

Ufff, que coño tienes Olga, te estaria follando toda la noche.

Metemela, follameeeeee, aggggggg, que bien, nunca me había sentido así, quiero que me reventéis este coño de puta que tengo, que me lo llenéis con vuestra leche caliente hasta que rebose… Sigue, sigue, y tu Pedro mira como folla un macho y aprende, mmmmm, que placer

Sigo empujando y le agarro del pelo, como si cabalgara una yegua desbocada, adentro y afuera, cada vez más rápido. No voy a aguantar mucho más, estoy a punto de correrme.

Mientras Pedro no deja de menearsela junto a nosotros. Es un cornudo consentido y le encanta ver como se follan a su novia delante de él.

Joder, Jose que polla tienes – gime Olga – me esta volviendo loca de placer, follame viva, agggg, follame más….

No puedo más, Olga, voy a correrme de un momento a otro.

No te corras en mi coño, quiero que te corras en mi boca, que me des todo ese semen caliente que guardas para Mar.

Mmmmm, ¿quieres que te llene la boca de semen delante de tu novio?

Si, quiero que Pedro veo lo que sabe hacer su chica y lo bien alimentada que esta

Le saco la polla del coño, goteando flujos vaginales, y la siento en la taza del water colocándole la polla a la altura de la cara.

Se mete la polla en la boca y empieza a lamerla muy rápido, ayudándose de la mano para pajearme. Pedro se coloca al lado, meneandosela, también está a punto de correrse y le acerca la polla a la cara a Olga.

Mmmm, Olga, me voy a correr, abre bien la boca porque pienso llenartela entera, ahhhh, me corro, me corro….

Así, puta, más que puta, aquí tienes mi leche también- grita Pedro mientras comienza a soltar trayazos de semen sobre el rostro de Olga.

Mmmmm, siiiiiiii llenadme de leche los dos, la leche de mis machos solo para mi

Me corro en su boca como nunca antes, llenándole la lengua de semen mientras Pedro le llena la cara.

Saca mi polla de su boca y comienza a lamerla, junto a la de Pedro, estrujándolas, hasta la última gota.

Mientras limpia nuestras pollas, golosa, con cara de niña mala, me doy cuenta de que aun no se ha corrido.

Ufff, ha sido fabuloso Olga, nunca me había hecho una mamada como tu… además Mar no me deja nunca que me corra en su boca, dice que no le gusta el sabor del semen y su textura pastosa y caliente

Olga me mira viciosa, con algunos goterones de leche colgando del labio y resbalando por su cara y sus pechos.

Pues no sabe lo que se pierde la tonta de Mar, a mi me encanta sentir como se corren en mi boca y saborear la leche calentita de una polla recien ordeñada….mmmm

Con suavidad la agarro del pelo y la echo hacía atrás en la taza del urinario.

Ahora dejame que te lo agradezca como es debido… tengo ganas de saborear un coño sin pelos y el tuyo me ha abierto el apetito…mmmm

Se inclina hacía atrás y se abre completamente de piernas, apoyándolas en mis hombros. Me pongo de rodillas y acerco la cara a su raja, sudorosa y húmeda, palpitante después de haber tenido mi polla dentro.

Paso la punta de la lengua por su clítoris y un escalofrío hace que Olga tiemble de placer. Esta durito y calentito. Paso toda la lengua por sus labios, recogiendo restos de jugos vaginales y los saboreo.

Ummmm, - gime Olga- cabrón comeme el coño. Esto ardiendo por dentro y necesito una lengua en el chocho que me alivie. Quiero correrme en tu boca como tu lo has hecho en la mía.

Calla guarra, que te voy a comer el conejo como nadie lo ha hecho antes.

Meto la lengua en su vagina, moviéndola lentamente, saboreando cada centímetro, gozando de su humedad, y sigo lamiendo, abriéndole más el coño con los dedos y pasando la lengua una y otra vez por esa raja sin pelos

Mmmm, que rico, que suave tienes el coñito, Olga, mmm, me encanta.

Y mientras el dedo índice se abre camino entre las nalgas y busca el agujerito de su ano, y después de meterle la lengua, voy introduciendo lentamente un dedo y luego dos, mientras sigo lamiéndole el coño. Ella me coge de la cabeza y me la pega bien a su entrepierna.

  • Diossss, que bien, mete la lengua hasta las entrañas y dejame seca, bebetelo todo cabrón, que lengua tienes… lameme entera, uffff

Noto como comienza a temblar, como se acerca su orgasmo y le meto un tercer dedo en el culo para aumentar el placer y muevo la lengua más rápido si cabe, chupándole el clítoris y clavándole la nariz en la vagina, mientras no dejo de chorrear líquidos vaginales por la barbilla, por mis labios

Ahhhhhhh, me voy a correr… No pares, no pares… Ahhhhhhhhh… me corroooooo…. ahhhhhhhhh

Chilla como una cerda y varios espasmos recorren su cuerpo y chorrea y se corre como nunca antes lo había hecho en mi boca y yo no paro de lamer y mover los dedos en su ano… hasta que por fin deja de moverse y me coge de la cabeza, la acerca a su cara y nos besamos, mezclamos nuestras lenguas, entremezclando mi boca llena de su flujo con los restos de la corrida de Pedro y mía de hace un momento.

Pedro, mientras, se ha vuelto a masturbar mirándonos y se ha corrido sobre mi espalda. Exhaustos, los tres nos miramos, nos vestimos y salimos del baño. Fuera aguarda una larga cola que nos mira con cara de perro.

  • Ya era hora, dice una.

Mi novia sigue hablando con su amiga, no se ha enterado de nada. Acerco mi boca a la oreja de Olga y le comento en voz baja.

No se a ti, pero a mi me están entrando ganas de mear de nuevo. Creo que pronto tendré que hacer otra visita al baño, espero que me acompañes.

Me guiña un ojo. Esto es solo el comienzo. Aun queda mucho por disfrutar.

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