Juegos Morbosos 2 (Anal Play)

Empecé a sentir los fuertes resoplidos de mi hijo en la nuca, su verga ensanchándose deliciosamente dentro del túnel de mi culo a punto de eyacular, cuando de repente

De vuelta en la ciudad de México…

Lo primero que hice fue tomarme la píldora del “día después”, mas tarde comencé a tomar pastillas anticonceptivas, por si acaso…

Saliendo a flote, la racionalidad, la cordura, mi papel de madre, después de todo, amaba muchísimo a mi hijo,  no quería dañar a nadie, no asimilaba comprometernos con ninguna eventualidad para nuestras vidas…

Octavio regreso a los estudios, volví  a mi trabajo como recepcionista, y la abuela a realizar las pocas actividades que desempeñaba en el departamento…

Igualmente por boca de las vecinas me entere que…

Los asaltos a nuestra unidad habitacional ya eran cosa del pasado, la banda de ladrones que infundio el miedo hace algunas semanas y motivo por el cual, (habíamos literalmente huido hacia Cuetzalan en Puebla con mi hermano y su familia), fueron capturados y dictados de sentencia por muchos años, vaya fichitas aquellos tipos…

Me sentí muy aliviada, mas sin embargo, mi subconsciente me decía que esta información se transformaría en la caliente continuación de los juegos morbosos entre madre e hijo tratando siempre de esquivar a mi madre y abuela respectivamente…


Los días transcurrían con normalidad…

Volvíamos a ser la familia de siempre, abuela, madre e hijo…

Socarrona y vanidosamente Octavio, ¡por fin!... Como el decía,  dormía en su habitación, comodísimamente solo…

Al oírlo decir eso, me enojaba y me calentaba como una loca, como si el pendejo de mi hijo, no hubiera disfrutado “dormir”  y  COGER con su deliciosa, culona y caliente mamita…

En el departamento mi anciana madre y yo, compartíamos habitación, obviamente cada quien en su respectiva cama…

Todo regresaba lentamente a la cotidianidad, más sin embargo, mi cuerpo extrañaba por las noches la presencia de mi hijo, o mejor dicho, mi culo extrañaba el frotamiento de su verga y mi conejo su deliciosa zanahoria…

Por un par de semanas, trate de ser un madre normal, pero no podía lograrlo, necesitaba, anhelaba, deseaba volver a tener una lujuriosa aventura con mi hijo y obviamente me imaginaba que el también…

Hace unas semanas mi hijo había comenzado esta locura incestuosa con sus calientes atrevimientos, sentía que era mi turno de  continuar con el juego cómplice y morboso entre ambos…

¿Pero como?...

¡Bingo!... Exclame excitada…

Me tocaba a mí meterme en su cama… Pensé morbosa…

La siguiente noche, por la madrugada, llevaría a cabo mi calenturiento plan…


Mi anciana madre dormía en su respectiva cama como siempre, mi hijo en su habitación y la abuela y yo, en la nuestra…

Por mi parte no había pegado un ojo en toda la noche, estaba nerviosa, impaciente y por supuesto muy caliente, el momento había llegado, me levante silenciosamente de mi cama, de reojo observe a la abuela, estaba perdida en los brazos de Morfeo…

Mire mi  reloj,  marcaba las 2 de la madrugada, salí de mi recamara tan solo cubierta con un traslucido camisón negro (babydoll), que recientemente había comprado, debajo un pequeñísimo tanga  del mismo color y mis tetas bamboleándose libremente…

Mi entrepierna ardía de calentura…

Deambule por el pasillo unos cuantos pasos hasta que, me detuve frente a la puerta de la habitación de mi hijo…

Toque un par de veces…

Toc- Toc… Toc- Toc…

No contestaba, seguramente dormía profundamente, a punto estaba de arrepentirme y regresarme a mi cama, cuando de repente, un adormilado Octavio abrió la puerta de su habitación…

-¿que sucede madre?... Son las 2 de la madrugada… ¿Te sientes mal?...

Al mirarlo me quede de piedra, el cuerpo de mi hijo estaba solamente cubierto por unos ajustados calzoncillos tipo boxer´s… su verga se notaba medio erecta… sentí una punzada en mi encharcada vagina… también mariposas en el estomago…

-no mi amor, lo que pasa, es que…

Octavio se espabilo completamente y literalmente me comió con la mirada…

-wow… que linda…

Con total desfachatez prosiguió hablándome y echándome discretamente en cara, el obviamente  cambio drástico de pijamas por batas de encaje y tangas para consentir su lujuria con mi cuerpo  en aquella cama de las vacaciones…

-estas hermosa mamita, desde las vacaciones obligadas, en Cuetzalan, me fascinan tus nuevas ropitas de dormir…

Me sentí un poco apenada, pero a la vez cachonda, pérdida…

Mi hijo nuevamente se había adueñado totalmente de la situación… Me encantaba su forma descarada de hablar…

-que bueno que te gusten mis nuevas ropitas de pijama, me las regalo una amiga…

-wow… seguramente ella ha de ser igual de guapa y hermosa que tu mamita…

Me sentí halagada y desarmada, le sonreí como una boba… Hasta que Octavio me saco el tema…

-bueno, y a todo esto, no me has dicho que necesitas má, son las 2 am y tengo mucho sueño, quiero regresar a mi camita…

-yo se que es tarde mi amor, pero no puedo dormir, los ronquidos de tu abuela no me dejan conciliar el sueño…

-si te comprendo, desde que compartimos habitación y cama en Cuernavaca, yo nunca pude dormir por los ronquidos de la abuela, pero mamita no me mientas, en aquella cama King size, nunca escuche que tu te quejaras de la abuela, al contrario creo que dormías profundamente… Sin enterarte de nada a tu alrededor…

Instintivamente me mordí el labio, pero que caradura e hijo de puta, el morbo de mi hijo no tenia limites, ahora me restregaba directamente en la cara que nunca me di cuenta de sus frotamientos de su verga contra con mis nalgas, mucho menos de la deliciosa cogida que me dio…

Como me calentaba el jueguito con este pendejo y morboso escuincle…

Aproveche el tema de los robos a los departamentos para hacerme la victima del juego…

Con la voz y carita de nena, le dije a mi hijo…

-me atrapaste papito, la verdad es que no puedo dormir porque tengo miedo de que los ladrones que robaban los edificios vuelvan a querer delinquir…

-¡uy! mamita no tienes nada que temer, tu misma me dijiste que los atraparon y encarcelaron…

-pero Octavio, hijo, y si salen libres, o tienen cómplices que quieran atacar nuestro departamento… No lo se, tengo temor…

Con un puchero y mi mejor carita de puta, de la manera más tonta, coqueta e infantil le propuse a mi descarado hijo…

-¿puedo dormir contigo? , estoy asustada de los rumores de asaltos, me da miedo que pudiesen regresar los ladrones…

-pero, mama, acaso se te olvida que mi cama es  pequeña,  apenas si hay lugar para mi, sabes que me gusta dormir a pierna suelta…

-ese no es problema hijo, prometo no molestarte, me quedo quietecita, solo por un par de noches hasta que el miedo me abandone…

-aja, digamos que acepto, ¿y la abuela?... Seguramente ella no vería con buenos ojos que tu y yo durmiéramos juntitos, o ¿si?...

-tu abuela no tiene porque enterase, además ella se levanta tardísimo… ¿Que dices hijo?... Necesito, “sentir la protección” de un hombre a mi lado, y ese eres tu mi amor…

Los ojos de mi niño brillaban de lujuria, su caliente madre de sueño muy pesado,  “dormiría” un par de noches en su cama, prácticamente, había ido a entregársele en charola de plata, me sentía muy puta…

-esta bien mama… pasa, adelante, vamos a “dormir”…

-gracias mi amor, eres un tesoro, te amo chiquito…

Mi hijo dio un paso atrás y abrió completamente la puerta de su alcoba, entre inmediatamente a la habitación, una lamparita con una tenue luz alumbraba la recamara, mi entrepierna ardía de deseo…

Dentro de la habitación, Octavio no dejaba de mirarme, se relamía los labios, su madre en babydoll, a punto de meterse junto con el a su camita, una total locura…

Observe de reojo que una grosera erección se dibujaba bajo los ajustados boxer´s de mi niño…

-bueno mamita, ¿que lado de la camita prefieres ?...

-pegada a la pared mi vida, como ya te dije,  no quiero ocasionarte ningún problema…

La camita estaba en una esquina, pegada obviamente a una de las paredes de la juvenil alcoba de Octavio…

-ok mama, apago la luz y vamos a acostarnos inmediatamente, porque ya  “te”… Tengo muchas ganas… de dormir…

-no comas ansias mi rey… Yo también estoy que me derrito por… Estar en los brazos de Morfeo… Pero espera un segundo, mira nada más como tienes estas almohadas… Están altísimas, puedes lastimarte el cuello, déjame “acomodártelas” antes de que… Apagues la luz…

Como una gata en celo me trepe sobre la camita de mi hijo, el babydoll se me subió hasta la cintura, mi carnoso culo cubierto solamente por la tirita del tanga, quedo completamente en pompa, expuesto a los ojos de mi caliente niño…

Fingía acomodar una y otra vez las almohadas, mientas mi hijo se recreaba con mi pequeña cintura y mis nalgotas bien paradas…

No lograba verlo, pero seguramente, Octavio no perdía la vista del carnoso culote de mamita a cuatro patas, casi podía escuchar como tragaba su saliva y se sobaba indecentemente el gran bulto bajo sus calzoncillos…

-listo papito, creo que ya termine, las almohadas ya están listas…

-que, que bueno que terminaste mama, estuve a punto de… Quedarme dormido, en seco, no, no, perdón de pie…

-jajá… Que ocurrente eres mi amor, apaga ya la luz y ven inmediatamente con mama a la camita, con el calor de tus brazos quítame este miedo de los asaltos…

Antes de apagar la luz y venir a acostarse, conmigo, mire la entrepierna de mi hijo, su erección seguía potente y me pareció notar una deliciosa mancha en la punta de su carpa... Que ricura…

Siendo una camita individual no cabíamos del todo perfectamente, me metí bajo las cobijas y casi pegue mi rostro y mi cuerpo a la fría pared,  Octavio se situó detrás de mi como no queriendo tocarme, mas sin embargo sentía el roce de la carpa que hacia su verga con la tela de sus calzoncillos…

-papito, ¿que sucede mi amor?... No seas tímido mi rey, abrázame, no quiero que te caigas de la cama, ¡pégate todito a mi cuerpo papi!... Recuerda que tengo mucho miedo, necesito sentirte todito junto a mí… Lo incentivé…

-como tu digas mamita…

Ya no hubo más palabras, Octavio entendió perfectamente mi mensaje, se pego completamente a mi espalda, se aferro fuertemente a mi cintura y saco su enhiesta verga por la abertura de sus boxer´s… Lo supe, porque su caliente pene me babeo las nalgas…

-¿ya sientes que te protejo mamita?...

Octavio acoplo su deliciosa verga justamente en mi entrepierna, en el pequeño hueco que hacían mis muslos y mí encharcada  vagina…

-si papito, ya lo siento… Es delicioso… Pero, basta de palabras, vamos a “dormir” de una buena vez, tengo mucho sueño…

Mi cuerpo sudaba ligeramente  y mi mente deliraba de lujuria, en cuestión de minutos, “dormida”, “sin darme cuenta”, mi vástago, mi calenturiento y cochino hijo, me estaría dando una cogida de antología, misma que con ansias locas moría por sentir…

Un par de minutos fueron de silencio, afuera en la calles de la ciudad, se oían a lo lejos patrullas, autos yendo y viniendo, un ligero murmullo de algunos jóvenes amantes de la noche…

Dentro la recamara de Octavio, su respiración agitada, el ligero sonido de los resortes de la  cama acompañando a su verga punteándome las nalgas, su madre, llena de lujuria, mordiéndose el labio para no gritarle que se me trepara a mi culo y me diera verga con ganas…

Otro par de minutos más llenándome de deseo y asfixiándome de calentura, hasta que mi hijo decidió que nuestros calientes juegos morbosos tenían que comenzar…

  • mama, ¿ya duermes?...

No recibió respuesta de mi parte, cambie el sonido de mi respiración afloje mi cuerpo y recule descaradamente mis nalgotas para recibir la filial verga, sentí que con mi vulgar acción casi tiraba a Octavio de la cama…

Me dio un poco de vergüenza, pero obviamente mi gesto fue involuntario, como buena madre que pasa una noche en la misma cama con su hijo, ya estaba profundamente “dormida” sonreí lujuriosa para mis adentros…

-oh mamita, casi me caigo de la cama… susurro mi hijo…

-creo que tendré que atrancarte toda la noche contra la pared…

Siiii… Pensé morbosa, méteme tu tranca hasta el fondo, dale tu rico palo a mamita, mi conejo quiere de tu gruesa zanahoria…

Y sin más preámbulos, condenado escuincle, leyó mis pensamientos, apresuro nuestro morboso juego…

Con una de sus manos, levanto la delgadita tela del babydoll dejando aun más descubiertas mis carnosas nalgas…

En su siguiente movimiento, sin vergüenza alguna con su dedo índice jalo la pequeña tirita de tela de mi diminuta tanga hacia a un lado, atrapándola  a una mis carnosas nalgas, mi empapada almeja y mi caliente orificio anal, quedaron descubiertos, totalmente a su disposición…

Escuche como Octavio se relamió los labios y siempre susurrando…

-uff mamita, que deliciosa y culona hembra… Así dormidita, te voy a dar mi pito, tu jugosa almeja me lo pide a gritos, o tal vez debería probar con el sexo anal…  Me dijo casi en el oído…

Si mi rey, cógete a tu incestuosa madre, dame verga por donde tu quieras… Quise gritarle, mas sin embargo, al fin y al cabo, mama, estaba bien “dormida” sin enterarse de nada…

Instantes después…

Podía sentir la piel de su pene desnudo, frotándose delicadamente debajo de mis labios vaginales…

Después de varias estocadas de su verga, levante si se podía más mi culo y la filial verga ahora se deslizaba abrazada obscenamente entre mis carnosas nalgas, la cabezota de su pene “besaba, babeaba y punteaba mi caliente ano…

Deliraba de lujuria, me había invadido el morbo y el placer no me importaba nada, ya estaba todo dicho, no había vuelta atrás, mi  culo y mi encharcada vagina pedían verga a gritos…

Mi hijo seguía con sus calientes frotamientos, ya le había lubricado todo el pito con mis jugos, cada embestida separaba lujuriosamente mis labios vaginales y en otros empellones me picaba deliciosamente el culo…

De un instante a otro la cabeza de su verga ya ganaba un poquito de terreno hacia adentro de mi ser, milímetro a milímetro…

De repente…

A lo bruto… La verga de mi hijo se incrusto de golpe en mi encharcada vagina…

-ahhhhhhhh…

Pegue al instante un quejido de placer…

-que rico mamita, te voy a dar palo, te voy a coger como la ultima noche en Cuetzalan en la casa de mis tíos…

Volvió a decirme susurrándome al oído…

Inmediatamente mi mente viajo a aquella última noche en la casa de mi hermano y su familia, el morbo de estar en casa ajena de tener a un lado a mi anciana madre mientras mi caliente hijo me cogía sin vergüenza… Me nublo la mente en un delicioso orgasmo…

En el silencio de la noche y en la obscuridad de la recamara  de mi hijo, mis ojos en blanco se retorcían  de placer…

Por su parte Octavio le seguía dando pene a mi vagina a un ritmo cansino, lento, pero tremendamente delicioso…

El chapoteo de su verga en mi vagina llenaba el sonido de su pequeña habitación…

Susurrándome siempre al oído… Las calientes palabras de mi hijo me tenían a punto de desmayarme de placer…

-no se si no te diste cuenta de todas las frotadas de verga  que le daba a tu culote en aquella cama de la casa de mis tíos… No se si aquel ultimo día disfrutaste tanto como yo, la cogidota que nos dimos, solo se que nunca voy a cansarme de este JUEGO MORBOSO… De este Delirio Incestuoso…

-no se si en verdad estés “dormida” o estas fingiendo lo que sucede entre madre e hijo, pero déjame decirte que es un morbo incontrolable… “Tu sueño pesado”… “Que no te des cuenta de nada”… “Coger como si nada sucediera”…  Ufffff que delirante… Te deseo tanto mamita…

Loca de deseo…

Estuve a punto de romper con esta mágica morbosidad, y gritarle a mi hijo que yo también lo deseaba con locura,  que me encantaba su verga, que quería que me cogiera por siempre y cuando le diera la puta gana…

Cuando de repente, mi hijo volvió  murmurarme…

-p-pero, basta de palabras mamita, basta de coger tu deliciosa panocha, es hora de experimentar el sexo anal, desde hace tanto tiempo he deseado cogerte por el culo, voy a hacer rebotar y poner a sudar esas tremendas nalgotas tuyas contra mi verga…

-toma pito mamasota…

Tan “dormida” y caliente me encontraba que al escuchar su caliente confesión me sentía desfallecer de morbo y lujuria…

Mi hijo saco totalmente su delicioso pene de mi vagina y con la ayuda de la abundante lubricación de la mezcla de sus jugos y mis jugos me lo incrusto firme y delicadamente dentro de mi ano, que dolorosa y gustosamente se apretó como un anillo alrededor de su mojado palo…

-ahhhhhhhhhhhhhhhhh…

Mi hijo no se inmuto, preso de su lujuria siguió en lo suyo con su verga bien metida en mi culo, total su mamita pego un grito seguramente por una “pesadilla” en sus dulces sueños…

Esta vez pegue un grito más fuerte y sonoro… Mezcla de un poco de dolor pero mucho más de satisfacción… Siempre me había gustado practicar el sexo anal con mis amantes de ocasión…

A pesar de tener mucho sexo anal con algunos de mis amantes, la verga de mi hijo volvió a despertar en su caliente mamita, la morbosa y placentera sensación de ser penetrada por el ano…

Para mi niño seguramente era su primera experiencia penetrando un culo, y por si fuera poco la fantasía de cogerse analmente a su madre, lo llevaron inmediatamente al paroxismo del placer…

Después de un par de tremendas clavadas, Octavio empezó a susurrar ms fuerte…

-ohhhhhhh mamita…

-m-mama…

-v-voy a terminarrrrrrr…

Empecé a sentir los resoplidos de mi niño en la nuca, su verga ensanchándose dentro del túnel de mi culo a punto de eyacular, cuando de repente…

Toc… toc… toc…toc…toc…


-Octavio… Octavio… Octavio… Cristina… Cristina… Cristina  ¿estas ahí dentro?…

Escuche unos gritos…

  • ¿Tal vez los asaltantes quieren entrar a nuestro departamento?...

Mierda… era la abuela…

Seguramente mi  tremendo quejido de placer la había despertado…

A punto de eyacular dentro del culo de su madre, mí hijo se quedo pasmado, y por mi parte me quede estupefacta e inmóvil…

Mi anciana madre trataba angustiosamente de abrir la puerta de la habitación de Octavio…

No me quería ni siquiera imaginar que mi madre descubriera que su maravilloso y excelente nieto estaba fornicando por el culo con su adorada hija…

Seguramente la mataríamos de la impresión…

Como por arte de magia o mejor dicho debido al tremendo susto, la gran verga de mi niño había perdido su erección en un santiamén y salía de mí ser…

Lastimosamente estuvimos tan cerca de estallar los dos juntos en un brutal orgasmo…

Sentí que rápidamente mi hijo guardo su mojada verga dentro de sus ajustados boxers,  y se dispuso aceleradamente a “despertarme”…

-mama… mama… mama…

Fingí un par de segundos, no poder despertar, más sin embargo… Dándome perezosamente media vuelta me puse de frente a él, cara a cara  y comencé a susurrarle…

-mmmm… mmm… ¿Que sucede hijo?… ¿Qué sucede Octavio?...

-la abuela esta afuera dice que escucho unos gritos, tiene temor que sean ladrones…

-¡que miedo!... Dije morbosamente y vacilando un poco…

-tan rico que… Estaba soñando papito… Pero de eso luego hablamos…

La habitación emanaba un tremendo olor a sexo…

Presurosa volví a susurrarle a mi niño…

-de prisa, levántate y busca tu bata de baño y dámela, tu abuela no puede verme así vestida con esta ropita de dormir  y mucho menos en tu habitación…

-s-si mama…

En segundos la encontró, me levante de la camita, me puse la bata encima y le dije a  mi hijo que se acostara y fingiera estar profundamente dormido…

Respire hondo unos segundos e inmediatamente entreabrí la puerta, solamente asomando un poco mi cabeza por el pequeño espacio abierto…

-¿Q-Que sucede mama?...

-escuche un grito fuerte, me desperté, te busque en tu cama y no estabas, así que me levante para buscarte, temo que sean ladrones los que gritaron hija…

-ehhhh… Si mama, por supuesto yo también escuche el grito, por eso estoy aquí, vine a buscar a Octavio para despertarlo y nos protegiera, pero tal parece que el no escuchó nada de nada, porque esta profundamente dormido, por eso no abro totalmente la puerta, no quiero que despierte y se desvele por una falsa alarma…

-que raro hija, juraría que escuche un fuerte grito… Tal vez no escuche nada, tal vez la edad ya hace mella en mi… ¿Pero tu que haces con la bata del niño puesta?...

Sude frio por un momento, pero trate de no perder la compostura…

-lo que pasa es que al venir a verlo a su habitación, me dio un poco de frio y me la puse encima…

-esta bien hija, voy por un vaso de agua y vuelvo a la cama…

-si mama, ahorita te alcanzo en un momento,  le doy un beso de buenas noches y te sigo a la cama…

-ok Cristina, no tardes hija…


Cerré la puerta, y le dije a mi morboso y caliente hijo…

-uffff… Casi descubre la abuela que me vine a meter a tu cama para que me “protegieras” papito, estoy asustada, mas sin embargo me siento bochornosa, sabrá dios que estaba soñando mi cielo…

-no lo se mamita, “dormías” profundamente, de repente pegaste un grito no se porque, tal vez tenias una pesadilla… Y no te asustes por la abuela, no te preocupes por ella… A mi me encanta que “te vengas en mi cama”  a dormir para protegerte…

Me mordí el labio por su caliente atrevimiento en sus palabras…

Con voz y cara de nena le respondí…

-hay papito… Como quisiera seguir durmiendo esta noche contigo, pero la abuela seguramente me estará esperando en nuestra habitación, así que mañana sin dudarlo nuevamente volveré a refugiarme en tu camita…

Rápidamente me acerque a darle un beso muy sensual en su cachete y como por accidente apoye mi mano sobre su nuevamente erecta verga… ¡Juventud divino tesoro!...

-hasta mañana papito… Ahh y mañana te devuelvo tu bata de baño por favor…


Salí de la habitación, mi mama ya estaba en nuestra alcoba, pase al baño, me lave la cara, me limpie los flujos de entre mi culo y mi empapada entrepierna, y con un pijama de la noche anterior me cambie el baby-doll y el diminuto tanga…

Presurosa y todavía muy caliente entre a mi habitación y trate de dormir…

-hasta mañana mama….

-hasta mañana hija…

Por su parte, seguramente mi adorado hijo se haría la chaqueta de su vida, para descargar toda su calentura…

Sin lugar a dudas estos calientes JUEGOS MORBOSOS entre madre e hijo, nos estaban llevando al límite del placer y la cordura…

Continuara…