Juegos inocentes (1)
En esta primera parte os presento como conocimos mi amigo Rafa y yo a nuestros nuevos compañeros de ocio, por asi decirlo.
Todo empezo cuando teniamos ambos 17 años. Eramos bastante avispados, y nos gustaba salir por ahi, ir al cine, comprabamos chuches, pasabamos el tiempo imaginandonos guarradas que hariamos cuando tendriamos pareja. Eramos como hermanos. Si uno iba al baño el otro detrás para cubrirnos las espaldas. A los dos nos gustaban los hombres, por lo tanto teniamos mas cosas en común. Cada vez que un chico pasaba delante nnuestro, lo examinabamos y cuando ya estaba algo lejos lo puntuabamos de entre 1 al 10. Poquisimas veces poniamos un nueve y nunca un diez. Seria como coronar a alguien desconocido.
Pasaron cuatro años, y al ser mayores de edad, fuimos a celebrarlo a un bar donde habia mucha gente de varias edades. Jamas habia visto tantos chicos con las hormonas revueltas, me gustaba estar ahi y ver a esos estupidois emborrachandose para engrandecerse frente a su sombre, puesto que hacer eso no les importaba a nadie en absoluto y según ellos lo hacian porque era divertido. Aún sigo buscando la diversión.
Pero bueno el caso es que empezamos a bailar y unos chicos bastante ocho, se acercaban cada uno por un lado. Frente a mi amigo y un monton de gente, se le acercaba un maromo de unos 1´85 de altura y muy delgado unos 70 kilos. Tenia la cara fina, sin vello apenas aparentaba unos 20 años, tenia el cabello trigueño, y unos ojos miel que brillaban al son de las luces. Vestia un pantalón ajustado vaquero, roto (aparentemente por el mismo), una camiseta de lycra negra y pude observar un brillo en su ceja derecha, era un piercing claro esta. Se empezo a menear al ritmo de la musica casi tocando a mi amigo que parecia emocionado. Détras de mi senti un aliento fresco que me erizo la piel. Me di la vuelta y vi a un chico de 165 mas o menos de altura muy ancho de espaldas y muy musculado. Sus ojos eran azules, era como ver un circulo de hielo, tan claros que daban miedo. Tenia un pelo rizado moreno y corto, rapado por los lados y atras. llevaba un aro en la oreja izquierda; tenia unos labios muy carnosos pero pequeños, como de piñon, y un oyuelo en la barbilla; vestia unos pantalone holgados blancos, marcando unos musñloz trabajados, y una camiseta muy ajustada de media manga amarilla, hacia resaltar su tez morena. Casi me caigo frente a esa belleza pero mantuve el tipo. Era mi primer diez que jamás habia visto. Aparentaba unos veinticinco años. Tan guapo y maculino.
-Perdona ¿sabes que hora es?- pregunto el misterioso chico.
-Si claro, espera- y rapidamente levante mi brazo para mirar el reloj.- las once menos diez-.
-¡Joder!- exclamo con cara de susto- ya no llego, tenia que haberme ido antes de que cerraran ahora tendre que esperar hasta mañana a que abran-.
-¿Puedo preguntar que te han cerrado?- pregunte curioso.
-Na, una tienda pa comprar una pieza pal coche-contesto como desinteresado.
-Ah ¿tienes un coche viejo?- pregunte esperando otra respuesta.
-No que va es nuevo pero lo quiero mas rapidillo- y con gran pasión empezo a explicarme todo lo que sabia de coches.
Hacia gestos, con un volante imaginario que movian sus musculos debajo de esa camiseta. No paraba de moverse y explicar cosas que ni entendia, pero bueno merecia pasar la chapa por ver ese diez frente de mi. Nos fuimos apartando a una esquina para hablar mas tranquilos, y de lejos vi que mi amigo estaba igualmente al otro lado del bar con aquel rubio tan alto. Jon, que asi se llama el buen mozo, me empezo a preguntar sobre que me gustaba de música y todo eso. Estuvimos un largo tiempo hablando de cosas asi. Miraba el reloj para ver la hora, y era la una y veinte. Veia en la lejania que mi amigo estaba solo y se dirigia al baño.
-Disculpa, voy al baño- le dije casi involutariamente a Jon.
-Muy bien aqui te espero-.
Rapidamente como pude, pase entre la gente, y llegue a la puerta del baño. Entre y no vi a mi amigo en los baños de pie, por lo tanto estaria en uno de los de dentro, pero con tanta gente no me atrevia a mirar por debajo. Le esperaria fuera.
Cuando me dirigia hacia fuera, se encontraba Jon en la puerta.
-¿Has visto a tu amigo?- pregunto con cara de gracioso, cosa que hizo que me mosqueara.
-No pero, ¿a que sabes donde esta?- le respondi con ironia.
-Mira ven- y agarrandsome del hombro me llevo de nuevo adentro.
Entramos pero mientras salia y entraba gente hablabamos y el se retocaba el pelo y se lavaba las manos.
-¿Has visto que baño tarda mas en desocuparse?- pregunto con media sonrisa.
Me habia percatado de que, uno de los baños no se habria, y tan rapido como se desocupo el unico que tenia alado entre, y Jon alado. nos cerramos para que no vieran lo que haciamos. Me subi al retrete y mire por encima para observar a mi amigo mientras le hacia una mamada a aquel rubio que parecia estar en el extasís. Mi amigo estaba gozando mientras succionaba ese nabo que mediria unos 20 cm finos tal y como eran el dueño. Le daba golpes de cadera para que tragase su verga entre suspiros. En cuclillas mi amigo tambien se masturbaba mientras que con su mano libre tocaba el culo del chico. El rubio dio un giro mirando hacia arriba y me vio observarles pero el susto no fue para el ya que me dedico una sonrisa cosa que me hizo temblar y resbalar del baño, pero me agarro Jon por detras. Me di cuenta que sus manos habian tocado mi ya dura polla al ver semejante espectáculo. Me miro y me susurro:
-Ey nene, tranquilo que ni hemos empezado- y me dio un beso de sopeton pero en vez de rechazarlo lo acepte con muchisimas ganas.-¿Sabes? eso que haceis tu amigo y tu, lo de los puntos, ¿tu y yo hariamos un bonito veinte no crees?-.
-Tambien un bonito sesenta y nueve-. Y sonriendo le volvi a besar.
No se que le gustaria de mi porque soy de lo mas normalillo, pero en fin si le gusto, sera por algo asi que, esta es mi historia. Pero el caso es que me quito la camiseta y me bajo los pantalones y empezo a besarme lo pezones y el pecho, despues bajando con su lengua por el ombligo llegando al tronco que ya esta muy duro, metiendoselo en la boca poco a poco haciendome delicias. Pero no queria correrme sin haberle mamado la polla a ese tio, asi que le aparte con fuerza y ahora era yo el que le quitaba la ropa. su camiseta amarilla desaparecio enseguida y quedo una tableta de musculos, con fuertes brazos con un tatuaje de esos de brazalete, pecho de oso un ombligo sexy y le baje los pantantalones a la velocidad del rayo. queria ver esa polla frente a mi. Ahi estaba recta y tiesa frente mi boca. lamia la punta con la lengua besandola despues con lo labios. Era muy gruesa y de unos 18 cm. tenia ganas de meterme esa verga en la boca para que se corriera encima mio. Empece a mamarla como un loco, ese capullo rosado me hacia sentir vulnerable a cuaquier petición.
Jon me agarro de los brazos y me dio la vuelta y me forzo a estar de cara a una de las paredes del baño agrrandome de las muñecas, dejando mi culo "abierto" a todo. Poso su polla en mi raja apretandola con fuerza pasandola una y otra vez, haciendome sentir su masculinidad con grandes ansias.
-No espera- dije sin gritar en breves suspiros.-Sin condón tu aqui no pasas-.
-Cierto, vamonos todos a casa y alli haremos mas cositas ¿eh?- desde el baño donde se encontraba mi amigo salia la cabeza de aquel rubio que luego se presentaria como Fran.
Jon me libero de sus manos y limpio restos de liquido preseminal de mi espalda para vestirnos y salir del bar y ahi estabamos los cuatro frente el Audi que nos llevaria a la casa de nuestros nuevos amigos.
Hay segunda parte a si que no te la pierdas.