Juegos eróticos creativos i

Si es que me merezco una cita, mi creatividad no tiene fin en las páginas de contactos, en los anuncios, en los juegos eróticos que propongo... ¿Qué pasa? Pues que las mujeres dicen despreciar el cuerpo pero no...

JUEGOS ERÓTICOS CREATIVOS I

NOTA INTRODUCTORIA/ En las páginas de contactos no solo tengo anuncios creativos, llamativos y originales, sino que también mi correspondencia interna, íntima y se supone que erótica está plagada de creatividad, originalidad y se podría decir que de lujuria desatada y no más controlada que un toro bravo que corriera detrás de caperucitas rojas por una calle estrecha.

Toda esta creatividad hasta ahora no me ha servido de nada, lo mismo que los anuncios, lo que a mi ver significa que las mujeres no son tontas y prefieren un cuerpo joven y bello, o al menos musculado, que no sé si es lo mismo, pero para mí no, que toda la creatividad de un madurito desesperado buscando cariño y sexo. Bueno, pues a pesar de ello insisto y sigo insistiendo, con los anuncios, con los juegos creativos, con lo que sea, soy un toro que solo ve caperucitas rojas corriendo por todas partes.

Debo advertir, con suma prudencia y discreción, que toda la correspondencia íntima de mis contactadas en las páginas de contactos nunca saldrá a la luz, nunca, porque yo soy un caballero y porque incluso podría ser un delito eso de sacar a la luz correspondencia asimilable a la del correo normal o a la del correo electrónico. Estáis protegidas por mi discreción, queridas contactadas, y también lo estaríais, aunque no fuera o fuese delito porque si con discreción y creatividad no me como una rosca ni tengo una cita, decidme vosotras, adorables damas, de cuerpos esplendorosos, decidme si querríais seguir contactando conmigo, a pesar de toda mi creatividad. Nones, así que seré discreto por la cuenta que me trae, no ya por el café que dejaré de tomar o por el sexo que dejaría de tener, jiji, cómo me río, sino por lo bien que lo paso contestando a vuestras escuetas misivas que apenas vienen a decir que estáis ahí y estáis abiertas al contacto, lo que por otro lado agradezco, puesto que el simple hecho de que una mujer de este planeta se ponga en contacto conmigo ya me parece un regalo del cielo y un milagro. Pensaréis que tengo la autoestima muy baja, bellas damas, pero no es así, sencillamente constato la realidad ya que no se me permite constatar otras cosas.

Y dicho esto debo decir que soy romántico con las románticas, divertido con las divertidas (espero encontrar alguna que tenga sentido del humor, aún no la he encontrado), fantasioso con las fantasiosas (yo les cuento mis fantasías eróticas y ellas a mí no), morboso con las morbosas (de palabra, porque de obra no veo yo tanto morbo), cariñoso con todas y fogoso y apasionado hasta con las que no tienen ni una sola foto, ni siquiera encriptada con esas maravillosas contraseñas que algunas me dan para que vea sus encantos y que yo agradezco arrodillado y castigándome con cilicios por mis muchos pecados y agradeciendo un milagro que yo no merezco, pero que anhelo.

Estos son los juegos creativos que me traigo y como les digo a todas, lectoras de esta página incluidas, si queréis practicar la teoría, aquí me tenéis, de noche y de día.

JUEGOS ERÓTICOS CREATIVOS

O FANTASÍAS MORBOSAS PARA PONER EN PRÁCTICA… SI TE DEJAN

EL GIMNASTA OLÍMPICO

No todas las posturas están en el kamasutra. Cada día se inventan nuevas posturas que permanecen ocultas, como secreto de Estado, porque todos somos muy discretos con el sexo y nadie quiere que los demás sepan lo que él hace en la cama, aparte de roncar. Pues bien, aunque haré las descripciones en tercera persona y de forma anónima, cada cual puede darles nombre a los sujetos y representarse a ellos mismos y decir cositas cariñosas mientras nos preparamos para la postura.

Se supone que ambos, o sea yo y mi contactada, nos hemos desnudado, nada mejor que uno desnude al otro y el otro a la una, sin prisas y con regodeo. Hay que preparar una alfombra, más bien gruesa y tupida o una manta doblada, o lo que sea, un cojín, un cojín para la nuca, como los de los aviones, pero mejores y todos los aditamentos que gusten, incienso y mirra, música y luces discotequeras, la inventiva es creativa y nunca se termina.

ELLA: Desnuda boca arriba. La nuca apoyada, la espalda apoyada, las piernas estiradas y abiertas, sexo entreabierto y húmedo.

EL GIMNASTA OLÍMPICO O MUSCULITOS DE TURNO

Desnudo, palmas de las manos apoyadas firmemente en el suelo, cuerpo estirado, miembro o pene estirado y sino se estira buscar artilugios.

DIÁLOGO

EL: ¿Cuántas flexiones quieres que haga, mi amor?

ELLA: Las que quieras, cariño, pero si vas a ir a las olimpiadas… bueno tú verás, que luego dices que yo estoy siempre mandando.

EL: ¿Media docenita, chimichurri?

Comienzan las flexiones, el gimnasta dobla los brazos, con suavidad, con lentitud exasperante y su cuerpo musculado baja hacia el cuerpo esplendoroso de ella. Tiene que llegar un momento, necesariamente, en el que el miembro toca labio, y sino es así es que no se han medido y no hay buena vista, porque tampoco hay que traer la cinta métrica, que basta con un poco de ojo.

El glande, desnudo e hinchado, acaricia los labios, los besa, con delectación. Luego el gimnasta sigue flexionando brazos, el cuerpo sigue bajando, el miembro va entrando, con suavidad, nada de a lo bruto, que los olímpicos son muy propensos a ello. Entra, saluda, humedece y lubrica y luego… muy lentamente, sube, brazos se estiran de nuevo, firmes, cuerpo sube. Flexión primera. Nos quedan otras once. Cuando terminan ella dice:

ELLA: ¿No sigues?

EL: ¿No eran una docena?

-ELLA: Has entendido mal, era una centena.

Y el se pone a ello con el mismo entusiasmo con que los gimnastas olímpicos entrenan para las olimpiadas. Ojo, mucho ojo, que los que no lo somos podemos tener problemas, se nos van los brazos, los codos, se nos va todo y podemos caer a plomo sobre ella o no acertar con esos labios entreabiertos y sonrientes y la cosa puede acabar en el hospital. Lo advierto desde aquí para que luego nadie me pida responsabilidades civiles. Que cada cual haga lo que quiera y sea responsable de sus actos.

Esto va bien pero el agotamiento a la centena es insuperable. Por esa razón él propone cambiar de postura y ella dispone hacerlo. El lo mismo, en el suelo, boca arriba, todo boca arriba, sobre todo el pene, con el glande bien desnudo y descubierto. Ella flexiona brazos y lentamente, suavemente se deja caer sobre él, buscando eso que dicen buscar todas, pero que es mentira y solo buscan unas pocas y a mí nunca me toca ninguna. Ella baja, él entra sin moverse, humedades, gemiditos de los que no se controlan. Y así hasta la centena.

Eso sí, si no son gimnastas olímpicos y musculitos, les autorizo a descansar, él sobre ella y ella sobre él y aprovechar para trabajar músculos de caderas, moviendo hacia atrás y hacia delante y si llega lo que tiene que llegar, pues a disfrutarlo.

En cambio los gimnastas olímpicos y los musculitos están obligados a la centena de flexiones sin que exista posibilidad de descanso, entrando y saliendo, saliendo y entrando, sin dispararse, ¡tranquilos muchachos! Hasta completar la centena.

VARIANTES DE LA POSTURA O EJERCICIO O FLEXIONES OLÍMPICAS

El, se corre, un poco, no mucho, hasta quedar su miembro viril sobre los pechos de ella. Flexiones intentando acertar con el pezón derecho, con el izquierdo, regresamos, volvemos, caminamos. El se corre otro poco, no demasiado, y flexiona de tal forma que su miembro viril acaricia los labios de arriba, no los de abajo, y ella aprovecha para besar y hacer lo que quiera en el poco tiempo que permanece eso entre sus labios, porque eso debe ser elevado junto con los brazos, estirados, y todo el cuerpo. Docena flexiones, ella puede pedir centena y el millar. Ella puede lograr una explosión si se afana y él puede prevenirla si le interesa seguir con el entrenamiento. Ella puede recibir la semilla por la ventana, en lugar de por la puerta, aunque está claro que por la ventana no germinará.

VARIANTE POR DETRÁS, QUE YA HEMOS HECHO POR DELANTE

Ella boca abajo, cojín en las caderas, cuello protegido, postura cómoda. El sigue con sus ejercicios, músculos pectorales hinchados, musculatura del cuerpo tensa, pero que muy tensa. Baja, flexiona brazos, miembro estirado al máximo, hinchado, casi abotargado de la sangre que fluye hacia él de todo el cuerpo. Baja, entra en contacto con la nalga, valle de Josafat, búsqueda de la puerta trasera, de la entrada pequeña de la otra cueva, nunca sabremos si conectada con la de delante, porque ningún pene llega a tanto y los que llegan se cuidan de que las damas no terminen en el hospital.

Buscamos, entramos, retenemos, retenemos respiración. Ella puede ayudar con las manos, que no está haciendo nada, que todo el ejercicio lo hace él y el entrenamiento es de los dos. Entramos, salimos, subimos, bajamos, flexionamos, entrenamos.

No digo yo que después de tanto ejercicio él se canse y descanse o explote como dinamita mojada. Hay que ser comprensivos, que a todos nos puede pasar lo  mismo.

VARIACIONES DE ELLA

Que nos hemos olvidado de ella, como siempre. Las variaciones por delante son las mismas, pero variando un poco, una pizca. Ella deja caer su sexo sobre la boca de él que apenas tiene tiempo de lamer labios y ya están arriba, de meter puntita lengua en la cuevita y ya está arriba, de pasar boquita por bosque velludo en el valle púbico y ya está arriba. Y él con ansia sube cabeza, sube cuello, sube torso, ya tenemos unos abdominales de primera.

Ella puede hacer lo mismo corriéndose un poquita para que sus pechitos o pechazos caigan suavemente sobre la boca de él. De esta forma puede mordisquear al pasar, mientras suben y bajan, lamer pezones, uno y otro. Pero al final va a tener que hacer abdominales porque el ansia viva le consume. Excelentes abdominales, cuidado los no olímpicos ni musculitos, mucho cuidado, que pueden haber lumbalgias y pubalgias, hernias y lo que se tuerza.

No sé ustedes, pero yo que tengo una imaginación muy viva, deliro en estas variaciones y no paro. Que si ella quiere acariciar con su sexo las nalgas del otro, que le gustan con locura, que si se instala un artilugio con consolador y penetra la puerta trasera del otro.

VARIACIONES PARA TODOS LOS GÉNEROS Y TODOS LOS GUSTOS SEXUALES

Eso se lo dejo a ustedes, dos señoras, dos señores, un perro entrenado, un toro entrenado, una vaca entrenada, un caballo y una yegua. Pero eso es cosa suya, yo no he dicho nada y no quiero responsabilidades civiles. Y además estoy agotado de tanta flexión, y más aún porque debajo no hay nada, he puesto una almohada y me he imaginado que eran mis contactadas. Cada día, cada noche, mañana y tarde, entreno, pensando en ese cuerpo delicioso que he podido ver con contraseña, cada día le toca a una, mañana, tarde y noche, pero esto es paupérrimo, soy el proletario entre los proletarios, el paria más paria entre todos los parias del sexo. ¿ES QUE NO ENCONTRARÉ A UNA, SOLO UNA QUE ME INVITE A CAFÉ? No digo ya con la que pueda practicar flexiones, los proletarios nos conformamos con ir a buscar comida al cubo de la basura. Pero si ocurriera el milagro, ¡Díos mío, si ocurriera el milagro! Ya me verían ustedes en las próximas olimpiadas ganando medallas de oro, como gimnasta, en los cien lisos, en la maratón, salto de altura, con pértiga, lo que sea, por Dios, lo que sea, que con este entrenamiento yo lo gano todo. ¡Uffff, menuda imaginación que tengo!