Juegos eróticos (13: Sábana)
Te pregunte ¿quieres sentir un morbo especial?... dijiste que Sí.
Como ni con el desayuno se habían calmado mis ansias, después te propuse un juego especial.
Te digo muy seriamente: -"Cierra los ojos, e imagínate que yo no estoy aquí, pero que en la habitación de aquí al lado hay varios desconocidos".
Se te anuda él estomago de ansiedad. Sin embargo, sólo dudas un instante y aceptas, antes de que tuviera que pedirlo dos veces. Tu curiosidad hace tiempo que ha triunfando sobre todas tus inhibiciones.
Te pongo una venda en los ojos y te transporto, hasta colocarte en la cama. No puedes ver nada. Oyes que se cierra firmemente la ventana y se corren las cortinas. La oscuridad es total. Ni siquiera el rayo más ligero de luz podía atravesar la ventana herméticamente cerrada.
Sientes que unas manos te desnudan y, así, tendida en aquel lecho, notas la frescura de la sabana bajo tu cuerpo. Te quitan la venda de los ojos; pero la oscuridad no te permite ver nada. De pronto, sientes sobre tu cuerpo algo agradable, una sabana de satén. Tiene orificios en tus senos y vagina. El resto de tu cuerpo esta totalmente cubierto.
Oyes un chasquido y se enciende una lucecita. Así, te das cuenta de que la sábana es negra y que la luz del proyector se enfoca exclusivamente en al zona púbica de tu cuerpo. El calor del foco te calienta.
Repentinamente, oyes una extraña voz masculina, tranquila y firme que dice: -"Voy hacerte el amor; pero no veo tu cara ni sé quien eres. Tampoco sabes quién soy yo. Simplemente, voy a introducirme en ti y a hacerte el amor hasta que gimas y goces".
Das un ligero respingo al oír esa voz. No acabas de identificar bien el tono y por tanto no sabes si soy yo intentando alterar mi voz o es que realmente se trata de otra persona.
"¿Eres tu?", preguntas
"Chissssssssst, no hables, no rompas el juego... parte de el es tu propia incertidumbre"
Mientras habla, se pone sobre ti y sientes la dureza de su pene en la entrada de tu vagina. Aunque no tienes ninguna preparación y aun no estas bien lubricada, no te atreves a poner objeciones a su entrada en tu cuerpo.
Sigue hablando, mientras sientes como se introduce en ti con impulsos vigorosos. -"No me importa quién seas. Para mí eres solo una vagina para obtener placer".
Sientes todo esto muy extraño; pero esa eliminación total de ternura te esta excitando mucho. Permaneces bajo la sábana negra y lo recibes. Sigues sin saber que esta pasando realmente, pero no sientes ninguna vergüenza. No te preocupa que te vean, aun cuando no estas segura de si la habitación se encuentra realmente llena de gente, mirando todos al agujero de la sabana que revela la zona mas privada de tu cuerpo.
La negrura de la sábana es tu protección, tu seguridad. Y te sientes liberada.
Comienzas a gemir con suavidad mientras tu pareja sostiene el ritmo, haciéndote el amor y hablando en forma impersonal... -"Esta vagina estará siempre a mi disposición y le haré el amor cuando quiera".
Tu cuerpo responde con un deseo desenfrenado. Sientes que tu amante se endurece todavía mas al aumentar tu propia excitación y mientras se impulsa hacia adentro y afuera, oyes otra voz que al principio no reconoces que es la tuya propia. Respiras con fuerza y dices: -"¡Si si!. ¡Con mas fuerza!. ¡Sí sí!".
Y luego, gritas: -"¡Oh sí sí!. ¡Más rápido!. ¡MAS RAPIDO!".
Repentinamente, tienes un fuerte orgasmo. Parece que nunca se va a detener. Solo entonces sientes como él detiene el ritmo y oyes un suspiro fuerte, mientras derrama su cálido semen en tu vagina apretada.
Luego, la luz se apaga y sientes que empiezas a dormirte, relajada, feliz.......
Preguntas: -"¿Eras tu o realmente habia mas gente aqui"
Ahora si, oyes mi voz, que te responde: -"El juego es el juego... nunca lo sabrás...."