Juegos eróticos (06: Ataduras)

Nuestro morbo empieza a dispararse y continuo haciendote "jueguecitos", esta vez con cuerdas.

Salimos del baño, y vamos a la habitacion. Estamos tú y yo solos, cierro la puerta y te ordeno que te sientes al borde de la cama, te tomo de las manos, las llevo por encima de tu cabeza y sientes un pañuelo de seda sobre tus muñecas. Te das cuenta de mis intenciónes, voy a hacerte mía sin que puedas moverte, sólo gozarás...

Despues de atarte las manos recorro con mis dedos los costados de tu cuerpo hasta llegar a tu pubis y te doy un pequeño beso en el, sintiendo su calor, sintiendo que te gusta...

Te empujo sobre la cama y suavemente caes boca arriba, te cojo el pie derecho y empiezo a pellizcarte los dedos, luego a tirar de ellos hasta que te oigo gemir.

Cojo mas pañuelos, te ato uno a cada pie, separo tus piernas y te ato por los tobillos a las patas de la cama, dejandote inmovil y con las piernas abiertas.

Cojo otro pañuelo y te lo pongo sobre los ojos, cuando acabo de anudarlo te doy un beso en la frente y acabo de preparar los pañuelos de las manos.

Repito la operación de los pies con tus manos, sujetando el otro extremo de cada muñeca al cabezal de la cama, dejandote con los brazos abiertos hacia arriba, como si quisieras llamar la atención de alguien para pedirle ayuda, tu cuerpo es como una "cruz" encima de la cama, totalmente expuesta a mi.

Comienzo a ocuparme de tu cuerpo, ante mí se descubren los imponentes pechos que tienes mirando el sol, con unos pezones duros y deseosos de mis labios.

Como estoy tan cerca de tu cuello aproximo mis labios a él y lo voy besando desde donde empieza hasta la barbilla.

Suavemente me pongo en cuclillas sobre ti, me acerco y mis labios pellizcan uno de tus pezones, sientes cómo mi lengua lo rodea y lo humedece, jugueteo con él, arriba y abajo, lo tironeo lo masajeo con mi lengua y tu respiración aumenta de ritmo, tu pecho se infla cada vez más y unos pequeños gemidos escapan de tu boca.

Ahora es el turno del otro, pero el primero no lo abandono, lo tengo en mi mano, todo tu pecho en una mano y el otro en mi boca, mi otra mano se entretiene en tu boca mientras juegas con mis dedos...

Tus tetas son un placer, firmes, con un tamaño que enloquece y mi falo está grande, grande, puedes sentirlo sobre tu barriga, sobre tu vientre...

Allí estoy un largo rato hasta que mi lengua se coloca entre tus dos tetas y comienza el recorrido hacia abajo, sientes cómo pasa despacio, primero doy unas vueltas en torno a tus pechos y sientes la humedad en ellos, y vuelvo al medio y bajo, llego hasta tu ombligo y allí disfruto de tu piel, que se eriza cada vez más, bajo hasta tus primeros pelos y ya siento tu olor, un olor que excita, un olor a mujer que penetra los sentidos y tu gimes...

Sigo acariciando hasta llegar al ombligo, mmmmmmm mi debilidad, empiezo a besarte la tripita, voy dado círculos alrededor del ombligo hasta que casi sin querer mis labios abrazan tu ombligo, te doy un largo beso, succionando todo lo que puedo y cuando libero la presión mi lengua empieza a pasearse por él, noto los músculos de tu abdomen tensos, así que doy un par de lametones más y llego hasta los pechos y empiezo a ver el punto donde el pecho se separa del tronco para formar esa preciosa montaña que jamás me canso de escalar para tomar su cumbre.

Poco a poco percibo que en el aire hay otro aroma, el tuyo, mmmm es deliciosa la mezcla de fragancias que emite tu cuerpo, expuesto a mi ojos... a mis deseos... a mis caprichos...

Me pongo entre tus piernas. Empiezo a acariciarlas, bajo desde la cadera hasta las rodillas y vuelvo a subir por la parte interior del muslo, justo hasta un centímetro de tocar tus labios vaginales, los miro y veo cómo me están pidiendo a gritos un poco de atención, así que empiezo a pasar mi mano por el borde de tu vagina, justo por el nacimiento de la pierna, arriba y abajo.

Entre que estas con las piernas abiertas y la excitacion que sientes, noto cómo se abren un poco tus labios. Mi lengua los recorre y tiro un poco de ellos con los míos, se abren aun mas y ante mi aparece en todo su esplendor tu hermoso chochito que chorrea, apoyo mi lengua alli, empujo un poquito y luego subo, despacio, muy despacio, sintiendo tu calor y tu líquido que ha ido bajando y sabe muy rico.

Hasta que llego a tu agujerito y mi lengua juega allí, te penetra poquito a poco mientras mis dedos se hacen de tu clítoris, que está duro, deseoso...

Te estoy haciendo el amor con mi lengua y estás a punto de correrte, casi acabas y al momento saco mi lengua, y eso te gusta, te gusta estar a punto y detenerte.

Comienzo otra vez, adentro y afuera con mi lengua y mis dedos en tu chochito, estás a punto y sientes cómo el orgasmo sale de tu interior y me llenas de tu miel, la siento en mi lengua, en mis labios...

Pero sigo y tú no te detienes, ahora te mueves siguiendo a mi lengua y mis dedos, tu clítoris está a mil, saco mi lengua y un nuevo orgasmo que no puedes controlar estalla en tu cuerpo.

Acabas en mis manos, gimes y gritas de placer, ves mi mirada perdida de lujuria y de deseo y ves también como hay gotitas de humedad en mi pene.