Juegos despues de cenar
Vuelves cansada del trabajo y decido complacerte de la mejor forma...
Era viernes, sabia que Laura llegaría cansada del trabajo y le preparé la cena, últimamente la notaba algo estresada y pretendía que al llegar se sintiera al menos confortable. Le dejé todo preparado sobre la mesa de la cocina y me fui al salón a escuchar un poco de música. No tardé en oír el clic de la puerta seguido de ruido seco al cerrarla, al cabo de unos segundos entró en el salón, dejó el maletín y la chaqueta sobre una silla y me dio un beso seguido de un "Hola cariño".-Te he hecho algo de cena- le dije mientras se dirigía a la habitación para ponerse algo mas cómodo-gracias, eres un cielo-me contestó desde la distancia.
Apagué la cadena de música y puse la televisión, había alquilado una película para verla junto a ella. Laura atravesó el salón y se dirigió a la cocina, al instante apareció con la bandeja de comida que le había preparado previamente, se acomodó entre mis piernas como hacia habitualmente utilizando mi pecho como respaldo-estoy agotada-me dijo revolviendo la ensalada con el tenedor , enseguida reaccioné, le cogí con ambas manos del cuello y comencé a aplicarle una ligera presión en la nuca con los pulgares, realmente tenia los músculos de esa zona rígidos, ella inclinaba la cabeza dejando que mis manos trabajaran, Laura cerró los ojos mientras me dejaba hacer, yo la besé en el pelo y cambié la acción de mis manos al trapecio, puse mi rostro junto al suyo y le di un beso suave en la mejilla, aquella situación estaba generando algo de tensión sexual entre nosotros, empecé a acariciar su oreja con mis labios susurrándole cosas bonitas al oído, extendí mis caricias a su cuello, ella se acomodó en mi hombro y buscó el contacto de nuestros labios.
Cogí su mano derecha y con los pulgares comencé a masajearle el reverso realizando movimientos circulares, me llevé su mano a la boca besando cada uno de sus dedos, mordiendo con suavidad las falanges.
Dejó la bandeja sobre la mesilla del salón, la abracé bajo el diafragma y la besé de nuevo; introduje las manos bajo el sujetador tomando sus pechos, elevándolos hacia arriba, deformándolos, presionándolos circularmente con la palma, poco a poco notaba como aumentaban de tamaño y endurecían al mismo ritmo que mi sexo contra su espalda, palpitaba, tenia vida propia... Ella acercó su mano a mi nuca y amarrándome con suavidad del pelo me acercaba a su rostro, nuestras lenguas se perdían en un torbellino de sensaciones.
Guié la mano que tenía libre, entrelazada con la suya hacia su sexo introduciéndola bajo el pijama, sobre las bragas comencé un movimiento circular, masajeando sus labios, podía notar a través de la tela su excitación. Laura arqueaba la espalda, notaba el contacto caliente de su mejilla contra la mía, yo le besaba con ternura, con besos húmedos, besos que perduraban en su mejilla después de retirar mis labios. La otra mano la deslizaba por su piel suave, desde su vientre hasta sus pechos, rocé uno de sus pezones y respondió poniéndose duro. Lo pellizqué levemente. Cogido aun de su mano, aparte a un lado las bragas dejando al descubierto su sexo, continuamos el movimiento mas bruscamente en la parte superior, alrededor del clítoris, luego desprendí mi mano de la suya dejando que ella llevase el ritmo e introduje varios dedos en su vagina humedecida.
Ella tenso la espalda, su sexo se contrajo contra mis dedos adaptándose a su forma, estaba completamente empapada sintiendo la llegada del orgasmo, yo estaba en un gran estado de excitación sintiendo su cuerpo estremecerse, su vagina esta muy humedecida, la cogí con ambas manos por las asilas alzándola levemente, ella en seguida capto el mensaje y tomando mi sexo con el puño se lo introdujo en su interior, penetrándola completamente hasta la base. En ese momento ella tomó la iniciativa y comenzó a botar sobre mí, sus pechos subían y bajaban a gran velocidad, gemía con cada movimiento, éramos fuego, distintos cuerpos en un mismo fin.
La mordí el lóbulo de la oreja al tiempo que explotábamos de placer, me vacié en su interior en un orgasmo largo e intenso al que me siguió inmediatamente, continué estimulándola algunos instantes después del orgasmo hasta que se quedó totalmente relajada-te quiero- le dije abrazándole fuertemente, -lo sé- respondió satisfecha.