Juegos del destino. CAP. 1 – AMOR A PRIMERA VISTA.

Si el destino decide jugar contigo... ¿Qué harías? Amor, desamor, amigas, diversión, sexo, romances, historias... JUEGOS DEL DESTINO.

En el camino en el que transcurre la vida suceden cosas entre las personas que son completamente inesperadas, pequeños detalles que posiblemente se pasan por alto, sin dejar ver la verdad, sin querer creer la verdad, ¿Por qué somos así? Nadie lo sabe. Estaba en la barra del bar que frecuentaba cuando vivía aquí, sumergida en mis pensamientos cuando de pronto alguien se acercó por detrás.

-¿Rachel? – Me sorprendió un chico, moreno, complexión atlética, muy guapo. Me abrazó. Yo estaba llorando, llevaba horas así. - ¿Qué te pasa?

Me separé de él y lo miré, era mi hermano. Me agarró de los hombros y me zarandeó.

-¿Qué te pasa? – Insistió.

Cerré los ojos, suspiré y me arme de valor para mi confesión.

-Me he enamorado de una chica. – Acabe por decir, temía abrir los ojos, no quería ver su reacción, pude notar como me acercó a el y me abrazaba fuertemente.

-Tranquila… - Me susurraba al oído. - ¿Por eso has vuelto a casa? – Solo supe asentir. – Vale, tranquila, ¿La quieres?

Esa pregunta hizo que me separase de el, dudé si contestar o no, miré al suelo.

-La amo.

-¿Y ella? – Me preguntó.

-¿Ella? Ella ni sabe que existo. – Respondí tristemente.

Me hizo un gesto con la cabeza y me agarró para acabar por sacarme de aquel sitio, caminamos a casa.

-¿Cómo no va a saber que existes?

-Nunca hemos hablado, ni si quiera sé su nombre.

-No comprendo, y ¿Dices que estas enamorada de ella y que la amas? ¿Cómo es posible?

-Fue hace una semana, el viernes pasado… Yo estaba con mis amigas, salimos como todos los fines de semana, era ya tarde, de madrugada, las 5 mas o menos, salíamos para volver a casa, cuando de pronto, Dani se paró a saludar a un amigo, y allí estaba ella, la perfección en persona…  La miré de arriba abajo, era guapísima, toda ella, cada rasgo, cada curva, su oscuro pelo, su rostro… Su boca, su nariz… Sus ojos verdes… No pude apartar la vista de ellos, la miré, me miró, nos miramos, lo que parecieron minutos, horas… Realmente, fueron pocos segundos, los suficientes para darme cuenta de que la amaba. Al principio fueron muchas sensaciones, demasiadas, me mareé, no sabía que pasaba, pero… Me he enamorado de ella, si, lo admito, tengo que admitirlo.

-Tanto como para amarla… - Respondió algo gracioso.

-Sam, Lo daría todo por ella. – Corte su gracia.

-Bueno, y si eso es cierto, ¿Por qué has vuelto a casa? ¿Y no estas allí intentando dar con ella?

Esa pregunta sí que me descoloco completamente. ¿Qué hacía aquí? Tan lejos de ella.

-Es una chica… Y yo otra... – Respondí asustada.

-Cosas más raras he escuchado Rach. – Me respondió. - ¿Cuál es tu miedo? ¿A que le temes?

-Puede… Que no sienta lo mismo… Seguro que no… Lo sé…

-Hombre… Puede que no te ame, ni te conoce, pero… Mírate Rachel, eres guapísima, lista, atenta… Podrías intentarlo, y no te preocupes de tus amigas, seguro que te apoyan.

Ciertamente, mi hermano tenía razón, no soy un bellezon, pero tampoco soy fea, si a ella le gustaran las chicas, es posible que se fije en mí, si no, ya me encargaré de que lo haga…

-Ya… Debería hacerlo. – Acabe respondiendo asustada, entramos en casa.

-Acuéstate, mañana vuelve, la buscas, averiguas su nombre, la enamoras y me mandas un whatsap contándomelo todo. – Su reacción me hizo reír.

-Lo haré. – Respondí. – Al menos lo intentaré.

-No Rach… No… No lo intentes, hazlo. Y si necesitas volver, vuelve, sabes que las puertas están abiertas para ti.

-Lo se Sam. Voy a dormir, ¿vale? – Terminé de decir, él asintió con la cabeza y puse rumbo al piso superior.

Me di una ducha rápida para no pensar y me acosté, ese es el peor momento del día, odio cuando todos los pensamientos vuelven a mi cabeza para acabar haciéndola un lio, llevaba toda la semana igual. Cerré los ojos, pensé en ella, en su sonrisa, su mirada… Comencé a llorar y poco a poco fui quedándome dormida.

Desperté bastante tarde abrazada a la almohada, la noche anterior me acosté de madrugada echa un mar de lágrimas, me miré al espejo, tenía los ojos rojos e hinchados. Había soñado con ella, no me hablaba, tan solo era un fantasma del recuerdo del momento en que la vi, noche tras noche, revivía ese mismo instante, no era que me desagradase soñar aquello, pero necesitaba hablarle, saber cómo se llamaba, que edad tenía, a que se dedicaba, cuáles eran sus sueños y sus miedos, necesitaba todo de ella. Fui al cuarto de baño, me eché agua fría en la cara, me colé una camiseta, unos vaqueros y una sudadera, volví al cuarto para colarme los tenis y bajé a comer algo.

-¿Cómo estás? – Me preguntó Sam. Me encogí de hombros. – ¿Has hablado con Sonia o alguna de tus amigas?

-No, ¿Para qué? – Pregunté extrañada, mientras me apartaba un plato de macarrones.

-Tendréis que salir hoy, ¿No? Es sábado.

-¿Y qué? No se me apetece, la verdad. – Respondí bastante seca.

-Tierra llamando a Rachel, ¿Quieres encontrarla? – Me preguntó levantándome una ceja.

-Eh… Si, claro… - Le dije.

-No te veo muy convencida, ¿Qué te pasa?

-Me da miedo, que me rechace…

-Pero Rach, no quieras conocerla y llevártela a la cama…

-¡Guarro! – Le grité. – No quiero llevármela a la cama.

-Ah, ¿No? – Rió, sabía que estaba de broma y reí con él. - Conócela, dale tiempo. Enamórala.

Le sonreí y seguí comiendo. Al terminar bajé todas mis pertenencias y las coloqué en el maletero de mi coche.

Me despedí de mi hermano y puse rumbo a mi casa. Vivo en un piso en el centro de la ciudad con mi amiga Sonia, ella estudia, yo trabajo, somos buenas amigas, mas que eso, es mi mejor amiga, lo sabe todo de mi… Bueno, quitando que me enamoré de esa... ¿Diosa?...  Sonia es, una buena chica, rubia, tiene los ojos marrones, y es bastante guapa, tiene 23 años, Dani es su novio, él tiene 24 es muy guapo también, cuando lo conocimos me gustaba, pero no puse ninguna pega cuando ella me dijo que también le gustaba, le di vía libre, no me iba a enfadar con ella por un chico… Aunque, parándome a pensar, quizás por esta chica si me enfadaría con quien hiciese falta. A parte de Sonia y Dani, esta también Iker, creo que es la persona que mejor me va a entender, el dice que las personas tienden a ponerse etiquetas unas a otras en el amor, pero que una persona se enamora del alma, que da igual el sexo… Posiblemente deba contárselo, es algo hipster, muy guapo rubio, ojos azules, muy musculoso, lo que viene siendo un armario de dos puertas, tiene 23 años, Beatriz es la mas joven de todos nosotros, tiene 19, nosotros la llamamos Bea, es mona, tiene el pelo negro, los ojos color miel, y buen cuerpo. Ah, me olvidé de mí, yo tengo 21 y soy morena, tengo los ojos marrones, y como dijo antes mi hermano, no soy fea aunque cuando me miro al espejo, me parece que un poco si. No me gusta ser creída.

Llegué, en el camino hice un par de llamadas, llegaría algo tarde y creí que hacerle caso a mi hermano era lo mejor, así que los llamé y quedamos todos en mi piso, yo tenía que ducharme y arreglarme, no podía salir con semejantes pintas. Ella no podía verme así.

Al subir me encontré con todos y me bombardearon a preguntas del porqué desaparecí de esa manera sin decir nada, mas que una nota a Sonia diciendo: “Me voy con mi hermano a casa de mis padres unos días, necesito despejarme.” Como era normal, querían una explicación, y no sabía que decirles.

Me duché corriendo, y fui a mi habitación, estaba Iker eligiéndome vestido.

-¿Por qué te fuiste? – Me preguntó de sorpresa.

-Necesitaba despejarme, creo que… Me estoy enamorando de alguien… - Le confesé.

-¡Me caigo muerto! ¿De quién? – Gritó.

-Es algo... ¿Raro? ¿Podría llamarse así? Si… Algo raro… - Respondí sentándome en la cama envuelta en una toalla.

-Oh dios mío… ¿Es una chica? – Susurró sentándose a mi lado sorprendido.

Mis ojos se llenaron de lágrimas y asentí.

-No te preocupes, ¿Quién es ella? No será Sonia… ¿No?

-¡No! – Reí.

-¿Bea?

-Tampoco. – Reí mas aún. – No sé si la conocerás.

-Ponme a prueba y dime su nombre.

-No sé cómo se llama, solo la he visto una vez, en party’s club el fin de semana pasado. – Expliqué.

-¿La viste y te enamoraste? Te alcanzó cupido muñeca. – Dijo a la vez que me daba un suave golpe. – Esta noche vamos allí, y la vas a conquistar con este precioso vestido. – Me tendió uno de mis vestidos.

Me ayudó a ponérmelo y me peinó en silencio. No sabíamos cómo romperlo, hasta que alguien lo hizo.

-¿Tapada? – Preguntó Dani mientras tocaba y abría la puerta de la habitación.

-Sí, no se me ve nada. – Respondí riendo mientras el entraba con las manos en los ojos y los dedos abiertos haciendo como que no miraba y lo veía todo.

-Deja de arreglarte. – Comenzó a decir mientras se sentaba en la cama.

-¿What? – Preguntó Iker. – ¿Llevo un rato preparándola para que vengas y me digas que no? No señor, esta noche salimos.

En mi cara se pudo ver desilusión.

-No, habíamos quedado con un amigo mío y su novia allí pero, hemos estado hablando y es mejor que se vengan aquí, aunque claro, Rach tiene que dar el visto bueno al plan. Es su casa.

-Oh my god, di que no. – Insistió Iker.

Era una señal, algo no quería que fuese, algo no quería que la buscase…

-Vale, que se vengan. – Me rendí, acababa de sonar el timbre de la puerta de entrada.

-¡Bien! Me ahorro la llamada, ya están aquí. –  Dijo dando una carrera por el pasillo hasta el salón.

-¡Claro!, ¡¿Puedes dejar de romper planes a diestro y siniestro!? – Comenzó a gritar Iker alterado siguiéndolo por el pasillo.

Supuse que se iban a pelear, así que me descalcé los tacones y corrí tras el.

-No quiero ahora nos vamos a part…

-Iker déjalo ya, es mejor quedarnos… A… Eh… A… - Lo corté y me quedé perpleja, no podía ser, imposible.

-El es Victor un amigo de la infancia que se ha mudado aquí con su novia. – Explicó Dani.

“Novia,  Victor, amigo, novia, ella, novia, Victor, mudado, juntos, casa…” Todas esas palabras pasaron por mi cabeza en una milésima de segundo sin dejarme pensar, hacer, ni decir nada.

Iker me miró y por mi cara al parecer se dio cuenta de que pasaba.

-Pues nada, ¡Daniel! Voy a ponerle el pijama a mi chica. – Dijo en tono de amenaza y me saco del ensimismamiento agarrándome por el brazo y encerrándome en mi cuarto.

Entró tras de mí, me miró, lo miré y eché a llorar.

-Es ella, ¿No? – Me susurró al oído mientras me abrazaba.

-Si… - Balbuceé.

....

¿Continuará?

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Hola a todos :D este es un nuevo relato, puesto que el otro esta ya al terminar... No tienen nada que ver el uno con el otro, este tiene muchas mas escenas sexuales, mas amor, mas complicaciones y no hay seres extraños ni nada por el estilo xD espero que os guste, si es asi comentad y valorad y subire lo mas pronto posible la continuación :D graciasss por leeerme :D