Juegos de e-mail

Dedicado a O.V.

Juegos de e-mail.

Dedicado a O. V.

¿Señorita? ¿Señorita? Permíteme que lo dude. ¡¡¡¡Tú eres el demonio en persona, la tentación al teclado!!!!.

Casi puedo oír tu risa. La risa de tus ¿veintiocho años?. Prometes mandar varias fotos. "Así me irás conociendo, dices, así te iré conociendo". Quieres jugar.

Espero. Miro el reloj. ¿Te doy un tiempo? ¿Me fijo un plazo?.

Por fin suena el "ruidito" que avisa de que ha entrado un e-mail. "Plim". Abro impaciente.

Las fotos. Una de ellas, la primera. La abro. Dos muslos. Incompletos. No se sabe la forma, pero en medio, bajo la minifalda, se adivina oscuro.

Un MSN en mi teléfono móvil. Directo. Nada sutil. Provocador. Retador.

-. "¿Llevo algo debajo?"

Seguro que te diviertes. Te gusta picarme. Te gusta el juego. Conquistar. Seducir. Atraer. Cautivar. Hechizar.

La siguiente foto es la de "un trasero". Eso pone el e-mail. Asunto: un trasero. No sé para qué dices nada, si sabes que la curiosidad podrá más que yo. Abro el e-mail.

Faldita de cuero, ajustada. Está tomada desde atrás. ¿Quién ha hecho la foto? me pregunto. No hace falta preguntar. Sabes que me atrae. Sabes que me excita.

Otro MSN.

-. "¿Adivinas? Si, cariño, si Argi, ( Argi es el nombre que te has inventado para mí), este es mi culito".

Abro el Messeguer. Yo no diré nada. Apenas me da tiempo. Veo la luz verde. Tú estás disponible. Y tu juego comienza.

-."¿Te imaginas lo que pasó?"

Hay una tercera foto. Es el tercer mensaje. Teclado. Ratón. "Plim."

Son unas manos apoyadas en una mesa. Color marrón claro. Parece de oficina. Me recuerda a la mía. Te conté como poseí a mi secretaria encima de esa mesa. ¿Me devuelves la pelota?. ¿De un revés?. No es el pádel.

-."Recompón todo mi amor, une las fotos" dices, seguro que te ríes al escribirlo.

-."Así tuve que colocar las manos. ¿Sabes para qué, no?.

Dejas un silencio. Un tiempo. Como si quisieras darme un tiempo para pensar. Es mentira, solo me das tiempo para acentuar aun más el deseo. Nada mejor que la espera para avivar el fuego. Sobre todo si el fuego es la desazón por poseerte.

-." Si, ya te lo dije, a veces me comporto como una autentica zorra. Puedo ser y comportarme como una puta pervertida. Tejí la tela de araña. Y él cayó en mi red, en mi negra tela de satén negro. ¿Te gusta la lencería negra?¿Te gustaría verme con un liguero negro?".

Te imagino sentada delante del teclado. Tu mirada. Una copa a tu derecha. La miras. No, no vas a beber. Aun no beberás ni un solo trago.

-."Si, cariño, sí Argi, así tuve que ponerme, apoyando las palmas de las manos sobre la mesa, echando un poco el culito hacia atrás. Separando un poco las piernas. No mucho. Lo suficiente."

-. "¿Te lo cuento mi amor?", escribes, aunque saber perfectamente que no solo imagino la situación, sino que me he levantado y he repetido todos y cada uno de los gestos que me has ido describiendo. Las posturas. Las poses...

Mi imaginación hará que yo sea él. Mis manos dibujaran en el aire el cuerpo que no pueden tocar. La redondez de tus nalgas. Tu espalda. Tus hombros mientras me acerco y me pego a ti. Tal vez se atrevan a apoderarse de tus senos. Disfrutarán fingiendo tocar tus formas, las rodearán, y bajarán hacia tu entrepierna como si realmente estuvieras frente a mí. Una de mis manos se perderá creyendo que está entre tus muslos. Por debajo. La otra sabes dónde estará.

Serán mis dedos quienes crean que agarrarán con ansia tus labios. Por cierto aun ni siquiera sé cómo es tu sexo. Pero en este instante me da igual. Puede que incluso mi imaginación me haga sentir la humedad de tu entrepierna.

Apenas me dejas tiempo. Ahora impones un ritmo más rápido. Los mensajes se aceleran. No quieres que me recree en nada, no quieres que piense en nada que no seas tú, quieres que la vorágine de mi propio deseo me arrastre.

-. "Tú qué crees cariño, ¿me levantó las falditas?, ¿me las bajó?. Mi amor, tú... ¿tú que habrías hecho?"

Lo has escrito, tan solo leo tus letras, pero sé que la última frase está pronunciada con voz melosa. Ingenuamente forzada. Tu interrogante mirada teatralmente candorosa.

-. "Pues mientras lo piensas, te diré que esa era la posición. Si, tuve que ponerme así mientras el muy cabrón se bajaba la bragueta. Seguro que ya te imaginas el ruidito de la cremallera. Seguro que ya te imaginas cómo estaba yo, y no me refiero solo a la postura. Si hombre si, sabiendo que ese ruidito metálico y desagradable era la antesala, el aviso de lo que estaba pasando detrás de mí. Luego un calorcito y ese pollón tratando de entrar en mí, tratando de darme por el culo como una bestia impaciente. Claro, no pudo. Es que no te imaginas que "peazo" rabo tiene el colega. Presumía y no le faltaba razón. Joder que armado estaba el niñato"...

Es el único párrafo largo. El único extenso. Demoledor. Completamente derrotado. Ya has dicho todo. No necesito que me cuentes que llegaste a gemir. Que no te hizo suya, lo sé, pero que si te hizo gozar como nunca, también lo sé. Tal vez como yo no pueda hacerte gozar jamás.

-."Bueno... en esa postura ya sabes que no me dio por el culo, pero el polvete que me echó desde atrás, aun lo recuerdo..."

No puedo seguir leyendo. El juego de los e-mailes tiene un ganador. La tela de araña se ha ido tejiendo. La presa se ha acercado. Se ha posado en ella y no se ha despegado. No podrá hacerlo ya jamás. Ya no podrá separarse. Miro tu carita en esa foto. La única que tengo. Deseo besarte. Dese volver a leer tus email. Deseo no separarme. Cautivo, prisionero durante al menos siete fines de semana. Seré tu esclavo. No parece mal asunto. Yo tu recluso, tu obediente y sumiso amante, tú mi mujer araña.

Lo malo de las mujeres arañas, es que se comen a sus amantes.

perverseangel@hotmail.com & Undia_esundia@hotmail.com