Juegos de amor
Un erótico juego que sólo entienden dos mujeres enamoradas.
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Allí, en la orilla del río, me dijiste: "Vente conmigo"
¿Qué quieres ahora cariño mío?
Tumbadas las dos en la hierba me indicaste: "Hazme lo que quieras"
¡Oh, amor! Hoy serás mi reina.
Acariciaba tu piel con una espiga ¡Ay, preciosa! ¡Cómo te reías!
¿Te gustan las cosquillitas?
Seguimos jugando a éste juego de locas, pero lo que más me tienta es tu boca
¿Crees que eso no me provoca?
La espiga que risa te incitaba tiré, porque quise probar tu piel.
¿A cómo sabe ésta vez, a mora o a miel?
Con mi lengua probaba tu anatomía, mientras que tus vellos de punta se ponían.
¿Qué quieres que te haga ahora Eugenia?
Tus ojos negros me miraban, tus pezones erguidos me apuntaban.
Mi niña ¿no es lo que esperabas?
Entonces fué cuando tus piernas abriste, y mirándome fijamente me dijiste:
"Sé que no podrás resistirte"
Mi lengua dentro de tu conchita metí, y tú sólo dijiste "¡Ayy!"
¡Que buen manjar tienes aquí!
Largo y gozoso fué ésa comida, y tus leves gemidos fué la señal de tu corrida.
¡Es curioso, después te quedaste dormida!
Después de éste momento lindo, te acaricié y te besé con mimo.
Y yo te pregunté: "Cielo ¿cuándo harás lo mismo conmigo?"
Los juegos de amor aún no habían acabado