Juegos Calientes 4

Este juego hizo que el roce de vellos me pusiera mas caliente de lo que ya estaba a pesar del agua fría en mi espalda, mientras nos frotábamos lentamente de un lado a otro, sus risas cesaron y nos dedicamos a disfrutar ese prohibido contacto entre madre e hijo.

Lo que pensé era que, mi madre, no es que sintiera vergüenza mas bien era como si quisiera que nuestros juegos de tener sexo como sin querer continuaran y no tomara el rumbo de una relación declarada, así que todo seguiría su curso con nuestra relación madre hijo, pero sin tocar el tema de lo que hacíamos durante nuestros juegos calientes…

Eso estaba pensando cuando mi madre entro a mi habitación con una bata de baño que casi nunca se ponía… mis dudas regresaron al punto de que mi mama, posiblemente estaba pensando que lo que hacíamos estaba mal, y tal vez pretendía poner un alto a nuestros juegos…

Ya hijo, estoy lista para tomar nuestro baño, así que no tardes, mi amor.

Diciendo esto paso directamente a mi cuarto de baño, que no es grande en verdad, así que el roce entre ambos seria casi inevitable.

Ya voy mami, lo que pasa es que no encuentro un traje de baño.

Al fin encontré un breve short y me lo puse por si mi madre no quería que me duchara desnudo por su pena.

Cuando entre con ella, ya se había despojado de su enorme bata y en ese momento abría ambas llaves del agua para templarla. Yo la miraba, mas bien miraba su enorme par de nalgas moviéndose apretadamente, enfundadas en un traje de baño de nuestras vacaciones pasadas el cual era de una pieza en color azul… mi presentimiento empezaba a hacerse realidad; parecía que mi madre había decidido que era suficiente lo que habíamos logrado hacer hasta ahora y al parecer lo estaba terminando.

Con precaución me acerque a ella por detrás y la tome de los hombros, aspirando un rastro de su perfume que aun permanecía en su cuello, cuidando de no pegarme demasiado a ella para no alertarla. Su sola presencia era un afrodisiaco increíble, como si su cuerpo despidiera tal cantidad de feromonas que despertaba la lujuria de quien estuviera a su alrededor, sin contar el erótico espectáculo de sus enormes caderas y sus deliciosas nalgas enfundadas en el ajustado traje de baño… sin duda, no solo yo habría tenido una erección tan dura que hasta dolía; cualquiera la hubiera tenido.

Mirando su grandioso trasero pregunte:

Ya esta el agua mamita?

Ya corazón, pero quieres entrar primero o los dos nos duchamos?

Ambos mami, así que te toca mojarte, jajaja

La empuje, para que quedara bajo el chorro de la regadera y volteando y riendo me jalo de las manos para meterme también.

Ahora veras, tu también te vas a mojar y antes da gracias que no puse solo agua fría, canalla, jijijijiji. Anda metete y enjabóname la espalda mientras lavo mi cabello.

Claro mami, pero luego tú me ayudas, eh?

Tome la esponja y el jabón líquido para lavar la espalda de mi madre, mientras ella lavaba su cabello y cerraba sus ojos… aproveche para bajar los tirantes de su traje de baño con el pretexto de lavar sus hombros y darle un pequeño arrimón en sus nalgas para que sintiera la dureza que provocaba en su hijo y esperar su reacción.

Solo dio un leve respingo, lo que me animo a continuar mis avances. Enjuago su cabello y enseguida me pidió la esponja para continuar lavando su hermoso rostro, mientras yo lave mi pelo y me acomode el pene para que saliera un poco por encima del resorte del short y que mi madre lo notara. Al enjuagar su cara del jabón, miro un par de segundos la roja cabeza de mi miembro, que parecía señalarla a ella y yo hacia como que no la miraba, enjuagándome el cabello.

Sonrió complacida mientras me daba la espalda de nuevo y bajaba los tirantes de su traje para lavar su vientre y sus suculentos pechos con pudor. Como yo me baño mas rápido, le dije que no volteara mientras me quitaba el short para terminar de ducharme.

Hay hijo lo dices como si fuera una extraña contigo, recuerda que yo te cambie los pañales mucho tiempo; no hay nada que no te haya visto antes.

Tienes razón, mama, así que ya en confianza puedes quitarte el traje de baño para que te duches mas fácil o no?

Eres listillo granuja, igual a tu padre; me lo voy a quitar pero no porque tu lo digas, si no para demostrarte que entre madre e hijo, debe haber  mucha confianza… mira!

Diciendo esto bajo de un tirón su traje de baño y lo hizo a un lado con su pie.

Pues vaya que eres decidida, mama, pero tu no tienes ciertos problemas corporales, como yo, y eso es una ventaja para las mujeres!!

Ella miro mi miembro erecto sin pena y sonrió maliciosa.

Pues si que tienes un GRAN problema hijo, pero eso se quita con una ducha de agua fría, JAJAJAJAJA.

Cerro la llave del agua caliente, saliéndose del  chorro y empujándome hacia el agua fría… me voltee tratando de salir del agua helada, pero mi madre me abrazo firme para no dejarme salir, pegando sus pechos a mi y yo la rodee por los hombros para sentir mas sus ricos pechos, lo que provoco que nuestros cuerpos se pegaran en un juego de forcejeo, quedando mi verga aprisionada entre sus pelos púbicos y los míos. Este juego hizo que el roce de vellos me pusiera mas caliente de lo que ya estaba a pesar del agua fría en mi espalda, mientras nos frotábamos lentamente de un lado a otro, sus risas cesaron y nos dedicamos a disfrutar ese prohibido contacto entre madre e hijo.

Cinco minutos después de esas ricas talladas púbicas, estábamos totalmente calientes pero no podíamos declararlo,  por los tabúes, así que sin previo aviso la baje mis manos rodeándola por la cintura y la levante en vilo…

Hay hijo que haces? jajajajajaja

Ahora te toca el agua fría por ser tan traviesa, mama, para que estemos iguales.

Hay hijo, bájame que el agua esta heladísima!!! jajajajajaja

Jajajaja, no mama, ahora sufre igual que yo!!!

Ante la sorpresa solo se sujeto de mis hombros, rodeando mi cintura con sus piernas, para “NO CAERSE” por supuesto.

Mi verga quedo justo en la entrada de su caliente gruta, por lo que solo la baje un poco y esta se deslizo dentro de mi madre… Ella abrió la boca en silencio, recibiendo la embestida y un leve jadeo con un fuerte apretón de su vagina me anuncio que ella disfrutaba estar empalada hasta la raíz por su hijo y tomando un poco de seriedad cerré la llave del agua fría mas de la mitad, por lo que solo un leve chorro caía sobre mi madre.

Vas a ver en cuanto me pueda soltar, me las vas a pagar, malvado. Si no me sueltas te muerdo, oíste rufián?

Sin forcejear más, dirigió su boca a mi cuello y mas que morderme lo que hacia era chuparme fuerte, aumentando mi gozo y mi calentura.

Sus duros pezones se frotaban en mi pecho, mientras hacia vanos esfuerzos por apartarse del débil chorro de agua que aun caía sobre su espalda. Yo la sujete firmemente de la cintura subiéndola y bajándola sobre mi mástil. En cada ocasión que mi verga llegaba hasta el fondo de su mojada vagina me daba unos ricos apretones en la cabeza de mi pene que casi me hacían gemir, pero me contenía para cubrir las apariencias… ahí no sucedía nada malo entre mi madre y yo, solo jugábamos inocentemente.

La posición que teníamos o tal vez el saber que hacíamos algo prohibido disparaba nuestra lujuria hasta las nubes y entre movimientos de mete y saca lentos pero sin parar y discretas lamidas a sus pezones y apretones a mi pene en el interior de su vagina, sentí como mi madre se tensaba y de su interior bajaba su caliente y viscoso jugo, bañando mi órgano viril, con su orgasmo y emitía un jadeo apenas audible ya que ella escondía su rostro caliente en mi cuello mientras me “mordía” castigándome y llevándome al cielo.

¡Que deliciosa mujer estaba viniéndose sobre mi verga!

¡Que delicia sentir su clímax montada en mí!

¡Sobre todo saber que ese mujerón es precisamente mi madre, hizo que mi pene empezara a bombear todo mi semen al interior de su caliente y mojada cueva, entre estertores de placer y ese abrazo que se hizo más fuerte entre ambos!  ¡Volvíamos a estar unidos como uno solo, igual que antes de que me diera a luz y no queríamos romper esa deliciosa unión!

Segundos que nos parecieron una eternidad, nos permitieron disfrutar los últimos latigazos orgásmicos que nos unían y su vagina exprimía hasta la ultima gota de leche en mis testículos, manteniendo cerrados sus ojos,  mientras mi verga se negaba a abandonar su cálida guarida.

Cuando por fin hicimos conciencia del tiempo que teníamos haciendo un solo ser, saque mi pene semierecto de ella y la baje lentamente con cuidado para que sus piernas le respondieran y se mantuviera en pie, ya que podía tenerlas entumidas. Así que la sujete firme y suave de su cintura mientras mi pene aun estaba en el canal de sus labios íntimos y recibía la mezcla de nuestros jugos que salían de su exquisita rajada… cuando comprobé que se mantenía en pie y abrió sus bellos ojos, yo ya abría la llave del agua caliente para “terminar” nuestra ducha que habíamos dejado inconclusa por estar “jugando”. Tallamos mutuamente nuestros cuerpos, pasando con discreción la esponja por nuestros sensibles sitios que habían estado “jugando”.

¡Que bárbaro eres hijo, ojala no me resfrié por tu culpa! ¡Mira que echarme agua fría!! Jajaja

No lo creo mami, ya que por estar de traviesa ni sentiste fría el agua o si?

¡Pues casi no, ya sabes que cuando jugamos hasta sudo mucho por tu culpa granuja!

Si te enfermas yo te mimare, lo veras.

Bueno hijo ya termine de ducharme, gracias por este RICO baño, espero no sea el ultimo cuando me reparen la llave de mi baño. Eh?

Mañana nos duchamos en el tuyo, pero no me vayas a mojar con agua helada ¿OK?

NO TE ASEGURO NADA, CORAZON. MAÑANA VEREMOS.

Me lanzo un beso al aire y desapareció de mi cuarto envuelta en su bata.

Alguien toco el timbre de la casa y vaya sorpresa me lleve al abrir… mi abuela venia de visita y por lo que vi, seria por algunos días como acostumbraba… me dio gusto verla pero sentí que las duchas con mama se tendrían que posponer…

Caramba!!!!!