Juegos Calientes 3

Al tomar el desarmador puso sus manos sobre las mías, entrelazando sus dedos con los míos, haciéndome sentir corrientes eléctricas por toda mi espalda… mis brazos rodeaban el voluptuoso cuerpo de mi madre y mi virilidad adquirió una gran dureza, mientras le rogaba a todos los dioses que la tapa no c

La tarde en el deportivo con mis amigos, transcurrió normalmente entre partiditos de futbol y una que otra botana entre estos hasta que decidimos dejar el juego para otro día y regresamos cada quien a su respectiva casa, claro que antes pase por el videoclub y mire algunos títulos para alquilar una película y poder “verla” mas tarde o por la noche con mi adorada madre; había muchas películas interesantes pero lo que a mi me importaba era encontrar alguna que tuviera un alto contenido erótico para motivar a mi mama, aunque ahora sé que no lo necesitaba.

Aun así elegí una película con kim bassinger que se llama  y contiene algunas escenas de sexo breves pero muy calientes, además de que la protagonista es una mujer madura al igual que mi madre.

Llegue a casa y encontré a mi madre en la sala mirando la tv  y le avise que me daría una ducha; ella vestida con una licra blanca me dijo que también se ducharía ya que había terminado de hacer ejercicio en el gym y que después cenaríamos.

Apenas me había mojado en la regadera cuando entro mama, a mi baño y me dijo:

Hijo, necesito que me ayudes con la regadera, creo que se descompuso y no me puedo duchar, ándale sí corazón?

Claro mami, en cuanto acabe de ducharme voy contigo…

No hijo, mejor de una vez para ducharnos al mismo tiempo y bajar juntos a cenar, por favor amor!.

Bien mami, déjame salir!

Tome mi toalla y me la puse a la cintura y al salir, me lleve tremenda sorpresa al ver que mi mama, solo llevaba puesta una toalla que cubría únicamente sus senos y su enorme trasero… sobra decir que de inmediato mi verga se puso durísima solo de imaginar que bajo esa toalla no tenia ninguna otra ropa que cubriera su hermoso sexo y sus grandes pechos.

Camine tras ella a su recamara sin perder de vista ese grandioso par de nalgas que se movían de un lado a otro en delicioso vaivén y entramos en su baño…

Mira mi amor, la llave solo gira pero no sale nada de agua caliente, la llave del agua fría si sirve pero la caliente no.

A ver déjame arreglarlo, mami

Tome un desarmador de debajo del mueble del lavabo y empecé a tratar de retirar la tapa de la llave, que estaba muy apretada… mi madre se puso frente a mí y me dijo:

Déjame ayudarte corazón!

Al tomar el desarmador puso sus manos sobre las mías, entrelazando sus dedos con los míos, haciéndome sentir corrientes eléctricas por toda mi espalda… mis brazos rodeaban el voluptuoso cuerpo de mi madre y mi virilidad adquirió una gran dureza, mientras le rogaba a todos los dioses que la tapa no cediera… hicimos presión en el desarmador, girándolo hacia un lado y no se aflojaba, cuando sentí como mi toalla se desatoraba de mi cintura y caía al suelo; mi pene apuntaba justo al trasero de mama, mientras yo me concentraba en colocarlo bajo su toalla,  entre sus macizas nalgas, cosa que logre no sin esfuerzo y mi glande hizo contacto con el canal de sus nalgas, metiéndose un poco entre ellas… mi madre al sentir esto, se hizo para atrás “empujando el desarmador” y me dijo:

Hijo, creo que esta muy apretado, vamos a necesitar poner mas fuerza para soltarlo, verdad?

Si mami, pongamos mas presión en eso…

Mi madre se empino un poco mas,  “haciendo presión” juntando mas su cuerpo al mio, lo que aproveche para mandarle mi pene hasta dentro del canal que separa sus labios íntimos, creo que era imposible que no viera la cabeza de mi verga, saliendo de entre sus pelos en medio de sus piernas, pero no dijo nada; empecé a deslizar mi miembro entre ese canal que cada vez se hacia mas húmedo por mis líquidos preseminales y la lubricación que mama, dejaba salir de su preciosa vagina. Ella respiraba más agitada por el “esfuerzo”.  Después de varios minutos de delicioso roce, le dije a mami:

Agáchate un poco para poder afirmar el desarmador y darle mas presión, mamita.

Lo que digas mi amor.

Al hacerlo mi madre abrió sus piernas y mi pene salto como resorte de entre ellas, por lo que tuve que agacharme un poco, para volver a ponerlo en su lugar, ya que la toalla me tapaba la vista de sus enormes nalgas, con la suerte que lo puse en la entrada de su rica almejita… empuje y mi pene se deslizo dentro de mi madre que solo soltó un suspiro profundo y un leve jadeo.

Empuja hijo, ya casi sale!!!

Dijo mi madre, lo cual entendí de inmediato; saque mi verga de su cuevita e inicie un rico mete y saca de su húmeda gruta, como si tratara de maniobrar el desarmador, mientras mi madre solo se dedicaba a disfrutar la verga de su hijo que entraba y salía de ella, invadiendo su cálida gruta, que mezclaba los jugos de ambos en su interior, sin oponer resistencia ni poniendo empeño en la labor que nos había llevado hasta ese punto; sus jadeos se hicieron mas audibles.

Mami, no hagas tanta fuerza o te me vas a desmayar…

Tú síguele hijo, veras que lo logramos.

Su toalla se había bajado debido a la intensa actividad que hacíamos, dejando al descubierto sus ricos pezones que pedían a gritos mi atención. Solté el desarmador y pase mi brazo al frente mi madre poniéndolo en su pecho izquierdo.

Déjame te sujeto para que no te vayas a caer, mami

Gracias hijo, ME HACIA FALTA.

Entre mis dedos, sus pezones se pusieron duritos, mientras amasaba su pecho con suavidad y lujuria, mientras mi pelvis chocaba deliciosamente contra su enorme par de nalgas… nuestros jugos chapoteaban desde el interior de mama y salían resbalando entre sus muslos y mis testículos.

El cubrir a mi madre y mirarla bajo mi cuerpo, me hacia sentir poderoso… YO era el macho de esa suculenta hembra, que me mataba de placer. El calor de la panocha de mi madre y lo rico que me apretaba, me hacían ver estrellas cada vez que metía mi verga hasta el fondo de ella, lo cual correspondía lanzando su trasero hacia mi, quedándonos pegados unos segundos, sintiéndonos y fundiendo nuestros cuerpos en uno solo, bañados en sudor por la rica copula incestuosa.

Una supernova estallo cuando su orgasmo y mi eyaculación se mezclaron dentro de su sexo… chorros de semen eran lanzados al útero de mi madre y al rebotar en el fondo de su vagina se fundían en calientes jugos con olor a INCESTO.

Después de unos segundos que me parecieron eternos, los últimos estertores de nuestro orgasmo simultáneo se fueron diluyendo, hasta quedar en paz. Nuestras respiraciones se normalizaron y nuestro corazón volvió a su lugar. Mas a fuerza que de ganas para cubrir las apariencias, nos desabotonamos lentamente, como si separar nuestros cuerpos nos doliera… levante mi toalla y me la coloque de nuevo, mientras ella volteaba a verme cubriendo con pudor sus pechos, volviendo su toalla a su lugar.

Hijo gracias por AYUDARME, pero creo que no pudimos arreglar este desperfecto, así que tendrás que dejarme duchar en tu baño… mejor aun, que te parece si nos duchamos juntos para no desperdiciar tanta agua?

Claro mami, pero segura que lo harías?

Por supuesto que lo haría, eres mi hijo y no tiene nada de malo, además no voy a bañarme desnuda frente a ti, me daría vergüenza, pero si en traje de baño así no es incomodo para ambos o no?

Bueno lo principal es que tu te sientas bien, por mi no hay problema, mami.

Gracias hijo eres un amor. Si quieres adelántate a tu baño, mientras me pongo mi traje de baño y te alcanzo, esta bien?

Ok, mami.

Sali de su cuarto pensando en lo que sucedería en mi regadera…

Estaría mi madre jugando al pudor o en realidad sentiría vergüenza?

Vergüenza de lo que hacíamos “sin querer”?

Solo hay una forma de averiguarlo.