Juego sucio con dulce sorpresa
Despues de mucho tiempo esperando por fin me emcuentro con la chica con la que habia soñado, nunca llegue a imaginar como acabaria la noche.
Ámbar siempre fue la chica más ardiente de la escuela con sus dieciocho años. Tiene el pelo color oscuro como una noche sin estrellas y unos ojos azul marino que habían conseguido enloquecer a más de un muchacho. Sus pechos, sorprendentes desde que era pequeña, eran del tamaño de unas pequeñas manzanas duritas y jugosas. Una figura perfecta y con una personalidad que la hacía parecer la mayor parte de las veces una perra. Sin embargo, todo el mundo sabía que en realidad era una bromista nata. Por que negarlo, me he sentido atraído por Ámbar toda la vida. Desde el primer día que la vi en la escuela. Quería saber lo que se sentía al introducir mi polla dentro del jugoso coño de una chica tan guapa.
Aunque éramos amigos durante mucho tiempo intente que saliese conmigo, hasta que finalmente acepto cuando se quedo plantada por David. David era un chico que estaba perdidamente enamorado de mi ex, Catherin. Pobre borrico. Todo el mundo piensa que él es un chico ardiente, simplemente por que es uno de los goleadores del equipo de fútbol del colegio. Tiene un rendimiento del 100 % pero él sólo ha metido ocho goles en lo que va de año. Yo, como defensa, he impedido que metan más del doble. La única razón por la cual aún seguimos ganando es que mi defensa nos impide perder. Pues bien, a quien le importa ahora. Porque esta noche, gracias a él, voy a ser capaz de follar a la buenorra de Ámbar.
Quede sobre las seis de la tarde para ir a recogerla. Cuando llegué a su casa, estaba esperándome ya fuera, a un lado la puerta. Nos decidimos a ver una película titulada Colateral. Tom Cruise haciendo de malo, después de eso, todo es posible. Cuando termino la película, sugerí que vamos a Alexander. Un bar cerca de mi casa en el cual ya me conocen. Compre un par de Pepsis y la hice hablar. Ella empezó a contarme todos sus problemas. Hice lo mejor que se puede hacer para confortarla.
Me preguntó, "¿Sabes por qué David me dejó plantada?" la respondí, "él es un idiota." Esperaba oír un gracias por lo menos. Pero no lo obtuve. Seguí hablando. "Entiende que él es un cabrón. Es capaz de dejar plantado a cualquiera. Opino que eso es muy inmaduro. Le basta cualquier excusa, entonces llama y cancela la cita". Ella me escucho en silencio, me miró a los ojos y por un momento creí caer rendido ante ella. "¿Sabes? Creo que me he equivocado contigo, eres una persona estupenda. El mundo sería un lugar mejor si hubiese más tipos como tú ". "Bravo, o sea, que soy una persona estupenda, pero no sé si sabes que las personas estupendas siempre terminan las últimas". Ella me miro y por primera vez esa noche conseguí arrancarla su primera sonrisa. "Eso no es cierto." "Pues bien, es cierto para mí. En fin ¿Quiere que le pegue una paliza? No me gusta la expresión que te ha dejado esta noche" ¿" "Huh? ¿Quién? ¿David? No, eso no está bien." La mire y la sonreí "¿Sabes? Creo que te hace falta un buen lingotazo, bebe y olvidate por completo de ese capullo esta noche" "
"No estoy segura de que sea capaz de olvidarle, pero haré un intento." Añadió con una sonrisa respondiendo a mi intento por apoyarla "ok, yo no quiero beber mucho, quiero estar lo bastante sobrio como para conducir ". Le dije al cantinero que me trajese un par de cubatas. Sorprendentemente, ronda tras ronda Ámbar se bebió todo lo que la sacaron. Después de unas ocho rondas, estaba casi inconsciente. Pague todo lo que habíamos consumido y la lleve para el coche. La lleve hacia mi casa. Afortunadamente, mis padres estaban de vacaciones durante todo el fin de semana. Y mi hermana estaba en una fiesta.
Conseguir sacarla del coche y meterla en casa aunque me costo lo mío, finalmente me decidí por levantarla en brazos y abrir la puerta a empujones. La lleve a mi cuarto y la metí en mi cama. Por unos instantes me quede mirándola, estaba preciosa. No podía creerme que esa musa fuese mía durante toda la noche. Empecé a desnudarla, en mis movimientos casi había ternura, cada trozo de piel que veía merecía ser besado y acariciado. Me fije que llevaba puesto uno de esos sostenes nuevos dignos de admiración. Un tanga blanco, muy suave, era una chica virginal como siempre me había parecido y una puta que estaba destinada a nacer para tener con ella un sexo salvaje.
Desabroché su sostén y le quité de encima su tanga. Su coño era realmente peludo. Pensé en rasurarla, dejarla sin un solo pelo. Pero me apeteció una travesura mejor. Entré en el cuarto de mi madre, y tomé su tinte. Esparcí la espuma entre sus piernas, y en 20 minutos, le cambió de color, ahora sus pelos eran de un rubio muy sexy. Pues bien, estoy seguro que al día siguiente va a estar realmente sorprendida cuando se diese una ducha. De todas formas no era una broma demasiado pesada, la espuma se lava y desaparece.
Después de que tuviese un coño rubio, por que no decirlo, muy bello ante mis ojos, me desvestí y le restregué mi pene por todo él para disfrutar del momento y que se me pusiese realmente dura. Eso fue maravilloso. No podía creérmelo. Iba a ser el primer tipo en mi escuela que se fuese a follar a esta chica según yo sabía. Metí mis dedos dentro de su vagina y lo que encontré me puso tan excitado casi me vine allí mismo. ¡Todavía era virgen!
¡Oh por dios! ¡Éste iba a ser realmente muy bueno!
Puse la cabeza de mi polla entre sus piernas y con un empujón se la introduje un poquito. Cuando noté su himen, eché hacia atrás y con fuerza la penetre. Seguí sin parar hasta que estuve seguro de habérselo roto. ¡Me entusiasme, qué sentimiento! Mi primer coño virgen. Ella había confiado en mi aquella noche, y puede que fuese un poco duro para mí follármela, pero me hizo sentir tan bien aquello, llevaba tanto tiempo queriéndomela coger. Me decidí que su coño estaba demasiado apretado para estar como a mi me gusta, así es que inicié a chuparle su, que digo su, mi coño. Por que aquella noche todo aquello era mío. Me fui al cuarto de mi hermana para obtener algún aceite de bebé. Ella es un poco maniática con la belleza. Le gusta estar guapa y se cuida con toda clase de aceites y cosas así. Pero mira por donde, por una vez me iban a venir bien todas aquellas cosas.
Me escandalicé cuando la encontré allí. Mi hermana estaba tumbada sobre su cama completamente desnuda. Por un momento empecé a excitarme otra vez. Era la primera vez en mi vida, que vi a mi hermana como a una chica, como alguien del sexo contrario, como una chica bella y ardiente. Me acerque hasta ella y olí su aliento. ¡Como no! Estaba tan borracha como mi querida Ámbar. Metí un dedo dentro de ella. Estaba realmente abierta, justo como a mi me gustaban las mujeres, ¿Por qué no encuentro a una chica así para mí? Sonreí ante la idea que tienen mis padres de que ella probablemente es todavía virgen.
Miré en el cubo de la basura y encontré un condón usado. Debía de hacer muy poco tiempo que alguien se la había tirado, y para evitar males mayores había usado uno de esos. Que casualidad, alguien que justamente se la tiro usando la misma técnica que yo. En ese instante ella murmuro algo así como "R.J". ¡No me lo podía creer! ¡Éste es el condón de Roberto Jensen! ¡Ese maldito hijo de puta! ¡No me puedo creer que él se hubiese follado a mi hermana! Éramos amigos y esa era mi hermana. Iba a darle una buena paliza cuando nos volviésemos a ver.
Conozco a mi hermana, ella nunca se acostaría con un tío así. Él obviamente la emborrachó para poder aprovecharse de ella. ¡Qué imbecil! Iba a pagar caro por todo esto. A lo mejor le reviento el coche, o puede que tan solo con un bate le abra la cabeza. Algo que no olvidase, que aprenda a no joder con las hermanas de sus amigos, algo que le enseñe lo que es respeto. Mientras mi cabeza le daba vueltas al sufrimiento que iba a causar a ese cretino mis pensamientos cambiaron de rumbo y se me ocurrió algo. Mi hermana había sido follada. La tenía desnuda ante mí.
Si me la follo ahora, ella nunca lo sabría. La cogí y me la llevé a cuestas a través del baño hasta llegar a mi cuarto. La deposité boca abajo sobre Ámbar. ¡Que visión! Junte sus tetas y las hice besarse. Me puse detrás de ellas y metí mi polla en el coño de Ámbar. Incluso me olvidé del aceite recién nacido. Oh, y a quien le importa ahora, justamente cuando podía follarme a esas dos muchachas. Era delicioso tener el conejito recién estrenado de Ámbar, mientras veía como mi hermana se movía siguiendo el compás de mis caderas, estaba cerca de llegar al orgasmo, pero aún faltaba lo mejor.
Saque mi polla y se la introduje en el coño a mi hermana. Se sentía tan bien. No podía creer que me estuviese follando a mi propia hermana, sangre de mi sangre, a la que había visto crecer. Me la tiraba sin ningún remordimiento. Pasaba a Ámbar, después a mi hermana, luego Ámbar otra vez. Qué sentimiento. Fue impresionante. Follándome a dos chicas ardientes al mismo tiempo.
Pensé acerca de a quien iba a llenar con mi esperma. ¿Supe que quería correrme dentro de uno de esos coños, además sabía de antemano que por motivos de la regla tanto Ámbar como mi hermana tomaban la píldora. ¿Pero quién? Si me venía dentro de mi hermana, puede que al día siguiente ella lo notase, después de todo R.J. había usado un preservativo. Pero Ámbar, vaya a saber si se acordaría de algo. Así es que me decidí a vaciarme por completo en ella.
Eso si, divirtiéndome. Inicié a follar a mi hermanita tan rápido como pude. Las sensaciones eran increíbles. Su conejito estaba muy caliente. Continué follándola durante unos cuantos minutos, cada vez más rápido. Cuando estaba cerca del orgasmo, conduje mi pene en el coño apretado de Ámbar y se la metí hasta el fondo. Agarré con fuerza las tetas de mi hermana. Y Follé duro a Ámbar mientras disfrutaba con las tetas de mi hermana. Supe que no podría resistir mucho más y besé a mi hermana en la boca mientras seguía follándome a Ámbar más rápido y mas profundo cada vez. Me di cuenta de como salio un gran chorro mientras caía sobre ella casi sin fuerzas. Note su coño apretado sobre mi aún dura polla. Se la saqué y vi una parte del esperma resbalando entre sus piernas. Puse a mi aparato sobre el coño de mi hermana y la seguí follando, no lo pude evitar, mire directamente a sus ojos y note como la segunda corrida de esa noche entraba en el cuerpo de mi dulce y sensual hermana. Acaricie con cariño su cuerpo, y pensar que tanta dulzura y belleza siempre había estado al alcance de mi mano.
Después de tantos años leyendo y disfrutando de esta pagina, me decidí hacer una pequeña aportación con este relato, espero que lo disfrutéis, y si alguien sea quien sea y del sexo que sea, esta interesado en contactar y charlar sobre el relato, o lo que quieran, estoy encantado de hacer nuevas amistades ;)