Juego sexual
Los juegos pueden llevar a ciertas situaciones, o la excusa para hacer ciertas cosas
JUEGO SEXUAL
Si bien no es una experiencia propia, confidencialmente me la conto un amigo, no fue fácil convencerlo de publicarlo, solo la escribí en base a su narración, estableciendo nombres ficticios, si bien ocurrió hace bastante tiempo, el desenvolvimiento de la historia es vigente.
Cindy
He intentado en este relato como fue mí despertar al sexo o mejor dicho como fue mi nueva experiencia. En esa época contaría con casi 13 años, y tenía un amigo llamado Sergio, algunos meses mayor, nos conocíamos desde el jardín de infantes, y hasta habíamos cursado la escuela primaria juntos. En realidad éramos inseparables y contábamos con muchos compañeros en común.
En esa época la computadora no se conocía o por lo menos no era fácil tenerla, así que nuestra diversión mayor aparte de realizar deportes, era competir en distintos tipos de juegos de mesa.
Por lo general nos reuníamos 2 o 3 veces en la semana para jugar, previo haber hecho las tareas escolares. A los efectos de darle algo de mayor interés establecíamos prendas que el ganador implantaba. Las que el perdedor cumplía obligadamente, ese pacto era algo implícito en nosotros.
Cuando las prendas establecidas comenzaron a parecernos demasiados infantiles, tratamos de buscar algo más emocionante o por lo menos que tuviese otra representación más comprometida.
Una tarde nos habíamos quedados solos porque sus padres habían salido y regresaban tarde, iniciamos una lucha entre ambos tratando de quitarnos los pantalones, realmente cosa de niños o más bien adolecentes. En ese momento Sergio me dice se me ocurrió algo.
Qué?, fue lo primero que dije.
Pues juguemos al póker desnudo, cada vez que se pierde nos quitamos una prenda, hasta que uno de los dos quede sin ropa. No me pareció mala la idea y hasta sentí algo excitación, extraña para mí en ese momento, sumado en que nunca habíamos visto nuestras partes intimas. Comenzó el juego y después de casi una hora perdí, por consiguiente Sergio contemplaba mi desnudo cuerpo, sentí algo de vergüenza mientras permanecí sin prenda alguna, durante ese lapso de tiempo.
Repetimos el juego, pero esta vez debía de haber una lucha entre ambos uno desnudo y el otro con ropa. No era mi día de suerte, así que nuevamente quede sin ropa, en la lucha Sergio aprovecho a tocarme el culo sin llegar a existir intentos de penetración, situación que a pesar que me defendía no me molestaba sus impetuosos ataques. No puedo negar que me atraía ese tipo de contacto, notaba mi miembro aun no desarrollado bastante tieso y una sensación en mi cuerpo de cierta exaltación, algo nunca experimentado.
Otro día mi amigo me comenta, que te parece, si el perdedor le hace la paja al otro? Me quede pensando mientras un cierto cosquilleo se hacía dueño de mi cuerpo, después de breves instantes acepte el reto. Recuerdo que el juego fue, a las damas, había un nerviosismo, por ambas partes, Durante la partida no se hablo palabra, nuestros sentidos estaban puestos en ese juego, había un silencio absoluto
Durante el juego mis hormonas se alteraban, trataba de concentrarme en la partida, pero mi mente estaba en otra cosa, creo que Sergio estaba en situación similar. Después de una lucha, gane la partida, fuimos al baño me quite los pantalones, y tenía mi pequeño miembro erecto, su mano lo fue tocando con algo de aversión, y sus dedos apresaron mi pene, sus dos dedos comenzaron a agitar mi sexo, hasta que lo tomo totalmente con su mano. Después de varios minutos, sin lograr eyacular, dimos por finalizada la prenda.
Días después se aumento la prenda, no solo debía de masturbar al ganador, sino intentar penetrarlo analmente.
Esta vez fui el infortunado, después de pajearlo varios minutos, fuimos a su dormitorio, me desnude a partir de la cintura, me hizo colocar boca abajo en su cama, su pene permanecía rígido, busco mi ano, y trato de introducirlo, realmente su tamaño no lo sentía demasiado en mi culo, creo que era el hecho lo que me excitaba, la falta de experiencia de ambas partes hizo que no llegase a ser una penetración demasiada profunda ni menos con una eyaculación.
Lamentablemente sus padres se tuvieron que mudar a otra ciudad, a lo que quedamos muy apenados por perder nuestro contacto, que si bien podríamos llegar a vernos no sería tan frecuente.
Casi al año de una manera sorprendente tuve mi primera eyaculación, fue una sorpresa y a su vez algo difícil de relatar, recordé como era mi pene y lo crecido que estaba en ese día, recordé que hubiese sucedido si en nuestros encuentros íntimos estábamos tan desarrollado, pensaba que Sergio estaría en una situación similar..
Tuve una serie de fantasías en la que Sergio era el protagonista y desarrollábamos una serie de juegos sexuales. No me consideraba homosexual, ya que veía a otro chicos y no sentía deseos pero si con las chicas, pero con mi amigo era como si hubiese quedado una asignatura pendiente.
Casi a los dos años de haberse ido, recibí una invitación para las vacaciones de verano para ir a su casa, mi alegría me brotaba por todos mis poros, por fin volveríamos a vernos. En ese instante mi fantasías sexuales con mi amigo no se hicieron presente, solo quería reencontrarme con él.
Dos semanas después partí de viaje, al llegar fue un hermoso encuentro, hasta lágrimas de emoción embargo nuestros rostros. Vivian en una casa quinta bastante amplia y hasta tenia piscina, y una pequeña vivienda para el cuidador que momentáneamente estaba desocupada.
Su madre nos propuso que la usásemos porque suponía que nos quedaríamos hasta tarde recordando y contando cosas, y tener la libertad de hacer lo que quisiésemos sin molestar a sus padres. Nos pareció una brillante idea, y esa noche después de cenar nos fuimos a nuestra nueva vivienda, hablamos hasta que el sueño nos venció. Cerca de la madrugada la mano de Sergio estaba sobre mi sexo, al moverme, instintivamente la saco y siguió durmiendo, prácticamente no le di mayor importancia al suceso. A la noche siguiente, iniciamos una lucha con las almohadas, continuando con una pelea cuerpo a cuerpo, tratando de quitarnos los bóxer. Realmente esa contienda, contenía un juego sexual, por lo menos así lo sentí, cosa que no estaba equivocado. En un momento me quito mi bóxer, mi verga estaba algo parada, la rozo con la palma de la mano, sentí como una descarga, eso nos llevo a recordar la vez que tuvimos aquellos frustrados encuentros sexuales, nos reímos, pero solo quedo ahí. Alrededor de la medianoche, Sergio me propuso jugar a algo. Hasta el momento no lo habíamos realizado, me pareció buena idea y lo hicimos, note antes de iniciar la partida el bulto que se apreciaba a través de su bóxer. Comenzamos la partida de naipes, y después de terminarlo le propuse otro, el que perdía lo masturbaba al vencedor.
Fue sentir las vivencias de hacía dos años, creo que mi amigo sentía lo mismo, gane la partida. Rápidamente me volcó sobre la cama y me quito mi bóxer, fue acariciando mi aparato hasta lograr la erección total. Lo aprisiono con su mano, y de una manera muy agradable y suave comenzó a masturbarme. Para evitar manchar las sabanas, fuimos al baño, mi verga estaba a full. Me hizo colocar mis manos sobre la pared frente al inodoro, se coloco a mi espalda y siguió agitando mi pene, hasta eyacular copiosamente, había sido algo más que placentero. Deseaba recuperarme para repetirlo, fue agradable sentir una mano ajena que te tocara hasta llegar a la eyaculación.
Note a través de su única prenda que estaba al palo, me dio pena, así que le propuse se tirase en la cama, le saque su prenda y un abultado pene, pude ver. No niego que me excito, comencé a sacudir hasta quedar totalmente erguido. Creo que me llevaba dos dedos al mío, tardo bastante en eyacular, pero cuando lo hizo fue bastante abundante.
Juntamos las camas, y desnudos nos dormimos, no sé qué hora seria, cuando su mano tomo mi miembro, agitándolo nuevamente, sentía su verga pegada a mi culo, captaba su rigidez, a medida que me excitaba mas, sentí la cabeza buscar mi aro. No sé si fue eso o las sacudidas de su mano, pero me vine con todo. Me di vuelta y le di un suave beso cerca de su boca, agradeciéndole lo que había hecho. Me dormí y por la mañana nos levantamos, no hablamos sobre la noche anterior, quedo como algo implícito.
Solo pensaba que por la noche lo repetiríamos, y así ocurrió, implantando un agregado, masturbación y sexo oral. Acepte el reto, aunque esta vez la suerte no estaba de mi parte, le quite sus bóxer, y su aparato, no estaba totalmente erecto, así que inicie una serie de movimientos, hasta lograr elevarla, me tentaba besarla, así que comencé con una serie de lamidas, hasta introducirla en mi boca, me subyugaba mamársela, baje su prepucio, dejando su glande libre, mientras con la punta de mi lengua hurgaba su frenillo, produciéndole una serie de gemidos, poco a poco la fui introduciendo en mi boca y chupársela con ahínco, sus manos tomaban mi cabeza, subiéndola y bajándola haciéndola introducir en la totalidad de mi boca.
El proceso fue largo, Sergio tardaba en evacuar su fluido, comencé a succionársela y masturbarlo simultáneamente, hasta que en determinado momento mi boca se lleno de su leche, continúe hasta limpiar su miembro de su liquido, no lo trague simplemente lo lancé, pero me excito lo que le había hecho.
Rato más tarde Sergio me devolvió el favor, mamando con devoción mi miembro rápidamente erecto por su contacto bucal, en pocos minutos acababa en su boca. Tome su verga para repetirlo, pero me freno diciéndome que tardaba en recuperarse.
El hecho de estar aislados de sus padres, hacia que tuviésemos un libertinaje total, como las noches anteriores el sexo oral se hizo cotidiano, llegamos a hacer un sesenta y nueve, era como que a medida que sentíamos aumentar nuestra excitación, nos afanamos mas en mamarla. Esa noche, Sergio comenzó a meter su dedo en mi orificio, que me producía una placentera sensación, lo introduzco en su totalidad entrando y saliendo de manera lenta, hasta lograr hacerme venir. Antes de dormirme pensé donde había obtenido esa experiencia, que si bien se adquiere con el tiempo, Sergio tenía 15 años y lo que habíamos hecho si bien no necesitaba de un maestro, era muy preciso y hábil.
En la cuarta noche, Sergio me propuso otra cosa, jugar pero esta vez por una penetración anal, no estaba demasiado convencido, y más por el tamaño de su verga (en el caso de perder), si bien su dedo en mi culo me agrado, esto era más voluminoso. Me propuso que en caso de ganar me introduciría un poco, a pesar de que dudaba que lo hiciese, termine aceptándolo, podría ganar, mis posibilidades eran un 50% a favor. Ahí supuse que la introducción de su dedo en mi aro, era para probarme si lo aceptaba, y con lo que me había propuesto estaría seguro que lo consentiría
Esta vez el juego fue más intenso y largo, como para aumentar la incertidumbre y por supuesto la excitación. En la mitad del partido, su madre nos llamo para cenar, creo que fue una comida interminable. Ese lapso de incertidumbre, llego a hacerme evacuar algo de mi fluido.
Apenas se termino la cena nos fuimos a nuestra casa, para continuar con la partida, después de una intensa lucha, Sergio gano. Me miro como diciéndome que me preparase, comencé a desvestirme a lo que me detuvo para hacerlo él. Me quito los pantalones, camisa y por ultimo mis bóxer, jugó con mi miembro lo lamio hasta lograr una erección.
Me hizo colocar boca abajo en la cama, me acaricio mi espalda, hasta mi cintura, coloco una almohada en mi abdomen como para elevar mi culo, separo mis piernas y abrió mis cachetes descubriendo mi orificio, toco mi miembro que estaba muy erecto, su dedo jugueteo en la puerta de mi ojete, me hizo chupar sus dedos para producir una penetración mas lubricada, al sentir hundirse en mi conducto, me erizó hasta el último poro. Los introducía y los sacaba, su suavidad y elaboración me daba bastante tranquilidad, me fui relajando, como entregándome a lo que vendría.
Se desnudo frente a mí y vi su verga totalmente erguida y dura, acaricio mi cabeza y me monto por atrás, la cabeza de su glande buscaba mi aro, sentía como trataba de enterrarla, se bajo y lo coloco en mi boca para lubricarlo con mi saliva, lo hice con satisfacción.
Volvió a intentarlo, la lubricación permitió una leve introducción, su glande intentaba implantarse, me excitaba esa situación, en un momento me dijo si quieres parar estas a tiempo, eso indicaba que me cogería con todo, mi calentura era suficiente como para dejar que continuase. Ante mi silencio, Sergio siguió empujando, parecía muy experimentado en lo que la introducción de su escroto, iba dilatando mi esfínter. Su glande se oprimía contra mi abertura, tratando de acceder. Era doloroso, pero mi calentura, superaba a cualquier dolor. Era tan grande mi necesidad de que me penetraran, que lo soportaba. Lo sentía entrar dolorosamente centímetro a centímetro, a través de mi recto. Supongo que cada vez más enrojecido por el elemento penetrador, hasta que el esfínter parecía latir para sobrellevar mejor la incursión.
El último tramo fue algo violento y rápido, un brusco envión, hizo alojar la cabeza de su miembro en la profundidad de mi conducto, dejando sus genitales pegados a mi ano. Era feroz sentir su falo metido hasta mis entrañas, dando la sensación de partirme era evidente .Le rogué, que no se moviera, quería disfrutar su aparato en mi interior. Percibía los latidos de su falo en mi íntimo conducto, que no dejaba de hacerme vibrar. Estrechaba mi ano, aprisionando su verga, hasta que súbitamente empezó su fogoso bombeo, fue alucinante. La piel de su prepucio rozaba la las paredes de mi membrana ventral.
Su bombeo fue prolongado e intenso, me ardía mi conducto, a pesar de eso, elevaba mi culo para tener la totalidad de su verga. Tardó hasta el momento en que eyaculo en mi interior sentí que se dilataba contra las paredes de mi cause anal.
Gritaba como sacado, ese roce en las paredes de mi conducto, era alucinante. Exhale, gemidos y gritos de placer hasta mi último aliento, en el instante que eyaculo su esperma. Con su falo aun cobijado en mi conducto, tomo mi miembro y en unas pocas fricciones me hizo acabar.
Quedo tendido sobre mi espalda, mientras su falo se contraía para desalojarlo de mi interior. Me ardía terriblemente mi culo, se lo comente, una vez repuesto se levanto y trajo una pomada que unto en mi ano, produciéndome un alivio total.
Le pregunte de donde había adquirido esa experiencia, y me confesó que había un chico de la zona que le había instruido, quede sorprendido ante su respuesta, y como broche me propuso de traerlo algún día. Me había producido la sensación de que Sergio, había cambiado su aptitud, lo que pude comprobar más adelante, no era que me molestase, sino como que iba adquiriendo una autoridad sobre mí.
Su habilidad era llevarme al máximo de mi excitación para luego fornicarme. Un día en la ducha se acrecentó mi idea, estaba bañándome, y entró mi amigo, a ducharse conmigo, me succiono mis pezones al mismo tiempo que su mano oprimía mi pene, hasta ponerlo duro, se arrodillo y lo chupó, incitar cada vez más, después se coloco a mis espalda apoyando su miembro entre los cachetes de mi culo, sin dejar de masajear mi pene erguido, me hizo apoyar mis manos sobre la pared inclinando mi dorso, abrió mis piernas su a para apoyar su miembro en mi ano, su pajeo debitaba mi negativa, dejándolo acceder a su intención. Su pene entro algo forzado en mi culo, hasta sentir su totalidad introducido en mi pobre recto, exhalando un quejido de dolor, inicio su bombeo por varios minutos, hasta terminar con su eyaculación.
Otra vez mas su pene había estado introducido en mi conducto, a veces acababa antes que él, pero a pesar de haber aplacado mi excitación, debía de dejar que continuase con su objetivo sexual. Creo que había descubierto o encontrado mi punto frágil, trate de copiar su estrategia pero de alguna manera lograba evitarla..
Me quedaba una semana más de vacaciones, pero tomamos la decisión de que para tener sexo lo haríamos, previo a jugar una partida y el ganador seria la parte activa, sin ningún tipo de restricciones. Esa noche lo hicimos, tuve la dicha de ganar, sería mi primera vez que lograse tener sexo anal. Lo desnude y lo prepare como el hizo conmigo, previo a hacerme lubricar mi verga, con su boca, me prepare para introducírsela, quería saber que se sentía, la cabeza de mi miembro empujo sobre su ano, y sin demasiado trabajo la inserte totalmente, disfrute sentirla oprimida por su conducto, toque su pene y estaba tieso, sentí como se cerraba su aro sobre mi aparato.
Después de un rato comencé a bombearlo, disfrutando dicha faena, note que Sergio se masturbaba, trate de durar todo lo posible para acabar al unísono, por lo tanto me detenía en mi bombeo para contenerme, me sume a su masturbación, hasta que no aguante más y acabe. Mi amigo seguía frotando su miembro hasta que un chorro revelo su orgasmo.
Eso pareció, como que Sergio quería una revancha, pero como siempre iba agregando algo nuevo, no se me ocurría que podría ser. Hasta que propuso que el ganador tendría un dominio sobre el perdedor durante un lapso de tiempo de 24 Hs a partir del momento en que perdía, debiendo aceptarlo incondicionalmente, lo que el triunfador propusiese, establecimos que nada de castigos corporales, o cosas por el estilo, solo sexo cuando el “amo” lo establecería. Lamentablemente, fui el infortunado, por supuesto que esa noche, Sergio me cogió con todo, el hecho que tardaba en recuperarse, me permitió tener un respiro.
Apenas nos despertamos no hubo sexo, desayunamos, y me propuso ir en bicicleta hasta un paraje bastante solitario, pero muy agradable, note que había cargado una manta, no le di demasiada importancia. Después de más de media hora llegamos al lugar, corría un rio, no demasiado profundo, donde nos quitamos la ropa y nos bañamos. Al salir extendió la manta y nos echamos a tomar el sol, Sergio se quito su bóxer y lo mismo hizo con los míos. Hasta el momento no habían surgido intenciones de sexo.
Me dormite cuando otra voz hizo traerme a la realidad, trate de taparme, y Sergio me dice no te asustes es mi amiguito, el vecino, recordé en ese instante lo que me había relatado. Nos presentó, su nombre era Julián, tendría 20 o 21 años, algo tímido me pareció. Mi amigo lo invito a que se sacase su ropa, sin mucho inconveniente en segundos estaba desnudo, note que su verga era más grande que le de Sergio, cosa que no me sorprendió pero sí, sentí una envidia. Mi amigo, comenzó a tocar mi órgano, con la presencia de Julián, me era difícil tenerla erecta. A una señal de Sergio este chico también participo, en el juego. Instintivamente toque su verga, que muy rápidamente adquirió su enorme rigidez. El hecho que entre los dos me la mamaban, succionaban mis pezones y metían algún dedo en mi ano, lograron ponerme en un estado de exaltación, en escasos minutos.
Sergio me tomo de los hombros para agacharme y mamársela a Julián, me resistí, pero me dijo recuerdas que hoy eres mío,
Pero nunca dijimos de un tercero? Le conteste.
Es verdad, pero tampoco que no podría participar..
Me arrodille y mame su aparato, llegue a atragantarme cuando introducía su totalidad, en un momento los tres estábamos con nuestro miembros erectos, señal que la excitación era colectiva. Me hicieron colocar en cuatro, Julián se coloco por atrás, se arrodillo y busco mi orificio, no me resistí, cuando sentí su introducción por mi ano, fue rápida y sin tapujos, peque un grito, por la sorpresa y el dolor. Su bombeo fue rápido y prolongado, mientras uno me cogía, Sergio puso su verga en mi boca, a pesar que sentía una humillación y que había sido chasqueado. Fue bastante prolongado el tiempo que me había trasformado en el protagonista profanado.
La última penetración fue distinta a las otras, me volcaron de espalda y levantaron mis piernas, mientras Sergio las sostenía hacia atrás, quedando mi orificio en una posición adecuada para ser penetrado, Julián fue el encargado de la operación, veía gran parte de lo que hacía, su verga la introduzco sin miramientos para sacarla y volverla a enterrar, no sé si por la posición o la forma de hacerlo llego a dolerme bastante
Fue una tarde delirante, tres veces me sedujeron en menos de un corto rato, eyacule un par de veces sin llegar a masturbarme. Sé que era bochornoso, pero obedecía sus requerimientos, sentí un goce mezcla entre placer y sumisión tuve un acatamiento ante ellos, a medida que se iban turnando, era cada vez mas dócil. Por primera vez en mi vida, me encontraba en una situación extraña, donde sentía que no debía de defraudar a mi amigo, como una unión intensa con él. No distinguía entre la excitación y el acatamiento, creo que era una suma de ambas cosas. Simplemente no me arrepiento a pesar de la degradación y humillación por la que viví. Regresamos a casa prácticamente sin hablar, me dolía mi culo, cuando llegamos le pedí a Sergio el bálsamo que tenia para pasarme. Aun quedaban unas horas hasta complementar el tiempo convenido. Sergio me dijo que lo que faltase lo completaríamos al día siguiente.
Si bien quedaban casi 6 hs, a requerimiento de Sergio al día siguiente retornamos al lugar donde ya estaba Julián pero no solo, y nuevamente fui presa de ese nuevo desenfreno, en donde yo fui el móvil en cuestión, desde la mañana hasta el atardecer, me entregue a todas sus descarriadas propósitos.
Por primer vez en mi vida, me encuentro en una convivencia en que fui dominado, no sé bien como permití esta situación, lo que se que ese vinculo se había convertido en un sentimiento amoroso, una unión o fusión intensa con mi “amo” por así llamarlo donde me había transformado en su fiel esclavo.